Carmele : Espero que hayais llegado hasta aquii! Y que al menos dejeis un review en este! Asi que ya sabeis... criticas, opiniones, si os gustan, si noo... pos ya sabeis! En un review! UN BESOOOO
Cori: ste capitulo es mas bien una presentacion para ke vea como va la historia.Nos ha salido de manera espontanea y yo creo ke sta bastante bien para ser la primera vez ke escribo..(siempre con la ayuda de carmen) ke x cierto no se ke aria sin ella xDD weno ke lo disfruteis xicos!
1.- Dos chicas nuevas
Todos los alumnos de Hogwarts comían tranquilamente, cuando las puertas del Gran Comedor se abrieron de par en par.
Ginny Weasley, levantó la vista del plato de comida y miró. Dos chicas morenas, ambas de la misma altura, y bastante monas por cierto, andaban al mismo paso precedidas por McGonagall.
Las dos llevaban la cabeza muy alta y no se paraban en mirar a los alumnos.
Ginny sintió intriga por saber quienes eran esas dos chicas que no se paraban en mirar a nadie e iban directas a la mesa de profesores.
Las dos chicas llegaron a la mesa de los profesores y se acercaron a Dumbledore, con McGonagall delante de ellas.
Los alumnos estaban pendientes de las dos morenas. Caminaban con paso muy decidido y mirando al frente. Carmen iba sonriendo, mientras que Coral iba seria y con las mejillas ligeramente sonrojadas.
Carmen llevaba una mini falda estrecha y vaquera, una camiseta rosa atada al cuello y andaba con mucho estilo, moviendo sus caderas, mientras que su pelo rizado ondeaba detrás de ella.
Coral iba con una mini falda de tablas blanca y una camiseta de palabra de honor en turquesa, andando muy segura de sí misma.
Los tacones de ambas chicas cliqueaban al pasar por el silencioso comedor. Los chicos las observaban al pasar con la boca abierta, mientras que las chicas las miraban con cierta envidia. Llamaban mucho la atención puesto que su morena piel les daba un aspecto latino muy sexy.
"Profesor, éstas son las chicas que venían del colegio de Magia y Hechicería de España" dijo la profesora McGonagall, con su tono habitual de severidad.
"Muy bien, vengan conmigo señoritas" dijo Dumbledore con su tono afable. Se levantó y les hizo una seña a las dos chicas. Carmen y Coral se miraron nerviosas y le siguieron, McGonagall iba detrás de ellas.
Dumbledore las condujo por unas escaleras, subieron y subieron hasta que se pararon enfrente de una estatua de oro, las chicas miraron extrañadas la estatua: era un águila.
"¡Ranas de chocolate!" Dijo Dumbledore en voz alta y clara.
La estatua se apartó y dio lugar a una escalera que subieron y entraron en una especie de despacho.
"Éste es mi despacho."Anunció Dumbledore. Las chicas se le quedaron mirando un poco extrañadas. "Sentaos por favor" Dumbledore se sentó en su butaca y señaló otras dos que había enfrente.
Las chicas se sentaron.
"Señoritas Rodríguez y Cejas" empezó a decir McGonagall con su tono severo, que a cualquier otro le hubiera puesto los pelos de punta "Espero que vuestra actitud en este colegio sea mejor que la que me ha comentado vuestro antiguo director. Aquí no permitimos ni niñerías, ni gamberradas. Hay cuatro casas, y os quedaréis en Gryffindor, puesto que es la que menos alumnas de sexto tiene" Las chicas asintieron, mientras observaban el despacho, sin hacer mucho caso de lo que la profesora decía "Cualquier cosa fuera de lo permitido os afectará a vosotras y a vuestras casas" las chicas volvieron a asentir con indiferencia "Y por supuesto, pienso que no queréis enemistaros con vuestros nuevos compañeros" concluyó McGonagall mirando muy seria a las dos muchachas que seguían mostrando indiferencia.
"Bueno, si no tenéis ninguna pregunta… Bienvenidas" Dijo Dumbledore, y sonrió ampliamente a las muchachas.
Coral permaneció seria, mirándole fijamente. Carmen, por el contrario, le dedicó una media-sonrisa, vacilándole.
"¿Nos podemos ir ya?" Dijo Coral, todavía seria.
"Sí, claro. Iros al Gran Comedor, la profesora McGonagall os acompañará, ahora voy yo" indicó Dumbledore a las chicas.
Las chicas llegaron al Gran Comedor, acompañadas por McGonagall, y permanecieron de pie, al lado de la mesa de los profesores, impasibles ante las miradas de cientos de alumnos.
Draco Malfoy se sirvió un poco mas de comida mientras seguía mirando a las chicas nuevas, que estaban de pie al lado de la mesa de profesores, y miraban a un punto en blanco. Ni siquiera hablaban entre ellas.
"¿Y esas dos que¿De donde piensas que vienen?" Dijo Blaise Zabini, moreno de ojos verdes, mientras ojeaba a las chicas nuevas, mirándolas de arriba abajo.
"No lo sé. Pero desde luego no son de aquí" dijo el rubio mientras no quitaba los ojos de encima.
"Están bastante buenas¿no crees?"
"¡Bah! Nada que no hayamos visto antes..." replicó Draco, echándole una mirada de superioridad a su amigo.
"No sé... tienen algo... que..." soltó una sonrisa maliciosa. "Pero vamos, nada mas hay que verles las caras, no tenemos ni una oportunidad"
"¿De que hablas?" Dijo Draco, mientras soltaba el tenedor ruidosamente. Cogió la servilleta, y se limpió con elegancia la boca "No las tendrás tu. Pero a mi no me ha dicho que no ninguna hasta ahora"
Blaise soltó una carcajada por lo egocéntrico que era su amigo "Ja¿Qué te apuestas a que te dicen que no?"
"Me apuesto mi última escoba nueva, la mejor en el mercado hasta ahora¿y tu?"
"Mmm... yo me apuesto mi deportivo"
"Espera, espera... cambio la apuesta. Apuesto a que yo me ligo a la del pelo corto, antes que tú a la del pelo rizado" dijo Draco, mirando a las dos chicas.
"Mmm... ¿Qué pasa¿Qué te da miedo perder la escoba de tu querido papi?" Dijo Blaise, burlándose del rubio.
"Lo que de verdad creo es que te da miedo apostar conmigo" dijo Draco, cruzándose de brazos.
"No te lo crees ni tu" dijo Blaise, ya más serio "Hagamos una cosa, el que se ligue primero a la que le ha tocado, gana la apuesta. ¿Condiciones?"
"Tenemos de plazo una semana para ligárnosla, y tenemos que estar con ellas tres días. No vale como prueba solo un beso, sino que tendremos que cojerlas de la mano, sentarnos a comer con ellas, pasar tiempo con ellas, acompañarlas a su casa..."
"¿Estas loco¡No pienso chuparle el culo a nadie, y menos a una tía!"
"Me esta empezando a dar la impresión de que te estas rajando..."
"¡Esta bien¡Tu ganas...! Pero te aseguro que esta maldita apuesta la gano yo"
Draco sonrió maliciosamente "Eso ya lo veremos"
En ese momento, Dumbledore irrumpió en el Gran Comedor, y todos los alumnos se callaron.
"Quiero anunciaros la llegada de dos chicas nuevas a Hogwarts" Anunciaba Dumbledore, su voz retumbando en el Gran Comedor. "Se llaman Carmen Rodríguez y Coral Cejas. Vienen del colegio de Magia y Hechicería de España y entrarán directamente a Gryffindor, puesto que es la casa que menos alumnos de 6º tiene"
Espero que las acojáis con cariño, y que las ayudéis a integrarse y a que se sientan como en casa, puesto que vienen desde un sitio muy diferente. Y ahora vamos a darle a estas dos jovencitas la bienvenida entre todos".
Dicho esto, el Gran Comedor rompió en aplausos y las dos españolas se dirigieron con paso firme y sin dudar ni un momento a la mesa de los Gryffindor, y buscaron sitio entre los alumnos.
Después de mirar, los únicos sitios que quedaban libres eran al final de la mesa.
Se sentaron al lado de una chica pelirroja. Parecía tener la misma edad que ellas y tenía el pelo liso, que le caía por la espalda como una manta de fuego. Sus ojos eran de color marrón chocolate, con algunas motas doradas, y a simple vista, parecía bastante alta, delgada, aunque con bastante forma.
La pelirroja se las quedó mirando y pensó que esas eran las chicas nuevas.
"¿Qué miras?" Le espetó la morena de pelo rizado a Ginny.
"Joder, pensaba saludaros, pero creo que va a ser que no…" dijo Ginny ofendida.
"Carmen, creo que nos hemos pasado…" le susurró Coral a su amiga. La morena miró a Coral un poco recelosa, pero al final desistió.
"Me llamo Carmen.¿Tú eres…?" Dijo la morena en un tono amable.
"Virginia Weasley, pero me llaman Ginny" y puso cara de asco al pronunciar su diminutivo
"¿Por qué pones esa cara¿No te gusta?" Preguntó Carmen con interés al fijarse en la cara que ponía la chica.
Ginny negó con la cabeza y miró a Coral.
"¿Y tú?"
"¡Ah! Yo me llamo Coral, pero me suelen llamar Cori" se apresuró a decir la castaña.
"¿Estás en 6º?" Preguntó Carmen a Virginia.
"Sí, vosotras también ¿verdad?" Dijo Gin y las dos muchachas asintieron.
¿Cómo te llamamos?" Preguntó Coral, preocupada. Carmen rodó los ojos, a veces hacía preguntas un poco estúpidas.
"Mmm… como vamos a ser compañeras…podéis llamarme…Gin" sentenció la chica sonriendo.
Las chicas empezaron a comer pero de repente Cori habló:
"Por cierto Gin…¿tienes novio?" Dijo con una sonrisa pícara
"¡Eso, eso!" apuntó Carmen
Ginny se atragantó con una patata asada que tenía en la boca, a causa de la inesperada pregunta de su nueva amiga.
"Bueno…veréis…yo…" dijo Ginny poniéndose muy colorada de repente.
"Alguno habrás tenido… ¿no?" Dijo la castaña, insistiendo.
"La verdad…es que…no" dijo Ginny muy colorada y mirando a su plato, muerta de vergüenza.
"¿Y por qué?" Preguntó Carmen extrañada. "Si eres muy guapa…"
Ginny sonrió ante el piropo.
"Gracias, pero…no es por mí…"
"¿Entonces?" Preguntó esta vez Cori.
"Por mi hermano".
"¿Por tu hermanooo?" Preguntó Cori, muy intrigada. (es muy cotilla)
"¿Y qué coño tiene que ver tu hermano?" Dijo Carmen.
"Veréis…no soporta verme con un tío, no sé por qué" Se apresuró a decir Ginny, al ver las expresiones de sus amigas. "Y esa actitud hace que los espante a todos…"
"Pobre…" dijo Cori, con mucha pena, al parecer no se imaginaba la vida sin un novio o un chico con el que enrollarse…
"Típica actitud de hermano mayor. Lo que tienes que hacer es imponerte y plantarle cara. Veras que así se deja de pamplinas, y que pasa¿qué todos los tíos con quien te lías son unos cagados?" Dijo Carmen, muy alterada.
"Buenoo…supongo que sí…" dijo Ginny con un poco de amargura.
"¡Pues no señor!" Dijo Cori muy ofendida. "¡No vamos a permitir que te amargues por culpa de tu hermano y de sus mierdas de protecciones!"
"¡Pues claro que no!" Dijo Carmen, y le sonrió a la pelirroja.
Ginny sonrió mientras miraba a sus nuevas compañeras, y un pensamiento le rondaba la cabeza... Por fin iba a tener amigas de verdad.
