Sakume Nohara: Hola a todos! Lamento de verdad haberme demorado tanto en escribir este capitulo! Es que realmente me pasaron un millón de cosas que realmente no estaban en mis manos, y pues eso me tuvo pensando por mucho tiempo…pero por fin regresooo!

En realidad no me gusto mucho como me quedo este capitulo, no tiene tanto humor como los otros, pero no sé, júzguenlo ustedes…espero que les guste! Trate de hacerlo lo más largo posible para compensar los meses que han pasado.

Quiero darle las gracias a todos los que me dejaron sus reviews! Significa mucho para mí su apoyo…y quiero agradecer en especial a aquellas personas que me dejaron mensajes en mi Live Journal y me todos los que apoyaron en aquel momento tan difícil para mí…Muchas Gracias!

Pues aquí les dejo el capítulo…Disfrútenlo!

Disclaimer:

Creo que esta parte esta hecha específicamente para hacerme sufrir más…u.u'

Capítulo 9: La Confesión

"Touya¿ya terminaste de poner la mesa?" preguntó Fujitaka a su hijo.

"Sí, ahora estoy ayudando a Kaho a hacer los camarones que le gustan a Sakura", respondió mientras hacía la salsa.

"Recuerda hacer suficiente comida que alcance para el invitado", recordó Fujitaka.

"Sí", gruñó Touya. "Kaho, acuérdame que debo poner potasa en la comida del mocoso".

"¡Touya, deja a Li en paz! Él sólo ha cuidado de tu hermana. Además nos atendió muy bien en su apartamento", regañó Kaho a su prometido.

"Corrección: apartamento de Sakura", dijo Touya.

Kaho rodó sus ojos y continuó preparando la comida. Desde aquel día en que vio a Syaoran en el apartamento con su hermana no ha hecho más que criticarlo e insultarlo. 'Pobre Syaoran' pensó.

"¡Buenas noches!" gritó Sakura emocionada entrando con Syaoran.

"¡Sakura!" Fujitaka fue donde su hija y la abrazó con fuerza, Sakura sonrió y devolvió el abrazo a su padre.

"Yo también me alegro de verte, papá".

Fujitaka vio atrás de Sakura. Había un joven de ojos penetrantes parado en el marco de la puerta. Fujitaka se separó de Sakura.

"Tú debes ser quien vive con mi hija¿verdad?", preguntó el Sr. Kinomoto.

"Pues…sí…se podría decir…quisiera decirle que no se preocupe, yo respeto mucho a su hija; no le pienso hacer nada malo", respondió en una sola pieza Syaoran mientras recibía la mirada tierna de todos, exceptuando la de Touya quien lo miraba amenazante.

"Te creo muchacho", dijo Fujitaka con su permanente sonrisa.

"¡Ja! Yo no… ¡Ay!" murmuró Touya mientras que Kaho le metía un codazo en el abdomen.

"Me llamo Kinomoto Fujitaka, mucho gusto" prosiguió haciendo una pequeña reverencia.

"Yo soy Li Syaoran, un placer", devolvió el gesto a Fujitaka.

"¿Les parece si vamos a la mesa?" sugirió Kaho.

Caminaron hacia la mesa y se sentaron en silencio Syaoran y Sakura de un lado, Touya y Kaho del otro, y Fujitaka en la cabeza. Syaoran notó que en el otro extremo de la mesa se encontraba la foto de una mujer joven muy parecida a Sakura, pero ella tenía el cabello largo, crespo, de color grisáceo por naturaleza. Se veía muy feliz y radiante. Sakura vio a Syaoran mirando la foto.

"Esa es mi mamá", respondió con una sonrisa melancólica, "de esa forma podemos sentirla con nosotros…podemos sentir su presencia aquí". Sus ojos empezaron a enjugar unas cuantas lágrimas.

"Te entiendo, Sakura", dijo él tomando la mano de ella debajo de la mesa. "Mi papá tampoco está aquí, pero siempre lo siento a mi lado". Ella sonrió y le dio un pequeño apretón debajo de la mesa.

Se escuchó entonces un carraspeo que atrajo la mirada de todos hacia Fujitaka, quien se encontraba de pie con una copa de champaña en su mano.

"Esta reunión se debe a una ocasión especial. Esta noche estamos celebrando el compromiso de mis hijos Touya y Kaho", sonrió el señor viendo a los presentes sobre sus gafas, mientras que Kaho le sonreía, muy conmocionada por sus palabras. Continuó.

"Es muy importante este día para mí, pues, su madre y yo, aunque estaban aún muy pequeños, soñábamos con el día en que nuestros dos pequeños regalos del cielo se casaran y formaran una familia, justo como nosotros hicimos", hizo una pausa y jugó con el líquido en su copa, "Lastimosamente, tu madre no pudo estar aquí para ver este gran acontecimiento, pero sé que donde quiera que esté está muy orgullosa de ti, Touya. ¡Felicidades, y quiero nietos pronto!", bromeó Fujitaka causando rubor en Kaho, una sonrisa en Touya y risa por parte del resto de los presentes.

Sakura se levantó sonriente con su copa con champaña. "¡A la salud de mi hermano y mi hermana!"

"¡Salud!", respondieron todos contentos. Entonces Fujitaka levantó su copa una vez más.

"¡Por que Sakura también me llene de nietos muy pronto!" miró sonriente a Syaoran y después a Sakura. Syaoran se dio cuenta de lo que había hecho Fujitaka y se sonrojó. Kaho rió mientras que Sakura, sin sospechar nada, contestó riendo, "¡Claro que sí, papá, más rápido de lo que piensas!"

Touya se levantó furioso al escuchar la respuesta de su hermana, "¡Ni se te ocurra!"

"¿Qué cosa?", preguntó confundida.

"¡Esa locura de los hijos!"

"¿No te gustan los niños?" exclamó sorprendida.

"No es eso¡lo que quiero decir es que no voy a dejar que los tengas con ese!" señaló a Syaoran. Él se sintió terriblemente enojado, pero Sakura respondió antes de que él pudiera articular palabra.

"¡'Ese' tiene nombre y apellido!" dijo enojada.

"¡No voy a dejar que te cases con Jackie Chan!" gritó señalando a Syaoran.

"Syaoran Li" dijo él en voz baja, pero con un toque de enojo y de tal manera que Touya pudiera escucharlo.

"¡Yo me puedo casar con quién me dé la gana cuando me dé la gana y puedo tener los hijos que quiera con quien sea que quiera!" respondió enojada.

Fujitaka levantó la mirada "Bueno, Sakura, eso tendríamos que hablarlo-…" pero su voz calmada fue interrumpida por Touya.

"¡No lo harás!"

"¿Qué¿Acaso eres el único que se puede casar?" gritó enfurecida Sakura.

"¡Sí, y además tú te tienes que quedar en casa cuidando a papá según la antigua tradición mexicana!"

"¿De qué rayos estás hablando¡Somos japoneses!"

"¡No me importa!"

"¡Aaah!" gritó Sakura mientras que levantaba una silla para pegarle a su hermano, pero Syaoran la detuvo y le quitó la silla de la mano.

"¡No te vas a casar con Bruce Li!"

"¡Syaoran Li!" dijo un poco más fuerte el muchacho de ojos ambarinos.

"Mira, Touya, no sé por qué saltas a ese tipo de conclusiones¡pero si me quiero casar con Syaoran o no, no es tu problema!" Fujitaka llamó a Kaho y a Syaoran y los guió hasta la sala dejando a los hermanos pelear.

"¿No piensa hacer nada para detenerlos?" preguntó impresionado Syaoran.

"¡Nah! Déjalos que se maten…se extrañaban…Ya tenían más de 2 meses que no peleaban así".

"¡Pero casi le tira la silla a su hermano!" siguió Syaoran.

"No, no lo haría; sólo hace el ademán" respondió sonriente el padre.

"A veces se comporta como un niño", dijo en un suspiro Kaho.

"Es un niño", afirmó Fujitaka, "¿Están seguros que quieren pertenecer a esta familia?" agregó con una ceja levantada y una sonrisa burlona.

"Yo sí", dijo Kaho y miró a Syaoran, "¿y tú?"

Syaoran estaba apunto de sentarse, pero esa pregunta lo desorbitó y cayó en el piso. "¿Yo!" preguntó mientras se levantaba de inmediato.

"Sí…no creas que no hemos notado tu interés en Sakura…no sólo yo, también Touya; por eso está así" dijo Kaho al muchacho.

"Pues…yo-…" lo interrumpió Sakura entrando bañada en salsa en la sala.

"Papá… ¿todavía está la ropa que dejé aquí en mi cuarto?", preguntó enojada.

"Eeh, sí… ¿Qué ocurrió?" miró confundido.

"Pregúntale a Touya", señaló a su hermano quien reía sin cesar.

Él se acercó riendo aún más fuerte. Sus ojos estaban empañados y no nota cuando empuja a su hermana, quien fue recibida por los brazos de Syaoran. Quedó todo manchado de salsa.

"¡Lo siento, Syaoran!" se disculpó Sakura apenada.

"Pierde cuidado" dijo Syaoran mientras veía su camisa y pantalón totalmente manchados, "Ve y cámbiate".

Sakura asintió y subió a su habitación. Fujitaka se quedó mirando a Syaoran y luego miró a su hijo. Touya miró a su papá y luego al joven ambarino y estalló la carcajada de nuevo. Kaho lo tomó por la oreja.

"¡Ouch¿Qué pasó Kaho?" preguntó mientras sobaba su oreja.

"¿Qué ocurrió con Sakura?"

"Pues que mientras discutíamos tropezó con la mesa y la salsa cayó en su cabeza, y bueno, como era bastante…"

"Me pregunto si realmente me estoy casando con un adulto" miró Kaho con cierto enojo a Touya.

"Yo me pregunto si habrá persona más bella que tú en el mundo" tomó a Kaho por la cintura.

"¡Qué lindo!" Kaho abrazó a Touya y él devolvió el abrazo sonriente "Te amo".

Syaoran se sintió un poco incómodo. Miró a Fujitaka quien se había levantado del sofá. Syaoran miró a la parejita entretenida y decidió no quedarse ahí como violinista. Siguió al Sr. Kinomoto hasta la lavandería y cuando llegó Fujitaka le extendió una toalla y ropa doblada.

"Toma, es para que te bañes y te cambies, me imagino que no querrás estar sucio; es de Touya, espero que no te moleste".

Syaoran titubeó, pero al final tomó la toalla y la muda de ropa, "Gracias"

"Puedes bañarte arriba, hay dos baños", dijo Fujitaka y sonrió. "Yo por mientras veré que hacer para limpiar el desastre que hicieron estos chicos".

Syaoran asintió y se dirigió al piso de arriba. Subió las escaleras con cautela y buscó uno de los dos baños. Abrió una de las puertas y encontró el baño vacío. 'Perfecto'.

Se quitó su ropa y la tiró al suelo. Puso la nueva muda sobre la tapa del inodoro, entró a la bañera y se relajó. Se quedó dormido.

Sakura salió de su baño envuelta en una toalla rumbo al otro baño. Entró y vio ropa tirada en el suelo y ropa sobre la tapa del inodoro.

'¡Qué desordenado es Touya! Se baña y no lleva su ropa a la lavandería' pensó mientras recogía la ropa del suelo y la ponía sobre la otra en la tapa.

Se ajustó su toalla y se detuvo en seco. '¿Qué vine a hacer aquí?' pensó 'Verdad, el champú'.

Abrió la cortina, se estiró para tomar el champú sobre el organizador del baño y cuando lo tomó vio hacia abajo y observó a Syaoran dormido en la bañera.

"¡Aaaaah!" Sakura gritó y soltó el champú haciendo que este cayera sobre la cabeza de Syaoran.

El joven chino despertó desconcertado, sin saber si fue por el grito, el golpe o una combinación de los dos.

"¡Ay¿Qué pasa?" preguntó el joven sin saber que ocurría, cuando de pronto recordó que estaba en la bañera en casa de Sakura y se apenó al verla en toalla.

"Sakura, yo… ¿tú que haces aquí?" Syaoran preguntó mientras se paraba en la bañera.

Sakura se puso roja de pie a cabeza "¡Aaahhh!", empezó a tirarle jabones, pastas de dientes, cremas, frascos y lo que estuviera a su alcance.

"¿Qué ocurre?" de repente entra Touya de golpe viendo a Sakura con la jabonera en la mano y a Syaoran desnudo en posición de defensa.

"¡Eres hombre muerto, Li!" Touya corre para pegarle.

"¡No, no, fue un accidente¡Además estoy desnudo¡Oyeeee!" Syaoran dijo mientras trataba de esquivar los golpes de Touya.

Sakura quedo absorta en la escena hasta que repentinamente entra en la realidad. Tiró la jabonera al suelo y tomó a Touya de los brazos.

"¡No, Touya¡No es lo que parece, fue un accidente!"

Sakura forcejea; Syaoran se defiende y Touya lanza golpes hasta que entra Kaho al baño.

"¿Por qué es este escan-…" se detuvo en seco cuando los vio a los tres. Los dos hermanos y el joven de ojos ambarinos quedan paralizados mirando hacia la puerta. Kaho no puede hacer nada más, sólo suelta una carcajada. Sakura se ve confundida y voltea como buscando respuestas hacia su hermano y Syaoran cuando se percata que éste aún esta desnudo.

"¡Por Dios, Syaoran, tápate!" le grita mientras voltea.

"¡Oh, diablos!" Syaoran toma su toalla y la enrolló lo más rápido que puedo alrededor de su cadera.

Touya miró con rabia a Syaoran, estaba a punto de golpearlo cuando sintió un peso en su brazo y vio a su prometida riendo a carcajadas aún. La miró por buen tiempo hasta que cesó un poco la risa.

"Touya, baja con tu padre, por favor, yo me encargo" dijo aún riendo levemente.

"Pero Kaho, yo…" su prometida lo tomó del brazo y lo sacó del baño. Regresó nuevamente y miró a los chicos por un rato y rió un poco.

"Syaoran, pásame el champú, por favor" le pidió Sakura.

Él se lo pasó con el rostro completamente rojo a Sakura quien se encontraba en el mismo estado.

"Sakura, salgamos que tienes que terminar de bañarte y Syaoran también", le dijo Kaho saliendo con ella. Salieron y cerraron la puerta.

Syaoran permaneció parado, "¿Por qué me sucede esto a mí¡Dios!" preguntó levantando las manos.


Sakura estaba en su habitación secándose el cabello y viendo televisión, ya completamente vestida. Apagó la secadora y se quedó absorta.

"Nunca hubiera pensado que fuera tan grande…" se dijo a sí misma mientras veía la Torre Eiffel en la televisión (N/A: eeeeh! Que habían pensado? Sucioooos! XD)

Trató de interesarse más en la televisión, pero no podía; le volvía a la memoria lo que ocurrió con Touya y Syaoran poco tiempo atrás. ¿Por qué siempre le ocurrían las situaciones más extrañas y comprometedoras con Syaoran¿Por qué nunca le molestaba que le ocurrieran¿Por qué Touya siempre se veía involucrado?... ¿Por qué llevaba aretes que no combinaban!

Sakura se había mirado en el espejo y vio que se había puesto aretes verdes y su top era rosado mientras que la falda de jeans que llevaba tenía detalles en rosado.

'Mmm, bueno, quizá me los debería dejar, si total, es el color favorito de Syaoran' pensó la joven para después darse una patada mental.

'¿Qué rayos te ocurre!' pensó mientras que de repente, como por arte de magia, sonó una canción en la televisión que le dio mucho que pensar sobre esa pregunta.

¡Salte!

Si no tas bailando con ella salta

Si no tas perreando con ella salte,

Si no tas bailando con ella salte

Para hacerle

Rakata, Rakata

Si se me pega voy a darle

Rakata, Rakata

Esta noche quiero hacerle

Rakata, Rakata

Sakura escuchó la música que venía de casa de la vecina. Abrió la ventana y le gritó.

"¡Por amor a Dios, baja la música¿Crees que eres la única que vive en esta barriada?"

"¡Ay, pues, la delicadita!" le respondió de la misma manera.

"¡Por favor, bájala!" la muchacha bajo un poco la canción, lo suficiente para que Sakura pudiera escuchar la que estaba en la televisión.

And when I'm down you're there

Pushing me to the top

You're always there giving me

All you've got

(…Y cuando estoy deprimida tú estás ahí, empujándome hacia delante; tú estás siempre ahí, dándome todo lo que tienes)

For a shield from a storm

For a friend, for a love to

Keep me save and warm,

I turn to you

(Por protección de la tormenta, por un amigo, por un amor que me mantenga segura y me de calor, te busco a ti)

For the strength to be strong

For wheels to carry on

For everything you do

For everything that's true

I turn to you…

(Por la fuerza para ser fuerte, por las ruedas para seguir adelante; por todo lo que haces, por todo lo que es cierto, te buco a ti...)

Sakura apagó la televisión y salió de su cuarto pensativa. Esa canción movió algo dentro de ella.

Cuando bajó vio a Touya sentado al lado de Kaho, Syaoran sentado mirando hacia abajo y su papá entrando a la habitación con un cartucho y se lo dio a Syaoran. Sakura bajó las escaleras y se sentó a una distancia prudencial de Syaoran (entiéndase por lejos).

"Hija, le di tu ropa lavada a Li", dijo Fujitaka.

"Gracias, papá".

Luego de esto todos quedaron en silencio. Fujitaka sonrió y se dirigió a Syaoran y Sakura.

"Ya deberían irse¿no creen? Recuerden que mientras más tarde más peligrosa se pone la calle".

Syaoran miró su reloj, ya eran las 12:00 media noche. "Yo creo que tiene razón, deberíamos irnos".

Se levantó y seguido a él, Sakura. Ella se acercó a Kaho y la abrazó y después fue donde su hermano que estaba callado. Levantó una ceja y tomó su mano.

"Touya, mírame… ¡deja de ser tan infantil!" le dijo sonriendo.

Touya miró con enojo a su hermana, "¿Infantil¡Ahora resulta que por preocuparme por mi hermana soy infantil!"

Sakura abrazó a su hermano. Se separó de él y lo miró a los ojos.

"Gracias por preocupare por mí, te quiero mucho; pero recuerda que ya soy grande…Además Syaoran no es malo, sólo fue un accidente".

Touya fue donde Syaoran y estrechó su mano.

"Sakura, lo hago por ti", acercó a Li y lo abrazó, susurrando en el oído de Syaoran, "Le haces algo, le ocurre algo a mi hermana, y dejas de existir".

Syaoran se separó y murmuró en el oído de Touya, "Créeme, si algo le ocurre, no tendría razón para existir".

Touya se separó sorprendido, pero fue devuelto a la realidad gracias a un abrazo de su hermana.

"¿Vieron que no era tan difícil?" dijo mirando a Touya y luego a Syaoran sonriendo.

"Sí, tenías razón" le dijo a Sakura el joven chino mientras sonreía. Sakura se sonrojó levemente y se dirigió hacia los brazos de su padre.

"Papá, fue bueno verte de nuevo" dijo feliz.

"Espero que no te olvides de mi¡eh!" dijo a su hija. La abrazó y la besó en la mejilla, "Te quiero mucho, hija".

"Yo también, papá", se separaron y sonrieron.

Syaoran se acercó a Fujitaka y le estrechó la mano, pero en cambio, éste lo atrajo hacia él y le dio un pequeño, pero firme abrazo.

"Cuídate, hijo, porque tú eres parte de la tranquilidad de mi hija" le dijo suavemente, de tal forma que sólo él pudiera escuchar. Syaoran asintió y sonrió al señor.

"Bien, nos vamos¡adiós!" Sakura salió con Syaoran de la casa y fueron al garaje. Syaoran encendió el auto y se pusieron en marcha.


Sakura y Syaoran permanecieron en silencio durante todo el trayecto. Ya en cuanto estuvieron cerca de su edificio, Syaoran dio la vuelta y se metió por otra pequeña callecita.

"¿Qué haces, Syaoran?" preguntó Sakura extrañada.

"Te voy a invitar a tomar un helado¿puedo?"

"Eeh…pues sí…" respondió un poco titubeante.

Llegaron al auto rápido y ordenaron. Syaoran entregó el helado de fresa a Sakura y se estacionó en un lugar apartado para disfrutar de su helado de chocolate. Syaoran engulló su helado, mientras Sakura lo veía fijamente. Éste volteó y vio como lo observaba.

"¿Ocurre algo?" preguntó Syaoran mientras terminaba de comer su helado.

"Pues…yo" Sakura trató de hablar pero el helado se escurría entre sus dedos. "Syaoran, toma el helado, cómelo rápido".

Syaoran obedeció mientras Sakura limpiaba sus manos con las servilletas que encontró.

"¡Qué asco!" se dijo para sí. Syaoran buscó en su bolsillo una pequeña bolsita que contenía un paño húmedo.

"Siempre es bueno llevar uno" sonrió mientras lo abría y limpiaba la mano de Sakura.

"Syaoran…yo…lamento lo que sucedió hoy" dijo con su rostro apenado y mirando hacia abajo.

"No te preocupes, creo que el que debería disculparse soy yo, me viste desnudo" rió un poco mientras terminaba de limpiar la mano de la chica.

"¡No me lo recuerdes¡Qué vergüenza!" dijo Sakura mientras retiraba su mano de la de Syaoran.

Syaoran tomó la mano de Sakura nuevamente, sorprendiéndola. La miró directo a los ojos. Se esforzó por articular palabra, pero no pudo. Sakura le preguntó que ocurría, mas no hubo respuestas. Sí lo sentía, él lo sabía… ¡Y le tomó tiempo averiguarlo! Así que no podía echarse para atrás…debía confesar lo que sentía.

"Syaoran, respóndeme¿estás bien?" miró con preocupación Sakura a su acompañante.

Tomó aire y la miró a los ojos, "Sakura, yo-…"

"¡Aaay!" un grito de dolor invadió el ambiente. Sakura y Syaoran salieron del auto para ver de qué se trataba y vieron a una de las mujeres del auto rápido sosteniendo su barriga, estaba embarazada. Corrieron hacia ella. Sakura se arrodilló a su lado. La otra joven que estaba de turno con la muchacha embarazada buscó una silla y sentó a su compañera ahí. Syaoran observó a la mujer y se sorprendió mucho de verla así. Había roto fuente.

"Señora¿Por qué estaba trabajando en un estado tan avanzado de su embarazo?"

"¡Ay! Pues verás¡Ouch! El deber llama… ¡Ayayai!" trató de sonreír la joven pero no pudo, ya que el dolor se hacía cada vez más constante y más fuerte.

"Respire profundo y exhale suavemente" le dijo Sakura mientras tomaba su mano.

La otra joven miró preocupada a su compañera, "¿Cada cuanto tiempo tienes contracciones?"

"No sé" dijo en medio de su respiración agitada.

"¡Bueno, hay que contar!" dijo Sakura a la muchacha.

Syaoran sacó su teléfono celular y marcó. "Ustedes por mientras cuenten, yo voy a llamar a una ambulancia".

Sakura asintió y pidió la ayuda de la otra joven. Vio su reloj y dijo a las jóvenes que avisaran cuando venía la contracción. Cada vez venía más fuerte y más fuerte. Sakura se sorprendió cuando vio el tiempo entre cada contracción.

"Señora, son 5 minutos por contracción, no creo que llegue al hospital" advirtió Sakura.

El dolor se hacía cada vez más intenso, a tal punto que la mujer no podía hablar.

"¡Syaoran, abre el auto!" Sakura ordenó mientras levantaba a la mujer por un brazo. La otra mujer quedó petrificada.

"¡No se quede ahí, ayúdeme!" la muchacha reaccionó y la ayudó a llevarla al auto.

Syaoran acomodó el asiento trasero en hizo para adelante las sillas del conductor y del copiloto. Tomó a la mujer de los brazos de Sakura y la recostó al asiento trasero.

"Señora, pida lo que quiera, la ayudo" dijo el joven preocupado y asustado.

La muchacha sonrió "Llame a mi esposo…por favor" dijo con dificultad.

"¿Cuál es el número?" preguntó sacando su teléfono.

"Pregúntele a… ¡ayy!...a Maris", dijo entre dientes señalando a la otra joven.

Maris le dijo el número a Syaoran y este marcó de inmediato. Le contó al esposo todo lo ocurrido.

"Dice que viene en seguida" Syaoran dijo a la señora mientras tomaba su mano.

"Gracias…Eres un ángel" le dijo suavemente en medio de gemidos. Syaoran sonrió un poco. De repente se escuchó llegar a la ambulancia.

"¡Por fin!" exclamó Sakura mientras se estacionaba.

Abrieron la ambulancia, sacaron una camilla y salió un ginecólogo de allí.

"¿Un doctor en una ambulancia?" miró extrañada Sakura.

"Les dije que mandaran a uno porque dudaba que llegara al hospital" contestó Syaoran.

"¡Vaya¡Muy inteligente!" Sakura sonrió a Syaoran.

Acomodaron a la muchacha en la camilla y el doctor negó con la cabeza.

"No va a llegar…hay que realizar el parto aquí… ¿Jóvenes, no quieren ayudar?" preguntó a Sakura, Syaoran y Maris.

"¡Sí, sería un placer!" exclamó emocionada Sakura. Syaoran dudó un momento, pero luego asintió.

"Yo le estaré agarrando la mano" dijo Maris mientras se puso al lado de su compañera.

"Bueno, señora, ya sabe que hacer¡justo como en las películas¡Respire y puje!" le dijo el doctor. Sakura y Syaoran se pusieron guantes, mascarillas y batas.

Se pusieron al lado del doctor cuando de repente exclamó "¡ya salió la cabeza!"

Syaoran vio la cabeza del bebe saliendo de su mamá y sintió como la sangre abandonaba su cabeza mareándolo.

"¿Te ocurre algo?" preguntó Sakura notándolo extraño.

"Yo-…" Syaoran rodó sus ojos y se desmayó.

"¡Syaoran!" gritó Sakura mientras se agachaba para ayudar a Syaoran.


"Mira, está despertando" se escuchaba una voz a lo lejos "Hola…Ho… ¡Hola!"

Syaoran abrió los ojos y vio el rostro de Sakura ante él. Ella sonrió y éste trató de sentarse pero se mareó y volvió a acostarse. Sakura le tomó la mano y volvió a sonreír.

"¿Cómo te sientes, Syaoran?

"Pues bien… aunque un poco mareado… ¿Qué me pasó?" preguntó un poco aturdido.

"Bueno, todo concuerda en que no hubieras podido ser ginecólogo" apareció Eriol frente a su primo riendo.

"¡Eriol! No molestes a tu primo", regañó Tomoyo. Luego miró a Syaoran tiernamente y le sonrió, "No te preocupes, no es tu culpa".

"¿Pero qué fue lo que me ocurrió!" preguntó Syaoran ya un tanto exasperado.

"Te desmayaste por la impresión del bebé; mejor dicho, la impresión de ver al bebé saliendo de la mamá" respondió Sakura sonriendo.

"¡Dios! No lo puedo creer…mi integridad de hombre se fue al suelo", dijo Syaoran suspirando.

"En realidad, tú te fuiste al suelo" rió Eriol mientras hacía burla de su primo.

"¡Cállate!" exclamó Syaoran mirándolo enojado.

"Syaoran, haces un drama de esto… ¡Fue la impresión! Apuesto a que nunca habías visto el nacimiento de un bebé" le dijo Sakura. "Yo no puedo ver sangre normalmente me mareo y me dan ganas de vomitar".

"Yo no soy así, ese tipo de cosas nunca me ocurren" aclaró Syaoran.

"No fue la sangre, fue la impresión" explicó Sakura, "No me desmayé porque creo que surgió mi instinto maternal cuando vi al bebé" sonrió tiernamente.

"Bueno, creeré en tu palabra" dijo Syaoran sonriendo de medio lado.

"¿Saben? Se hubieran ahorrado todo esto si en vez de llamar una ambulancia hubieran traído a la mujer en el auto" Eriol les dijo riendo un poco.

"¡Cállate!" respondieron al unísono. De repente llegó el doctor y saludó a los presentes. Syaoran vio a su alrededor y se percató de que estaba en la camilla de un hospital.

"Sr. Li¿Cómo se siente?" preguntó el doctor.

"Pues, muy bien…ya se me pasó el mareo" respondió un poco desanimado.

El doctor puso una mano sobre el hombro de Syaoran atrayendo así la atención de éste.

"No te preocupes, vemos historias así todos los días en la sala de maternidad, muchos son los padres", rió un poco mientras recordaba algunas anécdotas.

"Bueno, creo que ya estoy bien" dijo levantándose de la camilla, "¿Puedo irme?"

"Sí, claro" dijo el doctor dándole la mano a Syaoran. "Fue un placer atenderlo; espero verlo pronto por aquí".

"Yo no quiero volver, créame" afirmó Syaoran mientras levantaba las cejas. "Por cierto¿cómo está la señora con su bebé?"

"¡Muy bien¿Desean que los lleve a la habitación de la señora Ushiba?", preguntó el doctor.

"Pues si esa es la señora del auto rápido, sí", sonrió Sakura.

Siguieron los cuatro al doctor y llegaron al piso de maternidad. Había muchas puertas adornadas con carteles y globos que decían '¡Es niño!', '¡Es niña¡Ya llegó la cigüeña!'. Se sentía un ambiente muy cálido, se podía decir que era el mejor sitio de todo el hospital. Se detuvieron frente a una puerta que tenía globos celestes en la manija. El doctor entró un momento y luego salió y habló con los jóvenes.

"Bueno, entren, pero no hagan mucho ruido. Tuvieron suerte, el bebé está ahí mientras la mamá lo alimenta" sonrió el médico.

"Muchas gracias, doctor", agradeció Tomoyo inclinándose un poco.

"El doctor guiñó un ojo. "Fue un placer completo, señorita", dijo coquetamente.

Eriol entrecerró un poco los ojos y tomó la mano de Tomoyo. "Ven, amor, entremos". Entraron a la habitación tomados de la mano y el doctor los siguió con la mirada y se retiró. Sakura se limitó a reírse.

"Vamos, Syaoran". Entraron a la habitación y vieron a Tomoyo y Eriol tomados de la mano sonriendo y a la mujer con su bebé en la cama y su esposo a su lado.

"Buenos días" dijo Sakura cuando entró. El esposo se acercó emocionado a Sakura y a Syaoran y los abrazó.

"¡Muchas gracias! Mi esposa y estos muchachos me dijeron lo que hicieron por ella el bebé".

"¡No fue nada, no se preocupe!" sonrió Sakura y se acercó con Syaoran a la cama de la señora Ushiba.

"¿Es niño o niña?" preguntó la muchacha de ojos esmeralda.

"Es niña" sonrió tiernamente la madre mientras veía a la bebita. "Si no le molesta, quisiéramos ponerle su nombre a la niña en honor suyo".

"Quisiera mejor hacer una sugerencia en el nombre", dijo Sakura, "Si no les gusta, le ponen el nombre que deseen".

"Dígamelo" dijo la señora Ushiba.

"Nadeshiko" Sakura dio una media sonrisa.

"¡Ese nombre es hermoso¿Qué te parece, mi amor?", preguntó la señora Ushiba a su esposo quien asintió de inmediato.

"Ese era el nombre de mi mamá". Unas cuantas lágrimas abandonaron los ojos de Sakura, "Muchas gracias".

Syaoran la abrazó y besó su frente. Se acercó a la señora. Ésta le sonrió y tomó su mano. "Gracias nuevamente, joven".

Syaoran titubeó un poco, pero al final se decidió a preguntar, "disculpe, quería saber si usted me permitía…ya sabe… ¿cargar a la bebé?"

"¡Pues claro! Acérquese" Syaoran tomó con cuidado a la bebita entre sus brazos. La nena le sonrió y lo miraba fijamente.

"Sería un buen padre¿verdad, Sakura?" Eriol dijo en alto con un tono burlón haciendo que los dos se sonrojaran.

Sakura observó a Syaoran y, por un momento, se imaginó a ella misma acostada en esa cama y a Syaoran cargando un bebé, mirándolo con cariño y ternura. Se sonrojó ante ese pensamiento. Se acercó un poco a Syaoran y vio a la bebé bostezando.

"Ya debe tener sueño" dijo Sakura. Syaoran devolvió a la niña con su madre. "Creo que mejor nos vamos" agregó Sakura.

Todos se despidieron de la pareja y salieron de la habitación, pero Sakura se quedó un rato más.

"Cuídela, Sra. Ushiba; cuide a la pequeña Nadeshiko" le dijo mientras le daba un dedo a la bebe quien lo agarro con su manita.

"Téngalo por seguro" sonrió viendo orgullosa a su hija. Sakura salió de la habitación y vio a sus amigos afuera esperándola.

"Mejor vayamos a dormir ya", sugirió Tomoyo "mira que ya amaneció, hemos pasado toda la noche aquí".

Se despidieron y cada uno fue a su casa.


Sakura se encontraba arrinconada en su habitación. Un hombre vestido de negro le tapó la boca y la amarró en una silla.

"¿Quién eres¡Dime!" ordenó Sakura asustada al hombre cuando este le quito la venda que le había puesto en la boca.

El hombre se quita el pasamontañas que llevaba. Detrás de aquel disfraz reveló Toshiro su presencia. Se acerca cautelosamente a Sakura y le besa el cuello mientras que lágrimas silenciosas corren por su rostro…

Sakura despertó agitada, con la cara mojada por las lágrimas. Aunque no le llegó a ocurrir nada con Toshiro, esa sola idea de que algo malo hubiera pasado la seguía atormentando. No podía dormir; no podía siquiera cerrar los ojos. Se levantó de su cama y fue al baño. Lavó su rostro y se miró en el espejo durante varios minutos. Esa experiencia fue muy aterradora para ella. Recuerda cada instante como si hubiera sido tallado en su mente, tal cual una piedra. Salió de su habitación y se dirigió a la sala. Se sentó en el sofá frente a la televisión y abrazó sus piernas. Se quedó pensativa. No podía creer que casi había sido violada. Sonrió un momento mientras recordaba a Syaoran. Había sido su héroe en ese momento; y si no hubiera sido por él, sencillamente hubiera sido trágico. Lloró un poco. Se sintió repentinamente tan agradecida con Dios por haber puesto aquel ángel en su camino.

Syaoran salió de su habitación a buscar algo para beber cuando escuchó unos pequeños gemidos. Frunció el ceño y buscó la fuente te aquel ruido cuando vio el rostro de su compañera de apartamento iluminado por los rayos del alba. Sus ojos esmeraldas brillaban y gotas cristalinas descendían su rostro. Se acercó lentamente y se sentó a su lado. Sakura lo miró y lo abrazó casi de enseguida. Él le devolvió el abrazo y besó su cabeza.

"¿Qué ocurre¿Por qué lloras?" preguntó preocupado Syaoran.

"¡Eres un ángel!" le dijo mirándolo tiernamente.

"¿A qué te refieres?", preguntó mientras volteaba su rostro completamente ruborizado.

"Que si no hubiera sido por ti, To… el imbécil ese… yo…" trató de decir temblando, pero Syaoran la detuvo poniendo un dedo en sus labios.

"Descuida, sabes que siempre estaré ahí para ti… no dejaría que nada te pasara", retiró el dedo y le sonrió.

"¿Por qué eres tan lindo conmigo?", preguntó mientras pasó la mano por el cabello de Syaoran.

Él sólo la miró y se acercó lentamente y la besó. Ella no se sorprendió ni trató de separarse, le correspondió.

(N/A: Lo dejo ahí?... mmmmmm… quizá… así mantengo la intriga del fic… Nah! Me demoré mucho, así que merecen mucho más).

Al separarse respiraron agitadamente y el rubor se había apoderado de sus rostros. Se miraron por mucho tiempo hasta que Syaoran decidió romper el silencio.

"Sakura…quiero decirte que…" dio un pequeño suspiro "me gustas mucho, muchísimo".

Sakura sintió como su corazón dio un vuelco y su respiración aumentó notablemente. Los latidos se violentaron y un flujo de sangre corrió a su cabeza. Nunca se había sentido así. Al escuchar esa confesión le dieron ganas de abrazarlo, besarlo y no dejarlo ir nunca (N/A: cursistrawberry dot com). ¿Le gustaba? Pues sí… lo sospechaba, pero sus latidos lo confirmaron.

"No te quiero obligar a que me respondas, sólo-…" agregó Syaoran pero fue interrumpido por los labios de Sakura. Ella se separó y sonrió.

"Tú también me gustas, mucho" le dio otro pequeño beso y lo abrazó. En el abrazo Syaoran susurró en su oído. "Entonces¿quieres ser mi novia?"

Sakura rió un poco y le susurró de igual manera "Claro que sí".


"Recuerda, Syaoran, trata de ser discreto con nuestra relación", musitó Sakura.

"Sí, la gente aquí es capaz de inventarnos hijos", añadió Syaoran mientras entraban a la recepción de la CDT. La Sra. Higurashi los vio apenas entraron.

"Buenos días Sr. Li, Srta. Kinomoto".

"Buenos días", respondió sin emoción aparente Syaoran mientras que Sakura sonrió a la señora.

De repente se ve que alguien llega corriendo en dirección a Sakura. Todo ocurre en cámara lenta. Se va aclarando poco a poco la silueta hasta que se ve a Tomoyo acercándose. Al llegar donde Sakura, salta sobre ella y la abraza haciendo que esta casi pierda el equilibrio.

"¡Felicidades!", gritó Tomoyo a su amiga.

Sakura y Syaoran se miraron alarmados mientras que la Sra. Higurashi contemplaba curiosa la escena.

"¿De…de qué hablas?", preguntó nerviosa Sakura. '¡Por favor, Dios, por favor¡Qué no diga nada¡Qué no diga nada!', pensó mientras sudaba por el nerviosismo que tenía encima.

"¡De su noviazgo¿De qué más¡Felicidades!" Tomoyo abrazó ahora a Syaoran quien se puso pálido. Volteó lentamente y vio a la Sra. Higurashi quien los miraba con una sonrisa pícara plasmada en su rostro, cosa que indicaba que su mente empezaba a trabajar para las fuerzas del mal, y un teléfono en mano, que era el instrumento con que llevaría acabo su plan más maligno.

"¡No toque ese teléfono!", gritó Syaoran a la Sra. Higurashi y tomó la mano de Tomoyo y se la llevó con Sakura a la esquina más alejada que encontró.

"¿Qué rayos te pasa, Daidouji!" preguntó enfurecido.

"¡No entiendo que ocurre! Ayer Sakura me llamó para darme la gran noticia¿y hoy me reciben de esa forma?"

"¡Tomoyo, para la empresa era un secreto¡Tú sabes como se corren los rumores y chismes tan rápido!" dijo frustrada Sakura.

"¡Oops!" Tomoyo soltó una risita nerviosa, "Lo siento mucho, no sabía…aunque¿saben? Tarde o temprano se iban a enterar todos y rumores siempre habrá aunque no haya motivos"

"Sí, tienes razón, pero queríamos esperar un rato para decirlo…" dijo Sakura dudosa.

Syaoran rodó los ojos. "No importa, subamos, Sakura".

Tomoyo se disculpó nuevamente y se retiró a su estudio de diseño. La pareja tomó el ascensor y al entrar vieron a tres mujeres que estaban al fondo. Se cerró la puerta y cada uno oprimió el botón del piso que le correspondía. Sakura y Syaoran se pararon en una esquina del elevador mientras las damas estaban en la otra. Se quedaron en silencio durante un rato y luego las mujeres empezaron a murmurar.

"Yo no sabía que eran novios" dijo una señora regordeta de cabello corto pelirrojo.

"Pues parece que sí… ¡y ya era hora¿Cómo es posible que después de que trabajan y viven juntos no se hayan percatado de que estaban destinados?" agregó con un tono melodramático una señora delgada, alta con el cabello chocolate, lacio hasta los hombros.

Syaoran se iba poniendo cada vez más rojo del enojo. Sakura lo miraba y le tomó la mano al percatarse de su estado.

"¿Qué te ocurre?" preguntó preocupado.

"¿Escuchaste a esas mujeres?" preguntó Syaoran enojado. "¿Quiénes se creen para decir eso?"

Sakura lo miró extrañada, movió la cabeza de un lado al otro y sonrió, "Tienes varios secretos escondidos¿eh?"

Syaoran iba a responderle pero se percato de que una última señora, de cabello gris y de contextura delgada continuó la conversación que tenían las otras dos.

"Ese muchacho es de Hong Kong… Así que lo más probable es que vivan allá… ¡Es que no les dije! Escuché que rumores de que el próximo mes se iban a casar… ¡en Las Vegas!" sonrió la señora y de pronto Syaoran no pudo contener la rabia y se volteó con llamas en los ojos a enfrentarlas.

"¡Sakura y yo somos novios¿y qué¡Qué les importa si soy de Hong Kong o si vivimos juntos! Además¿qué es esa locura de casarnos en Las Vegas!" Syaoran respiraba agitadamente mientras que las señoras miraban perplejas y sorprendidas al muchacho. El elevador se detuvo en el piso 10 y las señoras salieron una por una aún un poco desconcertadas. La última antes de irse se dirigió a Syaoran.

"Joven, no tenemos la culpa de que su vida se parezca a nuestra telenovela vespertina, pero gracias por la información" le sonrió, guiñó un ojo y salió del ascensor.

En cuanto se cerraron las puertas, Syaoran vio a Sakura en busca de una respuesta y la observó pasarse una mano por su rostro en señal de desesperación. Syaoran la seguía mirando sin aún entender anda.

"Syaoran…estaban hablando de una telenovela. Los protagonistas empezaron a salir juntos desde el viernes…yo pensé que tu la veías por el comentario que me hiciste…"

"Dañé todo¿verdad?" murmuró apenado Syaoran.

Sakura sonrió un poco y lo besó dulcemente en los labios arrancándole una sonrisa a él "sí…completamente".

Él pasó su mano por su hombro y la presionó un poco contra él. El elevador se detuvo en el piso 12 y se separaron cuando se abrió la puerta. Ante ellos se reveló la mirada de muchos curiosos que, en un intento de disimulo, los observaban como si trataran de obtener alguna información. Caminaron ambos ignorando las miradas furtivas y las murmuraciones del resto de la gente. De repente, Suzue los detiene con una mano, mientras los ve asombrada.

"¿Ustedes saben lo que están diciendo¿Son ciertos los rumores?" pregunta interesada la secretaria.

Syaoran rueda sus ojos y entra a su oficina tirando la puerta. Sakura toma el brazo de Suzue y le habla bajo, "entra a mi oficina en unos 10 minutos¿esta bien?", la muchacha asiente, y Sakura entra a la oficina.

Syaoran estaba mirando a través del ventanal. Ella se acercó lentamente para que no se diera cuenta que estaba ahí. Estaba llegando a él, apunto de asustarlo cuando…

"Olvídalo, vi tu reflejo en el cristal de la ventana" sonrió el joven chino a su novia.

"¡Ow!" se quejó Sakura haciendo un puchero. Tomó sus manos y lo miró a los ojos, "digámosle a Suzue".

Él alzó una ceja y la miró. "¡Por favor, es que no puedo mentirle! Ella me conoce casi tan bien como Tomoyo".

Syaoran rodó los ojos y soltó la mano de Sakura, se asomó a la puerta y llamó a Suzue a la oficina. Presentía que sería un largo día.


El sol brillaba con una intensidad ya conocida por los habitantes del lugar. Pequeñas gotas de sudor se deslizaban por el cuello de una hermosa joven de cabello azabache recostada en una silla playera en un jardín enorme. Se escuchaba de fondo los ladridos de un pequeño perro y las risas de una niña. De repente se oye el grito de la pequeña y un estruendo. La muchacha se levantó alarmada revelando su larga cabellera. Corrió y llegó hasta una fuente enorme y encontró a una niña de dos trenzas arrodillada en el suelo y una pieza de cerámica rota a su lado. La muchacha corrió y la levantó agarrándola por los hombros.

"¡Hiu Len¿Estás bien?" preguntó preocupada, "¿No te cortaste?"

"No, mamá, estoy bien" respondió Hiu Len sonriendo.

"¿Qué te he dicho sobre jugar cerca de aquí?" regañó ella a su hija "¿Dónde está Dexter?"

La niña señaló a su pequeño pequinés que estaba parado al lado de ella meneando la cola y mostrando su lengua. Hiu Len cargó a su perrito y vio a su madre con cara de arrepentimiento.

"Lo siento, mamá", bajó la cabeza.

"Esta bien" dijo suspirando, "pero ten cuidado cuando juegues y dónde juegas".

Hiu Len se iba retirando cuando se detuvo y se volteó. Su mirada reflejaba tristeza. La madre se preocupó y se arrodilló para estar a su altura. "¿Qué pasa, mi vida?"

"¿Cuándo veré a mi papá?" dijo casi en un susurro.

La muchacha la abrazó y la besó. "Pronto, hija, muy pronto. Ahora ve con Dexter a la casa y vístete para tu clase de Kung Fu¿está bien?" la niña asintió aún con pesar y se fue corriendo con su perro en mano hacia una gran mansión.

La madre se sentó en la fuente pensativa hasta que sintió una mano sobre su hombro. Volteó el rostro y vio a una señora de cabellos iguales a los suyos en color y largo, pero la diferencia era que ésta tenía aproximadamente unos 45 años de edad mientras que la muchacha tenía sólo 25 años.

"Tía Ieran" dio una media sonrisa.

"Es difícil ser madre¿no Mei Ling?" sonrió Ieran a su sobrina mientras se sentaba a su lado.

"Sí… ¡es muy traviesa!" dijo riendo Mei Ling, pero su risa desfalleció casi de inmediato al recordar lo mencionado. "Tía, me dijo que extraña a su papá… ¡Extraña mucho a Syaoran!"

"Ya lo sé, pero Syaoran no quiere contestar mis llamadas ni devolverlas; ¡está eludiendo sus responsabilidades!" dijo un poco enojada Ieran.

Luego miró a su sobrina "Bueno, si mi hijo no quiera venir, pues ya sabes lo que dicen¡Si Mahoma no va a la montaña, la montaña va a Mahoma!"


"¡Bien¿Y qué rumores escuchaste?" preguntó Sakura a su secretaria.

Suzue sorbió unas cuantas gotas de café y luego carraspeó un poco, "Pues… ¿quieren escuchar lo lindo o lo feo?"

"Los dos si es tan amable, señorita", dijo Syaoran parado al lado de Sakura, ya un poco desesperado.

"Esta bien", sonrió la joven, "empezaré por lo lindo. ¡Dicen que son novios y que la proposición fue a la luz de la luna, en un hotel 5 estrellas con mariachis tocando de fondo!"

Syaoran la miró interesado "Sigue".

"¡Y eso no es todo! Que además el Sr. Li mandó a escribir con fuegos artificiales '¿Quieres ser mi novia?'¿no es romántico?" Suzue sonrió y dio un breve suspiro.

"Me parece que los empleados de aquí, juntos, podrían escribir una novela excelente" dijo Sakura riendo un poco, "bueno, en realidad lo único cierto de esa historia es que sí somos novios", aclaró Sakura mientras tomaba la mano de Syaoran.

Suzue se levantó de un respingo y corrió a abrazar a su amiga Sakura y sacudió rápida y enérgicamente la mano de Syaoran "¡Felicidades, es una gran noticia!"

Sakura sonrió un poco sonrojada al igual que Syaoran, pero de inmediato recordó que había una contraparte. "¿Cuál es la parte fea?", preguntó alzando una ceja.

"Eh…pues que se casaron en las Vegas después de embriagarse y que el dinero que usaron era de la empresa", dijo Suzue, "además también dicen por ahí que Sakura está embarazada de dos meses… pero hay una historia que la defiende a ella, pero no a usted, Sr. Li".

Syaoran frunció un poco el ceño, "¿Qué puede ser?"

"Pues que…eh…usted sabe…que batea para el otro equipo" dijo nerviosa Suzue.

"Pero si no juego béisbol ni softball", dijo confundido el chino.

"¡No!... ¡Ay, cómo decirlo!... ¡pues que se le aguan los helados!" argumentó aún más nerviosa.

"¿Qué helados¿De qué habla, señorita?" exclamó el muchacho mientras trataba de buscar respuestas en los ojos de su novia.

"¡Que se le moja la canoa¡Que le gusta el guineo más en vez de los melones!", dijo más exasperada.

"¿De qué rayos hablas!" gritó desesperado Syaoran.

"¡De qué eres gay!" dijo de la misma manera Suzue, pero luego tapó su boca con ambas manos.

Sakura miró asombrada a Syaoran mientras que éste se encontraba en estado de shock. Sakura miró a Suzue.

"¿Qué!", dijo alarmada.

"Es que parece que averiguaron de alguna manera que vivían juntos ya desde hace ratito y dicen que la razón por la cual no ha pasado nada entre ustedes debía ser porque era gay, y que no es nada raro que una mujer viva con su mejor 'amiga'", respondió asustada, "dicen que se vende en el bajo mundo de la prostitución de travestis y que su nombre en el negocio es 'La Teto'".

"¿La Teto?" miró Sakura entre asustada y preocupada, "¿por qué?"

"Porque le dicen que su frase para recoger clientes es: 'juguemos al Teto; tú te agachas y yo te lo-…".

"¡Aaah!" interrumpió Syaoran saliendo del shock. Sus ojos mostraban enojo y rabia. "¿Qué acaso no tienen una vida que deben andar por ahí inventando y dañando la de los demás!"

"Yo sólo…" trató de hablar Suzue, pero Syaoran la tomó por el brazo y la dirigió hacia la puerta. "Vete" dijo con enojo.

"¡Uy! Se olvidaron de ponerle el bozal" bromeó la muchacha.

"¡Vete y dedícate a hacer tu trabajo!" le gritó histérico.

"¡Creo que es un mal momento para un chisteeeee!" Syaoran abrió la puerta, la sacó y la tiró fuertemente.

Sakura cruzó los brazos y miró a Syaoran con cierto enojo. "¿Qué te pasa¡Ella sólo transmitió los rumores, no los creó!"

"¿Puedes creerlo¿Inventando que soy gay¡En esta empresa sólo hay una sarta de chismosas!", dijo enojadísimo mientras se sentaba en su escritorio.

"Y tú", dijo Sakura mientras caminaba sensualmente hacia Syaoran, "¿Crees que eres gay?" empezó a besar su cuello.

"Umm…ehh…yoo… ¡Dios!", balbuceó Syaoran mientras le costaba trabajo respirar.

Luego besó su boca y se alejó con una sonrisa pícara en el rostro. Syaoran se paró con dificultad y carraspeó un poco arreglándose su corbata, "no creo que lo sea".

"Bueno, entonces, ya sabes, le debes una disculpa a Suzue" dijo riendo un poco mientras se paraba e iba en dirección hacia Syaoran para darle un abrazo. Justo cuando estaba llegando se tropezó y cayó de rodillas frente a Syaoran. En su preocupación el levantó delicadamente la cabeza de Sakura y se encorvó para preguntarle si estaba bien, y le tomó la mano para ayudarla a levantarse, pero el Sr. Chang entró antes de que se levantara.

"Buenos dí-…" al entrar vio a Sakura arrodillada al frente de Syaoran, él encorvado y con una mano detrás de la cabeza de ella.

Syaoran miró y Sakura se volteó para verlo también. Él tenía una mirada de asombro.

"Cuando acaben lo que sea que estén haciendo pasen a mi oficina" dijo volteándose completamente sonrojado.

"¡Sr. Chang, le juro que no es lo que parece!" trató de decirle pero este se fue y cerró la puerta antes de escuchar a Sakura.

Sakura se levantó del suelo y colocó sus manos en su rostro "¡Oh, por Dios, qué vergüenza!"

"Será mejor que vayamos allá y aclaremos todo" dijo Syaoran mientras abría la puerta.

Al abrirla se encontró guindada de la manigueta por un pequeño lacito de cinta azul una carta para él. 'Extraño', pensó.

La abrió con curiosidad y empezó a leerla:

Mi Querido Sr. Li:

Me enteré de los recientes rumores sobre su salida del closet (¡bienvenido a nuestro mundo!) y quiero que sepa que no hay persona más feliz que yo al saber que un hombre tan guapo como usted se unió a nosotros.

Si alguna vez me necesita o quiere algo de mí (lo que sea que quiera…ya usted sabrá que es lo que quiere ;)) sólo dígamelo.

Todo suyo,

Roberto "El Fulo".

P.D.: Estoy en la puerta del elevador

Syaoran volteó la cabeza hacia el elevador y vio a un muchacho sonreírle sensualmente y guiñarle el ojo para luego entrar rápidamente al elevador y cerrar la puerta. Syaoran se sintió entre aterrado y enfurecido. Sakura salió de la oficina y lo vio.

"¿Qué te ocurre?", preguntó preocupada, y él le entregó la carta.

La leyó detenidamente y luego vio a Syaoran fijamente. Trató de reprimir la risa, pero no pudo contenerlo y soltó una carcajada. Syaoran arrancó la carta de las manos de Sakura y la miró con cierto enojo.

"No me parece gracioso" exclamó el joven.

"Lo siento mucho, mi amor" dijo riendo un poco Sakura y le susurró en su oído, "después enmiendo mi error".

Syaoran dio una media sonrisa a su novia, "Vamos que tenemos que ir a la oficina del Sr. Chang".

Sakume Nohara: y qué les pareció? Les gustó? Pues eso espero en realidad…

Quería hacer unas cuantas aclaraciones antes que todo:

Primero: "Rakata" es de Wisin y Yandel…not me.

Segundo: "I Turn to You" es de Christina Aguilera…not me.

Tercero: Sólo para que sepan algo sobre mis pensamientos… No discrimino a los gays ni soy homofóbica, sólo hice eso así para aprovechar los pensamientos de la sociedad basada en los gays; pero en lo personal he tenido buenas relaciones con gays y créanme que varios son unos súper amigos y personas muy lindas…sólo para hacer la salvedad…

Cuarta: Dejen reviewcitos por favor!n.n