¡Hola!
Otra de mis múltiples traducciones... Me estoy empezando a aficionar a esto xD Bueno, esta vez se trata de una pareja rara... Itachi y Hinata n.n Y antes de que me tiréispiedras por esta extraña pareja... os recomiendo que leáis esta traducción, en que he tratado de adaptar el magnífico fic original, Ten words to one kiss, obra de una autora de la que he traducido otro fic antes, Uchiha Yumi. Muchas gracias desde aquí por dejarme traducirlo :-)
Disclaimer: Naruto no no pertenece, ni a Uchiha Yumi nia mí.
DIEZ PALABRAS PARA UN BESO
Un beso.
Había sido sólo un beso.
Él, sencillamente, había posado sus labios en los de ella y lentamente había transferido el calor de todo su cuerpo al de ella.
Nada más, nada menos. Ninguna otra pasión, ni emociones lujuriosas, ni nada.
Pero la asustó de todas formas. Y ahora, años después, ella aún no podía olvidar aquel acontecimiento.
¿Por qué?
Tal vez porque había sido él, el monstruoso Uchiha Itachi, quien la había besado.
O tal vez porque realmente había sido su primer –y único- beso.
La verdad era, de todas maneras, aquel inocente contacto de labios ocupó su mente entera durante días, semanas y meses, cada recuerdo de aquello se reproducía una y otra vez en su mente.
Incluso aunque, después de mucho tiempo, la mayoría de los detalles hubieran empezado a difuminarse.
"¿Qué fue lo que sentí?" se descubría a sí misma preguntándose a veces.
Y a menudo, mientras una acometida de pensamientos incoherentes competían en su mente, sólo diez palabras frágiles afloraban a la superficie.
Insustancial.
Como el brillo del sol un día nevado, como la efímera vida de una bella mariposa.
Como su encuentro accidental cuando ella estaba en una misión de recuperación.
Repentino.
Como un huracán en verano, como un trueno en mitad de un día soleado.
Como sus delgados brazos empujándola contra la pared.
Temible.
Como una puerta cerrándose de golpe en medio de la noche, como esas horribles figuras que la débil luz arroja sobre las sábanas durante una tormenta.
Como la malvada sonrisa curvando sus labios.
Temblor.
Como el leve sonido de una cristalería sacudida por un terremoto, como una pequeña hoja a la merced de la brisa otoñal.
Como sus minuciosas piernas levemente separadas por la rodilla de él.
Cálido.
Como el acariciante sol de vacaciones, como el fuego fulgurando en la chimenea.
Como su respiración en la inflamada piel de ella.
Palpitante.
Como el corazón puro de un bebé, como el sentimiento de ser abrazado contra el pecho de otro.
Como la sangre caliente recorriendo las venas de ella.
Blando.
Como una almohada de plumas, como una bufanda de lana a finales de diciembre.
Como los labios hinchados de él situados sobre los rosados de ella.
Fascinante.
Como un maravilloso paisaje que te deja sin respiración, como la magia de una noche estrellada.
Como el sentimiento en espiral que envolvió su cuerpo.
Abrumador.
Como la insignificancia del género humano comparado con la enorme naturaleza, como un río desbordado que rompe las barreras.
Como las acometidas de una sensación dichosa que sacudieron su alma inocente.
Absurdo.
Como un baño en un lago congelado, como una persecución sin sentido a través de campos y árboles al inicio del ocaso.
Como las húmedas, chispeantes gotitas que descendían por las mejillas de ella mientras él se apartaba y desaparecía para siempre.
Pero no eran más que diez palabras.
Diez anodinos grupos de letras sin sentido.
Incapaces de describir siquiera el más leve pedacito de lo que Hyuuga Hinata sentía de veas.
Algo que se había marchado para no volver jamás.
