Hellooooo! Después de… mmm… bueno, unos cuantos siglos sin aparecer por aquí me he dignado en escribir algo jejeje vaya, parece que alguien mas lee mi fanfic! Weeeeeeee tengo otra lectora! (ya son 2 jajajajajajajaja ay que tomarselo con humor!jajaj (esque no hay nada mas que hacer…..¬¬)) muchas gracias CLAWY! Muak! Un besazo! Bueno, pos esto va pa ti XD jejeje y bueno, si alguien mas esta leyendo esto escondidill... Sal de tu escondite y escribe algo, hombre! Por favor…… please… s'il te plaît… mesedez… (con cuatro idiomas ya es bastante no?)
"deisfrutad" con la lectura!
nienna
Capítulo 4
El viaje en tren llegaba ya a su fin y Nienna se lo estaba pasando muy bien con sus nuevos amigos. Se encontraba muy cómoda con ellos, y se mostraban muy curiosos por su procedencia, ¡pues no todos los días te encuentras con alguien de la mítica Tierra Media! Hermione le explicó que en el mundo de los muggles la historia del Anillo de Poder era tan sólo una historia de ficción, una trilogía que escribió J.R.R. Tolkien.
-¡Pues claro! Él fue el que emigró de la Tierra Media a la tierra de los muggles. Él quería que todos supieran nuestra historia y por eso publicó la trilogía, ¿qué mejor modo de hacérselo entender a la gente que escribiéndolo como una historia de fantasía?
-Pues sí, tienes razón, ¡si no lo tacharían de loco! Oye Nienna, ¿tu tienes el uniforme del colegio?
-Sí, lo compré ayer en el Callejón Diagon. Os vestís de una manera muy extraña los de aquí, ¡jamás había visto ropaje similar al vuestro!
-Pues harías mejor en vestirte, estamos a punto de llegar Hogwarts.
-Ufff... pues lo tengo en el compartimento que ocupan Lara y la lemba de madera...
-¿La qué de madera? – dijo Ron con cara de extrañeza.
-Eee... nada, nada. Decía que tengo mi baúl donde están Lara y Wood y la verdad esque me da un poco de vergüenza entrar ahí y verlos... en fin...
-¡Tranquila! Nosotros vamos, ¿verdad Harry? Ahora venimos.
Harry y Ron se dirigieron hacia el compartimento donde estaban Oliver Wood y Lara Dubois. La verdad es que lo que estos chicos querían era ver a la pareja con sus propios ojos. Abrieron la puerta lo más silenciosamente que pudieron y ahí vieron a la lemba de madera y la Lara tumbados en el suelo (NA/ Esque ya sabéis esto de la pasión... jejejeje) ¡Parecía que se iban a ahogar con los besos que se daban, no paraban! Algunas prendas ya estaban esparcidas por el suelo y sus respiraciones entrecortadas se podían oír claramente desde el pasillo. El ojiverde y su amigo no se creían lo que tenían delante, estaban viendo a su entrenador de quidditch con una compañera de clase... se miraron un momento y sin decir ni una palabra entraron dentro. Se aclararon la garganta con cara de diversión.
-Ejem... bueno, sentimos molestaros pero... hay dos motivos – empezó Harry.
- Uno: el tren está a punto de llegar a Hogwarts, y bueno si no queréis ser pillados por algún prefecto perfecto o alguien y además en una posición un poco... bueno, dejémoslo en una posición, os aconsejo que os vistáis y os portéis bien. Y dos: necesitamos sacar el baúl de Nienna, así que si os podéis mover un poquitín...
Lara y Oliver estaban con la boca abierta y muertos de vergüenza, no sabían ni qué decir, así que simplemente se movieron un poco para dejar paso al baúl de Nienna. Los dos chicos salieron pero en seguida volvieron a meter la cabeza.
-Chicos, sed buenos, y ya sabéis protección an...
-¡¡POTTER, WEASLEY!
-Sí, sí vale, ya nos vamos, tranquilos... pero para qué tanta prisa si tenéis todo el año para aprob- no pudieron seguir porque Wood les echó una bota que casi le dio en la cara a Ron.
Llegaron a su compartimento entre risas y cachondeo con el baúl de Nienna arrastrando. Nada más entregar la caja las chicas les echaron afuera para que la Gondoriana se pudiera vestir tranquila. Hermione la tuvo que ayudar, pues la pobre no se aclaraba mucho con aquellas ropas y la verdad, tampoco le gustaban tanto... según ella enseñaban demasiado (la falda le llegaba hasta un poco por encima de la rodilla), no estaba muy acostumbrada a enseñar piernas, le parecía demasiado atrevido.
Cuando llegaron a la estación Nienna estaba ya bastante excitada con la idea de entrar en un colegio de magia y hechicería, junto con gente que era igual que ella. Ella salió junto con Harry, Ron y Hermione dirigiéndose hacia los carruajes. De repente escuchó una voz grave que decía su nombre. Se dio la vuelta y se encontró con un hombre gigante barbudo. Al principio se asustó, pero se dio cuenta de que si él estaba en el colegio no tenía ningún motivo para temerle. Así que se acerco a el y le dijo:
-Yo soy Nienna Ringëril.
-Su majestad, me llamo Rubeus Hagrid, sígame hacia los botes por favor, llegaremos a Hogwarts por el lago.
Nienna entró en un bote pequeñito que al soportar el peso de Hagrid todavía se hundió más en el agua. Todos los botes se acercaban al colegio poco a poco. En el viaje lo niños miraban curioso a Nienna y a Hagrid, aunque más a la primera. Esta tenía una pinta etérea... sus orejas picudas (herencia de su antepasada Arwen Estrella de la Tarde) su largo pelo negro y piel pálida la hacían resaltar de la demás gente.
Bajaron de los botecitos dirigiéndose en seguida hacia el gran castillo que se encontraba frente a ellos. El edificio era precioso y al ser ya de noche se veía hermoso con todas esas lucecilla que parecía que flotaban, Unas puertas grandes se abrieron y los hicieron subir por unas escalera que los conducieron a otra puerta, donde les esperaba una mujer con un sombrero de pico.
-¡Bienvenidos a Hogwarts! Mi nombre es Minerva McGonagall, Jefa de la casa Griffindor y profesora de Transformaciones de este colegio. A continuacón os seleccionarán para una de las cuatro casas de Hogwarts. A saber Gryffindor, Slytherin, Ravenclaw o Hufflepuff. La casa en la que os clasifiquen será vuestro hogar en todo el año escolar, y la gente que esté con vosotros, será como vuestra familia. Poneos en dos filas y entrad en el Gran Comedor detrás de mí. Diré vuestro nombre y tendréis que sentaros en el taburete que hay en medio. ¡Vamos, dos filas! – Todos los críos se pusieron en dos filas, estaban todos alborotados y nerviosos. La profesora McGonagall se acercó a Nienna – Su Mejestad, usted tendrá que esperar aquí, el coserje Filch vendrá a avisarla cuando tiene que entrar.
-Por favor, ahora soy una estudiante más de este colegio, tráteme como a los demás –McGonagall titubeó un momento, pero no duró ni un segundo.
-Por supuesto señorita Ringëril. Yo entraré ahora, Filch vendrá a avisarla ¿de acuerdo?
La profesora entró en el comedor con toda la chiquillada y pudo ver que el lugar estaba repleto de gente. Había cuatro mesas y en cada una perdominaban unos colores: En uno el verde, en otro el granate, en otro el azul y en el último el amarillo. Parecía que los de verde y granate no se llevaban muy bien. Las puertas se cerraron y Nienna se quedó sola en aquel pasillo. En los siguientes minutos que se le antojaron eternos, alcanzó a oír muchos aplausos y nombres. De repente apareció un hombre canoso y viejo junto con un gato.
-Su Majestad – dijo con una reverencia muy exagerada y con una voz algo repelente (NA/ siiii… ese es nuestro "querido" Filch) – Soy el conserje, es la hora de que entre al Gran Comedor.
Filch le abrió las dos grandes puertas de madera y ella entró en aquél salón. El director la presentaba a los alumnos esplicando su historia y quien era,¡ Nienna quería que la tierra la tragase! No le gustaba llamar la atención delante de tanta gente (aunque ya estaba acostumbrada). La gente la miraba con cara extraña y curiosa. La profesora McGonagall la hizo sentarse en un taburete de tres patas y le puso un sombrero viejo y raído en la cabeza que seguidamente le empezó a hablar.
Capítulo 5
"Mmmmmmm…. Interesante… muy interesante…pero dificil. Vamos a ver: eres inteligente, cosa que te iría bien en Ravenclaw, aunque también eres valiente, punto para Gryffindor…tu alma es noble, encajarías bien en Hufflepuff, pero también tienes tus ambiciones, por lo tanto también te iría bien Slytherin. Eres una muchacha dificil de clasificar pequeña Nienna…"
"¿Pequeña? ¿A quién llamas tu pequeña?¬¬…Oye tío, porqué no haces eso de pito pito gorgorito, a dónde vas tu tan bonito… ? ¡Acabarás antes!"
"¬¬U Nienna Ringëril, la clasificación no es algo que se deba de tomar a la ligera ¬¬… Bueno, sigamos… ¿Por dónde íbamos? A, sí… ¿En qué casa te pongo?" El sombrero seguía pensando y pensando… Nienna se dio cuenta de que los alumnos ya se estaban aburriendo un poquitín, pues sus espresiones no eran de increíble alegría "Niña, ya me está dando demasiado dolor de cabeza tu clasificación, asique seguiré tu consejo y rifaré pito pito ¿gorgorito a dónde vas tu tan bonito? A la feria verdadera, ¡pin pan fuera! Ala, pa… ¡¡¡¡¡GRYFFINDOR!"
Una de las mesas casi temblaba de tanta bulla que montaban sus ocupantes, esa debía de ser la de Gryffindor, asique se dirigió hacia allí. Entre ellos pudo reconocer a Hermione, Harry y Ron, quienes le indicaban una silla vacía a su lado. Se sentó ya con los nervios más tranquilizados, mientras que Ron y Harry la bombardeaban con preguntas sobre su clasificación.
-Nienna, ¿qué te ha dicho el sombrero?
-Sí, ¿qué te ha dicho? ¡No es normal que tarde tanto! Ha estado como diez minutos…
-Bueno… tenía dudas, porque según él tenía aptitudes para todas las casa. Al final le he dicho haber por qué no hacía eso de pito pito, gorgorito… -contesto la recién llegada.
-jajajajaj!Pero no lo habrá hecho así ¿no?- preguntó Ron.
-mmmm… pues sí…
Siguieron hablando animadamente durante toda la cena. Nienna podía sentir cómo algo pesaba sobre ella… sabía que era una mirada… A decir verdad tuvo ese presentimiento desde que entró en el Gran Comedor, y pilló a más de uno mirándola con curiosidad, pero aquello era diferente… Movió la cabeza hacia los lados en busca de aquella mirada tan fría que la estaba observando, y se encontró con unos ojos grises. Unos ojos grises preciosos… los ojos eran bonitos pero… ¡su dueño un idiota! Malfoy la miraba descaradamente. Al principio habría jurado que la observaba con curiosidad, pero no, no era curiosidad, en ese momento aquella mirada reflejaba una frialdad que dejaba sin aliento. ¿Pero qué le había hecho Nienna para que se comportara así con ella? No lo entendía…Pensando para ella misma ¡¡Pa chulo chulo, mi pirulo! su mirada pasó a ser de sorpresa a odio repentino. No conocía bien al chico, pero el primer día ya le había demostrado cómo era. No había nada más.
La cena se acabó y los profesores los mandaron a sus respectivas salas comunes. A Nienna le fascinaba todo aquel castillo, los cuadros con vida propia, las escaleras que se movían a su antojo, las armaduras que también se movían… Al llegar a Gryffindor pudo ver que los colores que predominaban eran el rojo y el dorado. Todo le parecía bonito y acogedor…
La primera semana de clase pasó, la verdad es que Nienna se sentía muy a gusto con su nuevo colegio (bueno, a decir verdad, el primero). Los primeros días la gente que se enteraba de su procedencia se acercaba a ella por curiosidad. No hacían más que preguntarle sobre su mundo y cosas por el estilo, la acribillaban con cuestiones. Pero a ella le daba igual, es más, le agradaba que los compañeros de colegio mostraran tanto interés por ella y su lugar de nacimiento. Aunque no todo había sido tan bonito… Malfoy seguía molestándola con esas miradas tan descaradas y algún que otro comentario desagradable.
-Vaya, Ringëril. ¿Todavía no has encontrado a alguien mejor que la comadreja, san Potter y la sangre sucia? Mira que juntarte con esta gente… Pero bueno, ¿que nos podríamos esperar de un duende como tu?- dijo Malfoy al cruzarse en los pasillos. Hermione y Nienna tuvieron que hacer un esfuerzo sobrenatural para poder sujetar a Ron y a Harry.
-Te diré dos cosas Malfoy. Uno: si no sabes diferenciar entre un elfo y un duende, es que tu cabeza peliteñida (NA/ Lara, te recuerda a algo?) no da pa mucho. Dos: ¿cómo puedes llamarle a Ron "comadreja"? Si ya me he enterado que en el fondo tu también tienes tu puntito de hurón, ¿no? Jejejeje
Cuando acabó de decir esto último, Nienna se dio la vuelta y se fue con el Trío hacia el lago. Se sentaron cerca del gran sauce que había allí y siguieron charlando. Hablaban alegremente y nadie se dio cuenta de unos leves, muy leves sollozos. Nadie excepto Nienna. (NA/ el superhipermega oído de Nienna es más agudo de lo normal. Ya sabéis, antepasados elfos y tal) Se disculpó un momento echando una excusa cualquiera y se dirigió de donde procedía el suave sonido. Su oído la condujo a un claro que no se veía desde el lago, ya que estaba tapado con arbustos y árboles. Lo que vio allí la dejó sobrecogida… Lara, Lara Dubois, lloraba desconsoladamente sentada en el suelo.
-¡Lara! Lara, ¿que pasa?- Nienna le preguntaba esto mientras la abrazaba para consolarla. Lara seguía llorando pero no contestaba- Dime cariño, ¿ha sido Wood?- LA chica asintió, y la Gondoriana sintió su sangre hervía.
-Él… él me ha dejado Nienna, me ha dejado por otra cuando ayer mismo me dijo que estaba enamorado de mi y que jamás me dejaría…
-¡Le voy a partir la cara a ese imbécil! ¿Qué se ha creído? –dubois seguí llorando a moco tendido, por lo que Nienna la llevó a la habitación que compartían para que descansase un poco.
-¡Te voy a partir la cara maldito imbécil! –Nienna estaba agarrando a Oliver por el cuello de la camisa. A su lado podía ver la cara horrorizada de Pansy Parkinson, eso la había enfurecido más. Soltó a Wood para tomarla con Parkinson.
-Dime Parkinson… ¿tú no tienes bastante con lamerle el culo a Malfoy? Explícame por qué tienes que romper una pareja, y además cuando el tío es Gryffindor. ¿No les tenías tu asco a los chicos de nuestra casa? Wood, tu ahí, que te veo las intenciones de escaparte… Cómo es que ayer le dijiste a Lara que estabas enamorado de ella y hoy te piras con la foxypig Parkinson? (NA: Foxy-zorra; pig-cerda jujuju paranoias mías y de mis amigas .)
