Y hasta aquí llega esta historia. Quiero agradecer a todos aquellos que la habéis seguido y en especial a los que se molestaron en dejarme comentarios. Es realmente lo que motiva a una a escribir más rápido. La verdad es que me gustaría escribir más historias sobre SD, pero dado las que ya tengo empezadas, que son bastantes, tendrá que esperar algo de tiempo . Creo que eso es todo, y ahora para dejar de aburriros os dejo de una vez con el capítulo

Capitulo anterior: Epilogo (Parte a)

Cuando llego ante la puerta de Kei, pudo oír claramente gritos que a su parecer, eran los gritos del pobre Kei siendo violado… Pobre iluso. Cuando Haku por fin abrió la puerta la escena con la que se encontró le dejó helado.

En la enorme cama del rubio se encontraban dos chicos. Uno esposado a la cama mientras que el otro se inclinaba sobre el con su cabeza a la altura de su cintura. La ya para entonces desquiciada mente del moreno solo pudo pensar que aquello era una violación y con un grito de furia, que dejo helado a más de uno, se abalanzó sobre la cama a "salvar" a su amigo.

Epilogo (parte b) (Este capítulo será en un principio con narrador en 3ª persona, más tarde volverá a Kaede)

Kei por su parte se había llevado el susto de su vida al escuchar aquel grito de guerra. En un principio pensó que sería alguien de su familia que había vuelto antes de tiempo y que por primera vez en su vida, le habían pillado con las manos en la masa, y de la peor manera posible.

Pero cuando el rubio esposado a la cama giró su cabeza para ver quien era, todo su cuerpo se quedó helado. Allí en la puerta, todo colorado y mirando furioso a su amante de turno, se encontraba Haku. El susto había conseguido que toda su excitación se esfumara más rápido que cualquier cubo con agua, pero un momento más tarde, cuando pudo recapacitar sobre ello, el asombro dio paso a la furia. Después de todo Haku no tenía ningún derecho a llegar allí de repente.

Pero antes del que pudiera abrir la boca para gritarle cuatro verdades a la cara, el moreno se abalanzó contra todo pronostico contra Andrew, su amante, quitándoselo de encima y tirándolo al suelo bruscamente. A partir de ahí todo fue demasiado confuso y rápido.

Haku pareció perder la cordura por un momento y empezó a golpear a un muy confuso Andrew que solo atinó a cubrirse lo mejor que pudo con sus brazos. Si bien Haku no daba demasiado miedo por su constitución, el chico furioso era puro nervio, y aquello podría ser peligroso.

- ¡Haku!- Exclamó furioso su amigo cuando se recuperó lo suficiente como para decir palabra- ¿Qué demonios crees que haces¡Para de una vez esto!

Pero Haku parecía tan consumido por su furia que no escuchaba. El rubio, desesperado, intentó librarse de sus esposas, pero fue inútil.

- ¡Eres idiota¡¡¡Para!- Aquel grito lleno de desesperación penetró en el cerebro del moreno, que se puso en pie dejando libre al otro chico.

- Lárgate de aquí… Quiero perderte de vista ahora mismo si no... Te mataré.

Andrew no se lo pensó dos veces y sin vestirse si quiera salió corriendo del cuarto. Haku se quedó mirando un momento la puerta por donde había desaparecido el chico y después se volvió hacía la cama para soltar a Kei. El moreno estaba tan sumido en sus propios pensamientos que no se dio cuanta de lo que expresaban los ojos del rubio.

Cogiendo las llaves que estaban encima de la mesita, Haku se acechó hasta el cabecero9 de la cama para soltar a su amigo, y cuando al fin el otro pudo sentarse en la cama, Haku se acercó para mirarle a la cara.

- ¿Estas bien?- Preguntó inocentemente, pero aquellas palabras hicieron reaccionar al otro.

- ¿Qué si estoy bien¿Dices que si estoy bien? Pues claro... Por que no iba a estarlo después de que un estúpido se presentara en mi casa en medio de una sesión estupenda de sexo, nos separa y le da a mi amante una paliza. ¿Cómo se supone que iba yo a estar mal?

Haku pareció quedarse paralizado ante esto. Miró a su amigo con los ojos como platos preguntándose hasta donde había llegado su error.

- Esto… ¿Entonces quiere decir que… no tenías que ser rescatado?

- ¿Res… rescatado?- kei parecía que en cualquier momento iba a sufrir un colapso nervioso. Su cuerpo temblaba por la furia mientras veía a su primo retorcerse las manos frente a él.- Claro… Andrew estaba chupando con tan énfasis que me estaba matando, menos mal que llegaste tu, si no… ¡Vete a saber que habría pasado!

Aquellas palabras dolieron al moreno, ya había sido suficiente ver a esos dos para que encima ahora le vinieran diciendo esas cosas.

- Yo… esto es un error, veras…- Empezó a explicarse, pero fue interrumpido por Kei

- ¿Un error¿Es que eres tonto o qué?- El tono burlón hizo encogerse al moreno.

- Déjame explicarte, lo que paso fue…

- ¡No me interesa¡Yo creía que eras mi amigo¿Es qué acaso te crees que solo tú puedes tener sexo con quien quieras o qué¿Por eso me has interrumpido¿No crees que es egoísta?

Haku miró incrédulo a su amigo. No entendía por que se comportaba así. Si bien era cierto que tenía derecho a enfadarse tampoco era cuestión de ponerse Así. Y sus palabras parecían ir directamente al corazón del moreno. Pero si en algo se parecían los dos chicos era en el enorme orgullo que les caracterizaba, y frente a todas aquellas barbaridades que le estaba diciendo Kei, Haku solo pudo ponerse a la defensiva.

- ¡Serás imbecil¡Pues ala, quédate ahí con tu estúpido enojo y tu ego¿En serio te crees que me iba a preocupar por que te acostaras con alguien? Yo puedo buscarme a quien me de la gana en menos de dos minutos.

Haku se dirigió hacía la puerta dispuesto a irse de allí sin decir nada más. Pero extrañamente, cuando intentó girar el picaporte, este no se movió.

- Lo que me faltaba… Ahora se atasca…- Murmuró enfurruñado mientras tiraba con todas sus fuerzas del pomo.

- Tan estúpido que ni sabe abrir puertas- Dijo Kei burlón desde su cama. Sin embargo ambos chicos se quedaron estáticos al escuchar una voz muy conocida desde el otro lado de la puerta.

- Muy bien, escucharme bien por que no lo repetiré dos veces- Kaede, desde el otro lado, sonreía mientras en su mano balanceaba el llavero que tenía de las llaves de la casa de Kei- No os abriremos la puerta hasta que os digáis todo lo que tenéis que decir. Tu Haku quiero que le digas por que has venido hoy y además de eso decirle lo que de verdad te pasa y Kei… Tú haz lo mismo si no quieres que le diga a Haku la conclusión a la que hemos llegado Hana y yo después de la conversación de la mañana.

En el cuarto solo se podían escuchar las moscas que volaban por fuera de la casa, que más bien eran muy pocas en esa época del año.

- ¿No decís nada? Bueno pues tendré que empezar yo… Veamos Hana¿Por cual quieres que empiece amor?

- Está bien- Grito de pronto Haku, que estaba colorado y de nuevo nervioso. Toda su furia acababa de desaparecer.- Veras… Esto ha sido un error, no se que debe tener ese zorro en la cabeza, pero la cosa es que me llamó diciéndome que te estaban violando. Por eso vine corriendo

Kei ante aquello no supo ni que decir. Toda aquella situación se le hacia tan ridícula que no sabía como debía tomarse las cosas. Pero por encima de todo estaban las amenazas de Kaede. El rubio estaba más que seguro de lo que el moreno y su novio habían descubierto y es que el amor que él sentía por Haku desde hacía ya demasiados años cada vez era más difícil de esconder.

Haku se dio la vuelta para mirar a su amigo ya lentamente se acercó hasta él. Por suerte Kei se había tapado con una sabana y así el moreno se sintió más seguro para sentarse junto al chico en la cama.

- Siento haberte hablado así Kei, pero en verdad me sacaste de quicio. Estaba muy preocupado por ti y cuando vi que todo era mentira por una parte me sentí aliviado, pero sabes que soy muy cabezón y bueno… tus palabras no fueron muy amables tampoco.

Kei se asombró de ver así al otro. Era la primera vez que le veía tan serio.

- No pasa nada… Cosas peores nos han pasado y aun que debo admitir que fui muy borde... Bueno el que te interrumpan en medio del acto y le peguen una paliza a tu amante…- Kei se calló al ver el gesto dolorido que por un solo instante deformó las hermosas fracciones de Haku.- ¿Por qué viniste Haku?

- ¿Eh?- Se sobresaltó el moreno, pero momentos después para su consternación sus mejillas se sonrojaron intensamente- Bueno yo… Eres mi amigo y no podía dejar que te hicieran daño y bueno… ¿Qué pasaría sui te violaran y yo lo hubiese sabido? Nunca me lo perdonaría. Aun que quizás tendría que haberme detenido a pensar en ello pero… Bueno no me dio tiempo y bueno…

Las carcajadas del rubio hicieron que Haku dejara de hablar de inmediato cogiendo aire profundamente, un poco más y se terminaba ahogándose con tantas tonterías juntas.

- Ahhh, sí. Definitivamente me lo has dejado todo mucho más claro ahora.- El rubio empezaba a entender lo que sucedía allí y con una sonrisa picara se recostó contra el cabecero de su cama mirando intensamente al otro chico. Kei intento mantener el control sobre su cuerpo, pero el ver a su primo a solo unos pasos de el completamente sonrojado y mientras el estaba completamente desnudo estaba empezando a afectar cierta zona de el que ahora se levantaba entre sus piernas.- ¿A que más se refería Kae con eso de que me tenías que decir lo que de verdad te pasaba?

- ¿Cómo? Yo… yo no se de que habla… Le habrá afectado tanto sexo… El muchacho está en celo y eso deja a cualquiera alucinando.

Un claro EJEM EJEM se escucho a través de la puerta y Haku empezó a odiar a cierto moreno por meterse donde no le llamaban.

- Cállate Rukawa- Gritó el moreno mientras se levantaba de la cama intentando escapar de allí. Jamás en su vida se había sentido tan avergonzado y nervioso y es que solo Kei lograba ponerlo así. Claro que el rubio hubiese estado en sus mismas condiciones de no haber adivinado ya de que iba todo aquello.

- ¿Ya te vas?- Dijo Kei con una voz sensual que hizo estremecer al moreno- Yo no digo que todo sea culpa tuya pero… Aun que fuera mentira, fuiste tu el que interrumpió todo, por lo que creo que es tu deber solucionar mi pequeño problema.

Haku le miró sin entender nada, pero cuando los ojos de Kei bajaron hasta su propio regazo y los del moreno los siguieron, por poco le da un infarto al ver el bulto que se apreciaba claramente a través de las sabanas.

- ¿Qué demonios estás diciendo Kei?

- ¿No he sido bastante claro? Es tu culpa que esto este así por lo que debes ser tu quien lo arregle.

El rubio echó a un lado las mantas y se arrodilló en la cama. La mirada de Haku no pudo evitar el recorrerle lujuriosamente todo el cuerpo. Es que Kei era una belleza. Sus ojos verdes, tan expresivos, estaban llenos de deseo, su sensual boca perecía llamarle a gritos para que atrapara aquellos labios entre los suyos. Y toda su piel parecía tan tersa y delicada que el deseo por tocarla le hacía escocer los dedos.

El moreno algo asustado por la situación, se echó hacia tras como queriendo evitar el contacto, pero Kei solo sonrió burlonamente mientras se adelantaba hacia él. Cuando Haku estuvo en el borde de la cama, se dio cuenta de que debía escapar de allí, su mente le decía que si se dejaba llevar por el deseo que le consumía, después se arrepentiría.

Pero entonces las manos de Kei le cogieron por los hombros mientras de un movimiento se tiro a la cama de espaldas arrastrando a su amigo. Haku no pudo evitarlo, y todo su cuerpo quedo encima del de Kei. Poco le faltó para perder por completo el control y es que tener la erección del chico presionando contra su abdomen era más provocación de la que podía aguantar.

- Kei… No sabes lo que haces. Somos primos….- Dijo intentando zafarse de los brazos del otro, pero sin conseguirlo- Te estas dejando llevar por el deseo, después te arrepentirás- Dijo, y para si mismo pensó- " y eso yo no lo soportaría"

Son embargo Kei pareció no oírle y de un movimiento tumbó a Haku en la cama para ser él quien estuviese encima del moreno

- Déjate de tonterías de una vez y dímelo Haku. Dime lo que quiero escuchar.

- No se… no se de que hablas- Dijo girando la cabeza, no sabía si su primo estaba jugando con el o si de verdad estaba dispuesto a hacer el amor con el. Pero Haku no estaba dispuesto a ser uno más de los muchos amantes de turno del rubio. Tenía demasiado orgullo para eso.

- Claro que sí. Ambos lo sabemos. Dímelo de una vez para poder besarte y tocarte Haku. Por que necesito escucharlo de tu boca. Dime que me quieres.

Los ojos del moreno se abrieron como platos para después entrecerrarse con furia. ¿Acaso su primo sabía lo que él sentía y aun así jugaba con él?

- ¿Por qué demonios haces esto?

- Necesito oírtelo Haku.- Kei agachó su cabeza hasta que sus labios quedaron a unos centímetros de los del moreno- Necesito saber si soy correspondido.

Tras aquellas palabras Kei se inclinó aun más hasta rozar aquellos labios con los que tan a menudo soñaba. Haku por su parte estaba paralizado bajo él. El rubio acarició suavemente los sensuales labios de su amigo en una tierna caricia para después sacar su lengua y delinearlos dejando un rastro húmedo. No quería precipitarse, aquello lo había estado esperando demasiado tiempo como para ahora venir a fastidiarlo.

Cuando el moreno pudo reaccionar, sus brazos rodearon el cuello de Kei para acercarlo más a él mientras sus manos se enterraban en su sedoso pelo. Un poco desesperado por la vacilación del otro, Haku abrió sus labios y su lengua salió pidiendo permiso para entrar en la boca del otro. Kei simplemente abrió su boca para dejarse por fin levar por toda la pasión que estaba sintiendo en aquellos momentos.

- Te quiero- Susurró Haku contra los labios del otro cuando ambos se separaron por falta de aire- Te he querido siempre.

Kei pareció estremecerse ante las palabras y momentos después se abalanzó de nuevo para devorar los labios de Haku. Esté le recibió gustoso y sus manos ahora dejaron de acariciar su pelo para bajar y acariciarle la espalda.

- ¿No crees que tienes demasiada ropa?- Preguntó algo divertido el rubio cuando se percató de que el otro aun estaba completamente vestido- Quiero tocarte entero, y así lo veo algo difícil….

No hizo falta decir nada más. Haku rodó mientras agarraba el cuerpo de su amanta para colocarse sobre el, sentándose en su cadera mientras empezaba a quitarse la camisa. La visión que en aquel momento tuvo Kei le dejo extasiado. Haku tenía las mejillas sonrojadas y respiraba entrecortadamente. Sus labios entreabiertos y sus ojos vidriosos por el deseo hicieron que el pene del rubio saltara de excitación. Tenía que admitir que el moreno era más guapo aun que el. Aun que nunca se lo diría claro, lo último que el rubio quería era elevar más el ego del otro.

Pero Haku, a diferencia de él, tenía los músculos más marcados. No demasiado, simplemente tenía la cantidad justa y en los lugares justos. Sus fracciones eran refinadas y definitivamente bellas y su cabello ébano era completamente liso aun que algo despuntado. Su corte por debajo de las orejas le daba un toque sensual que dejaba a más de uno con la baba colgando.

Saliendo de sus pensamientos, Kei se dio cuenta de que él aun no le había dicho lo que sentía claramente y deslizando sus manos por el desnudo pecho del otro, susurró:

- Yo también te quiero Haku. Más que a nadie.- Kei se levantó un poco para poner una mano en la nuca del otro y después hacerlo descender y unir de nuevo sus labios. Haku aun no se había quitado los pantalones y eso era algo que Kei pensaba solucionar rápidamente.

Haku deslizó sus manos por el pálido pecho del rubio sintiendo como el corazón del chico latía acelerado bajo su tacto. La respiración parecía ser también dificultosa. Una de sus manos se dirigió hasta el pezón izquierdo acariciándolo eficientemente hasta que sintió como se endurecía mientras que la espalda se arqueaba.

- ¿Te gusta?- Pregunto sensualmente separando los labios del chico para dirigirlos hacia su oreja, allí se dedicó a jugar con su lóbulo lamiendo y succionando.- Pues esto te va a gustar aun más

El moreno bajó su cabeza hasta donde momentos antes había estado su mano y en aquella ocasión fue su boca la que se ocupó de sacar toda clase de sonidos eróticos del rubio lamiendo, chupando y besando cada centímetro de piel del otro.

- Ahhh, deja de torturarme así Haku- Jadeó Kei mientras elevaba su espalda por instinto. Aquella boca parecía quemar por allí donde pasaba y le estaba haciendo perder el control muy fácilmente.

Pero Haku no le hizo caso y siguió con sus besos. Cuando sintió que Kei no aguantaría mucho más, su boca bajó hasta la ingle del chico repartiendo cortos besos alrededor de la excitación de su amante.

- Tienes muy poco aguante Kei….- Murmuró burlón lo suficientemente alto como para que el otro le escuchara.

- Ya… ahhh, ya veras cuando te toque a ti… - Haku acercó su mano y acarició los cremosos muslos mientras su boca por fin dejaba de torturar al otro, sin embargo fue por poco tiempo.

- MMMmmm¿Qué me harás¿Esto?- Su boca apreso la punta del miembro de Kei chupándola y absorbiendo intensamente hasta que consiguió que unas gotas de semen se deslizaran por su boca.

El moreno se sacó el miembro para después lamerlo en toda su longitud mientras sus manos se dedicaban a acariciar los testículos y los muslos del chico.

Haku besaba aquí y allá de tal forma que Kei temió que su amigo hubiese estado en lo cierto. Si seguía así probablemente explotaría muy pronto. Pero sus pensamientos se borraron cuando la boca de su amante capturo su pene y empezó a bombearlos con habilidad. Se notaba que el chico tenía experiencia.

- ¡Ahhhhh¿Quita Haku! Me voy a correr….- El moreno no le hizo caso alguno y Kei comprendió que no pensaba retirarse. Por un momento pensó en obligarle a hacerlo, el nunca había recibido el semen de nadie en la boca por que le resultaba algo asqueroso, pero pronto su cerebro no fue capaz de razonar nada. Pequeños espasmos hacían que sus músculos se tensaran y su espalda se arqueara. Kei agarro fuertemente las sabanas mientras con un último grito llegaba a un orgasmo explosivo.

- ¿Por qué lo has hecho?- Susurro casi sin fuerzas el rubio.

- Quería saber como sabes- Fue lo único que dijo el otro chico mientras se levantaba de la cama rápidamente para quitarse los pantalones.

- Tu…- La vacilación en su voz hizo que Haku le mirase intrigado- ¿Tu lo haces con todos? Yo nunca he….

- Algunas veces. Pero normalmente no.- Al ver la expresión que cruzo por el rostro de su amigo, Haku se dio cuenta de algo- ¿Estas celoso?- Pregunto entre divertido e incrédulo

- ¿Yo¿Cómo voy a estar yo celoso? En la vida e sentido celos de nadie

- Ahhhh. – Era evidente que el moreno no creía una palabra, por lo que Kei bajo la vista algo apenado- Vamos Kei, sabes que eso no es importante. No se como puedes estar celoso de alguien…

- Pero tú te has acostado con muchos chicos y puede que alguno….

- Oye que tu te has acostado pro lo menos con los mismos que yo

- Ya pero…

Suspirando, Haku terminó de desvestirse y se recostó junto al otro chico abrazándole. El agradable aroma que desprendía le estaba embriagando los sentidos.

- No debes estar celoso de eso. Sabes que ninguno duro más de una semana y… bueno mientras estaba con ellos siempre pensaba en ti. Te he llevado en mi corazón por tanto tiempo que a veces no sabía si me acostaba con esos chicos o con tu recuerdo.

Kei sonrió complacido y de pronto su rostro se iluminó. Con una sonrisa picara se colocó sobre el otro chico a cuatro patas dejando sus caras muy cerca.

- Déjame probarte. Quiero ver como sabes Haku.- Si el moreno se sorprendió pro aquello, lo disimulo muy bien. Haku abrió los brazos dejándolos lasos a sus costados y se quedo quieto para que el rubio le hiciese lo que se le ocurriera.

- Soy todo tuyo amor.

Kei le dio un corto beso en los labios para después bajar su cabeza hasta la altura de la entrepierna del otro. Sonriendo complacido al ver lo excitado que estaba, su mano siguió el miembro empezando a masajearlo con una seguridad que solo la experiencia podía dar.

Haku empezó a gemir y arquearse mientras sus manos se enroscaban ahora en el pelo del otro chico.

- Y ahora... Probemos- Kei acercó su boca y empezó a masturbar el miembro mientras acariciaba el trasero y los muslos de Haku. El moreno no tardo en sentir como todo su cuerpo se tensaba en clara señal de que el clímax se acercaba.

- Si no quieres… no pasa nada pro que no lo hagas- Dijo entre jadeos, pero en aquel momento el moreno ya no pudo aguantar más y terminó en la calida boca de su amado. Kei se tragó todo el semen saboreando aquel extraño sabor. No era desagradable del todo después de todo.

Kei se tumbó sobre el moreno colocándose entre sus piernas abiertas y con una mano empezó a acariciar el trasero del moreno. Pero este se tenso con el solo contacto

- ¿Qué haces?- Preguntó exaltado mientras con los brazos empujaba al rubio para que se quitara de encima.

- ¿Ehh? Bueno no querrás que te posea sin haberte preparado ¿No?

- Espera... Para el carro machote. Aquí tú no vas a tomar a nadie. Yo siempre he sido activo en las relaciones…

Un tenso silencio se produjo en el cuarto hasta que por fin Kei hablo

- No pienso hacer el papel pasivo en la relación. Yo siempre he sido seme.

- ¡Pero lo lógico es que fuera yo!- Intentó convencerle el otro. Pero cuando Kei elevó sus finas cejas el moreno supo que tendrían que resolver aquello de alguna manera.

- ¿Y eso por qué?

- Bueno… Tu eres el más pequeño de complexión y pareces una linda muñequita. Yo soy más masculino- Aquellas palabras fueron todo un error, pero Haku no se dio cuenta hasta demasiado tarde.

- ¿Muñequita?… ¿Te parezco una muñequita?- Haku se sobresaltó pro el tono de su rubio. Parecía que en cualquier momento saltaría para matarle.

- Esto… No espera... Yo no quise decir eso

- Ahora veras quien es la linda muñequita

Haku no tuvo tiempo de reaccionar antes de que el chico se levantara de la cama, y tras coger un bote transparente de la mesita se volvió a la cama. Para ser tan pequeño, Haku comprobó que su amigo tenía más fuerza de la que parecía ya que cuando le sujetó sus brazos con una sola mano sobre su cabeza, Haku no logró soltarse. Pero cuando la mano del rubio empezó a masturbarle pareció olvidar toda idea de resistencia.

Cuando Kei sintió que el otro dejaba de luchar, dejó de masajear su miembro ya excitado y se unto lubricante en sus dedos. Lentamente, ya que sabía que el otro era virgen en aquel sentido, introdujo uno de sus dedos en el interior de su entrada. Estaba algo apretada, pero gracias al lubricante y a la excitación del chico, Kei pudo meter muy pronto dos dedos más.

- Eres… Eres un maldito. Pero ya veras tu después…- Jadeó el chico, sin embargo cuando los dedos se retiraron soltó un gemido de protesta. Se sentía tan bien….

Kei se colocó bien y elevando las caderas del otro chico empezó a introducir su miembro en la virginal entrada. Haku grito de dolor, pero cuando consiguió meterse completamente el moreno pareció algo más calmado.

- ¿Te duele mucho?- Preguntó Kei sin mover ni un músculo. Estaba decidido a ir lentamente para no dañar al otro.

- Mmmm, nunca pensé que se sintieran así los demás.- Haku recibió una dura mirada de su compañero pro mencionar justo en aquel momento a los otros amantes que había tenido, pero con una sonrisa conciliadora, el moreno empujó sus caderas para hacer que Kei se moviera.

Al principio las envestidas fueron lentas, pero por mucho que Kei quiso ser dulce y tierno, Haku no le dejo. Con cada embestida el ritmo se volvía más y más salvaje acercando a cada uno a su propio éxtasis y en pocos minutos Kei pudo sentir como el moreno se derramaba sobre sus vientres. Aquello provocó que el mismo terminara dentro del moreno al instante.

- Kei… Que te quede claro que la próxima vez seré yo el seme.

- Eso ya se verá…- Susurró el rubio contra el oído del otro. Ambos estaban tumbados en la cama con sus cuerpos completamente pegados en un abrazo cariñoso.- ¿Por qué te pusiste hoy tan nervioso? Juraría que nunca te había visto sonrojado de esa forma.

- Bueno… Es que nunca había estado en una situación así.- Ante la mirada incrédula de Kei Haku exclamó- ¿No me iras a decir que para ti esto no ha sido diferente de las otras veces?

- Emm¿Diferente¿En que sentido?- Kei intentó hacerse el desentendido, pero no funciono. Claro que aquella vez había sido diferente.

- Eres malo…- El rubio se gano un codazo en las costillas- Ya enserio. No pude evitar ponerme nervioso. Las demás veces no me importaba para nada lo que pudieran pensar los otros. Era simplemente sexo, pero contigo no era así. Sabía que amándote como te amo las cosas iban a ser distintas y todo esto era muy importante para mi. Quiero que entiendas que eres la única persona que logrará ponerme nervioso.

Ante aquellas palabras Kei se enterneció. El conocía al moreno mejor que nadie y sabía que bajo toda aquella fachada de conquistador y pervertido se encontraba una persona que como todas las demás, necesitaba de alguien que le quisiera. Y Kei estaba decidido a ser esa persona.

Cada vez que Haku estaba cerca su corazón parecía saltar y muchas veces se había puesto nervioso con su sola presencia. Kei sabía a la perfección como se sentía Haku, pero al contrarió del moreno, el lo había sabido disimular mejor.

Aquella noche ellos dos durmieron como niños, agotados pero muy felices. Hana y Kaede se fueron a sus casas nada más escuchar el primer gemido de aquellos dos y como los jóvenes hormonales y saludables que eran, también ellos tuvieron su merecida noche de pasión.

(Pensamientos de Kaede Rukawa)

Al día siguiente, tanto Hana como yo nos levantamos temprano para ir a la escuela. Por mucho que adorase tener a mi pelirrojo junto a mi cada mañana, el hecho de que el chico me despertara con agua todos los días era algo que me sacaba de quicio. Pero Hana estaba empecinado en que era la persona que más dormía del mundo y que todas las malditas mañanas el intentaba despertarme de todas formas, y sin ningún éxito.

Cuando aquella mañana llegamos al colegió, todo pasó con normalidad, por lo menos hasta la hora del entrenamiento. Todo empezó cuando Hana y yo íbamos a entrar en el vestuario, pero ambos nos detuvimos de repente cuando escuchamos las palabras que decía Ryota.

- ¡Pero es verdad! Yo los vi juntos así que ganamos la apuesta los que votamos por Rukawa. Nos tenéis que devolver el dinero.- Decía un muy convincente Ryota a sus demás compañeros.

- Pero eso no es justo, yo ya había pensado en lo que me iba a gastar mi dinero incluso.

- Si no hubiese votado que Hanamichi se iba a quedar con Haruko hubieses ganado… Ahora quiero mi dinero

Después de aquellas palabras el vestuario se convirtió en un campo de batalla. Todos querían dar a conocer su punto de vista, y todos a la vez. Mientras tanto Hana y yo estábamos completamente mudos.

- Tengo que decirte algo… Yo creo que también aposte en aquella apuesta…- Dijo Hana con los ojos como platos.

- ¿Cómo?

- Bueno no del modo que crees. Lo que pasa es que les pille hablando y les di incluso mi dinero. Aposté por la X En ese momento no me paré a pensarlo, aun que me pareció extraño que todos se quedaran sorprendido cuando dije X

- ¿Sorprendidos?- Yo lo estaba intentando procesar todo. Pero mi cerebro parecía aun algo paralizado

- Pues veras. Creo que lo hicieron como una quiniela. Y supongo que tú serias 1 o 2 y Haruko también. El que yo dijera entonces X les dejaría en un dilema

De pronto una idea y sonriendo le hablé en susurros a mi novio.

- Pensemos… Si 1 por ejemplo era yo y 2 era Haruko… X sería que te quedas solo…. ¿No te gustaría ganarle el dinero a esos idiotas?

Hana sonrió pillando mi idea y sin más yo entré en el vestuario. Al principio nadie pareció notar mi presencia, pero en cuanto Mitsui me vio todos parecieron caer en cuenta de mi presencia como si fuera una reacción en cadena.

- ¿Así que una apuesta eh? Bueno… Pues teniendo en cuenta que Hanamichi y yo no somos pareja y que el dejó a Haruko… ¿Quién ganó al final- Mi voz helada pareció causarles temor. Pero de pronto la voz sorprendida de Ryota se hizo oír.

- Un momento… Vosotros dos estáis juntos. Ayer me lo dijisteis.

- Era mentira. Y bueno… ¿Quién gano? Al final Sakuragi tendrá que apañárselas solo.

Ante aquello, todos parecieron reaccionar. Miradas de complicidad inundaron el vestuario, pero nadie dijo una palabra. Cuando vi el papel que estaba sobre uno de los bancos, me acerqué a el y lo que vi allí me hizo sonreír.

- Así que ganó X...

Ahora era el turno de Hanamichi, quien tal y como habíamos planeado, entro en el vestíbulo con una dura mirada.

- Entonces creo que aquí alguien me debe dinero… ¿No?

- Espera... No os vamos a creer...- Dijo Kogure algo atemorizado pro la mirada del pelirrojo. Pero aun más miedo tuvo cuando yo me acerque a el mirándole inexpresivamente. Con mis ojos vacíos y mi antigua mascara cubriéndome.

Todos parecieron sacar su dinero al mismo tiempo. Ninguno quería pelear conmigo o con mi novio. Pero Ryota aun no estaba convencido.

- Pero yo los vi. Están mintiendo

- Mira, ya es bastante con que os pille apostando por mi vida amorosa. Así que lo menos que puedes hacer es admitir que gané. Y si no…

Rota tragó saliva. El sabía de la reputación de pandillero del chico por lo que terminó dándole el dinero. Sin embargo no pararía hasta descubrir si estábamos mintiendo…

Cuando todos salieron del vestuario Hana y yo nos quedamos solos. Con una sonrisa divertida le dije

- Al final hemos sacado un buen pellizco

- Pero… Ellos se enteraran tarde o temprano de lo nuestro.

- Bueno… Para cuando lo hagan el dinero estará más que gastado y ya no habrá vuelta atrás.

Queda decir que los del equipo si que lo averiguaron. Fue pocos días después cuando Kogure nos vio en el cine demostrándonos nuestro amor con un carnal beso. Pero el dinero había sido gastado y aun que hubo alguna que otra pelea, al final todo se olvido. Después de todo habían sido ellos quienes habían apostado sobre cosas que no les importaban.

Por otra parte Haruko también nos vio una vez que ambos estábamos haciendo la compra en un supermercado. La chica se acercó contenta a saludar a Hanamichi mientras yo me encontraba de espaldas a ellos y cuando les vi juntos todos mis celos saltaron.

Con arrogancia y frente a la mirada atónita de la muchacha, me acerqué hasta mi novio y dándole un señor beso le dije que le esperaría en la cola. Aquella noche dormí en el sofá y Hanamichi no me perdono hasta que al día siguiente yo le di un masaje en toda la espalda y después le prometí que el sería seme durante una semana entera.

Como buena persona que soy, hay que decir que obtuve mi recompensa, mi vida fue larga y siempre tuve a mi lado a Hanamichi como pareja. También tenía a dos buenos amigos como lo eran Kei y Haku que aun que a veces me abochornaban con propuestas como orgías, en general eran de lo mejor. Claro que aquellas propuestas siempre iban en broma ya que una vez Kei me pidió su opinión sobre como le quedaba un bonito pantalón vaquero que se había comprado y para mi mala suerte su novio entro cuando le estaba mirando el culo…

Sobra decir que aquella semana también la pase en el sofá durmiendo.