Nombre completo: Brenna Ahern

Cumpleaños: 12 de Diciembre

Signo Zodical: Sagitario

Curso: 7º año

Profesión: Alumna

Casa: Leviatán

Sangre: sangre impura, hija de muggles.

Rango Social: Medio

Sexo e Inclinación: Mujer. Bisexual, aunque me decanto más por los hombres.

Altura: 1'60 cm

Peso: 60

Color de cabello: azul violáceo

Color de ojos: chocolate

Pericias: (lo que sabe hacer bien)

Punto débil: (lo que no sabe hacer)

Gustos: Suele vestir pantalones y ropa cómoda, pero en ocasiones es capaz de aparecer más hermosa de lo que usualmente deja ver.
Tiende a comer dulces, chocolate y pastas, es de lo que más gusta, y a pesar de que sabe que le puede destrozar la línea, sigue cayendo en las dulces tentaciones, que siempre la hacen flaquear.
Adora leer, dibujar, escribir, ver cine muggle, y muchas más cosas de las que ha sentido atracción.
Le gusta mucho el licor de mandrágora, la hidromiel fresquita, la cerveza de mantequilla, y bebidas muggles como el chocolate caliente o la bebida llena de gas que ronda el mundo entero.

Desagrados: No le fascinan demasiado los deportes, pero a veces se entretiene viendo algún partido de Quidditch, sobretodo le gusta ver cómo vibran los jugadores y los espectadores, y se siente fascinada por el trabajo duro de los que cruzan el campo peleando por la victoria.
Le gusta casi toda la comida excepto cosas como el hígado, los sesos y demás, y adora las cosas dulces, como el chocolate o las pastas.
Le irritan las mentiras, que la dejen de lado, que la critiquen a las espaldas… Prefiere más de mil veces que la hieran diciéndole lo nefasto a la cara que tener que enterarse por su propia cuenta.

Personalidad: Es cariñosa con aquellos a los que guarda en su corazón, adora a los pocos e importantes amigos que tiene, y nunca los abandonará en sus delirios, aun bien chocará a veces con los más distintos a ella en carácter.
Es bastante cabezota y muy despistada, y cuando se trata de estudiar o de llevar a cabo algún trabajo, suele distraerse con cualquier cosa, aún así lo intenta una y otra vez hasta que, extenuada, consigue su proposito, aún cuando le lleve demasiado tiempo.
Se pasa media vida soñando despierta, es romántica y suele escribir en unas cuartillas que siempre lleva consigo, incluso a veces, en alguna aburrida clase de pociones o de lo que le dé quebraderos de cabeza, saca a escondidas su vieja y amarillenta libreta, y escribe, intentando que no la descubran.
Tiene algún que otro conflicto interior que a veces la posee y la hace sollozar lánguidamente, lamentándose.
Físicamente es muy normal. Tiene el cabello negro y algo ondulado, bastante rebelde al querer dominarlo.
Los ojos, de color chocolate, miran vacíos a su paso, sumergida en sus fantasías, la piel, algo blanquecina y sensible, tiene algunas cicatrices algo borrosas, y algunas quemaduras. La cara es un poquito regordeta en la que casi siempre nace una media sonrisa, algo triste y seria, pero que sonríe risueña cuando está con los que quiere y la hacen olvidar por pocos instantes su extraña existencia, que a veces se cuestiona.
Es algo rellenita, y con la autoestima algo baja se ve siempre peor de lo que la ven los demás.
Suele ser algo descuidada al vestir, siempre lleva la falda con un broche pequeño con forma de hada sujetando donde la pieza de tela se une, Suele llevar el chaleco abierto, sin abrochar ; sentir algo que la está ahogando no forma parte de lo que más le atrae.

Historia: Es hija de muggles, y su vida no es feliz. Sus padres no se quieren y están envueltos en contínuas discusiones, ella es hija única (o al menos así lo cree) y se siente muy sola.
Desde jovencita se sintió en un mundo en el que no encajaba, y en múltiples ocasiones la rodeaban sucesos inexplicables, de los cuales supo lo que significaban el día en que recibió la carta de Salem, explicándole lo que nunca sospechó.
La oveja negra de la familia, la hermana de la que sus padres jamás hablaron, se presentó ante ella, viendo una réplica casi exacta aunque con 10 años más ; como un ángel redentor vino a por ella, llevándosela consigo al mágico mundo donde podría ser feliz, sin remordimientos ni pena. Y durante muchas horas, muchos días, hablaron, conociéndose hasta tal punto que sabían exactamente qué sentían la una y la otra con tan sólo mirarse en el espejo de sus ojos.
Brenna tiene 17 años, 18 en diciembre, y cursa 7º año. El sombrero seleccionador la dispuso en la casa Leviatán, donde, a pesar de no ser muy buena estudiante, demostró su valía trabajando duro y casi sin descanso.

Su hermana, en contra, ingresó en Quimera, hogar de los más valientes, y también de los que más presión soportan sobre sus hombros. Y, a pesar de no haber descansado en la misma casa y de ser rivales, se tratan con mucho cariño y respeto ; no por ello dejan de tener rencillas, aunque, al fin y al cabo, es lo más lógico.

Mascota: lechuza blanca

Datos Anexos: La clase que más detesta es Vuelo, pues le aterra las altitudes y tener que volar ; odia al tutor que les da esa clase, pues suele dejarla en ridículo en numerosas ocasiones. La que más le gusta es la de estudios muggles y la de pociones, pero no precisamente por el estudio de las extrañas pociones, sinó por una causa que suele guardar con ella: El maestro que imparte la clase, que es el que la hace derretir.