Esta historia ya la había subido anteriormente, la subo de nuevo, más completa, con menos errores y más consciente, espero les guste y déjenme saber que opinan, y que otras parejas o ideas les gustaría que escribiera.
Era un día normal como cualquier otro en la sociedad de las almas, En el 13vo escuadrón se encontraban unos ocupados Kiyone, Sentarō y Rukia, apurados a terminar papeleo y retirarse lo más pronto posible pues comenzaba a anochecer. Les gustaba pasar tiempo juntos, Junto con Ukitake habían logrado formar un lindo escuadrón que se comprendía y apoyaba, pero a pesar de eso, el trabajo últimamente era demasiado, Rukia estaba bastante cansada últimamente, y aunque le encantaba trabajar ese día lo único que pensaba era llegar a dormir a casa.
El trabajo se hacía rápido, los tres competían entre ellos para motivarse, haciendo carreritas y dividiéndose el trabajo, para que el último de rellenar y terminar el papeleo, como castigo sería llevarlo al 9no escuadrón. Rukia iba en primero, como siempre, sin problema y moviendo su mano ágilmente, una hoja tras otra, además de que estaba más motivada a terminar ese día por su cansancio, mientras Kiyone con trabajos le podía seguir el ritmo.
Con una mirada triunfal, Rukia tomó el último papel para ponerlo sobre la pila que tenía a lado, sonriendo, y quitándose el sudor de la frente, se levantó, y apoyaba moralmente a ambos a seguir esforzándose, mientras tomaba sus cosas para al fin retirarse a dormir como su capitán ya lo había hecho previamente.
Justo antes de salir, viendo como terminaba Kiyone, y se burlaba de Sentarō, su móvil sonó, y un poco apresurada y agitada lo tomo para darse a la sorpresa de que era Renji quien llamaba. Dudo en contestar por unos segundos, ella quería mucho a Renji, pero la llamaba siempre por tonterías, y ese día estaba muy cansada para que le saliera con algo tonto que solo le quitaría tiempo que podría usar para tumbarse a descansar. Suspiro, y al final contesto.
-Rukia!! Estoy en el 4to escuadrón, debes venir, algo le paso a Kuchiki Taichouu!
Alterada Rukia se levantó, mientras gritaba al teléfono a Renji que le explicara que pasaba con Su nii-Sama, pero sin más explicación Renji colgó, dejando a Rukia preocupada y dudosa.
Despidiéndose rápidamente de sus subordinados, comenzó su viaje al 4to escuadrón usando un shunpoo, y durante los pocos segundos hacia su recorrido lo único que pensaba era que podría haber pasado con su hermano y deseando que no fuera nada grave.
Al llegar, Isane se encontraba en una puerta, la miro asustada y preocupada
-Tranquila, Kuchiki-san- pronunció Isane relajada y tomando a Rukia de sus hombros- El Capitan Byakuya se encuentra bien, no corre peligro, solo tuvo un pequeño problema con un experimento del capitán Mayuri, pero la capitana Unohana dice que no pasa nada y en unas semanas estará como si nada, apenas puedas verlo te avisaré.
Rukia respirando un aire de tranquilidad suspiró, contenta y relajada de que no haya sido nada grave, Renji en verdad la preocupó con su llamada y su tono de voz, pero de igual manera seguía preocupada y quería ver a Byakuya lo antes posible.
No pasó mucho tiempo, cuando Unohana salió y la vio sentada esperando en la sala de estar del escuadrón.
-Rukia-san, qué gusto verte, cuando gustes puedes pasar a ver al capitán- dijo sonriendo, parecía divertida- pero antes quiero que sepas que, es el mismo, todo volverá a la normalidad en unas semanas, el capitán Mayuri y yo estamos viendo si hay una solución más rápida, pero si no lo único que podemos hacer es esperar a que pase, quizás no te recuerde mucho, solo no te preocupes demasiado.
Rukia sorprendida la miro, o sea, no la recordaba? Que había pasado? Todo estaría bien? Como podría estar bien si Byakuya no la recordaba? Mientras todas estas preguntas se situaban en la cabeza de Rukia y se dirigía junto con Unohana a la habitación donde se encontraba su hermano, empezaba a oír gritos de un niño y Renji, peleando. ¿Que hacía un niño peleando con Renji en el cuarto de Su hermano?
Jalando la cortina y entrando, vio a un Renji desquiciado, siendo jalado bruscamente de su melena por un niño, alto, guapo, de pelo largo sostenido en una coleta con un listón rojo, una vena en la frente y gritándole a su teniente.
Rukia confundida, volteó a ver a Unohana, pensando si se habían equivocado de habitación, pero Unohana cabizbaja sonreía, divertida de la escena, dándole a entender que estaban en la habitación adecuada.
-Taichouuuu, suélteme, Rukiaaaa, ayúdame!- pedía Renji, mientras intentaba deshacerse del pequeño que jalaba su cabello y su cachete
Rukia se acercó, indecisa, tomando la mano del pequeño y apartándola de Renji, dejando a este liberado, y mirando al niño más de cerca lo entendió.
-nii...-Sama?- pregunto dudosa, mientras que sus ojos se abrían como platos. Si. Era el. Su cabello, sus ojos, era idéntico solo que... menor. Si, no podía ser otro. Si no que hacía Renji ahí, y porque lo llamaba así?
-Nii-... que? Tu quien eres?- pregunto un pequeño Byakuya, sin identificar a Rukia
Rukia volteó a ver a la capitana Unohana, mientras que ella se sentaba en un pequeño sillón cerca de la cama donde se encontraba el pequeño Byakuya.
-Parece ser que El Capitan es como hace 100 años- comenzó explicando- el capitán Mayuri probaba una nueva pócima, lamentablemente el capitán se atravesó cerca, y al tener contacto con esta se desmayó y regresó a su forma de niñez- río divertida de la situación- la pócima dejara de hacer efecto en aproximadamente dos semanas, en las cuales el poco a poco irá recuperando su memoria, solo que no será capaz de actuar más que como lo haría si fuese un niño en verdad, durante ese tiempo debes cuidarlo ya que no será capaz de desempeñar sus actividades como capitán hasta que vuelva a su forma normal.
Rukia tenía mucho que procesar, y aunque estaba un poco sorprendida le tranquilizaba saber que todo volvería tarde o temprano a la normalidad, y mientras eso pasaba ella debía cuidar de su hermano esta vez. Se levantó, y con una sonrisa comprensiva se sentó en la cama junto con Byakuya mientras levantaba su mano y la detenía justo delante de su cabeza, buscando si este la detenía o se lo permitía.
-ya veo...así que ahora debo de cuidarte, eh? Nos vamos a divertir mucho juntos!- decía mientras acariciaba su cabeza y su melena y Byakuya se dejaba hacer, no la conocía, pero sentía una plena confianza y paz mientras ella estaba y lo acariciaba.-no me recuerdas ahora, pero soy tu hermana- decía mientras este levantaba su mirada para verla a los ojos.
¿Hermana? Como pudo olvidar que tenía una hermana? Y además qué pena, porque ella era realmente hermosa como para ser su hermana, creía que había conseguido un nuevo crush y resulta que es su familiar, que tristeza.-¿qué pasa? Tienes fiebre?- pregunto Rukia, claramente preocupada, pues Byakuya había sonrojado, no por fiebre si no por sus pensamientos de esta.
Y así pasarían, unas semanas donde Byakuya tendría que dejarse cuidar por Rukia, podrían unirse más y conocerse realmente a fondo, pero, ¿que traerá esta experiencia al terminar la situación?
Y aquí está el primer capítulo de este pequeño fic que tenia pensado subir nuevamente y mejorado desde hace tiempo, espero les guste
Estén al pendiente del siguiente capítulo :))
