En una amplia habitación, varios magos y brujas estaban de pie alrededor de una mesa ovalada. Cuando Dumbledore y Harry aparecieron, el silencio se abrió paso.
Harry noto como las miradas se clavaban en él, lo que lo hizo sentirse algo incomodo. Entre los presentes, diviso a Remus, Tonks y Ojo Loco Moody, a los cuales se acerco rápidamente.
-Hola Harry... ¿cómo has estado?.- pregunto Tonks risueña, acariciándole el rostro maternalmente
-Bien gracias.-respondió Harry sintiendo un escalofrió recorrer su espalda, al sentir el contacto femenino.- eeh... y esta reunión a que se debe
-Pronto lo sabrás muchacho, no seas impaciente.- dijo Moody carraspeando un poco.
Dumbledore los invito a sentarse. Cuando todos ocuparon sus asientos alrededor de la mesa ovalada, el viejo mago dijo
-Como bien saben Voldemort ha logrado reunirse una vez mas con todos sus mortifagos y además cuenta con la ayuda de los gigantes, de los dementores y me temo que los duendes han decidido también unirse a sus fuerzas... es por ello que debemos trazar planes estratégicos de combate y de resistencia... no podemos permitir que su fuerza siga aumentando.
-Creo que ante todo, es prioridad saber si los aurores del ministerio aceptaron la ayuda que nosotros le hemos ofrecido.- pregunto un mago de hosco aspecto
Las miradas se fijaron en Kigsley, quien se puso en pie y con tono grave dijo
-Los aurores aun no han decidido...como bien saben, su misión es muy diferente y tienen otras ideas que no congenian con las de la orden
-Son unos estúpidos increidos... se creen mas magos que nosotros, solo porque salieron de una academia.- intervino molesto un mago de piel oscura
Harry se molesto profundamente ante el comentario, porque sus padres habían sido aurores, y por la reacción que noto en varios de los allí presentes, supo que no solo él se sentía ofendido.
-Te recuerdo Oswald, que aquí, la gran mayoría somos aurores, y no somos unos estúpidos increidos.- ataco Moody con furia, mientras su ojo mágico daba vueltas sin parar.- además no hables de lo que no conoces... los aurores tienen sus reglas y estatutos... no pueden actuar con apasionamiento sino con profesionalismo.
-Volviendo al punto.- continuo Dumbledore dando por finalizada la discusión.- lo que debemos tratar esta noche señores, son nuestros siguientes pasos...
-He pensado que tal vez necesitamos de mas espías.- opino Madame Bones.- que logren infiltrarse en todos los grupos que apoyan a Vo...Vo... al Señor Oscuro.
Harry movió la cabeza de un lado para otro con fastidio. Aun no lograba entender como un simple nombre no podía ser pronunciado.
-Es cierto, debemos tener mas control sobre el enemigo.- enfatizo Oswald volviendo a tomar la palabra.- claro que no debemos arriesgar ninguna vida, ya hemos perdido muchas personas valiosas, para darnos el lujo de ver como merman nuestras fuerzas.
-Eso me hace formularme una pregunta.- dijo Kigsley mirando a Harry.- ¿qué hace el señor Potter entre nosotros esta noche?
Harry sintió de nuevo todas las miradas sobre él, por lo que busco refugio en Dumbledore quien tomo la palabra.
-Como es de su conocimiento, el señor Potter es ahora un miembro mas de la Orden del Fénix, por lo tanto debe asistir a todas las reuniones.
-Pero ¿por qué a esta reunión?.- insistió Kigsley.- hoy se dirán algunas cosas que quizás puedan perturbar el desenvolvimiento de Harry en su nuevo curso.
Harry frunció el entrecejo. Abrió su boca para opinar, pero ante la mirada de Dumbledore no dijo nada.
-El señor Potter ha asumido mayores retos, así que no le veo problema a que nos acompañe esta noche.- acoto Madame Bones dirigiéndole una benévola sonrisa
Harry también le sonrió, recordó a Susan y pensó:
-"Si usted supiera que clase de retos"
Pero desecho esos pensamientos rápidamente. Aquel no era el lugar ni el momento.
-Tiene usted razón Madame.- agrego Dumbledore.- pero lo mas importantes es que este año, Harry será un aliado valioso de la orden, ya que se le ha encargado la misión de entrenar a un grupo de estudiantes de Hogwarts.
-Eso me parece una excelente idea.- intervino Moody.- Potter sabe mucho de Defensa Contra las Artes Oscuras, supo como defenderse en el ataque del Caldero Chorreante... sabe hechizos que solo magos y brujas con muchos años de experiencia han logrado conjurar
De nuevo Harry se sintió observado y evaluado, pero esta vez sonrió con suficiencia y algo de arrogancia. Algunos le sonrieron complacidos, pero otros permanecieron incólumes, como Remus a quien aquella expresión en el rostro del chico y el brillo de sus ojos le causo incertidumbre.
Mientras escuchaba a los magos y brujas, tuvo pensamientos extraños. Por momentos se sentía superior a los que lo rodeaban. Las palabras de la profecía resonaban en sus oídos: "EL UNICO CON EL PODER PARA VENCER...". Su corazón comenzó a latir de forma diferente.
Llego un momento, durante la reunión, que Harry comenzó a aburrirse. Lejos de llegar a un consenso, parecía que cada minutos que pasaba, los miembros de la Orden se enfrascaban mas en discusiones sin sentidos. De pronto recordó las asignaciones que tenia pendiente, Dumbledore pareció notarlo, porque pidió una pausa, con el pretexto de que por grupos se discerniera sobre la propuesta de Remus de seguir en el propósito de convencer a los Vampiros del norte y los hombres lobo del oeste de la necesidad de llegar a un común entendimiento, con la comunidad mágica.
-Harry¿te ocurre algo?.- pregunto Dumbledore apartándolo del resto.- te noto muy callado.
-Es que tengo tarea pendiente.- confeso Harry admirado de si mismo, porque estar en una reunión de la Orden del Fénix bien podría decirse que seria algo increíble para un mago de su edad, pero al sentir que no era tomado en cuenta prefirió marcharse.
Dumbledore no lo retuvo. Harry regreso al despacho de éste y se fue rumbo a su sala común.
-"Me hacen ir a esa estúpida reunión, y ni siquiera piden mi opinión...¿qué se creen?", pensaba mientras iba caminado por un pasillo, "aunque... bueno... ¿qué podría opinar yo, reconoció inteligentemente, sin embargo un pensamiento salido de un lugar recóndito de su corazón lo asalto, "Pero yo soy el elegido, yo soy él que tiene el poder para vencer, gracias a mi existe la posibilidad de salir de Voldemort, sin mi esa Orden del Fénix no seria nada".
Cerca de las escaleras que llevan al Gran Comedor, escucho su nombre, por lo que se detuvo cauteloso, y sacando la varita apunto al lugar de donde provenía la voz.
Se detuvo a tiempo, antes de invocar un hechizo, al ver un rostro conocido
-¡Susan!... ¡no vuelvas a hacer eso!.- exclamo Harry algo molesto
-Discúlpame Harry... pero es que llevo horas esperándote... te he extrañado tanto... reconoció Susan acercándose con timidez
El moreno le sonrió con arrogancia, y con voz petulante le pregunto, mientras le acariciaba la mejilla izquierda con el dorso de su mano
-Si?... me has extrañado mucho?...
-Sabes que si... hasta te envié una nota, donde te pedía que nos viéramos... le recordó correspondiendo sin reservas a las caricias de él... ¿no la recibiste?
-Creo que si... pero he tenido tantas cosas en que pensar, tantas cosas que hacer... respondió indiferente, aunque su cuerpo le gritaba que necesitaba con ansias sentirla suya en ese momento, en cualquier rincón.
Susan lo miro suplicante, poso sus manos en la cintura masculino, y estrecho su cuerpo contra el de Harry, al tiempo que le susurraba al oído
-Deseo estar contigo
Un escalofrió recorrió al chico por toda su columna vertebral, hasta parar en su nuca, haciendo que los cabellos rebeldes se erizaran mas. Sin hacerse de rogar, cumplió los deseos de la chica, por supuesto poniendo los de él por delante.
Se escondieron en el aula mas cercana, que a Harry le pareció ser la de Encantamientos, pero en aquel momento eso no le importo.
Subió a Susan en una de las mesas, mientras con cierto desespero se besaban. Las manos recorrieron sin permiso la piel debajo de la ropa, la cual fue quedando a un lado. De improviso encontró la entrada del lugar donde se había hecho hombre y donde aquella noche volvería a tocar el cielo sin necesidad de alas, y es que las sensaciones que experimentaba mientras entraba y salía de ella, cada vez mas fuerte y rápido le hicieron perder por minutos toda razón y cordura. Y para nada ayudaban los gemidos de ella, sus besos húmedos sobre la piel de su cuello, sus manos recorriendo su espalda acariciándolo, sus uñas clavándose en sus hombros. Se sentía a punto de explotar, a punto de rendirse, pero ella se movía, enroscando sus piernas alrededor de él, cercándolo entre sus muslos, pidiendo mas, por lo que sorprendido respondió con mas fuerza, sabiendo que estaba causando daño, pero su compañera parecía mas que complacida.
Así duraron mas de lo que se podría esperar, hasta que completamente satisfechos y sin reservas se entregaron al torrente de placer que el encuentro les hizo derrochar.
Harry se vistio, y se fue sin decirle una palabra.
De vuelta a la sala común, Harry se dejo caer en su sillón favorito. Encontró el lugar vació y mirando el reloj ubicado sobre la chimenea, observo como las manecillas se juntaban para anunciar que la medianoche llegaba. Mas allá, sobre una de las mesas, estaba su mochila, por donde se asomaban dos textos y varios pergaminos. Recordó la tarea pendiente, por lo que totalmente resuelto a hacerlas, fue hasta el baño, y bajo el torrente de agua tibia, se despojo del sudor y los fluidos femeninos que sin duda aun quedaban en su piel. Sonrió al recordar el rostro rubicundo de la chica y se sintió completamente diferente.
Sin algún rastro de sueño, bajo a la sala común y realizo sus asignaciones. Allí, lo encontraron los primeros rayos de la aurora. Terminado todo lo pendiente, decidió que necesitaba al menos un par de horas de descanso por lo que subio a su habitacion..
Con la cabeza descansando sobre la almohada, unas imágenes algo difusas llegaron a su mente: un sendero entre árboles mohosos, un caballo galopando veloz y sobre su lomo, un hombre de tez blanca, casi pálida, pero solo se veían sus manos, ya que todo el resto de su piel y su cara estaban ocultas tras una túnica negra y una capucha de igual color. Unos ojos se veían a través de las rendijas de la capucha. Unos ojos fríos del color del cemento, que de pronto se transformaban en rojo fuego. Llevaba algo en su mano. Un destello verde inundo el lugar. Harry se despertó sobresaltado. Su cicatriz palpitaba dolorosamente y el corazón le latía a prisa. No tenia duda de que el hombre de su sueño era Lucius Malfoy. Pero ¿qué era aquello que llevaba en su mano?.
Volvió a dormirse, deseoso de retomar el sueño, sin importarle el dolor. Y de nuevo imágenes llenaron cada rincón de su mente: estaba en lo que parecía una fiesta. Todos reían y brindaban por él, lo felicitaban, le agradecían su valor, sus esfuerzos, su ingenio. "¿Qué seria de nosotros sin ti Harry Potter?", gritaron algunos bajo los efectos del Whisky de fuego. "Eres nuestro héroe", gritaban otros bailando a su alrededor. Él sonreía satisfecho, sintiendo que era merecedor de todo aquello y mas. Pero noto que en el fondo del salón, alguien lo observaba, no pudo detallar su rostro, solo podía ver el resplandor de sus cabellos caoba bajo la luz de las velas. Se levanto para acercarse, pero cuando estuvo cerca de ver su rostro, de nuevo se despertó al escuchar las voces de sus compañeros de cuarto.
-Estoy preocupada por Harry.- le comento Hermione a Ron durante el desayuno, en vista de que el moreno no había aun aparecido en el Gran Comedor.- ¿sabes a que hora llego anoche?
-Ni idea.- dijo Ron encogiendo los hombros.- tu eres su guardaespaldas privado... deberías de saberlo...
-Es que Dumbledore lo llamo a su despacho... lo espere durante dos horas y al ver que no salía, me fui a la biblioteca.- reconoció ella mordiéndose el labio inferior preocupada, ignorando el comentario de Ron.- cuando volví, la antorcha que esta al lado de la gárgola, estaba apagada... pensé que estaría en la sala común, pero allí tampoco estaba...
-Bueno si quieres pregúntale.- insinuó Ron algo molesto.- ahí viene... pero por su sonrisa, creo que paso la mejor noche de su vida.
En efecto, Harry caminaba despacio hacia la mesa de Griffindors, de forma elegante y petulante, nada tenia q envidiar a la forma de caminar de Malfoy, para ser visto por todos, saludaba a algunos chicos con superioridad y sonreía coqueto a algunas chicas que lo miraban embobadas. Sus dos amigos se extrañaron tanto de aquella actitud, que no pudieron disimular su perplejidad, porque aquel no podía ser Harry, o al menos el Harry que ellos conocían. No había rastro de aquel chico que siempre quería pasar desapercibido, que siempre que entraba al comedor trataba de evitar las miradas y de no oír los comentarios que se decían de él.
Pero no eran sus amios unicamente los que se extrañaron de esa actitud, Severus Snape en la mesa de profesores se quedo absolutamente petrificado, para él, la persona que ingresaba al gran salon era James Potter, su misma porte de fanfarron y siempre actuando con superioridad.
-¿Qué te ocurre?.- pregunto Hermione sin disimular, cuando Harry se sentó a su lado.
-Nada extraño... tengo hambre.-dijo sonriente sirviéndose de todo lo que había sobre la mesa.
Hermione y Ron se dedicaron una mirada.
-A ¿qué hora llegaste anoche?.- ataco Ron ante la mirada insistente de Hermione
-A media noche.- contesto el moreno sin tapujos
-Oh Harry, eso es muy tarde... no puedes andar fuera de la sala común a esas horas.- le recordó Hermione algo asustada.- además no hiciste tus asignaciones...
-Si las hice... además ya prepare el informe para Snape... y sin tu ayuda.- dijo Harry mirando a Hermione con una mirada de arrogancia y diversion. - y tampoco necesito que me anden vigilando, se cuidarme solo.
La morena se ruborizo y se aparto un poco de Harry. Miro a Ron, quien no supo que decir.
-De todas formas... gracias por preocuparte por mi Hermione.- dijo sonriéndole espléndidamente... ¿qué haría yo sin ti?
Hermione se sintió algo extraña, casi soltó un suspiro al verse reflejada en los ojos verdes de su amigo, pestaño para espabilarse, y al sentir los ojos verdes sobre ella se acerco lentamente hacia la boca del moreno sin poder evitarlo.
-Hey Harry.- casi grito Ron.- se nos hace tarde
Ron se levanto rápidamente y tomando a Harry por el brazo, lo aparto con brusquedad de Hermione y se lo llevo lejos de la mesa.
El pelirrojo arrastraba al moreno fuera del Gran Comedor, tratando de negarse lo que acaba de presenciar. ¿Acaso Harry había estado a punto de besar a Hermione?. A su Hermione.
-Suéltame, yo puedo caminar solo.- se quejo Harry.
-Me preocupas Harry.- confeso Ron mirando a su amigo fijamente.- ¿qué te ocurre?... te noto extraño... muy extraño
-No se de que hablas.- dijo Harry acomodándose la túnica.
-Por Merlín, mírate... de cuando acá, tú te arreglas tanto.- objeto Ron señalándolo.- nunca le has puesto mucho cuidado a tu aspecto personal... y ahora... hasta has pulido tus zapatos.
Harry bajo la vista. Su amigo tenia razón, si bien nunca había andado desarreglado, tampoco lucia como los de Slytherin, que parecían príncipes listos para su coronación. Pero mirando de reojo su reflejo en el cristal de uno de los grandes ventanales del pasillo, pensó
-"Soy Harry Potter y debo lucir como lo que soy"
-Ron amigo.- susurro acercándose al pelirrojo.- soy un miembro de la Orden del Fénix... debo lucir como uno de ellos.
-¿Eres un miembro de la Orden?.- pregunto Ron perplejo.- ¿por qué no me lo habías dicho?... además que tiene que ver eso, con tu nueva vanidad.
-Es que no lo entiendes.- repuso Harry molesto.- ya no puedo ser como los demás... soy diferente...
-¿Diferente?...
Ron no tuvo tiempo de reaccionar, porque una campana indico que la primera clase de la mañana estaba por iniciarse.
Llegaron a la clase de DCAO, Harry se sentó en el primer puesto. Ron se ubico atrás, al lado de Hermione a quien le comento de forma rápida la charla que había tenido con el moreno.
-Algo le esta pasando Hermione.- opino preocupado.- en menos de 48 horas algo o alguien nos cambio a nuestro amigo... por que ese no es Harry... ¿y si es un impostor?
-No seas tonto Ron... no es ningún impostor.- sentencio Hermione observando al moreno.- ese es Harry, un Harry con el ego muy subido, pero sin duda alguna es Harry, nuestro amigo.
-¿Quién será este año el nuevo profesor de DCAO?.- pregunto Seamus emocionado
-No tenemos ni idea.- acoto Lavander.- Dumbledore lo tiene bien escondido, porque ni siquiera el día del banquete de bienvenida lo presentó.
Como respuesta a las preguntas de Seamus y Lavander, un hombre alto, con buen porte, apareció en medio del salón. Llevaba una túnica verde oscura y un sombrero que cubría casi toda su cara. Camino hasta el escritorio y volviéndose a los alumnos dijo con voz potente pero amable
-Buenos días... soy Hiram Walker... su nuevo profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras.
Mientras decía eso, su nombre aparecía en el pizarron, ubicado tras él. Harry le sonrió, al reconocerlo, por ser él quien le había ido a buscar a la casa de sus tíos.
-Este año será de preparación para sus EXTASIS.- continuo Walker comenzando a caminar por todo el salón... por lo tanto no solo repasaremos lo que han aprendido, sino que nuevos hechizos de defensa se les darán a conocer... la teoría será importante, pero mucho mas la practica... porque de nada les servirá saber a la perfección cuantos movimientos de varita se necesitan para un Expelliarmus, sino no consiguen convocarlo en el momento indicado.
Algunos alumnos miraron de reojo a Hermione, quien mantuvo su posición recta en el pupitre, prestando la máxima atención al profesor.
-Y debo aclarar que aquí no habrá favoritismos.- acoto Walker dirigiéndole una mirada significativa a Harry, quien dejo de sonreír y frunció el entrecejo.- para mi todos ustedes son aprendices de mago o bruja... ninguno sabe mas que otro... se que existe un club donde se reúnen para practicar hechizos y conjuros de defensa y ataque...
-No es ningún club.- intervino Harry molesto.- somos el Ejercito de Dumbledore...estamos amparados por el director y la Orden del Fénix... y este año se ha hecho oficial su existencia...
-Estoy informado de eso Potter.- acoto Walker sin perder la compostura.- pero esta es la verdadera clase... aquí es donde obtendrán los puntos necesarios para...
-En las reuniones de la ED, también se asignaran puntos y deberes.- le interrumpió Harry.- es tan respetable como cualquier otra materia...
-Esta es la clase oficial de Defensa Contra las Artes Oscuras.-volvió a tomar la palabra Walker paseando su mirada por el salón.- esta en el Pensum de estudios del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería desde su fundación... así que señor Potter le voy a agradecer que no me vuelva a interrumpir, porque sino le restare puntos a su casa y lo castigare sin contemplaciones... usted aquí es un alumno más...
Harry sintió que la sangre hervía dentro de sus venas. Le dedico una mirada de odio a su profesor . Se aferró al pupitre, para no gritarle las palabras que pasaban en ese instante por su mente. De pronto aquel enigmático hombre ya no le parecía tan agradable.
-Pero vuelvo a repetir... no tengo nada en contra de ese club... por el contrario me complace saber que practicaran y estudiaran lo que aquí aprendan.- aclaro Walker mientras se colocaba tras el escritorio.- y por cierto tengo entendido que el señor Remus Lupin impartió esta materia...
-Si hace tres años.- intervino Hermione
-Ah entonces ya tuvieron oportunidad de compartir con un Hombre Lobo.- dijo Walker con una sonrisa, ante la cara atónita de todos los alumnos.- eso me ayudara un poco...
-¿Por qué?... acaso es usted otro Hombre Lobo.- pregunto Seamus emocionado
-No señor Finnigan... yo soy un Vampiro... descendiente del Barón Walker
Todos sostuvieron la respiración, y la chicas se levantaron los cuellos de sus blusas. Hiriam Walker sonrió divertido y solo en ese momento pudieron notar sus colmillos superiores algo mas largos que el resto de los dientes. Se quito el sombrero, dejando que una larga cabellera negra cubriera sus hombros y unos impresionantes ojos color mercurio brillaron con benevolencia.
-No se preocupen... su director y el ministerio han tomado sus precauciones...
Camino un par de pasos hacia un ventanal y corriendo la cortina, dejo entrar los rayos del sol que rápidamente iluminaron el salón.
-Bien comencemos.- dijo Walker logrando captar la atención de todos inmediatamente.- hoy hablaremos del hechizo Protego... ¿quien de ustedes puede decirme algo de él?
Varias manos se levantaron rápidamente. Hermione no se sorprendió, mas bien parecía agradada ante el hecho de que sus compañeros sabían tanto como ella. Harry no pudo evitar sentirse orgulloso. Todos los que habían asistido a las reuniones de la ED en el quinto curso pedían intervenir en la clase. Miro a Walker con suficiencia y cruzo sus brazos sobre el pecho, como retándolo.
-Muy bien... veo que aparentemente han estudiado... Señor Longbotton explíquenos el hechizo.
-Es un hechizo de protección, que se invoca para repeler otro hechizo o una maldición.- dijo Neville sin titubeos.
-Perfecto... diez puntos para Griffindors.- notifico Walker y señalando a Ron agrego.- usted señor Weasley venga al frente y por favor muéstrenos como se convoca.
Ron se puso en pie y colocándose al frente de la clase explico sin problemas, los movimientos que debía realizarse en el aire con la varita y la forma en que debía pronunciarse el hechizo.
-Muy bien señor Weasley, ahora defiéndase.- le notifico Walker al tiempo que le lanzaba un hechizo sin previo aviso.
Ron se protegió de forma magistral, arrancando aplausos de sus compañeros, Ron les dirigio una mirada de arrogancia y vio que Harry sonreía orgulloso. Hermione lo miraba confundida, no era posible q Ron empezara a actuar igual que Harry..
-Excelente.- exclamo Walker muy complacido.- veinte puntos para Gryffindors... ahora lo practicaran por parejas... señor Potter, usted practicara conmigo... solo usen hechizos simples...
Harry se acerco a regañadientes hasta Walker quien lo esperaba recostado del escritorio, mientras el resto de la clase se agrupaba y comenzaban a practicar.
-¿Cómo estas Harry?.- pregunto el vampiro con una media sonrisa.
-Bien.- dijo sin matices
-Te felicito...por lo que veo has entrenado bien a tus compañeros.- reconoció Walker mientras observaba a los alumnos
-Le dije que no éramos un club... le recordó Harry con rencor
-Si lo se... Dumbledore me explico.- reconoció Walker clavando sus ojos mercurio en los verdes de Harry... y debo aclararte que no tengo nada contra ti... no te conozco muy bien, pero por lo que he oído de ti, te respeto... pero este es mi salón de clases... yo aquí soy el profesor... y si intentas pasarte de listo... te lo recordare.
-No se porque tiene esa idea.- dijo Harry sorprendido.- ¿por que piensa que quiero pasarme de listo?
-Por que desde que te fui a buscar a la casa de tus tíos.- confeso Walker bajando un poco la voz.- se que no eres el mismo... muchos cambios se están gestando en ti Harry... pero creo que muy pocos se han dado cuenta... y me atrevo a decir que ni tu lo sabes... pero lamentablemente nadie puede hacer nada... solo tu tienes las respuestas a los enigmas...
-¿Qué sabe usted de mi?.- pregunto Harry molesto.- si no me conoces... usted solo sabe de mi por lo que le han dicho...
-Recuerda que no soy un mago Harry.- le recordó.- soy un vampiro y tengo poderes que muy pocos magos han llegado a desarrollar... puedo llegar a conocer mas allá de la mente y del corazón...
-Usted esta aquí, porque la Orden quiere estrechar lazos con los de su raza.- acoto Harry cambiando de tema.- para luchar contra Voldemort
-Si así es Harry.- afirmo Walker sonriendo.- porque todos corremos peligro si Voldemort recobra todo su poder... ahora vamos a practicar.
