Holass miko al abla aquí esta el capitulo 2. Y primero quiero decir que este capitulo lo dedico a Hana-Black por que siempre respondio a todos los reviews que le deje, ya viste que pude publicar la historia pero gracias de todas formas.
Un comentario: si al principio les cayo mal Setsuyo en este seguro que la van a odiar. Ahí les va.
Fanfic por Gini
Traducido por MiauNeko
Una Quebradura en el Amor
Parte 2
- Eso no explica mucho - suspiró Kurama -. No me digas que estás molesto de nuevo, Hiei. - Hiei se paró ahí, dudando en qué hacer. - Por favor... quédate. - Kurama sujetó la mano de Hiei.
- No... puedo - dijo Hiei. Kurama lo miró un momento, pensando si hablaba en serio. Murmuró:
- Bien, entonces debes irte.
Pero él no dejaría ir la mano de Hiei. Sus ojos se encontraron en una profunda mirada. Después de un momento Hiei suspiró; su katana cayó al piso. Cerró sus ojos mientras Kurama lentamente tiraba de él y lo guiaba hacia la cama donde podrían compartir la fría noche.
Kurama lo empujó hacia abajo y tocó su mejilla y su cuello y se inclinó para besar su rostro. Hiei buscó la mano en su cuello y la agarró. Abrió los ojos y besó la palma de la mano de Kurama antes de acurrucar su rostro en ella. Kurama lo miró profundamente a los ojos. ¿Qué era lo que veía en esos ojos escarlata¿Era dolor¿O una herida?
Hiei miró hacia otro lado, evitando cuidadosamente la inquisidora mirada de los ojos de Kurama. Kurama usó su dedo índice para lentamente volver el rostro de Hiei. Sus labios se encontraron y se dieron un tierno beso.
Hiei se movió un poco bajo el cuerpo de Kurama mientras el beso se hacía más profundo, incrementando la sensación de cosquilleo en su mente. Tal vez... Sólo por esta noche... Kurama puede hacerme olvidar a Setsuyo.
Después de a conversación con Kurama Setsuyo se asomó en la habitación de su hermano al ver que la luz seguía encendida.
- Oniisan¿ya has hablado con Hiei?
- Sí, lo hice. Realmente no creo que sea lo correcto - dijo Kavelu con culpabilidad.
- ¿Qué le dijiste? - preguntó Setsuyo, desinteresada en si era lo correcto o no.
Kavelu suspiró.
- Le dije que la mejor opción sería dejar a Kurama por las buenas.
Setsuyo sonrió:
- Ese es mi hermano. - "¡Ahora Kurama será mío!", se dijo.
Kavelu negó con la cabeza.
Hiei estaba de buen humor. Claro, después de la noche anterior... ¿quién no lo estaría? Casi silbaba mientras bajaba por el camino para hacerle una visita a su gemela. Se detuvo justo en las afueras del templo de Genkai cuando escuchó a alguien decir: "Me pregunto qué está haciendo Kurama al estar tan cerca de Setsuyo". El que hablaba era Yuusuke.
- ¿Estás celoso o algo? - preguntó Keiko irritantemente, lista para darle un golpe.
- No... Por supuesto que no - sonrió Yuusuke tontamente.
- No te atrevas - amenazó ella. Luego su expresión se suavizó -. ¿Qué piensas tú, Yukina-chan?
- No lo sé. Espero que no... Pensé que le gustaba... Alguien más... - dijo Yukina lentamente.
- Yo también pensaba eso - cortó Kuwabara -, pensé que estaba enamorado de ese enano.
- Sin embargo¿le preguntaste a Kurama? - le preguntó Keiko a Yuusuke.
- ¿Sobre esto? Sí. Dijo que ella le gustaba... Y fue todo lo que me dijo.
- Oh-oh... Creo que tenemos un triángulo amoroso aquí - dijo Kuwabara.
- No es eso. Creo que Kavelu... - Yuusuke empezó a hablar pero se detuvo.
- ¿Qué tiene él? - preguntó Yukina.
- Creo que le gusta Hiei. - Todos ahogaron una suave exclamación.
- Esto se está poniendo complicado - exclamó Kuwabara.
- ¿Por qué? - preguntó Keiko.
- Bueno... Por la forma en que mira a Hiei... Me parece que quería decirle algo... Pero nunca lo hizo. No estoy seguro. Podría estar equivocado.
- Hmmm... Creo que yo también lo noté... - dijo Keiko pensativamente.
- Bueno... Creo que todo esto es muy gracioso y coincidente... - Kuwabara se puso de pie y vio la sombra en la puerta -. Oh-oh.
Todos se volvieron y vieron a Hiei, sus ojos estaban sorprendidos, heridos, adoloridos y confusos.
- ¡Onichan! - llamó Yukina.
Sería muy tarde para volver ahora. Lo mejor que puedo hacer es hacer como que no me importa, pesó Hiei mientras lentamente entraba y todos se hundían en un incómodo silencio.
- ¿Es verdad lo que estaban hablando? - preguntó Hiei fríamente.
- Nosotros... Eh... Sólo estábamos bromeando, Hiei - dijo Yuusuke.
- Es en serio - respondió Hiei.
Yuusuke suspiró antes de contestar:
- Es parcialmente cierto.
Hiei asintió mientras se dejaba caer como un globo desinflado. --
Todos intercambiaron miradas de reojo.
Keiko se puso de pie, caminó hacia Hiei y se sentó a su lado.
- Hiei, no te preocupes. Estoy segura de que todo estará bien.
- Hn.
- Onichan...
- Hey, enano... Estoy seguro que vencerás a Setsuyo - dijo Kuwabara suavemente. Hiei lo miró con una extraña expresión.
- Gracias - dijo. Kuwabara se sonrojó avergonzado.
Setsuyo ayudaba a Kurama a cambiar la sábana de su cama.
- En verdad, Setsuyo, puedo hacerlo solo - dijo Kurama suavemente.
- Iie. Estoy aburrida, de todas formas - respondió Setsuyo con una sonrisa.
- Hey, qué... - Los pies de Setsuyo se habían enredado en una de las sábanas e iba a caer.
- ¡Cuidado! - dijo Kurama, extendiendo sus brazos para atraparla.
Ambos terminaron cayendo en la cama, con Setsuyo sobre Kurama.
Setsuyo lo miró, sonrojándose. Por un momento, no hablaron.
- Kurama¿piensas que soy hermosa? - susurró Setsuyo.
Kurama se movió, incómodo.
- Sí...
Setsuyo acercó más su rostro.
- ¿Sabes por cuánto tiempo he soñado con este momento? - Ella tocó su rostro cuidadosamente y sus dedos jugaron con su cabello rojo.
- ¿Lo hacías? - tartamudeó Kurama.
- Me gustas, Kurama. Mucho - dijo ella roncamente y acercándose más que nunca.
- Setsuyo, me siento halagado... Puedes salir de encima... - Antes de que pudiera terminar la frase, un par de labios se cerraron en los suyos. Setsuyo lo besó tiernamente primero, luego hambrienta y profundamente.
Tengo que hablar con Kurama. Tengo que decirle. Pensó Hiei mientras caminaba lentamente hacia la casa de Kurama. Pero se detuvo frente a la casa. Suspiró. No estaba seguro de lo que le había pasado. Solía confiar tanto en que Kurama sólo lo amaba a él. Pero ahora... Desde que Setsuyo había llegado, las cosas parecían haber cambiado.
- Tal vez sólo estoy siendo paranoico - se dijo a sí mismo. Pero no. No era sólo eso. Kurama había pasado más tiempo con Setsuyo que con él. Sabía que Kurama no la amaba, pero entonces ¿cómo podía explicar la cercanía entre ellos? - Es tiempo de hacer que el zorro explique todo esto. Estoy cansado de jugar a las escondidas con esa mocosa. - Hiei saltó al árbol frente a la ventana de la habitación de Kurama.
Justo antes de que golpeara, vio algo que no hubiera querido ver ni en un millón de años.
- Maestro Pazeru¿usted llamó? - El líder de los demonios se arrodilló en el pulido suelo.
- Sí, he decidido que quiero mi regalo de Navidad ahora.
- Como usted ordene. - El demonio desapareció.
Kurama apartó gentilmente a Setsuyo.
- Setsuyo, no puedo hacer esto - dijo Kurama. Pero estaba un poco sorprendido al ver la confusa mirada en el rostro de Setsuyo.
Que extraño. Siento como si estuviera besando a mi propio hermano, pensó Setsuyo mientras lentamente se sentaba.
Kurama también se sentó, pero justo para ver la cara de Hiei.
- ¡Hiei! - Kurama saltó de la cama y se apresuró hacia la ventana. Abrió la ventana -. ¡Espera Hiei¡No es lo que tu piensas¡Regresa a mí!
Pero Hiei ya había huido.
Hiei podía sentir sus lágrimas quemándole el rostro. Toda la angustia y el dolor vinieron a él, quemándolo como un infierno. ¿Cómo podía Kurama hacerle eso¿¿Cómo podía? Pero no importaba cuánto llorara, no podía deshacerse de la escena donde Kurama y Setsuyo se besaban apasionadamente en la cama.
Resbaló en la rama de un árbol y cayó. Dejó caer la cabeza y lloró hasta que sus ojos no pudieron derramar más lágrimas; hasta que sus ojos estaban adoloridos y enrojecidos; hasta que su corazón se rompió. Levantó los ojos y vio que habían gemas en el suelo, frente a él. Molesto las apartó, enviándolas en todas direcciones.
Si Hiei no hubiese estado tan cansado, hubiera sentido a los demonios viniendo a 100 millas de distancia. Pero estaba tan deprimido que ni siquiera notó el youki hasta que los demonios estuvieron detrás de él.
- Captúrenlo. - Ordenó el demonio con un franja en el hombro.
Hiei sujetó su katana y la desenvainó.
- Escogieron un mal momento - gruñó Hiei.
- Hahaha - rió el lider -, ya veremos... Tráiganlo.
Tres demonios saltaron sobre él al mismo tiempo. Aun cuando la velocidad de Hiei era insuperable, pudieron detectar sus siguientes movimientos. Debías ser los youkai más fuertes que él hubiera visto. Hiei peleó tanto como pudo, pero su corazón no estaba allí. De pronto un pie lo pateó, enviándolo media milla más allá. Aterrizó de mala manera cerca a un árbol y casi pierde la consciencia.
Uno de los demonios avanzó hacia él con una cuchilla. Hiei, cuya sangre estaba goteando por la comisura de sus labios, miró hacia arriba pero no hizo ningún movimiento para detener al demonio. De pronto el demonio fue golpeado y enviado lejos.
- ¡Idiota¡Es el regalo del Maestro! Lo quiere vivo - dijo molesto el demonio lider. El lider que se volvió para observarlo.
Hiei escupió la sangre de su boca.
- A la mierda el regalo - siseó. Pero antes de que se desmayara, escuchó algunos gritos y luego cayó en la profunda oscuridad.
Hiei despertó en un gran aposento.
- Así que... El pequeño príncipe negro finalmente decidió despertar - dijo una voz femenina.
Hiei abrió los ojos y miró hacia la dirección de la voz. Era Mukuro. Trató de sentarse pero no pudo.
- Ahorra tu fuerza. Ni siquiera estás medio recuperado. - Aplaudió y un sirviente entró con una sopa humeante. El sirviente lo ayudó a sentarse y puso la sopa en su regazo.
Hiei apartó la mirada.
- No tengo hambre.
- Come antes de que le diga a alguien que te alimente con cuchara - dijo Mukuro con un brote de risa. Hiei entrecerró los ojos, pero tomó la cuchara y tomó la sopa.
Mukuro lo observó en silencio durante un momento antes de ir hacia él.
- ¿Qué sucedió? - preguntó.
- No es asunto tuyo - le soltó Hiei.
Mukuro sonrió.
- No te ves como alguien que se quiere suicidar.
- ¿Qué quieres decir con eso?
Ella se volvió para enfrentarlo.
- Estaba mirándote pelear. Esos demonios no son los ordinarios con que lidiamos aquí en el Makai. Los he estado detectando durante un tiempo. Están en nivel SS-plus. Es por eso que tuviste problemas para vencerlos.
- ¿Y?
- No eres tú. Cuando ese demonio estaba tratando de matarte, no hiciste ningún movimiento para detenerlo. - Dio un paso hacia adelante y se inclinó hasta el nivel de su rostro -. Y vi la desesperanza en tus ojos - susurró.
Hiei apartó la mirada, tratando de verse rudo, pero una lágrima lo traicionó deslizándose por su mejilla.
Mukuro se sentó en la cama con él. Suspiró. Nunca en su vida había visto a Hiei tan miserable.
- Anda. Puedes confiar en mí. No le diré a nadie - dijo Mukuro suavemente.
Hiei miró hacia arriba y vio la seria expresión en sus ojos. Suspiró y comenzó su historia.
- Adivina - dijo Setsuyo alegremente.
-¿Qué? - respondió Kavelu con aburrimiento mientras sus ojos seguían las palabras del libro que estaba leyendo.
- Besé a Kurama. - Eso lo sobresaltó.
- ¿Tú QUE! - El libro en su mano casi voló. Su expresión estaba llena de sorpresa.
- ¡Mírate! - rió Setsuyo -. ¡Sí, lo besé! - dijo ella mientras se abrazaba.
Kavelu estaba sin habla.
- Pero - el rostro de Setsuyo se desanimó un poquito -, alguien nos vio.
- ¿Quién¿Hiei?
- Sí. ¡Ahora finalmente he ganado la batalla! - dijo Setsuyo feliz mientras salía del cuarto dejando a Kavelu ahí, sorprendido.
Pobre Hiei. Pensó, mientras miraba la noche oscura.
Mukuro paseaba lentamente por la habitación. Hiei acababa de contarle el problema.
- Esa Setsuyo me suena como una mocosa - dijo ella -. ¿Cómo puedes soportarla! Si yo fuera tú¡ya estaría en el infierno! - dijo Mukuro, enfurecida.
- Justo como dijo Kavelu, no soy bueno para este tipo de batallas - dijo Hiei con tristeza.
- Lo siento, amigo, pero no creo que seré de ayuda en esta situación - dijo ella a modo de disculpa.
- Está bien. De todas formas no esperaba nada de ti - dijo Hiei encogiéndose de hombros.
- Creo que debes descansar lo suficiente para que puedas decidir cómo lucharás contra ella - dijo Mukuro -. Y creo que deberías tener cuidado con los demonios que viste hoy. Creo que te siguen el rastro.
- Sí, gracias por escuchar - murmuró Hiei antes de que Mukuro saliera por la puerta.
Mukuro se volvió y lo miró, pensando por un momento.
- Sabes, hay algo más que yo haría, si estuviese en tu situación.
- ¿Y qué sería eso?
- Utilizaría a Kavelu para darle celos a Kurama - los labios de Mukuro se curvaron en una cruel sonrisa.
Del otro lado del mundo; el lado oscuro, una voz llamó:
- ¿Pudieron atraparlo?
Los demonios dejaron caer la cabeza, temblando.
- Como pensé -. Con el chasquear de unos dedos, los demonios desaparecieron con un terrible grito. Sólo el lider continuó ahí, arrodillado en el piso.
- Esta vez lleva a todos los mejorados contigo.
- Sí, Maestro Pazeru - dijo el lider con una gota de sudor cayendo por su mejilla.
Kavelu al fin había encontrado la oportunidad de salir a caminar un rato. No podía evitar seguir pensando en lo que Setsuyo le había dicho. Y incluso podía imaginar el rostro de Hiei cuando vio la escena.
Se sintió triste por Hiei. Sentía como que lo extrañaba, incluso cuando ellos nunca habían estado juntos. Había algo único en ese youkai que lo conmovía cada vez que se encontraban. Kurama, tienes mucha suerte al tener una oportunidad con él. Y ahora dejas que esa oportunidad se te vaya entre los dedos, pensó Kavelu. De pronto, alguien tocó su hombro. Se volvió.
- ¿Hiei? - dijo sorprendido.
- ¿Dando un paseo? - era Hiei, pero estaba muy oscuro para verlo.
- Sí - respondió él, demasiado feliz para decir nada más.
- ¿En esta fría noche? - la voz de Hiei era plana, pero amistosa.
- Tengo algo que pensar - Kavelu comenzó a caminar hacia la casa.
- ¿Algo privado? - la voz de Hiei cambió a un tono un poco más alto.
Kavelu podía sentir que su cuerpo lo estaba tocando, causando una estimulación inusual.
- Sí... algo privado.
- Yo... Tengo algo privado que decirte. Me gustas mucho, Kavelu - dijo Hiei y luego se oyó un hipo.
- ¿Qué... qué dijiste?
- Dije... me GUSTAS... - lo dijo fuertemente. Seguido de otro hipo. Fue ahí cuando Kavelu supo que Hiei estaba ebrio.
La expresión de Kavelu era una mezcla. La mitad de su corazón estaba aliviada de que lo que Hiei había dicho no era verdad, la otra mitad estaba bastante desilusionada por la inconsciente confesión de Hiei.
- Hiei, estás ebrio. Ven conmigo para llevarte a la casa de Kurama.
- ¿E... Ebrio? No... no no no... No estoy hip ebrio... Estoy perfectamente. - Hiei rió -. ¿Ves? Te lo puedo demostrar... ¿Ves esta línea recta? Te apuesto que puedo recorrerla... - Diciendo eso, comenzó a caminar esa línea hacia Kavelu.
Pero Hiei estaba realmente ebrio. Ni siquiera podía mantener abiertos sus ojos cuando cayó en los brazos de Kavelu.
- Hiei, vamos adentro.
- Hm... como sea - Hiei aun se aferraba a él fuertemente.
Kurama estaba sentado en su cuarto pero su corazón estaba afuera, volando, buscando a su amado. Cerró los ojos. Era inútil. Se arrepintió por la forma en que le prestaba tanta atención a Setsuyo. Se arrepintió de haberle dado a Setsuyo la oportunidad de besarlo. Se arrepentía... ¡de todo! Entonces, una voz llamó desde el piso de abajo.
- ¡Kurama¡Setsuyo¡Necesito ayuda!
Kurama corrió escaleras abajo y se encontró con Hiei en brazos de Kavelu.
- ¿Qué tiene? - dijo Kurama mientras ayudaba a Kavelu a poner a Hiei en el sofá.
- Está ebrio.
- ¿Hiei... Hiei? - llamó Kurama suavemente. Pero no hubo respuesta.
- ¿Qué pasa? - Setsuyo llegó -. ¿Hiei-chan¿Está bien?
- Creo que sí - dijo Kavelu preocupado.
- ¿Qué? - dijo Kurama suavemente cuando escuchó a Hiei murmurar algo. Un nombre. empezaba con K...
- Kavelu... Kavelu... - el rostro de Kurama cambió instantáneamente. Hiei no lo estaba llamando a él.
- Te está llamando, Kavelu. - Se volvió y dijo fríamente.
- Hiei... sí¿qué quieres? - preguntó Kavelu gentilmente.
- ¿Puedo dormir en tu habitación? - dijo Hiei, abriendo un ojo.
Kavelu miró a Kurama.
- Claro - dijo.
Kurama tenía problemas para dormirse. ¿Qué demonios estaba haciendo Hiei? Pero cómo podía culparlo después de... después de todo lo que había hecho para herirlo. Kurama abrazó fuertemente la almohada, deseando desesperadamente que fuera Hiei en sus brazos.
- Hiei... - murmuró Kurama, besando a la almohada en su abrazo. Contuvo su arrepentimiento y durmió sin soñar.
Hiei despertó en mitad de la noche. Su cabeza le dolía. Miró a su alrededor y vio que no estaba en la habitación de Kurama. Bien, todo va como lo planeé, pensó Hiei. Se sentó y se sorprendió al ver que Kavelu estaba dormido en una silla. ¿Me dio su cama, pensó Hiei culpablemente. De pronto se sintió incómodo consigo mismo. ¿Cómo podía jugar y utilizar el corazón de una persona inocente sólo porque quería darle celos a Kurama? Bajó la cabeza avergonzado. Más que eso¿qué iba a hacer si su plan no funcionaba?
- Kurama... - susurró Hiei pero sabía que lo que había hecho era sólo una mentira. Si Kurama realmente quería a esa Ningen no había forma de recuperar su corazón.
Quizás debía abandonar su plan antes de que Kavelu realmente se enamorara de él, antes de que Kurama realmente lo dejara por Setsuyo, antes...
¿Antes de qué?
No importa, pensó Hiei amargamente. Tenía que continuar con su plan... tan lejos como pudiera. Abrazó la almohada al lado suyo, deseando que fuera Kurama. Besó la almohada y contuvo su culpabilidad durmiendo sin soñar.
- ¡Buenos días, Hiei! - dijo Kavelu -. ¿Cómo te sientes?
Hiei abrió sus ojos y se encontró en una gran cama. Así que no era un sueño, suspiró Hiei mentalmente.
- Me duele la cabeza - dijo después de un rato. Kavelu rió.
- Claro¡si anoche estabas ebrio¿No te acuerdas de nada?
- No realmente - mintió Hiei. Podría haber jurado que vio un asomo de desilusión en los ojos verdes de Kavelu que se veían muy parecidos a los de Kurama.
- Bueno, baja conmigo entonces. Están tomando desayuno.
Hiei asintió y siguió a Kavelu.
- ¿Ven? Les dije que ese enano estaría bien - dijo Kuwabara.
Yuusuke lo miró.
- ¡Hiei¿Estás bien? - dijo Yuusuke preocupado. Los ojos de Hiei se abrieron más.
- ¿Todos ustedes están aquí? - preguntó.
- Claro, Setsuyo nos llamó esta mañana - replicó Keiko.
Esa bocona, pensó Hiei.
- Bueno, ahora estoy bien, gracias a Kavelu. - Hiei sonrió. Todos intercambiaron miradas de reojo.
Los ojos de Kurama se oscurecieron mientras le daba a Hiei su desayuno. Luego se sentó frente a él y lo observó intensamente. Todos se estaban atorando un poco con la atmósfera. Todos sabían del incidente de Hiei viendo a Setsuyo besando a Kurama.
- Hey, como hoy es un día soleado¿por qué no vamos todos a ese nuevo parque llamado 'Promising' Promesas/Prometiendo. ¡He oído que es un hermoso parque! - dijo Keiko excitadamente.
- ¡Oh, sí¡De seguro puedo relajarme un rato! - aceptó Kuwabara.
- Claro¿por qué no? - dijo Kavelu.
Hiei terminó su desayuno y miró directamente a los ojos de Kurama. Su corazón se saltó un latido.
- Sí¿por qué no? - dijo Hiei lentamente, aun mirando a los ojos de Kurama.
- ¡Entonces vamos! - dijo Setsuyo alegremente.
- Bien - dijeron todos a la vez.
- Kurama... ¿Kurama? - llamó Setsuyo.
- ¿Sí? - respondió Kurama pero aun mirando a Hiei.
- Anda, vamos - ella tiró de él. Hiei fue detrás de ellos con Kavelu en sus talones.
El sol brillaba sobre ellos. Aun así hacía frío, suficiente como para que nevara, con el sol colgando arriba. Kurama estaba tratando de encontrar una oportunidad de hablar con Hiei, pero Setsuyo estaba ahí llevándolo a todas partes.
- Hey¡hay rosas por todas partes! - exclamó Kavelu mientras todos se detenían cerca a una fuente.
- No son realmente rosas. Sus semillas son manipuladas de algunas forma para que puedan soportar el invierno - explicó Kurama suavemente.
Kavelu tomó una roja.
- ¡Ouch! - la aguda espina se clavó en su dedo y la sangre comenzó a correr.
- ¡Onichan! Debes tener más cuidado - dijo Setsuyo.
Hiei tomó el dedo herido de Kavelu y lo puso en su boca, comenzó a chuparlo. Kavelu inhaló profundamente. El rostro de todos se tornó un poco rojo con la sorpresa.
Kurama sintió como si alguien hubiese usado el cuchillo más afilado para cortar su corazón por la mitad.
Después de unos segundos Hiei dejó ir el dedo de Kavelu.
- Ya, ha dejado de sangrar - dijo suavemente.
- G... Gracias - tartamudeó Kavelu.
- Sigamos - Kurama apartó la mirada y habló un poco duramente.
Hiei se deslizó lejos del equipo y se dirigió a una fuente. Se sentía enfermo, enfermo de mostrar su ternura a Kavelu, una persona que ni siquiera amaba. Se tragó sus lágrimas incapaz de arrojar la sangre de Kavelu que había tragado. Se echó un poco de agua fría en su cara, deseando que pudiera despertar de esa pesadilla.
Recordó cuando había mirado los ojos de Kurama esa mañana. Esos ojos lo estaban acusando, preguntando y buscando. No... No podía continuar haciendo eso. El plan había fallado. Hiei derramó una lágrima.
Kurama podía traicionarlo, pero el nunca podría traicionar a Kurama - su único amor. Y no importaba que tanto intentara herir a Kurama... terminaba haciéndose daño a sí mismo.
- Setsuyo... has ganado - dijo Hiei suavemente como si cada palabra en esa frase fuera una aguja, clavándose profundamente en su corazón.
Continúa...
No Hiei no llores ToT maldita Setsuyo ¬¬ y casi casi lo atrapan pero Mukuro lo salvo n-n y lo aconsejo, como buena amiga. Ahora trata de provocarle celos a Kurama pero se siente culpable, que lindo es ver a un Hiei sentimental n¬n y Kurama se hace el tonto ¬¬
Miko: Ahora les presento a mi compañera Mukuro n-n
Mukuro: Hola a todos mis admiradores ñ-ñ
Miko: la presento por que me va a ayudar a ... redoble de tambores... contestar los reviews o
Mukuro: solo eso ¬¬
Miko: si es la mejor parte y la verdad nunca espere que me dejaran T-T estoy muy feliz
Rockergirl-sk: Y si siempre hay chicas asi, pero desgraciadamente no la puedo matar ¬¬ porque es la prima de Kooenma, si le pasa algo va a haber muchos problemas pero algo voy a hacer ¬u¬, por lo de su hermano quiza tengas razon, en cuanto a Hiei tu sabes lo impredecible que es y en este capitulo sufrio mucho por lo del beso Y.Y mi estar triste, si pudiera yo misma voy y lo consuelo. Sigue leyendo para ver como termina n.n
SuMiKo hoi hoi: Si pobre Hiei TToTT Kurama solo debe querer a Hiei, pero para serte sincera no me cae muy bien el pelirrojo ¬.¬ es que es demasiado perfecto, pero si Hiei lo quiere lo acepto uu. Como ya viste trata de darle celos a Kurama pero ya se esta arrepintiendo¡¡es tan inocente mi pequeño bebe de fuego! (ya me dio emocion interna tambien). No te preocupes que si lo sigo, gracias por tus comentarios y que comas muchos duraznos :o:
MiKo-chan014: Ya viste que enseguida actualize n-n. Asi que quedaste intrigada he?. Ya viste que quien espiaba a Hiei era uno de los secuaces de Pazeru quiere tener a Hiei a toda costa :Þ otra mas que odia a Setsuyo, creo que voy a abrir un club que se llamara "Odiamos a Setsuyo" y a cada miembro le daremos un clon de ella para que la torture y asesine como quiera. A veces los hermanos pequeños se portan asi, quieren todo para ellos, yo por suerte no tengo hermanos... aunque tengo que aguntar a una ciclope pelirroja que no me deja en paz ¬¬
Mukuro: oye o-ó yo no te molesto
Miko: si claro ¬.¬ (notese el sarcasmo)
Hitomi chizu: me agrada que te aya gustado y con lo de Setsuyo ahora la vas a odiar mas n.n
Bueno eso fue todo. Y ahora... ¿Que pasara! Acaso Hiei perdio a Kurama para siempre? Que abra sido esa extraña sensación cuando Setsuyo beso a Kurama? Lograran los secuaces de Pazeru secuestrar a Hiei? (como me encanta hacer estas preguntas)
Todo esto y mas en el proximo capitulo
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