Capítulo XII:LA FINAL (Segunda parte)
El balón estaba en los pies de Kojiro, el partido iba, todos tomaron sus posiciones. Parado con firmeza, Kojiro miró hacia la banca de su equipo, desafiante, como si hubiera vencido al entrenador. Luego miró a Paola de una manera muy especial, parecía que ambos gozaban jugar contra el Nankatsu y más aun sabiendo que el Toho tenía mayor ventaja física. Sus miradas se cruzaron, Takeshi accidentalmente los vio, ambos mostraban la misma mirada decidida, parecía que Paola tuviera la misma alma que Kojiro: fría, calculadora, pensando hacer lo que sea por ganar. Takeshi pensó entonces: "Paola, mi querida amiga, te pareces tanto a Kojiro. Cualquiera diría que eres la réplica de Kojiro en mujer, ambos tienen un mismo espíritu". Paola se percató que Takeshi la miraba y lo que hizo es mirarlo y sonreírle; levantó el pulgar como símbolo de suerte, él respondió a la sonrisa tímidamente y también hizo la misma señal. El árbitro tocó el silbato: el partido había comenzado.
Mientras se realizaban las acciones todos en el público se mostraban nerviosos. Algunos de los amigos de Tsubasa estaban en la barra apoyando al Nankatsu, el Toho también era alentado por su propia barra. Jun, que se encontraba junto a Hikaru entre el público, conversaba con él analizando el partido.
-Este partido será muy complicado –comentó Jun concentrado en el juego- Kojiro ya demostró su fuerza con el primer tiro que realizó. Tsubasa debe cuidarse
-Sí, éste no es un partido como los anteriores –corroboró Hikaru meditabundo- Kojiro ha mejorado mucho y me temo que incluso ha logrado superar a Tsubasa
-Jun, ¿crees que esa muchacha, Paola, haya influido en el rendimiento de su equipo? –preguntó Yayoi curiosa
-No sé, pero estoy seguro que todos confían en ella y que siempre está apoyándolos y ayudándoles en lo que sea
-Por qué lo dices con tanta seguridad –inquiró su compañero de selección
-Un día fui al Toho a ver su entrenamiento. Paola sólo se concretaba a mirarlos parada fuera del campo de juego –contó Jun- Cuando el entrenador hacía algún cambio ella se acercaba al que había salido y hablaba con él; entonces él se veía más calmado, reconfortado, como si ella le hubiera dicho que lo había hecho muy bien y le hubiera dado fuerza para continuar
-Creo lo que dices si te refieres a sus amigos, porque ella no demostraría tal afecto con nadie más. Parece que disfruta haciéndole la vida imposible a otros
-No creo que sea así. A mi al menos no me trató tan mal cuando me vio aquella vez
-No me lo contaste –dijo Yayoi en cierto tono de reclamo
-Porque no fue nada sobresaliente ni fuera de este mundo –alegó el Príncipe de Cristal sin prestarle importancia al asunto
-¿Te dijo algo ofensivo? –preguntó Hikaru curioso
-No, conversó conmigo como con cualquier persona a la que empiezas a conocer, claro que al principio trató de echarme del entrenamiento, pero la convencí para que me dejara, porque sólo quería saber si Kojiro había vuelto. Al saber cuál era el motivo de mi visita comenzó a conversar conmigo
-¿No te dijo ninguna de sus groserías? –inquirió Yayoi incrédula
-No, al parecer ella sólo utiliza su mala manera de actuar con ciertas personas
-¿Ciertas personas? –puntualizó el águila del Norte
-¿Por ejemplo, los del Nankatsu? –agregó la joven
-Pienso que sí. Hasta ahora me he dado cuenta que sólo trata de buscar pelea con ellos
-Ahora que lo dices, creo que tal vez tengas razón –analizó el norteño
-¿Hablaste con ella? –preguntó esta vez Jun
-Algo, pero no me trató mal como esperaba –reconoció Hikaru- Me habló como ya lo dijiste, como hablarías a alguien a quien no conoces: indiferente, desconfiada...
-Pues en eso se parece a Kojiro, ¿no lo creen? –les preguntó Yayoi
-Ahora que lo dices, creo que es un parecido verdaderamente impresionante en cuanto a su carácter –analizó Jun mirando a Kojiro
-No, creo que no –aseguró Hikaru con un bufido- Kojiro se porta mal con todos, conocidos o no; en eso Paola no se le parece
-Vaya Hikaru, ¿por qué la defiendes tanto, no me digas que Paola te gusta... –bromeó Jun divertido
-Claro que no, qué cosas dices –respondió su amigo sonrojado
-Entonces no te pongas rojo –notó la pelirroja sonriendo
-No digas tonterías. Además ella es novia de Ken –añadió Hikaru más rojo todavía
-Y qué con eso –dijo Jun encogiéndose de hombros
-Son como almas gemelas, no sé cómo se soportan. Sobre todo cómo lo soporta
-Qué tiene de malo Ken
-Es pedante y engreído, más que Kojiro
-No exageres, sé que no te simpatiza desde que apareció en un partido contra ustedes y por culpa suya no pudieron ganar y llegar a la final –recordó Yayoi
-Pues eso lo dejé en el olvido –mintió Hikaru- Ken ha demostrado ser una persona poco agradable para tratar, se cree lo máximo, como todos sus amigos
-No creo que Kojiro sea así –defendió el capitán del Musashi- Actúa de la manera que todos conocen porque es su medio de defensa. A su familia la trata muy cariñosamente. Y me temo que Paola también usa su carácter como una defensa
-De qué o quién –le preguntó su amigovia
-No sé. Pero...mejor dejemos de hablar y veamos, que Kojiro se prepara para tirar otra vez
En efecto, Kojiro se preparaba nuevamente, realizó su genial tiro del Tigre y anotó el primer gol del Toho. Todos sus amigos se acercaron a felicitarlo, mientras desde la banca Paola lo veía con un aire de tranquilidad sin festejar, sin gritar, sin decir nada, simplemente se limitó a mirar a sus amigos y mostrar una pequeña sonrisa de conformidad.
Luego del segundo tanto del Toho, y ya en el medio tiempo, los muchachos de ambos equipos tomaron un descanso. Antes de finalizar los primeros 45 minutos Mamoru tuvo la oportunidad de patear solo frente al arco de Ken, pero prefirió ceder el tiro a Ryo, quien quería ser el que le calle la boca a Ken...pero obviamente no pudo. El partido iba 2 - 1.
-Bien hecho Kojiro, sabía que lo lograrías –lo felicitó Paola alcandánzole una toalla- Tu tiro es imparable
-Me halagas, pero aun espero anotar más goles –contestó su amigo sonriendo
-Tsubasa ni siquiera ha entrado en ritmo, su tiro de remate le exige demasiado físicamente, no soportará todo el partido
-Que Tsubasa haga lo que quiera, nosotros llevamos ventaja y eso es lo que importa
-¡Demonios! –exclamó Ken apretándose el hombro izquierdo, tratando de disimular el dolor que le producía el resentimiento de su antigua herida
-¿Qué tienes, ¿te duele el hombro? –le preguntó Paola preocupada, sentándose junto a él, mientras los demás se refrescaban
-No –contestó él secamente, evitando que la chica toque su hombro
-Entonces por qué no dejas que te lo toque
-Sólo está un poco hinchado. No le vayas a decir a nadie –le pidió en un susurro
-No te preocupes, no diré nada, pero al menos deja que te vende el hombro
-No, me incomodaría mucho y no podría mover mi brazo
-Pues tendré que vendarlo, así que ven conmigo, iremos a los vestidores para que te vende –exigió Paola poniéndose depie
-Pero que nadie lo sepa
-Nadie se percatará que estarás vendado –aseguró la muchacha, dirigéndose entonces a Kitazume- Entrenador, necesito ir un momento al vestidor
-Para qué, qué necesitas
-Creo que Ken necesita algo de allí y no lo encontraba cuando llegaron
-Está bien, vé, de todos modos creo que tardaremos un poco en comenzar porque están curando a Tsubasa
-Gracias –contestó Paola, mirando luego a Ken- Ven conmigo –le pidió, marchándose al interior del túnel hacia los camerinos
-¿A dónde van? –les preguntó Kojiro
-Al vestuario, no tardamos –respondió Paola
-Pero qué picarones, y en medio partido... –se burló Kazuki guiñándoles un ojo
Ken y Paola se fueron ignorando el comentario de Kazuki. Entre tanto, en la banca del Nankatsu el estado de ánimo tampoco era bueno.
-Mamoru, ¿puedo hablar contigo un segundo? –le preguntó Sanae misteriosamente
-¡Sanae, qué sorpresa! –exclamó Ryo al verla allí y no con Ozora- Claro, como Tsubasa no te hace caso decidiste probar suerte con Mamoru, jaja
-¡Cállate! –respondió Sanae, golpeándolo en la cabeza
-De qué querías hablar –inquirió Mamoru alejándose un poco más allá
-¿Recuerdas que una vez nos preguntaste si el nombre de Paola nos decía algo?
-Sí, por qué
-Ya sé quién es –aseguró Sanae alarmada
-Quién es quién, no te entiendo –fingió demencia su amigo
-Paola, ésa Paola –continuó la ayudante del Nankatsu señalando a Paola que hablaba ese momento con su entrenador- Es la misma niña que hace años Genzo llevó para que la conociéramos: Paola es la prima de Genzo –concluyó, sin percatarse que Ryo se había acercado a ellos en silencio
-¡¡¿¿Qué, no puede ser, debes estar en un error –exclamó Mamoru estupefacto
-No lo estoy, y lo sabes. Tú te percataste de eso pero no quisiste confirmarlo
-¡¡¡Qué, Paola del Toho, ¡¡¿¿es prima de Genzo! –gritó Ryo con los ojos como platos, llamando la atención del resto de su equipo
