Este drabble participa en el evento Omegacember de la página Es De Fanfics
En ocasiones Steve Rogers soñaba con el hielo. Más que sueños podían catalogarse como pesadillas, esos minutos antes de perder la conciencia dónde sintió que la vida le abandonaba, dónde sentía como poco a poco a congelaba hasta que despertó en el 2012. En esas mismas ocasiones el tendría el temor de volver a ser congelado, de volver a perderse años de vida, de dormirse y despertar nuevamente 70 años en el futuro intentando reconstruir nuevamente su vida.
Esa vez no fue muy diferente a las anteriores, despertaría de pronto sintiendo el frío recorrerle y su respiración faltar, lucharia por coger un poco de aire y entonces se quedaría despierto el resto de la noche porque intentar dormir después de esos sueños solo avivaba más sus temores.
No contó con los brazos rodeandole, el rostro escondido en su cuello y el pecho que rozaba con su espalda, impidiendo todo aquello. Una pequeña caricia buscando calmarlo y finalmente la voz de Stephen Strange, su alfa, hablándole suavemente para devolverle a la realidad. La voz que le devolvía a la realidad, hablándole con suavidad le ayudaba a diferenciar lo que era verdad de lo que eran sus sueños. La voz de su destinado que creyó no encontraría al despertar súbitamente en el futuro.
-¿Quieres hablarlo, amor? -Pregunto Stephen al ver que el rubio se encontraba más calmado entre sus brazos.
-El hielo, siempre es el hielo -Sintio como el abrazo se volvía aún más apretado.
-¿Sabes que no dejaré que aquello te vuelva a pasar, cierto? No dejaré que el hielo nos separe. -La voz de Stephen parecía querer arrullar a su omega, no más noches sin dormir a causa del miedo para Steve. -Incluso si debes pilotear un avión... Podría abrir un portal que te saque de ahí directo a mis brazos.
Steve rio pero asintio, girando para ver el rostro del hechicero y dejar un beso en sus labios antes de acomodarse para volver a dormir. Ahora todo estaría bien.
