Declaimer: Obviamente los personajes no me pertenecen, son de JK y aunque ya me harte de pedírselos como regalo de Navidad no cambia de opinión… si alguien me da a Harry, Sirius o James, le estaré eternamente agradecida
"Volver a confiar, volver a amar…"(by Lady Verónica Black)
La presencia de Lily en aquel apartado lugar de Escocia fue mal recibida por James Potter. Según él ella albergaba oscuras intenciones con respecto a él y sus compañeros de trabajo. Lily tenia la necesidad de aclarar el malentendido y de que ese hombre confiara en ella… pero para eso ella tenia que contarle un secreto que no estaba dispuesta a revelar…
- Capitulo Dos -"Una química peculiar"
Por segunda ves en el día las piernas de Lily amenazaron con dejar de sostenerla. Al mismo tiempo un intenso frío inundo su cuerpo. Pero fue una sensación que solo duro unos instantes, porque sus palabras le hicieron comprender porque Snippet no lo había tratado como enemigo: el olor que rodeaba a aquel hombre era el mismo de la ropa que le había dado la señora Potter.
-Tú… -empezó a decir con voz vacilante-. Eres el nieto de la señora Potter, ¿verdad?
-Sí. Soy James Potter -respondió él con frialdad-. ¿Quién eres tu?
-Yo trabajo para su abuela. La llevo a donde me pida, controlo sus citas, la acompaño a todas sus actividades -se interrumpió, y después pregunto extrañada-: Sí es su nieto, ¿Qué hace aquí? ¿Por qué no esta en la casa con ella?
-Debería contestarte que no es asunto tuyo -respondió el extraño al instante, echando chispas por los ojos-. Para ser una simple empleada, haces demasiadas preguntas. ¿Qué sucede? ¿No me crees?
Lily dudo un momento, pero su subconsciente le dijo que todas las afirmaciones de ese hombre eran ciertas. Inmediatamente aquel hombre comprendió porque: sobre el piano de la señora Potter había visto varias fotos suyas. Al principio no se había dado cuenta del parecido porque aquellas fotografías eran muy antiguas.
Durante la fracción de segundo que le llevo hacer esa deducción, él se la quedo viendo con desconfianza y de pronto dijo:
-¿Cómo sé que no estas mintiendo? ¿Quién eres?
-Lilian Evans. Su abuela… mejor dicho, la señora Christiana Potter me conoce muy bien. También Harvey, el mayordomo.
Él sonrió, aunque sus ojos siguieron fríos e inexpresivos.
-Todos los de la región conocen el nombre de mi abuela y el del mayordomo. Que vos los conozcas no significa nada.
-¡Estoy diciendo la verdad! -exclamo la chica, ligeramente alarmada-. Hasta Snippet es testigo de eso.
-De acuerdo, de acuerdo… -murmuro él mirando al animal dormido; y añadió-: No sabia que mi abuela había comprado un perro.
- No me extraña -dijo ella, sin poder contenerse-. Hace mucho tiempo que no va a verla. Hoy mismo ella me lo dijo. También me dijo que fue ella quien lo crió.
James arqueo las cejas, pero no pronunció palabra.
-Se ha ofrecido a hacerse cargo de Snippet hasta que su dueña vuelva de un viaje -aclaro la joven.
-Será mejor que te quietes esa ropa -ordenó él de pronto-. Está empapada.
¿Qué esperaba?¿Qué se desnudara frente a él? Lily negó enérgicamente con la cabeza.
-No tengo otra cosa que ponerme -repuso-. Todo esta en casa de su abuela.
Miro hacia fuera, pero la lluvia seguía cayendo con la misma intensidad de antes.
-Esto va a durar -informo el hombre, ligeramente divertido-. Así suele ocurrir en esta región. Te prestaré ropa seca.
-Gracias, pero no la necesito.
Como si no la hubiera escuchado James salió de la habitación y volvió un par de minutos después con un pantalón, un pulóver grueso y una camisa blanca.
-No puedo ponerme ese pantalón -objeto la chica.
-¿Por qué no? -repuso él, levantando la prenda para que ella la viera bien-. Ya sé que te van a quedar un poco grandes, pero el jersey y la camisa que llevas también te quedan grandes, y no te has molestado por eso. Póntelos, antes de que te enfermes.
Ella tomo la ropa seca, y mirando alrededor preguntó:
-¿Dónde me puedo cambiar?
-Jajaja… tu perteneces a una especie en extinción -comento James con ironía-. Hace mucho tiempo que no me encuentro con un ejemplar del sexo femenino que quiera cambiarse de ropa en privado. Me dan ganas de encerrarte en un tubo de ensayo para que te estudien los biólogos del futuro.
-Prefiero enfrentarme a un diluvio -afirmo la joven, dejando la ropa seca en una silla vacía-, a permanecer aquí y seguir escuchando sus insultos. ¡Snippet, vámonos!
En vez de obedecer el perro se acomodo para seguir durmiendo. Lily se dirigió hacia la puerta, pero antes de que pudiera abrirla, una mano la detuvo.
-Puedes cambiarte arriba. La escalera esta por ahí -indico al tiempo que le daba de vuelta la ropa seca-. En esta cabaña todo es realmente muy primitivo y lo único realmente civilizado es el baño. Cuando tengo ganas de estar cómodo me voy a casa de mi abuela. Aquí hay dos dormitorios pero solo uno tiene una cama. El otro esta vacio y si te asomas a él no descubrirás terribles secretos ni huellas de acciones violentas.
"¿Cómo ha podido saber que eso era lo que estaba pensando?", se preguntó la chica.
-Lo más conveniente será que entres en el primer dormitorio y te cambies antes de que té de una pulmonía –y añadió, sin tratar siquiera disimular la ironía-: el perro estará a salvo aquí.
-¿Puedo preguntarle a que se dedica?
-¿Por qué?
-Es que tiene una manera muy directa y concisa de decir las cosas.
-Estudie Bioquímica.
-Comprendo.
-¿Qué es lo que comprendes?
-Su forma de ser. Lleva su carrera como un escudo protector; mejor dicho, como las púas de un puerco espín, para defenderse de los ignorantes como yo.
No espero a oír su respuesta y corrió escaleras arriba. Tras la primera puerta que abrió encontro un dormitorio muy simple, evidentemente ocupado por un hombre a quien no le importaba las posesiones materiales ni la opinión de los demás.
Cuando bajo, encontro a James colgando las prendas mojadas frente a la chimenea. Se quedo mirando el fuego y tuvo la curiosa sensación de que llegaba a su casa… no solo al lugar donde vivía, sino a su refugio emocional y espiritual.
"Me gustaría vivir aquí", pensó sin poder evitarlo, "No sola, sino con este hombre".
El pensamiento fue tan intenso que la asustó, haciéndola volver a la realidad.
Él la estaba mirando y temió que hubiera adivinado sus pensamientos.
-Mi pantalón te queda muy bien -comento James con sequedad-. Me pregunto que sucedería si dejas de sujetarlo.
En ese momento sonrío y sus facciones se iluminaron con una nueva luz. El corazón de la chica dio un salto.
-Es algo que no pienso hacer –apenas pudo responder.
-Toma.
James sacó un pedazo de cuerda de un cajón y empezó a pasarlo por las trabillas del pantalón. Ella, para impedirlo, lo sujetó por las muñecas. Sus ojos se encontraron y se enfrentaron en una feroz batalla.
Lily sintió que la habitación empezaba a dar vueltas alrededor de ella.
"¿Qué me sucede?" , se preguntó angustiada, "¿Porqué este hombre me causa este efecto? Nunca me había ocurrido algo parecido en mi vida"
-Sí me sueltas –pidió él con voz suave-, te sostendré. Estas a punto de caerte de nuevo.
-Perdón… -murmuro la chica.
Obedeció al momento y respiró profundamente para estabilizar sus piernas, no lo logro del todo, porque la cercanía de aquel hombre la trastornaba.
Él se dedicaba a su tarea, y al parecer, no se daba cuenta que la chica lo observaba con atención. Había cosas que Lily no había captado en la primera vez que lo vio.
Su pelo por ejemplo era de un color entre el negro y el castaño, y lo llevaba totalmente desordenado y rebelde, se notaba que aunque la forma del pelo era natural estaba bien cortado de forma que fuera más manuable para la persona. La mandíbula se resolvía en una barbilla corta y firme, y las grandes cejas enfatizaban la determinación que se veía en su mirada tras los cristales de sus anteojos, una mirada dura y fría, que diferenciaban mucho del color de los ojos, el color del chocolate y la miel, una mezcla de tonos que dejaban fascinadas a las mujeres.
Lo que más le llamo la atención fueron los labios, que revelaban una sensualidad innata. Cuando esta reflexión llego a su cerebro, provocó una reacción que nunca había esperado experimentar y se sintió aterrorizada al comprobar que era una reacción instintiva, que nada tenia que ver con su voluntad. Casi al mismo tiempo, percibió un aroma leve pero irresistible, un aroma que la perseguía desde el momento en que se puso su ropa… el aroma de aquel hombre.
Volvió la cabeza para apartarse de la mente aquellas locas ideas suyas.
-¿Está muy apretado? –preguntó James, que interpreto erróneamente su movimiento.
-¿Qué? –murmuro la chica confundida-. ¡Oh! Sí… sí. No, quiero decir, no.
Al ver la chispa de burla que apareció en sus ojos, se llevo una mano a la cintura del pantalón y agrego:
-No. Claro que no. Así esta bien. Gracias.
El hombre entorno los ojos para verla mejor, y lo único que a ella le quedo fue desear que no se hubiera dado cuenta de su agitación.
En ese momento se dio cuenta del tic-tac del reloj que estaba sobre la chimenea y que habían transcurrido varias horas desde que había salido de la casa de la señora Potter.
-¡Su abuela! –exclamó-. Debe estar preguntándose donde estoy, seguro esta muy preocupada, ¿tienes…?
Se interrumpió, pensando que era imposible que en un lugar tan apartado halla un teléfono. Y al ver una lámpara de aceite en una mesa, se dijo que seguramente no había ni electricidad en esa cabaña.
-¿Un teléfono? –concluyó él como si le hubiera leído el pensamiento-. Por supuesto que tengo teléfono, y electricidad, solo que aun no he tenido tiempo de conectar el generador. Mientras te cambiabas de ropa he llamado a mí abuela, le he dicho que estabas aquí y que te encontrabas bien. También le he comentado que no puedes irte hasta que pare la tormenta.
La joven miro hacia la ventana, y comprobó que el agua seguía cayendo con la misma fuerza que antes.
-Pe… pero eso puede llegar a tardar horas.
-Yo creo que hasta mañana temprano, así que mientras más rápido aceptes que tendrás que pasar la noche conmigo, una noche de tormenta en una cabaña alejada kilómetros de otro ser humano… -una irónica sonrisa iluminó sus labios durante un momento, mientras que en su mirada se veía un brillo divertido-, mejor para los dos.
-Si pensara que habla en serio, preferiría… -se interrumpió y lanzo una mirada hacia afuera.
-¿Porqué no terminas?
Lily volvió a mirarlo y como esperaba sé encontro con una expresión arrogante y burlona.
-Te encanta despreciar a las mujeres, ¿verdad? –pregunto furiosa, y al no encontrar respuesta siguió: - ¿Qué te sucede? ¿No te cae bien el sexo femenino? Pues te voy a decir una cosa, a mí tampoco me caen bien los hombres como tú.
-Empatados, entonces –proclamo James con sequedad-. Un día de estos tenemos que salir a cenar y confesarnos el porqué.
"A ti no quiero volver a verte nunca más en mi vida", pensó ella. Pero lo que dijo fue:
-He usado una toalla que he encontrado en el baño para secarme el pelo, espero que no te moleste.
Él se encogió de hombros, y la chica fue a refugiarse a la ventana. No solo llovía con la misma intensidad, sino que empezaba a soplar un viento huracanado y las nubes oscurecían el ambiente por momentos, a pesar de que aun era temprano. Todo aquello le hizo pensar que el cuento que su hermana le había dicho que escriba lo estaba viviendo ella y que escribirlo iba a resultarle muy fácil.
-Dime una cosa –dijo James de pronto-. Eres joven y atractiva… no trates de negarlo, porque sabes muy bien que lo eres. ¿Porqué has aceptado este empleo, en un lugar tan aislado del mundo y alejado de las diversiones propias de tu edad?
Se metió las manos en los bolsillos y dio unos pasos hacia ella, cuando consideró que estaba lo suficientemente cerca, preguntó:
-¿De qué, o quien estas huyendo?
-De nada y de nadie.
Contesto demasiado deprisa y se obligó a añadir:
-No tengo secretos ni nada que ocultar, señor Potter.
"Tienes un secreto", le dijo una voz interior, "Estas en el proceso para ser una escritora, estas intentando escribir un cuento… estas absorbiendo la atmósfera que te rodea, tratas de inventar una trama, sí tienes un secreto Evans…"
"Por nada del mundo debo decírselo a este hombre", se contesto ella misma, "Se muestra receloso conmigo, como si sospechara algo. No tiene sentido hablarle de mi propósito. Además, se reiría de mí… y yo apenas si estoy empezando. Una burla inmerecida de este hombre puede ser capaz de quitarme las ganas de escribir para toda la vida".
James levantó las cejas, como si no se creyera sus palabras y Lily decidió contestar con la verdad… o parte de ella por lo menos.
-Perdí el trabajo que tenia –dijo -. Estuve mucho tiempo buscando uno infructuosamente, y cuando me salió este, lo acepté enseguida.
-¿No estas huyendo de algún hombre? ¿No estas intentando olvidar alguna desilusión amorosa?
La chica se encogió de hombros y se sentó en la alfombra al lado de Snippet.
-Tuve un novio, pero terminamos –respondió-. Él hizo todo lo posible para que volviésemos, pero yo no quería. Al final termino aceptándolo.
James se limitó a asentir, y ni sus ojos ni su rostro mostraron indicio alguno de lo que pensaba.
-Me has pedido que te cuente la verdad y te he obedecido –dijo ella con cierta dureza-. Ahora me toca preguntarte de qué o quién, estas huyendo tú, Potter.
Por toda reacción el rostro de James expresó una gran tensión. Ella se había dado cuenta que había sobrepasado el limite, sin embargo, insistió:
-¿Porqué tienes este refugio tan alejado de la civilización?¿Qué secretos ocultas al mundo?
-Podría decirte que no es asunto tuyo.
Lily esperó un momento a que continuara, pero eso fue todo.
-Ya lo has hecho.
Estaba irritada por su propia insistencia. James tenía razón, no debería insistir tanto, sin embargo se sintió obligada a justificar su curiosidad.
-Yo he contestado a todas tus preguntas –declaro-. Es una cortesía elemental que tu contestes las mías.
-Lo sé. Pero también sé ser cortes cuando la ocasión y la persona lo requiere –fue su respuesta.
Snippet se levantó en ese momento y se dirigió hacia la puerta.
-Quiere salir –dijo la joven, al tiempo que se levantaba.
James llegó antes a la puerta y dejó salir al animal. Después se puso un impermeable con capucha y salió tras él, cerrando con rapidez para que el frío no se colara dentro de la cabaña.
Volvieron al cabo de un par de minutos, Snippet estaba empapado y Lily empezó a desesperarse por la inclemencia del clima.
Tomó la toalla que ella había usado antes y empezó a frotar al perro vigorosamente. Después, el animal se sacudió y corrió a apoderarse nuevamente de la alfombra que estaba frente a la chimenea.
Entonces, ella se volvió para mirar a James y le dijo:
-Ya sé que no puedo ir andando con esta lluvia a la casa, pero ¿podrías llevarme en tu auto?
-Mi coche esta en el taller para que le hagan una revisión. Lo he dejado esta mañana y me he venido caminando.
-Ah ya veo… sabes te vi desde lejos y me di cuenta que me observabas con atención.
-Pues me pareció muy extraño ver a una desconocida llevando mi ropa y remando mi bote –sonrió espontáneamente y añadió:- Después vi a esa misma desconocida espiando el interior de mi cabaña…
Se interrumpió y borrando aquélla sonrisa que tanto la había impresionado, preguntó:
-¿Qué es lo que buscabas?
-¿Por qué te empeñas en tratarme como si fuera una criminal? –protestó la chica, sintiéndose más que nunca la heroína de aquel cuento que aun no había empezado a escribir-. Te aseguro que era curiosidad. Nada más. Y sí viste con tanta facilidad que llevaba tu ropa es porque llevabas prismáticos.
-Magnifica deducción.
-Entonces, el único espía aquí eres tú, Potter.
-¿Yo? –exclamo él furioso.
Lily se sintió de golpe un poco intimidada por su reacción y Snippet despertó de pronto sobresaltado.
-No tengo porqué darte explicaciones –prosiguió James-, ni defenderme de tus acusaciones. A pesar de todo te diré la razón de porque uso los prismáticos, que son varias. La primera, para vigilar la cabaña cuando estoy en casa de mi abuela, y cundo vivo aquí para asegurarme que todo anda bien en la casa de mi abuela. ¿Comprendes?
-Comprendo –respondió ella, bajando la vista por un momento.
-Me alegro.
Lily no compartía su alegría y miro furtivamente hacia la ventana. La lluvia seguía cayendo monótonamente y unas nubes negras más espesas que las anteriores cubrían las montañas.
No pudo entretenerse mucho con el paisaje porque el timbre del teléfono la sobresalto.
-Sí, Harvey –dijo James al teléfono-. Si, estamos bien…. Sí, también el perro. Díselo a mi abuela. Por lo menos si pasamos la noche aquí podremos refugiarnos…bueno, esta bien… adiós.
Y colgó.
-Dice que en la radio han anunciado que seguirá la tormenta toda la noche –le contó él-. Como podrás ver estamos sujetos a una estrecha vigilancia, aunque solo sea telefónicamente. Estas a salvo de mis 'malas intenciones'. Nos es que las tenga… por lo menos no hasta ahora.
Lily se estremeció. Empezaba a encontrar a James más que guapo, y eso la inquietaba. La señora Potter le había contado que estaba soltero y que uno vez estuvo a punto de casarse pero su novia le había dicho el mismo día de la boda que no lo amaba y que iba a volver con su antiguo amante. La reacción de él había sido terrible, su orgullo herido y la desilusión lo habían hecho jurar que nunca más entablaría algo serio con una mujer.
No pudo reprimir un suspiro. Ninguna mujer sensata se conformaría solo con tener una aventura con él, querría tenerlo para toda la vida. La foto que estaba sobre el piano no le hacia justicia, mostraba sí a un hombre atractivo e interesante, pero no la inteligencia que acechaba tras esos ojos del color de chocolate, ni la firmeza y confianza que emanaba.
-Ya basta, ¿no? –dijo él de pronto-. ¿Qué puntaje me has puesto?
Lily enrojeció, molesta consigo misma por haber dejado traslucir el interés que despertaba en ella. Y deseo que pensara que solo se trataba de curiosidad, porque no le gustaría que conociera las sensaciones que le provocaba el solo hecho de estar solos en una habitación.
-Sólo un experto en matemáticas puede hacer ese cálculo –respondió aun enrojecida pero con una sonrisa.
-¿Vos no sos experta en matemáticas?
-No –respondió.
-Tú ya conoces mi profesión –dijo James-. Dime ahora que has estudiado, a que te dedicas…
Lily no contestó enseguida. Durante unos pocos segundos se dedicó a meterse la camisa dentro del pantalón, entonces dijo:
-Mi curriculum es muy poca cosa. Primaria, secundaria, un curso de secretariado, algunos conocimientos de contabilidad… pocos, pero los suficientes como para permitirme trabajar en cualquier tipo de oficinas.
-Te conozco muy poco –dijo él, mirándola con intensidad-, pero creo que intelectualmente hablando, mereces algo mejor que un empleo de dama de compañía. Eres un cerebro desaprovechado.
-¿Yo?
-Sí, vos.
-¿Cómo lo sabes? –preguntó interesada en su respuesta.
En vez de contestar él preguntó a su vez:
-¿Qué piensas hacer cuando te vallas de aquí? Porque terminaras yéndote.
-Me gusta este trabajo y este lugar.
-No tardaras en aburrirte. Cuando se te pase la novedad, empezaras a aburrirte de tanta belleza natural y de tanta tranquilidad. ¿Piensas…? –hizo una pausa, y luego continuó- ¿Figura una relación permanente en tus planes para el futuro?
"No ha mencionado la palabra matrimonio", observó mentalmente, recordando los comentarios que su abuela le había hecho sobre él.
-Supongo que algún día me enamorare y encontrare al hombre adecuado para mí… -empezó vacilante, y de pronto, añadió con firmeza-: Pero espero que nuestra relación sea para él también un compromiso.
James sonrió, y a ella le pareció que su actitud entera proclamaba: 'entonces no me mires a mí'.
-Eres muy directa –dijo él, y agregó-: Esas palabras llevadas a la acción pueden ser muy peligrosas.
-Vos me preguntaste, ahora te preguntó yo a ti –declaro la joven sin poder evitar sonreír-. ¿Qué planes tienes tú al respecto?
Tuvo la sensación de que se volvía a internar en terreno prohibido, pero como él no había vacilado al momento de preguntarle cosas personales, ella se sintió con el mismo derecho.
Sus ojos se encontraron: los de Lily verdes y ávidos, y los de James oscuros e imperturbables.
-Te refieres a la 'dicha matrimonial', ¿no?-los ojos masculinos la recorrieron de arriba abajo.-Yo prefiero llamarlo 'placer'. He borrado la palabra compromiso de mi vocabulario. En resumen: me encantan los placeres matrimoniales, pero sin el matrimonio.
Esta vez, Lily se ruborizo por el efecto de la furia y no de la vergüenza.
-Tu crees que todas las mujeres van a caer rendidas a tus pies, ¿cierto? Pues déjame decirte que conmigo te equivocas.
Él no contestó y se hizo un pesado silencio. ¿Quién iba a hacer el próximo movimiento en esa batalla de sexos?
Ninguno de los dos. Fue Snippet quien se levanto y bostezo ruidosamente, para después dirigirse hacia la chica. Sin embargo, cambió de parecer al ver la mano que el hombre tendió hacia él y agradeció las caricias que le hizo en el lomo.
"Me gustaría que me acariciara así a mí", pensó Lily.
El pensamiento la tomo por sorpresa y lo desecho de inmediato. Por fortuna, James miraba al perro mientras le preguntaba al perrito:
-¿Tienes hambre? Lo siento, pero no tengo comida para perros.
Se volvió hacia ella para hablarle.
-¿Qué le dan de comer?
-Según Harvey come lo que le pongan adelante mientras sea comestible.
-¿Y tú? ¿Eres muy exigente al momento de satisfacer tu… apetito?
Le pareció que la pregunta encerraba un doble sentido, por lo tanto, respondió con intención.
-Muy exigente. Aunque cuando ese apetito se refiere a la ingestión de comida, hago muchas concesiones.
Le sonrió con aire victorioso. Él le respondió con la misma sonrisa traviesa y divertida de antes, que prometía nuevas y difíciles batallas.
Todos cenaron comida enlatada y una ensalada que preparo James con verduras que había traído ese mismo día del pueblo. Después bebieron una taza de té frente a la chimenea y entablaron una conversación esporádica pero bastante amistosa. Lily concluyó que su anfitrión, al igual que ella, no era un hombre que solo hablaba para llenar espacios vacíos.
Le molesto ese descubrimiento, porque la única forma que tenia para averiguar como era el nieto de la señora Potter era hablando con él. Y más aun le molesto que además de querer saciar su curiosidad sobre su persona, lo queria conocer de verdad….
Continuara…Nota de la Autora:
Hola!! Después de tanto tiempo he decidido actualizar este fic, se que lo tuve bastante abandonado, pero espero me perdonen. A veces los bloqueos son algo bastante molestos, y más si tienes otras seis historias que actualizar…. Espero que este capítulo les halla gustado, sé que no es gran cosa (a mi aun no me gusta del todo ¬ ¬ pero antes que nada) pero prometo que más adelante pondré algo que valga la pena. Espero sus reviews para saber sí sigo con el bloqueo o actualizo.
Además de dedicárselo a cada uno de los que pusieron un review quiero dedicarlo especialmente a una niña, Jessi, por haber estado tanto tiempo insistiendo para que ponga un nuevo capítulo. ¡Espero que te guste!
Mi mail es
Desde ya muchas gracias por leer mi fic, no vemos
Att. Lady Verónica Black
PD: Que la magia los acompañe, las estrellas guíen su camino, pero más que nada griten a todo pulmón: ¡¡Viva Xiao Lang Li, Eriol Hiragizawa, Harry Potter y Sirius Black; Los hombres más tiernos y sexys que hay!!"
¡¡DEJEN REVIEWS, PORFISS…!!
