Juego de Citas
Capítulo seis: Quiz Time (Parte 2)
Ese miércoles todos sintonizaron el canal donde pasaban Juego de citas llenos de expectativas por lo que pasaría en el nuevo episodio. ¿Qué preguntas tendrían qué contestar? ¿Cuál sería el castigo de Tatsuo por fallar la semana pasada?
Después de comerse con todo y papas fritas los diez minutos de comerciales, finalmente el episodio comenzó con su música pegajosa de siempre.
—¡Bienvenidos a un nuevo programa, mi hermoso público! —Gen apareció bajo un reflector con su lluvia de pétalos característica. La doctora de rostro inexpresivo estaba junto a él otra vez—. ¡Hoy es el turno de nuestro tercer galán para responder a las preguntas de nuestra experta en el amor!
—Me pregunto cómo es que esa doctora puede ser experta en el amor si ni emociones parece tener —murmuró recelosa la hija mayor del matrimonio con cinco hijos, abrazada a su almohada con la cara de Gen estampada.
—¡Un gran aplauso para nuestra parejita de hoy! —Gen y el público aplaudieron mientras Kohaku y Tatsuo entraban al escenario, el chico todavía con su mascarilla y lentes de sol como única forma de proteger su identidad—. ¡¿Están listos para recibir su castigo por no poder completar la búsqueda del tesoro la semana pasada?!~
—¿Yo también seré castigada? —Kohaku lo miró con irritación.
—Bueno, no es tanto un castigo en sí… ¡solo que les restaremos su tiempo juntos! Sus respuestas de hoy deben ser breves, no más de tres minutos, ¡y luego de cada pregunta, uno de los otros cuatro galanes llamará al programa y tendrá la oportunidad de hacerle una pregunta a Kohaku-chan! Y si ella no contesta satisfactoriamente puede ser castigada~.
—¡OOOH! —El público aplaudió con entusiasmo y expectativa.
—Eso será emocionante —opinó Luna, aplaudiendo con entusiasmo—. ¿No lo crees, Senku? —Volteó hacia el científico sentado junto a los hermanos Nanami en el sofá junto al sillón donde ella estaba.
—Lo que digas. —Senku ni siquiera estaba mirando al programa, parecía más ocupado en hacer algunos cálculos en una libreta. Sai también estaba trabajando en cálculos, pero él si estaba mirando al programa de reojo cada tanto.
—¡Empecemos con la primera pregunta! —Ignorando el gesto indignado de Kohaku, Gen empezó con el plato fuerte—. ¡Dra. Elise, por favor diles!~
—Primera pregunta… Difícilmente las personas no han experimentado el amor alguna vez en su vida. ¿Alguna vez te has enamorado? ¿Cómo fue la experiencia?
—¡Me he enamorado varias veces! —admitió Tatsuo sin dudar—. Tuve dos novias, chicas increíbles, pero no funcionó por mucho tiempo. Dijeron que soy un poco… intenso. —Frotó su nuca incómodamente.
—Y vaya que tienen razón. —La señora Saionji rio mientras mecía a su bebé adormilada—. Por eso no me gusta como pareja para Kohaku.
—Pero las apreció a ambas, también a las chicas que me gustaron y me rechazaron, ¡pero nadie me ha gustado tanto como Kohaku! —Volteó a verla con entusiasmo, a lo que ella solo rio nerviosamente.
—Yo me he enamorado una vez —admitió Kohaku—. Ja, esa persona jamás me vio de esa forma, pero no me arrepiento de mis sentimientos. Y creo que lo voy a amar toda mi vida… y estoy bien con eso. Nunca le pediré nada a cambio, pero no puedo cambiar la forma en la que me siento.
—Oooh… —El público se conmovió por la intensidad de sus sentimientos.
—Mmm… —Luna entrecerró los ojos, preguntándose si hablaba de Senku. No pudo evitar voltear a verlo, notando que seguía mirando fijamente a su hoja de cálculo, aunque ahora sin escribir, con la pluma fuertemente apretada entre sus dedos.
De repente, Senku se levantó de golpe, sorprendiendo a todos.
—Tengo que ir al baño —dijo simplemente, haciendo a Luna casi irse de espaldas al verlo retirarse rápidamente. Y ella que pensó que finalmente iba a mostrarse afectado por el programa…
—Elise-chan, ¿consideras satisfactorias sus respuestas? —preguntó Gen a la experta.
—Ya que deben ser breves por el castigo impuesto, entonces sí.
—¡Pasemos a la llamada del primer galán, entonces! ¡Sebastian-chan, nuestras operadoras se comunicarán contigo! ¡Por favor atiende en la brevedad posible! —Se escuchó el sonido de teclas de teléfono marcándose.
Luego de treinta segundos, finalmente se escuchó el efecto de sonido de un teléfono siendo atendido.
—Buenas noches. —La gruesa y profunda voz de Sebastian se oía agitada, como si hubiera corrido a atender el teléfono.
—¡Buenas noches, Sebastian-chan! ¡Gracias por atender! Aunque claro, te obligamos por contrato a hacerlo o serías descalificado~. —Rio cantarinamente—. Ahora dinos, ¿cuál es tu pregunta para Kohaku-chan?
—Mi pregunta es… —Hubo una larga pausa que empezó a poner al público de los nervios—. Quiero saber, ¿qué harías si esa persona que amas tanto confiesa que te corresponde? ¿Abandonarías este programa?
Kohaku se quedó muda, al igual que todo el público.
—¡Pero qué buena pregunta! —exclamó la cuñada del matrimonio con cinco hijos—. ¡Me sorprende que la haya hecho el callado Sebastian! —Sus sobrinos asintieron, muy de acuerdo con ella.
—Contesta, Kohaku-chan~ —pidió Gen, con una sonrisa juguetona—. Si no contestas pronto, serás castigada~ —le recordó.
—Yo… —Se abrazó a sí misma, mirando hacia un costado—. No lo sé… Yo… —Trago saliva, antes de enseriar la mirada y voltear directo a una cámara—. No lo creo. Quiero cumplir mi sueño de ser madre, y creo que no es un sueño que él comparte. No lo forzaré a algo que no quiere, así que no creo que podamos estar juntos… incluso si alguna vez llegara a corresponderme. —Cerró los ojos solemnemente.
—Qué profundo… —El matrimonio Saionji miró con pena a la pantalla.
Sebastian no dijo nada, así que Gen preguntó si seguía ahí.
—Entiendo. Adiós. —Se oyó el efecto de sonido de un teléfono siendo colgado.
—Qué cortante. —Gen suspiró con resignación—. ¡Muy bien, hora de pasar a la siguiente pregunta! ¡Elise-chan!~
—Segunda pregunta… Entendemos que las parejas tienen momentos específicos para estar juntos y otros para dedicarse a actividades individuales… ¿cómo afronta cada uno la distancia y la cercanía con la persona a la que quiere?
—¡Ja, eso es muy sencillo! —Kohaku sonrió confianzudamente—. Simplemente cada uno debe dedicarse a lo suyo, todos tenemos cosas que hacer para avanzar con la civilización científica. Y podemos estar juntos en nuestros tiempos libres, supongo. Y si trabaja demasiado puedo… —Se calló a sí misma, dándose cuenta de que estaba pensando en Senku otra vez— puedo… ayudarlo y todo eso. —Carraspeó.
—El trabajo son ocho o diez horas máximo, y ambos somos constructores así que hasta podríamos trabajar juntos —soltó Tatsuo con entusiasmo—. Así no tendríamos que estar tanto tiempo separados, ¡me gusta pasar mucho tiempo con mi pareja!
—Ya veo porque le dicen intenso —murmuró Sai.
—¿Por qué? Yo creo que eso es muy lindo de su parte —afirmó Luna, por una vez viendo un poco de atractivo en Tatsuo.
—Veo que tú serías una novia muy dedicada —opinó el matemático, riendo nerviosamente.
—Sí, pero no me gustan los chicos como Tatsuo, solo los chicos inteligentes. —Sus ojos brillaron al pensar en muchos galanes científicos.
—¿Consideras esa respuesta satisfactoria, Elise-chan? —preguntó Gen a la experta.
—Tengo una pregunta adicional. —La doctora miró con una pizca de interés a Kohaku—. ¿Tú estás de acuerdo con esa mentalidad? ¿El pasar el mayor tiempo posible con tu pareja incluso en áreas laborales?
—Bueno… —Frotó su nuca, con gesto pensativo—. No hay nada de malo en trabajar juntos, mientras no interfiera en el trabajo.
—Una escapada romántica al menos para almorzar nunca está de más. —Tatsuo tomó la mano de Kohaku, pero ella la apartó rápidamente.
—Ja, como dije, mientras no interfiera con el trabajo. —Cruzó los brazos, con gesto solemne.
—¡Kohaku-chan siempre ha sido muy eficiente! —bramó Ryusui, chasqueando los dedos—. Sería la pareja perfecta de cierto alguien que no está aquí. —Vio de reojo al pasillo, preguntándose porqué Senku no regresaba aún. No solía tardar nada en ir al baño.
—¡Pasemos a la segunda llamada del segundo galán! ¡Daisuke-chan, contesta a nuestras operadoras, por favor!
—¡SÍ! ¡DAISUKE! —La cuñada del matrimonio con cinco hijos saltó en su sitio de la emoción.
—¡DAISUKE, DAISUKE! —El público se volvió loco, aplaudiendo sin parar.
—Ho-hola… —La vocecita nerviosa de Daisuke se hizo oír en el escenario—. Hola, Gen-sama, Kohaku-san, Tatsuo-san, es un placer. Lamento interrumpir, pero lo pidieron por contrato…
—Siempre tan amable. —La cuñada se deshacía de amor por él.
—¡Hola, Daisuke! —Kohaku y Tatsuo lo saludaron con alegría.
—¿Cuál es tu pregunta para Kohaku-chan, Daisuke-chan?~
—Bueno… No quisiera ser entrometido, así que solo le preguntaré… ¿C-cómo estuvo tu día hoy, Kohaku-chan?
—¡AWW! —El público se enterneció.
—¡Esa es una pésima pregunta! —Después de la excelentísima pregunta de Sebastian, la señora Saionji se decepcionó.
—¡Mi Daisuke siempre tan tierno!
—Pues bien. —Kohaku ladeó la cabeza—. Por alguna razón, Senku despidió a mi antiguo supervisor, ahora tenemos a cargo a una señora que es realmente agradable y hace que el trabajo sea mucho mejor. —Sonrió genuinamente—. También almorcé en casa de mi hermana y pude estar con mi sobrino, así que fue un gran día.
—¡Me alegró mucho por ti! —Sonó realmente feliz por ella.
—¡Gracias por tu pregunta, Daisuke-chan! ¡Nos vemos la próxima semana!
—¡N-nos vemos! —Colgó la llamada.
—¡Pasemos a la pregunta número tres!~ ¡Elise-chan!~
—Tercera pregunta… El amor y el miedo son los más fuertes motores del ser humano. ¿Qué es lo que has considerado más aterrador y cómo esto ha interferido en tu vida?
—El invierno —contestaron Kohaku y Tatsuo al mismo tiempo, luego se miraron el uno al otro con sorpresa.
—¡Me gustan como pareja! ¡De verdad son muy parecidos! —aseguró Luna, entusiasmada.
—Creo que finalmente me hago a una idea de quién es Tatsuo —murmuró Ukyo, llamando la atención de su esposa, pero antes de que pudiera preguntarle Gen siguió hablando.
—Interesante. —Sonrió con ojos perspicaces—. ¿Y cómo ha interferido en sus vidas?
—Cuando era niño…
—Cuando era niña…
De nuevo, hablaron casi al mismo tiempo, para luego volverse a mirar y reír, divertidos.
—Tú primero —cedió Tatsuo.
—¡Ja, muy bien! Cuando era niña, cada invierno era aterrador, significaba que alguien podría morir, un amigo o un familiar o bien cualquier aldeano, pero siempre odié que la gente muriera, era horrible. Y sí que perdí a alguien muy importante en un invierno… —Cerró los ojos dolorosamente—. Y cada año, temía que mi hermana no sobreviviría a otro invierno. Aun hoy en día, la nieve y el frío me pone los nervios de punta, pero he aprendido a adorar el invierno con los juegos, las fiestas y el calor de las estufas. —Sonrió felizmente—. Todo gracias a la ciencia.
—¿Tatsuo-chan?
—Perdí a mis padres un invierno, ayudé a mi al… a mi gente a conseguir alimentos de un río congelado en invierno, pasando frío y temiendo morir. Sigue sin gustarme, pero también estoy agradecido con la ciencia por haberlo convertido en algo menos aterrador. ¡Y las fiestas son buenas también! Esa navidad es muy interesante.
—¡Es un aldeano! —se dio cuenta la señora Saionji, con los ojos muy abiertos.
—Así es. —Ukyo asintió, confirmándolo.
—Elise-chan, ¿consideras las respuestas satisfactorias? —La doctora asintió—. ¡Pues pasemos a la tercera llamada con el cuarto galán! ¡Hiroshi-chan, por favor contesta a la llamada!
Hiroshi contestó casi al instante.
—Hola, Kohaku —él saludó directamente a la persona que le interesaba—. ¿Lista para mi pregunta?
—¡Ja, contestaré a lo que sea! —Asintió, decidida.
—Escuché un rumor… algo que llamó mi atención —habló por lo bajo, como queriendo hacerse el misterioso—. Dime, ¿acaso es cierto… que yo soy tu pretendiente favorito? —preguntó, sonando muy complacido.
Kohaku miró a Gen nerviosamente, a lo que él encogió los hombros.
—Eh… —Cruzó los brazos, ladeando la cabeza—. Bueno, la gente me preguntaba mucho sobre eso la primera semana y… sí, en ese entonces dije que tú eras el que más llamó mi atención —confesó.
—¡Oh! ¡Hiroshi es el que tiene más posibilidades! —A Luna también le gustaba este candidato.
—¿La primera semana? —Hiroshi se oyó intrigado—. ¿Y eso cambió? ¿Tienes un favorito distinto ahora?
—Yo…
—¡Solo tenías permitido una pregunta, Hiroshi-chan!~ —Gen cortó la respuesta de Kohaku—. ¡Gracias por atender, te vemos mañana en tu turno!
—Bien, bien. Hasta mañana, Kohaku. —Colgó.
—¡Pasemos a la cuarta pregunta! ¡Elise-chan!~
—Cuarta pregunta… Sostener una relación requiere de opiniones clave sobre formar una familia. ¿Deseas o no tener hijos?
—¡Ja! ¡Mi respuesta a eso es obvia! —Kohaku sonrió—. Sí quiero, deseo más que nada formar una familia y tener hijos.
—¡Y en eso estamos muy de acuerdo! —Tatsuo rodeó los hombros de Kohaku, y esta vez ella no pareció molesta—. ¡Yo también quiero hijos! ¡De hecho, quiero muchos hijos!
—¿Muchos? —Y ahí Kohaku sí que se puso incómoda.
—¡Sí! ¡Quiero mínimo cinco!
—¡¿CINCO?! —Kohaku se fue de espaldas.
—Bueno, lo ideal serían unos siete, pero… —Kohaku palideció todavía más.
—Uy, huye de ahí, amiga. —La cuñada del matrimonio con cinco hijos cruzó los brazos en forma de X.
—Hasta yo creo que eso es demasiado —murmuró la mamá de los cinco hijos, mientras su esposo asentía, con sus dos hijos más pequeños sentados en el regazo.
—Este hombre no tiene idea de lo que duele parir. —La señora Saionji miró con despreció a la televisión mientras abrazaba a su hijita de pocos meses de edad contra su pecho.
—De repente ya no me parecen tan buena pareja… —Incluso Luna se espantó.
—Es demasiado… —murmuró Kohaku, levantándose tambaleante del suelo del escenario—. Yo solo quiero unos dos…
—¿Dos? —Tatsuo frunció el ceño—. ¿Por qué tan pocos? Si son cinco pueden divertirse y jugar juntitos.
—Es demasiado, mucho, no quiero tantos. —Se abrazó a sí misma, estremeciéndose.
Gen estaba mirándolos con múltiples gotitas bajando por su sien, mientras que la Dra. Elise parecía interesada de verlos discutir.
—Pero… —Tatsuo frotó su cabello, luciendo descontento—. Bu-bueno, ¿y qué tal cuatro?
—Tres ya me parecería demasiado. —Siguió negándose.
—Bueno, podríamos tener tres y luego ver si queremos más…
Kohaku seguía viéndose descontenta, pero encogió los hombros, como si ya estuviera harta del tema y quisiera dejar de hablar de eso.
—No considero esto satisfactorio —dijo la experta una vez la pareja se quedó en silencio, parecía entre irritada con Tatsuo y divertida por la situación, aunque por su cara inexpresiva era difícil de decir—. A eso no puede llamársele llegar a un acuerdo, y el acuerdo es necesario para la quinta pregunta.
—¡En ese caso recibirán un castigo!~ —Gen aplaudió con entusiasmo.
Todo el público jadeo con espanto cuando pusieron a Kohaku y a Tatsuo sobre un estanque de anguilas eléctricas, los dos colgados de una vara de metal como única forma de mantenerse lejos del peligro.
—¿Y ahora qué está haciendo ese mentalista? —preguntó Senku con las cejas arqueadas, sentándose en medio de Sai y Ryusui.
—¿Tienes indigestión o por qué tardaste tanto? —preguntó Ryusui, con una sonrisa llena de sospechas.
—Me distraje con una llamada —se excusó— del laboratorio —agregó de pronto.
—¡Y ahora es momento de nuestra cuarta llamada, de parte del quinto galán! ¡Todo mientras siguen colgados sufriendo de su castigo!~
—Te mataré cuando baje de aquí, Gen. —Kohaku parecía querer matarlo con la mirada.
—¡Ark-chan, por favor contesta el teléfono!~
Se oyó el efecto de sonido del teléfono siendo atendido, y luego una especie de pitido raro que no había sonado antes.
—Bueno, bueno, hola. —La voz juguetona de Ark se hizo escuchar—. Mi pregunta es muy importante, mucho más que todas las anteriores, no me interesan las cosas sin sentido que no aportan nada, yo quiero saber sobre el avance tecnológico, y sé que esta "leona" está involucrada en los grandes proyectos. —Kohaku frunció amargamente el ceño al escuchar que de nuevo le estaba robando el apodo a Senku, cosa que no le gustaba ni de uno ni del otro—. Dime algo, leona, ¿qué sabes sobre las colonias espaciales y la máquina del tiempo? ¡Dime todo lo que sepas! ¡¿Cuánto falta para que se complete?! ¡¿Cuándo liberaran la información para que el público general lo sepa todo?! ¡¿O cómo puedo unirme al proyecto! ¡Vamos, dime, dime! —Rio con emoción demasiado exagerada, luego se calló y se oyó el mismo pitido raro de antes.
—Qué sujeto tan entusiasta… —masculló Sai, algo perturbado.
—¡JA, JA! ¡Me gusta su entusiasmo! —Ryusui chasqueó los dedos.
Senku, en medio de los hermanos Nanami, solo rascó su oído perezosamente, con una sonrisa divertida.
—Ja, no importa cuánto insistas, yo no soy la persona adecuada para responder esas cosas. —Kohaku sonrió divertida, ya más acostumbrada a lo hablador que era este tipo—. Lo único que puedo decirte es que si trabajas duro y demuestras que tus conocimientos valen la pena, seguramente Senku y los demás científicos te reconocerán. Depende de ti.
De nuevo, se oyó el pitido raro.
—Oh, muy interesante. —De repente, Ark se oía desinteresado—. ¡Bueno, adiós! —Se oyó el pitido y luego el efecto de sonido de un teléfono colgando.
Kohaku hizo una mueca de molestia, tanto por lo raro que era ese chico como por seguir colgada sobre un estanque de anguilas.
—¡Vamos con la última pregunta, Elise-chan!~
—Quinta pregunta… En caso de tener hijos, ¿cómo lidiarían para apoyarse mutuamente con la crianza?
—De nuevo con este tema… —Kohaku se estremeció, antes de tomar aire—. Bueno, yo daría todo por mis hijos, les enseñaría lo importante que es defenderse y cazar.
—Y pescar —agregó Tatsuo y Kohaku asintió, volviendo a sonreírle.
—Claro, y además me gustaría que apreciaran lo mucho que la ciencia ayuda al mundo, y quiero que sea algo que mi pareja también valoré.
—¡Yo la valoró mucho! —afirmó Tatsuo inmediatamente—. ¡Te apoyaría en todo! ¡Podríamos enseñarles todo juntos! ¡Y está bien si son tres o cinco! —Kohaku volvió a incomodarse y no dijo nada.
—De verdad es muy intenso. —La cuñada lo había tachado totalmente de la lista de posibles ganadores.
Al ver que no hablaban más, Elise declaró las respuestas como poco satisfactorias y Gen mandó a sus asistentes a poner peso extra en los cuellos de ambos, colgando bolsas cargadas de agua alrededor de sus hombros.
—¡Deben mantenerse sujetos con el peso extra y sin caer hasta que termine el programa! ¡Solo nos quedan cinco minutos, tiempo suficiente para que la última llamada la haga alguien de nuestra audiencia!~ —Gen guiñó un ojo a la cámara—. ¡Las líneas están abiertas! ¡Llamen ya!
—¡Deseo hacer esa llamada! —bramó Ryusui y Francois se apareció de la nada con un teléfono que ya estaba llamando al programa.
—¡¿Cómo lo supo?! —Luna se impresionó por lo bien preparada que estaba la mayordomo.
—¡Oh, parece que tenemos una llamada! ¿Hola? ¿Quién anda ahí?~
—¡JA, JA! ¡Sí, he logrado ser el primero en llamar!
—Ah, Ryusui-chan. —Gen sonrió emocionado—. ¿Cuál es tu pregunta para Kohaku-chan?
—Aunque deseaba hacer la llamada, dejaré que la pregunta la haga alguien más. —El público jadeo, intrigado—. ¡Senku, es tu oportunidad! —Estrelló el teléfono en la cara de un muy sorprendido Senku.
—¡¿Ah?! ¿Por qué debería hacerlo? Tú fuiste el que quiso llamar al estúpido programa. —Rascó su oído con fastidio.
—¡Deseo que tú hagas la pregunta!
—A cambio, ofrezco ramen para cenar. —La propuesta de Francois finalmente convenció a Senku.
—Bien. —Tomó el teléfono, mirando a la televisión donde se podía apreciar el rostro sorprendido de Kohaku, que se sostenía a la vara sin problemas, mientras que Tatsuo ya estaba flaqueando—. Hola, leona. —Sonrió ladinamente.
—Se-Senku. —Kohaku tragó saliva al escuchar su voz por todo el escenario.
—Mi pregunta para ti es… —Pensó por unos segundos, antes de reír entre dientes—. ¿Cómo reaccionarías si te dijera… que algo que crees de mí está completamente equivocado?
—¿Eh? —Ladeo la cabeza, totalmente confundida—. ¿Qué fue lo que dije sobre ti?...
—Te lo dejo de tarea. —Rio entre dientes, para luego colgar como si nada.
—¡¿Eh?! ¡¿Ha colgado?! —Gen casi se va de espaldas—. Típico de Senku-chan, ni siquiera espero una respuesta… —Suspiró con resignación—. Bueno, ya que es una pregunta bastante confusa, aparte de que ya se nos acaba el tiempo, ¡eso fue todo por hoy!~ —Lanzó una lluvia de pétalos a la cámara—. ¡Sintonícennos mañana para ver a nuestro cuarto galán, Hiroshi-chan, en acción junto a nuestra protagonista!
—¡Oye, ya bájennos de aquí! —exigió Tatsuo, con sus dedos apenas soportando el peso.
Gen lo ignoró.
—¡No se lo pierdan!~
Con otra lluvia de pétalos, el episodio llegó a su fin.
.
Era jueves, y una vez más todos se reunieron para ver el famoso y aclamado programa de Juego de citas, muy emocionados por ver las interacciones de Kohaku con Hiroshi. No dejaban de preguntarse, ¿era el cuarto galán todavía el favorito de la protagonista? ¡Tenían que ver el programa para quitarse las dudas!
—¡Bienvenidos, bienvenidos, bienvenidos! —Gen empezó con mucho entusiasmo—. ¡Hoy es un nuevo jueves con nuestro cuarto galán, el apasionado… Hiroshi-chan!
La audiencia aplaudió con ganas mientras Hiroshi entraba al escenario en compañía de Kohaku, los dos sonriendo despreocupadamente.
—¡¿Están listos para el Quiz Time de hoy?!~
—Yo estoy lista para todo lo que tú quieras, Gen —murmuró soñadoramente la hija adolescente del matrimonio con cinco hijos, babeando sobre su almohada de Gen. Sus hermanos la miraron con asco.
—¡Empecemos con la primera pregunta! ¡Nuestra experta en el amor, la Dra. Coutta, leerá las preguntas como siempre! ¡Y no olviden que ella puede decidir administrar un castigo si las respuestas no son satisfactorias!
—Primera pregunta… El amor puede ser eros, filia y ágape. Los tipos de amor nos llevan a concretar el tipo de relación que se tiene con cada individuo alrededor. Describa en quiénes piensa y cómo lo piensa cuando se trata de cada uno de los tipos de amor.
—¿Amor qué cosa? —Kohaku sacudió la cabeza—. No entendí nada.
—Eros viene del dios griego que simboliza al amor pasional y erótico —explicó Hiroshi, llevándose las manos a la cintura—. Significa que…
—Permíteme explicar en palabras simples (y aptas para todo público) para que toda nuestra audiencia pueda entender —Gen interrumpió a Hiroshi rápidamente—. Amor eros se refiere al amor que sientes por tu pareja, el amor romántico de un novio a una novia, por ejemplo. Filia es el amor que sientes por tu familia, el fraternal. Y ágape se refiere al amor desinteresado, que te lleva a querer lo mejor para alguien sin esperar nada a cambio, un ejemplo de esto sería donar mucho dinero a un orfanato anónimamente porque amas a los niños y quieres su bien sin importarte recibir reconocimiento por ello.
—¡Oh, creo que ya lo entiendo! —Kohaku asintió, feliz de aprender algo nuevo—. Creo que yo siento eso del ágape por los niños también, me gusta mucho ayudar a los más pequeños, por eso dejé de lado momentáneamente mi trabajo en la policía para dedicarme a construir hospitales y escuelas. Eso de familia, ¡claramente tengo a mi sobrino, mi hermana y mi padre! También mi cuñado Chrome, supongo —agregó a lo último—. Haría cualquier cosa por ellos, pasé años de mi vida llevando agua caliente para mi hermana enferma. Y respecto al otro… —Se detuvo, bajando la cabeza.
—Tus primeras respuestas son buenas, no te detengas o recibirás un castigo —advirtió la Dra. Elise.
—Pues… tengo a alguien a quién amo… de la forma romántica, pero… no tengo que decir quién es, ¿verdad? —Miró a Gen, que suspiró y negó con la cabeza—. Pues bien, cuando pienso en él soy consciente de lo que siento y que quiero estar cerca de él, pero no es posible, así que intento olvidarlo.
—¿Quién será ese amor que tanto menciona? —se preguntó con curiosidad la cuñada del matrimonio con los cinco hijos.
—Siempre que la veo en revistas, la he visto con el Dr. Ishigami —dijo su sobrina mayor—. Yo creo que él es el que le gusta.
—Es bastante obvio —opinó con soberbia el sobrino pre-adolescente—, pero él ya es pasado. Sebastian va a ganar. ¡Es el mejor!
—¿Hiroshi-chan?~ Tu turno~ —canturreó Gen.
—En cuanto a ágape, para mí son las personas que sufren alguna enfermedad —contestó Hiroshi, con voz muy seria—. Personas que necesitan que la ciencia avance para sanar, personas que necesitan manos expertas para ayudarlos a mejorar. Visitó hospitales cada semana, intentando ayudar lo más que pueda a esas personas. La petrificación sanó a mucha gente que volvió a despertar, pero las enfermedades resurgen, y la tristeza de haberse separado de estatuas que nunca fueron encontradas o están rotas también hace que la gente padezca. Constantemente pienso en ello, y siempre buscó pensar en una forma de ayudar. Es algo que he querido toda mi vida. —Apretó los puños.
Kohaku lo miró fijamente, viéndose increíblemente conmovida, con una pequeña sonrisa tirando de sus labios.
—Él es… ¡completamente mi tipo! —Luna ya estaba babeando por Hiroshi a este punto—. ¡Inteligente y también con mentalidad de médico! ¡Es el hombre perfecto!
—Me agrada más ahora —murmuró la hija adolescente del matrimonio con cinco hijos—. Y creo que Kohaku-san si le está haciendo ojitos.
—Noble, muy noble. —La señora Saionji asintió con aprobación—. Podría hacer buena pareja con Kohaku.
—En cuanto a amor filia… toda mi vida tuve solo a una persona cuidando de mí. —Hiroshi alzó la mirada al techo—. Le debo todo a esa persona, que aunque estuvo sola lo dio todo por cumplir su sueño mientras se encargaba de un mocoso mimado como yo. —Rio suavemente—. E incluso separados… aún está allí para mí. —Bajó la mirada—. Le estoy muy agradecido.
Kohaku se acercó a Hiroshi y colocó una mano en su hombro, y ambos intercambiaron sonrisas sinceras.
—Qué hermoso. —La madre de los cinco hijos sonó su nariz en un pañuelo.
—Creo que él podría ser mi favorito… —opinó la señora Saionji.
—¡Él definitivamente es mi favorito! —chilló Luna—. ¡Aunque ahora no quiero que Kohaku se quedé con él, lo quisiera para mí!
Después de tomar aire, Hiroshi continuó.
—En cuanto a amor eros… Je. —Sonrió de forma un tanto burlona—. Tengo a alguien… una sola mujer en la que pienso. —Miró brevemente a Kohaku, antes de carraspear—. Esta mujer fue… alguien a quien le falle. Esperé que ella viniera a mí, cuando yo debí ser quien fuera por ella. —Tensó la mandíbula—. La espere y jamás llegó, pero ahora ya no me quedaré de brazos cruzados. Ahora quiero a Kohaku y voy a ir tras ella. Eso es todo.
—¿De quién estará hablando? —se preguntó Luna, sintiéndose levemente celosa.
Gen le preguntó a Elise si encontraba las respuestas satisfactorias y la experta asintió.
—Segunda pregunta… Los estilos de vida pueden afectar mucho a la persona y su forma de ver las relaciones. A continuación, describa el tipo de relación que tuvo con sus padres y cómo esto afecta sus expectativas ante futuras relaciones.
—La persona que cuido de mí fue bastante solitaria en el aspecto romántico —murmuró Hiroshi, sonando incomodo ante el tema—, pero cuando se trataba de mí siempre planteaba aspectos asquerosamente románticos y empalagosos, en mi adolescencia me hizo detestar un poco la perspectiva de conseguirme una novia. —Bufó—. Ahora, sin embargo, quiero una relación, quiero sentar cabeza, y sé con quién quiero hacerlo. —Miró de reojo a Kohaku, que apartó la mirada, algo sonrojada.
—Ja, mis padres no eran muy empalagosos que digamos —contestó Kohaku, con una mueca—. Siempre estaban ocupados, él como jefe de la aldea y ella como sacerdotisa, y yo me la pasaba fuera cazando y entrenando. Lo que sí, mi padre siempre cuidó de mi madre, en especial cuando ella enfermó… supongo que aprendí de ellos que siempre debes cuidar a tu pareja, y en cambio también espero a alguien que cuide de mí cuando lo necesite. —Asintió, contenta con su respuesta.
La experta encontró las respuestas lo suficientemente buenas y pasaron a la siguiente.
—Tercera pregunta… ¿Cuál es el principal criterio que requieres de una persona para confiar en ella? Justifique su respuesta.
—Que no sea un simple hablador —dijo Kohaku de inmediato—. Debe demostrar con acciones lo que vale, no solo clamar tener ciertos ideales, sino apegarse a ellos y seguir por ese camino, aunque sea un camino infernal. Ja, aunque a veces me cuesta ver las acciones de alguien que desde el principio se presentó como un hablador. —Kohaku miró de reojo a Gen, que le sonrió suavemente, sabiendo que estaba hablando de él y como al principio no confiaba en su palabrería.
—Estoy de acuerdo con lo de las acciones —murmuró Hiroshi—, y además… necesito tiempo para conocer bien a alguien. En el pasado ya sufrí traiciones y puñaladas por la espalda de gente que en un principio dio mucho por mí. La lealtad es un proceso largo. Aunque me llevó bien con muchas personas, no confió ciegamente en cualquiera.
—Interesante. —Ryusui alzó una ceja con curiosidad—. Ese tal Hiroshi es astuto aparte de inteligente, ¡será una buena adición para el conglomerado Nanami!
—Si no es que ya trabaja ahí… —susurró Sai, confundiendo a Luna que estaba sentada junto a él.
Elise encontró las respuestas satisfactorias y pasaron a la siguiente pregunta.
—Cuarta pregunta… Ser víctima de un evento traumático, como se ha dicho en interrogatorios a los anteriores participantes, puede marcar significativamente la vida de cada persona, específicamente porque el miedo es uno de los grandes motivadores de la humanidad. ¿Existen eventos traumáticos que puedan condicionar miedos irracionales en ti? Cuente la anécdota específica.
—Ja, no creo tener miedos irracionales —clamó Kohaku, cruzando los brazos—. He perdido a gente importante para mí y estuve en riesgo de perder a muchos otros, así que temó perder a mis seres queridos. Especialmente a… —Apretó los labios, pensando las múltiples ocasiones en las que temió perder a Senku por tantas amenazas atentando contra su vida—. A cierto alguien especial para mí. Alguien que ha corrido peligro varias veces. Y creo que es bastante racional temer… perder a esa persona.
—En mi caso, he pasado por algunas cosas… raras —masculló Hiroshi—. Me he topado con gente con ideas muy extrañas sobre la humanidad, un idiota intento cortarme los dedos una vez… —Frotó su meñique cariñosamente, como si estuviera rememorando algo desagradable—. Ahora me da miedo hasta cortar vegetales. —Rio secamente.
—Q-qué miedo… —Luna se estremeció de pies a cabeza.
—Lo suficientemente bueno. —Elise asintió y Gen le pidió pasar a la última pregunta—. Quinta pregunta… Conforme a la pregunta anterior, y teniendo en cuenta el evento traumático que ha contado la persona, describa una solución que usted habría tomado para apoyar a la persona en ese momento.
—¡JA! ¡Por supuesto que habría pateado el trasero de cualquiera que quiera cortarle los dedos a alguien! Es algo absolutamente despreciable. —Kohaku cruzó los brazos con una mirada feroz.
—Créeme, no habrías podido hacer mucho. —Rio por lo bajo.
Kohaku no pareció contenta con esa contestación, pero no dijo nada.
—Yo tampoco creo haber podido hacer mucho en tu caso —murmuró—. Soy bastante escuálido, aunque podría usar la ciencia para ayudar en todo lo posible y tratar de proteger a las personas preciadas para ti, pero la ciencia requiere su tiempo, y muchas veces en situaciones de vida o muerte no es lo suficientemente rápida. Pero si pudiera… claro que lo haría. Haría todo por intentar ayudarte con el poder de los conocimientos científicos que poseo.
Kohaku pareció sinceramente conmovida y se movió para acercarse a Hiroshi, pero entonces la experta en el amor habló.
—Las respuestas no son suficientes. No dieron más detalles ni intentaron comprender más las situaciones que vivieron. Serán castigados.
—¡¿Eh?! —Tanto Kohaku como Hiroshi palidecieron.
—Por fortuna, ya que no tuvieron castigo antes, tenemos tiempo suficiente para administrarles un buen castigo~ —canturreó Gen, pareciendo disfrutar un poco demasiado de castigar a la parejita de hoy.
El personal del programa empezó a traer un montón de cubetas de pinturas y barras de metal, al igual que unos globos extraños.
—¡El castigo consiste en lo siguiente!~ —anunció Gen—. ¡Deben atravesar el campo de pintura pasando por los tubos de metal extremadamente delgados! ¡Pero cuidado! ¡Los globos atados alrededor pueden explotar y llenarlos de brillantina en cualquier momento! ¡Y eso no es todo! ¡Deben hacerlo mientras Hiroshi-chan sostiene la cintura de Kohaku-chan! ¡Si la suelta en algún momento, pierden!
El público jadeo con sorpresa, aplaudiendo con emoción por el reto que tendría la parejita.
Los empleados del programa terminaron de acomodar todo para que quedara una capa de pintura en el suelo del escenario con los tubos en medio formando una línea y globos atados a los tubos de metal.
Los tubos eran tan delgados que apenas y si cabría un pie a la vez, pero Kohaku no dudo en dar el primer paso, a lo que Hiroshi suspiró profundamente y la siguió, sujetando su cintura con firmeza.
Avanzaron lentamente, un paso a la vez. Kohaku caminaba con gracia, mientras que Hiroshi batallaba mucho para no caerse, balanceándose de un lado a otro, por lo que sostener la cintura de la chica de hecho lo ayudaba mucho. Iban bien… hasta que el primer globo explotó.
Los dos se llenaron de brillantina y Hiroshi casi suelta a Kohaku, pero ella posó sus manos sobre las de él.
—¡Mantente firme! ¡Ya casi estamos a la mitad del camino!
—Es más fácil decirlo que hacerlo. —Rio con nerviosismo.
—¡Vamos, hacen buen equipo! —La hija adolescente del matrimonio con cinco hijos estaba empezando a considerarlos su pareja favorita.
Avanzaron otro par de pasos, y el segundo globo explotó y ambos se estremecieron un poco mientras les llovía brillantina, pero… entonces un tercer globo explotó casi al mismo tiempo y Hiroshi retrocedió un paso, su pie resbaló y cayó de costado en los charcos de pintura, llevándose a Kohaku con él.
Kohaku cayó encima de Hiroshi, con las rodillas a cada lado de su cintura y con los ojos muy abiertos.
Hiroshi sonrió lentamente.
—Bueno… esto no es tan malo.
Todos los espectadores se inclinaron en sus asientos, preguntándose si por fin verían algo de tensión romántica entre la pareja.
Como toda respuesta, Kohaku tomó un puñado de pintura y se lo arrojó a la cara.
—¡Bueno, eso fue todo por el programa de hoy!~ —Gen cortó el momento poniéndose frente a la cámara.
—¡NOOOO!
—¡Como Hiroshi-chan y Kohaku-chan perdieron en el reto que suponía su castigo, la próxima semana recibirán una sanción!
—¿Qué dices, mentalista? —Hiroshi miró mal a Gen, que lo ignoró por completo.
—¡Sintonícennos mañana viernes para ver al quinto galán tener su sesión de preguntas! ¡El último Quiz Time para nuestras parejitas! ¡No se lo pierdan!~
La música empalagosa sonó a todo volumen mientras Gen se despedía con un guiño y una lluvia de pétalos y brillantina (para variar un poco).
La pantalla se puso en negro, no sin antes mostrar una última imagen de Kohaku ayudando a Hiroshi a ponerse de pie tomando su mano, ambos compartiendo sonrisas sinceras.
Continuará...
Holaaaaaaaaa :D
Aquí un nuevo capítulo de Juego de citas! Seguimos con el Quiz Time, q tendra una tercera parte en el siguiente cap!
Muchas gracias por todo su apoyo al fic!
Qué dicen? Ya lograron adivinar cuál será el giro que tendrá esta historia al final?~ OwO
Espero q no sea tan evidente xP Aun así, todavía quedan varios capítulos por delante!
Si tienen alguna teoria, me encantaria leerla! *o*
Ojala q este cap les haya gustado! No olviden que se les ama con todo el kokoro!~
Me despido!
CELESTE kaomy fueraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!
