Hola nuevamente sólo escribo para advertirles que el siguiente cap, contiene escenas explicitas, las personas sensibles al tema tomen precauciones.
Durante el poco tiempo que pudo dormir tuvo una pesadilla, trataba sobre su madre y la forma en que se despidió de ella, sólo que ahora ella intentaba salvarla y no lo lograba, ella tenía el remedio para su enfermedad y todo el mundo la ignoraba, su padre la menospreciaba y sus hermanas la acusaban de sólo estorbar y ser inútil, al final de su pesadilla estaba sola y llorando en un cuarto oscuro sosteniendo la mano de su difunta madre. Sentir húmeda su mejilla la hizo despertar, la oscuridad del cuarto donde descansaba le hizo dudar si seguía dormida o estaba despierta, los acontecimientos de los últimos días llegaron de golpe, su vida ahora era una pesadilla lo único bueno era el amplio pecho donde estaba recostada, los brazos fuertes que la acunaban, sintió la tensión en los músculos del hombre que la cuidaba, lo estaba despertando, no quería molestarlo, intento apartarse, pero aquellos cálidos y protectores brazos la regresaron a su lugar.
—Duérmete un rato más todavía es muy temprano—la tomó por la nuca y la envolvió, pegando su rostro en el masculino pecho, sin darse cuenta volvió a quedarse tranquila, reconciliando el sueño.
Al despertar nuevamente estaba sola, la misma rutina del día anterior, se dió un baño caliente, tomó sus medicamentos, vistió únicamente una camisa de hombre que le había dejado fuera del armario, estaba tratando de recordar que comería hoy, la comida preparada se había terminado, ¿será que Ranma había salido por más alimentos? al salir a la estancia se llevó tremendo susto, ahí de pie en medio de la sala estaba una de las gemelas, apenas la vió salir alzo una ceja, Akane quería retroceder y encerrarse en la habitación, esconderse bajo las sábanas y rezar para que aquella loca no le hiciera daño de nuevo, pero su cuerpo no respondía, sencillamente se había quedado paralizada, sus labios temblaban, los ojos le picaban, Link avanzó un par de pasos en su dirección, extendió un brazo, ella estaba dispuesta a golpearla, ya casi podía sentir el ardor en su mejilla.
—¡Link! ¡detente!, recuerda lo que dijo Ranma, si le pones un dedo encima te arrancara los dos brazos y te golpeará con ellos hasta cansarse.
Link detuvo su avance, aprovechó para estirar su otro brazo y fingir estirarse.
—Pero tú no le dirías nada ¿o sí?.
—No seré responsable por ti de lo que le ocurra a esa chica y sabes muy bien que él es capaz de cumplir con su amenaza, ve por el agua, olvide traerla.
La chica se fue riéndose, estando en la puerta se giró para ver directo a los ojos de Akane y con el dedo medio se ayudo para enviarle un beso "como sea" y desapareció de su vista.
La peliazul volteó a la cocina, había un chico de cabello largo y gafas ordenando cosas en el refrigerador, no tenía idea de quien era, mucho menos si podía confiar en él, pero al menos había evitado que aquella loca la tocara, si había sido tan bueno en eso, tal vez no perdería nada en preguntar.
—¿Tú podrías ayudarme?.
—¿Te hace falta algo?.
—Quiero ir a casa.
—No, no pidas eso, no puedo.
—Pero es que yo no merezco…
—No pidas mi ayuda, no puedo.
—Por favor sólo …
—Ya te dije que no, olvida que me viste aquí, no lo menciones, tú no deberías haberme visto, llegué tarde, no era mi intención, sólo olvídalo.
Él chico se reusaba a verla, salió casi corriendo del lugar, Akane intento seguirlo, pero al llegar a la puerta Link estaba ahí, el miedo que Tendo le tenía era lo suficiente como para evitar acercarse a ella, incluso retrocedió unos pocos pasos.
—Aquí esta su agua señorita, por favor intenta poner un pie afuera, aquí estaré esperándote.
Arrojó la botella de agua por el piso hasta que llegó a los pies de ella, cerró la puerta con llave, entonces ellas sí estaban afuera esperando a que ella intentara escapar, quien sabe de lo que serían capaces de hacerle si eso llegaba a ocurrir, definitivamente estaba a salvo en aquel departamento, pero aquel chico era amable, podía jurarlo, sus palabras sonaron casi a una súplica, no quería meterlo en problemas, al menos él procuraba comprarle dulces que escondía entre la comida.
La tarde fue monstruosamente tediosa, en esta ocasión no hubo visitas, ni ruidos, llegó la noche y ella seguía sola, ¿dónde estaba Ranma? y ¿por qué estaba esperando a que llegara con ella? se supone que era cómplice de su secuestro no debería sentirse tan sola con su ausencia y peor aún no debería sentirse a salvo junto a él. Hacia frio y tenía hambre pero nunca le gusto comer sola, así que estuvo evitándolo, en todo el día había comido una barra de chocolate y un oni guiri, quería que alguien la acompañara, la desesperación la estaba llevando a las lágrimas, no había nada que le ayudara a medir el tiempo ahí dentro, por lo que supuso era bastante tarde, ya que no se escuchaba ruido fuera del departamento, incluso la calle se había quedado silenciosa, si intentaba gritar por ayuda probablemente alguien podría escucharla, pero también serían las gemelas las primeras en llegar, mejor se fue a dormir. Calentó un poco de agua, preparo un té y se metió en la cama.
Comenzaba su sueño profundo cuando sus sentidos le advirtieron que no estaba sola, definitivamente no lo estaba, alguien estaba retirando las sabanas con las que se cubría y acariciaba su cintura.
Sabia quien era, las gemelas no serían tan delicadas con ella y ni hablar del chico de la mañana definitivamente no eran ellos, indudablemente era él, ¿qué estaba haciendo?, ¿qué le quería hacer? fingiría seguir dormida, tal vez él desistiría de violarla si no veía reacción alguna en ella.
—Eres una pésima actriz, ¿lo sabes?.
Se tenso tanto como su cuerpo se lo permitió, sentir el aliento tibio de Ranma en su oído la intimidaba bastante, tanto por miedo como por timidez cubrió su cuerpo entero con las sabanas, envolviéndose en un capullo. Que patética se sentía, como si con eso pudiera ahuyentarlo.
Era cómico observarla, sin darse cuanta aquella chica aun tenía gestos que cualquier niño haría, sus pucheros, sus miradas curiosas, esa forma tan infantil de enfrentarlo cubriéndose hasta la cabeza, como un niño que huye del "coco", era agradable saber que lo respetaba, incluso estaba seguro que le temía, no sería insolente con él, lo que haría las cosas más fáciles.
Si él quisiera podría arrancar aquella "armadura" de algodón y someterla bajo su cuerpo, apretó el puño intentando controlar sus impulsos, asustarla no era parte del plan, no debía perder el control, el cuerpo de una mujer jamás había sido un distractor para él, no caería por un par de piernas blancas y suaves por más que quisiera enterrar la cabeza en medio de ellas. Necesitaba distraer su mente, irse por unos minutos ya no era de ayuda, lo peor de todo es que desde que ella lo ataco con sus celos mal disimulados se sentía mal de intentar algo por cualquier otro lado.
—Sigue durmiendo, ya vuelvo.
Si se trataba de gastar energía, podría hacer ejercicio en la sala, lo otro era más placentero, pero igual no es que no estuviera cansado, sólo buscaba la forma de caer rendido y evitar molestar a la chiquilla con sus perversiones, pero antes de que si quiera se decidiera por alguna rutina escucho un gran grito proveniente de la recamara, podía asegurar ser el hombre más veloz entre sus conocidos, a pesar de los años sus amigos no lograban alcanzarlo, pero el tiempo en que salto su sofá y cruzó la estancia era merecedora de alguna clase de premio o reconocimiento, abrió la puerta estrepitosamente, encendiendo la luz, buscando donde se encontraba el peligro, nada, tan sólo ella sentada en la cama, cubriendo su pecho con las sábanas. Quizás un insecto la asusto, quizá un mal sueño, quien sabe no era su problema, tenía que salir y seguir con lo suyo, ella no era nada importante para él, lo que sea que haya provocado que gritara no debía ser nada, ahora, quieren explicarme ¿por qué estaba volviendo a ella?, ¿por qué se sentaba en la orilla de la cama y jalaba su cuerpo a él, recargando su trasero en sus piernas? ¿por qué la acunaba contra su pecho? ¿es que no tenía nada mejor que hacer que intentar consolarla?
No paso mucho tiempo para que ella se quedara dormida de nuevo, la acomodo en la cama, sin querer la ropa que ella vestía se desacomodo, exponiendo más piel de lo púdicamente permitido, él no era un buen hombre, cualquier persona que lo conociera lo diría, no era amable ni siquiera agradable, pero porque sus manos estaban sobre su cuerpo tratando de acomodar la ropa sin despertarla, fácilmente podría abusar de ella en esas condiciones, dejar que sus manos viajen por su cuerpo, se oculten en sus rincones más perfumados y le roben varios suspiros, él podría y él quería, era imposible no querer ver más allá, no era la típica chica con las que él acostumbraba salir, chicas en extremo voluptuosas, descerebradas que piensan que por tener enormes traseros él hará lo que ellas le manden, no, en realidad Akane no poseía grandes curvas, sus pechos fácilmente cabrían en la palma de su mano, su trasero era redondo, levantado, distinguido, acompañado de dos hermosas y bien torneadas piernas, respiro profundamente en la coronilla de su cabeza, el característico aroma de su Shampoo olía aun mejor en su cabello, las manos le dolían por tocar, así que lo hizo, deslizo su áspera mano, se divertía en su cadera, despacio, no quería despertarla, este momento era sólo para él, recorrió el contorno de sus piernas llegando a la curva de su trasero, probablemente ella no despertaría si él decidiera separar sus preciosas piernas y colocarse en medio de ella.
Se puso de pie y retrocedió unos pasos, no le gustaba hacia donde iban sus pensamientos y sus manos, él no era un violador, podía ser una basura de ser humano, pero definitivamente no un violador, respiro profundamente, se sentía el mayor idiota del mundo entero, no podía dejarse arrastrar por el bonito cuerpo de la chica más inocente que había conocido hasta entonces o más bien por no poder controlar su imaginación y sobre todo sus manos.
—Creí que ya era hora de dormir.
Estaba despierta, todo el tiempo estuvo despierta, ¡carajo!, no dijo ni hizo nada para demostrarle que estuvo despierta todo el tiempo.
—¿No te asustan los monstruos antes de dormir?
—No eres un monstruo
—¿Segura?
—No, pero si podría compartir mi cama contigo, si ya quieres dormir— Ranma sonrío, así que ahora era "su" cama, tenía valor eso era importante, se lo podía reconocer.
Akane apartó las sábanas, dejando un pedazo de colchón expuesto, el ambiente era tenso, ¿no diría nada sobre lo que ocurrió hace un rato? ella estaba incomoda se veía aun en la oscuridad, él no quería parecer ser un santo junto a ella, pero tampoco que se hiciera de una idea equivocada, no sabía que hacer, tal vez lo mejor sería tomar distancia de ella, no estaba seguro de poder controlarse.
—¿Por qué llegaste tan tarde? — preguntó ocultándose bajo las sábanas otra vez
—No sabia que te debía explicaciones- respondió Ranma con la voz fría
—Pues deberías darme horarios, para saber si debo esperarte para comer o si debo apagar las luces a cierta hora o que esperar cuando escucho la puerta abrirse
—Es mi departamento, nadie más entra aquí si yo no estoy.
—Yo no estaría tan segura.
—¿Alguien intento entrar hoy? — cuestionó el azabache helando aun más su voz, causando escalofríos en Akane, lentamente se sentó en la cama junto a ella, no apartaba la mirada, era demasiado intimidante, ella prefería desviar el tema, no quería delatar al chico de las gafas, pero al mismo tiempo quería advertir a Ranma que una de las gemelas había estado ahí.
El azabache agarró el mentón de la chica con fuerza y la obligó a mirarlo, podría hacer lo que quisiera con ella, ni siquiera ponía resistencia, la chica hizo un gesto con su boca, como si quisiera silenciarse a ella misma, típico puchero de un de alguien que no acostumbra mentir, ejerció más presión en sus dedos, logrando torcer su boca, sus ojos lo miraron con enojo y esquivóo la mirada con brusquedad, logrando zafarse de su agarre.
—Deja de mirarme así— se quejó, volviendo a verlo, cautivadoramente descarada.
—¿Así como?.
—Como si quisieras besarme—ella sólo buscaba escapar del tema, pero no esperaba que él cambiara su postura completamente, era como ver a otra persona frente a ella, estaba totalmente descolocado — no dejas de mirar mi boca, me pones nerviosa.
Ranma se acerco más a ella, su nariz casi rozaba la suya, percibía el aroma de su loción, lo vio sonreír, pero no era una sonrisa alegre, más bien le daba escalofríos, él era peligroso.
—Imaginas muchas cosas Akane— su aliento dio de golpe en ella, rozando sus labios, ella se sonrojo y bajo la mirada.
Él volvió a levantar su rostro con la misma brusquedad de antes, la miraba duramente a los ojos, tratando de adivinar en que pensaba, su cabeza era un lío, pero de algo estaba segura, su curiosidad podía más que su fuerza de voluntad, aquellos labios rojos y húmedos, debían saber muy bien, Ranma se dio cuenta, ella estaba deseosa por él, curvo su boca, por alguna razón estar consciente de aquello lo hacia sentir con suficiencia, alejó su rostro del de ella y vio por fracciones de segundo la desilusión en su bonita cara.
—No te hare nada, esta noche.
Grande fue su sorpresa al sentir los suaves y dulces labios de Akane sobre su boca, él permaneció inmóvil, analizaba la situación, no se dejaría llevar por sus deseos, no era planeado, el plan era enamorarla lo más que pudiera hacer que confié en él y con eso conseguir acercarse a su padre, cobrar lo justo y no volverla a ver, no debía dejarse llevar, la mirada de Ranma se volvió cruel, tan fuerte como el sonrojo en las mejillas de Akane, en otras circunstancias él estaría cautivado por la osadía de aquella chiquilla, pero en estas debía repetirse una y otra vez lo que no se podía permitir sentir.
Bastaron un par de segundos para que Akane comprendiera que no era correspondida, se apartó con enorme vergüenza, en otras circunstancias haría caso a los consejos de sus amigas de no acercarse demasiado a los chicos, de dejarlos ver u oler el menú, pero no comer nada de el, en cambio ahora que se daba cuenta de su situación se sentía aun más desesperada por sentir el contacto de alguien más, necesitaba ser envuelta en los brazos de otra persona y sentirse mimada, quería un abrazo, era todo lo que deseaba, pero se equivocó, estaba claro que él, precisamente él no sentía por ella nada parecido, maldita sea se había vuelto a humillar, el escozor de pequeñas lagrimas arribando a sus ojos le picaba, por favor que se fuera, que levantara el monumental cuerpo que tenía y se fuera de ahí, no podía más con la vergüenza que sentía.
Nada comparada con el deseo que segundos después nació en su vientre, en cuanto la primer lágrima rodó por su mejilla, él la tomó por la cintura arrastrándola por la cama hasta pegarla a él, unió sus bocas en un beso duro, casi cruel, pero sobre todo lujurioso, él devoraba sus labios, mordisqueaba el inferior o succionaba el otro, masajeaba su lengua con la suya y la pasaba por toda su boca, invadiendo y reclamando cada rincón, sentado sobre la cama, tal y como estaba se dejó caer hacia atrás, montándola sobre él, ella se inclinó para poder seguir besándolo y él entretuvo sus manos en su cintura, ayudándola con el vaivén de sus caderas, en un movimiento rápido la levantó para acercar su rostro a la intimidad húmeda de la peliazul con hambre voraz lamió la abertura de arriba hacia abajo aumentando las oleadas de placer dejando escapar intensos jadeos, Akane por instinto agarró con fuerza los cabellos del azabache atrayéndolo más, la regresó a su posición inicial para ése momento el bulto de su entrepierna se sentía duro, latente, casi dolía al roce con su intimidad, aun unidos por sus labios podía escucharlo gemir, metió sus dedos en su boca y jugaba dentro de ella, la miraba fijamente, después alzó la camisa que vestía Akane y los colocó en su botón de placer.
—No, no pares, sigue moviéndote, como te enseñe, quiero que te vengas Akane, quiero que te vengas en mis dedos.
Akane siguió moviendo sus caderas sobre la hinchada entrepierna de Ranma, gracias al lugar donde Ranma había colocado sus dedos podía sentir doble placer, con su mano libre jaló de su cabello acercando su cuello a su boca, mordisqueaba y succionaba, lamía y bajaba hasta las clavículas, dejando marcas a su paso.
—Vente, vente ya, anda córrete para mí
Ella desconocía el por que escucharlo hablarle de esa forma sólo la encendía más, quería complacerlo, quería terminar en él, un beso más en sus labios y grito de puro placer, él apretó aún más su jalón de cabello y dejo escapar sucios adjetivos para ella, escurriéndose sobre sus pantalones y empapando su entrepierna Akane experimento por vez primera un orgasmo, fuera de lo convencional, se sentía exhausta e inmensamente alegre, por vez primera desde su secuestro sonreía.
Antes de que pudiera pensar en algo más Ranma apretó una mano detrás de su cabeza uniendo sus labios nuevamente en un beso profundo, después de largos e indefinidos segundos tuvo que separarse para lograr coger aire. Él la miró complacido y ella lo único que deseaba era ser sujetada por aquellas firmes y duras manos, las cuales paseaban por su espalda.
Evidentemente él era un hombre que sabía lo que quería, sabia como, cuando y donde lo quería, obvio tenía muchísima más experiencia que ella y por extraño que parezca eso le complacía, tal vez la Akane "normal" la que vivía libre y sin peligros, le diría a esta que se estaba comportando como una zorra, pero era demasiado bueno descubrir lo mucho que le fascino ese tipo de contacto, tan cargado de lujuria, repleto de deseo, ¡quería más! ¿cómo pediría más?
—Es hora de que duermas, no me esperes, te veré …después
Él salió de la habitación sin voltear a verla, sabia que su erección no había sido liberada y por ridículo que le pareciera quería hacer algo al respecto, pero siendo sincera no tenía idea de que hacer o como pedir que le permita ayudarlo con "el paquete" por que si era todo un paquete, no es que tuviera mucho modelos para comparar, pero nunca había sentido ni visto uno como el de Ranma, ella no lo tocó ni lo vió, pero lo sintió en su entrepierna y aun así sabía que era de gran tamaño, si tan sólo no se sintiera tan estúpida por tener cierta atracción por él, le hubiera pedido que se quedara.
¡Maldición! que frustrante se arrojó con los puños envueltos contra las almohadas y ahogo un grito. Ella quería más.
Escuchar su berrinche le provocó una sonrisa a medias, claro que él quería más, si fuera por él no seria educado y la follaría tan duro como pudiera, la haría llorar de placer, le arrancaría la ropa y la sometería todo el tiempo contra él, en el piso, en las puertas, contra las paredes, traería las nalgas rojas y los labios hinchados todo el tiempo, pero no era él quien debía desear más de su compañía, era ella, así que le urgía controlarse antes de entrar y poseerla hasta hartarla.
Con gran frustración intento conciliar el sueño nuevamente, no ocurría nada, trato de imaginar que él estaba ahí con ella, que nuevamente la encontraba dormida y paseaba sus manos sobre sus piernas, entrando en ella y cogiéndosela con los dedos, duro, así como le gustaba a él, por que si de algo estaba segura, era de que él era despiadado, nada delicado, él cogía duro, cogía cruel y tenía el vocabulario más vulgar que pudo escuchar en su vida a la hora de intimar con alguien, imaginando que era Ranma quien la tocaba alcanzó nuevamente el éxtasis y por fin pudo volver a dormir.
Notas de la autora.
Hola, sólo queríamos aclarar que a partir de este cap las cosas irán escalando, cada vez será más explícito, el lenguaje igual subirá de nivel, las escenas serán gráficas, si desean continuar, adelante, adoramos leer sus comentarios, de lo contrario si se "empalagan" por así decirlo, pueden dejarlo hasta aquí, podemos recomendarles otros fics muy buenos también, sobre todo no fomentamos ni alentamos practicas fuera de nuestro consentimiento, que nadie las obligue a decir sí a algo que no quieran hacer, cuídense, tomen agüita.
Aclarando dudas.
Ranma, iremos desarrollando su personalidad, como pueden ver hay muchas cosas que él muchacho hace que se dejan a su interpretación, por que él es así, al menos en este fic, no aclara nada, es muy hermético y misterioso con sus cosas, no confía en nadie y no necesita de nadie y esta ansioso por conseguir justicia para su familia, lo malo es que él no sabe bien que paso, por que su padre no contó la historia completa y como él era un niño no entendía lo que su padre dijo y esa idea mantuvo por años.
Akane, es una chica tierna y muy unida a su familia, así que como es su primer año sola, extraña la unión, familiar así que es fácil de impresionar, claro que ella apenas esta descubriendo que siente mucho más placer en una mordida bien dada en el momento adecuado que con un casto y púdico beso, de esos que antes de conocer a Ranma ella llama como un beso de amor. Así que como pueden ver, apenas estamos desarrollando ambas personalidades.
Todos los demás, bueno como los principales son Ranma y Akane no quiero enfocarme mucho en todos los demás, dejemos las cosas sencillas de interpretar, su familia está de viaje y la dejaron sola, sin intención, pero al final de cuentas sola, sus amigas esta ocupadas así que tampoco están muy al pendiente, nos concentraremos únicamente en los protagonistas, por su atención y buenos deseos e interés en nuestros escritos, gracias.
