Mejor Amigo

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Historia sin fines de lucro.

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Lanzó una patada al aire, orgulloso no solo de su agilidad sino de su flexibilidad, la fuerza empleada y la facilidad con la que podría desarrollar una técnica con una sola pierna, el joven artemarcialista estaba tan encimado en su ejercicio y en su alabanza mental que no noto como su prometida entraba lentamente al dojo y se sentaba a observarlo practicar.

Ranma tuvo un sobre salto cuando por fin noto los ojos almendrados sobre sí.

- Lo siento, debí haber llamado... - dijo la joven sin muchas ganas y sin moverse de su posición, la situación al chico de trenza le pareció muy rara

- ¿Desde cuándo llamas para entrar a algún lugar de esta casa? - burlón se sentó a su lado esperando una contestación, ella solo encogió los hombros, él probó suerte de nuevo - ¡Oh vamos! Eres tan entrometida que hasta en mi habitación entras sin tocar - decidió picar su mejilla para molestarla más.

- Como si tú tocaras para entrar en la mía, si hay alguien poco prudente en esta casa, eres tú - refutó con el ceño fruncido manoteando el dedo sobre su mejilla, luego suspiró y se quedó en silencio

- ¿Vas a entrenar? - preguntó tironeando un poco la manga de su gi de entrenamiento, en realidad lo que quería preguntar era "¿Estás bien?" pero el muchacho trataba de evitar cuestiones complicadas, según su razonamiento Akane se sentiría mejor entrenando, mejor aún, si él accedía a hacer algo ligero con ella, su prometida se olvidaría de otros asuntos, con esa resolución completó - me hace falta entrenar agilidad, no me vendría mal si quisieras hacer una práctica ligera conmigo – se levantó del suelo y le tendió la mano.

- Eso significa que tendré que atacarte y tu solo te limitarás a esquivar - rodó los ojos y se levantó por su cuenta – gracias, pero no gracias, para el caso, prefiero hacerlo yo sola.

Ranma vio como avanzaba hasta la bodega donde guardaban los muñecos de entrenamiento de paja, ahí supo que no podía esquivar más el asunto, algo estaba molestando mucho a Akane. Caminó hacía ella, le puso la mano completa en la cabeza y la hizo girar sobre su eje hasta tenerla de frente, luego puso su mano en la fina nuca e hizo ligera presión para hacerla caminar hasta donde habían estado sentados.

- De acuerdo, solo lo preguntaré una vez, ¿Qué te pasa? - preguntó con "cansancio" solo para no verse demasiado preocupado, luego, se dejó caer a la duela como si estuviera impaciente.

- ¿Por qué crees que me pasa algo? No me pasa nada – se cruzó de brazos la chica; el silencio se hizo prolongado y cuando miró a su prometido él señalaba el suelo a su lado, indicándole que no saldrían de ahí hasta que ella confesara.

Akane se sentó a su lado con un suspiro y abrazó sus rodillas, tras un silencio comenzó a hablar.

- Yuka está enojada conmigo... no me habla...

- ¿Y eso por qué?, ¿Qué te hizo? - el tono de enojo con la última pregunta hizo sonreír a Akane

- Si te estoy diciendo que ella está enojada conmigo, ¿por qué deduces que ella me hizo algo?

- No lo sé, las chicas son extrañas... - concluyó un poco avergonzado ante la sonrisa de Akane. - ¿No me digas que tú le hiciste algo? – incrédulo preguntó

- No... no en realidad... - sin muchas ganas respondió moviendo los dedos de sus pies, tan bien la conocía Ranma que no volvió a preguntar nada, debía esperar a que ella misma le contara sin presionarla o Akane se enojaría y se iría; con un soplido el chico se acostó sobre la duela, algunos minutos después ella comenzó.

- Ella... es que Yuka... uff... - Akane frustrada se soltó las rodillas y se dejó caer al lado de Ranma – Supongamos que estás enamorado de una chica – ella comenzó a ejemplificar.

- Aja... - Ranma se sonrojo

- Y un día decides declararte

- Aja... - las orejas de Ranma comenzaron a echar humo, ¿en qué momento la plática se había volteado contra él?

- Pero contrario a lo que esperabas... ella, ella está enamorada de otro chico... - Ranma perdió el color, ¡Akane no debía estar enamorada de otro, debía ama...

- ¿Ranma me estás prestando atención? - la joven pasaba su mano por enfrente de la cara de Ranma al ver que se había sentado como si hubiera visto al diablo y se quedaba mirando la nada

- Emm... si, si... claro... - el chico se relajó un poco al ver su cara preocupada

- Te decía, que está enamorada de otro chico, pero no solo eso... sino que resulta que ese chico es tu mejor amigo ¿Qué harías?

- ¡Le parto la cara! - se puso de pie con ímpetu

- ¡¿A la chica?!

- ¡Al estúpido cerdo!

- ¿P-chan? ¡¿De qué estás hablando?! ¡Ranma te estoy hablando en serio!

-. ¡Y yo igual! ¡El imbécil de Ryoga...

- ¡Ranma! - la joven se levantó, lo tomó de los hombros y lo zarandeó - ¡¿De qué rayos hablas!? ¡Necesito un consejo! ¡No tengo tiempo para tus alucinaciones! - le dio empujón que además de mandarlo al suelo, lo regresó a la realidad, de nuevo se sonrojo pensando en que tanto podía leerlo Akane a él. - ¿Qué harías? - repitió la pregunta – aunque... igual no tiene caso preguntártelo, ya me contestaste...

Sin ninguna clase de ánimo Akane dio media vuelta y comenzó a encaminarse a la puerta, Ranma la observó y puso a funcionar todas sus neuronas para comprender que había pasado, de pronto una conexión cerebral le hizo percatarse de la situación y casi gritó.

- No... no me digas que... ¿La tonta de Yuka se enamoró de un idiota que babea por ti? - Observó como Akane se erizaba por completo, de un saltó se puso de pie - ¿¡Quién es el imbécil?! - celoso preguntó tomando a su prometida por los hombros, exigiendo una respuesta – ¡Ese idiota deseará no haber nacido!

- ¡Quieres calmarte! - exigió zafándose y caminando en círculos.

Ranma la observó y con un suspiro se volvió a sentar en la duela, más que nada para calmar sus impulsos homicidas y tratando de recordar porqué Akane le había contado aquello si sabía que se pondría celoso, no es que hayan aclarado sus sentimientos, pero vaya... para él estaba más que implícito que eran una "pareja", los detalles se resolverían con el tiempo.

- /¡Ah claro! La tonta de Yuka está enojada con Akane/ - pensó, se sobó las sienes y dijo – Pues yo creo que no deberías preocuparte por eso.

- Eh... - desconcertada Akane volteó a mirarlo

- Yuka está loca, han sido amigas desde la primaria y es una ridiculez que esté enojada... Qué a ella le guste un papanatas no significa que a ti si, déjala, con el tiempo tendrá que pedirte disculpas - terminó diciendo, pensando en la manera de descubrir quién era el susodicho - ¿Y de dónde me dijiste que era él? - preguntó como si nada

- No lo dije - sonrió y se sentó a su lado – Y no pienso decírtelo, seguramente pretendes ir a amenazarlo y no quiero que compliques más las cosas, creme, si he visto al sujeto más de una vez es mucho - aclaró.

Akane se posicionó de tal manera que estaba justo frente a Ranma mientras sonreía de esa manera que a él le encantaba y habló.

- Aunque tienes una manera bastante peculiar de decir las cosas, siempre me haces sentir mejor, a tu manera me dices lo que necesito escuchar, gracias por ser mi mejor amigo bobo– seguido a esto le beso la mejilla en un acto de valentía y salió corriendo.

Era el primer beso que Akane le daba y mientras ella se moría de los nervios, a Ranma lo invadió un sentimiento de molestia que parecía crecer a cada segundo.

- ¿Mejor amigo? - confundido se tocó la mejilla, luego con furia se talló el lugar besado - ¡No somos mejores amigos! - enojado se levantó del suelo y caminó hacia la casa decidido a arreglar aquella tontería.

En su poca sabiduría sobre el tema sabía que ser el mejor amigo nunca llevaba a nada, bastaba con ver la cantidad de películas ridículas que lo había obligado a ver la propia Akane, donde, alguien está babeando por su mejor amigo y no le hacían caso, además tenía su propia experiencia, su mejor amiga era Ukyo, Ukyo era una excelente persona... pero no se casaría con ella; Akane era su prometida, la mujer con la que se casaría ¡No su mejor amiga!

Entró a la casa con decisión antes de toparse a su madre

- ¡Qué bueno que estás aquí hijo! Necesito que vayas a la tienda y compres esto – a continuación, le extendió una lista con varios ingredientes

- En un momento madre, yo voy...

- No, no vas, necesito los ingredientes con urgencia, Kasumi viene para acá con su familia y Nabiki también vendrá acompañada, ve, ahora y rápido - dijo empujándolo a la entrada de la casa, sin más remedio se puso los zapatos bajo la mirada de su progenitora y fue a hacer el pedido.

Treinta minutos después regresaba con las manos llenas de bolsas, estaba fastidiado, tenía hambre y más importante aún, tenía que hablar con Akane.

- ¡Gracias hijo! ¡Justo a tiempo! - Ranma solo hizo una seña de "de nada" y siguió su camino hasta llegar al cuarto de Akane y abrió la puerta para entrar sin más.

- ¡Akane... - pero la chica no estaba.

- Hola Ranma me da gusto verte - saludó desde la puerta Kasumi

- Kasumi, no sabía que ya habían llegado – se rascó la mejilla con pena, seguro estaba abajo con su madre y ni siquiera la vio, o peor aún, había gritado el nombre de su prometida asustando probablemente a su pobre sobrino.

- No tenemos mucho de haber llegado, acabo de acostar al bebé en mi vieja alcoba – sonrió como si nada y agregó - Akane salió hace apenas unos minutos, recibió una llamada de una amiga

Ranma olvido de nuevo los modales y decidido saltó por la ventana, Kasumi solo sonrió.

El joven corrió por varias calles sin encontrar a su prometida, si solo eran unos minutos de diferencia pensó que la alcanzaría rápidamente, pero al parecer no había sido suficiente, derrotado, bajó el ritmo de su trote y caminó sin dirección alguna; sus pasos lo llevaron hacía la zona de comercios, decidido a regresar, dio media vuelta.

Fue ahí cuando los vio, un par de jóvenes conversando amenamente en una banca del parque, fácilmente reconoció a Yuka, quien, aunque sonreía, se notaba un tanto incómoda, el chico, un desconocido, por su parte parloteaba haciendo ademanes raros con sus manos y parecía estar viviendo dentro de una fantasía.

Lentamente se acercó, la curiosidad lo mataba por saber si ese tipo era el chico que Akane había mencionado; ninguno de los dos pareció percatarse de que alguien se sentaba justo detrás de ellos y escuchaba su conversación.

- Es que es tan bonita - dijo el joven – su cara parece de porcelana y su cabello es de la tonalidad de una bella noche.

Ranma comenzó a tronar los nudillos, esa pequeña descripción le confirmaba sus pensamientos.

- Pe... pero Okamura kun... ya te había dicho que ella no está interesada... ella...

- Si, ya lo dijiste antes, pero estoy seguro que si lo intento un poco lo lograré, aunque no lo creas soy una buena opción, además tenemos tantas cosas en común.

- Ni siquiera la conoces bien... jeje - rio como si estuviera diciendo una broma

- ¡Claro que si! - sonrió también - siempre que me hablabas de ella siento una conexión inexplicable – la tomó por los hombros mientras reafirmaba – somos deportistas, buenos estudiantes, nos gustan los animales y la naturaleza y por si eso fuera poco, ¡Compartimos a nuestra mejor amiga!

Ranma, que estaba tan enojado por como hablaba de su prometida, terminó por calmarse un poco con esa última frase, pobre, pobre Yuka, pensó el chico, una razón más por la que no convenía tener el título de mejor amigo...

- Ya... claro... jeje... - la muchacha se sobó el brazo casi con angustia – Pe... pero, olvidaste lo más importante, también te había dicho que ella está comprometida.

- Si, pero también mencionaste que es cosa de sus padres, ¿Quién querría un compromiso arreglado? ¡Estoy más que seguro que tengo oportunidad!

- Pero nunca has hablado con ella...

- Pues sí, la mayoría del tiempo me gana la timidez, así que solo la observo a la distancia... ¡Pero cuando logre hablarle seguro ella querrá conocerme más y más y terminaremos por estar juntos!

- /Es más idiota que Ryoga/ - pensó Ranma a punto de levantarse y parar la sarta de estupideces que decía el tonto aquel.

- ¡Yuka! - el grito a la distancia atrajo a los tres jóvenes, a ritmo apresurado corría Sayuri a su encuentro y parecía traer arrastrando a una casi pasmada Akane.

- ¡Gracias, gracias! - dijo emocionado el chico a su amiga - ¡Acordaste un encuentro para nosotros! - afirmó poniéndose de pie al tiempo que se arreglaba un poco la camisa, Yuka por su parte pareció rabiar apenas vio a Akane, y Tendo parecía no saber de qué rayos se trataba aquello.

Las dos chicas llegaron al encuentro, y apresuradamente, antes de que siquiera pudieran saludar debidamente Yuka habló

- Si que hace frío, seguro que no te molestará traernos bebidas calientes Okamura kun – sin esperar respuesta empujó a su compañero de clase, y este, obedientemente y queriendo parecer un caballero aceptó de inmediato. - ¡¿Pero que rayos hacen aquí?! Especialmente tú - señaló a Akane cuando se vieron solas – Te dije que no quería volver a verte.

- Yo la traje - aseveró Sayuri – Ya estuvo bueno de este juego Yuka, ese chico no es para ti, pero si no quieres afrontarlo todavía es tu problema, lo que no voy a permitir es que acabes con la amistad que hay entre ustedes dos, así que tan pronto regrese ese chico vamos a dejarle claro las cosas, ¿Verdad Akane?

- ¿De qué estás hablando? - confundida preguntó incómoda ante la mirada de odio de Yuka

- Lo vas a rechazar aquí y ahora, y tiene que ser cruelmente, que no le queden ganas siquiera de volver a mirarte.

- ¡¿Qué?! - ambas muchachas quedaron estupefactas – Pe... pero... ¿cómo...

- Disculpen chicas – el joven había vuelto con las manos vacías - lo que pasa es que a la máquina expendedora solo le queda café amargo, así que pensé que podríamos ir a un local cercano donde venden chocolate cali... - su palabra fue cortada por la mitad cuando Sayuri con autoridad levantó la palma de su mano frente a su cara indicándole casi de forma grosera que se callara.

- Ella va a decirte algo – a continuación, puso a Akane frente a él y le dio un asistimiento de cabeza a su amiga animándola a que hiciera lo que ya les había explicado, la joven de corta melena estaba un poco paralizada sin saber cómo hacerlo, y Yuka, se encontraba debatiéndose entre interrumpir para proteger al muchacho que le gustaba de un desamor o dejar que todo pasara y ver hasta donde era capaz de llegar Akane por salvar su amistad además de tener la oportunidad de consolar al chico.

- Yo... verás... - comenzó Akane jugando con sus manos incómoda.

- No necesitas decir nada – el joven, malinterpretando las cosas, tomó sus manos – A mí también me gustas mucho y... - bruscamente Akane se liberó del agarre y antes de que pudiera decir algo, Ranma apareció en escena

- Aléjate de ella – la voz ronca casi resonó a pesar de la amplitud del parque – Vuelves a tocar a mi prometida y te arrepentirás - llegó al lado de Akane y la tomó por la cintura acercándola a sí, además, le dio un empujón al chico que lo mandó directamente a la tierra.

- Yo... - asustado comenzó a tartamudear

- Ranma, por favor – le pidió Akane tratando de calmarlo

- ¿No se conocían? Él es Ranma, el prometido de Akane – nerviosamente Sayuri interrumpió viendo como estaba de tensa la situación - ¿Yuka no te contó de lo enamorados que están?

- Pe.… pero ella... hace un momento, iba a... - se levantó del suelo sacudiéndose mientras conseguía darse un poco de valor pensando en la posible "confesión de amor" que Akane iba a decirle, Ranma perdió la paciencia.

- ¡Iba a rechazarte idiota! - adelantó un paso hacia el pobre incauto, pero Akane lo sujetó sobre el pecho para detenerlo - ¡¿Qué pensabas?! ¿Qué ella se iba a fijar en un papanatas como tú? ¡Akane está conmigo! ¿A caso estás sordo? ¡Soy su prometido! ¡No su amigo! ¡SU PROMETIDO! - estas últimas frases había mirado de reojo a la joven y ella se había dado cuenta, sin embargo, no sabía por qué había hecho esa referencia.

- Ranma, basta- pidió viendo como cada vez le era más difícil detener sus acercamientos hacia Okamura.

- La que está enamorada de ti es la tonta de allá atrás - señaló a Yuka sin consideración quien casi se desmaya ahí mismo

- ¡Ca... Cállate! - gritó con todas sus fuerzas la avergonzada joven - ¡¿Por qué le dijiste Akane!? - refiriéndose a Ranma - ¡¿Qué clase de amiga eres?! - Yuka la enfrentó con furia

- ¿Amigas? ¿No se supone que ya no le hablabas? - El de trenza puso su dedo índice en la frente de la castaña muchacha y la empujó fuera del espacio cercano a su prometida que se había quedado tullida por la información que Ranma estaba soltando.

Yuka enrojeció más antes de ponerse a llorar y salir corriendo, Sayuri salió tras de ella, el chico Okamura miró sin saber qué hacer y Ranma de un solo movimiento se puso a Akane sobre la espalda diciendo.

- ¡Estás advertido! - mientras saltaba lejos de ahí.

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- ¡Ranma, eso fue lo más grosero que has hecho! - le reclamaba Akane furiosa siguiendo a Ranma por la solitaria calle hacia el dojo

- ¡Bah! No es para tanto... - siguió caminando con el ceño fruncido, de pronto, mientras la chica seguía reclamándole sobre lo insensible que era, el joven de ojos azules paró en seco y la encaró sobre sus propios asuntos – No soy tu amigo

- ¿Qué?

- Hace rato – le recordó - dijiste que era tu mejor amigo. No soy tu mejor amigo, soy tu prometido - indicó con voz fría

- No veo el problema – se puso las manos en la cintura molesta - además te estoy hablando de...

- ¿Cómo que no ves el problema? Amigo puede ser cualquier persona, yo soy tu prometido, PROMETIDO - repitió - grábatelo bien, porque no soy uno de tus compañeros de universidad, otro de los idiotas que van contigo en algún club, un vecino, un discípulo, un Ryoga o ¡Un lo que sea!, a todos esos puedes darles título de amigos, ¡A mi NO! ¡SOY TU PROMETIDO!

Ranma hizo una larga inspiración recuperando el aire perdido en aquella oración, Akane lo miraba sorprendida

- Bueno... yo te dije eso porque eres importante para mí, la confianza que tenemos, la forma en que nos comunicamos, entre nosotros hay aprecio que...

- ¿Aprecio? ¿Acaso enloqueciste? - no le dejó hablar y con puños fuertemente apretados continuó el camino a paso rápido, este intento de mantener el control comenzó a sacar a Akane de sus casillas, quien ahora también enojada lo siguió.

- ¡¿Qué rayos pasa contigo?! ¡Estoy tratando de decirte que...

- Mejor no digas nada...- contestó entre dientes y haciendo el intento de abrir el pesado portón de madera de entrada a la propiedad Tendo.

Ranma estaba ofuscado, su sistema de auto protección emocional estaba completamente activo; mientras que por un lado seguir discutiendo con Akane parecía una buena opción para aclarar las cosas, por otro lado, tenía la urgencia de huir de posibles comentarios que aluciaran a que ella no lo quería de la misma manera que él a ella.

El jalón dado por Akane terminó haciendo que mirará hacía ella

- ¡No vas a escapar de esto, yo...

- ¡No soy tu amigo! ¡Nunca lo he sido y JAMÁS lo seré niña estúpida! Que te quede bien claro. - podía haber seguido gritando, pero la cara de Akane ya no parecía enojada, más bien era una expresión triste, aún peor, sus ojos estaban enrojeciéndose al igual que su compungido gesto. - Yo...

La joven pasó a su lado chocando su hombro con el de él en un gesto de orgullo, sin embargo, la rapidez con la que entró en la casa, sin decir ni una sola palabra más, era una clara señal de que la había lastimado con sus nada agradables palabras.

- No cambias cuñado... - Nabiki negaba con la cabeza, fue cuando Ranma por fin se percató de que la familia se había acercado y todos lo miraban feo.

- ¿Por qué le habla de esa manera tu hermana? - con enojo preguntó un chico que Ranma nunca había visto

- Porque no sabe cómo decirle que está enamorado de ella – contestó Nabiki cuando todos se alejaban de él.

- Iré a hablar con Akane – Kasumi dejó a su bebé en manos de Tofu quien negaba con la cabeza hacia Ranma

- Eres tan desconsiderado Ranma – fue lo último que escucho de Nodoka mientras palmeaba los hombros de Genma y Soun que parecían querer llorar.

Con cansancio Ranma dejó caer los hombros decepcionado de sí mismo, siempre que quería decirle algo importante a Akane las cosas se le salían de las manos, sabía que debían aclarar las cosas, pero en ese momento no estaba listo para el siguiente "round", suspirando nuevamente, saltó hacía el techo para estar un rato en paz.

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La comida de esa tarde estaba llena de tensión, Akane ni siquiera se sentó junto a Ranma y todos seguían mirando feo al chico, Genma y Soun habían hecho intento de decir algo, pero la gélida mirada de ambos prometidos con el mensaje intrínseco de "No te metas" los había hecho callar. Entonces Ranma hizo su primer "intento"

- Pásame la sal – era obvio que se dirigía a su prometida... ella lo ignoró, Nabiki suspiró y decidió seguir con sus propios intereses.

- Bien, seguro gracias al numerito de los tortolos han olvidado la presencia de Isamu, da igual, ahora que tengo nuevamente su atención, quería informarles que...

- No... No me digan que... ¡Van a casarse! - Soun se levantó del suelo y corrió a abrazar a su hija y al muchacho, aunque era la primera vez que la familia lo veía en persona, Soun lo conocía desde el año pasado, en una visita al lugar donde ahora vivía Nabiki, además de hablar con él por teléfono regularmente. Le parecía un buen muchacho, de hecho, el que fuera todo lo contrario a Nabiki le daba esperanzas de una buena y correcta vida para su hija mediana - ¡Y antes que Ranma y Akane! ¡¿Quién iba a decir que...

- Alto, alto todo el mundo – Nabiki rodó los ojos y se quitó el brazo de su padre de los hombros viendo como la familia ya se estaba levantando de sus sitios para felicitarla y el joven estaba completamente rojo – No vamos a casarnos

Soun miró inquisitivo al joven, quien como si fuera tortura china, habló de manera rápida

- E... ella dijo que no quería casarse, yo... yo le juro que quería hacerlo antes de irnos a vivir juntos pero ella no quiso.

- ¡¿Cómo que viven juntos?! - Soun infló su cabeza como demonio

- Tranquilízate papá - ella pareció pincharlo con algo y despreocupada continuó mientras el hombre se desinflaba – esos son detalles insignificantes, lo importante es que echaremos andar oficialmente la oficina de gestión de negocios y para publicitarnos pondremos como casos de éxito el dojo Tendo y también la clínica del cuñado - Tofu sonrió sin problema, en los últimos años Nabiki lo había ayudado bastante.

- Pero hija... - Soun parecía querer llorar – no me des más penas, mira cómo de preocupado me tienen tu hermana y su prometido como para que tú...

Soun siguió hablando mientras lloriqueaba, Isamu en algún momento pidió nerviosamente matrimonio a Nabiki, Kasumi se puso a aplaudir y Nodoka fue por la cámara fotográfica, Nabiki seguía meneando la cabeza mientras ordenaba a su novio y a su padre que pararan de decir y hacer tonterías, de pronto el maestro entró borracho meneando una botella de licor, Genma se encargó de decir que celebraban una propuesta de matrimonio y el viejo maestro sirvió sake a todos en la sala; por su lado Tofu solo sonreía meneando a su hijo en brazos.

Akane seguía comiendo como si estuviera en un monasterio, como si la situación no la perturbara en lo más mínimo, con el alboroto, Ranma aprovechó para cambiar su lugar junto a ella

- ¿Me pasas la sal? - repitió como si aquella pregunta le resolviera la vida, ella no contestó, él empujó su hombro con el suyo y repitió - ¿Me pasas la sal Akane?

- Pídeselo a alguien más y déjame en paz - contestó entre dientes – al fin y al cabo, no somos amigos - dejó su plato de arroz en la mesa junto con los palillos

- No, no lo somos, ya te dije que soy tu prometido, es muy diferente - jaló su brazo al ver sus intenciones de irse de la mesa

- ¿Sabes? Por más que me esfuerzo - soltó el agarre de un movimiento brusco – no logro entender tu compleja lógica - ironizó mirándolo con furia

- Pues serás tonta para no notar la diferencia.

- ¡Oh cielos! ¡Perdón por creer que con estos años éramos más que un par de chicos comprometidos a la fuerza!

- ¿Forzados? ¡Ah, claro! La infinita cantidad de veces que he puesto mi pellejo en juego por ti es porque ¡Tenía una pistola en la cabeza!

- Déjame ver si entiendo, ¿estás diciendo que tu sentido de la responsabilidad no es por nuestros padres, aunque siempre lo recalcabas, pero tampoco se desarrolló un sentimiento de amistad? ¡Claro que tonta, suena tan lógico, perdón por interpretar mal las cosas! Claro, las veces que me arriesgue por ti, las charlas de horas, los entrenamientos, los viajes, todos fueron sentimientos erróneos.

- Para empezar, sabes de sobra que tengo que recalcar el compromiso para ahorrarnos problemas, sobre lo otro... ¿Sentimientos erróneos? Si lo que sientes es amistad, ¡Si, estás más que equivocada! Los prometidos no tienen esa clase de sentimientos, tienen... ya sabes...

- No, en realidad no sé, ¿me explicas? - preguntó con saña haciendo que sus delgadas cejas se levantaran.

- ¡Pues amor idiota! - recalcó fuera de si

- Si, pero antes del amor, está la amistad - aclaró ella

- ¡Qué tontería! ¡¿Me estás diciendo que preferirías a cualquier amiguito sobre mí?!

- ¡¿Qué?! ¡Por supuesto que no! Cuando digo que la amistad esta antes que el amor, me refiero a que todo comienza por una amistad la cual se desarrolla ¡y luego, se vuelve amor!

- Pues incluso con tu "razonamiento" estás admitiendo que la amistad, deja de ser amistad y se convierte en amor, ósea que no se puede ser amigos si somos prometidos.

- ¡Yo no dije eso! Dije que la amistad se trasforma, pero no por eso hay razón para que dos enamorados no sean amigos "genio"- ella hizo un tono obvio apropósito.

- ¡Ni los enamorados, ni los novios y mucho menos los prometidos son amigos! ¡son enamorados o novios o prometidos, pero no amigos!

- ¡¿Acaso eres idiota?! ¡Nadie llega al amor si no es por la amistad!

- ¡¿Y qué hay del amor a primera vista? ¿Me vas a decir que aun así hay amistad? ¡Claro que no! - el joven azotó las palmas en la mesa

- ¿Amor a primera vista? ¡El amor a primera vista no existe! Puede que quedes muy interesado en alguien, pero para amar necesitas conocer a profundidad a una persona. - explicó Akane haciendo gestos con las manos

- ¿No crees en el amor a primera vista? ¡Pero si eres fan de lo cursi y lo meloso! ¡No me puedes decir que nunca has creído en el amor a primera vista!

- Admito que en algún momento creía, es una ilusión común sobre todo cuando se es joven, pero...

- ¿Cuántos tienes? ¿70? - la interrumpió burlándose, ella tomó bruscamente la palabra de nuevo

- Me refiero a que cuando estudias a profundidad el tema, te das cuenta que existe el enamoramiento y el amor, son dos cosas diferentes, en resumen, el enamoramiento es cuando estás completamente deslumbrado, la gente cree amar, pero solo es una ilusión, conformé el tiempo pasa y desarrollas cosas como confianza o lealtad y se conocen y aceptan los defectos del otro, cualidades de la amistad, es cuando puede pasar al siguiente nivel, ósea convertirse en amor.

- ¿De dónde sacaste eso? ¿De un libro de ciencias?

- Psicología idio... - él la interrumpió

- Haces sonar todo como si fuera un concepto de diccionario, aburrido, como si el amor fuera de los más sin chiste.

- ¡Al contrario! Cuando comprendes que un proceso tan común se convierte en un sentimiento tan extraordinario, sabes que es amor de verdad.

- ¡Bah! ¡Tonterías! Amor es amor desde el comienzo, eso es lo que lo diferencia de la amistad

- ¿Qué? ¡Por favor! - casi se burló - Al menos yo no conozco a nadie que realmente haya amado desde el primer momento.

- ¡Yo sí!

- Mentiroso, ¿A quién vas a conocer tú con esa clase de experiencia?

- ¡A mí! - se señaló a si mismo con su dedo pulgar en el pecho antes de seguir - ¡Así que no vulvas a decir que no existe si no sabes de lo que hablas! - luego cambió su semblante a casi herido y dijo – Que a ti no te haya pasado no significa que sepas la verdad absoluta, tonta.

Akane se quedó en silencio, en shock con aquella declaración tan intensa; Ranma vio su cara pasmada y supo entonces que se le había escapado de forma abrupta toda esa confesión, y no terminó ahí, porque fue entonces que notó que no solo Akane estaba en silencio, el comedor entero lo estaba, y al girar su cabeza observó como la familia ya no discutía el asunto de Nabiki, estaban completamente pendientes a ellos.

El flash de la cámara de Nodoka salió disparado en medio de esa estática escena y fue lo que sacó de su letargo a Ranma, quien apresurado se levantó y escapó.

- ¿No se supone que no sabía cómo decirle que estaba enamorado de ella? - preguntó el ahora prometido de Nabiki

- Y ahora sabemos por qué... según sus palabras, no está enamorado, él realmente la ama, ojalá hubiera traído mi cámara digital para grabar todo – seguido de un suspiro de inconformidad preguntó - entonces dinos Akane ¿Qué se siente que te amen de esa manera? - preguntó con burla.

- ¡Qué romántico! - salió de Kasumi cargando a su bebé

- Ya era tiempo - confirmó su esposo

Akane apenas asistió con la cabeza sin saber que decir, aun en un trance, de pronto los brazos de Soun la rodearon en un fuerte abrazo, la meneó un poco, luego se separó para mirarla a los ojos mientras lloraba.

- Estoy tan contento de que Ranma te ame de esa manera, siempre supe que cuidaría bien de ti, pero ahora, es solo que... - sorbió un poco por la nariz - ¡Estoy tan feliz! - volvió a abrazarla.

- ¿Tú lo amas de la misma forma, cierto? - Preguntó Nodoka con una sonrisita ladina, tomando a Akane con la guardia baja, Soun se separó de ella impaciente por la respuesta, la joven solo asistió nuevamente, ahora con la cara más roja que un tomate.

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Reposando sobre el techo de Furinkan, Ranma se tomaba la cabeza entre las manos, había corrido y saltado durante un rato hasta que decidió que estaba lo suficientemente lejos de la casa; su plan de vida era que Akane y él avanzaran de manera "natural" sobre su relación sin tener las complicaciones de declaraciones, pero simplemente se había salido de sus casillas cuando ella dijo que era su mejor amigo, aun ahora, tan solo de pensar en ello, se le revolvía el estómago.

Aun así, nunca pensó, que aquella situación lo llevará a decirle todo eso sobre sus sentimientos... y frente a toda la familia, sin duda Akane tenía la cualidad de calentarle el cerebro al punto de no razonar sus palabras o acciones, estúpida Akane por cambiar mis planes, pensó.

- ¿Porqué...? - se dio unos cuantos golpes en la cabeza – mierda Ranma ¡mierda! - se reclamaba a sí mismo - ¿y ahora qué... - sus palabras se quedaron en el aire cuando vio una figura parada en la puerta de la azotea.

- Siempre tuve problemas para hacerte venir a la escuela... es curioso que hayas elegido este sitio – dijo sin mirarlo directamente a la cara. Se abrazó a sí misma, el aire de invierno corría con relativa fuerza despejando sus ideas.

La muchacha caminó hasta la baranda, apoyo sus manos en ella y habló hacia el horizonte.

- Primero necesito explicarte... - tomó aire antes de decir – eres mi mejor amigo – la cara de Ranma perdió color, su nerviosismo se había ido como por arte de magia siendo remplazado por la decepción.

El artemarcialista podía sentir como sus piernas flaqueaban, ¿esto era el tan famoso dolor por desamor? Recargó su espalda contra la pared de la caseta y se dejó caer al suelo.

- Por ejemplo... Sayuri tiene novio, pero nunca le ha dicho que en preparatoria estuvo enamorada del mejor amigo de él, que le robó un beso en el último festival de la fogata o que estuvo sufriendo durante un año entero cuando se enteró que tenía novia. O también tienes a Kasumi, mi propia hermana, cuando se enferma o está indispuesta, aún le da vergüenza decirle a Tofu que no puede o no quiere hacer las labores de la casa, así que se levanta y hace sus deberes sin quejarse ni una sola vez. Estoy segura que él comprendería, pero ella simplemente no lo dice y pone buena cara.

Ranma estaba confundido pero la escuchaba con atención.

- Shampoo, todo el tiempo dice que está enamorada de ti y que odia a Mouse, pero... él la tiene en un concepto de guerrera santa, eso es porque ella nunca ha sido capaz de decirle sobre su comportamiento indecoroso en el pasado contigo, aun te acosa un poco, pero ya no se mete en tu futón mientras duermes o a la bañera desnuda y el tierno pato de Mouse cree que ella ha sido así siempre. - se frotó las manos y continuó - ¿Acaso crees que nuestros padres le contaron alguna vez a sus esposas que clase de aventuras tuvieron en su juventud? Aún ahora, ¿Crees que tu papá le dice a la tía todo lo que pasa en sus viajes de entrenamiento? - volteó a mirarlo, le sonrió y caminando lentamente fue a sentarse junto a él... muy cerca de él.

El artemarcialista sintió su corazón volver a bombear sangre a toda máquina cuando ella recargó su cabeza en su hombro y entrelazó su pequeña mano con la suya, incluso, tuvo la osadía de repegarse a su costado buscando calor.

- No... no creo... - contestó Ranma rojo como su camisa

- Estoy segura que yo podría en este momento correr hacia la baranda, saltarla y dejarme ir en caída libre, y lo haría con una sonrisa, ¿sabes por qué? - él negó con la cabeza, apretando su mano solo para asegurar que se quedaría a su lado – Porque estoy más que segura que tú irías por mí - Ranma sonrió mientras asistía con la cabeza. - Lo que quiero decir, es que... no existe en esta vida ni en la siguiente, una sola persona a la que le tenga más confianza y sé que es reciproco, en todos los sentidos, no importa si es un secreto, un berrinche, un error de mi parte, siempre puedo decirte o pedirte lo que sea, y cuando veo a otras parejas a mi alrededor y noto ciertos detalles... jeje... no le digas a nadie pero... sé que somos mejores – Ranma soltó su mano, y en su lugar pasó su brazo por los hombros de la joven, quien, sin pena, se acercó más a su prometido, levantó sus piernas y las puso sobre las de él, acurrucándose.

- Si, lo sé - aceptó el chico con una sonrisa.

- No puedo mentirte y decir que te amé a primera vista, ni siquiera sabía que eras un chico... - explicó con simpleza – y no es que ahora me moleste tu maldición, es decir... - trató de corregirse para no decir algo que fuera a ser malinterpretado

- Lo sé, lo sé Akane - ella asistió y continuó

- Lo que quiero decir es que, cuando pasó todo el alboroto del baño y luego la charla en el dojo... luego de que se me pasara el odio inicial... fue muy fácil lo que siguió a eso... - se separó un poco y levantó la mirada para encontrarse con esos ojos azules que ahora parecían brillar – que seas mi mejor amigo, no significa que te ame menos ¿sabes?

Ella extendió su cuello dando una clara señal de querer ser besada, ¡oh y claro que Ranma quería besarla! Bajó su cabeza suavemente hacia ella, sin embargo...

- Solo para dejarlo claro - habló sin avanzar pero tampoco retroceder un solo milímetro, Akane abrió los ojos esperando impaciente a que hablara rápido y la besara de una buena vez – Aunque tu explicación es muy bonita y todo... no vuelvas a llamarme mejor amigo ¿quieres?

- ¡Ranma! - ella se alejó dándole un golpe en el pecho, sintiendo que había explicado todo en balde.

Antes de que la joven dijera algo más, Ranma la atrajo bruscamente del cuello y estampó sus labios en los de su prometida.

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N/A

Pues… historia 02, bien dos días es mejor que ninguno, gracias a todos los que han venido a apoyarme, no saben como se los agradezco 3

Saludos especialmente a:

-. Psicggg

-. Benani0125

-. Carol FVargas

-. Ranma84

-. Kaysachan

-. Guest (01)

-. AkaneMx

-. batido de chocolate

-. Vane

-. Juany Nodoka

-. Arianne Luna

-. Alicia

-. Guest (02)

-. kariiim

-. Akai27

De este lado del internet, AkaneMiiya.