Nebra miro con desconfianza a su capitán, quien le entrego la muy importante misión de llevar un recado clasificado a la base de los Toros Negros, el sobre en sus manos ni siquiera parecía pesado o grueso para requerir que una hija real como ella tuviera que viajar hasta el Reino abandonado para llevarlo, sin embargo, tenía un sello mágico, Nozel insistió en lo importante que era que llegara seguro, no había magos espaciales disponibles y de todas formas ninguno llegaba tan lejos, el mago espacial de los Toros Negros tenía el récord en distancia, señaló que el extranjero podía haber ido a buscarlo, sería lo apropiado por su condición de plebeyo, aunque no de Capitán además se había ganado la aprobación de Nozel y lo trataba como un igual, incluso si lo negaba, un Capitán no iría hasta otra base a buscar papeles cuando había miembros para hacer el trabajo.

Fue un viaje largo desde la capital hasta el reino abandonado, lo que le hizo sentir un poco culpable, Zora viajaba toda esta distancia para verla, al menos las veces en que tenía que hacerlo porque la mayoría del tiempo usaba al mago espacial, suspiro cuando sobrevoló la zona, una vez que toco suelo escucho los gritos y los destellos de maná del interior, vaciló antes de tocar la puerta, apretó el paquete contra su pecho para darse valor.

Era incomodo estar aquí, este escuadrón amaba profundamente a su hermana, la defendía sin dudar, y ella fue mala con Noelle, sentía como si estuviera entrando a la boca del lobo, con una marca de indeseable en la frente, tuvo que sacudir su cabeza para recordar que era un caballero mágico superior y un miembro de la realeza, tendrían que respetarla, sin importar sus acciones pasadas.

La puerta se sacudió violentamente por lo que retrocedió unos pasos asustada, luego escucho la voz de Noelle imponerse sobre los gritos de sus compañeros, Nebra arqueo una ceja ante la imagen de su hermana vistiendo una camisa sin mangas y unos pantalones cortos que además estaban llenos de un polvo blanco sospechoso.

- ¿Nebra? ¿Qué haces aquí?

- Vine a realizar una entrega. Nozel me pidió que le entregara esto a tu capitán. – Levanto el sobre para respaldar sus palabras.

- Puedo recibirlo por él. – Ofreció extendiendo la mano esperando que se lo diera, estuvo tentada hacerlo, pero Nozel fue muy específico en su orden, negó levemente con la cabeza.

- Nozel dijo estrictamente a tu capitán.

- Entonces tendrás que esperar una hora, tal vez hora y media. – Contesto con timidez, lo que le pareció tan extraño.

- ¿Por qué?

- El Capitán acaba de entrar al baño, suele durar una hora, a veces dos horas, el promedio es hora y media, odia mucho que lo molestemos cuando está en el baño, se enoja mucho si no es una emergencia.

- ¿Hora y media en el baño? ¿Qué hace ahí? – Cuestionó entre sorprendida e indiscreta.

- Esperemos que solo use el inodoro, nadie quiere pensar en otras actividades. – Respondió Zora apareciendo detrás de la chica, ambas se ruborizaron profundamente avergonzadas por la insinuación, Noelle se quejó de su grosería balbuceando, el pelirrojo se carcajeo divertido de la modestia de la realeza, acaricio el cabello plateado para calmarla – No grites, ya es suficiente con el enano.

- Pero Zora …

- Vuelve a jugar con Charmy mientras atiendo a nuestra invitada, no te preocupes me portaré bien. – Noelle murmuró mientras obedecía volviendo al interior – ¿Te quedaras ahí como un árbol o esperaras adentro?

- Esperare aquí.

- ¿Segura?

- ¡Zora! ¡Ven a beber conmigo! Magna acaba de caer en una de tus trampas. – Nebra miro con horror como una mujer de cabello rosado, en ropa interior salió desde el interior con una botella en su mano, rodeo su brazo derecho con los suyos en un movimiento fluido y una sonrisa alegre.

¿Por qué lo toca con tanta confianza?

- Tenemos invitados, Nessa. – Comento con tranquilidad sin apartarla de su lado.

- Oh, la hermana de Noelle. – Reconoció dando un trago largo a la botella – ¿Bebes?

- No con plebeyos. – Frunció el ceño cruzando los brazos sobre su pecho, lanzando una mirada de advertencia que simplemente pareció resbalar en ella, se encogió de hombros jalando a Zora para que la siguiera.

- Te acompañare a beber después, Vanessa. La princesa tiene que entregarle algo al capi.

- ¡Pero Yami acaba de entrar al baño! ¡Nos matará si lo molestamos! – Nebra empezaba a pensar que el tema del baño era preocupante cuando la mujer la agarro con más fuerza de la que esperaba de la muñeca y la tiro hacia el interior – Espera adentro, cariño, te saldrán raíces afuera. – Vanessa no se percató de que la tomo por sorpresa hasta que tropezó cayendo hacia adelante solo para ser atrapara por Zora – Lo siento, no medí mi fuerza.

- Fuiste muy brusca, ella no es un Toro Negro. – Reprendió Zora con seriedad ayudándola a ponerse sobre sus pies – Por eso nuestros invitados se asustan y no quieren volver. – Estando ligeramente desorientada para contestar, se erizo al sentir la mano del hombre caer sobre su espalda para animarla a entrar, estaba tocándola con personas presentes.

- Perdona que tirara de ti, cariño. – Repitió Vanessa caminando hasta tirarse de costado en el sofá, algunas botellas estaban caídas en el piso – Noelle está en la cocina. – Mencionó como si fuera importante.

- Puedes sentarte en el sillón.

Nebra se quedó de pie observando con fijeza los ojos del pelirrojo que le hacia un gesto hacia el mueble, la estaban secuestrando, ella no quería estar ahí, no tenía demasiadas opciones cuando miro la estúpida sonrisa burlona, así que se dejó caer en el lugar, ya que la secuestraron aprovecho de mirar.

Estaba desordenado, oscuro y tosco, sin decoración además de las figuras de una niña en diferentes materiales en sitios al azar, en una mesa cercana algunos de sus miembros conversaban en voz baja, eran extraños y siniestros, le ponían los pelos de punta, la mujer con poca ropa bebía perezosamente con una ligera sonrisa en los labios, escuchaba ciertas voces provenir de lo que posiblemente seria la cocina donde estaba su hermana, dejo el sobre en su regazo cruzando sus manos con recato, mantuvo la espalda recta y la mirada indiferente, se sentía sofocada, comenzó a mover sus dedos con nerviosismo, todo parecía calmado por exactamente cinco minutos cuando una explosión proveniente de la cocina la sobresalto, sin embargo los demás ignoraron la situación hasta que mucha agua se arrastró por el suelo hasta la sala.

- ¡Noelle!

- ¡Es culpa de Asta! Estaba incendiado la cocina.

- No se iba a quemar nada, solo había que cerrar el gas, no tenías que usar una bola de agua. – Se quejo el aludido, enfrascándose en una discusión con ella.

- Pies arriba. – Ordenó Zora en su dirección, no entendía por qué debería hacerlo hasta que sintió la magia de rayo estallar con más energía de lo que debería estando dentro de una vivienda, la corriente recorrió el agua golpeando a los que todavía mantenían sus pies en contacto con el líquido, un chico con lentes y el mago espacial gritaron.

- ¡Luck! Tenemos invitados, puedes torturar a Magna en otro momento y no metas a Finral. – Regaño Vanessa con el mejor tono autoritario que pudo reunir sentándose en el sofá.

- Finral tiene que mejorar sus habilidades para esquivar. – Luck se movió ágilmente en la sala con una sonrisa maniaca mientras el chico gemía inconforme.

- ¡Noelle friega el piso!

- ¡No lo haré!

- Yo lo haré. – Intervino Zora suspirando al escucharlos discutir nuevamente, parecían un par de críos pequeños, los demás miembros prefirieron retirarse de la sala cuando entró a la cocina para sacar al chico sin magia por la camisa. – ¿Qué sucedió?

- Prendí mal una de las hornillas, el fuego salto muy alto, Noelle me dijo que lo apagara, pero no podía, así que uso su magia para hacerlo, creo que uso demasiada agua. – Se encogió de hombros – Ni siquiera llego al techo.

Esto era absolutamente caótico.

¿Aquí viva su hermana menor, un miembro de la realeza y su pareja?

- Es muy peculiar tener a un miembro de la realeza aquí. – No esperaba el mago que apareció desde las sombras con una sonrisa falsa, de esas que conocía tan bien.

- ¿Y Noelle? – Cuestionó Asta confundido.

- Noelle es un Toro Negro, es parte de este grupo de desadaptados, en cambio… ¿Qué hace una hija real en este basurero?

- Tengo que hacer una entrega para el Capitán. – No le gustaba el tono ni la forma en que la estaba tratando, pero oficinalmente se trataba de un Vice Capitán de escuadrón por lo que estaba por encima de su rango, incluso si se trataba de un noble en estos momentos estaba trabajando y tenía que mantener las apariencias – Mi Capitán me ordeno que solo se lo diera a él.

- Eso es una tontería. – Hizo un gesto con toda la intención de quitarle el sobre de las manos, por lo que Nebra abrazo el sobre contra su pecho dedicándole una mirada fulminante – Solo estás causando una molestia y perturbando este lugar con tu inoportuna presencia, no hay razones para tolerarte.

- Cuidado, Faust, eres el vice capitán de un escuadrón, pero sigues siendo un noble caído en desgracia por su propia mano. – Advirtió con un tono tenso.

- Correcto, no tengo nada que perder, es desagradable tener un miembro de la realeza que se cree superior a los demás en mi espacio, una serpiente venenosa, capaz de denigrar a su propia sangre de una forma tan miserable como ha hecho tu casa durante años, ni siquiera deberías jugar a los Caballeros Mágicos, las personas con malos sentimientos no cambian.

- Déjala, Natch. – Intervino Zora interponiéndose con una expresión seria – Ella no ha sido grosera en estos momentos a diferencia de ti.

- ¿Cuál es la diferencia? Es un desperdicio de oxígeno clasista, no tienes ni idea de lo que ha hecho…

- Basta, Natch. – Vanessa entró con un tono mediador – Vamos a beber juntos, no es buena idea que nos busques enemistad con otros escuadrones cuando nos estamos llevando bien. Disculpa su comportamiento, cariño. – Nebra estaba dispuesta a quejarse abiertamente cuando el temor de estar rodeada la detuvo, su magia no era ofensiva y recientemente quedo demostrado el increíble poder que el escuadrón tenía oculto.

Ella no ganaría si peleaban.

Zora intento conversar con ella después del incidente, pero se negó obstinadamente a dirigirle la palabra a cualquiera de ellos, incluso cunado Noelle se acercó para disculparse en nombre de Natch simplemente desvió la mirada inexpresiva, odiaba mucho la humillación sufrida por un ex noble como este, no tenía derecho a tratarla de esa forma, respiro profundo para contener sus lágrimas, estaba demasiado sensible desde la guerra, viendo su estado Zora suspiro ruidosamente, se levantó y salió de la sala, unos minutos después escucho un escándalo acompañado del aumento brusco del maná del capitán, fue tan intenso y repentino que se asustó por la presión imponente que inundo el ambiente, apenas pudo percatarse de la forma en que los miembros del escuadrón se escabullían.

- Hermana de Nozel. – Saludo el hombre sosteniendo un cigarrillo entre sus dedos unos minutos después del estallido de maná – Me disculpo por el comportamiento de mi Vice Capitán, es un idiota como la mayoría de los que están aquí, espero que no tengamos problemas con Nozel por esto.

- No me importa. – Comento con un resoplido, podría levantar un acta, probablemente su capitán lo consideraría una tontería – Nozel me ordeno que trajera esto, ya que he cumplido con mi misión, me iré.

- Espera, Finral puede abrir un portal para llevarte hasta el reino noble. – Nebra no quería esperar, solo quería irse para poder despejarse en el viaje, sin embargo, Zora la detuvo sujetándola por la muñeca mientras llamaba a gritos al mago espacial que se acercó con timidez.

- Hablaremos después. – Le dijo al ver su intención de quedarse con ella, solo que en ese preciso instante quería estar sola.

- Tardaste mucho, Nebra. – Comento Solid al verla pasar en dirección a las habitaciones de la base, no tenía los ánimos para tratar con él.

- Tuve que esperar que su Capitán estuviera disponible.

- ¿Por qué? ¿Cómo se atreven a hacerte esperar? – Se quejo – Hacer esperar a un miembro de la realeza, que descaro ¿No estaba Noelle?

- Ella estaba, pero Nozel me ordeno que se lo diera al capitán.

- ¿Y te quedaste ahí? ¡Qué desperdició de tiempo! Se lo hubieras dejado a Noelle, con decirle que no dijera nada era suficiente.

No quería tener que discutir con su hermano menor por lo que le dijo una mentira mientras se metía en su habitación, apenas cerró la puerta a su espalda se derrumbó molesta, había intentado ser una mejor persona, por eso envió la donación a Tolsa, por eso intentaba convencer a los otros nobles de ser más generosos, también intentaba ser educada con Noelle, aunque le costara ¿Quién se creía ese idiota fracasado para recriminarla? ¡Lo estaba intentando! Activamente.

Quería ser una mejor persona para Zora.

Gimió ocultando su rostro entre sus manos avergonzada por la idea, se movió hasta la cama para tirarse en ella abrazando con fuerza una almohada, pensando en lo extraño que era su vida en esos momentos, sentía que existía cierta complicidad entre sus hermanos que ella no entendía y de la que no formaba parte, odiaba ese sentimiento, siempre había hecho todo lo que estaba en sus manos para apoyar a Nozel como para que la excluyera repentinamente, intentaba no darle demasiadas vueltas a ese tema porque sentía un vació en su pecho.

Luego estaba Zora, siendo solo Zora ya implicaba demasiado, socialmente era tan complicado, personalmente la hacía sentir una emoción que nunca había vivido, la hacía reír y cuando estaba con él sentía que todo estaba bien, parecía seguro en todo momento, la abrazaba con calidez y sus besos le encantaban, sentía que se perdía en sus sentimientos por él, algunos que no entendía por completo.

Durante los siguientes días se negó a reunirse con Zora, estaba molesta por el trato que recibió de parte del mago de las sombras, desanimada de no tener el valor para ponerlo en su lugar como habría hecho en cualquier otra ocasión por el temor que sintió al estar rodeada de los impredecibles compañeros de Noelle, el chico sin magia no dudo ni un momento en defenderla durante la premiación a pesar de estar rodeado de Caballeros Mágicos nobles y de mayor rango ¿Qué le harían si insultaba a su Vice Capitán?

Claro que Zora intervino para detenerlo, la defendió y eso estaba bien, no estaba molesta por él por eso.

El problema era que, si pensaba en él, también pensaba en la bruja en ropa interior acercándose y tocándolo tan cómodamente cuando ella todavía se ruborizaba si la miraba mucho tiempo.

Eso la irritaba, ser tan torpe en ese aspecto cuando podía hablar sin cohibirse con los demás, pero cuando estaba a su lado se volvía tímida.

Y no sabía por qué le sucedía eso, había escuchado tantas cosas en los círculos desde que era joven que nada deberías sorprenderla o incomodarla, solo estaba siendo tonta.

- Nebra.

- ¿Sí?

- ¿Has tenido una discusión con Ideale?

- No. – Dijo con firmeza, realmente no había discutido con él – Solo estoy ocupada, estos días han estado invitándome a varias fiestas además del trabajo.

- Siempre haces tiempo para salir con él.

- También está ocupado. – Replico rezando por que Nozel cediera.

- No quiero entrometerme en tu vida, pero si necesitas hablar con alguien, aquí estoy. – Las últimas dos palabras sacudieron algo dentro de su pecho.

- La base de los Toros Negros es muy extraña. – Comento sentándose frente al escritorio de su hermano.

- ¿De qué manera?

- Ellos son extraños.

- ¿Alguien fue inapropiado contigo?

- Su Vice Capitán fue grosero, es muy maleducado para ser un noble, Zora lo detuvo… No tengo problemas con eso. Es solo que… La bruja que es amiga de Noelle, cuando llegue para llevar los documentos estaba en ropa interior. – Dijo irritada cuando miro las mejillas de Nozel teñirse de rojo – ¿En serio?

- Es una mujer hermosa. – Tosió incomodo – ¿Te ha molestado?

- No estoy acostumbrada a ese nivel de desvergüenza. – Cruzo los brazos sobre su pecho – Toca a Zora con mucha confianza cuando está casi desnuda.

- Quizás este acostumbrado a eso ¿Notaste que hiciera un gesto o algo que te diera a entender otra cosa?

- No me gusta. – Replico haciendo un puchero.

- ¿Lo has hablado con él? Ayudaría a calmar tus celos.

- ¡No estoy celosa! – Su rostro se ruborizo profundamente – Eso no es propio de la realeza, no hay razones para que sienta algo tan vulgar, soy hermosa, una hija real, no estoy celosa de una bruja.

- Nebra, es algo que te está incomodando, lo correcto sería que hablaras con tu pareja para aclarar la situación, él tiene tiempo viviendo ahí, si nadie en la base parecía extrañado de la situación seguramente es algo cotidiano para ellos.

- No me gusta. – Se levantó bruscamente de la silla paseando por la oficina – No puedo decirle, va a pensar que estoy loca por molestarme.

- ¿No es peor no saber? Lo has estado evitando por varios días sin decirle por qué.

- No lo estoy evitando. – Negó caprichosamente.

- Habla con él. – Aconsejo Nozel con seriedad – Los malentendidos pueden causar daños, lo sabemos muy bien ¿no? – Nebra se abstuvo de decir que lo de su familia no era un malentendido, pero prefirió solo asentir, no esperaba hablar de chicos con su hermano, sin embargo, no tenía amigos con los que conversar de ese tema.

- Hablaré con él.

Zora estaba irritado, por algún motivo que no entendía Nebra lo estaba evitando desde el día que estuvo en la base, ciertamente Natch fue grosero cuando ella se había contenido de ser irrespetuosa o arrogante, lo que era de hecho un enorme paso en su comportamiento, así que pensaba felicitarla cuando se reunieran, darle una galleta y un beso, refuerzo positivo, pero habían pasado una semana desde entonces y solo lo evadía cuando intentaba hablar con ella.

- ¿Qué sucede? Estas de malhumor.

- No es nada.

- ¿Tiene que ver con la hermana de Noelle? – Zora intento que nada en su lenguaje físico reflejara su sorpresa, Vanessa resultaba ser muy buena leyendo a las personas – Parecías muy preocupado por ella.

- Solo es tu imaginación, Natch nos podría haber metido en un problema con su capitán, todo es muy pacifico ahorita para buscar pelea.

- Eso es cierto, pero no te importaría si fuera cualquier otra persona – Habló con simpleza mirándolo con picardía – ¿Sientes algo por ella? Sabes que guardare el secreto. – Se sentó a su lado, estaban relativamente solos en la base – Soy una tumba. Podemos ir a conversar a mi habitación si lo prefieres.

- Esta bien. – Tendría que ceder en esta ocasión, su otra opción era Noelle y aunque las dos tenían una relación cordial, no podía decirle ni preguntarle a una adolescente sobre su hermana, una hermana que no conocía – Nebra es mi novia.

- ¿Qué?

- Me escuchaste. – Prefirió dejar caer la bomba de una sola vez para no perder tiempo, Vanessa parecía genuinamente sorprendida, así que ahora se sentía estúpido por haber confesado.

- Pensé que solo te gustaba, cielos, ese es un gran secreto ¿Cómo paso esto? No tiene mucho sentido. – Murmuro para sí misma – Ella es guapa. comparte los rasgos de Noelle, pero tu odias a los nobles y ella está en la parte de arriba.

- Vanessa.

- Por eso saltaste cuando Natch la ataco.

- Nebra lo está intentando, se estaba comportando bien, él no tenía que decirle eso.

- Tienes razón, Noelle me ha dicho que ha intentado ser educada, entonces ¿Cuál es el problema?

- No lo sé, pensé que estaría molesta por lo Natch, pero cuando se molesta me lo dice, habla durante mucho tiempo de por qué está enojada, y esta vez, me está evitando, así que tiene que ser algo serio.

- ¿Crees que está enojada contigo por lo de Natch? Tal vez piensa que todos creemos lo mismo y se siente triste.

- Eso no tiene sentido, más que un golpe a su orgullo no creo que le importe demasiado lo que piensen de ella.

- ¿Cómo? – Zora suspiró, si no saciaba la curiosidad de su amiga no podría concentrarse en lo que necesitaba.

- Salimos a misiones juntos, "coincidimos" en nuestras patrullas y vamos a comer a sitios lejanos de la capital.

- ¿Es algo "serio"?

- Ella huiría si le propusiera una relación seria, hasta ahora solo somos "amigos saliendo", ella es emocionalmente torpe, se ruboriza mucho y es tan… recatada, besarla o incluso solo tomarla de la mano la hará ponerse como un tomate, es gracioso verla avergonzada.

- Pero has dicho antes que era tu novia.

- A fines prácticos lo es, para mí. He intentado hablar con ella, pero solo escapa y… ¿Hola? – Contesto la llamada a su comunicador conteniendo la emoción de su voz.

- ¿Podemos vernos?

- ¿Dónde?

- En Troms.

- Le diré a Finral que me lleve al Reino Común, te aviso cuando llegue.

- Llévale un regalo, estoy segura de que Charmy me dará de las trufas que hizo ¿Le gusta tanto el azúcar como a Noelle? – Antes de que pudiera contestar salió de la habitación y en menos de un suspiro estaba de regreso.

- ¿Por qué estas tan emocionada?

- Es solo que me hace feliz que uno de nosotros encontrara el amor, si puedo ayudarte lo haré con todo gusto, además es una familia guapa ¿no? – Zora arqueo una ceja con confusión – Noelle y sus hermanos son todos lindos.

- Supongo. – Tomo la bolsa en sus manos mirando la expresión de gata traviesa de Vanessa – Me voy.

Había algo sobre el sitio donde tuvieron su primera cita que lo volvía especial, incluso de noche era un lugar hermoso, sobre todo cuando ella estaba de pie en medio del campo de flores, la luz de la luna caía sobre su rostro y resaltaba su cabello plateado, bien podía decir que estaba un poco enamorado de ella.

- Oye.

- Oye. – No pudo evitar una leve sonrisa al verlo, solo habían pasado unos pocos días sin verse, pero era obvio que lo extraño – ¿Ya no estás enfadada?

- No estaba molesta.

- No, y yo no soy pelirrojo, estabas molesta, me has estado evitando.

- No… Sí. – Le sorprendió que lo aceptara con tanta facilidad, Nebra bajo la mirada jugando con sus dedos.

- ¿Me vas a explicar por qué estás enojada? Sé que Natch fue grosero…

- No es por él, es algo muy tonto y te molestaras conmigo. – Explicó incomoda, sus mejillas se tiñeron de vergüenza, estaba confundido así que para obtener información levanto su rostro usando su índice en su barbilla.

- No me molestare.

- ¿Ella siempre esta vestida así?

- ¿Quién?

- ¡No te hagas el tonto! ¡La bruja! – Estallo retrocediendo buscando sus ojos, parpadeo confundido.

- ¿Vanessa? ¿Qué pasa con Vanessa?

- Sabes qué pasa.

- No, no lo sé ¿Qué has dicho antes? – Ella se negó a repetirlo, cruzo sus brazos obstinadamente y desvió la mirada – Algo de su vestimenta… Oh.

No pudo evitar romper en carcajadas al darse cuenta de lo que sucedía, ahora podía entender la razón detrás de la irritación de Nebra, para él era difícil considerarlo un motivo para molestarse, estaba acostumbrado a las rarezas de su escuadrón, ver a Vanessa en ropa interior era igual que ver a Gauche con sangrado nasal, el pan de cada día.

- No te rías, sabía que esto pasaría, me voy. – Se apresuro a sujetar su muñeca antes de que se alejara atrayéndola a un abrazo mientras todavía reía en su hombro.

- ¿Te ha molestado que Vanessa estuviera en ropa interior? Ella siempre lo hace, es algo muy común para nosotros. – Explico tratando de controlar sus risillas.

- Es indecoroso. – Musito tratando de escapar – ¿Cómo puede estar así frente a todos?

- No tiene nada de qué avergonzarse, y todos somos adultos, ella se siente cómoda cuando esta así y nosotros somos felices si ella lo es, Vanessa es como el corazón de nuestro escuadrón.

- Ella te toca con mucha confianza. – Murmuro rindiéndose de sus intentos de fuga tocando el brazo que cruzaba su estómago con frustración.

- Vanessa es cariñosa, con todos, es muy táctil es su forma de relacionarse. – Ladeo el rostro pensativo hasta que una idea paso por su mente – No es porque Vanessa estuviera vestida de esa forma sino… ¿Qué fuera cariñosa conmigo? ¿Estás celosa?

- ¡No estoy celosa! ¿De que estaría celosa? – Ella se sacudió por lo que pudo ver que su rostro estaba completamente rojo, el rubor bajaba hasta su cuello, si, definitivamente había dado en el clavo.

- No tienes que estar celosa. – Dijo en un tono serio, sin dejarla escapar la hizo girarse en sus brazos, sus manos se colocaron sobre su pecho mientras que las suyas viajaron a sus mejillas para que lo mirara – No tengo nada con Vanessa, solo somos amigos, ella es cariñosa con todos, especialmente con Noelle, abrazar es parte de su encanto.

- ¿Seguro?

- ¿Por qué te mentiría?

- Ella es atractiva.

- Y Vanessa lo sabe, pero eres tú la que me interesa. Por eso te pedí que salieras conmigo, me gustan tus senos no los suyos. – Dijo con honestidad, aguantándose las carcajadas cuando ella se volvió un manojo rojo balbuceante, manoteando en su pecho.

- ¿Qué estás diciendo? ¡Desvergonzado! – Exclamo ocultando su rostro tímidamente en su hombro, mascullando – Pervertido.

- ¿Qué? Te estoy diciendo que me gustas, podría describir que otras cosas me gustan, pero no podría soportarte toda engreída. – Separo su rostro para mirarla a los ojos antes de compartir un beso apasionado – Al menos sé que no soy solo una diversión para ti.

- ¿Diversión? ¿Por qué pensarías eso?

- Solo bromeo, no lo tomes en serio. – Vaciló al mirar su rostro consternado – Entiendo las razones por las que no quieres que nos vean juntos, de verdad que sí, pero me gustaría poder al menos tomar tu mano y no tener que tratarnos como extraños cuando aparecen otras personas – Decidió que era un buen momento para avanzar – Me preocupa que te asustes si te digo que te quiero ¿No saldrás huyendo?

- No, no. – Negó efusivamente una de sus manos se arrastró hasta la parte posterior de su cuello rascando suavemente pensativa, sus ojos lo miraron de forma cautivadora – Porque también te quiero.

- ¿Y te vas a esconder cada vez que me lo digas? – Se burló acariciando su espalda cuando enterró su rostro en su pecho – Nebra, antes de que te agobies sola, preferiría que hablaras conmigo, aclarare tus dudas si puedo, de eso se trata una relación, de dos personas que confían el uno en el otro ¿Confías en mí?

- Sí, con mi vida. – Agrego las últimas palabras después de una pausa.

- Me alegra escuchar eso, también te confiaría mi vida. – Ella se alejó unos pasos con una expresión de niña culpable, eso le resulto entrañable – Te traje algo.

- ¿Sí?

- Trufas de chocolate, están rellenas de arándanos.

- ¿Por qué?

- ¿Por qué no? Sé que te gustan y pensé que podría ayudar a que habláramos si no comenzabas. – Se rasco la parte posterior del cuello antes de seguir hablando, acababa de decirle que debían confiar entre ellos así que decidió confesar – Le dije a Vanessa sobre nuestra relación, se dio cuenta de que estaba preocupado, no sabía que te molesto y tenía que hablar con alguien, fue ella la que le pidió a Charmy las trufas.

- ¿Ella sabe? – Cuestiono alarmada.

- Vanessa no le va a decir nada a nadie, no tienes que preocuparte, lo prometo, te doy mi palabra. – La miro fruncir el ceño obviamente intentando decidir si era seguro o no.

- Nozel lo sabe. – Confeso en voz baja – Él está de acuerdo con esto, realmente fue él quien me dijo que hablara contigo.

- ¿Tu hermano lo sabe? ¿Y te está dando consejos?

- Sí, también estaba sorprendida, pero dijo que debería ser feliz, eso significo mucho para mi ¿Debí decírtelo?

- Entiendo por qué no lo harías. – No pensaba comentarle lo de Vanessa, pero ya que había aprendido de sus problemas con las relaciones, y con la confianza en sí misma termino por apostar a la comunicación.

- Todavía me resulta incomoda la idea de que ella este en ropa interior por la base. – Farfulló con un puchero.

- Piensa en un día de playa eterno, mi escuadrón esta acostumbrado.

- Tolerable, supongo, nunca había sentido celos por alguien. – Comento comenzando a comer las trufas – Tampoco es que estuviera con alguien.

- Soy tu primer novio. – Ella ya le había contado que rechazo las propuestas de matrimonio, pero en su mente eso solo incluía relaciones formales y vigiladas, pensaba que quizás había tenido algún noviazgo adolescente.

- ¿Sí? La realeza se junta en compromisos muchas veces desde la infancia, si no estas comprometido puedes aceptar cortejos, pero no hay una relación como tal, a menos que el jefe de casa lo apruebe ¿No explique eso ya?

- ¿Y tu hermano nos aprobó? ¿Me aprobó?

- No me lo ha dicho formalmente, hasta ahora solo me dijo que "viviera la experiencia". – Miro la bolsa que había estado comiendo, solo quedaban dos, podía comérselas, las trajo para ella, seguramente Zora tendría más en su base, sin embargo, quería compartir. – Toma. – Ofreció sosteniéndola en su dirección esperando que la tomara con la mano cuando se inclinó y lo comió con su boca.

- ¿Nebra? – Tapo su boca con la mano que no sostenía la bolsa mientras el rubor corría por sus mejillas – Se hace tarde lo mejor es que regreses a tu Palacio, te acompañare una parte del camino.

- Espera, todavía queda uno. – Musito levantando el otro dulce hacia su rostro, la primera vez lo hizo de broma, pero esta vez sujeto su muñeca mientras devoraba el chocolate de sus dedos sin apartar la mirada de sus ojos rosados.

- ¿Cómo te fue? – Vanessa sonrió ampliamente con picardía – Tienes una sonrisa enorme deberías ocultarla sino quieres que los demás se den cuenta ¿Resolvieron sus problemas?

- Sí. – Zora le dedico una mirada agradecida – Las trufas de chocolate fueron un premio inesperado.

- ¿Eh? ¿Qué significa eso? ¿Zora? ¿Zora?