En el centro de un parque, apenas iniciaba el día, se encontraban tres mujeres con maletas.
Así que aquí es Rammstein, ¿no es maravilloso? ¿Mature? ¿Vice?
Sí, pero tranquilízate Selene, pareces como si nunca hubieras viajado
No digas eso Vice, es que es la primera vez que ve algo tan bonito
¿Nunca habías visto algo así? Bueno, disfrútalo. Mature y yo hemos estado aquí varias veces
¿En serio?... claro, con eso de que son las asistentes del jefe deben de venir cada año
¿Cómo es que adivinas mi pequeña?
No lo se, creo que es algo natural, Vice
Ante tal contestación las tres amigas se empezaron a reír, tomaron un taxi y llegaron a su lujoso hotel en Rammstein. Las jóvenes inmediatamente se dirigieron a la recepción y pidieron su reservación, subieron su equipaje y al momento de entrar a su habitación.
Esto es enorme, esto no es una habitación es un departamento – decía la joven peliazul muy impactada por el tamaño de la habitación – ¿cómo es posible?
No te exaltes Selene, es solo la suite de lujo, siempre la pedimos todos los años
Además solo estas viendo la entrada, aun falta ver donde vamos a dormir
Esto es demasiado grande, incluso para una cuadrilla – no dejaba de maravillarse
Vamos, se que es grande pero no tanto ¿o si?
Pues no lo sabrá hasta terminar de ver la habitación
Leona se sentía como una pequeña niña ingenua en una gran caja de juguetes, estaba muy alegre e impresionada. Tubo un recorrido por parte de sus compañeras, nunca se había dado cuenta de que tan grande y maravilloso era un lujoso hotel, solo estaba en ellos mientras espiaban a alguien en alguna misión.
¡Qué maravilloso! Y díganme ¿qué haremos primero? – decía aun entusiasmada
Tranquilízate un poco y veremos el itinerario
Tiene razón Mature. Selene no te apresures, si, y dinos lo que haremos
Déjame revisar – sacó un portafolio, lo abrió y empezó a leer- según esto, hoy llegarán los representantes y se estarán registrando, habrá una pequeña celebración de bienvenida esta noche…
¿Ah? Que aburrido
Silencio Vice, deja que termine, Selene ve a la parte importante, por favor
Si… – continuó la chica – mañana, en la tarde, se efectuará la gran reunión
Entonces será hasta mañana
Eso quiere decir que tenemos toda la tarde y noche libre
Si… esperen… ¿no asistiremos a la cena de bienvenida? – preguntó Leona
Claro que no Selene, esas cosas son muy aburridas
Te lo decimos por experiencia
Entonces que haremos, ¿Mature? ¿Vice?
Tu solo arréglate y ponte el vestido que compramos porque saldremos
Pero…
Ningún pero, tú solo prepárate
Las señoritas convencieron a la chica, ahora no tan fría, de que se alistará y no se preocupara.
¿Qué estarán planeando? ¿qué haremos? ¿Dónde iremos? – eran las preguntas que rondaban en la mente de Leona
¡Vamos Selene, reacciona y apúrate! – le gritaban
La chica no entendía por lo que se alistó a prisa para así intentar entender mejor a sus amigas.
¡Ya estoy lista! – expresó la joven militar
Muy bien
Ya que estamos listas, salgamos
¿Pero a donde? – seguía en duda
¡Al centro de la ciudad!
Las señoritas salieron de su hotel y tomaron un taxi que las llevó al centro de la ciudad.
¡Hemos llegado! – dijo la mujer rubia
¿A dónde? – interrogó la peliazul
Pues al centro comercial más grande
¿Otra vez en un centro comercial?
¿Qué? – dijo la pelinegra
No nada – termino de decir la más joven
Así fue como fueron de compras pero solo por un breve momento, tan breve que no se lo esperaba Leona, realmente le sorprendió estar solo media hora, a diferencia de la primera vez que la llevaron de compras donde estuvieron por casi toda la tarde, pero ellas ya conocen la ciudad por lo que ya no lo sintió tan extraño. De ahí se fueron a recorrer toda la ciudad, Mature y Vice hicieron de guías turísticas para la chica, era grandioso. Las amigas de la recluta no se comportaban como de costumbre; era como si la estuvieran mimando, consintiendo; era realmente extraño, ellas siempre habían bromas pero nunca perdían la compostura, siempre comiendo en lugares elegante, mínimo en un café, pero ahora compraron comida para llevar y así no estropear el gran recorrido. Todo era magnifico, Leona era más feliz que nunca.
Que divertido es todo esto, parecen como vacaciones, me gustaría que el comandante Heidern estuviera aquí… - fue cuando Leona recordó su misión - … pero al final volveré y seguiré adelante… no importa
¿En que piensas, Selene?
Te vamos a dejar a tras si no te apuras
¡Si! Ya voy – dijo la chica con entusiasmo en lo que pensaba – aunque esto termine lo recordaré por siempre y se lo contaré al comandante, pero… - la verdad comenzaba a haber conflicto en el corazón de la joven pero por otro lado había alguien mirando
¿Qué pasa Selene?
No, nada me pasa Mature, solo recordaba que después… - hablaba disminuyendo su tono de voz
Vamos dilo
Ya déjala Vice, que yo se lo que la alegrará
En eso las tres señoritas llegan aun parque que tenía mucha gente.
¿A dónde nos trajiste? – preguntó con gran curiosidad la adolescente
Hoy es el concurso de bandas aquí, en Rammstein, y todos saben que es realmente espectacular – dijo Vice
Aquí vienen a tocar bandas importantes y si eres nuevo es un buen lugar para hacerte popular – agregó Mature
¡Wow! Yo no sabía de un espectáculo como este, ¿podemos quedarnos?
Esa es la idea
Fue como las tres se quedaron escuchando a las bandas. Mature y Vice disfrutaban de la música, a veces gritaban como un par de adolescentes, en otra una chicas les taparon la vista pero no se dejaron por lo que las quitaron aunque después volvieron para buscar pleito pero justo a tiempo llegó un policía, aunque no ayudó de mucho porque Mature y Vice los vencieron de un golpe a todo aquel que las tapaba la vista, Leona solo reía cada vez que ellas hacían alguna tontería. En otra, un chico trasto de invitar a Leona, la cual le iba a dar su merecido pero no se esperaba que lo hicieran antes Mature y Vice, todo era tan divertido.
Así paso el tiempo hasta anochecer, aunque era temprano ya se podía observar la luna, una bella luna llena de fondo.
Miren ya es algo tarde
Y ese milagro tuyo, Vice, tu nunca ves tu reloj
Ja, ja, ja, muy gracioso de tu parte, Selene
Ya dejen de pelear… - Mature fue interrumpida por el grito de las chicas de la multitud
¿Y ahora que? – se dijo Vice
No lo se, parece ser otro cantante – le contestó su amiga – vamos a escucharlo
Las muchachas se quedaron observando pero por la multitud no podían ver al cantante, únicamente podían escucharlo. Mature y Vice querían saber quien era hasta se pararon sobre unas chica mientras que la joven de Leona solo cerraba los ojos para escuchar con el corazón aquella canción.
