Una luz en el camino
Cáp. 2
Sin ti no soy nada
Todo se volvió oscuro, la tormenta se mantenía firme pero con menos intensidad, el dolor reinaba en todo el lugar y se iba esparciendo como epidemia, se podía sentir como ese sentimiento golpeaba las puertas de las casas deseando entrar sin ser invitado, un invitado que nadie quería cerca, pero que sin embargo siempre encuentra la forma de entrar e instalarse en el corazón de todos. Ya el sol no brillará como antes, aunque salga todos los días no calentará, puede que de la luz necesaria para sacar la oscuridad de la noche, pero no la oscuridad que se avecinaba.
Los llantos no se tardaron en ver y escuchar, el dolor por levantar los cuerpos de los caídos y armar las listas con sus nombres, el dolor estaba impreso en los rostros de todos, en el ministerio se pidió que despejaran el área para poder recoger los cuerpos, mientras que en Hogsmeade muchas personas estaban al borde de un ataque de nervios al no dejarlos pasar para poder ir a Hogwarts, todos eran mandados a sus hogares para poder realizar más eficazmente sus tareas de llevar los cuerpos y armar las listas. Mientras que en Hogwarts todo era un poco diferente por la razón de que se encontraban todos los alumnos del establecimiento viendo la cruda realidad, cosa que marcará por siempre las personalidades de los presentes. Como podían los aurores del ministerio solicitaban a los chicos que se dirigieran al gran comedor para que puedan continuar con la penosa tarea de recoger el resultado de la guerra que ¿terminaba o comenzaba? Cual era la respuesta a esa pregunta, por ahora no se sabía a ciencia cierta, solo que por un tiempo iba haber tranquilidad, no paz, solo tranquilidad.
En una casa muy humilde, pero muy rica amor familiar, se podían oír desde lejos los llantos llenos de dolor sobre todo por parte de una mujer que no dejaba de ver un reloj colgado en la pared, no era un reloj común y corriente, este reflejaba donde o como se encontraban los miembros de esa familia, las personas que estaban de pie rodeando a la mujer eran sus tres hijos, Fred, George y Bill, no podían creer que tuvieran que vivir esto de los diez Weasley (contando a Harry) quedaban cuatro, aunque la aguja de Harry no estaba en ese maravilloso reloj "lo podían sentir"…
El señor Lovegood estaba perdiendo la cordura, primero su mujer y ahora su única hija y así muchas familias estaban destrozadas y ahora incompletas por la guerra. ¿Cuánto se hubiera evitado si el ministerio hubiera aceptado la vuelta de Voldemort cuando se lo dijeron Harry y Dumbledore? ¿Qué pasará ahora que no se encuentran los cuerpos de Dumbledore, Potter y Voldemort, junto con dos de los mortifagos más cercanos a él? ¿Llegará la tan ansiada paz? La respuesta sólo la dará el tiempo, ya que las muchas muertes de esa noche dejarán heridas que no cicatrizarán, puede que no sangren pero ¿Cuándo se cierra una herida que deja la partida de un ser amado? ¿Nunca? ¿Con el tiempo? Eso no se sabe, pero se puede estar seguro de que esa herida siempre va a estar, siempre va a estar el dolor presente en mayor o menor medida según la aceptación de cada uno… pero esa herida deja una cicatriz en el alma.
Aunque muchos querían festejar, muchos otros no querían hasta estar seguros que "el-que-no-debe-ser-nombrado" este muerto y puedan ver su cuerpo sin vida. Los sobrevivientes del ministerio decretaron duelo por cinco días a partir del momento del entierro y del último adiós a los caídos, donde durante el acto se les otorgaría la orden de merlín y se les entregaría la varita a sus familiares, para luego hacer lo mismo con los sobrevivientes de esa cruenta batalla, en el ministerio, Hogsmeade y Hogwarts…
En un lugar lejano una castaña despertaba adolorida, sintiendo un profundo dolor en el pecho, un dolor que solo se siente cuando se ama, cuando se siente la pérdida de alguien. Cuando pudo enfocar su vista observó el lugar donde se encontraba, le resultaba familiar pero se sentía cansada, cuando una voz la sacó de sus pensamientos en el momento que pasaba sus manos por su vientre.
-Vaya, hasta que por fin despierta…
-¿Dónde estoy? – preguntó interrumpiendo la castaña
-Eso no es importante ahora…
-¿Por qué? – volvió a interrumpir
-Si me vuelve a interrumpir todo el esfuerzo y sacrificio de Potter por mantenerla con vida, se verá frustrado ¿Le quedó claro Srta. Granger? – le espetó el profesor Snape
-Si, ¿profesor Snape? – dijo con un nudo en el corazón al escuchar "el esfuerzo y sacrificio de Potter"
-Si, ahora necesito comprobar si mis sospechas son ciertas… - dijo acercándose con unas pociones
-¿Para que son?
-La primera para curar cualquier herida que tenga físicamente y la otra para comprobar mis sospechas
-¿Y cual es su sospecha?
-Que no solo la salvó a ud sino también al embarazo…
-¿Por qué sacrificio?
-Supongo porque usó todo su amor para salvarlos y porque se enfrentó al señor oscuro con el mismo sentimiento que él
-Pero…
-No encontraron su cuerpo, ni el de Dumbledore como tampoco el del señor tenebroso – le dijo y agregó para no darle falsas esperanzas – aunque el último se encuentra con vida, débil pero con vida.
Ahora entendía el dolor en su pecho, era un dolor en el corazón uno muy fuerte, aunque algo en su corazón le decía que estaba vivo, nada se supo en los siguientes días, pero ahora con la certeza de que su embarazo estaba seguro y según Severus también tenía una protección de sangre sobre ella y sobre sus hijos de parte de Harry, ahora tendría que ser fuerte y no dejarse caer por él y para que a sus hijos no les pase nada, ya que había leído que durante el embarazo las depresiones podrían a llegar a afectar el desarrollo del mismo y por eso se mantenía ocupada para no pensar.
¿Dónde estoy? ¿Qué pasó? Y muchas otras preguntas pasaban por mi cabeza, todo está oscuro, me duelen las muñecas y los tobillos. Al girar la cabeza lo veo, lo veo a él, la persona que me ocultó tantas cosas aduciendo que era por mi bien, se encontraba en la misma posición que yo, atado por las muñecas y tobillos, su estado no era bueno, yo no estaba mejor, pero al ser más joven aguantaba mejor algunas cosas. Escucho que se abre una puerta ¿será la ración de tortura del día o sólo vendrán a ver y gozar de estos trofeos de guerra?...al salir esas tres figuras que estaban vestidas de negro que fueron muy fáciles de reconocer, Lucius y Draco Malfoy con Bellatrix Black. A los tres se les notaba las marcas de la batalla, pero las más notorias las tenía Draco, que una le surcaba la cara junto con otras que no estaban a la vista, también noté que rengueaba. Inconscientemente esbozo una sonrisa de satisfacción, pero la misma se esfuma porque llega la imagen de Hermione tendida en el suelo…
-Lo siento Harry… - dijo una voz entrecortada
-Es un poco tarde… ¿no lo cree? – respondió con una voz llena de odio y dolor
-Si hubiera algo que pueda hacer…
-No hay nada que pueda hacer – dijo con voz fría – ahora no gaste energía
Hermione… ¿y ahora que?... ¿Cómo sigue?... ¿Cómo sigo, caprichoso destino que me quita todo, un destino que me marcó para toda la vida, para una vida dura sin cariño hasta que la conocí en el expreso, al principio se podría decir que era odiosa, que se convirtió en una compañera fiel, que con el tiempo se hizo indispensable para mi, se transformó en una parte de mi, en pocas palabras mi corazón late por ella. Ahora que no está siento como me hundo en la peor de las tinieblas, sin ella no soy nada, estoy vacío ¿Por qué es tan cruel el amor? ¿Por qué duele tanto? El que ya no esté no hace que sea más fácil olvidarla, que por más quiera no puedo y no quiero olvidarla ¿Cómo olvidar al amor de mi vida? ¿Cómo olvidar a la persona que es más importante que mi propia vida?... ahora entiendo cuando Dumbledore dijo que el amor es la fuerza más maravillosa en el mundo, como la más devastadora… así me siento… así devastado, como si un dementor me hubiera besado y quitado el alma…
¿Qué hago ahora? ¿Dónde está la voz de la conciencia para darme un consejo o para retarme? Estoy cansado de pelear, ¿Por qué no puedo morir, así descansar en paz con mis seres queridos? Estoy maldito como si hubiera bebido sangre de unicornio, condenado a vivir una vida maldita, todo por el desgraciado de Voldemort y una estúpida profecía…lo único que siento es como llora mi corazón y el amor que había en él se va transformando o lo voy transformando en odio y resentimiento. Y lo peor es que me estoy convirtiendo en lo que más odio, pero con la diferencia que solo voy a descargar mi furia contra los mortifagos y él, me van a temer, temer "al niño-que-vivió", se van a arrepentir de despertar al león dormido…
Había llegado el día, un día al que no esperaban con alegría, porque ese día era cuando iban a realizarse los funerales, donde se condecorarían a los caídos en la batalla en un acto donde se nombraban a los caídos y se les entregaba las condecoraciones a los parientes vivos o parejas de los nombrados…
-Se le entrega la orden de Merlín de tercera clase a Lovegood, Luna por su entrega y lucha contra las fuerzas del "el-que-no-debe-ser-nombrado" y sus partidarios – dicho por el personal del ministerio se hizo entrega de la mención y de la varita al padre de la chica.
-Proseguimos con el acto, Weasley, Arthur; Charlie, Percival, Ronald y Ginebra se le entrega la orden de Merlín de segunda clase, por su lucha constante y entrega contra del "el-que-no-debe-ser-nombrado" y sus partidarios – dicho esto una mujer con una imagen desmejorada acompañada por sus tres hijos tomaron las menciones y varitas.
El acto siguió su curso nombrando a Remus Lupin con un mención de segunda clase, a Susan Bones con tercera clase, Dean Thomas con tercera clase, a Minerva McGonogall con una de segunda clase, Justin Fint Fletchey con tercera clase, Seamus Finnigan con tercera clase, Angelina Jhonson, Lavender Brown, Parvati y Padma Patil, Ludovic Bagman con una mención de tercera clase. Kingsley Shacklebolt, Alastor Moody, Doge y Sturgis Podmore con segunda clase.
-Ahora, me toca la desagradable tarea de decir unas palabras, palabras que para mi no tienen sentido decir, porque al momento no se han encontrado los cuerpos y por ello mantengo las esperanzas de que tanto Albus Dumbledore y Harry Potter estén con vida, pero ese es mi parecer y eso no cuenta en este acto… - corto el miembro del ministerio encargado del acto para limpiar unas lágrimas que caían por su rostro – disculpen, ahora bien por su constante lucha contra el Innombrable en sus dos alzamientos se le levantará en Hogwarts un monumento al mejor director que haya tenido ese colegio. Ahora bien en el caso de Potter se le otorgará la mención de la orden de Merlín de primera clase y dicha mención junto con las varitas de ambos serán entregadas a la mejor estudiante de Hogwarts Hermione Jane Granger, la persona a la cual Harry amaba más que a su vida.
Ante el comentario del empleado del ministerio Hermione fue hecha un mar de lágrimas hacia la tarima, acompañada por Molly Weasley, que la adoptó como otra hija y la cual cuidaba en demasía por el embarazo y por ser ella, sumando que era la persona a la cual su octavo hijo amó y le daría unos nietos del corazón. Al no poder aguantar las emociones Molly junto con Snape, quien obtuvo su orden de Merlín de segunda clase, la llevaron para darle una poción para dormir sin pesadillas y así pueda descansar.
Los trofeos de guerra como lo son Potter y Dumbledore sirvieron para poder expandir la oscuridad al principio, dado que Lord Voldemort se encontraba muy débil por la culpa de Potter, pero eso es otra historia, historia que se remonta a la cruenta batalla y un Kevadra, éstos trofeos les sirvió de mucho ya que mientras no tenían la suficiente fuerza como en la batalla los exhibían para desmoralizar y así no seguir perdiendo fuerzas. Pero como todo tiene un final, algo pasó que cambió un poco las cosas, ya que en uno de los ataques desapareció Dumbledore, en ese momento al encadenado Potter lo atacaron con varios crucius y maldiciones cortantes, dando al mismo por muerto…
Siento como el odio llena mi cuerpo, pero también siento un dolor muy grande en mi pecho, en medio de mi pecho, donde se encuentra mi corazón, pero es extraño porque es como si llenase de vida, aunque ¿Qué debo creer de este dolor? ¿Cómo puedo sentir que se llena de vida? Si la vida se acabó el día de la batalla junto con Hermione, todavía no se como es que estoy viviendo, como es que mi cuerpo se niega a darme la muerte y así ir con mis seres amados… ¿Por qué a mi? Suena egoísta si, pero ¿Por qué a ellos? ¿Por qué a Hermione? ¿Por qué a ti? ¿Por qué me dejaste? Si sabías muy bien que sin ti yo no soy nada, sin ti mi vida no tiene sentido, sabías que si algo me mantenía vivo eras tu, ¿Por qué es tan cruel el amor? "el que puedas sentir ese dolor te hace humano" ¡como odio esa frase! Y lo peor es que volvería hacer todo igual…te extraño amor, estoy tan solo, tan perdido, tan desolado, tan inmerso en esta oscuridad que ya me siento parte de ella, es hora de emprender mi camino…ahora sólo me queda terminar con mi destino, terminar con él…
-¡Ya era hora de que despertaras!
-Eh…
-¿Le comieron la lengua los ratones?
-¿Dónde …
-En Grimmauld Place…
-¿Cuánto tiempo pasó?
-Bastante…unos seis meses
-¿Y Harry? – preguntó preocupado
-Muerto supongo… - le contestó una voz entrecortada a lo fría que era antes
-Pero…¿Cómo? – preguntó confundido
-Eso mismo me pregunto yo …¿Cómo? ¿Cómo es que está ud con vida? ¿y como sabremos que no es un espía? – dijo la misma persona cambiando de postura
-¿Un espía?
-Si un espía, ¿o acaso cree que vamos a creer que es Albus Dumbledore?
-¿Hermione? – preguntó el asombrado ¿director? - ¿Cómo es que están vivos?
-¿Vivos? Se refiere a mis futuros hijos – el anciano mago asintió – gracias a Harry y a Snape que me quitó justo a tiempo…
-¿Por qué preguntó por Harry si los tenían juntos? – preguntó una voz masculina
-¿Terry Boot? – pregunto y recibió un gesto afirmativo de parte del joven – porque fue lo último que vi antes de perder el conocimiento…me dijo que tenía que formar una resistencia…sus ojos…por un momento creí verlos verdes…
-¿Pero como logró salir? – preguntó Hermione
-Por Harry y un poco de mi ayuda, ya que estaba muy débil…solo espero que siga con vida…
-¿Por qué? – preguntó Terry
-Porque sino tendríamos tiempos oscuros por mucho tiempo… - terminó de decir cerrando los ojos por el cansancio
-¿Hermione que crees?
-No se Terry habrá que hablarlo en la reunión de hoy…
La vuelta de Dumbledore dio una eyección anímica a todos, aunque parecía más viejo y cansado que nunca, seguía siendo un apoyo para toda la comunidad mágica y referente para los miembros de la orden de fénix. Pero esto también trajo como consecuencia que hubiera más ataques, y ambos bandos buscaban más adeptos a la causa, porque la última batalla había dejado demasiadas bajas. Aunque no todo fue alegría dado que cuando estaban preparándose para ir en busca de Harry, la llegada de la noticia de que en ese lugar hubo una explosión acabando con ese lugar y algunas personas de ese lugar, tiraba las últimas esperanzas de encontrarlo con vida al suelo. Desde ese momento se centraron en organizar y tratar de tener más adeptos para poder hacer una resistencia fuerte…
Un motivo de festejo fue el 14 de febrero, aunque era un día frío, dentro de una habitación se producía el milagro de la vida, en la cual se encontraba una castaña con trabajo de parto, la acompañaba como siempre Molly Weasley, una recuperada Pomfrey y la persona que la salvó de la explosión Severus Snape. La casa nunca estuvo tan vigilada como ese día, nada tenía que pasar. Las contracciones se hacían más fuertes, la dilatación ya había llegado a 10 centímetros, ahora sólo tenía que pujar, con los pujos en lo único que pensaba la madre era en Harry Potter, en que pudiera ver o sentir esté donde esté el parto, el nacimiento de sus hijos, una lágrima solitaria rodó por su mejilla…
El primer bebé fue varón, y le dieron el nombre de James Harry, en honor a su abuelo y a su padre. Las vueltas del destino ¿quiso no pudiera conocer a su padre, pero de eso se encargaría de pensar luego ahora tendría que pujar para dar a luz al otro bebé, que fue llamada Lily Jane, en honor de la abuela y madre respectivamente, junto con la madre fueron camuflados para que estén más seguros…
En el momento en que Hermione daba a luz, un hombre de túnica escarlata que también cubría su rostro dejando ver unos ojos de color entre rojo y verde opacos, se podría decir sin vida, sentía una presión en el pecho, se llevó la mano al pecho con su respiración entrecortada, su corazón latía aceleradamente, como si hubiese vuelto a la vida llenándosele de una felicidad que no comprendía, unas lágrimas de felicidad salieron de esos ojos que en ese momento brillaban verdes como antaño…
Con Dumbledore de vuelta Hogwarts revivió un poco y siguió siendo un lugar seguro donde se podía estudiar, pero esa alegría duró muy poco ya que se hicieron presentes los mortifagos y Lord Voldemort, aunque este último no haya participado que se encontraba débil todavía, impartía el mismo terror en las personas o más que antes.
Ahora sólo quedaban las ruinas del colegio de magia y hechicería junto con un monumento de Dumbledore, al que le agregaron otro de Harry Potter para poder dar las esperanzas a los más jóvenes, que fueron los testigos de la masacre, pero por ahora sólo podían juntar adeptos para poder frenar un poco la oscuridad que estaba asolando Inglaterra. La nueva resistencia que se estaba formando liderada por un debilitado Dumbledore junto con Snape y Hermione, no contaba con más que los chicos que sobrevivieron más los que fueron llevados a la sala de los requerimientos, eran entrenados arduamente por los profesores que seguían con vida. Los que estaban listos para poder enfrentarse a los mortifagos eran evaluados por los tres líderes, para las misiones de convocar más personas para la causa…
Mientras esto sucedía un hombre de túnica escarlata se adentraba en los terrenos de Hogwarts y se dirigía con paso decidido hacia el castillo, que tantos recuerdos le traía, todos estos recuerdos lo mataban por dentro, ver los terrenos que antes estaban llenos de vida, ahora estaban marcados por la batalla, le sorprendió que hubiera estatuas, pero más le llamó la atención que fueran él y el director. Pero eso no detuvo su paso, sino el que se sintiera observado, estaba seguro que además de los cuadros había alguien que lo estaban siguiendo, pero esa sensación duro poco ya que en las escaleras desapareció esa sensación y logro llegar a su objetivo la sala de los requerimientos, donde apareció una puerta por la que entró. Ni bien cruzó la puerta estaba todo lo que había pensado, al cerrar la puerta esta desapareció.
Al cabo de tres años la oscuridad esparcida por Voldemort y sus mortifagos lograba tener a casi toda Inglaterra, parte de Bulgaria y Francia, donde encontraba resistencia buscaba adeptos para poder desbastarla sin piedad así poder esparcir el miedo por donde pase. Estaba levantando su imperio sin bases fuertes al no tener a toda Inglaterra en su poder, pero con Dumbledore debilitado y con Harry Potter muerto o desaparecido, éste podría caer cual castillo de cartas o por efecto dominó. Los enfrentamientos eran crueles ya casi no tomaban prisioneros, salvo los de la resistencia para sacar información, aunque de poco servía. Por donde peleaba la resistencia se veía un poco de luz en tanta oscuridad.
Mientras tanto Hermione cuidaba a James y a Lily, la imagen que daban esos niños eran las versiones de los padres de Harry James Potter en miniatura la niña siempre ponía en raya el chico, pero cuando hacían una travesura juntos eran peor que los gemelos Weasley, pero a pesar que la madre se sentía muy bien cuando disfrutaba jugando con ellos, se sentía incompleta al no tenerlo a su lado. Los gemelos Potter junto con otros chicos le daban la frescura y la vida al lugar que hacía falta, les daban a los mayores un incentivo para pelear. Hermione estaba muy agradecida con la abuela de los chicos Molly, ya que fue de gran ayuda para ella en los momentos importantes para que no cayera en una depresión y así poder criar bien a sus hijos.
En Hogwarts cuando fue informado de la presencia de un merodeador fue requisado tanto por la resistencia como por los mortifagos, sin ningún éxito, eso fue gracias a que cuando pensó en la habitación el hombre de escarlata pensó en que la puerta debería permanecer sellada e inmarcable e indetectable hasta que se lo considerara listo para su misión cosa que tardó algo más de tres años.
Cuando esa puerta se abrió, por ese lugar salió un hombre que irradiaba poder, vestido con ropa que le permitía movimientos sin entorpecerlo, cubierto por una túnica escarlata con vivos dorados y una capucha que sólo dejaba ver unos ojos carentes de emociones y de un color indescifrable porque estaban entre verdes y rojos opacos como sin vida, la mirada sólo demostraba que nada debería interponerse en su camino si quería seguir con vida.
Al salir de los terrenos de Hogwarts, emprendió camino hacia el cementerio donde enterraron a los caídos en la batalla, todavía quedaba algo en ese corazón partido que nunca dejó de llorar por la perdida de los afectos, ese corazón que una vez estuvo lleno de amor, de esa fuerza que mueve montañas, que hacían brillar unos ojos verdes con una intensidad nunca vista y que Severus Snape fue testigo. Aunque su camino al cementerio no fue tranquilo…
No pudo contenerse al ver como unas figuras, muy fácil de identificar como mortifagos, se divertían con unas personas que no pudo apreciar si eran hombres, mujeres o jóvenes, ya que los gritos no dejaban identificar fácilmente los sexos.
-Veo que se divierten – dijo una voz fría
Esto hizo que se sobresalten los mortifagos que se regocijaban torturando a esas personas, haciendo que los liberen de los distintos hechizos y maleficios a los que los tenían sometidos. Los aludidos se giraron con temor ya que esa voz era demasiado parecida a la de su amo, pero reaccionaron cuando se cercioraron de que no era así
-Veo que quieres ser el próximo – dijo uno de los mortifagos
-Y yo te aseguro que me vas a temer más a mí que tu amo – contestó dejando ver unos ojos que centellaban que perdieron lo poco de verdes que tenían por un rojo muy encendido
-¿Qué sabes tu de nuestro amo? – pregunto el otro mortifago
-Más que ustedes – respondió
Mientras estos hablaban los torturados se fueron corriendo del lugar, para poder tomar sus varitas, para lograr defenderse. Pero tenían curiosidad por saber quien era "el valiente que hacía frente" a los partidarios del que no-debe-ser-nombrado, teniendo en cuenta que lo superaban en numero, pero lo que más les llamó la atención es que al ser apuntado por las varitas se le podía ver una sonrisa en su rostro y ¡no había sacado su varita! Luego lo que pasó fue muy rápido. Los mortifagos atacaron juntos pero sus hechizos nunca llegaron a destino, porque con un simple movimiento de mano los había hecho desaparecer y con la otra había lanzado un avada kedavra liquidando al otro mortifago, quedando uno al que torturo devolviéndole el favor que les había impartido a las personas…
-¿Quién eres? – preguntó tímidamente una joven de no más de 15 años
-El que va a terminar con ellos – respondió con una voz amable
-Gracias por la ayuda – dijo la joven
-No es nada, es hora de que esto termine de una vez y para siempre – dijo sin poder contener la bronca haciendo temblar el piso y estallar los vidrios, asustando tanto a los presentes como al mortifago que había escuchado todo
-¿Te vas a enfrentar a él? – preguntó temerosa
-Si, no sólo me voy a enfrentar a él sino que lo voy a destruir – dijo con una voz que hizo erizar los pelos de todos
-Ahora si me lo permiten me retiro – dijo más tranquilo regalándole una sonrisa a la chica, desapareciendo
Una vez que desapareció, los jóvenes que fueron atacados estaban felices porque alguien poderoso como para realizar magia sin varita estaba en contra del "el-que-no-debe-ser-nombrado". Así que una vez que estuvieron un poco repuestos y con sus varitas partieron para contar la noticia de que un "hombre con túnica escarlata" hacía frente a los mortifagos y que volvía haber esperanza de que otra luz en el camino se prendía. En cuanto partieron los jóvenes el mortifago fue a dar la información a su amo el Señor Oscuro.
Cuando se abrió la puerta al salir el hombre de la túnica escarlata hubo dos magos poderosos que se terminaban de reponer, tanto Voldemort como Dumbledore volvían a ser los mismos de antes, aunque todavía no sabían el por que de su debilidad, al menos uno de ellos se enteraría pronto.
Unas figuras se aparecían en las cercanías del cementerio, una era un hombre que tenía una túnica escarlata y que mantenía una sonrisa de satisfacción por haber comenzado a esparcir el rumor de que alguien lucharía hasta acabar con ellos. Las otras figuras eran la de una mujer con dos chicos. El primero recorría las tumbas iba dejando una flor blanca encantada para que no se marchite ni se mueva del lugar. Mientras que la mujer con los dos chicos también recorrían las tumbas se sorprendían al ver esas flores y le iban dando alcance al hombre de túnica escarlata.
Al llegar a las ultimas sepulturas se encontró con las de sus más cercanos y no podía creer que esos nombres estuvieran allí escritos en esas lápidas, eso hizo que su ira creciera. Las otras personas ya estaban cerca, pero se mantenían un poco alejados cuando vieron que estaban a unos metros de la figura con la túnica escarlata. Entonces un rugido como el de un león muy enojado les heló la sangre, ese rugido había salido de aquella figura que ahora se estaba poniendo de pie.
-¡Juro que los vengaré! – exclamó, apretando su puño haciendo que las flores sean rojas con la sangre
-No estás solo para eso – dijo una voz que le resultaba conocida
-¿Neville Longbotton? – preguntó dándose vuelta listo para atacar
-El mismo – dijo mientras salía a la luz - ¿y tú?
-¿Yo?… - ahora dudaba si decirle que era Harry o no – no tiene importancia mi nombre
-¡Escuché de ti! – le dijo con cierta emoción, al darse cuenta de cómo estaba vestido– solo espero poder serte de ayuda y no un estorbo
-Mientras puedas liquidar mortifagos…es más que suficiente – le respondió
-¿Y ahora?
-Ahora a ver como y en que nivel estás - respondió y juntos se fueron
Ante esto la mujer con los chicos, fueron a ver en cual de las sepulturas fue que el hombre rugió, y una vez vista la lápida, dieron por terminada la visita al cementerio para dejarles flores a sus tíos de corazón, para partir al cuartel a dar las noticias.
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