Los personajes de Slayers pertenecen en exclusiva a su creador
Se sentía desilusionada. Aquellos bandidos no valían la pena, y era capaz de derrotarlos con una mano atada a la espalda. Aunque eso significaba que los despacharía pronto, se llevaría sus ganancias, y podría sentarse frente a un buen fuego y tomar su segunda cena, echaba de menos las grandes luchas donde podía demostrar todo su poder. Desde que terminaron con Estrella Oscura no había disfrutado de mucha emoción…
- ¡Flecha centella!- el hechizo golpeo de lleno al ultimo de los ladrones – ¡Que os sirva de lección, y nunca volváis a molestar a la gran Reena Inverse!
Creía que los habíamos atacado nosotros a ellos…
- ¡Eso es lo de menos, Gourry!
El aludido se encogió de hombros, mientras pensaba que no había quien entendiera a la hechicera pelirroja. Antes de guardarla, contemplo con melancolía su espada. No era un mal arma, firme, y excelentemente forjada, además, la empuñadura carecía de adornos que incomodaran a la hora de sostenerla. Aun así, añorada su espada de luz, la Gord Nova, como algunas la llamaban. Consciente de que por mucho que lo deseara, la espada no volvería a sus manos, se interno en el bosque para buscar los tesoros de los ladrones. Reena, después de disfrutar de reciente victoria, y pasando por encima del hombre inconsciente, también se dirigió al bosque, aunque en dirección contraria a la que había escogido Gourry. Tras caminar un par de metros, llego a otro claro mucho más pequeño que el lugar donde había luchado. Ocultos entre las enormes raíces de un roble, abultados sacos de tosca tela, se amontonaban. Los ojos marrones de Reena se abrieron de par en par, brillantes por la codicia. Por el abundante número de sacos, calculó que debía de haber suficientes monedas como para vivir un año cómodamente sin necesidad de perseguir a más ladronzuelos. Acelero el paso, y tras inclinarse sobre uno de los sacos, comenzó a abrirlo. Escucho el sonido de un latigazo, sintió que la levantaban del suelo, y segundos después estaba colgada de un árbol por una red. Tras la sorpresa, Reena relajo el gesto, y esbozo una sonrisa confiada. Unos trozos de cuerda no eran suficientes para su poderosa magia… No pensaba que fueran tan estúpidos, y que creyeran que esa ridícula trampa la detendría. Sus dedos se movieron en el aire, trazando los signos arcanos para la realización de un sencillo hechizo que la liberaría de su prisión
No sucedió nada. La red seguía intacta.
Reena pensó que tal vez se había equivocado al pronunciar alguna palabra del conjuro, y volvió a intentarlo desde el principio
No tuvo ningún efecto.
Perpleja, probó con hechizos más fuertes, para ver como uno tras otro fallaban.
- No malgastes energías. Es una red mágica. Veo que la fortuna que me costro no fue inútil
Sin embargo, la hechicera volvió a probar con un ataque mágico hacia su carcelero, pero volvió a fallar.
- ¡Sueltamente ahora mismo, o te arrepentirás!- del asombro, Reena había pasado a la furia
-¿Estando presa y sin magia?- el jefe de los bandidos, un hombre grande, robusto, de pobladas cejas y barba negras, se echo a reír. Reena estaba roja de ira, nadie la humillaba de aquella forma… Cuando saliera de la red, le haría pagar sus palabras… Tan confiado estaba el matón de su proeza, que no se percato de la presencia de una figura encapuchada que le golpeo en la nuca. El ruido que hizo al caer se escucho en toda la arboleda.
Reena, cada vez más y más molesta con la situación, volvió la mirada hacia el desconocido
- ¿Quién eres¡Te exijo que me liberes ahora mismo, o tendrás que atenerte a las consecuencias!
Antes de que pudiera obtener una respuesta, apareció Gourry en el claro, espada en mano.
Me voy unos minutos, y ya estas metida en algún lío…
--¡Cerebro de medusa¡Sacadme de aquí ahora mismo!
El espadachín, por el contrario, se fijo en el encapuchado, en actitud defensiva
- Soy Filia…- suspiro la dragona mientras se quitaba la capucha y se abría la capa.
Gourry se relajo, y saludo con entusiasmo a la antigua sacerdotisa. Reena, se tranquilizo un poco, aunque la red se balanceaba hacia los lados a causa de los frenéticos movimientos de la maga por liberarse. Examino detenidamente a Filia, le resultaba extraño verla vestida así, como una aventurera. La nueva vestimenta hizo que se fijara en un detalle que antes se le había pasado inadvertido
- ¿Por qué todas las chicas están mas desarrolladas que yo?- refunfuño sombría y cabizbaja
- Bueno¡Filia ya no es ninguna chica¡Se trata de toda una ancianita! Con la cantidad de años que tiene…- comento Gourry alegremente antes de recibir el golpe del mazo la dragona
- ¡Eres un grosero!- grito aunque el aludido no podía oírla tirado en el suelo
- Algunas cosas nunca cambian…- suspiro Reena mientras se encogía de hombros - ¿Me puede alguien soltar de una vez?
- ¡No te fíes, Gourry! Filia es una cría… y lo demuestra siempre que puede comportándose como tal- exclamo Xellos que había aparecido en la misma rama de donde colgaba Reena.
-¿Quién te ha pedido opinión, demonio?- replico furiosa Filia
-¡Xellos¡Que bien volver a verte…!- fingió la hechicera- ¡Has estado ahí todo este tiempo y has sido incapaz de ayudarme!- su voz sonaba realmente enfadada, aunque el joven se encogió de hombres y divertido agrego
Bueno, pensé que te lo estabas pasando muy bien, y no quería interrumpirte.
- ¡Suéltame ahora mismo!
Tus deseos son ordenes para mi, Reena…- con un chasqueo de dedos por parte del demonio, la cuerda de rompió, cayendo la red bruscamente al suelo
- ¡Podrías ser un poco mas delicado!- le regaño la maga- ¿Te crees que esas son formas de tratar a una dama?
No especificaste- Xellos se encogió de hombros, riéndose mirando a una dolorida Reena, una furiosa Filia que se inclinaba hacia la canastilla de Val, y un inconsciente Gourry desde la rama.
- ¡Reena Inverse¡No me puedo creer que hayas vuelto a esa infame vida!
Comentarios, preguntas, etc etc… Serán bienvenidas. No se si el nombre del hechizo es correcto, si no lo es, dejadme un review y edito
