Declaimer: Obviamente los personajes no me pertenecen, son de JK y aunque ya me harte de pedírselos como regalo de Navidad no cambia de opinión… si alguien me da a Harry, Sirius o James, le estaré eternamente agradecida
Síntesis: La presencia de Lily en aquel apartado lugar de Escocia fue mal recibida por James Potter. Según él ella albergaba oscuras intenciones con respecto a él y sus compañeros de trabajo. Lily tenia la necesidad de aclarar el malentendido y de que ese hombre confiara en ella… pero para eso ella tenia que contarle un secreto que no estaba dispuesta a revelar…
"Volver a confiar, volver a amar…"(by Lady Verónica Black)
Capítulo Cuatro
Una ola más grande que las demás hizo cabecear el bote, devolviéndola bruscamente a la realidad. James corrigió el rumbo con un solo golpe de los remos y le preguntó:
-"¿Estas bien?"
Ambos llevaban un chaleco salvavidas y Lily llevaba en su regazo fuertemente apretado a Snippet. Procurando que él no se diera cuenta, observaba con fascinación la forma en que los músculos de sus brazos se tensaban y se hinchaban al luchar contra las aguas embravecidas. El viaje, que tan corto le había parecido el día anterior, parecía interminable.
Por fin, luego de media hora de viaje, llegaron a la orilla opuesta, Snippet salto a tierra de inmediato seguido muy de cerca por James. Este sujeto con firmeza el bote y le indicio con una seña de la cabeza que bajara tranquila. En el momento en que Lily se disponía a hacerlo, una ola golpeo el bote por la parte posterior moviéndolo ligeramente, la pelirroja sorprendida por el movimiento perdió ligeramente el equilibrio, y hubiera caído de cabeza al agua sino hubiera encontrado en su camino un par de brazos masculinos que se lo impidieron.
Los ojos de James Potter se prendieron en los de ella con potente fijación, logrando que la pobre pelirroja se sonrojara con fuerza. Ante tal reacción de la chica el moreno no pudo más que mirarla divertido y curvar los labios en algo parecido a una sonrisa. Lily sintió como una ola de electricidad le subía por la medula hasta la nuca logrando que su cuerpo se estremeciera, quiso atribuirle tan tonta sensación al viento helado que soplaba a esas horas de la mañana, pero en el fondo sabía muy bien que el origen de tal estremecimiento era otro muy diferente.
Se quedaron en esa posición por unos segundos que parecían eternos. Lily no podía dejar de admirar las tonalidades de castaños y cobres que tenían los ojos del joven Potter.
"Son como las hojas en otoño..."
Algo en la mirada de la pelirroja debió molestar a James ya que sus ojos se helaron de inmediato adquiriendo una expresión indefinible que a Lily le produjo, al mismo tiempo, seguridad y temor.
-"Gra.. gracias. Ya estoy bien, bájame por favor" –murmuró la chica-. "Puedo seguir sola."
Se sentía como una completa estúpida, de un segundo a otro pasaba de estar embelesada por él a estar completamente atemorizada. ¿Qué le pasaba? No entendía que le estaba intentando decir su intuición... ¿O seria todo parte de su romántica imaginación?
Ignorando su petición, James la siguió cargando hasta llegar a tierra firme. No la bajó de inmediato, sino que se la quedo mirando con mayor intensidad que antes, mirada que no hacia más que ponerle los nervios de punta a la ojiverde.
Snippet se puso a ladrar, y sin saber porque, él se echó a reír. Lily sin saber muy bien porque no pudo evitar seguirlo con las carcajadas.
"reír con él es una sensación maravillosa", se dijo a si misma.
Abruptamente el paro de reírse.
-"Cállate, perro" –le gruño al animal.
Y, ante el asombro de ambos, Snippet guardo silencio de inmediato.
James la dejo suavemente en tierra, pero no se alejo de ella. Lily sentía su contacto a pesar de la ropa que los separaba. Como si estuvieran bajo algún tipo de hechizo se siguieron mirando a los ojos en silencio, como hipnotizados. Repentinamente la mano de James se poso sobre el brazo de Lily, haciendo que esta se sobresaltara ante tan inesperado gesto.
-"¿Qué..?" –empezó a decir.
-"¿Qué que quiero? El chaleco salvavidas, para guardarlo. ¿Qué más puedo querer?"
Lily se volvió para impedir que viera el rubor que le había teñido las mejillas, con dedos temblorosos se desato los nucos del chaleco. James se lo termino de sacar, lo desinflo y se lo puso bajo el brazo, junto al suyo.
En un ataque de euforia, ante la situación de vergonzosa en la que se encontraba le dijo con una gran sonrisa al pequeño perrito.
-"Te reto a una carrera, Snippet"
El perro acepto el desafío con gran entusiasmo, y en unos cuantos segundos se largo a correr con Lily detrás. Ella llegó poco después que Snippet con el corazón latiéndole fuertemente en el pecho y casi sin aliento, intentando aun serenarse se volvió y vio a james acercándose a grandes pasos por el camino a la casa. En ese momento se abrió la puerta, y Harvey salió a recibirlos con una cortes sonrisa, la cual se convirtió en una de verdadera alegría al ver al nieto de su jefa a pocos pasos de la casa.
-"¿Puedo ir a ver a la Señora Potter a su habitación?" –preguntó la pelirroja con un pie ya en la escalera.
-"Desde luego, señorita Lily. La señora Potter se viste con el mismo esmero para dormir que para ir de visita."
La chica no pudo más que evitar una carcajada. Por primera vez en mucho tiempo, la vida le parecía maravillosa. No tuvo que pensar mucho para saber cual era la razón... solo tenia que mirara un par de metros más abajo y ver al nieto de su jefa. Con una sonrisa aun ene los labios subió rápidamente las escaleras.
Encontró a su jefa sentada en la cama, examinando con atención el desayuno que acababan de traerle en una bandeja. Apenas miro a Lily, pero para la anciano no paso inadvertida su sonrisa radiante.
-"¿Cómo se porto mi nieto?" –preguntó; y en cuanto la miro a los ojos, añadió-: "Bien, por lo que veo. Te advierto que he decidido ser tu padre y madre mientras estés a mi cargo, y no aceptare que ningún hombre, aunque sea pariente mío, se aproveche de tu posición en esta casa."
La chica se ruborizo intensamente al ver que su impresión por el nieto de su patrona había sido tan notorio. La señora Potter volvió a contemplar su desayuno.
-"¿Ni siquiera... ni siquiera con mi consentimiento?" –pregunto Lily, sin poder evitarlo.
Unos ojos castaños similares a los de James la miraron fijamente entre escandalizados y resignados.
-"Las mujeres de hoy son muy tontas" –afirmo la señora Potter-. "Han perdido el arte de atraer a los hombres. Se han olvidados de ser misteriosas, de tenerlos en espera, a seducirlos lentamente... Al contrario, les conceden todo lo que ellos quieren con tanta facilidad. Por eso siempre se andan equivocando, se han olvidado de tantas cosas... Si las mujeres seguirían siendo como ante son habría tantos matrimonios divorciados."
-"Abuela" –dijo James desde el umbral de la puerta.
Se había quitado las botas y el sweater viejo, y se había puesto unos zapatos negros y una camisa gris oscuro. Los ojos de la anciana brillaron de alegría al ver al muchacho.
-"Por fin te dejas ver."
Le tendió los brazos, y él rápidamente se inclino para recibir un fuerte abrazo de la anciana y un besos en cada mejilla.
-"Yo que tú, abuela, no le quitaría el ojos a ese apetitoso desayuno" –dijo James, mirando a la pelirroja de reojo con toda intención-. "Tu secretaria, o dama de compañía y no se cuantas cosas más debe estar ansiosa de probar una de las delicias que Harvey te ha preparado."
La anciana rió complacida ante las bromas de su nieto.
-"¿Acaso tienes hambre, querida?" –preguntó la dama-. "¿James no te ha ofrecido nada para comer antes de traerte?"
-"Por supuesto que le ofrecí algo desayunar" –contestó él- "pero la señorita tenia tanta prisa por correr a tu lado que no sólo lo ha rechazado, sino que me ha dejado sin desayunar a mí también."
Con mano firme, la señora Potter le ofreció una tostada que ella se apresuró a aceptar. James la tomo de la muñeca de improviso.
-"Tengo hambre" –protesto la pelirroja.
El contacto de aquellas manos grandes y cuidadas le produjo un nuevo placer. No tuvo mucho tiempo para pensar en ello porque oyó un suave golpe en la puerta para luego ver a Harvey trayendo en un carrito varias tostadas, mermelada, y una gran jarra de aromático café recién hecho.
-"¿Qué te parece mi hospitalidad?" –preguntó James con una sonrisa sarcástica
-"Me parece que la hospitalidad proviene de Harvey" –comento la anciana.
-"Oh, no" –respondió el mayordomo-. "El señor James me pidió que preparar el desayuno para dos hambrientos."
-"Se lo agradezco mucho, Harvey" –dijo Lily, en el momento que el hombre hacia una inclinación de cabeza y salía de la habitación. Después se volvió hacia el moreno, y mientras hacia esfuerzos para liberarse de su mano, dijo:- "Sí me hace el favor..."
-"¿De soltar tu mano para que puedas satisfacer tu apetito con el desayuno que tan amablemente le pedí a Harvey que prepara? ¿Porqué habría de hacerlo? Vos no quisiste satisfacer mi pedido anoche."
-"Por favor..." –suplico la pelirroja, mirando de reojo a su jefa completamente avergonzada.
-"Me alegra saber esto" –afirmó la señora Potter al tiempo que se llevaba la taza de té a los labios-. "Así es como debe ser. Déjate ya de hacerte el tonto, James."
La mujer espero a que su nieto cumpliera su orden, para después pedirle:
-"Tráele un silla a Lily, y vos siéntate aquí a mi lado en la cama."
Unos minutos más tarde, la pelirroja se apoyo en el respaldo de su silla completamente satisfecha.
-"¿Tienes suficiente con eso?" –preguntó él mordiendo una tostada-. "¿O es que solo ha sido un aperitivo?"
Lily miro la fuente con fruta que estaba en la bandeja, pero logró resistir la tentación de probar esa brillante manzana que tanto le atraía. Sacudió la cabeza y se dio una ligera palmada en el estomago para indicar que no... y se arrepintió al segundo al ver como la castaña mirada de James se clavaba en su cuerpo.
Quitó la mano del vientre y la apoyó en una rodilla, pero él la siguió con la vista. Indudablemente la estaba recordando la semidesnudez en la que la había encontrado la noche anterior.
-"¿Nunca te cansas, Potter?" –le preguntó en un susurro aprovechando que la señora Potter estaba parcialmente sorda.
Él, por toda respuesta, se echó a reír.
-"¿Qué sucede? ¿Lily te ha puesto en tu lugar?" –preguntó la mujer, sonriendo levemente-. "Ya era hora que una mujer lo hiciera."
-"Solo se esta haciendo de rogar" –contesto James sin intimidarse, y dirigiéndose a la ojiverde añadió: "Sí me pusiera de rodillas, ¿qué harías?"
-"Lo mismo que hasta ahora" –respondió firmemente, aun a sabiendas de que estaba mintiendo.
Aquellos fríos y duros ojos castaños que tan nerviosa la habían puesto al principio ahora no dejaban de acariciarla y seducirla con la mirada.
"Sería muy fácil caer en los brazos de este hombre", pensó Lily en un arranque de sinceridad consigo misma, "Cualquier mujer sería capaz de seguirlo hasta el fin del mundo... Pero no, no puedo... Tengo que mantenerme firme, no puedo caer en las redes de otro tipo así, no puedo ser otra conquista más... aunque él me tienda la mano para seguirlo por el mundo tengo que rechazarlo, aunque me cueste toda mi fuerza mental tengo que alejarlo."
O o o o o OMás tarde, Lily llevó a la señora Potter de compras al pueblo. Se detuvieron en una tienda de telas, y mientras su jefa conversaba con la dueña y sus empleadas, ella se dedico a examinar la mercancía. Le llamo mucho la atención una larga y gruesa bufanda de lana de diseño típicamente escocés.
-"No te lleves esa, querida" –le dijo la señora Potter, a varios metros de distancia-. "Mientras trabajes conmigo y vivas en mi casa, tendrás que usar los colores de la familia Potter."
Se acerco a una de las empleadas y le pidió que le buscase una bufanda, un sweater y un gorro con los colores de su familia, escarlata y dorado.
-"No te preocupes, querida, esto será un regalo de mi parte"
Ignorando las protestas de la muchacha, pago las compras y le pidió que la llevara a la peluquería. Ahí se quedo esperando mientras Lily se iba a buscar ropa adecuada para el cruel invierno escocés.
Unas horas más tarde llego a la mansión con la bufanda escarlata con flecos dorados que su jefa le había obsequiado atada firmemente a su cuello a pesar de que no hacia tanto frió. Acompañó a su jefa hasta su habitación y bajo al jardín a guardar el auto en el garaje. Cuando estaba cerrando el candado del garaje, oyó que unos pasos se acercaban.
-"Ya me parecía raro no haberte visto en tanto tiempo" –dijo con aire resignado, al reconocer la cara que se acercaba a sus espaldas.
-"Me alegra saber que me echaste tanto de menos, yo también te extrañe mucho querida Lillian" –respondió James con una sonrisa divertida.
Ella sintió que de pronto sus ojos se iluminaban y que sus mejillas se sonrojaban, solo deseaba que él no se diera cuenta de ello.
James saco las manos de los bolsillos del jean azul que llevaba y las apoyo en la puerta del garaje, atrapando a la muchacha contra la pared con suma facilidad.
-"¿Qué pretendes, Potter?" –pregunto Lily con firmeza, como si no conociera las intenciones del azabache.
Con una de sus manos tomó un extremo de la bufanda de la pelirroja y jugo con los flecos dorados de esta por unos segundos, mientras que sus ojos analizaban los de la mujer.
-"Los colores de la familia Potter sólo se usan en ocasiones especiales... ¿Qué te parece si hacemos de este encuentro tan trivial una ocasión especial?"
Petrificada Lily vio como el rostro de James se acercaban con provocativa lentitud al suyo, hasta que su boca se posó suavemente sobre la de ella. Sus labios estaban ligeramente fríos, pero estaban llenos de sensualidad, de pasión. Lily apenas se sentía lo suficientemente despierta para responderle, ese tímido beso la había llevado a un estado de sopor increíble. Realmente se sentía como entre nubes.
Sus labios.
Los labios de James... Él... Ella...
-"No" –protestó la chica entrecortadamente contra la boca de él.
Pero fue como si no hubiera hablado.
-"Disfrútalo... solo siénteme..." –James tomo con extrema sensualidad el labio inferior de ella entre los suyos- "... pero, si no quieres..."
Lily se sentía perdida, apenas si lograba entender lo que le estaba diciendo, solo podía sentir la caricia que esos labios tan suaves le estaban dando a los suyos.
James tomo los extremos de la bufanda y tiro ligeramente de ellos. Lily sintió que las piernas le flaquearon; lo que le digiera su cabeza ya no importaba, en un loco arrebato obedeció a la ardiente invitación de los labios del azabache. Sus labios se abrieron levemente permitiéndole tomar su boca con toda libertad; al mismo tiempo, y sin que mediara ningún tipo de pensamiento racional, sus brazos se apoyaron en los hombros masculinos para después resbalar hasta su amplia espalda. Él la abrazó por la cintura con ambos brazos y la atrajo contra su cuerpo, haciéndole sentir la presión de su pecho y sus caderas. Al cabo de unos segundos, se separaron lentamente en busca de aire, James se la quedo mirando fijamente con extremo detenimiento.
-"Eso es justo lo que debiste hacer esta mañana en la cama" –dijo él tras suspirar profundamente, y apoyar las manos de vuelta a ambos lados de ella contra la pared.
Ella no sabía que contestar a aquello, ni siquiera sabía que decir para terminar con aquello vergonzosa e incomoda situación. Y no se le ocurrió nada mejor que decir que:
-"A ti te debe quedar muy bien la falda escocesa, ¿no?"
James se echó a reír, comprendiendo la intención que tenia la pelirroja con ese cambio tan extraño y radical de tema. Después de unos momentos la volvió a mirar y le respondió seductoramente:
-"Como miembro de la familia Potter, tengo una falda escocesa... aunque nunca me la he puesto. Si gustas algún día me la podría poner para ti, y talvez encuentre ese misterio que tanto intriga a las mujeres."
Lily se ruborizo, porque sabía muy bien a que se estaba refiriendo.
-"Me han comentado que el mayor secreto de un escocés es la prenda que lleva debajo de la falda"
-"Te han comentado muy bien" –respondió James, mientras volvía a acercarse a los labios de la muchacha.
En ese momento Snippet llego ladrando y moviendo la cola para meterse entre medio de las piernas de ambos.
-"Ya me parecía raro que no nos interrumpieran... Así que has venido a separarnos. ¿A quién has venido a buscar, lanudo? Mejor quédate con la señorita en la casa, yo me voy un rato al pueblo a buscar algo divertido para hacer."
Sin añadir una palabra más se echó a andar. Lily se quedo pensando en sus palabras y comprendió que, a pesar del beso que se acababan de dar, james iba a buscar la satisfacción que otra mujer con menos escrúpulos podía proporcionarle, una mujer que le daría lo que quería sin discusiones ni compromisos.
"¿Qué me importa lo que haga o deje de hacer? Solo fue un tonto beso, nada más..", se dijo con firmeza.
Para sofocar el dolor y la humillación que las palabras de james le habían causado, subió a su habitación a descansar. Se acerco a la ventana y comprobó que la niebla había desaparecido y que las montañas se cortaban con nitidez en la lejanía del azul del cielo. Sin duda el lugar era precioso...
Aunque aquello no logro hacerle olvidar a James y lo sucedido. Tiro la bufanda sobre la cama y se dirigió a la amplia biblioteca que estaba habilitada como su despacho junto a su habitación. Allí se dedico a mecanografiar las cartas que la señora Potter le había dictado el día anterior, y solo paro cuando oyó el ruido de un auto acercarse a la casa. Era porche descapotable de un rojo oscuro intenso, un color que contrarrestaba con el tono ocre de la tierra.
Más que el coche, lo que la impresiono fue el dueño. Su persona le causo el mismo impacto y nerviosismo que la primera vez que lo vio, y de ello dedujo que James Potter empezaba a gustarle mucho más de lo conveniente.
El hombre bajo del auto y Snippet salió corriendo tras él del auto. Desde su ventana vio como la figura se agachaba y acariciaba al animal, para luego entrar a la casa juntos.
Un rato después Lily estaba en la habitación de la señora Potter, esperando a que terminara de firmar sus cartas, cuando James y Snippet entraron sin anunciarse. Él se detuvo un momento y se quedo mirando a la pelirroja, como recordando todo lo que había pasado entre ellos.
-"Veo que ya te han arreglado el auto" –comento la anciana dama, sonriendo como solía hacer al ver a su nieto-. "¿Cómo has ido al pueblo? ¿Te llevó Harvey?"
-"No. He ido caminando."
-"¿Caminando?¿Tan lejos? Pero si son más de seis kilómetros..."
-"Lo sé."
-"Pobre animalito" –se lamento la señora-. "Debe de estar rendido."
-"¿No ves como mueve la cola?" Esta pidiéndome que lo saque a dar otro paseo."
James se agachó y paso una mano por el lomo del perrito, aprovechando el momento para mirar de reojo a Lily. Ella volvió la cabeza, porque cada vez que él la miraba, su corazón empezaba a acelerarse y temía que él se diera cuenta de ello.
-"Tuve que haberle pedido a tu secretaria que me lleve al pueblo" –continuó-. "Después de todo, anoche le di asilo y hospitalidad en mi cabaña y la salve de una enfermedad bastante peligrosa."
-"Ya te he dicho que no conozco esta región y, por lo tanto, no puedo saber como va a cambiar el tiempo.."
-"No la molestes más, James" -ordeno la señora Potter-. "En cuanto a esa 'hospitalidad'..."
-"Te juro que mi intención era pasar la noche en mí bolsa de dormir frente a la chimenea, pero ese bicho me echó de su territorio y..."
-"No creo que ese 'bicho', tal como vos lo llamas, sea más fuerte o hábil que vos."
-"Claro que no" –intervino Lily-. "Su nieto lo tomó como pretexto para invadir mi territorio."
-"¿Tu territorio?" –preguntó él con sorna-. "¿Me parece o la cama no es mía?"
-"Perdón" –dijo la chica-. "Fuiste muy amable al..."
-"La que no fue nada amable fuiste vos" –declaro James con fuerza.
La pelirroja lo miro bastante enojada ante tal comentario hecho frente a su jefa.
-"De lo cual me alegro mucho" –afirmó la señora Potter, al tiempo que cerraba su vieja pluma-. "Porque el día que Lily sea 'amable' contigo, alguno de los dos tendrá que irse de la casa."
Eso significaba que la que se iría seria ella, porque su jefa no iba a echar a su único nieto. En ese momento Lily descubrió que no quería irse de esa casa; el trabajo le gustaba mucho más de lo que había creído, el lugar le resultaba sumamente hermoso y agradable, no quería separarse de la señora Potter, y que su nieto...
No quiso seguir el curso de sus pensamientos y volvió su atención a lo que ocurría entre las otras dos personas que estaban en esa habitación.
-"El correo trajo esto" –dijo la señora Potter en se momento, mostrándole varias cartas abiertas.
-"Permítame sacar mi libreta para tomar nota" –pidió la chica, volviendo a su papel de secretaria.
-"¿ves porque no quiero perderla? No quiero deshacerme de esta maravillosa y dulce muchachita. Tampoco de ti, por supuesto, así que tendrán que soportarse y portarse bien. ¿Entiendes, James?"
-"Perfectamente" –le respondió con malévola sonrisa-. "Vamos a ver que opina la secretaria perfecta del asunto."
-"Yo nunca me porto mal" –afirmo la aludida con firmeza.
A su mente acudió el comportamiento que tuvo en la cabaña y en el garaje, y reconoció que aquello no era del todo cierto; pero antes de que pudiera añadir algo más, James riendo a carcajadas le pregunto:
-"¿Me estas diciendo que ningún hombre te ha...?"
-"¡James Potter!" –exclamo la abuela escandalizada-. "Sal de mi habitación inmediatamente."
-"Perdón, abuela" –dijo él en tono zumbón.
Eso hizo que la dama sonriera, recordando sin duda el niño travieso que una vez fue. Distraída por sus recuerdos, la anciana no advirtió la mirada llena de burla y de abierta sensualidad que James le dirigió a Lily en el momento de salir de la habitación.
La pelirroja quedo prendada a la puerta por la que había salido el nieto de su jefa, recordando el brillo que había visto en sus ojos.
"¿Como le digo a la señora Potter que mi cabeza comprende perfectamente su punto de 'portarse bien'... pero que mi cuerpo se resiste a llevarlo a cabo?"
Continuara...
Nota de la Autora:
Muy buenos días a todos! Ya ni se deben acordar quien soy, no? La verdad me he tardado muchísimo con este fic (más de lo normal), y lo lamento muchísimo. Al principio no me venían ideas, y después había perdido el hilo de la historia... pero no se, hoy de golpe se me prendió la lamparita en la cabeza y se me vino este capítulo a la cabeza. ¿Qué les pareció? Merece la pena o sigo esperando a que se me ocurra algo mejor... ¿? En todo caso espero que les haya gustado, y no se hayan olvidado mucho de esta historia!
Espero sus reviews ehh! Espero que mi regreso sea bien bienvenido por todos aquellos que tan amablemente me han escrito mails y reviews para que siga con este fic! Nos vemos pronto!
Att. Lady Verónica Black.-"Que la magia los acompañe, las estrellas guíen su camino, pero más que nada griten a todo pulmón: ¡¡Viva Xiao Lang Li, Eriol Hiragizawa, Harry Potter y Los Merodeadores (salvo la rata apestosa ¬¬); Los hombres más lindos y sexys que hay!"
¡¡DEJEN REVIEWS, PORFISS…!
