¿Sabían que la azúcar es lo que le da la energía al cuerpo? Supongo que sí, pero yo creo que le da más energía a los sueños y esperanzas que uno tiene más que al cuerpo en sí.
Así que esto va dedicado a todas aquellas personas que no solo esperaron este epílogo, sino que también a las que planean ser felices por siempre junto a esa persona especial que cada persona deberá conocer en alguna parte de lo que llamamos mundo.
Takeshi Konomi inventó POT. Yo inventé la historia y a Hyoga, es lo único que me pertenece, y más encima a medias porque mi sobrina Kill-chan me ayudó bastante con las situaciones de este fic, así que ella también se merece un par de aplausos por el final de este fic.
¿Cita.. con un Basketbolista!
Autora: Arashi Shinomori
Epílogo.
El tesoro del Príncipe del Tenis.
Ryoma dejó de besarla apenas sintió la falta de aire. Aún así no se cansaba de ella, así que la abrazó fuertemente.
Sakuno quedó completamente paralizada por la sorpresa. Para luego corresponderle el abrazo, al notar que se sentía protegida entre medio de los brazos del chico.
- "¿Quieres ser mi novia?"- soltó entonces la pregunta. Casi en forma desesperada, porque, la verdad era que nunca antes había hecho eso.
- "¡Claro que sí Ryoma-kun!"- respondió Sakuno, emocionada. Ryoma la besó en los labios.
Fue un beso cortito. Casi de gratitud. Y luego, la continuó abrazando, bastante contento por todo lo que le había pasado.
Después, marcharon juntos al salón, antes de que el timbre sonara. Caminaban tranquilos, como si no hubiese nadie más que ellos. Estaban completamente extasiados con el momento que ahora compartían entre ambos.
Sin pensarlo, Ryoma le tomó la mano a su ahora novia y continuaron caminando como si nada estuviese pasando. Sakuno sintió la calidez de la mano de su novio, pero prefirió callar. Solo mostraba una hermosa sonrisa de auténtica felicidad.
- "Uuuhhh"- se escuchó una burla a lo lejos.
Los enamorados giraron la vista hacia atrás y descubrieron a los chicos que habían hecho la burla. Momoshiro había gritado, mientras que Eiji sonreía gatunamente y bastante contento, al igual que Syusuke y Sadaharu anotaba en un papel lo que estaba ocurriendo, pues ese día se le había olvidado traer su cuaderno de apuntes.
- "¡Hoi Hoi¡O'chibi tiene novia!"- gritó el chico pelirrojo y fue a abrazar a Sakuno y a Ryoma.
- "Mada Mada Dane"- dijo Ryoma, aparentando su tono frío y soltando a su novia para que no lo molestasen.
- "Eh... Eiji-sempai, me está asfixiando"- se quejó Sakuno. Entonces el chico los soltó, aún sin dejar de esbozar aquella sonrisa en su rostro.
- "Así que son novios¿No?"- preguntó Momoshiro. Los menores se sonrojaron y Takeshi ensanchó su sonrisa.
- "Pues... felicidades Echizen-kun, Ryuzaki-chan"- dijo Syusuke con su clásica sonrisa.
- "Arigatou Fuji-sempai"- dijo Sakuno, con su sonrisa adorable. Mientras que Ryoma se colocaba rojo y trataba de mirar a otro lado.
- "Yo también quiero felicitarlos chicos"- dijo Inui ya apartando su hoja de papel. Después de todo, lo único que podía escribir era que el nuevo punto débil de Ryoma Echizen era Sakuno Ryuzaki.
- "Arigatou Inui-sempai"- respondió esta vez Ryoma, luego de que su novia le sonriera, dándole ánimos para hablar.
Y lo que parecía comenzar a ser una animada conversación, fue detenida por el sonido de la campana, anunciando el comienzo de las clases de la tarde. Así que, rápidamente los chicos comenzaron a dirigirse a sus respectivos salones.
Así pasó el día y luego la semana completa.
Y Ryoma y Sakuno, ya se sentían observados por toda la escuela, ahora que ya todos se habían enterado de su romance. Cosa que a veces los ponía bastante nerviosos.
De Hyoga no se habían enterado de mucho. Aunque Tomoka les dijo aquel martes que él estaba perfectamente y que no había puesto problema ante su relación. Además de que le había dejado un recado a Echizen para que se viesen el Viernes a última hora.
Cuando el tenista llegó al lugar citado, lo único que dijo el basketbolista fue pedirle que cuidase a su amiga de infancia. Luego se marchó y de ahí no lo volvieron a ver más. O por lo menos en lo que quedaba de la semana.
Y al final de la semana, Ryoma acompañó a Sakuno hasta su casa, pero pasando por el parque donde antes se habían juntado, se detuvo.
- "¿Sucede algo Ryoma-kun?"
- "... Solo... estaba pensando"- dijo algo distraído.
Sakuno lo miró extrañada y se sorprendió aún más cuando lo vio bajar la mirada.
- "¿Ara?".
- "¿Puedes... venir... mañana... a mi casa?"- preguntó algo asqueado el príncipe.
La chica trenzada lo continuó observando, como si fuese un bicho raro o algo así. Estaba extrañada, esa era la verdad. Pero prefirió no decir nada y así ahorrarse problemas con su novio. Asintió lentamente ante la pregunta formulada y luego de que el tenista le diese un beso como despedida lo observó marcharse, mientras se preguntaba como es que todavía no podía acostumbrarse a aquella situación. Sonrió para sí y entró. Quizás mañana sería un gran día.
Ya pasado aquel día y aquella noche. Sakuno al ver que ya había amanecido, sonrió para si y se levantó de su cama. Parecía ser un bonito día.
Ryoma, en cambio, solo maldijo el sonido de su despertador, además que le hizo un pedido a Kamisama por un nuevo padre. Pedido que aún no le es cumplido.
Osea, todo sea gracias a su "querido" padre. Ya que se enteró, por su prima, que tenía novia. Y al muy Hentai se le ocurrió molestarlo en la cena, cosa que incentivó a su madre a casi obligarlo a invitarla a la casa este día para así conocer a la muchachita. Ahora, tendría que presentar a Sakuno a su familia, y luego invitarla a dormir. Y conociendo a su pervertido padre, seguramente le vería las piernas a su novia.
Lo único que esperaba del día era que Sakuno no estuviese usando una falda. Y si usaba una, que no fuese muy corta.
Al estar listo para desayunar, se dirigió a su comedor, donde su padre, su madre y su gato lo esperaban. Su prima no estaba por que debía dar un examen en la universidad ese día. Y mientras soportaba estoicamente las burlas de su padre, y su madre trataba de calmarlo y darle ánimos. Lo que más deseaba en este mundo, era que la tierra se tragase al baka que tenía en frente.
Sakuno encontró una falda rosada bastante bonita, así que decidió usarla ese día. Ryoma la había llamado en la noche para que llevase más ropa de cambio. La había invitado a quedarse a dormir a su casa.
Y sus padres no habían puesto ningún problema. Todo gracias a su abuela, quien habló maravillas de su novio, y como a sus padres también les gustaba el tenis, dio en el clavo al decir que el chico era titular de Seigaku. En un par de segundos, toda la familia Ryuzaki había aceptado con creces a Ryoma, y esperaban que el próximo fin de semana viniese él para conocerlo mejor. Sakuno no podía estar más feliz.
Se colocó la falda rosada y una blusa de color blanco. Encima un chaleco del mismo tono de la falda, porque se estaba aproximando el otoño. Y luego de desayunar, se marchó a casa de su novio.
Ryoma miraba el reloj, como si estuviese esperando la hora de su muerte, actitud que no demostró. Nanjiroh en cambio, veía el aparato y se fascinaba aún más. Esta era una nueva oportunidad para molestar a su hijo, y eso no se lo perdería por nada del mundo. Después de todo, crecen tan rápido, que después no tienen tiempo.
El sonido del timbre en casa de los Echizen y el menor de ellos se dirigió rápidamente a la puerta principal. Así no ocurriría su pesadilla, que su padre atormentase a su novia y la dejase traumatizada.
Sakuno apretó el botón y éste emitió el ruido de una campanita que ojalá se hubiese escuchado en la casa. Unos minutos después divisó la figura de Ryoma. Cuando ya estuvo más cerca de ella, lo notó bastante pálido.
- "Ryoma-kun¿sucede algo?"- preguntó la muchacha algo preocupada.
- "Iie..."- dijo apresuradamente.
La respuesta no la convenció, pero tenía la esperanza que le dijera más tarde. Así que solo sonrió y ensanchó aún más la sonrisa cuando notó como su novio se le quedaba mirando. Al parecer le gustaba su ropa.
¿De toda la ropa del mundo, no podía escoger una peor!
Es decir. Se veía bonita con el chaleco rosa. Y la blusa blanca. Y sus trenzas que la hacían ver adorable, cosa que no le iba a decir. Pero... ¿Por qué se empeñaba en usar falda?
Ahora su padre le miraría las piernas, y quizás que cosas se imaginaría con ella y... haciendo cosas raras y... eso... eso... Oh por Kamisama. Lo único que quería era que su padre se muriera o que Sakuno se pusiese un par de pantalones. Lo que ocurriese primero estaba bien.
Algo le sucedía a Ryoma. Lo podía intuir. Aunque su rostro inexpresivo no era de mucha ayuda. Pero el brillo de sus ojos parecía cambiar de rabia a pavor y luego a esperanza de un momento a otro... Y ahora que veía bien¿Desde cuándo aprendió a leer el brillo de los ojos de Ryoma-kun?. Continuó caminando como si nada, mientras le continuaba sonriendo como una muñeca y le hacía notar que estaba ahí con él para ayudarlo en su problema.
Ryoma si que no deseaba que nadie lo molestase en ese momento. Era el camino a su tumba. Era la espera del fin. Era ese tipo de cosas que no deseas que lleguen, pero que llegan lo más rápido posible. Ejemplo, la muerte o el presentarles tu novia a tus padres. No es la gran cosa, no. Pero si tienes un padre Hentai que colecciona cosas Hentai, como el típico Japonés Hentai, entonces la cosa cambiaba radicalmente y no sabes si tu padre mira a tu novia como su nuera o como una chica más de sus revistas. Y como para Ryoma esto era una sensación nueva. Todo parecía ir de mal en peor.
La puerta principal de repente se apareció en los ojos de ambos jóvenes. Sakuno parecía emocionada ante aquel hecho. Ryoma, solo sentía ganas de vomitar.
De repente la puerta se abrió, dejando ver a un hombre alto, con barba de un par de días, vestido como un monje y con una revistas de chicas en sus manos. Sakuno y Ryoma lo reconocieron. Y para el pobre chico, ahora si se le podían aplicar las leyes de Newton. Lo que empieza mal termina mal.
- "Ohaiyo Echizen-san"- saludó Sakuno, haciendo dotes de su buena educación y cortesía.
Nanjiroh Echizen miró a la chica de arriba abajo. Parpadeó un par de segundos y la continuó mirando.
¿Y esta jovencita es la novia de Ryoma?
No tenía nada en contra de la chica, pero tenía las piernas muy delgadas. Quizás más adelante estarían más... rellenas. Quizás, porque si era pariente de la vieja profesora Sumire, entonces quizás terminaría peor que ella.
Bueno, era su hijo. Y aunque le gustaba molestarlo no podía hacerle la vida imposible todo el tiempo. Tenía mejores cosas que hacer. Como leer sus revistas de chicas.
- "¡Hola!"- saludó bastante emocionado. Luego miró la cara de hastío de su hijo... No se podía contener por esa mirada- "Oye jovencito, preséntame a la linda muchachita".
- "Ella es Sakuno Ryuzaki... "- dijo fríamente.
- "Y ¿de dónde la conoces?"- preguntó en modo burlón.
- "Es... mi... novia"- dijo entre dientes.
- "Déjame decirte que es muy bonita"- el tono burlón no desaparecía- "¿Era ella con la que salías hasta tarde?".
- "Hai..."- Ryoma ya podía sentir un par de venas hinchadas.
- "Mmh... ya veo. Como digno hijo mío no pierdes el tiempo con la señorita"- sonrió pícaro- "Y tiene bonitas piernas".
Bien, sus comentarios llegaban hasta un punto. Y ya lo había pasado. ERA SU NOVIA. SUYA. NO DE ÉL.
Así que, como buen novio, tomó a la chica de la mano y la llevó casi arrastrando a dentro de la casa, para que su padre no continuase con su juego.
Sakuno estaba bastante nerviosa y sonrojada. ¿Qué había sido todo eso? No tenía ni la menor idea.
Y ni siquiera se dio cuenta cuando llegaron a la habitación de Ryoma.
- "Gomenansai... Mi padre... siempre ha sido... así... de Hentai"- le dijo avergonzado y sin mirarla.
- "No te preocupes, Ryoma-kun"- le sonrió ella.
Entonces se dedicó a mirar la habitación. El chico tenía buen gusto para las decoraciones. Rió por lo bajo. Ya se la había imaginado. Y no estaba muy equivocada. Demasiadas cosas de tenis como posters, pelotas y sus raquetas. Todo en perfecto orden. Y la cama se veía bastante cómoda.
Estaba emocionada. Era la primera vez que estaba en su cuarto. Era algo especial.
Ryoma notó la mirada curiosa de la muchacha y sonrió. Así estaba todo mucho mejor. Ella y él, los dos solos. Sonrió para sí y se sentó en su cama, cansado por el ajetreo. Sakuno imitó su acción.
El tenista tomó una de las trenzas de la chica y comenzó a jugar con el mechón final. Siempre hacía eso, cada vez que podía.
- "Ryoma-kun¿tu novia ya llegó?"- preguntó su madre abriendo la puerta y entonces notó a cierta personita que no debería estar en la habitación de su hijo, o por lo menos, no todavía- "¿Tú eres la novia de mi hijo?"- preguntó, así que Sakuno asintió. Entonces, la mujer casi se abalanzó sobre la muchacha bombardeándola con las típicas preguntas que se hacían para conocer a una persona. Y es que, no podía evitarlo. Ya su hijo no era sociable por naturaleza, y que hubiese traído a su primera novia era todo un sueño para ella.
Sakuno respondió cada pregunta sin molestarse, y sin quitar la sonrisa de su cara. Ella, en realidad, estaba contenta al conocer a la familia de su novio, y aunque parecía media rara, era bastante tierna.
La madre quedó complacida con las respuestas. Entonces tomó de las manos a ambos chicos y les aseguró su bendición. Y mientras Ryoma, ya sentía ganas de darse en adopción, Sakuno sonreía tiernamente, agradeciendo el gesto. Luego, la mujer salió avisando que pronto el almuerzo estaría listo.
- "Ryoma-kun, tienes una madre muy linda"- dijo Sakuno, sonriéndole.
El tenista agradeció el gesto y continuó jugando con el mechón de cabello. Después de todo, su madre no era mala, solo que él estaba bastante avergonzado.
Nanjiroh caminaba silbando por las canchas que el templo poseía, aparentando una actitud simplista. Luego se sentó en una banca y continuó "leyendo el periódico" como todas las mañanas, esperando el almuerzo. Es que tenía ganas de continuar molestando a su hijo.
Hora de almuerzo. Toda la familia sentada a la mesa para comer. Ryoma y Sakuno al lado izquierdo. Los esposos Echizen al lado derecho. Y al medio, Karupin comía un plato de comida para gatos que le habían dejado cerca para que él se enterase de lo que sucedía.
Se sentía el ambiente tenso. Ryoma esperaba que su padre no hiciese ninguna locura. Sakuno no le gustó la comida occidental. La madre de Ryoma esperaba a que su esposo dijese algo. Nanjiroh estaba de lo mejor pensando que diablos decirle a su hijo para continuar molestándolo y así guardar la escena para contarla a sus nietos. Si, esa era una buena idea.
- "¿Y cuántos hijos piensan tener?"- la ansiada pregunta salió de la boca del Samurai del Tenis, con una sonrisa malévola tan profunda.
Ryoma sintió que había escupido el arroz. En cambio, Sakuno se había atragantado con él.
El joven tenista miró por la ventana buscando una respuesta para AQUELLA pregunta. En realidad, había mirado para disimular un sonrojo. Su padre nuevamente estaba molestando, y no tenía un cojín cerca por ahí. Al parecer, se estaba vengando.
El chico buscó la mano de su novia y cuando la tuvo, la apretó fuertemente. Así le daba ánimos para que dejara aquella vergüenza. Aunque no negaba que sonrojada se veía adorable y tierna. Pero tampoco tenía intenciones de decírselo.
Sakuno sonrió internamente al sentir la mano de su novio junto a la suya. Así que ella también apretó la mano de él para que no se sintiese solo.
- "No estamos pensando en eso papá"- respondió con el tono neutral de siempre.
- "Ustedes si que son aburridos"- dijo el padre, antes de sentir un jalón de orejas.
Se lo merecía por pervertido. Pensó el chico y continuó comiendo, como si nada hubiese pasado.
Luego del almuerzo, Sakuno y Ryoma se pusieron a ver televisión. Bueno, el chico la veía, mientras ella dormía una siesta.
Y mientras veía como un tenista hacía un mal saque por la tele, y estaba apunto de imitar el ejemplo de su novia, se puso a pensar que, aunque toda aquella tarde quiso darse en adopción, al menos, el estar con ella le daba fuerzas para seguir adelante. Algo raro porque no estaba acostumbrado a depender de alguien.
Pasó el día rápidamente que muchos en la casa no se dieron cuenta. Apenas ambos jóvenes se despertaron de su siesta, los llamaron a cenar.
Nanako aún no había llegado. Parecía que ella no iba a volver hasta el otro día para así dejarlo solo con su padre y... y... y él moriría. No, parecía estar alucinando. Sakuno estaba con él, soportando estoicamente cada frase Hentai que el viejo estaba lanzando para molestarlos. Y aunque su madre trataba de pararlo, todo era inútil. Al parecer el viejo no tenía nada mejor que hacer.
- "Ryoma-kun¿sacaste el futon del closet como te dije?"- preguntó su madre, ya viendo que no podía parar las frases pervertidas de su marido.
¿Futon¿Su madre le dijo algo sobre un futon?.
- "Iie"- respondió el muchacho.
- "¡Oh ya veo jovencito!"- exclamó el Hentai de la familia- "Piensas dormir junto a tu novia. ¿Y que pensabas hacer con ella?".
Ahí iban las frases comprometedoras nuevamente.
Sakuno sintió de nuevo que le faltaba el aire. Ya había dejado de contar las veces que se estaba ahogando con el arroz cada vez que su futuro suegro decía un comentario algo extraño, por no decir pervertido. Tomó algo de jugo para así pasar algo del arroz.
¿Qué acaso el viejo no encontraba sus revistas de Hentai para que lo dejase tranquilo?
Ahora ya sabía que regalarle en navidad. Era eso o que lo continuase molestando hasta lograr matar a Sakuno y a él de un infarto o paro cardíaco. Lo que ocurriese primero. Si ocurría al mismo tiempo, mejor para él.
- "¡La cena terminó!"- gritó su madre ya desesperada y le dijo algo a su padre. Algo que lo colocó muy pálido.
- "¡NO!"- gritó desesperado- "¡MIS REVISTAS NO!"
Se lo merecía por Hentai. Ryoma sonreía altaneramente mientras un Nanjiroh muy asustado ponía cara de salvación ante su hijo. Bueno su hijo lo odiaba¿cómo entonces lo iba a ayudar?
Sakuno observó la escena ya completamente asustada. ¿Qué clase de familia era ésta?. Mejor era no hacer preguntas tontas.
Solo que se le formó una gota de sudor y comenzó a resbalarle por la nuca cuando vio a su suegro querido abrazando las piernas de su esposa mientras le rogaba no quemar algo. Y las gotas incrementaron cuando la miró con cara de ayuda.
- "Sakuno¿Vamonos?"- preguntó Ryoma como si no ocurriese nada.
- "Hu... Hai"- respondió y luego de hacer una reverencia siguió al tenista.
Subieron a la habitación de Ryoma, y en efecto, hacía falta un futon. El chico recién se dio cuenta del tremendo bolso con ropa que su novia había traído. De veras que ella se iba a quedar a dormir.
El aroma a jazmines comenzó a inundar el lugar. Si su padre se enterase de que ese aroma lo volvía loco, lo primero que haría sería pensar mal y luego comenzar a molestarlo. Pero, parecía no importarle mucho ahora, pues ese aroma tan dulce lograba distraerlo de sus problemas.
Y sabía de antemano que ese aroma estaba inundando su habitación simplemente por su presencia. Cosa que lo alegraba en supremacía.
- "Y... ¿dónde voy a dormir, Ryoma-kun?"- preguntó Sakuno algo nerviosa.
- "En mi cama"- respondió como si nada. Y luego sonrió al notar como la esencia de su novia comenzaba a intensificarse aún más.
Entonces el sonido de un celular los distrajo. Sakuno tomó el aparato y notó que le había llegado un mensaje de texto de su amiga Tomoka. Entonces se lo leyó a su novio.
Era oficial. Tomoka y Hyoga estaban saliendo juntos.
Sakuno mandó una respuesta con las felicidades apropiadas y miró al chico ojos de gato que parecía estar aburrido con la situación. Ella solamente le sonrió.
Ryoma no entendía muy bien porque le contaban una noticia así. Hyoga no le caía bien. No le deseaba nada.
Aunque interiormente, muy interiormente, le deseaba lo mejor del mundo. Porque, si le iba mal, entonces volvería a asechar a Sakuno. Algo que nadie quería que sucediera.
Así y todo, interiormente, claro estaba, Ryoma le deseó lo mejor al basketbolista. Porque, sino hubiese sido por él, ahora su novia no estaría allí, con el fuerte olor a jazmines que tanto él adoraba. Y él mismo no estaría en su habitación completamente solo, esperando quien sabe que cosa, mientras veía pasar el tiempo.
Ahora todo parecía haber mejorado.
Vio a Sakuno sacar su pijama y dirigirse al baño para ponérselo. Quizás, en un tiempo lejano, lo haría en esta habitación...
Se sorprendió al escuchar lo que había estado pensando. Ya se parecía a su Hentai padre.
Bueno, tomó su pijama y comenzó a ponérselo él también. Con una sonrisa altanera pensó en ir a molestar algún día a ese Basketbolista Baka.
Cuando ambos terminaron de vestirse y se encontraron en la habitación, se acostaron en la misma cama y apagaron la luz.
Ahora Ryoma se alegraba de no haberse acordado de sacar el futon.
Y mientras sentía el abrazo de ella y su calidez, su puso a pensar que ahora estaría más vulnerable que nunca.
Pero parecía no importarle.
Porque cuando vio como su Sakuno estaba dormida encima de su pecho, se dio cuenta que por ella cumpliría todos los sueños que había deseado alguna vez.
Y no era altanería, o confianza.
Era solo la necesidad de hacer las cosas por alguien. Alguien que te importa mucho, claro está.
Pues ahora sí podía decir que había encontrado lo más preciado para él. Además del tenis.
Por que ella, Sakuno Ryuzaki, era el tesoro más preciado de Ryoma Echizen, el príncipe del tenis.
Y eso, no lo podría cambiar nadie, ni nada, ni nunca.
FIN.
Notas de autora:
Resulta difícil de creer que al fin, uno de mis más preciados proyectos de fanfics haya terminado de una manera exitosa. Y no lo digo solo por la cantidad de reviews que he recibido(que para mí es descomunal), también lo digo, porque al ser el segundo fanfic terminado, es el primero que me ha gustado demasiado.
Me obsesioné. Estuve cada noche pensando en las reacciones de Ryoma, Sakuno, Hyoga, Tomoka, y de todos los personajes que participaron aquí. Estuve cada noche antes de acostarme repitiéndome los diálogos de todos los personajes, haciendo creer a mis padres una locura falsa. Y estuve varias noches y varios días llamando a mi sobrina para preguntarle como diablos escribir los capítulos finales, haciendo que la retaran por mi culpa.
Pero creo que valió la pena. O algo así como la canción esa que estuve escuchando en la mañana que decía que nada de esto fue un error(jeje a quien me dice el nombre se lo agradeceré infinitamente porque esa cosa es pegajosa xDD).
Y quizás no será el mejor final de todos. Quizás a muchas no les guste por el azúcar(la cosa quedó bien melosa, que quieren que les diga). Pero yo estoy cómoda, y siento que es la mejor de las opciones ahora que todo ha terminado para bien...
Y, gomenansai por el retraso. Realmente debo mejorar mis tiempos de escritura y comprometerme más con los tiempos de entrega de cada historia. Prometo que para la próxima vez, cuando dé las fechas de entrega futuras, lo haré en esa fecha y con la menor cantidad de retrasos posibles.
Porque hoy no pude evitarlo, pero mañana será todo distinto n-n Estoy segura de ello.
Como ya les dije, me siento tranquila, cómoda. Es algo así como sacarse un peso de encima. Pero un peso al que uno le tiene especial cariño, así que igual cuesta sacárselo de encima. Sin embargo, todo debe terminar, aunque uno no lo crea, todo tiene fin y el tiempo de este ciclo llamado Cita con un Basketbolista ha llegado a su final. Aunque no morirá para mí(espero que para ustedes tampoco), pues lo tendré siempre en mi corazón.
Ahora debería estar estudiando. Mi extraña afición a la matemática no me ha dejado vivir tranquila, así que haré un par de ejercicios antes de irme a dormir esta noche. Pero, debería estar estudiando porque ya me han fijado muchas pruebas y debo estar atendiendo eso.
Pero la semana fue tan pesada. Que quieren que les diga? Lo que más deseo son vacaciones para tener tiempo para mí, para el anime, para mis fics, para cualquier otra cosa que no fuese un libro y apuntes.
Pero como en este año ya cumpliré 16, debo comenzar a madurar. Y desgraciadamente, con los años se van los tiempos libres y las tardes de ocio. Quizás para la universidad deberé estar haciendo lo que hace mi amiga Blankaoru, comenzar a trasnochar hasta volverme noctámbula para así continuar con mis fics. Jeje...
Bueno, debería comenzar a hablar de futuros proyectos. A quienes se acuerdan de mi Detrás de las Cámaras, les diré que lo actualizaré, algún día, pero lo haré para así comenzar a tener un ritmo mejor de escritura. Como recién es comienzo de año, debo empezar a organizar mis tiempos en el computador con el estudio y la televisión. Así que mientras tenga la tarde desordenada, no podré escribir mucho. A menos que mi confiable cuaderno de caligrafía me acompañe a todas partes, pero entre medio escribiré un fanfic original con mi compañera de puesto, así que las noches van a ser muy entretenidas pensando en las aventuras de Ryoichi mientras interpreta a Ryoma y trata de no enamorarse de Sazuko, la actriz que interpreta a Sakuno.
Y también se me han formado unas ideas por ahí para un fic AU(alternative universe, osea nada que ver a la serie) y por lo tanto, debo comenzar a leer diccionarios acerca de la era Tokugawa en Japón, para guiarme mejor en cuanto a fecha y acontecimientos importantes. Lo máximo que podría adelantarles es que Ryoma y los de Seigaku serán asesinos entre las sombras. Por lo tanto se puede adivinar como un fic más bien oscuro que tendrá muchas ideas más complicadas de entender(es que entender la mente de un asesino es algo difícil cuando en esa época asesinar era lo más natural del mundo). Y, aunque tendrá RyuSaku y MomoAnn, no será mucha la azúcar en este fanfic, porque se haría un mal contraste.
Pero nada de eso sucederá hasta que yo no actualice mis fanfics de Rurouni Kenshin. Porque sino, una personita que no le gusta POT y que está muy enojada conmigo por escribir aquí y no en RK, vendrá desde Valparaíso hasta Santiago con la única excusa de matarme lentamente hasta que no vea como mis deditos tecleen una escena entre Misao y Aoshi. Como prometí un par de escenas lemon para esa sección, hay varias personas que me están extrañando al parecer n-nUU y debo ir a escribir los finales de esos fics para que pueda dedicarme más a esta sección. Porque me la he pasado todo un año haciendo todo y nada y no cumpliendo mi deber de escritora que es actualizar fanfics ya hechos.
Así que mientras no suba un capítulo nuevo en Rurouni Kenshin, no escribiré nada en Tennis no Oujisama.
En todo caso, mis deditos están volviendo a demostrar su capacidad de inspirarse de la nada, así que comenzaré a subir un capítulo rápidamente y continuar haciendo más fics por aquí.
Solo les pido paciencia y... y eso supongo.
Jeje.
Lo demás son los agradecimientos especiales a las personitas tan tiernas que dejaron un review en el final. Se tomaron la molestia de hacerlo, así que les agradezco a todas ellas.
Arigatou a Aiko1504, Slamina, Karlyta, Kmy-Chan, Anni-fer, Scooky, Yuri, Knita, Punxy, Lizirien, 3-CiNdY-3, Kaeri Chan, -Ivekag-, Yami Natasha, Kaname-C, Viridiana y Kisumo-chan.
Estoy en vaga, los leí pero no respondo n-nUUU soy un floja, que quieren que les diga. (Catty suspira) Bueno, les agradezco a todas por escribirme. Por darme ánimos. Por estar ahí cuando las necesitaba(jeje reviewstiempo mayor en compu para escribir idioteces que después se transforman en nuevos fanfics que reciben reviews). DOMO ARIGATOU A TODAS!
Me voy, bua! Pero nos volveremos a ver, algún día, lo sé. Hasta que yo haga una actualización porque mi Oneesan está esperando en RurouKen y mi amiga Alexandra Shinomori también(ella me matará si no actualizo n-nUU) Así que nos vemos! Y eso xD
Cuídense, gracias por todo y que Dios las bendiga(desde cuando me salió lo religiosa... lloraré bua! TT todo ha terminado bua).
Domingo 12 de Marzo de 2006. Fecha importante porque me despido, pero les dejo a todos la esperanza de que regresaré con más fanfics.
Osea... Regresaré con fanfics, MUAJAJAJA. Ya, nos vemos n-nUUUU
