Capítulo IV: Pensamientos Paralelos.

"Madre,
Todo sale bien por el momento. No hay sospechas en él
De ningún tipo.
No me arrepiento, ni lo haré. Debo cumplir su mandato;
Por nosotros; por ti.
Envía mis respetos al Señor Tenebroso, e infórmale de lo
Que te he dicho. Lo tendrá en su poder.
Te quiero.

D.

Había escrito la carta de nuevo, y le había costado demasiado, pues con esa promesa sellaba su futuro y el de su familia. Familia; hace años que ese concepto era obsoleto para él, su madre era lo único importante, su padre podía podrirse en Azkaban por el resto de sus días.

El tiempo iba pasando, y aún a su pesar las cosas iban mejorando con Potter. "Maldito el día en el que a ese viejo loco se le ocurrió unir a Gryffindor con Slytherin", pensaba, pero no podía negar que los roces entre las casas habían disminuido notablemente. Él mismo comenzaba a tener de rutina el ir hacia la mesa de los Leones en el Gran Comedor para notificar a Potter sobre sus avances en las investigaciones, y lo hacía sin uno solo de sus comentarios sarcásticos. "Sí, maldito Dumbledore".


Casi había llegado Navidad, y así como la tensión entre él y Malfoy había disminuido, su amistad con Ron parecía desmoronarse rápidamente. Les había contado su sueño y sus preocupaciones, pero no había servido de nada. De hecho, todo estaba peor.

oo00oo00oo00Flashback00oo00oo00oo

-Y es por eso que he estado así – dijo Harry luego de contarles, y mirando a Ron, quien dirigía sus ojos a la chimenea de la Sala Común, añadió -: Lamento no haberles contado antes, pero no quería preocuparlos.

- Que considerado… - dijo Ron cínicamente, aún mirando la chimenea.

- ¡Ron! – gritó Hermione -. ¿Qué demonios te pasa?

- Ron, por favor…

- Ve con el director – espetó el pelirrojo -. Está visto que piensas que no servimos para que confíes en nosotros.

- ¡Ron! – Hermione estaba aterrada.

- ¡Cállate! – gritó el pelirrojo mientras se levantaba del sillón -. Busca un libro y déjame en paz.

- No puedes hablarle así – intervino Harry furioso, ya que Hermione parecía a punto de llorar -, ella…

- Tú no molestes, Potter – dijo, dejando a los dos amigos boquiabiertos, mientras veían como se alejaba indiferente hacia los dormitorios de los chicos. Hermione comenzó a llorar.

- ¿Qué pasó, Harry? – sollozaba mientras Harry la abrazaba -. ¿Quién es él y dónde está mi amigo¿Quién es él y donde está el Ron del que me enamoré?

oo00oo00oo00Fin del Flashback00oo00oo00oo

No se habían dirigido la palabra desde esa ocasión, y si Harry intentaba dialogar con él recibía la misma fría indiferencia que hubiera recibido de Draco dos meses atrás. Un momento. ¿Desde cuando lo llamaba Draco? Está bien, debía reconocer que el Slytherin ya no entraba en sus estándares de 'enemigo', pero no eran amigos ni mucho menos; aunque todo el tiempo compartido lo había hecho conocerlo mejor, y sabía que esa frialdad y arrogancia que repartía no era más que una máscara que ocultaba muy bien su personalidad. Aún así, seguía siendo un Malfoy. Demonios, otra vez pensando en él. Incluso le había contado al rubio de su pelea con Ron (omitiendo cierto sueño impertinente), y le había dicho que se quedaría en Hogwarts en esas vacaciones, a lo que Draco había asentido comprensivamente (NO¡ese no pudo ser Malfoy!) y había dicho que él también se quedaría. Utilizarían todo ese tiempo para estudiar. Bonitas vacaciones… ¬.¬


"Draco,
El Señor Tenebroso está muy molesto, demasiado,
Quiere al niño antes de que las vacaciones del
Solsticio acaben. Quiere el control de Hogwarts
Lo antes posible.
Draco, aún estás a tiempo de huir, no te preocupes
Por mí; no puedes ser cómplice de un asesinato, no tú,
Mi único hijo. Por favor...
Te amo,

C.

- Maldita sea! - gritó Draco, sin saber lo que hacía, y arrugó la carta entre sus manos. Todo el Gran Comedor detuvo su desayuno para mirarlo.

- ¿Qué pasa? - murmuró Pansy.

- ¿Algo va mal¿ - preguntó Blaise, intrigado por el comportamiento de su mejor amigo.

Draco no prestaba atención. Captó por unos momentos la mirada de Harry desde la mesa de los Gryffindors y al instante se levantó, saliendo del Gran Comedor. No se detuvo a mirar atrás; si lo hubiera hecho, habría podido ver como un hombre de cabello negro y grasiento lo seguía.


Harry estaba desconcertado. Había seguido con la mirada a Draco y lo había visto salir del Comedor, y, tras él, al Profesor Snape. Tuvo un mal presentimiento. Estuvo a punto de levantarse y seguirlos.

- Ni lo sueñes, Harry - dijo Hermione, dejando al pelinegro en su sitio.

- ¿De qué hablas? - preguntó Harry, sorprendido.

- A leguas se veían tus intenciones de seguirlos, no soy tonta - respondió -. No te metas en más problemas. ¿Hablaste con el profesor Dumbledore?

- No, aún no, pero¿qué tiene que ver? - preguntó el moreno, a quien los comentarios de su amigalo habían tomado por sorpresa.

- Malfoy está en tu sueño; Malfoy se comporta extraño; puedo sumar dos más dos, Harry.

- No, 'Mione, Draco no aparece en mi sueño, es sólo...

- ¿Draco? - inquirió Hermione levantando sus cejas - ¿Ahora es Draco?. Harry, habla con Dumbledore, por favor.

- Está bien, 'Mione - respondió con actitud resignada -. Lo haré, lo prometo.


- ¿Quieres decirme qué sucede, Draco? - preguntó el Profesor Snape, a quientenía en alta estima, a pesar de todo.

- Ya lo sabes - dijo, mientras se dirigían a la lechucería -, la orden.

- Hmm.. ¿Y piensas responder la carta de tu madre?

- Por supuesto que... - se detuvo en seco - ¿Cómo?

- El Señor Tenebroso me ha ordenado que intervenga tu correspondencia, junto con la de Potter.

- Y una vez más actúas como unfiel sirviente, aún en mi contra - dijo Draco amargamente.

- Los deseos del Lord sonórdenes, y sus órdenesson ley, eso deberías saberlo. No voy a delatar a tu madre, pero quiero que sepas que lo hagopor ti, y sólo esta vez. Te prohibo que respondas esa carta y cualquier otra que te envíe.

- Pero...

- No, Draco - cortó Snape,tajante - hago esto por tu bien, porque te aprecio. Podrás limpiartu ancestral apellido ante el Señor Tenebroso si cumplestu misión, y tú y tu madre estarán tranquilos nuevamente para dedicarse a la Causa.

- Como quieras - dijo Draco con su cara de absoluta indiferencia -. El Señor Tenebroso tendrá a Potter antes de que este año finalice.

Y con estas palabras, el plan más descabellado de su vida se formó en su mente.