Que Dios te bendiga
Por: Xelli
Caminar por estas grises calles me hace pensar mucho, no he intercambiado palabra con Al desde que llegamos apenas hace una hora, probablemente esté preocupado por mí; sonrió ante esa ironía estúpida, es justo su estado lo que me perturba y a su vez él desconoce ese pesar en mí, por ello me trata así, cree que dejándome cavilar me siento mejor, lo cierto es que sólo me hace centrarme en lo miserable que me siento y lo incompetente que me he comportado para con Al. Lo primero que pasa por mis pensamientos es él, imaginar cómo pudo seguir su vida felizmente sin que su "irresponsable hermano mayor" interviniera diciendo tonterías: "reviviremos a mamá Al", "tenemos que estudiar alquimia Al", "no te preocupes Al" …perdóname Al.
¡Oh perfecto, un "mendigo" más en la vida, un hombre "desvalido" pidiendo una moneda, pero tiene un sistema interesante, estira su mano a los peatones rogando por una limosna, si no le dan ni la mirada sólo dice sereno: "Que Dios te bendiga," eso hace que las personas atormentadas por su conciencia se giren a darle una miseria. Lo intenta conmigo, no puedo menos que reírme en mis adentros al escuchar su reclamador cántico.
-…Que Dios te bendiga, joven-
Me detengo, Alphonse también, se ve preocupado por lo que yo pueda hacer. Le muestro al sujeto una expresión un tanto incierta, algo como retador y procurando hacer que compele mi mirada. Se lo que deseaba conseguir con esa frase incubierta de penurias pero sólo ocultando un sutil insulto; sus palabras que abruman mentes son sólo el disfraz de sus propios cargos de conciencia, no es más que un pecador ante los ojos de su "Dios" por valerse de esos versos cristianos.
-Que Dios lo bendiga también…-
Que la mentira calme la poca alma que me queda dentro, mi insolencia es mi único refugio y protección, ser engreído y pedante es lo único que no me deja caer en una calle a suplicar por la lástima de las personas vacías de la ciudad.
-..Nii-san..-
La voz de Al se hace presente al cabo de unos pasos que doy siguiendo mi camino.
-¿Qué pasa?-
-¿Estás bien?-
-¿Acaso no debería de estarlo?-
Me molesto conmigo mismo, ¿qué no puedo hablar decentemente con mi hermano, sin tener que contestar a sus preguntas con interrogantes sin sentido que salen de mi boca.
-…Todo está bien Al-
-Oh nii-san…si te sientes mal podemos hablarlo-
-Al…-
Esa carcajada descarada resonó en mis adentros, cómo puedo ser tan cerrado, pensar y pensar solo en mis mismos pensamientos, sencillamente no me percaté de su aflicción verdadera, él sabe lo que llevo dentro de mi alma lastimándome a cada paso silencioso que doy, y eso es lo que más he querido disimular…engañándome a mí mismo, predicando una falsa superación para mí, para los demás, y sólo calmando mis resentimientos para conmigo; mi pobre hermano, él es mucho más "humano" de lo que yo podría llegar a ser jamás, ¿qué es un cuerpo sin alma como el mío después de todo, Al conserva su alma, lo importante. Bromeo como siempre que esta apunto de romperse mi coraza, le tranquiliza mi efímera alegría y así proseguimos, ¿qué nos queda?...¿qué nos bendiga Dios?
