Juego de citas

Capítulo uno: Primer episodio

—¡Feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños a ti! —Un gran pastel con un par de velas con forma de "30" fue colocado delante de la cumpleañera—. ¡Feliz cumpleaños, Kohaku! ¡Feliz cumpleaños a ti!

Todos aplaudieron y la sonrisa de Kohaku fue inmensa. ¿Pastel y todos sus seres queridos en una sola habitación? ¡No podría ser más feliz!

Aunque bueno… no era del todo cierto que todos sus seres queridos estuviesen ahí.

Apartó esos pensamientos de su mente cuando recibió un abrazo de su hermana, que vino incluido de un abrazo de su sobrino de dos añitos, su adorado Ruchiru.

—¡Feliz cumpleaños, tía! —exclamó con su vocecita adorable, derritiéndole el corazón. Para parecerse tanto a Chrome, por suerte había heredado el factor lindura de Ruri.

Recibió felicitaciones y abrazos de otro par de personas, sobre todo de sus amigos de la era moderna, que eran los que acostumbraban a cantar esa canción tan rara y pegadiza.

Pronto pasó a la parte que más le interesaba: comer pastel.

Salieron a fuera, ya todos con sus rebanadas, y pronto otros aldeanos comenzaron a acercarse a felicitarla también.

—¿Treinta años, eh? Vaya, has crecido mucho. —Una dulce anciana acarició su cabello con cariño, haciéndola reír.

—¿Ya treinta? —Otra anciana se quedó con la boca abierta—. Por los dioses, Kohaku. ¿Y aún no tienes marido? ¿Ni quiera un novio?

—Ja, no —contestó con despreocupación, comiéndose lo que quedaba de su rebanada de un bocado.

—¿Sin novio y ya con treinta? —Otra mujer mayor, que de paso era la partera que sirvió por muchos años en la aldea, frunció el ceño—. ¿Y tú no piensas formar una familia, niña?

—Claro. —Ladeó la cabeza—. Algún día lo haré. —Bebió un sorbo de sake desde una copa.

—Ya tienes treinta —señaló la partera, como si ella no supiera su propia edad—. ¿Qué no sabes que a esta edad normalmente se empieza a perder la capacidad de tener hijos? —Kohaku escupió todo su sake de golpe.

—¡¿Ah?!

—Oh, lamentablemente es cierto. —Una cuarta anciana asintió con tristeza—. A mis treinta y dos años aborté al que hubiera sido mi tercer hijo, luego ya no pude tener otro pequeño…

—Y yo nunca he visto a una mujer mayor de treinta y tres dar a luz —agregó la partera—. Esa debe ser la edad límite. Estás muy cerca, Kohaku.

—N-no creo… —Abrazó su copa contra su pecho.

—Bueno, si quieres tener familia, deberías comenzar a buscar marido —dijo la segunda anciana—. Eres muy hermosa, seguro no te será difícil.

—Oh, pero debes buscar a alguien que te amé, y alguien a quien puedas amar —intervino la primera mujer mayor—. Lo más importante es el amor. No te fuerces a nada.

—Pues el amor debe apresurarse. El embarazo dura nueve meses, no querrá terminar abortando también por estar pasada de edad. —Kohaku palideció ante las palabras de la partera, partiendo la copa entre sus dedos, cortándolos con los bordes filosos del cristal.

—¡Oh, Kohaku! —Ruri corrió hacia ella al verla con sangre manchando sus dedos.

La llevó adentro para vendar sus dedos, por mientras dejó a su hijito Ruchiru sentado en una silla, jugando con un avión de juguete.

Mientras su hermana trataba sus heridas, Kohaku miró amorosamente a su sobrinito.

Recordaba el día en el que él nació como uno de los más felices de su vida, ayudó en todo lo que pudo para cuidar de él, lo amaba tanto como amaba a su hermana.

Y también… el tener a su adorado sobrinito la hizo reforzar sus sueños de formar una familia algún día.

El problema era que… ella no quería una familia con cualquiera. Quería una familia con el hombre que amaba. Con Senku.

—¿Estás bien? —preguntó Ruri, preocupándose al ver el cambio en su expresión.

—¿Eh? Sí. —Rio nerviosamente—. Descuida, solo estaba maldiciéndome por romper la copa.

—Debes ser más cuidadosa. —Negó con la cabeza—. Bueno, tal vez ir a llevarle una rebanada de pastel a Senku-san te haga sentir mejor. —Frotó su mejilla con cariño, antes de pasarle un platito con la rebanada que siempre guardaban para Senku, año tras año.

Kohaku tomó la rebanada y se marchó camino al laboratorio, pensando en que Senku nunca iba a sus cumpleaños. Nunca iba al cumpleaños de nadie, pero por alguna razón hoy se sintió triste de pensar que siempre era ella la que tenía que ir a insistirle para verlo en su propio día especial.

El año pasado él estaba trabajando en un nuevo modelo de Smartphone cuando ella llegó a darle su rebanada. Como le recordó con su presencia que ese día era su cumpleaños, él decidió regalarle el celular una vez acabó de construirlo. Se sintió muy feliz, pero ahora que lo pensaba él probablemente se sintió obligado a darle un regalo solo porque ella se tomó la molestia de llevarle una rebanada de pastel.

Gruñó cuando sus pensamientos se llenaron de cosas negativas y molestas. ¿Por qué de repente le fastidiaba tanto tener treinta y que su relación con Senku siguiera igual que diez años atrás?

Treinta años… Siempre pensó que a esta edad estaría casada con algún chico de la aldea y cazando para alimentar a sus hijos, pero ni siquiera tuvo novio.

El único avance en su vida romántica fue un beso que le dio a Senku cuando ambos estaban asquerosamente borrachos, y ni siquiera lo recordaba, fue Gen el que le dijo lo que había hecho, y ella le echó la culpa al alcohol. Senku no dijo nada al respecto, probablemente ni siquiera le importó.

Kohaku se detuvo delante de las puertas del laboratorio, mirando desanimada al edificio.

Ruri había convencido a Chrome de casarse solo un año después de la boda de Taiju y Yuzuriha, quizás porque acabó embarazada y Kokuyo amenazó con degollarlo… ¡pero se casaron! Lo cual era muy bueno, porque parecía que la construcción de la máquina del tiempo tomaría muchos años más.

¿Cuántos años tomaría? Ella quería declararse luego de que Senku cumpliera su meta, pero…

"Pues el amor debe apresurarse. El embarazo dura nueve meses, no querrá terminar abortando también por estar pasada de edad".

¿Quizás debería confesarse ahora? ¿Ahora mismo?

No lo pensó mucho y entró al laboratorio, caminando a paso firme hasta el laboratorio exclusivo de Senku, sorprendiéndose al ver que la puerta estaba entreabierta.

Asomó la cabeza, viéndolo arrodillado en el piso, girando con toda su escaza fuerza una tuerca con una herramienta extraña.

Sonrió y estuvo a punto de ofrecerle su ayuda, pero entonces una voz se hizo oír antes:

—¿Esperas a alguien? —Era el pequeño "Whyman" amarrado a la cintura de Senku, en su capsula de vacío.

—No —contestó él con tranquilidad, trabajando en hacer girar algo con tuercas—. Ya me han fastidiado bastante hoy, pareciera que ven mi laboratorio como parque de recreación para sus malditos picnics. —Rascó su oído con fastidio—. No entiendo por qué insisten en molestarme cuando saben lo ocupado que estoy. La máquina del tiempo no se hará sola, si me siguen distrayendo se tardará unos cincuenta años. —Rio entre dientes.

—¿No disfrutas estar con los de tu propia especie? —preguntó la medusa, lleno de curiosidad.

—A veces, pero prefiero dedicarme a la ciencia, y es algo que todos saben. —Miró a su proyecto con ojos brillantes—. No quiero perder el tiempo con cosas innecesarias. Aunque mis amigos saben eso. —Volvió a reír, con su mirada ablandándose—. Supongo que debo agradecerles el darme mi espacio. Aunque muchas veces, como hoy, no lo hacen. —Bufó, volviendo a dedicarse a girar tuercas.

Kohaku bajó la mirada, viendo la rebanada de pastel en sus manos.

No lo pensó dos veces y dio media vuelta, yéndose fuera del laboratorio y comiéndose la rebanada de pastel ella misma.

No valía la pena molestar a Senku por una tonta rebanada de pastel, así como tampoco valía la pena molestarlo con sus innecesarios sentimientos de amor.

Sonrió con tristeza.

Podría esperarlo toda la vida de ser necesario, pero… su cuerpo no esperaría con ella. Probablemente solo le quedaba un par de años para volverse incapaz de tener hijos, y era algo que siempre le dio curiosidad y un poco de ilusión. No estaba dispuesta a renunciar a ese sueño, ni siquiera por su amor incondicional hacia Senku.

Estaba decidida. Buscaría otro amor, alguien con quien poder formar una familia.

¿Qué tan difícil podía ser?

—¡¿Quieres conocer hombres?! —Todas sus amigas se fueron de espaldas al escucharla.

—Sí —contestó simplemente.

Estaban en su reunión de amigas semanal, y Kohaku no dudó en pedir su ayuda, ya que ella no tenía ni la menor idea de cómo acercarse románticamente a hombres.

—Pero ¿qué pasa con Senku? —preguntó Minami, ganándose un suave codazo de Mirai.

—Bueno, no la culpó por querer olvidarse de él —masculló Amaryllis—. Todas lo conocemos, parece que se va a morir virgen —dijo sin tapujos, sonrojando a varias chicas allí.

—Kohaku, ¿estás segura? —Suika la miró con preocupación, al igual que Ruri.

—Sí. —Bueno, había tomado la decisión ayer, pero seguía pareciéndole buena idea—. Me quiero casar. ¿Cómo conozco chicos, entonces? —insistió, queriendo que le dijeran lo que tenía que hacer de una vez.

—Si estás tan desesperada, puedes simplemente elegir a uno de tus muchos fanáticos —señaló Nikki, luciendo un poco divertida por la situación. Ella no creía que Kohaku pudiera superar a Senku tan fácil.

—Ja, no, gracias. Preferiría un hombre que no se la pasara mirándome los pechos. —Cruzó los brazos con molestia—. ¿Cómo conozco buenos hombres?

—Ahí lo tienes difícil. —Minami la miró con condescendencia—. De esos hay pocos.

—La mayoría son idiotas como Mozu —agregó Kirisame, frunciendo el ceño al recordar a ese pervertido.

—Toma tiempo conocer a las personas, y más enamorarse. —Amaryllis suspiró—. No será nada fácil.

—¿Y no hay forma de hacer eso más rápido? —Kohaku comenzó a frustrarse. ¿Por qué tenía que ser tan complicado? Mejor acabar con las cosas de una vez, lo más rápido posible.

Todas suspiraron resignadas al escucharla.

—No se puede apresurar el amor —aseguró Nikki.

—Eso es cierto —susurró Yuzuriha, que hasta ese momento había estado callada y pensativa.

—¿No existe forma, entonces? ¿Ninguna?

—Bueno, no que yo sepa. —Minami encogió los hombros.

—¿Quizás Gen lo sepa? —se preguntó Mirai, ladeando la cabeza—. Él sabe mucho de esas cosas por ser un mentalista, ¿no?

—Ja, no le preguntaría a ese murciélago ni en diez billones de años. —Cruzó los brazos.

—Pero si quieres apresurar las cosas, tal vez sea tu única opción —le dijo la reportera.

Fue por eso que Kohaku acabó visitando al mentalista esa misma noche, muy a regañadientes.

Él la recibió con exagerada hospitalidad, haciéndola arrepentirse al instante. De todos modos, ya estaba allí, así que le contó sin tapujos lo que quería, dejándolo en blanco por un momento.

—No me esperaba esto, me has sorprendido, Kohaku-chan~ —canturreó, aunque con una mirada distante—. ¿Puedo preguntar por qué?

—Solo quiero casarme, no creo que sea tan raro. —Encogió los hombros—. Quiero una familia y todo eso. Entonces, ¿existe una forma rápida de encontrar un buen hombre para ser un buen marido?

—Qué directa. —Rio nerviosamente—. Bueno… —Pareció pensarlo un momento un poco demasiado largo, haciéndola impacientarse, hasta que por fin le sonrió misteriosamente—. De hecho, hay una forma.

—¡¿La hay?! —Apretó un puño con emoción.

—Sí, pero… tendrás que participar en uno de mis programas, el que voy a estrenar en una semana, uno del que nunca esperé que tú podrías ser la estrella, querida Kohaku-chan~.

—¿Eh?

Cuando acudió a Gen para encontrar un método más rápido para encontrar marido, Kohaku jamás pensó que acabaría metida en su programa de televisión.

Desde que Gen decidió dejar el trabajo de diplomacia a otras personas de su confianza, volvió a dedicarse al mundo del entretenimiento, y cada año sacaba nuevos programas divertidos que todo el mundo veía. Senku creía que eran "basura" y Kohaku jamás los entendía, pero sí les veía la gracia. Aunque participar en esos programas era algo muy distinto.

¿Cómo acabó metida en algo así?

Gen le explicó que sería un método mucho más rápido para encontrar buenos hombres de los que podría enamorarse sin tener que esperar años para establecer un vínculo, y ella aceptó sin pensarlo dos veces porque eso era justo lo que estaba buscando.

Fue así como terminó sentada en un gran sillón rojo con forma de corazón mientras veía a varias personas maquillando el rostro de Gen, preparándolo para entrar al aire en su nuevo programa en vivo.

—Tres… dos… uno… ¡Al aire! —gritó el director.

—¡Hola, hola, querido público! —Gen sonrió inmensamente hacia la cámara mientras una música empalagosa comenzaba a sonar—. ¡Bienvenidos a su nuevo programa favorito con su mentalista favorito de siempre! —Alzó los brazos y de inmediato una lluvia de pétalos de flores cayó sobre él—. ¡Este es el primer capítulo de Juego de citas!

El público que estaba asistiendo ese día aplaudió con entusiasmo desde las gradas, a lo que Gen hizo una gran reverencia.

Kohaku lo observó con aburrimiento mientras nombraba al director, productores y otras personas importantes, hasta que finalmente se dignó a explicar de qué iba su tonto programa.

—Nuestro "Juego de citas" se llama así porque es muy divertido, ¡pero de juego tiene muy poco! Es un asunto muy serio, porque el objetivo de este programa es ¡unir a las almas gemelas!~ Cada dos meses tendremos un alma solitaria en busca de su media naranja ideal, ¡y empezamos con todo! Porque nuestra primera alma solitaria es la heroína favorita de todos. ¡Nuestra hermosa Kohaku-chan! —La señaló con ambas manos y todas las cámaras y varios reflectores se fueron sobre ella.

Kohaku pestañeó varias veces y Gen le hizo señas para que saludara a la audiencia.

—Eh… hola. —Rascó su oído con el meñique.

—Muy bien, Kohaku-chan~. —Las cámaras volvieron a Gen—. Como hoy es el primer programa y por lo tanto tu primer día, es la hora de seleccionar a los candidatos que conocerás durante los próximos dos meses. Primero describirás porqué estás en este programa y qué buscas en tu media naranja, y luego yo te haré una serie de preguntas~. —Alzó un brazo, volviendo a lanzar una lluvia de pétalos.

Kohaku lo miró con confusión. ¿Por qué hacía todo ese show? Él ya le había explicado todo lo que tenía que decir.

—Muy bien. —A pesar de todo, decidió seguirle el juego.

—Dinos, entonces, ¿por qué estás aquí? —Se sentó frente a ella en un banquito bien decorado.

—Estoy buscando marido —contestó sin tapujos.

—¿Una persona para pasar el resto de sus días juntos? ¿Y eso incluye hijos y su casita juntitos?~

—Así es. —Hizo una mueca ante su forma de decirlo.

—¿Cuántos hijos quisieras?

—Uno… quizás dos.

—¡Excelente, excelente!~ Espero que los chicos interesados hayan tomado nota. —Guiñó un ojo hacia la cámara—. Ahora te haré unas preguntas, Kohaku-chan. ¡Empecemos con la primera pregunta! —Una música extraña mezclada con los "tic-tac" de un reloj empezó a sonar—. Para ti, ¿qué aspecto debe tener el amor de tu vida?

Ojos rojos, cabello extraño y puntiagudo. Delgado y con apariencia de que podría matarlo de un golpe.

—Ja, eso no me importa. —Cruzó los brazos, mordiéndose la lengua para no decir nada que la delatara.

—¡Kohaku-chan es una chica que no se fija en las apariencias, perfecto, perfecto!~ Segunda pregunta~. ¿Preferirías a un hombre a) sensible, b) inteligente o c) atlético?

—Inteligente, supongo. —No podía mentir en eso, Senku no era ninguna de las otras dos.

—¡Excelente!~ Tercera pregunta… ¿Qué es lo que más te disgusta de un hombre?~

—Que sean pervertidos, haraganes y egoístas. —Básicamente acababa de describir a Ginro.

—Cuarta pregunta… ¿Qué es lo que más te gusta de un hombre?

—Eso sería… un hombre con fuerza de corazón, con un carácter inquebrantable. —Senku—. Capaz de avanzar paso a paso sin importar cuánto le tome, por algo en lo que realmente crea. —Senku, Senku, Senku—. Así debe ser. —Así era él.

Gen sonrió misteriosamente, con una mirada a sabiendas, antes de seguir hablando.

—Quinta y última pregunta, Kohaku-chan. Si el hombre al que escoges al final de tus dos meses cometiera un error o dijera una mentira… ¿podrías perdonarlo?

Kohaku ladeó la cabeza. ¿Qué clase de pregunta era esa? Gen no le dijo nada de eso antes de comenzar el programa.

—No lo sé —contestó, sin pensarlo demasiado—. Si su disculpa es sincera, si lo siente de todo corazón, supongo que sí. —No pensó mucho en eso, pero ya había perdonado a personas como Magma, Tsukasa y otros, aunque dependiendo del error quizás no podría ver a esa persona como una pareja, pero no le importaba perdonar a un amigo.

—Perfecto. —Gen sonrió a la cámara, guiñando un ojo, por alguna extraña razón—. Muy bien, Kohaku-chan, ahora pasaremos a la parte divertida~.

—¿Parte divertida?

—¡Así es! ¡Escogeremos a tus pretendientes! —Se paró del banquito e hizo llover flores otra vez (¿esas cosas nunca se le acababan?), luego se acercó a una cámara y sonrió—. ¡Chicos solteros, ya escucharon a la belleza aquí presente! ¡Las líneas están abiertas! ¡Si crees que puedes enamorar a nuestra amada y única Kohaku-chan, llama ahora al número en pantalla! —Señaló al mismísimo aire, confundiendo a Kohaku—. ¡Y que sea rápido, solo aceptaremos a cinco afortunados! ¡Llamen ahora!

Kohaku se revolvió en su asiento, escuchando el levísimo sonido lejano de teléfonos sonando detrás del escenario. ¿Qué clase de hombres llamarían para intentar conquistarla?

Ugh, el asunto era realmente ridículo, pero ya estaba allí y no pensaba echarse atrás.

—¡Tenemos nuestra primera llamada! —Gen aplaudió con entusiasmo, llevando un dedo a su oído izquierdo—. Así funciona esto, Kohaku-chan. Yo le haré unas preguntas a tu pretendiente y luego tú decidirás si lo aceptas o no. ¿Entendido?

—Claro…

—¡Muy bien! ¡Atenderé a nuestra primera llamada! —Se oyó un efecto de sonido de un teléfono siendo atendido—. ¿Hola? ¿Joven enamorado? ¿Estás ahí?

Todo se quedó en un incómodo silencio un par de segundos, antes de que finalmente una grave voz masculina se dejara oír.

—Hola. —Y eso fue todo lo que dijo.

—¡Bienvenido a Juego de citas! ¡Eres nuestra primera llamada! —La sonrisa de Gen era descomunal—. Dinos, ¿cuál es tu nombre? No es necesario que sea tu nombre real, pero le estarías dando una mala primera impresión a nuestra belleza protagonista. —Rio con un guiño a la cámara.

—Sebastian —contestó con sequedad el hombre.

—Muy bien, Sebastian-chan, cuéntanos un poco de ti. ¿Eres extranjero?

—Sí, sí. —Parecía fastidiado y hablaba con un acento extraño que Kohaku no reconoció.

—¿Qué te hizo llamar? ¿Te conquistó la hermosura de la apariencia de Kohaku-chan? ¿Su personalidad? ¿Sus respuestas? Cuéntanos.

—Ella me gusta —dijo con sequedad, pareciendo todavía más fastidiado.

—Podrías ser un poco más específico, Sebastian-chan~.

—Todo de ella… me gusta. —Su voz de repente hasta sonó más ronca y por alguna razón Kohaku sintió sus mejillas calentarse un poco. Ni siquiera sonaba como un pervertido, pero parecía… sincero.

—Ya veo. —Gen sonrió divertido—. Y bien, habla de ti. ¿Por qué crees que eres digno de nuestra Kohaku-chan? ¿Eres todo lo que ella describió?

—Eso debe decidirlo ella. —Kohaku alzó una ceja ante esa contestación, mientras que Gen suspiró profundamente.

—No ayudas mucho, Sebastian-chan. ¿Podrías hablarnos un poco de ti? ¿A qué te dedicas, pasatiempos, a dónde la llevarías a una cita?

—Llegué recientemente a Japón —murmuró, con voz monótona—. Soy químico industrial. —Eso llamó la atención de Kohaku.

—¿Eso es que es un científico? —le preguntó a Gen, que asintió, haciéndole una seña de espera.

—Mi pasatiempo es… tomar té. —Suspiró con aún más fastidio—. La llevaría a… un restaurante.

—Interesante. Muy bien, Sebastian-chan, veo que eres un hombre de pocas palabras, así que pasemos a Kohaku-chan. ¿Tú quieres hacerle alguna pregunta?

Kohaku frunció el ceño, pensativa.

—¿Qué piensas de la ciencia? —preguntó luego de dudar un momento.

—La ciencia… —Sebastian hizo una pausa, antes de volver a hablar—. La admiró más que a nada. Quiero aprender mucho más de ella, quiero aprenderlo todo.

Kohaku sonrió.

—¿Y bien, Kohaku-chan? ¿Aceptarás a este pretendiente como uno de tus cinco galanes o lo rechazarás?

—Aceptó. —Asintió.

—¡Perfecto, Sebastian-chan! ¡Eres nuestro primer pretendiente! Gracias por llamar, una de nuestras operadoras seguirá en contacto contigo. —Guiñó un ojo a la cámara, antes de llevar una mano a su oído—. Y bueno, ¡ya tenemos nuestra segunda llamada! Adelante. —Se oyó el efecto de sonido de un teléfono siendo contestado.

—¡¿Hola?! ¡¿Kohaku-sama?! —Kohaku alzó mucho las cejas cuando oyó una voz femenina.

—Oh, vaya, qué sorpresa. —Ni siquiera Gen se había esperado eso—. ¿Tu nombre?

—¡Soy Misa! ¡Kohaku-sama, te amo! ¡Eres lo máximo! ¡Por ti me haría una operación de cambio de sexo apenas se reinventen!

—Eh… Kohaku-chan, ¿aceptarías a una mujer? —le susurró Gen, sudando frío.

—Pero yo quiero tener hijos. —Se cruzó de brazos—. Y quiero un marido.

—Bueno, es una lástima, Misa-chan, solo aceptaremos hombres esta vez. —Gen agitó las manos con nerviosismo.

—Ow… ¡Bueno, pero te amo, Kohaku-sama! ¡Eres la mejor!

—Ja, muchas gracias. —Rio, un poco divertida y la despidió con cortesía mientras ella chillaba de emoción.

—Tercera llamada. ¡Adelante!

—¿M-me escuchan? —Una tímida voz masculina se hizo oír.

—Te escuchamos, fuerte y claro~. ¿Tu nombre?

—S-soy… emm… Daisuke.

—Bienvenido a Juego de citas, Daisuke-chan. ¿Qué te hizo llamar? ¿Qué fue lo que te gustó de Kohaku-chan? ¿Su apariencia, personalidad, sus respuestas? Cuéntanos un poco.

—Yo c-creo que ella es… es la chica m-más bonita que he visto en mi vida. Y comparto muchos de sus ideales, además de que la admiró como heroína de la humanidad.

—¡Aw! —La audiencia se enterneció.

—Y yo… creo que… seríamos una buena pareja. —Se escuchó claramente cómo tragaba saliva—. Soy… soy un poco inteligente, creo. Estoy estudiando para ser un gran científico. Quiero ayudar a la civilización a recuperarse. —Kohaku arqueó las cejas, interesada—. Y si me escoge, yo… quiero intentar hacerla feliz.

—Muy, muy interesante, Daisuke-chan. —La sonrisa de Gen se volvió un poco maliciosa—. ¿Cuáles son tus pasatiempos? ¿Trabajas aparte de estudiar? ¿A dónde llevarías a Kohaku-chan para una cita?

—Me gusta estar en casa, y los videojuegos. P-por ahora no trabajo, solo ayudó en casa a mis padres. Llevaría a Kohaku-san… eh… a donde ella lo pida.

—Y dime, Daisuke-chan. ¿Crees que eres digno de ella? ¿Qué puedes ofrecerle? ¿Te gusta la idea de ser su marido y tener muchos hijitos con ella?~ —canturreó Gen, ignorando la mala mirada de la chica.

Daisuke pareció atragantarse.

—C-como dije… quiero hacerla feliz. Para mí sería el más grande honor que me elija… E-espero no molestarla en nada y espero al menos llegar a conocerla un poco.

—Entiendo, entiendo~. ¿Tienes alguna pregunta qué hacerle, Kohaku-chan?

Una vez más, Kohaku le preguntó por su opinión sobre la ciencia.

—¡La adoró! —dijo de inmediato—. Q-quiero decir, estudió sobre ella y yo… —Su voz volvió a bajar—. De verdad me encanta. Podría hablar por horas sobre ciencia, y quiero estudiarla toda mi vida si es necesario.

—¿Qué dices, Kohaku-chan? ¿Lo aceptarás o lo rechazarás?

—Sí, lo aceptó. —Asintió.

Gen se despidió de Daisuke y pasó a la cuarta llamada.

—Mi nombre es Ichiro —se presentó el tipo de la nueva llamada—. Estoy llamando aquí porque Kohaku constantemente me ignora cuando le hablo en la construcción. Soy su supervisor, ganó mucho dinero. Haríamos la pareja perfecta, es obvio que…

—Lo rechazó. —Apenas reconoció su voz, Kohaku hizo cara de asco.

—¡¿Cómo te atreves a…?!...

—¡Muy bien, vamos a la quinta llamada! —Gen lo cortó de inmediato y pasó a otro chico.

—¡Hola! ¡Soy Ti… eh… Ta… Tatsuo! —Rio nerviosamente.

Kohaku ladeó la cabeza. ¿De dónde se le hacía familiar esa voz?

—Tatsuo-chan. ¿Qué te hizo llamar a este programa? ¿Qué te gusta de nuestra Kohaku-chan?

—¡Tengo fuertes sentimientos por ella! ¡La admiró por todo lo que ha logrado y quiero hacerla muy feliz!

—Qué apasionado. Dinos… ¿Cuáles son tus pasatiempos? ¿A qué te dedicas? ¿A dónde llevarías a Kohaku-chan para una cita?

—¡Me gusta pescar! Antes lo hacía por sobrevivir, pero ahora lo hago por diversión. —Kohaku podía entender ese sentimiento, era algo similar para todos los aldeanos—. Trabajo como constructor. Y… llevaría a Kohaku-chan a una cita en el bosque, creo que le gustaría. —Rio a sabiendas.

—Hmm, tiene razón. —Kohaku asintió, antes de preguntarle su opinión sobre la ciencia.

—Le debo mucho a la ciencia. ¡Mejoró mi vida y la vida de todas las personas que me importan! No la entiendo ni un poco, pero la agradezco con todo mi ser.

—Ja, puedo entender ese sentimiento. —Sonrió alegremente—. Lo aceptó.

—¡Tenemos a nuestro tercer pretendiente! ¡Muchas felicidades!

La sexta llamada fue un pervertido descarado que Kohaku rechazó de inmediato, mientras que la séptima fue un poco más interesante.

—Mi nombre es… Hiroshi —se presentó el nuevo—. Es un placer.

—Bienvenido, Hiroshi-chan. Y bien, ¿por qué llamaste? ¿Qué te gusta de nuestra protagonista?

—Sería más fácil que me preguntes lo que no me gusta. —Rio por lo bajo—. La verdad es que me ha dejado… fascinado. Nunca vi a nadie como ella… me gustaría poder conocerla más.

Kohaku ladeó la cabeza. Le gustaba el tono de voz suave de este chico, parecía ser todo un caballero.

—¡Veo que eres un gran romántico, Hiroshi-chan! —Gen parecía muy entretenido, por alguna razón—. Dinos, dinos, ¿cuáles son tus pasatiempos? ¿A qué te dedicas? ¿A dónde llevarías a Kohaku-chan para una cita?~ ¡Dinos, dinos!~

—Soy ingeniero mecánico. No tengo mucho tiempo, trabajó demasiado, pero suelo ayudar en hospitales en todo lo que pueda en mis ratos libres. —Hizo una pausa—. En cuanto a la cita… si a ella le parece bien, podría darle un recorrido por mi zona de trabajo. Si mis sospechas son ciertas y tiene cierta fascinación por la ciencia, creo que le gustara. —Rio suavemente—. Luego de eso podría llevarla a un picnic, creo que sería una experiencia agradable.

Wow… era un chico interesante. A Kohaku ya le daba curiosidad, por lo menos.

—¿Y por qué crees que eres digno de nuestra Kohaku-chan? ¿Te interesa ser su esposo y padre de sus hijitos rubios y preciosos?~ ¿Quieres que te salgan con los ojos azules?~ —De nuevo, Kohaku lo miró mal.

—He tenido mala suerte en estas cosas de romance y eso… Hace poco estaba esperando a alguien que nunca llegó. —Rio de forma un tanto melancólica, haciendo a Kohaku ladear la cabeza, curiosa por lo que podría significar aquello—. Llegué a pensar que las relaciones amorosas no eran para mí, pero quiero intentarlo. Quiero… al menos intentarlo. No sé si seré digno, creo que solo ella lo podrá decidir. Por mi parte, quiero conocerla. Y si me acepta, estoy dispuesto a todo con ella.

Kohaku se revolvió en su asiento, sorprendida por tanta sinceridad. Era un caballero muy honesto, eso era algo que ya le gustaba de él. Quizás era el que más le gustaba.

—¿Qué piensas de la ciencia? —le preguntó cuando Gen le dio la opción.

—La ciencia es una vieja amiga que siempre ha estado ahí para mí, me alegra que hoy en día se le dé más del reconocimiento que merece. Por mi parte, siempre la he adorado y siempre lo haré. Quiero aprender todo lo que pueda. —Su voz sonó llena de seguridad y firmeza.

Kohaku sintió su corazón aligerarse ante esa respuesta. Era bueno escuchar a gente moderna decir ese tipo de cosas, mayormente no parecían tan impresionados con la ciencia como los aldeanos.

—Lo aceptó —le dijo a Gen, que de inmediato le dio sus felicitaciones a Hiroshi, antes de pasar a la octava llamada.

—¡Adelante! —Se oyó una vez más el efecto de atender un teléfono—. ¿Hola?

—Bueno, bueno, hola. —Una masculina voz juvenil y juguetona se hizo escuchar—. Mi nombre es Ark.

—Ark-chan, bienvenido a Juego de citas. —Gen pareció extrañado por un momento, quizás por su nombre tan raro—. Cuéntanos, ¿qué te hizo llamar al programa? ¿Qué te gusta de Kohaku-chan?

—Para ser sincero, no iba a llamar. —Kohaku alzó una ceja—. Pero al seguir viendo este tonto programa me di cuenta de que ella es la chica más interesante que he visto desde que quitaron mi estúpido caparazón de piedra al que llaman petrificación. Por cierto, ¿a nadie se le hace raro que todavía no se le haya dicho al público general los motivos por el cual nos llovió mierda extraterrestre?

—¡Eh, Ark-chan! ¡Este programa es para todo público! —Gen empezó a sudar, agitando las manos.

—Bueno, excremento extraterrestre. Entonces, ¿cuándo van a hacer un programa explicando todas esas cosas? Creo que sería mucho más productivo que este tipo de programa basura. Me sorprende que una chica como ella esté en este programa ridículo. Se nota que es demasiado lista para eso, así que me da todavía más curiosidad. En vez de que me haga preguntas, yo quiero ser el que la interrogue, y no solo por sus motivos para sumarse a esta tontería. Sé que es una astronauta y fue a la maldita Luna a salvar al mundo. ¿Qué hay más interesante que eso?

—Wow, wow, Ark-chan, eres muy parlanchín, ¿eh? —Gen rio nerviosamente—. Tengo miedo de preguntar esto, pero… dinos, ¿cuáles son tus pasatiempos? ¿A qué te dedicas? ¿A dónde llevarías a Kohaku-chan para una cita?

—No me dedicó a nada, acaban de despetrificarme, apenas y sí sé dónde estoy parado. ¿Tienes idea de lo mucho que cambió la geomorfología de todo el mundo en estos casi cuatro mil años? ¿Y todo por qué? Por parásitos alienígenas que ni siquiera son "vida-vida", sino una especie de vida mecánica. Todo lo que he hecho es estudiar sobre esas cosas, pero apenas y sí hay información. Apenas me pongan al tal Whyman delante juró que…

—¿Podrías responder a la siguiente pregunta, por favor? ¿Tus pasatiempos? —Gen lo interrumpió, con varias gotitas bajando por su frente.

—¿Pasatiempos? Estudiar. Averiguar. Despiertan a la gente y les dan un departamento barato y no nos dicen prácticamente nada. ¿Cómo esperan que me quedé tranquilo? De todas formas, también me gusta el anime, eso sí.

—Bien, bien. —Gen suspiró—. ¿Y a dónde la llevarías a una cita?

—Apestó para esas cosas, ella puede elegir el sitio que quiera. Quizás el observatorio, podemos buscar en qué parte de la luna estuvo. Mierda, ¿ya dije que eso fue genial? —Rio entre dientes—. O a cualquier lugar donde podamos hablar tranquilos, o bien a donde quiera, no soy quisquilloso. Si le gusta el anime y el manga, las opciones se multiplican.

—Muy bien, muy bien. —Gen empezó a hartarse un poco, mientras que Kohaku empezó a tener los ojos en espiral por lo mucho que hablaba este chico—. Kohaku-chan, ¿le harás una pregunta?

—Emm… ¿qué opinas sobre la ciencia? —preguntó algo recelosa, sin querer del todo que volviera a marearla con otro discurso interminable.

—¿La ciencia? —Rio entre dientes—. Es mi vida. Quiero saberlo todo, hasta el último detalle, no importa si me toma toda mi vida.

Kohaku abrió mucho los ojos, sintiendo su corazón acelerarse un poco.

—¿Y bien? —Gen la miró de reojo—. ¿Lo aceptas o lo rechazas?

—Mmm… —Lo pensó más que con los otros. Era interesante, inteligente, pero era el más molesto de todos—. Yo… mmm…

—La duda me ofende. —Lo oyó reír burlonamente y sintió una vena hincharse en su sien.

—Ja, estoy segura de que un rechazo te ofendería más. —Sonrió con los dientes apretados, muy tentada a decir que no.

—Bien, bien, me callaré. —Se escuchó algo que sonó a que estaba tamborileando sus dedos sobre el teléfono.

Kohaku se preguntó si eso significaba que, quizás en el fondo, estaba preocupado por su respuesta.

—Lo aceptó —soltó impulsivamente.

—Oh, vaya. —Gen pareció muy sorprendido y quizás hasta contrariado—. Bien, pues… ¡Felicidades, Ark-chan! ¡Eres nuestro quinto y último galán elegido! Una de nuestras operadoras te dará los detalles. —Se oyó el efecto de sonido de un teléfono colgándose y Gen se volvió a la cámara—. ¡Debido al entusiasmo de nuestro último concursante, nos hemos quedado sin tiempo por hoy! ¡Pero no se preocupen! ¡Sintonícennos mañana para obtener todos los detalles de cómo será este juego de citas! ¿Quién se quedará con el corazón de nuestra bella Kohaku-chan? ¡Averígüenlo aquí en Juego de citas! —Lanzó otra lluvia de pétalos de flores y, acto seguido, las luces se apagaron.

Kohaku solo pudo abrazarse a sí misma, preguntándose una vez más en dónde demonios se metió.

Sebastian. Daisuke. Tatsuo. Hiroshi. Ark.

¿Alguno de ellos cinco podría enamorarla?

Más importante aún… ¿alguno podría quitarle a Senku del corazón?

Solo le quedaba esperar al segundo episodio de Juego de citas para obtener respuestas.

Continuará...

Holaaaaaaaaaa :D

Nuevo long fic de la OTP!

Porque quiero, porque puedo, y porque me apetece XD

Se me ocurrió esta idea y pensé que podría ser divertida, ojala les guste :'D

Este fic tendrá un giro al final... me pregunto si podrán adivinar cuál es ese giro antes de tiempo OwO

Diez billones de puntos al q lo logre xD

Bueno, de verdad espero q esto les haya gustado! No olviden que se les ama!~ :3

Me despido!

CELESTE kaomy fueraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!