Izuku

Cuando ella se inclinó para tomar un pedazo de pizza, sintió su cabello hacerle cosquillas en el cuello.

Se movió incómodo en el sofá, tratando de buscar que sus piernas dejaran de estar inquietas. Su estómago parecía tener un dragón revoloteando dentro, y solo porque no era un idiota, estaba seguro de que no era porque se había saciado de la pizza.

Ni siquiera estaba concentrado en la película como quería.

—Perdona que tuvieras que pedir pizza — Ella habló, entre los sonidos de la película de zombies reproduciéndose y los dragones revoloteando —. Si estuviera aquí más temprano hubiera hecho yo la cena y...

—No te preocupes por eso, solo fue un repentino antojo, de verdad— Y también una excusa para esperarte afuera. Pensó, Izuku por un momento creyó que si esperaba en el apartamento moriría de los nervios.

Sintió su mirada expectante por unos cuantos segundos para luego devolver su vista a la pantalla plana, la cual estaba reproduciendo una escena de los zombies comiéndose a una persona. Creyó la posibilidad de que los dragones eran náuseas por estar viendo películas como esas mientras cenaba. Pero los dragones se sentían mejor que las náuseas.

— Bien, bien — Ochako solo asintió.

— Y tampoco hagas eso.

— ¿Hacer qué?

— Eso — Él volteó a mirarla —. Yo hago algo, con todo gusto, y tú te disculpas. No lo hagas de nuevo...

— ¿Eso te molesta? — Ochako rió suavemente, notó que ella frotaba sus propias manos —. Perdón, es que... me siento algo invasiva, sabes. Hace años no nos vemos y ahora de repente estoy viviendo contigo. Puedo llegar a sentirme como una molestia.

— No lo eres — Afirmó, y solo porque quería mantener ocupadas sus manos sostuvo un cojín. Lo que quería decir de verdad no podía salir sin que su cara se sintiera ardiendo —. N-no me gusta que actuemos como si fuéramos desconocidos.

¿Eso fui yo tartamudeando? Genial. Bienvenido, Izuku de secundaria.

Ella volteó a mirarlo esta vez. Izuku cubrió su cara con el cojín. Cuando sintió como ella se sentaba más cerca de él con lentitud se aferró con un poco más de fuerza al objeto acolchado.

— Si no estoy entendiendo mal, estás diciendo que quieres que tengamos más confianza — La oyó decir, divertida, sin despegar su rostro del cojín asintió —. ¿No será incómodo para ti?

— Me sería más incómodo que te sientas como una molestia, no me gusta — Con brusquedad, separó su rostro del cojín y la miró fijamente, la mayor parte de su cara cubierta de color rojo —. ¡Q-quiero que nos acostumbremos a estar cerca, c-como en la secundaria!

Aunque pareciera estar exclamando, su voz salía casi chillona. Al notar esto, el rostro del peliverde se hizo todavía más rojo y cubrió esta vez su rostro con la palma de su mano. Escuchó a la chica reír una vez más, el hecho de que ella se estuviera divirtiendo con su petición lo avergonzaba, y esa risita, ella solo no podía reírse tan lindo, pero lo hacía.

— No te burles, estoy intentando llegar a algo.

— Ya, hm... — Desde el rabillo de su ojo vio como ella intentaba aguantar la risa —. Prosigue.

— Quiero, no. Necesito, que nos acostumbremos a nosotros, yo a ti y tu a mí, si estaremos viviendo juntos por un tiempo — El peliverde llevó la mano que cubría su rostro a su cabello y lo sacudió ligeramente, suspiró y continuó —. Tengamos el mismo trato que nos teníamos antes.

Pensó en detenerse, pero no quiso. De verdad quería que ella se sintiera cómoda, y para su propio gusto, el también quería sentirse bien, con tratos menos formales, aunque estuvieran fingiendo que nada pasó en el pasado que haya roto su amistad. Después de todo, Izuku había llegado bastante lejos desde que la invitó a quedarse en su apartamento, con él ¿Que más daba tocar un poco más el fondo?

Y con esto, él tal vez podría ayudarla con sus problemas. Solo tenía que suavizar su relación un poco. Cuando estuvo abrazándola, sintió una confianza reconfortante y cálida provenir de ella, se sintió como si abrazara algo realmente preciado que estaba buscando su ayuda, y él estaba dispuesto a dársela, sin importar los detalles incluidos. Dispuesto a abrazarla una y mil veces más para hacerla sentir mejor ¿Que más daba querer seguir ayudándola?

Al diablo los detalles.

— No lo sé, puede llegar a ser extraño, tu y yo aún no hemos hablado sobre...

Por el momento.

— Sin importar eso — La interrumpió —. Estará bien ¿Vale?

Solo quería estar con ella sin pensar en tanto.

— Vale.

Ella sonrió, y él también lo hizo.

Volvieron a ver la película, aunque ambos se habían perdido de lo que pasaba. Izuku notó la cercanía que mantenían ahora, sus hombros estaban a quizá solo un centímetro de tocarse. El dragón reapareció en su estómago.

Acostumbrarse a estar cerca, eh. Eso parecía empezar ahora.

Ella solo tendría que moverse un poco hacia su lado para tocarlo, otra vez, cómo cuando estaban abrazados. El tacto de ese abrazo casi lo había desintegrado, aún podía sentir el cosquilleo de su pecho al recordar como ella se aferró a este. Se sentía tan tonto que solo el contacto físico con ella lo pusiera así.

El hombro de ella chocó con el suyo repentinamente.

Y él olvidó que podía respirar.

No supo cuanto tiempo se mantuvieron en la misma posición, pero mientras ella miraba la película sin despegar su hombro, el podía sentir y escuchar su corazón aumentar su velocidad. Miró su mano más cercana a ella, que estaba recostada sobre su regazo, la de ella estaba jugando con sus propios dedos, cercana a la suya.

El tacto con su hombro se sentía tan bien.

Si el tocara su mano ¿Se sentiría igual de bien?

Los dragones no paraban.

Había olvidado que su perfil era tan bonito.

Él tan solo tenía que mover su mano un poco.

Lo único que se movió fueron sus piernas.

— ¿Pasa algo? — Ochako preguntó al verlo levantarse del sofá.

Izuku la miró sonriendo.

— De repente me siento muy cansado, creo que iré a d-dormir — ¿Tenías que tartamudear por tercera vez? — Buenas noches.

Se dirigió a su habitación, con su corazón haciendo una carrera para salir de su pecho.

— Deku-kun ¿Seguro que todo está bien? — Ella lo llamó nuevamente, cuando la miró estaba de espaldas al televisor apoyando sus manos en el espaldar del sofá, mirándolo. Izuku únicamente pudo pensar en lo tierna que se veía.

— Seguro — le sonrió.

— Oh... — Ella sonrió también —. Pues, buenas noches.

Después de que cerrara la puerta y entrara a su habitación, se deslizó a si mismo sobre la puerta y se hizo ovillo en el suelo ocultando su rostro en sus rodillas. Sintiendo cosquillas en uno de sus hombros. Pensó en lo que había pasado hace tan solo un momento ¿Él en verdad pensó en tomar su mano?

Si que lo hizo.

Le dijo que tuvieran la misma confianza que tenían en la secundaria, confianza de amigos. Tomar su mano no estaba en esa confianza, tenía que apartar esos deseos e impulsos extraños que se formaban en su cabeza.

También tenía que deshacerse de estos dragones.

Ochako.

El primer día, Ochako le preguntó a Deku sobre las cosas que podía usar y que no, él le dió la libertad de estar en donde sea y usar cualquier cosa que necesite. Cuando vivía con Bakugou, nunca podía entrar a su habitación o usar su teléfono y laptop, aunque ella tampoco es que quisiera hacerlo. Siempre estuvo bien con su propio espacio.

Vertió la crema batida sobre los esponjosos panqueques, con una expresión feliz se movió por la cocina buscando cubiertos para luego ponerlos al lado del platillo. Se sentó en las sillas de la barra en frente de su platillo y esperó.

El agua saliendo de un lavamanos dejó de escucharse y Deku salió un momento después del baño bostezando y estrujando sus ojos.

— Buenos días — Musitó sonriendo en grande, las mejillas de la castaña hoy brillaban de su típico tono natural rosado.

— Buenos días — Se fijó en la comida servida —. ¿Tenemos panqueques japoneses hoy?

— Y té verde, porque recordé que te gustan las bebidas calientes en el desayuno — Ochako sirvió el líquido en una taza.

Lo miró picar el platillo con los palillos y proponerle un mordisco, la castaña sonrió casi tanto como él, al verlo deleitarse con su comida.

— Aunque, creo que hay que hacer algunas compras.

— ¿Necesitas algo? — El preguntó con la boca llena, sus mofletes pecosos llenos, tan jodidamente tierno.

— ¿Cada cuando compras comida?

Una vez que Deku le dió un registro a su despensa y el refrigerador entendió a qué se refería.


Ochako llevó el empaque de manzanas y arándanos al carrito, Deku sostenía el mango de este mientras examinaba la despensa de las salsas. Se fijó en que eran salsas para comida gourmet ¿Tal vez Deku se había vuelto aficionado a la cocina? Eso sería interesante.

Ella sabía mucho y a la vez poco sobre Deku, había pasado tanto tiempo, por lo que se preguntó cuanto pudo haber cambiado sobre lo que conocía y que otras cosas nuevas se añadieron a su persona. Su mente viajó al pasado, ella y él sentados en la sala de su casa viendo películas, su madre ofreciéndole quedarse a cenar, la cena era katsudon, la comida que Deku una y otra vez no paró de disfrutar por ser su favorita. Verlo comer katsudon era una faceta muy interesante también.

Llevó un empaque de cerdo al carro de compras.

— ¿Jugamos un juego? — Ochako preguntó, subiendo a la parte frontera del carrito apoyando sus manos en este.

— ¿Aquí? — El se rió, mirándola curioso mientras colocaba un empaque de galletas.

— Tranquilo, no explotaremos el supermercado — Ella rió también —. Es el juego de las diez preguntas, yo te haré una pregunta y tú me harás una también.

— Eso de hecho suena interesante — Deku avanzó el carrito con ella sobre la parte frontal de este —. Y el tipo de preguntas es...

— Solo algunas preguntas para sacar la curiosidad, no nos vemos desde secundaria y... Ya sabes ¡Oh!— Ochako estiró su brazo para tomar una caja de mochis —. ¿Podemos comprar mochi?Por favor, por favor — Ella dijo en un tono de súplica.

— Ah-ah, esa es tu primera pregunta — Deku dijo casi en un tono burlón.

— ¿Que? No es justo, yo no dije cuando empezamos.

— Exactamente — Él refutó, la castaña resopló e hizo un puchero —. Y la respuesta es si, podemos llevar mochi. Aunque se que te los comerás todos.

— Muy bien — Adentró los dulces en el carrito resignada —. Mi turno.

Le dió una observación al peliverde por cortos segundos solo para estar segura de que preguntar, no quería desperdiciar ninguna pregunta, pero tampoco quería indagar a un punto en el que ella no tenía que pisar. Sonriendo, pensó su primera pregunta.

— ¿Fuiste a la universidad? — Preguntó finalmente —. Y quiero contexto, no es una respuesta de si o no.

— Si, fui a la universidad — Deku esbozó una leve sonrisa, avanzaba el carro lentamente —. Y ahora tengo un trabajo de traductor.

— Entonces, estudiaste idiomas en la universidad — Supuso ella.

— español y alemán — Aclaró.

— ¡¿Que?! ¡Ah! — Exclamó inclinándose sobre el carro, lo que hizo que se desequilibrara —. Ups, digo ¡Eso es realmente genial, Deku-kun! ¡Es increíble!

Ochako quiso pedirle que dijera alguna palabra en español, solo por el ocio de oír su voz decir una de esas palabras que tenía la lengua que parecían estar hechas para seducir a las personas, incluso si lo dijera alguien tímido, incluso si fuera un japonés lindo y adorable como Deku.

— Si, bueno, no si tienes amigos que siempre quieren que salgas de casa — Él enunció con un semblante nervioso, Ochako notó que sus mejillas se enrojecieron, se rió suavemente por lo fácil que se avergonzaba.

¿Se refería a Iida-kun y Todoroki-kun?

— Tener amigos así también es genial. Mis amigas todo el tiempo también quieren que salga con ellas.

— Bien, aquí viene mi turno — Lo oyó carraspear —. ¿Por qué me sigues llamando así?

— ¿Así?

— Deku. Creí que con los años ya podrías tener la confianza de llamarme, uhmmm, por mi n-nombre — El tono de su voz bajó en las últimas tres palabras, pero no lo suficiente para que ella no lo oyera.

— Oh. Siempre me ha gustado llamarte así, me gusta porque siempre dabas esa vibra de que querías avanzar a pesar de todo, y me gustaba estar ahí para decirte que podías. Era mi contradicción a la razón por la que Bakugou-kun te puso ese apodo.

En realidad, Bakugou fue quien había empezado a llamarlo de esa forma antes de que ella lo conociera en el aula ese día, cuando lo encontró debajo del asiento. La segunda vez que Ochako vio a Deku, Bakugou lo había estado molestando un poco con su palabrería y lo había llamado de esa manera. Una vez que supo porque lo llamaba así quiso contradecir el significado según su propia perspectiva sobre el chico de ojos esmeralda.

No era que no le gustara su nombre, Izuku era un hombre tan lindo. No quería admitir que solo no tenía todavía el valor de llamarlo de esa manera sin sentirse en las nubes antes ¿Siquiera merecía llamarlo así?

— Además, tu aún no me llamas Ochako — Miró hacía otro lado, cuando sintió sus mejillas calentarse.

Basta, Ochako. Estás tocando terreno peligroso.

— ¿Tú estarías bien con que te llamara Ochako? — El siguió indagando, pero aunque ella notó un poco de picardía en la pregunta, él no pudo ocultar su ligera tímidez escondida.

Oh-oh.

— Esa es tu segunda pregunta — Murmuró volviendo a mirarlo.

— No tengo objeción alguna.

Eso significaba que él realmente quería la respuesta, él también había volteado a otro lado en cuanto ella lo miró y metió una caja de cereales. Sintió sus manos que estaban apoyadas en la parte frontal del carro comenzar a sudar. Sus orejas y mejillas estaban calentándose, y estaba segura que está vez no era por la fiebre.

¿Que él la empezara a llamar Ochako? No es como que no quisiera, pero ella no sería capaz de ocultar su vergüenza ante eso, ni siquiera Bakugou la llamaba por su nombre. Y de sus amigas solo Tsuyu lo hacía.

Pero estaría bien ¿No? Los amigos también se llamaban por sus nombres, aunque ella no estaba segura si eran amigos en este momento.

— C-claro que si, s-si tu realmente quie-

Antes de que continuara con su respuesta, Deku detuvo el carro abruptamente, lo que hizo que Ochako nuevamente se desequilibrara sobre este, antes de caerse de espaldas los brazos de Deku la sostuvieron por la cintura. Ochako estaba todavía más confundida cuando él llevó su pecho a su espalda y la sostuvo con más fuerza en sus brazos.

— D-Deku ¿Que suce...?

— Shh... Allá — Con su mano, Deku señaló a la entrada del supermercado que se podía ver desde la sección en la que estaban.

Ochako divisó tres individuos, dos de ellos los pudo reconocer al instante. Iida-kun, con movimientos robóticos en sus brazos estaba hablando de algo con el otro chico de cabello celeste, a quien no pudo reconocer, y Todoroki tenía su vista fija en el celular en su mano.

— Uh, son Iida-kun y Todoroki-kun ¿Que pasa con ellos? — Frunció el ceño cuando captó el semblante nervioso de Izuku.

— Aun no les he dicho sobre ti.

— ¿Sobre mí?

— Si, que estamos viviendo juntos.

Después de ver qué Iida, Todoroki y el otro chico caminaban a otra sección del supermercado, ella se separó bruscamente de el atrapamiento de Deku en sus brazos. El se miró confundido por su repentina postura, Ochako estaba enojada.

— ¿Por. Que. No. Les. Has. Dicho? — La castaña preguntó pausando cada palabra, cada una con un tono más alto que el otro.

— De verdad lo siento. Casi lo había olvidado completamente y... También tengo que admitir que no se cómo se lo tomarían — El tono culposo con el que lo dijo la hacía enojar más.

— ¿Por qué? ¿Por qué también están enojados conmigo por las cosas que hice en secundaria? — Ochako apretó los puños y miró al piso decaída.

No era como que pudiera evitarlo, después de todo, lo que le había hecho en secundaria a Deku lo hizo con ese objetivo. Que él la odiara, a tal punto en que ya no quisiera verla o ni se le acercara. Pero él hizo todo lo contrario desde que se encontraron de nuevo, lo que hizo que ella se confundiera, pero estaba tan feliz por eso que había dejado el asunto oculto a un lado.

— Yo no estoy molesto por eso contigo.

— Si que lo estás, solo que aún no quieres hablar sobre eso — Ochako lo refutó sin despegar la vista del piso.

— ¿Por qué yo no quisiera hablarlo? No lo hago porque pienso que tú no quieres hablar de ello — Él estaba comenzando a alzar la voz.

— Porque eres amable Deku-kun, no harías algo sin pensar primero en como se sentiría la otra persona — Ochako está vez lo miró, enojada, sus cejas se arrugaban en su entrecejo —. Siempre has sido así.

— Uraraka-San... — Él iba a decir algo, pero antes de eso, miró detrás de ella al otro lado del pasillo —. Escucha, hablemos de esto más tarde, ahora no quiero que tengamos que lidiar con esto en el supermercado. Y con ellos cerca...

— Como digas — Sin muchas ganas, Ochako pasó al lado suyo —. Te veo afuera, enviame un mensaje.

Y después de pinchar sus dedos una vez, se fue, evitando tener contacto directo con Iida y Todoroki.

Izuku.

Bien, había sido bastante estúpido.

Izuku se daría el premio al idiota del año en este momento y se reprendería a si mismo todo el día por la tontería que acababa de hacer. Tuvo el impulso de detenerla y decirle que estaba bien, que no había problema con que los vieran juntos. No obstante ese peso en su pecho no se desvanecía, tal vez sería incluso peor actuar como si nada si los vieran juntos.

Y con lo terca que era ella no aceptaría algo como eso después de esa conversación.

Había perdido de vista a los chicos ¿Y si ellos se encontraban con ella primero? Bueno, si la encontraban sola lo más probable es que la ignorarían, no como él y su reciente manía de ayudar a la chica que le gustaba en secundaria.

— ¡Ja, les dije que ese cabello no podía ser de otra persona!

— ¡Ouch!

El reconocido tono burlón de Tenko llegó a sus oídos antes de sentir que alguien se montaba en su espalda bruscamente y alborotaba su cabeza, Izuku perdió el equilibrio y terminó cayendo al piso junto con Tenko en su espalda.

— Tenko... Pesas mucho — Se quejó Izuku riéndose.

— Bu ¿Para que tienes este fornido cuerpo?

— ¿Para mantener buena salud?

— Respuesta incorrecta, es para cargar a tus amigos ya que no lo usas para las nenas.

— ¡Shimura-kun, estamos en el supermercado, no debes saltar así en las personas en un pasillo! — Iida vino justo detrás a quitarle de encima a Tenko.

— Oigan , encontré los froot loops — Oyó decir a Shoto.

Cuando Tenko se decidió a no fracturar su espalda con su peso, se incorporó y encontró a Shoto caminando hacia ellos con una caja de froot loops, por supuesto, Iida seguía regañando a Tenko y él fingía hacerle caso.

— Chicos... ¿Que hacen aquí?

— Vine a visitar a Iida en su trabajo y encontramos a Shoto sufriendo en una aburrida salida con su padre cerca, así que lo secuestramos para que no tuviera ganas de suicidarse — Dijo Tenko con su típico tono de burla.

— ¿Y por qué al supermercado?

— ¡Yo puedo explicarlo! Todoroki-kun quería saber cómo se compra en el supermercado — Iida respondió haciendo los movimientos robóticos de sus brazos, señalando a Shoto.

— Nunca había venido, es bastante práctico — El bicolor enunció, cuando se acercó a ellos.

— A veces olvido que eres un chico rico y mimado — Izuku se rió, recibiendo un leve golpe en el hombro de su amigo de cabello bicolor.

En su bolsillo, su celular vibró unas cuantas veces antes de parar. Le dió la espalda a Iida y Shoto, el primero le estaba hablando a Shoto sobre cómo funcionan las cosas en el supermercado como si alguna vez hubiera trabajado en el lugar. Estando suficientemente lejos revisó su teléfono, era un mensaje de Ochako.

De: Uravity

Tema: Auto

¿Te espero en el auto?

— ¿Haciendo las compras no? Como todo un hombre independiente — Miró a Tenko acercarse a su carrito, inspeccionándolo —. ¿Desde cuándo te gusta el mochi?

— ¡E-eso no! — Mierda. Detuvo sus palabras antes de proseguir —. digo, es solo un antojo, jaja — rió nerviosamente.

— ¿Mochi? — Preguntó Todoroki de repente —. Ese dulce japonés, siento que me recuerda a alguien...

— ¿E-en serio? — Deku preguntó esta vez, fingiendo incredulidad, quitándole el paquete de Mochis a Tenko y devolviéndolo al carro —. No creo que sea nada importante, solo es un dulce.

— No, en serio creo que me recuerda a alguien, lo tengo en la punta de la lengua — Shoto movió su mano a su barbilla, expresando un rostro pensativo.

— De verdad no creo que sea nada, no pienses mucho en eso.

— ¿Antojo de mochis de repente? — Esta vez fue Iida quien habló, el chico de lentes lo miró como si estuviera examinando su mente, tragó saliva y vio a Iida entrecerrar sus ojos antes de hablar otra vez —. ¿Por qué me sentiré tan nostálgico con esa oración?

El silencio gobernó entre ellos al instante, Shoto seguía con la mano en su barbilla pensativo y Tenya miraba a Izuku como si fuera un padre tratando de hacer que su hijo dijera la travesura que había hecho. Izuku se quedó donde estaba como piedra, no sabiendo como devolver el tiempo para evitar esta situación.

— ¿Por qué me siento fuera de lugar? — Tenko rompió el silencio mirándolos a los tres confundido —. Oigan, si ninguno va a pasar el chisme, me voy a sentir bastante ofendido al respecto.

— ¿Creo que era alguien de primaria? — Shoto seguía pensando en su propio mundo.

— ¡Oh, vaya! Creo que ya compré lo suficiente, será mejor que vaya a pagar antes — Izuku movió el carrito con el pie, estaba comenzando a sudar, —. Nos vemos luego, chicos, fue un gusto verlos ¡Adiós!

— ¿No quieres que te acompañemos a tu casa? Podemos pasar el rato — Tenko agregó.

— No, está bien, de todos modos estoy muy ocupado no creo que pueda ¡Pero gracias como siempre!

Respiró profundamente cuando supo que estaba lejos. Por suerte, no les había dado más razones para que sospecharan, los mochis no eran sospechosos, tal vez, solo había conseguido darles una razón más para preocuparse por él como aquella noche.

Cuando salió del super llevando las bolsas de compras le respondió a Ochako con su mano desocupada.

Ochako.

De: Deku-kun

Tema: Está bien

Te veo en el auto;)

Suspiró al ver su respuesta.

Se recostó contra el capó sosteniendo su celular contra su abdomen. Quizá había sido muy estúpido enojarse con él, no, de hecho lo había sido. Tenía que recordarse a sí misma que entre los dos, quien debería estar enojado con ella de por vida debería ser él. Pero él no mostraba ni rastro de ello. Y al contrario de lo que ella espera, solo la cautivaba más y más con su suave y adorable amabilidad.

Los signos del pasado y sus consecuencias aparecieron, ella trataba de pensar en que no estaban allí, pero Deku hoy demostró que allí estaban, solo siendo ignorados hasta que el momento en que tuviera que sacarlos a flote. El que Deku admitiera que no quería ser visto junto a ella cavó un hueco en su corazón, no era algo que quería oír, pero era algo que podía entender, estaba segura de que esas palabras eran las verdaderas por las que se había enojado.

Su celular vibró en su abdomen, se incorporó en el capó y miró el mensaje.

De: Tsuyu-chan

Tema: ¿Todo bien?

Estuvimos esperándote esta semana.

Ochako se mantuvo mirando el texto hasta que resopló, ahora mismo no quería lidiar con Tsuyu, pero no quería tener que lidiar con ella más tarde cuando estuviera más preocupada y se enojara con ella por ignorarla. Tenía que decirle lo que pasaba.

Por supuesto, Bakugou no le ha dicho que terminaron, en especial a Tsuyu. Supuso que quería dejarle ese asunto a ella, pero, Dios, ayudaría un poco si le dijera.

El sonido de unas llaves moviéndose unas contra otras llamó su atención, cuando miró al frente, Deku venía acercándose, tenía bolsas de compras en sus manos, y en una de ellas sostenía las llaves.

Sin decir una palabra, lo ayudó a guardar las compras en la caja del auto, sintió que él quería decirle algo en ese momento, pero prosiguieron con el silencio. De la misma manera, ambos entraron al auto en el sumo silencio.

Ochako abrochó el cinturón y jugó con las mangas de su suéter, hace un momento estaba decidida a disculparse y ahora tan solo para decirle una palabra se sentía como una cobarde.

Deku encendió el auto y comenzó su camino fuera del estacionamiento. En ese momento, Ochako sintió su celular vibrar nuevamente, esta vez con el tono de llamada. Ochako lo miró, dudosa, era Tsuyu, sabía que no tardaría en llamar ¿Que debería decirle si le contestaba? Aunque dijera que estaba bien, ella no se comería sus mentiras. Además, estaba un poco enfada con ella por no decirle sobre un asunto con Bakugou, que él mismo Bakugou le dijo cuando fue a recoger sus cosas. Aunque no lo suficientemente enfadada para odiarla, nunca podría odiar a Tsuyu.

Bajó el volumen del tono y lo ignoró, se dedicó a observar la ventana.

— ¿No vas a contestar?

El silencio fue roto por la voz de Izuku preocupada, volteó a verlo. Él estaba manteniendo su vista en el camino.

— Es Tsuyu-chan... Yo... — Ochako vio una vez su teléfono, nuevamente, Tsuyu estaba llamando —. No me siento bien para hablar con ella ahora.

— Pero... ¿Ustedes están bien, verdad? — Esta vez Deku la miró, preocupado.

— Si — Respondió. Jugando con sus manos, rió nerviosa —. Solo, hay algo que ella no me comentó y me lo ha estado ocultando hace mucho pero... Ya luego hablaremos y espero que todo vaya bien.

— Bien — Deku suspiró, y devolvió su vista al camino —. Espero no sea nada grave.

— Si. Yo también.

El silencio sucumbió nuevamente el auto, la castaña miraba la ventana, el paisaje cambiando y cambiando, nieve y más nieve en todos lados, carteles, autos, construcciones y edificios. Los nervios se estaban apoderando de ella, con el rabillo de su ojo miro a Deku, mantenía su concentración en el camino y sus manos en el volante.

Maldita sea ¿Desde cuándo era tan cobarde? ¿Era eso o Bakugou le contagió su inminente orgullo?

Giró su cuerpo bruscamente para dirigirse al chico peliverde, cerrando sus ojos por fin pudo decirlo

— ¡Lo lamento!

Pero al mismo tiempo en que lo dijo, lo escuchó hablar también.

— ¡Lo siento!

Ochako ensanchó sus ojos para luego fruncir su entrecejo, confundida. Ambos se miraron unos cuantos segundos, igualmente confundidos. Se sentó correctamente de nuevo en su asiento, miró a la ventana, luego, sin prevenirlo, ambos se estaban riendo.

Se miraron nuevamente, y volvieron a reír.

— Perdón — Ella dijo.

— Yo igual.

— Fue muy estúpido, y mi culpa — Ella volvió a decir.

— Solo fue estúpido.

— ¿Estamos bien?

— Estamos bien — Él rió, de una forma adorable.

Izuku.

Cuando estuvieron de vuelta, el ambiente parecía ser el mismo que era antes.

Él insistió en hacer el almuerzo solo, pero ella insistió en ayudarlo, esta vez, él se resignó a su terquedad, y descubrió lo buena que era cortando las verduras. Una vez más, los dragones aparecieron a revolotear y engullir su estómago cuando Ochako tocó su hombro mientras el lavaba los platos, preguntándole si estaba bien que usara la rozera.

Pero esta vez Izuku no quiso apartarlos, y disfrutó de la sensación que le provocaban esos animados dragones.

Había algo más allí, se preguntó cómo incluso después de sentirse enojado con ella y consigo mismo, en ese momento solo sentía un armonioso sentimiento de emoción y calma junto a ella. Ambos charlaron y charlaron, se rieron juntos y ella incluso le gastó una broma con la salsa, que huntó en su cara tomándolo por sorpresa, minutos después, la estaba correteando por la cocina para devolverle la broma entre risas.

Algo más allí.

Se sentía feliz. Junto a ella.

— ¿Después de secundaria tuviste tu primera novia? — Ochako preguntó desde el sofá, ella estaba cepillando su cabello y él estaba en el comedor encendiendo su laptop.

Estaban continuando su juego de preguntas anterior.

— Tuve citas con algunas chicas — Respondió serenamente tecleando algo en su laptop —. Todas fueron lo suficiente desastrosas como para no tener una segunda cita.

— Veamos, si hablamos de desastrosas, está la A, ¿Cuando terminará esta tortura que se hace llamar cita? Y B, No me veo con esta persona ni estando ebrio — Agregó moviendo el cepillo con sus manos.

— Hmm, yo diría la B y una C, ¿Cómo demonios Tenko me convenció de hacer esto?

— ¿Tenko? — Se rió entre dientes.

— Es un amigo, lo conocí en la universidad.

— Y tú amigo te consigue citas, no es tu amigo, es tu mejor amigo — Ochako dijo guiñando su ojo, Izuku rodó los ojos después de que ella dijera eso, en realidad Tenko le conseguía citas porque insistía en que el era como un ermitaño y que tenía que dejar la santidad y castidad algún día —. Bueno, tu turno.

— Oh, sí — Izuku despegó la vista de su laptop y pensó bien su pregunta, vino a su mente entonces una que se preguntaba desde la secundaria, y que siendo sincero, le picaba tanto la curiosidad al respecto —. Esto parecerá algo entrometido pero ¿Por qué empezaste a salir con Bakugou en la secundaria?

La vio, Ochako permaneció como estatua unos segundos. Luego le sonrió.

— Se que podemos preguntar lo que sea, pero necesito saber porque la curiosidad al respecto — Aludió, dejó el cepillo a su costado.

— Ustedes nunca hablaban, yo nunca ví que hablaran y luego de repente estabas saliendo con el... Fue algo, extraño...

Puede que la pregunta fuera algo estúpida, y que la respuesta era bastante simple: me gustaba Bakugou y quise salir con él. Mierda, si ella dijera eso no sabría si los años que estuvo sin verle la cara lo prepararon para esa respuesta.

— Deku, verás...

El knock-knock de la puerta escuchándose la interrumpió, antes de que él pudiera levantarse a acudir ella lo hizo.

— Yo voy — Le sonrió.

Se relajó nuevamente en el comedor, seguramente era Shinsou de nuevo a pedirle un videojuego o a pedirle una taza de azúcar.

Cuando ella abrió la puerta no escuchó a nadie decir nada, ni siquiera a ella. Frunció el ceño y miró en su dirección, Ochako estaba de espaldas y mirando a quien sea que estaba del otro lado como si hubiera visto un fantasma, se hizo a un lado y abrió más la puerta.

Entonces ellos entraron.

— Hola, Midoriya-kun — Dijo Iida, con el tono serio de su voz mirándolo, entonces volteó a mirarla — Y... Uraraka-kun.

No es cierto.