Muchas gracias por vuestros revews, creo que voy a llorar de la emocion! sniff sniff Nunca me habian escrito algo tan esperanzador, de verdad que muchas gracias!!!!! Y bueno, aquí va el 6º cap. Espero que hos guste. Y gracias otra vez por los revews!! sniff sniff

MONDES À PART

CAPITULO 6: LAMENTACIOES Y ENFADOS

En cuanto entraron por el retrato de la sala comun, Dennis subió corriendo las escaleras, como alma que lleva el diablo. Natalie lo miró dudosa, pero lo siguió.

La habitación de chicos de tercero era identica a la de las chicas, solo que habian cuatro camas y habian evidencias masculinas, como posters de equipos de quiddich y...calzoncillos tirados por el suelo.

Dennis estaba sentado en la ventana, mirando afuera con la mirada perdida.

- Mm... Como estas?- dijo ella.

- Tu que crees?- preguntó Dennis de mal humor.

- Conmigo no lo pagues.- sentenció Natalie.- Solo queria ayudarte.

- Como crees que sienta descubrir que la persona que quieres te odia.- dijo con la voz temblante.

- Creeme, se lo que se siente.

Dennis la miró de reojo y suspiró. Natalie se sentó a su lado.

- Mi madre de pequeña me decia que siempre hay una alma gemela para cada persona y que el destino ya tiene un futuro planeado para cada persona desde el momento en que nace, incluso desde antes. Y que, si tu destino es estar con Pobbs, al final lo estarás.- sonrió Natalie.- En mi opinión es una chula y una pija que se cree superior a los demas...- Dennis rió.- Pero a veces las personas pueden llegar a cambiar por la gente que quieren.

- Y si no estamos destinados? Ya has oído lo que piensa de mi. Me moriré por dentro cuando esté con otra persona.- afirmó el Gryffindor.

- Yo, por ejemplo, soy feliz mientras la persona a la que quiero sea feliz. A veces la felicidad no se encuentra en uno mismo.

- Natalie, yo...-dijo él – siento haberte hablado y tratado así cuando estaba Emma. Y, si es verdad que mi destino sea estar con ella, ya llegará el momento. Por ahora no pienso sulfurarme. Si piensa eso de mi, ella se lo pierde.

- Así me gusta Creevey!- dijo cariñosamente ella.

- ¿Sabes? Me gustas mucho Natalie.- dijo Dennis, y los ojos de ella se agrandaron.- Pero solo como amiga.

Natalie suspiró. Como podia haberse hecho ilusiones?

- Pero te juro que si alguna vez me enamoro de ti, y espero que sea así, no te dejaré escapar. Porque eres muy buena persona.- concluyó Dennis.

Natalie sonrió. Porlomenos no estaba todo perdido.

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- En serio?- preguntó Padma alucinada.

- Si.- respondió Parvati con una sonrisa.- Es el septimo con el que me acuesto en este mes.

- Estas hecha una...libertina.- dijo Padma riendo.

- No te pases eh, guapa?

- Vale, vale, perdona.

En ese momento el prefecto de Ravenclaw pasó por al lado de las gemelas Patil. Padma le sonrió y le hizo un gesto con la mano a modo de saludo.

- Anthony Goldstein.- murmuró Parvati con voz de vivora.- Esta de rechupete.

- Ni que lo digas. Ademas es atento, inteligente, estudioso, amable y...

- Volvamos a lo de que es guapo.- propuso Parvati con una sonrisa.- Muy pocas han tenido el privilegio de tenerlo en sus manos.

- Si, es tan guapo!

- Y tan bueno besando y... otras cosas...- dijo Parvati.

- Quien te ha dicho eso?- preguntó Padma sorprendida.

- Lo se de carne propia.- murmuró Parvati con sonrisa de pilla.

- Que?

-Es el numero seis de este mes con que me acosté.- contestó la Gryffindor con mucho orgullo.

- Y de eso hace mucho?- preguntó Padma cerrando los puños.

- Mmm...una semana...- contetsó Parvati.- Y no veas que fiera...¿Padma, donde vas?

- A clase.-contestó secamente la gemela.

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- Terry, te dije que no te dirijieras a mi en publico. Morag nos podria ver.- remugó la Hufflepuff.

- No me importa.

Sanne resopló. Esque no lo entendia?

- Te matará.

- Moriré agusto.

- No se puede morir agusto. El hecho de que se llame morir indica que no es agusto.

- Sanne, yo solo quiero hablar contigo. Que hay de malo en eso?- preguntó Terry.

- Que estas hablando conmigo.- respondió ella, mirando a los dos lados del pasillo.

- Pues en eso no hay nada de malo y...

- Que no hay nada de malo?- dijo una voz gruñona.

Sanne se giró a su derecha con la cara blanca. Morag abanzó y se encaró a Terry.

- Escucha cerebrito cuatro-ojos, esta es mi novia, y a mi novia no se la toca, ni se le habla, ni se la mira. Estamos?

- Sanne es libre para decidir con quien quiere estar y tu no mandas en ella.

Las manazas de Morag se dirigieron hacia Terry y lo cogieron por la tunica.

- Vuelvele a hablar, Bott, y se te acabó lo de vivir.- advirtió el Hufflepuff.

- Y tu eres un Hufflepuff?- murmuró con desprecio Terry.

PUM!

El puño de Morag se estampó contra la mejilla del Ravnclaw, pero él no se quejó, sino que restó impasible.

- Morag, para!- gritó Sanne angustiada.

Pero el puño de Morag ya se volvia a dirigir a Terry, esta vez a su estomago.

- Señor McDougal! Que cree que está haciendo?

La profesora McGonagall se abrió paso entre los alumnos justo antes de que Morag propinara su segundo puñetazo.

- Haga el favor de soltar al señor Bott.

Morag obedeció a regañadientes.

- Acompañenme los dos a mi despacho. Sus jefes de residencia tendran que enterarse de esto.

Sanne observó como McGonagall se los llevaba y, cuando estuvieron ya lejos, Terry volteó y sonrió, con el pómulo hinchado. Había que admitir que Terry tenía agallas.

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Ginny miró a lado y lado. Habia preguntado a Blaise Zabini las horas en que Draco iba a la cocina a pillar comida y estaba segura que no podia fallar. Hizo cosquillas a la pera y entró en las cocinas.

Los elfos estuvieron encantados de verla y pronto le trajeron mil y un tipos de pastelitos. Minutos despues, como ella habia previsto, Draco Malfoy entró en la cocina.

- Una cerbeza de mantequilla.- pidió como si estuviera en un bar. Los elfos fueron enseguida a por lo que pedia. La vista de Malfoy recayó enseguida en la pequeña peliroja.

- Weasley, que haces aquí?

- Lo mismo que tu.

En ese momento los elfos trajeron la bebida del chico. Él se dio la vuelta y salió del retrato, seguido de Ginny.

- Donde pusiste tu copa?- preguntó ella.

- Junto a las demas.- rió él.

- Amm...

Un poco más...

- Y de que son esas copas?- preguntó.

Malfoy se paró a mirarla justo a un paso del muerdago. Ginny maldijo.

- Tu quieres saber muchas cosas.- dijo él entrecerrando los ojos. Y volvió a echar a andar.

Ginny no contestó. Estaba muy ocupada midiendo exactamente que estuvieran uno al lado del otro. Repentinamente una fuerza los empujó hacia atrás.

- Que coño pasa?- preguntó Malfoy.

- No lo se.- preguntó ella haciendose la extrañada.- Volvamos atrás.

Restrocedieron, pero inmediatamente otra fuerza los impidió pasar.

- Mira!- dijo Ginny señalando al techo.- El muerdago del que habló Dumbledore!

Malfoy miró tambien al techo.

- Ese que te tienes que dar un beso para poder salir?

- Si...

Malfoy resopló.

- Que palo.

- Oye, a ver que insinuamos eh?- repuso la peliroja.

Malfoy hizo rodar los ojos.

- Bueno...habrá que salir de aquí...

- Estas insinuando que nos besemos?- dijo él.

- Yo no he dicho nada!- exclamó Ginny roja.

Malfoy suspiró y atrajo a la peliroja con una mano. El corazón de Ginny palpitaba muy rapido.

Unieron sus labios en un beso frio pero con el que Ginny se conformó. Este era otro paso para ganarselo.

Cuando se separaron, Malfoy se giró y andó hacia delante. Ya no había barrera. Antes de irse, se giró.

- Tienes suerte, Virginia. No todas las chicas reciben dos besos de Draco Malfoy.

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La noche estaba preciosa, no había mas que mirarla. Era fantástico estar allí con el chico que le gustaba.

- Bonita noche, eh?- murmuró él, estrechando mas el brazo que tenia en los hombros de la chica.

- Sip.-dijo Luna muy alegre.

-Estamos aquí, en los jardines, de noche y solos...- dijo Teo.

El Slytherin acercó sus labios a los de la chica y la besó. Luna pasó un brazo por detrás de la nuca de su novio y suspiró. Era tan tierno...

En un movimiento lento, Teo empezó a bajar su mano hasta ponerla en el culo de la chica, la cual arrugó la frente pero no dijo nada. Después de estar unos momentos así, las manos del chico suvieron directamente a la camisa de Luna y empezó a desabrochársela. Ella hizo un ademán de soltarse, pero Teo la cogió mas fuerte y le susurró:

- Dejate llevar...

- No...

Forcejeó más aún, pero no sirvió de mucho.

- Teo, basta!-gritó. Él no hizo caso así que Luna le pegó una bofetada.

Teo levantó la vista, lleno de furia. La agarró de las muñecas y la besó.

- Suéltame!-gritó.

- Es que estás sordo?- preguntó una voz a sus espaldas.- Suéltala.

Eran Colin y la profesora Sinistra. Seguramente él había ido a preguntarle alguna cosa sobre los deberes y los habian oído.

- Está bien?- preguntó la profesora, mirando a Luna.

- S-si.-dijo ella poniéndose detrás de su amigo.

- Bien. 50 puntos menos para Slytherin.-pronunció Sinistra.- Señor Creevey, acompañe a la señorita Lovegood a su sala común. Nott, venga conmigo al despacho del profesor Snape.

Theodore hizo una mueca y miró severamente a Luna.

- Que miedo, está muy raro.-susurró Luna cuando Sinistra y él estuvieron ya lejos.

- Si, bueno, es un poco salido tu novio, no?- preguntó Colin.

- Si, creo que si.

Empezaron a andar sin decir nada hacia la sala comun de Ravenclaw.

- Has estado muy distante desde que salgo con él.- dijo Luna.

- Si, lo se, pero esque... no me parecia bien. Y ya has visto que tenia razón.

- Si, bueno, estaba equivocada. Contento? – preguntó ella frunciendo el ceño.

- Solo estoy contento si estas bien.

Luna le sonrió.

- No había pasado tanto miedo en mi vida. Verás...yo... quiero que mi virginidad siga intacta hasta que llegue el chico adecuado. Igual que hice con mi primer beso de verdad.

- En serio? –preguntó Colin.- Y quien fue tu primer beso?

Luna estalló en carcajadas y luego miró a su amigo, que la miraba sin comprender.

- No te acuerdas?- preguntó, agrandando mas los ojos.- Fuiste tu!

- Yo? – preguntó Colin asombrado.

- Si. Bueno, yo estaba ya un poco agobiada y pensé que tu eras mi mejor amigo y te queria mucho, así que por eso te besé en aquella fiesta.

- Pensaba que ibas bebida.- rió Colin.

- Bueno, la verdad es que... me gustabas un poco.

Colin se sintió en las nuves. Claro que había dicho GUSTABAS, en pasado, pero donde había habido amor, podia haberlo otra vez no?

- Es aquí.- interrumpió Luna, señalando la estatua de un águila de bronce.- Por cierto, gracias por aparecer en el momento en que te necesitaba.

Luna abrazó a Colin muy fuerte como agradecimiento. Después murmuró la contraseña y entró en la sala común azulada. Él estaba tan rojo, que se podian hacer huevos fritos en su cara.