Capítulo XVI:EL FINAL

Después de aquél evento Paola fue a casa de Genzo en Fujisawa y estuvo allí unos días. Durante esos días Mamoru fue a visitarla y ambos cumplieron la apuesta.

Una tarde, Mamoru y Paola salieron por las calles, bandera en mano, presentándose a cada persona que veían pasar, diciéndole que el Toho y el Nankatsu serían los mejores equipos que tendría Japón en toda la historia, les daban la mano, mostraban su bandera y se iban. Hubo personas que creyeron que desvariaban, mientras a otros les causaba gracia y otros pues simplemente los ignoraban. Ese día se divirtieron mucho, Paola descubrió que podía confiar en Mamoru y que podía ser su amiga; Mamoru descubrió la verdadera personalidad de Paola: divertida, graciosa, alegre, amable, sin groserías...encantadora.

Un día antes de irse, y como se encontraba en la misma ciudad que sus amigos, Paola fue a despedirse de los que estaban en la Selección. Sólo vio a Ken a lo lejos, no se le acercó, sólo lo miró y se fue. Ken no tuvo el valor para hablarle, pero tenía consigo en su cadena, el dije que le había regalado.

Digamos que Paola nunca pudo llevarse bien con Genzo, pero al menos ya no discutían tanto como antes. Genzo fue a despedir junto con Mamoru a Paola al aeropuerto, porque ella no quería que nadie más vaya a decirle adiós.

Paola le prometió a Mamoru que le escribiría, pero nunca le explicó la respuesta de por qué su odio hacia los del Nankatsu. Mamoru no insistió, de todos modos se hizo su amigo, pero claro, era el único del Nankatsu porque Paola seguía tratando mal a los demás.

Ella se fue y sobre todo en el Toho no dejaban de recordarla y de extrañarla. En el Nankatsu la única sorpresa fue la amistad de ella con Mamoru porque muchos, sobre todo Ryo, seguían creyendo que Paola era de temer. XD

Los muchachos después de jugar el mundial con la selección volvieron a la vida de siempre. Lastimosamente, poco a poco, con el tiempo las cartas de Paola eran menos frecuentes, porque había entrado a estudiar a un internado y no tenía mucha "libertad de expresión".

Kazuki no aguantó mucho y decidió pedirle a sus padres ir a estudiar a Alemania, sus padres accedieron y se fue con Paola. Él sí escribía más seguido a sus amigos, les contaba todo lo que pasaba, y cuando sabía algo nuevo de Paola se los contaba.

Después de unos 6 meses, Kazuki les mandó una carta que dejó asombrados a propios y extraños, misma que decía así:

"Hola otra vez muchachos:

Por aquí las cosas transcurren como siempre, sólo que ya hablo mejor el alemán, aunque sigo siendo presa de burlas por el acento.

Paola ya salió del internado y estuvimos paseando por la ciudad, como no pude verla por mucho tiempo me contó que volvió a encontrarse con antiguos amigos, y creo que se sorprenderán cuando sepan a quién me refiero.

Bueno, resulta que el muchacho del que les hablo es más que amigo de Paola. Estuvo compartiendo mucho tiempo con ella, hace años que se conocían, y ahora se conocerán mejor, al menos eso creo ¿saben por qué, pues porque desde hace una semana Paola es su novia. ¿Quieren saber el nombre del alemán que quiere quitarnos a nuestra amiga, agárrense, es... pues nada más y nada menos que...¡Karl Heinz Schneider!. Sí, el mismísimo capitán del equipo alemán. No es tan odioso como parece cuando tratas con él.

Espero no haber producido un desmayo a nadie. De todos modos quiero que sepan que Paola está muy bien con él, se llevan bien, coinciden en muchas cosas, hasta puedo asegurar que no hay poder humano que pueda separarlos.

Bueno, ya debo irme, espero que todo marche bien por allá, saludos al capitán.

Un saludo a todos de parte de Paola y mío:

Kazuki

P.D.: ¿Qué creen, Paola ya no discute con Genzo, jajaja".

Como era Takeshi quien leyó la carta, quedó muy asombrado, claro que los demás no quedaron menos sorprendidos. Ken escuchó lo que decía la carta y no dijo nada. Todos lo miraron, como esperando una respuesta y sólo atinó a decir: "bueno, será mejor que vayamos a entrenar de una vez".

Kojiro se enteró luego de todo y no podía creerlo. Paola le escribió a Mamoru y le contó lo mismo, que era novia del Kaiser. Mamoru sonrió y por dentro se alegró por ella, porque recordó que cuando se fue la habían lastimado mucho.

Por suerte, Paola no tenía nada grave en los huesos, pero igual decidió quedarse en Alemania. Al menos ya tenía un motivo para quedarse ;D.

Sus amigos siempre la recuerdan con cariño y saben que es feliz donde está. A veces, uno que otro va a visitarla, y descubre que mucho no cambió: sigue diciendo algunas groserías, en alemán o japonés, lo que se le ocurra en el momento.

¿Qué más querrían saber, pues Ken nunca pudo descubrir la verdad tan obvia porque era demasiado orgulloso. Eso sí, nunca dejó de extrañar a la "pequeña" Paola.

¿Creen que se volvieron a ver? Pues sí, un día en un partido amistoso entre Japón y Alemania todos vieron a Paola: había adquirido la nacionalidad alemana, que ya era suya por ser su madre de ese país, y la eligieron como ayudante del entrenador de la selección germana. Desempeñaba muy bien sus funciones, todo estaba en orden.

Al ver a los japoneses les sonrió, ya habían pasado unos 2 años, se veía más madura y más seria. Después del encuentro caminaba por uno de los pasillos cuando alguien se le acercó: era Ken. Se saludaron como viejos amigos y él le dio una medalla: una luna con un sol, juntos, inseparables. Paola la recibió y se la colgó. Luego le sonrió, le deseó suerte, que se cuidara mucho, se despidió y se fue. No hablaron casi nada, aun ambos estaban sentidos el uno con el otro porque ambos eran demasiado orgullosos como para referir el tema, pero seguían siendo amigos o al menos lo parecían.

Cuando Paola ya se iba, porque Karl la fue a buscar ya que tenían que irse inmediatamente en un vuelo hacia Alemania; Ken se armó de valor y gritó pese a encontrarse a metros de ella.

-¡Siempre serás la pequeña Paola! –dijo con una sonrisa, deteniendo abruptamente a la chica

-No soy pequeña –alegó ella fingiéndose indignada- ¡Sólo soy menor!

Y con una sonrisa, ambos se despidieron para siempre.

FIN