Holas soy Miko aquí esta mi primera historia pero no es mia la encontre en una pagina que ya se cerro y es una traducción, y como me gusto aquí la puse, espero que lo disfruten
Fanfic
por Gini
Traducido
por MiauNeko
Una Quebradura en el Amor
Parte 1
Personajes:
Kurama,
Hiei, Yuusuke, Kuwabara, Koenma, Yukina, Botan, Keiko.
Nuevos
personajes:
Kavelu:
Primo de Koenma, como de la edad de Kurama.
Setsuyo: Hermana
gemela de Kavelu, más joven, prima de Koenma.
Pazeru: El
líder del Castillo Darknight. Bastante poderoso.
Una
Quebradura en el Amor
Una
quebradura en el amor
Ocurre
cuando hay una duda
Si
no hay suficiente confianza
El
amor comenzará a desgastarse.
La
única forma de ganar,
Es
romper el hechizo desde adentro.
De
esta forma la quebradura se sellará y juntará,
Y
el amor por fin será libre.
Hiei nunca había tenido que compartir nada en su vida. Si tenía algo, le pertenecía sólo a él y a nadie más. Y si había alguien que lo quisiera, el o olla tendrían que luchar con él para conseguirlo.
Miró a los otros cerca al lago. Habían ido a ese hermoso parque silvestre de picnic y Hiei también fue. No porque quisiera, sino porque quería asegurarse de que esa chica antipática no tocara a su zorro.
¿Quién en el mundo tenía las agallas para acercarse a su zorro? Ella. Setsuyo. El nombre encendía el fuego en su corazón haciendo hervir su sangre. Esa chica y su hermano mayor eran los primos de Koenma. Dos semanas atrás Koenma anunció que sus primos visitarían el Ningenkai. Quién se iba a imaginar que los dos, hermano y hermana, fueran tan asombrosos. Kavelu, el hermano de Setsuyo con corto cabello color marrón arena y rostro delgado estaba lleno de gentileza. Y su hermana, Setsuyo, era imposible describirla con palabras. Tenía un largo y ondulado cabello negro amarrado en una cola de caballo. Su piel color crema se veía muy tersa y joven, haciendo que cualquier mujer del planeta muriera de envidia. Ambos tenían ojos verde claro y eran del tamaño de Yuusuke.
Hiei se negaba a acercarse cuando ella estaba por allí, y eso parecía ser una ventaja para ella. Especialmente ahora que Kavelu y Setsuyo estaban viviendo en casa de Kurama. Y es todo por culpa de ese estúpido. Hiei se refería a Koenma. Él era quien lo había arreglado todo.
En ese momento Hiei estaba sentado bajo un árbol, solo para evitar la multitud. Kurama y Setsuyo estaban sentados bastante lejos mientras que Yuusuke, Keiko, Kuwabara y Yukina trataban de asar la carne, sin éxito. Y Kavelu sólo estaba sentado al lado opuesto de Setsuyo, sonriendo. Entonces Hiei abrió mucho los ojos. Acababa de ver cómo Setsuyo le daba una cereza en la boca a Kurama. ¡Yuck! Apartó la mirada. Que patético. Otra tonta que se muere por Kurama. Pero Hiei sonrió para sí. Sabía que a Kurama nunca le gustaría alguien excepto él. Kurama le había dicho que nunca se volvería a sentir solo. Era una promesa.
No importaba cuan linda fuera Setsuyo, nunca podría ganar el corazón de Kurama... ¿o podría?
De repente Hiei vio que los ojos de Kurama miraban en su dirección. Sus ojos verdes brillaban de felicidad cuando le hizo un guiño, llamándolo para que se acercara. Hiei suspiró. Debería ir para vigilar a esa estúpida chica, pensó mientras saltaba y caía a toda velocidad frente a Kurama y Setsuyo.
- ¿Lo pasaste bien sentado ahí solo? - Kurama se volvió para darle la cara y susurró con ternura.
- Hn - fue la única respuesta que dio Hiei a Kurama, pero bien adentro estaba complacido de que Kurama aun se preocupara por él.
- Toma, Hiei-chan, prueba un poco de este pie. - Setsuyo cortó un trozo de pie y se lo entregó. Hiei lo miró. ¿Por qué es tan amable? ¿Estará envenenado? Se volvió para mirar a Kurama que asintió con una sonrisa.
- Pruébalo. Es muy bueno. Setsuyo lo preparó ella misma.
Hiei tragó saliva con esfuerzo.
- Erm... Tal vez después.
- Hahaha... Estás como yo la primera vez que probé el pie de Setsuyo - rió Kavelu. Hiei lo observó.
- Me pregunto cómo es que aun estás vivo...
- ¿Qué? - dijeron Kavelu y Setsuyo al mismo tiempo. Kurama le dio un codazo al costado de Hiei.
- Nada - murmuró Hiei.
- Hey, ¡hay algo en el bosque! Ven, Hiei... - exclamó Kurama como un niñito y en un parpadeo se había ido.
¿Qué? Hn. Ha estado practicando el ser rápido. Sonriendo para sí, Hiei se fue también, dejando solos a Kavelu y Setsuyo.
- Hm. Me sorprende que no esté nevando. Ya es diciembre pero el sol aun está colgando ahí .- dijo Kavelu mirando hacia el sol.
Setsuyo suspiró fuertemente.
- Esto va a costar mucho trabajo.
- ¿Te refieres a ganar el corazón de Kurama? - preguntó Kavelu.
- Sí. Creo que hay un montón de chicas a su alrededor y aun no tiene novia. Debe ser muy cuidadoso cuando busca a una chica. - Setsuyo miró preocupada a su hermano.
- Hum... Creo que hay algo entre Kurama y Hiei - dijo Kavelu pensativamente.
- ¿Qué quieres decir? - preguntó Setsuyo con preocupación.
- no estoy seguro. Sólo es la forma en que se miran y como siempre están juntos.
- ¿QUE? Pero Kurama me ha estado tratando muy bien desde que llegué. Estaba segura que se interesaba en mí - Setsuyo estaba casi gritando.
- No dije que no le gustaras a Kurama. Lo verás tú misma la próxima vez.
Setsuyo rió fuerte.
- No perderé con esa bola de pelos. Sólo mira. Siempre consigo lo que quiero. Incluso esto.
Kavelu sonrió.
- Buena suerte.
¿Dónde está? ¿Cómo pude perderlo? Pensó Hiei mientras saltaba de árbol a árbol. Se detuvo cuando creyó sentir algo.
No. Falsa alarma. Hiei suspiró y saltó bajo el árbol. De pronto alguien lo atrapó contra la corteza.
- ¿Buscando algo? - Era Kurama.
- Sí, de hecho, estoy buscando un zorro.
Kurama sonrió malicioso.
- Creo que conozco a quien buscas.
- ¿Oh, sí? - dijo Hiei y tembló un poquito cuando el dedo de Kurama bajó por su mejilla a su cuello y más abajo.
- Hn-hum - Kurama lo miró con ojos juguetones mientras se acercaba más a la cara de Hiei.
- ¿Me dirás entonces? - susurró Hiei mientras era engullido por esos ojos.
- ...después... - Kurama se inclinó y ambos se dieron un profundo y apasionado beso.
Hiei se separó primero.
- Espera un segundo, pensé que dijiste que había algo en el bosque.
Kurama sonrió.
- No era nada.
- Fue un truco... Mmm... - Kurama cerró la boca de Hiei cubriéndola con la suya y le dio otro cálido beso.
Después de lo que pareció una eternidad, ambos se separaron para respirar. Hiei apoyó su cabeza en el pecho de Kurama. El viento sopló las hojas que caían sobre ellos, pero no les importó... Porque se tenían el uno al otro para darse calor.
- Hiei.
- ¿Hn?
- ¿Puedo hacerte una pregunta?
- Dime.
- ¿Qué quieres para Navidad?
- ¿Qué demonios es eso?
- Es un feriado en el Ningenkai. Las personas lo celebran dándole regalos a sus seres queridos. Ya sabes, las cosas que quieren. - explicó Kurama acariciando el cabello de Hiei.
- Que estúpido. ¿Cuándo es?
- El 25 de Diciembre. Faltan 2 semanas. - Kurama se detuvo antes de continuar -. Así que ¿qué te gustaría más?
- Nada.
- ¿Qué quieres decir con nada? Anda. Todos sueñan con tener algo. Tú también debes soñar con algo.
- ¿Qué quieres tú? - preguntó Hiei a su vez.
- Quiero darte todo lo que quieras.
- Eso no es lo que...
- Vamos, Hiei. ¿Qué quieres?
El youkai pensó un momento antes de mirar a Kurama a los ojos y responder tranquilamente.
- Quiero pasar la noche de Navidad contigo... Solos...
Kurama sonrió, sus ojos brillando bajo la luz del sol.
- Y eso es lo que recibirás. - Abrazó al Koorime aun más fuerte. - Sólo tu y yo, en la noche de Navidad.
- ¡Yuusuke-chan! - llamó Setsuyo dulcemente.
- ¡Ohayou, Setsuyo-chan! ¿Qué te trae por aquí? - saludo Yuusuke alegremente ya que Keiko no estaba en el templo de Genkai.
- Oh, hice algunas galletas y pensé que tú y Kuwabara-chan querrían algunas.
- Oh. ¡Que amable de tu parte! Ven conmigo. Está haciendo frío aquí afuera. - Setsuyo asintió y siguió a Yuusuke adentro.
Tu hermano y Kuwabara estaban ayudando a Yukina en la parte de atrás. ¿Quieres que lo llame por ti? - dijo Yuusuke sirviéndole té caliento.
- No. Está bien. - Setsuyo sonrió y tomó un sorbo de té. - Um... Sé que es raro que pregunte pero ¿hay algo entre Kurama-chan y Hiei-chan? - preguntó Setsuyo lentamente.
- Err... Sí. Son muy buenos amigos. Muy cercanos.
-
¿Qué tan cercanos? - preguntó
Setsuyo
rápidamente, pero notó su rudeza. - Er. Quiero decir,
pareciera que están más que simplemente cerca -
explicó.
Yuusuke sonrió mientras servía más té en su taza.
- Son más cercanos que...
- ¡¡Hola! ¡¡Setsuyo-chan! ¿Cuándo llegaste? - exclamó Keiko.
Setsuyo sonrió.
- Hace unos minutos.
Kavelu apareció al mismo tiempo que Yukina.
- Estábamos hablando sobre ir a ver una película. ¿Quieren venir? - preguntó Keiko excitadamente. Setsuyo miró a su hermano que asintió.
- Claro. ¿Kurama-chan va a ir? - preguntó ella cuidadosamente.
- No lo creo. Dijo que hoy tenía otra cosa que hacer - respondió Yukina por Keiko.
- Bueno, vamos - dijo Kavelu con una sonrisa.
Kurama esperaba que Hiei apareciera en su lugar secreto - Tear's Lake Lago de Lágrimas. Miró hacia abajo, al agua, tan transparente y plácida que podía ver al detalle el cielo y el reflejo de los árboles.
Por qué me siento tan extraño con Setsuyo, pensó Kurama para sí. Y ni siquiera la puedo resistir... Sin mencionar que Hiei estaba comenzando a dudar de su amor debido a Setsuyo. Kurama suspiró.
Me pregunto si Setsuyo siente lo mismo que yo. Es tremendamente familiar. Es como si la hubiera visto antes en otro lugar, pero no puedo situar dónde y cuando...
- Creo que sería una buena idea no dejar que Kavelu y Setsuyo se enteren de nuestra relación - dijo Kurama al youkai enfrente de él. Estaban caminando en el bosque. Desde que Kavelu y Setsuyo habían llegado Kurama tenía menos tiempo para pasar con Hiei. Ese día parecía un buen día para pasar algunas horas a solas con Hiei.
- ¿Por qué, zorro? - preguntó Hiei, sorprendido.
- Bueno... Sólo pienso que no están listos para saber la verdad - Kurama miró hacia abajo y sonrió.- ¿Hiei? - llamó cuando no recibió respuesta del youkai.
- ¿Es porque te gusta Setsuyo y no quieres que se entere? - preguntó Hiei calmadamente, pero Kurama lo miró algo sorprendido.
- ¿Por qué dices eso? Sabes que no es así.
- Quizás, pero quiero escucharlo de ti.
Kurama suspiró.
- Me gusta, Hiei. Me recuerda de alguien que conocí. Pero hasta que sepa quién es, quiero mantener nuestra relación en secreto.
- No lo sé. ¿Significa que tendremos que mantener nuestra distancia cuando estemos cerca de ellos?
- Me temo que sí.
- ...
- Vamos, Hiei, no eres de los que se ponen celosos - dijo Kurama.
Hiei se quedó en silencio durante un rato.
- Bueno, tal vez lo sea - se volvió hacia él y dijo lentamente -: Tal vez siempre lo he sido.
Sin embargo Hiei había aceptado el plan de Kurama. Era lo único que no podía hacer... rechazar a su amado.
De nuevo, había aceptado asistir a esa estúpida fiesta.
- Mis padres fueron de vacaciones a México... Así que tengo la casa para mí - les había dicho Kurama a todos.
Cómo hubiera deseado poder estar solo... Tal vez con Kurama a su lado...
- ¡Oye, Kurama! ¿Has estado protegiendo a mi primita? - dijo Koenma cuando entró a la casa de Kurama.
- Ne, Primo Koenma, ¡Kurama es el mejor! Me ha estado tratando con cuidado. - Setsuyo se aproximó a ellos con un plato en las manos. - ¡Kurama-chan! Toma, prueba este plato que he cocinado... Sólo para ti - sonrió Setsuyo.
- Ah... Arigatou, Setsuyo-chan - Kurama se sonrojó un poco cuando vio levantarse la ceja de Koenma.
- Iie... Llámame Setsuyo - dijo Setsuyo tímidamente mientras batía sus pestañas a Kurama.
- Err... Está bien, Setsuyo.
De pronto se escuchó una música suave y todos comenzaron a bailar. Yuusuke y Keiko, Kuwabara y Yukina, incluso Koenma y Botan se pararon y comenzaron a bailar.
Hiei caminó hacia Kurama y comenzó:
- Kurama, ¿podemos hab...? - Pero alguien interrumpió la frase.
- ¡Kurama-chan! ¿Bailarías conmigo? - Setsuyo tomó el brazo de Kurama, tirando de él hacia el centro de la pista de baile.
- Um... Claro. - Kurama miró a Hiei en reconocimiento y fue a bailar.
Hiei los miró. Setsuyo puso su cabeza en el hombro de Kurama y sus brazos alrededor de su cuello. Kurama sostuvo su cintura... Se veían como una pareja.
Entonces... Vio un relámpago en los ojos de Setsuyo. Era por él. Una sonrisa relámpago de triunfo.
Hiei estaba sentado solo en la entrada, afuera de la casa de Kurama. No... No puede ser. Setsuyo no quiere pelear conmigo por Kurama. Pensó para sí. ¡Pero esos ojos! No podía haberse equivocado.
De pronto una mano se posó en su hombro.
- Hiei.
- Hn... - Hiei ni se inmutó, aunque cada músculo de su cuero se tensó ante ese contacto.
- ¿Estás bien? No pareces estar divirtiéndote - rió Kurama.
- Estoy bien. Hay mucho ruido adentro. - Hiei trató de ocultar sus preocupaciones.
- ¿Qué pasa? ¿Algo te molesta? - Kurama lo miró preocupado.
Justo cuando iba a abrir su boca alguien llamó desde adentro de la casa.
- ¡Kurama-chan! ¿Te molestaría ayudarme a lavar estas cosas? - Era Setsuyo.
Seguro que ella sabe elegir el mejor momento, pensó Hiei con odio.
- Saldré en un momento - le aseguró Kurama con una encantadora sonrisa y se apresuró a entrar.
- Sí, claro - dijo Hiei amargamente. Pero el sonido de pasos se acercó a él. Se volvió contento.
- Kura... Oh... Eres tú. - bajó su voz cuando vio que era Setsuyo.
- Hola, Hiei - dijo Setsuyo educadamente... Pero no cálidamente.
- Hn.
- Pensaste que era Kurama, ¿verdad? - dijo Setsuyo pero continuó cuando no recibió respuesta -. He oído que tú y Kurama-chan son amigos muy cercanos.
No somos sólo amigos. Pensó Hiei pero mordió su lengua porque le había prometido a Kurama no decirlo. Odiaba la forma en que ella decía el nombre de Kurama. Sonaba muy falso y desagradable.
- ¿Qué quieres? - preguntó Hiei.
- Sabes muy bien lo que quiero. Los dos queremos lo mismo.
- ¿Y qué demonios es?
- El amor de Kurama, por supuesto - rió Setsuyo cuando vio que Hiei la miraba, sorprendido. - Ah, sí, Kurama. Él puede ser un buen amante.
- ¿Qué te hace pensar que le gustas? - dijo Hiei.
Setsuyo lo miró directo a los ojos. De repente Hiei sintió frío.
- Hiei, yo siempre obtengo lo que quiero. Nadie se puede meter en mi camino. Ni siquiera tú. Ganaré el corazón de Kurama definitivamente.
- Sí - rió Hiei sarcásticamente -, puedes cortar su corazón y quedártelo, pero su alma nunca se rendirá a ti.
- Creo que sólo tendremos que ver eso. - Con esa frase, Setsuyo entró a la casa.
¡Maldición! ¿Cómo me metí en esta mierda? Hiei se sentó en el pasto como un globo desinflado. Cómo podía asustarse por una niñita. Ella nunca ganaría... ¿o lo haría?
Vio una rosa roja en el jardín y la arrancó. Una espina se clavó en su dedo haciéndolo sangrar.
- Kurama... ¿en verdad... Cambiarías tu corazón?
Lejos, en la distancia, un par de ojos brillaron en la oscuridad.
- Alteza, tenemos noticias - dos demonios entraron y se arrodillaron en el suelo.
Unos pocos metros adelante de los demonios, la silla se volvió lentamente, dejando ver a su maestro. Era esbelto y alto, pálido, con largo cabello blanco cayendo sobre sus hombros. Sus ojos brillaban de rojo.
- Hmm... Repórtenmelas - dijo su voz de bajo tono.
- Hemos encontrado nuestro objetivo. Parece que tiene algunos problemas emocionales.
- Bien. Podemos utilizarlos como debilidades.
- Pero, Maestro Pazeru, él es más que un youkai de clase S.
Pazeru rió.
- Entonces tenemos que ser más cuidadosos, ¿verdad? No lo olviden, ustedes son más que SS... Más que él. Pero no lo lastimen. Lo quiero vivo. Vigílenlo porque no quiero hacer nada todavía. Deben irse ahora.
Los demonios se inclinaron y se alejaron.
El hombre se puso de pie y fue hacia el centro de la gran hall. Chasqueó los dedos y una bola de cristal negro se elevó del piso. En ella apareció el rostro de Hiei con una mortal mirada roja.
- Hiei... Pronto serás mío.
Al día siguiente Hiei estuvo evitando a Setsuyo todo el día, pero al final estuvo evitando a Kurama y Setsuyo, ya que parecían estar siempre juntos.
Ahora los observó conversar, y cómo Setsuyo sostenía la mano de Kurama. Hiei se volvió y se apoyó en el árbol donde solía esconderse. Suspiró. Y Kurama ni siquiera parece preocuparse del contacto con Setsuyo.
- Debe ser doloroso.
Hiei abrió sus ojos sorprendido. Kavelu estaba de pie frente a él viéndose como un caballero.
- ¿Qué?
- Que una persona querida sea ganada por alguien más.
- Hn. No sé de qué estás hablando. - Hiei iba a irse pero Kavelu sujetó su brazo.
- Pero lo sabes.
Hiei miró esa mano, luego miró hacia arriba. Planeaba matar a ese bastardo que se metía en sus secretos pero había algo en sus ojos que lo hizo detenerse.
- Hiei. Setsuyo es una gran rival para ti. Ella siempre gana - dijo Kavelu mientras observaba a su hermana y a Kurama. Hiei se volvió y miró a la dirección que Kavelu observaba. Setsuyo puso su cabeza en el hombro de Kurama. La sangre de Hiei comenzó a hervir.
- Puedo ver la rabia en tus ojos. Como decía, ella siempre gana - dijo Kavelu suavemente.
- Yo también - dijo Hiei con firmeza. Pero Kavelu sólo sonrió. Tal vez era una sonrisa compasiva.
- Tal vez eres bueno para cualquier batalla, pero en esta es diferente. Esta es una batalla de amor. Tú... Probablemente perderás. Y créeme, duele más que el dolor físico - explicó Kavelu.
- Bueno, suena como que tienes bastante experiencia.
- Sólo piénsalo, Setsuyo tiene todo lo que se necesita para robar el corazón de un hombre. ¿Qué tienes tú? - Hiei apretó sus puños mientras pensaba.
- ¿Cuál es tu sugerencia, señor-inteligente? - dijo Hiei, molesto.
- Deja a Kurama por las buenas. - Los ojos de Hiei se abrieron de sorpresa. Luego, lentamente, se alejó.
- Nunca - murmuró Hiei -, nunca.
La luna brilló a través de la ventana de Kurama. Kurama se sentó repentinamente en la cama cuando sintió una presencia.
- ¿Hiei?
- Zorro. - Hiei salió de las sombras - Estaba tratando de esconder en su voz cuánto lo había extrañado.
Kurama sonrió. Se apresuró y lo estrechó entre sus brazos.
- ¿Dónde has estado, Hiei? No te he visto en todo el día.
Hiei sólo puso sus brazos alrededor de Kurama aun más fuerte, como si no quisiera que ese momento terminara.
- Kurama... Tenemos que hablar. - Hiei miró en los ojos de Kurama.
Pero Kurama inclinó su cabeza y lo besó tiernamente.
- ¿No puedes esperar? - susurró Kurama entre sus besos.
- Hmmm... - Hiei estaba perdido en el beso... Pero de pronto se dio cuenta de lo que estaba haciendo -. Kurama. - Hiei detuvo su beso y lo empujó gentilmente.
- ¿Sí? - Kurama lo miró con felicidad.
¿En verdad quiero decirle esto? Se ve tan feliz, pensó Hiei. Abrió la boca para formar las palabras pero nada salió. De pronto, alguien tocó a la puerta.
- ¿Quién es? - preguntó Kurama tranquilamente. Hiei pudo sentir que todos los músculos de su cuerpo estaban tensos.
- Soy yo, Kurama-chan - llamó Setsuyo suavemente.
- Un segundo - dijo Kurama educadamente -. ¡Te tienes que esconder, Hiei! - susurró Kurama nerviosamente.
- ¿Por qué? - preguntó Hiei, odiando a Setsuyo por cada minuto que pasaba.
- Porque se dará cuenta si te ve. Ahora, apúrate. - Kurama empujó a Hiei dentro del closet. - Será sólo por unos pocos minutos - le aseguró y luego cerró el closet. - Setsuyo, ¿qué pasa? - dijo Kurama cuando abrió la puerta.
- Kurama... Tengo dificultades para quedarme dormida, así que pensé que podrías ayudarme. - Ella apretó el brazo de Kurama y fue a sentarse en su cama. Hiei estaba espiando a través de la rendija y sintió que su sangre hervía ardiente.
- Claro, pero no estoy seguro si te seré de alguna ayuda.
Setsuyo le dejó ver una de sus encantadoras sonrisas.
- Dime, Kurama-chan. Un chico tan lindo como tú debe tener un montón de novias. ¿Tengo razón?
¿Qué tipo de maldita pregunta es esa, pensó Hiei.
- Bueno, yo no tengo una.
- ¿Qué? - Setsuyo pretendía estar sorprendida. - ¿No tienes? Eso significa que eres muy quisquilloso - bromeó.
Kurama se sonrojó.
- No, no es así.
- ¿Oh? - sonrió Setsuyo tímidamente. ¿ Crees que te gusta un tipo de chica como yo?
Esa estúpida. ¿A qué quiere llegar?
- Definitivamente - sonrió Kurama, pero dejó de hacerlo cuando vio que Setsuyo se estaba acercando más y más a él. - Err... Setsuyo... Deberías volver a la cama - dijo Kurama, incómodo.
- Oh, sí. Debería, ¿verdad? - Ella se puso de pie inmediatamente, como si estuviera un poco avergonzada.
- Dulces sueños - dijo Kurama mientras cerraba la puerta -. Hiei, ya puedes salir.
No hubo respuesta.
- ¿Hiei? - Kurama fue y abrió el closet para encontrar nada.
¿A dónde fue? Se volvió y encontró a Hiei sentado en su cama.
- Ahí estás. - Pero Hiei no dijo nada. - Lo lamento, Hiei, haberte empujado así.
- Ella lo sabe - dijo Hiei.
- ¿Sabe qué?
- Sobre nosotros.
- ¡Le dijiste...!
- No lo hice.
- Oh. - Kurama se sentó al lado de Hiei y puso su brazo alrededor de su hombro acercándolo.
- Tú le gustas, Kurama - dijo Hiei calmadamente, sin encontrar sus ojos.
- Así lo creo.
- ¿Qué quieres decir "así lo creo"? ¿No vas a hacer nada al respecto?
- Estás celoso.
- No lo estoy. - Pero Kurama lo sabía.
Hiei se puso de pie.
- ¿Adónde vas? - preguntó Kurama.
- Me voy - murmuró Hiei, tomando su katana.
Continúa...
Bueno a ver que pasara ¿Setsuyo lograra conquistar a Kurama? ¿Quién es ese ser que vigila a Hiei? ¿Hiei seguira el consejo de Kavelu? Estas preguntas seran respondidas en el proximo capitulo.
Dejen reviuws plis
Ja ne
