Declaimer: Obviamente los personajes no me pertenecen, son de JK y aunque ya me harte de pedírselos como regalo de Navidad, no cambia de opinión… si alguien me da a Harry, Sirius o James, le estaré eternamente agradecida

"Volver a confiar, volver a amar…"

(by Lady Verónica Black)

La presencia de Lily en aquel apartado lugar de Escocia fue mal recibida por James Potter. Según él ella albergaba oscuras intenciones con respecto a él y sus compañeros de trabajo. Lily tenia la necesidad de aclarar el malentendido y de que ese hombre confiara en ella… pero para eso ella tenia que contarle un secreto que no estaba dispuesta a revelar…

- Capitulo Uno - "El inició de una larga tormenta".

Lilian ayudó a la Señora Potter a bajar del coche y colocó en su pálida mano un bastón, que la mujer sujeto como si fuera una prolongación de su brazo. Después, la tomó por el otro brazo y la condujo por el camino de graba y los escalones de piedra hasta la puerta de entrada a la casa.

-No me levantes el brazo -protestó la dama-. Ya sé que estoy vieja, pero puedo mantenerme erguida yo sola. Claro, sólo llevas aquí tres semanas. Antes de que cumplas tres meses, veras que necesito ayuda, pero solo un poco.

-Ya me estoy dando cuenta -respondió la chica, sonriendo-. Solo le pido que cuando la trate como una anciana de ochenta y cinco años, me recuerde que usted es una muchacha de ochenta y cinco años.

-No me contestes así -repuso la señora Potter, sonriendo a pesar suyo.

La puerta de la residencia se abrió y en el umbral se distinguía la figura de un hombre de pelo gris que sonreía a ambas.

-Bienvenida a casa, señora -dijo el mayordomo.

-Solo he ido al pueblo, Harvey, no a dar la vuelta al mundo -respondió la mujer con aspereza y añadió-: Y tú jovencita, puedes ir donde quieras, no te necesito más por hoy.

Lily vaciló un momento y después dijo:

-En la orilla del lago he visto un bote de remos…

-¿Te refieres a "Christiana" ?

-Sí.

-Es de la familia. Hasta le pusieron mi nombre.

-Me lo imaginaba. ¿Está en condiciones?

-Depende para qué. Desde luego, no le entra el agua. ¿Por qué?

-Es que… -empezó a decir Lily con ojos soñadores-. La otra orilla del lago parece preciosa, y quisiera ir a conocerla.

-¿Sabes remar?

La chica asintió con la cabeza y la anciana prosiguió:

-Te lo pregunte porque mientras estés aquí soy responsable de tu seguridad. Además, ya me estoy acostumbrando a ti y no me gustaría perderte a estas alturas.

-He navegado algunas veces en el Támesis, en un bote de motor -afirmó ella, tras una ligera vacilación.

-Por la forma en que lo dices, deduzco que ibas con algún novio -y como la chica volvió la cabeza, continuó-: ¿Me llamaras entrometida si te preguntó que ha sido de él?

-No sé. En este momento, no hay ningún hombre en mi vida.

La señora Potter sonrió, satisfecha, y se volvió hacia Harvey para preguntar:

-¿Esta el bote en condiciones?

-Por supuesto, señora. Ya sabe que cada vez que viene el señor James lo usa todos los días -y dirigiéndose a Lily, agregó: Es un bote de remos, pero también tiene motor fuera de borda.

-Fabuloso -exclamo la señora Potter- Puedes utilizarlo cuando quieras, Lily. ¿Tienes ropa adecuada?

La chica negó con la cabeza.

-Harvey ve a la habitación de mi nieto. Seguramente en el armario, encontraras un impermeable. Toma todo lo que necesita Lily.

Ante el pedido de su patrona el mayordomo asintió lentamente.

-¿Estará bien que yo use…?

-Te lo estoy sugiriendo yo -respondió la anciana con firmeza-. Por lo que sé, James no tiene intereses de venir. En realidad, viene muy poco. Ya no se acuerda que yo lo crié y que soy su única familia…

Se interrumpió, pero al momento sacudió la cabeza con energía y continuó:

-A veces llega sin avisar, pero desde que consiguió ese trabajo en Londres, sus visitas son cada vez más raras. La próxima vez que vayamos al pueblo, cómprate ropa más apropiada para este clima.

-Perdona que insista -reitero la chica-. ¿Esta segura que a su nieto no le importara que yo…?

-Ojos que no ven, corazón que no siente. Tal vez el perro te siga. Ya será cosa tuya que lo lleves o no –la señora Potter se dirigió con pasos lentos hacia la sala y añadió-: El té, Harvey. Y pronto, por favor.

El perro, pequeño y de color blanco, corría alegremente tras Lily, sin obedecer las órdenes de volver a casa.

-Esta bien -acepto al final la chica, contenta en el fondo de llevar compañía-. Tu y yo nos iremos a navegar.

A ratos corriendo, a ratos caminando, recorrió la orilla rocosa del agua. Su melena pelirroja flotaba al viento, sus ojos verdes brillaban excitados de la emoción, tenia las mejillas sonrosadas y sus labios se abrieron por la acción del viento.

En el armario del nieto de la señora Potter había encontrado una camisa, un pulóver gris y un chaquetón a cuadros que le ofrecían una buena protección contra el viento y el frío. El pantalón si era suyo y realzaba la redondez de sus caderas y la esbeltez y longitud de sus piernas.

-Basta, Snippet -ordeno la chica al perro, que se le enredaba entre las piernas.

El animal obedeció al instante y se sentó, moviendo la cola y respirando con pesadez.

-Anda, vamos -ordeno al cabo de un momento- Ahí esta el bote.

Como pudo, echo el bote al agua y subió en él. Snippet alcanzó a saltar desde la orilla, antes de que se alejara demasiado.

Lily permaneció unos segundos en pie, hasta estabilizar el bote. Al otro lado de la caleta, se alzaba la cabaña pintada de blanco que desde el día que llego a la casa de la señora Potter tanto le había llamado la atención.

La construcción tenia un techo inclinado cubierto de tejas, varias ventanas sé habrían hacia la caleta y a sus espaldas, se alzaban las altas montañas. Lo que más le intrigaba es que estaba deshabitada, lejos de un grupo de cabañas similares que se apreciaba a la distancia.

Veía también una figura humana que caminaba deprisa en la distancia. No supo si era hombre o mujer, pero fuera quien fuera, era imposible que se cruzara en su camino. Llevaba la misma dirección que ella, pero estaba segura de que llegaría antes, porque disponía de un medio de locomoción más rápido… y mucho más emocionante que un par de piernas.

El cielo azul comenzaba a cubrirse de nubes por el oeste, aunque no había amenaza de lluvia.

Por fin, puso en marcha el motor del bote y se dejó caer en un asiento. El perro corrió a la proa y allí se sentó, mirando al frente, como si fuera el capitán de aquella nave.

La figura desconocida se detuvo para verla pasar, aparentemente fascinado por el aspecto de aquel bote y sus pasajeros.

"Debe estar sorprendido por encontrar algo que se mueva en medio de tanta tranquilidad", fue su conclusión.

No tardo en llegar a la otra orilla. De inmediato saltó a la tierra, tiró del bote hasta encallarlo en la arena y lo amarró a un poste que alguien había colocado convenientemente para ese fin.

La cabaña de color blanco se hallaba muy cerca, y hacia ella se encaminó la chica, sintiendo una intensa excitación que crecía a medida que se acercaba.

Sin saber por qué, recordó la ultima entrevista con su hermana Arabella el día anterior a su partida hacia aquel remoto lugar de Escocia.

Flash back…

-¿Así que quieres ser escritora? -pregunto su hermana- Quieres escribir un cuento y que yo te lo publique en la revista. Inténtalo, a ver que resulta.

Las palabras de su hermana la animaron y se vio capaz de escribir no un cuento, sino una serie de novelas.

-Aprovecha la oportunidad que se te da con este empleo -continuo Arabella-. Realmente creo que sabes escribir. Y no lo digo ni por las redacciones del colegio ni los artículos en los periódicos escolares.

Lily se ruborizó, porque no estaba acostumbrada a recibir elogios. Y menos de una editora experimentada como era su hermana.

-Sé también que eres inteligente además de creativa -prosiguió Arabella-. En los exámenes de ciencias siempre sacabas buenas notas.

-Me estas elogiando tanto que casi estoy feliz de haber perdido mi trabajo… y de haber conseguido éste -contesto Lilian.

-Lo que tienes que hacer ahora es tener los ojos y los oídos bien abiertos -le recomendó se hermana mayor-. Y la imaginación por supuesto. Así no tardaras mucho en descubrir algo sobre lo cual escribir. Una cosa muy importante: cuándo hayas encontrado un tema, no lo compartas con nadie porque se diluye, se pierde, se va… ¿Comprendes, Lily?

La chica asintió; y su hermana, indicando al camarero que trajera la cuenta, añadió:

-Y, por favor, mantente en contacto conmigo.

Fin del flash back…

"Esto es lo que estaba buscando", pensó Lily, mirando a su alrededor. "La naturaleza agreste, las montañas en la lejanía, la soledad y tranquilidad que se respira aquí…"

En ese momento, llego ante la cabaña. El corazón le latía con fuerza cuando se acerco a una ventana para mirar al interior. Lo único que hallo fue un suelo de piedra con una alfombra vieja, un horno bastante antiguo y por lo que se veía en desuso, una pila de leña, una mesa de madera y unas sillas a su alrededor.

Por la ventana contigua, vio una habitación en la cual había dos sillones a los lados de una chimenea apagada y negra. A un lado había una mesita con lo que parecía haber sido una lampara.

De pronto una figura masculina pareció materializarse en el umbral de la puerta. El corazón le dio un vuelco, y una sensación muy similar al miedo la recorrió de arriba abajo. Sobre todo porque, porque al mirar con mayor detención, la figura había desaparecido.

No quiso dejarse impresionar por lo sucedido, y se dijo que todo había sido producto de su imaginación, excitada por la soledad y el deseo de encontrar un tema sobre el cual escribir.

Se apartó de la cabaña y miró hacia las montañas, que se elevaban amenazadoras en su altura. A la izquierda, una serie de colinas envueltas en niebla se esfumaban en la distancia.

Permaneció unos minutos mirando el paisaje, absorbiendo la atmósfera y tratando de imprimirla en su memoria para tomar nota sobre todo aquello después. Por fortuna, llevaba consigo un cuaderno y un lápiz para ese trabajo, era el equipo indispensable para todo escritor en busca de un tema.

-Ven, Snippet -exclamo, al tiempo que se sentaba junto al bote.

Después se tendió en el suelo mirando el cielo y se puso a imaginar una trama para el cuento que pensaba escribir.

De pronto, despertó. Los ladridos de Snippet parecían indicar la presencia de peligro. Sin embargo, no vio nada ni nadie que la alarmara, por lo que se volvió a tender en el suelo.

Volvió a despertar un rato después al sentir el impacto de una fuerte lluvia sobre su rostro. Apenas termino de abrir los ojos, y ya estaba empapada. El perro, por su parte, había encontrado refugio bajo el bote.

-Sí pudiera hacerme tan pequeña como tú… -dijo en voz alta.

El cielo estaba cubierto por nubes negras y la lluvia era ya un verdadero torrente. Se levantó deprisa, tratando de protegerse la cabeza, y miró a su alrededor.

Se estremeció al ver que una figura alta, cubierta por una amplia capa impermeable de color amarillo, se acercaba a grandes pasos.

-¡No puedes quedarte ahí! -exclamó una voz masculina y desconocida-. ¡Tienes que resguardarte en un lugar seguro!

Casi por instinto supo que era la misma persona que había visto hacia un rato dirigiéndose hacia la cabaña.

-¿Dónde? -preguntó con voz incierta.

Le pareció que seguía durmiendo y aquel hombre era producto del sueño y casi sin preponérselo dijo:

-No veo dónde…

-Aquí- propuso el extraño, levantando un brazo para ofrecerle el refugio de su capa.

-Pero…

"Pero no te conozco…", fue lo que pensó. No lo dijo, creyendo que no tardaría en despertar de aquel extraño sueño.

-Olvídate de los convencionalismos -le reprendió él con voz imperativa-. Al menos que quieras ahogarte…

Como ella no contestó, él exclamo:

-¡Date prisa! Cuando estemos en un lugar seco me presentare como un caballero.

Snippet estaba temblando de frío. Lily lo tomó en brazos, porque esto la ayudaba a sentirse más segura, y se dirigió hacia el hombre. El perro gruño al sentirlo y trato de saltar al suelo, pero él lo tomo entre sus brazos y lo sujeto con fuerza.

Entonces se dio cuenta que no era un sueño, porque Snippet no le habría gruñido a un hombre inexistente. Y ante su asombro, el perro olió al desconocido y se tranquilizó de pronto.

El hombre le cubrió los hombros con la capa y la atrajo contra su cuerpo. Al instante, el corazón se le acelero y la sangre se le agolpó en las venas. La chica pensó que era el miedo de encontrarse prácticamente a merced de ese extraño; pero pronto se dio cuenta que era algo más. Sin embargo, no se atrevió a reconocer que el roce de aquel cuerpo era el causante de su reacción. Percibió con claridad el movimiento de su amplio pecho al respirar y se sintió tan segura como si lo conociera de toda la vida.

Una voz interior le advirtió que ese hombre era peligroso; tal vez no para su persona, pero sí para su tranquilidad espiritual. Ella trato de no prestarle atención, pero la voz insistía en que se alejara de él lo antes posible, tomara el bote y volviera a la casa sin perder tiempo.

A pesar de todo, Lily no se separo del desconocido, sino que permitió que la guiara hasta aquella cabaña que tanto la intrigaba.

Entraron por la puerta de la cocina. El hombre dejo a Snippet en el suelo, se quito la capa y la sacudió.

-Mu… muchas gracias -tartamudeó la joven, tratando en vano de dominar su temblor nervioso-. Creo que habría sido mejor…

-¿¡No viste las nubes!? -la interrumpió él con brusquedad-. No presagian nada bueno.

-No las vi. Estaba dormida -respondió a manera de defensa- Además yo vivo en Inglaterra y no conozco el clima de este país.

-No me digas -contestó él, con sarcasmo imposible de ignorar; y añadió-: Pareces un conejito asustado.

Señalo la puerta, que daba a la habitación de la chimenea negra. En esta ardía un buen fuego.

-Hace unos minutos, estaba apagada -comento la chica, extrañada.

-No es tan difícil de encender como parece. Entonces fue cuando te vi tendida en el suelo, inmóvil… Casi me alarmo tu inmovilidad y fui a ver que te ocurría.

-¿Querías asegurarte que no estuviera muerta?

-Precisamente -respondió el hombre, con una irónica sonrisa en el rostro.

Lily se desabrocho el chaquetón, y tendió las manos hacia el agradable fuego de la chimenea. El temblor que la dominaba fue desapareciendo poco a poco. Unas manos masculinas tomaron el chaquetón para quitárselo, sus manos rozaron la piel de su cuello… entonces, un nuevo temblor se apodero de su cuerpo. Ella se volvió, con la intención de dejar claro que no necesitaba ayuda, pero él se le adelanto al decir:

-El resto te lo dejo a ti.

Snippet ya se hallaba muy a gusto, olisqueando todos los rincones de la habitación.

-¿Cómo estas, perro? -preguntó de pronto el desconocido.

El animal respondió agitando alegremente la cola, provocando la irritación de Lily.

"Ya me estas traicionando", pensó, "Deberías gruñirle y morderlo".

Sacudió la cabeza y dijo:

-Le agradezco que me halla salvado de empaparme, pero creo que lo estoy molestando, así que…

Señalo ambiguamente hacia fuera, y antes de que pudiera proseguir el hombre le preguntó:

-¿Te has fijado en lo que esta cayendo?

Lo hizo en ese momento y se dio cuenta que la lluvia era mucho más intensa que antes. La habitación en que se hallaban se oscurecía cada vez con más rapidez; eso le produjo una sensación extraña, muy parecido al miedo, y se dijo que sí eso sucedía cuando un escritor en ciernes se lanzaba a investigar un ambiente, prefería no ser escritora.

En primer lugar, había cometido la imprudencia de dejarse llevar por sus impulsos y por su imaginación. Había aceptado la invitación de un extraño, sin tratar siquiera de informar de su paradero a un desconocido. Los riesgos q tal acción entrañaban eran innumerables.

Su inquietud crecía y miró al desconocido, con el ansia de descubrir en sus ojos algún elemento tranquilizador. Lo que logro fue todo lo contrario.

Aquel hombre era el que había visto cuando se asomo a la ventana, la aparición que duro apenas unos segundos. De inmediato, su corazón se acelero casi hasta sofocarla.

"No es posible que yo halla imaginado a un hombre al que nunca había visto", se dijo aterrada.

Las piernas le flaquearon, por más que quiso sostenerse en pie, la chica callo pesadamente sobre la alfombra, a los pies del extraño.

Alcanzó a oír una exclamación sorda y sintió que unos brazos la obligaban a levantarse; después, su cabeza quedo apoyada en el hombro del extraño. Estaba temblando y tuvo que hace un esfuerzo enorme para estabilizarse y recobrar el control de sus músculos. Sin embargo, al separarse de él sintió un leve desencanto, como si de pronto perdiera un refugio largamente anhelado.

-Gracias -murmuró-. Y perdóneme otra vez. Nun… nunca me había desmayado, y no sé por qué…

-No te has desmayado -corrigió él-. Ha sido un desvanecimiento producto del cansancio. Aunque cualquiera hubiera diría que has visto un fantasma.

Lily tuvo el deseo de gritar. "¡Es que lo he visto!", pero prefirió no hacerlo.

-Dime una cosa -pidió el desconocido-. ¿Por qué…?

Se detuvo y se la quedo mirando. Una arruga apareció entre sus cejas y Lily sintió un deseo apenas reprimido de hacerla desaparecer con una caricia.

-¿Por qué, si nunca nos hemos visto, llevas puesta mi ropa?-hizo una breve pausa, y continuó-: ¿Y quien te ha dado permiso para tomar mi bote y traer a este perro a este lado de la caleta?

Continuara…

Nota de la Aurora:

¡Hola a todos! Primero que nada les agradezco que hallan leído este chap de mi nueva historia, ya que supongo que si leen esto es porque lo han hecho.

Este es el primer fic que escribo basado en los personajes de la saga de libros de Harry Potter escritos por J.K. Rowling, y espero que me salga bien, les comento que en la historia no va a haber nada referido a la magia, si ya sé un fic de Harry Potter y no hay magia es raro, pero lo voy a intentar y espero que les guste.

Por favor, yo se que a veces no dan ganas de ponerte a escribir un review, que queres seguir leyendo o tras cosas y no queres perder tiempo, pero solo les pido como pongan un par de palabras, me gusto o es horrible, no pido más, solo quiero saber si vale la pena que gaste mi tiempo en pasar la historia a la compu o no.

Por cualquier cosa mi mail es

Nos vemos en el próximo capítulo.

Att. Lady Verónica Black

PD: Que la magia los acompañe, las estrellas guíen su camino, pero más que nada griten a todo pulmón: ¡¡Viva Xiao Lang Li, Eriol Hiragizawa, Harry Potter y Sirius Black; Los hombres más tiernos y sexys que hay!!"

¡¡DEJEN REVIEWS, PORFISS…!!