Después de concluido el Campeonato Infantil de Fútbol en Europa, Kojiro, Ken y Takeshi se integraron al equipo del colegio Toho a cargo del entrenador Kitazume. Y claro, también se hicieron alumnos del colegio.
Era su primer día de escuela, al entrar a sus nuevas aulas, Kojiro y Ken decidieron dejar a Takeshi en su aula, porque era muy tímido. En la puerta Takeshi se despidió de sus amigos hasta la hora de descanso, entró a su curso, todos lo miraban extrañados. Ingresó la maestra y Takeshi se paró junto a ella para la respectiva presentación.
-Niños, él es el nuevo alumno del Toho –les dijo su maestra, sonriéndole al niño nuevo con ternura- Es Takeshi Sawada, salúdenlo
-Hola Takeshi –saludaron los otros niños en coro
-Hola a todos –contestó Takeshi tímidamente
-Por favor, uno de ustedes párese y déle la bienvenida de parte de todos –les pidió la maestra al notar la incomodidad del recién llegado- A ver, tú…Paola
-Pueeeessss, bienvenido –dijo la niña sucintamente, levantándose de mala gana y volviendo a sentarse rápidamente
-Por favor, puedes hacerlo mejor –aclaró su profesora molesta
-Bienvenido seas Takeshi, estamos encantados de ser tus compañeros –repitió la niña sarcástica, haciendo una reverencia teatralmente
-Estuvo mejor. Takeshi, por favor siéntate al lado de Paola
-Pero Kazuki se sienta aquí, y no vino porque está enfermo –replicó la niña indignada
-Cuando regrese le daremos otro sitio –aclaró la maestra- Además de todos modos voy a castigarlo porque de seguro es una excusa para no venir, ese niño es un flojo
-Bueno, pero no le va a gustar –explicó Paola haciendo un puchero
Durante la clase, mientras la maestra les explicaba algo de Geografía, Paola estaba rayando sus cuadernos con gráficos, según ella muy graciosos, y no aguantó una carcajada.
-Quién es el gracioso, si no se para ahora mismo los castigo a todos –amenazó la educadora, deteniendo su explicación
Todos se miraron preocupados, pero nadie confesaba.
-Lo siento maestra, fui yo, no quería molestarla pero me atoré –mintió Takeshi apenado
-Pues sonó como una risa, pero está bien, que no se vuelva a repetir –advirtió la mujer, continuando con su clase
-No tenías por qué cubrirme –murmuró Paola mirándolo desconfiada
-No lo hice sólo por ti, nos iba a castigar a todos –aclaró Takeshi susurrando
Paola lo miró nuevamente como escudriñándolo, luego desvió la mirada hacia la pizarra, fingiendo prestar atención. Después de unos minutos volvió a acercarse al niño nuevo.
-Disculpa por el recibimiento, pero tenía que mantener la tradición, no quería ser grosera –se disculpó la niña en voz baja
-Cuál tradición –inquirió Takeshi curioso
-Recibir mal al nuevo –aclaró ella- Pero no te preocupes, sólo es al principio, al final todos se hacen amigos tuyos, a mi me pasó, aunque no tengo muchos amigos, pero no importa
-Pues es bueno saberlo –le dijo el niño, sonriéndole
-Empecemos de nuevo –pidió la jovencita, con una media sonrisa- Soy Paola
-Yo me llamo Takeshi y sería muy bueno tener amigos en el Toho
-Pues yo me anoto en la extensa lista de amigos que seguro tendrás
-A ver, dejen de hablar muchachos, atiendan –los regañó la maestra, callándolos y dirigiéndose entre ellos miradas de complicidad
