Capítulo 3

Tras los droides explicarnos que los midiclorianos son seres vivos que explican la fuerza, llegamos a la conclusión que cuando Ben me devolvió la vida también me transfirió esos seres de la fuerza que provocaron este pequeño ser que crecía en mi interior.

Me estrujaba con los dedos las sienes intentando encontrarle explicación a aquello que me estaban diciendo los droides, me explicaban cosas de los midiclorianos, cosas sobre Anakin…

Todo había empezado con el elegido hace ya muchos años y ahora continuaba con él, entonces a la cabeza se me vino el sueño.

¨Pronto lo comprenderás todo mi reina. La profecía no estaba en mí directamente aunque si recaería en mis hombros parte de ella. Gracias por lo que hiciste por mi nieto pronto todo volverá a su cauce.¨

Él me había afirmado que la profecía no estaba en él pero que si recaería sobre sus hombros.

—Entonces quieres decir C3PO que el poder de la fuerza de Ben junto con la diada pusieron ese niño en el vientre de Rey… —afirmo con la mirada perdida hacia una esquina de la habitación que nos encontrábamos.

—Si amo Finn, la ama Rey quedo embarazada gracias a los midiclorianos que fueron transmitidos cuando el amo Ben la revivió con su fuerza. —dijo C3PO confirmando lo que Finn le acababa de decir.

—Chicos ¿queréis quedaros? —pregunto Rey consternada levantándose decidida a ir a su cuarto a dormir.

—Claro, Rey pero… —dijo Poe pues Finn aún seguía en completo silencio y estudiando todo al igual que las dos mujeres, los droides me miraban sabiendo más de lo que yo revelaba.

—Lo sé Poe. Sé que quieres hablar pero… yo ya no puedo más. —dije mirándoles con una triste sonrisa. —Hay dos habitaciones más si no os importa repartirse ustedes. —y con esa simple afirmación me despedí y me dirigí hacia mi habitación, una vez cerré la puerta me vi a salvo de poder llorar de la manera en que lo necesitaba y en la que lo deseaba, acaricie mi vientre plano mientras que de mis ojos se desbordaban gruesas lágrimas por todo este sentimiento que estaba provocando los últimos acontecimientos y la falta de Ben, ahora añadida a el hecho de que en mi interior crecía un ser fruto de su sacrificio por amor.

Mi cabeza era un completo bullicio de sentimientos contradictorios, tras intentar dormir sin parar de llorar durante horas, note a través de la fuerza como todos estaban durmiendo en paz, sin que nadie me viera y sin hacer ruido salí al exterior de la casa y comencé a pasear como todas las noches atrás en las cuales no había podido conciliar el sueño que para mi desgracia habían sido demasiadas.

Me sentía vacía, incompleta y sola sin Ben. Tenía a mis amigos y tenía a este pequeño ser que crecía ahora en mi interior pero el sentimiento con Ben era diferente, era mi amor y la mitad de mi corazón y mi alma, me sentía vacía sin su fuerza a mi alrededor, en Exegol vi como el desapareció solo dejando su ropa mostrándome que se había hecho uno con la fuerza, que finalmente había conseguido ir al lado luminoso pero, no lo sentía en la fuerza como si en cambio sentía a todos los otros yedis.

Sus cavilaciones se evaporaron cuando sintió la fuerza de alguien que sabia a quien pertenecía, hace dos semanas la había visitado en sueños y ahora volvía a buscarla y ella tenía preguntas que necesitaban respuestas.

—Odio Tatooine. —dijo el joven fantasma jedi mirando hacia el suelo arenoso con asco.

—Anakin. —dijo la jedi mirando al fantasma jedai.

—Rey. —dijo el joven Anakin como saludo regalándole una sonrisa que le volvió a recordar a la de su nieto, no por que tuvieran la misma sino por la forma de esta y lo que transmitía y te mostraba.

—Anakin, estoy embarazada de Ben ¿Cómo pudo pasar? ¿Cómo lo voy a hacer? Sé que estamos a salvo la guerra se acabo pero, no puedo hacer esto sin Ben, sé que nuestro hijo será poderoso en la fuerza tiene mi sangre Palpatine y vuestra sangre Skywalker. —dije sintiéndome perdida pensando en cómo lograría instruirlo, su poder sería algo que no podría saber cómo enseñarle, él sería algo que no se habría visto en la galaxia.

—Los midiclorianos son seres de la fuerza caprichosos y el poder de mi nieto se transfirió a ti al darte la vida eso ayudo. —dijo Anakin mirándola con ternura y amor.

—Pero… —dijo ella llorando sin poder evitar ese vacío y ese dolor en el pecho que se le estaba formando.

—Shh pequeña lo comprenderás todo y tranquila que todo está siguiendo su cauce solo no te pierdas en el dolor, apóyate en la fuerza. —dijo Anakin acercándose a ella y abrazándola buscando reconfortarla y en parte lo consiguió no podía evitar que en esa mujer se reflejara su madre, su esposa y su propia hija. La primera por que los midiclorianos habían hecho lo mismo con esa joven jedy que con su madre y las dos segundas porque un ser amado ligado al lado oscuro, aunque su nieto se había redimido sabia el dolor y el temor de aquella joven que su hijo siguiera los mismos pasos que él y su nieto Ben sin la ayuda de este último.

—Duele mucho, sobre todo me duele porque sé que él se unió con la fuerza cuando murió pero, en cambio no lo siento en la fuerza como si os siento a los demás. —dijo ella sin dejar de abrazar a aquel ascendiente de su amor y su hijo; a pesar de que era la segunda vez que lo veía este le trasmitía una paz, tranquilidad y serenidad que sorprendida y temía al mismo tiempo pero, la fuerza era así de curiosa.

—Sé que duele pequeña, todo se aliviara para ustedes te lo prometo… —dijo el jedy separándose un poco para sonreírle y limpiarle las nuevas lágrimas que han aparecido.

—¿Me ayudaras? —pregunto Rey con una pequeña sonrisa sabiendo que aquel fantasma de la fuerza a pesar que en un pasado estuvo en el lado oscuro ahora pertenecía a la luz y siempre seria un poderoso y buen aliado.

—Siempre estaré aquí Rey, mis hijos quisieron venir a hablar contigo pero Obi Wan creyó conveniente que sería mejor que viniera yo, al fin y al cabo yo te entendería mejor que ellos. —dijo con comprensión en la mirada mostrándole que él había sufrido lo mismo cuando Padme murió.

—¿Conseguiste superar su muerte? —pregunto Rey con esperanza.

—Nunca. El lado oscuro se alimento de ese dolor durante años hundiéndome más en la oscuridad. —dijo el joven. —Bueno Rey me tengo que ir, solo tienes que saber que cuando me necesites vendré, cuida de este bebe Rey Skywalker. —dijo Anakin tocándole levemente la barriga a la chica notando un tirón en la fuerza al hacer contacto como si aquel ser que crecía en su interior supiera muy bien quién era el que le había tocado a través de su piel.

Con una sonrisa como despedida el castaño desapareció dejándola de nuevo sola pero, un poco más tranquila sabiendo que él la ayudaría.

Tras algunos pasos más decidió regresar e intentar dormir un poco lo que quedaba de noche al fin y al cabo ahora estaba embarazada y además tenía invitados.

Cuando llego a la pequeña casa fue a su habitación sin notar que su amigo Finn la miraba con una pequeña e imperceptible sonrisa porque a pesar que Rey estaba perdida en su dolor por la pérdida de Ben él había sentido la fuerza del que alguna vez se había llamado Kylo Ren, no podía decírselo, no aún cuando no sabía si era ese pequeño ser que crecía en su interior, habían llegado a Tatooine porque él le había dicho a los chicos de ir a ver a Rey sabiendo lo que había sentido y a pesar de que en un principio no había sentido ninguna alegría ni ganas de interceder al haber sentido su fuerza, le gano el amor que sentía por su amiga que a pesar de que todos pensaban que él era el que estaba más decepcionado con todo esto y el que más enfadado estaba con Rey solo era una fachada, no le hacía ninguna gracia que su amiga se hubiese enamorado del antiguo líder supremo, nada podía hacer ante el corazón de la joven además de que la fuerza era sabia y los había unido por alguna razón además de que el joven hijo de Leia y Han se había redimido y si la fuerza le perdonaba que era la mismísima vida ningún ser debería de condenarle.

Con ese pensamiento se adentro en la habitación y se acostó junto a Jannah que no se había despertado en ningún momento.

Cuando Finn consiguió dormirse apareció en Mustafar miro hacia ambos lados sin saber que hacía en aquel lugar cuando un ser de la fuerza apareció ante el cómo fantasma.

—Debes ayudarle. Con él acabara el círculo. —dijo el fantasma mirando directamente al hombre.

—¿A quién debo de salvar? —dijo Finn sin entender que quería decir aquel jedai. —¿Qué hago aquí? —pregunto de nuevo mirando hacia todos los lugares sin comprender por qué estaban en aquel lugar delante del castillo de Darth Vader.

—Mi hija no tuvo fuerzas para dejarlo en otro lugar. Debes de venir a ayudarlo está muy débil. Él debe de ayudar a que la profecía que comenzó conmigo termine. —dijo el fantasma como escueta explicación aunque él estaba entendiendo entre líneas lo que le estaba explicando.

—Entonces es cierto Ben está vivo. Debo de contárselo a Rey. — dijo Finn.

—No, no le digas nada a ella, debes de ayudarle tú, en su estado no podrá curarle y ella querrá hacerlo y peligrara la vida de ella y el bebe y todo lo que hizo Ben será en vano. —le explico el joven castaño.

—¿Debo de ir solo? —pregunta Finn buscando ayuda en el hombre.

—R2 D2 y Chewbacca te serán de gran ayuda. —dijo el hombre desapareciendo poco a poco dejando como últimas palabras. —Corre y sálvalo solo ellos conseguirán el equilibrio por centenares de años.

Con esas palabras se perdió y poco después despertó dándose cuenta que apenas había dormido y a pesar de estar completamente agotado no dudo en ir a por R2 D2 y Chewbacca para emprender un viaje hacia ese planeta en busca de aquel chico que en un pasado fue su enemigo al cual deseaba matar y ahora se encontraba yéndose de madrugada a hurtadillas con el halcón milenario a su rescate con la disposición de salvarle y regresar con él a como diera lugar.