Atención: Sé que todos ya lo sabéis de sobra pero, como escritora de fics, tengo la obligación moral y legal de informaros de que Naruto pertenece íntegramente a Mashashi Kishimoto. Estoy pensando muy seriamente en comprar el personaje de Kakashi para uso propio… ¿cuánto pensáis que me puede costar eso? Tiene pinta de caro… XD.

Para leer correctamente el fic:

-Sakura y Kakashi hacen la mejor pareja.- Narración normal.

-"Sakura y Kakashi hacen la mejor pareja".- Pensamientos.

-Sakura y Kakashi hacen la mejor pareja.- Diálogo.

-"Sakura y Kakashi hacen la mejor pareja".- Recuerdos.

-"Sakura y Kakashi hacen la mejor pareja".- Sarcasmo o titulo de algo, por ejemplo un libro.

Nota de disculpa: Perdón por tardar tres semanas en actualizar… estoy de exámenes en la universidad y tengo mi cabeza hecha una mierda… El próximo cap tardara un poco en llegar pero no me olvido de vosotras, ¿OK?

Reviewrs: Alexiel de Merak, Arhen, Aradio Akimichi, Marion Asakura, Naoko Andre, Lin Hashimoto, Polaris, Temari-Shikamaru, Maky Kaos, Sakura-Corazón, Dilakua, NemHina y Lis. Doumo arigatou gozaimasu.

Respuestas;

-Vale Alexiel, para ti enterito Genma… ¡te lo guardo! XD. Si es que esto de las parejas… os gusta, ¿eh? Por cierto… ¡no sabía que gustara tanto fan de la pareja Temari-Shikamaru! Y yo que aquí le pongo con Ino… bueno, veremos que ocurre… (jejeje). En este fic todo puede pasar…

Gracias por todos vuestros ánimos y por vuestras preguntas… Naoko Andre, la respuesta para ti está en este capitulo – buena observación! – ah! Y Temari-Shikamaru… ¡tienes muy buen ojo! Si sigues leyendo el fic entenderás por qué te digo esto… jeje, ¡que misteriosa estoy hoy! Por cierto, no dije nada sobre la situación actual de los de la Arena porque es que creo que ni los nombré en Fighters… así que como iban a salir en las secuela me pareció más interesante omitir datos y que vayáis viendo, poco a poco, como son ahora; más o menos he hecho algo parecido con Sakura y Kakashi

¡Ah! Una última cosa antes de empezar con el fic… ¡POLARIS! ¿Cómo que Kakashi tuyo? ¡Fans del macizo enmascarado a por ella! Jajaja XD.

Resumen capitulo anterior: Después de seis duros años entrenando a Naruto le van a nombrar Hokage. Antes de la ceremonia surge un problema y se ve obligado a mandar a Shikamaru y a Sakura a una misión: ésta es en la Arena.

DREAMERS.

2. ¡Llegamos a la Arena! ¿Qué nos esperará allí?

Aquel día ninguno de los dos esperaba que le asignaran una misión y mucho menos de ese calibre. Ante el apremio del trabajo, tuvieron que ponerse en marcha en seguida: se equiparon con lo básico y se marcharon, esa misma mañana, de la villa. Sabían que el viaje sería bastante duro.

No, sin duda, el verano no era la mejor estación como para dirigirse a la aldea de la Arena; un calor sofocante, casi inaguantable, y ellos camino hacia el desierto.

Sakura comenzaba a notar como el cansancio hacia mella en su cuerpo: "maldito calor…" se decía secando su frente por el sudor. Para evitar la deshidratación y el desfallecimiento, ambos tenían que alimentarse continuamente; tomaban, sobre todo, muchos líquidos – muy ricos en potasio, por cierto- sin embargo, aquello, no pareció sentar muy bien a la muchacha… comenzaba a sentir nauseas.

Para que la joven se olvidara, al menos momentáneamente, de sus malestares Shikamaru quiso entablar una charla de amigos con ella, nada de trabajo; así al menos se entretendrían hasta llegar al país del Viento y harían el viaje mucho más agradable.

-Ino no sabe que estoy en una misión.- dijo de pronto el joven Nara provocando la inmediata atención de Sakura. – Bueno… quizá a estas alturas ya se haya enterado.

-¿No se lo has dicho?– preguntó la jounin algo mejor de sus dolencias pero todavía mareada.- Cuando regresemos a Konoha si que vas a tener "verdaderos problemas".

-¿Tú se lo has dicho a Kakashi? – mientras hablaban, continuaban yendo hacia la aldea secreta.

-No, pero porque él está también en una misión…- respondió de inmediato.- Ya se lo comentarán Naruto o mi madre.

-Yo le he pedido a Chouji que se lo dijera de mi parte: tengo la excusa de la urgencia del trabajo…

-Ya… ¡menuda excusa más buena! – rió la chica.- Ni Kakashi hace algo así, por favor… - ambos se miraron con complicidad.

-Además, si le digo que me voy a la Arena se pondría histérica… ya la conoces.

-Celos, ¿eh? – dedujo Haruno.

-No soporta verme con Temari.- admitió el jounin.

-¿Y eso por qué crees que será, Shikamaru? – preguntó sarcástica Sakura.

-No lo sé.- mintió el muchacho.

-¡Venga ya! – añadió espontánea la joven.- Si hasta te has presentado voluntario…

-Puede ser…- Nara comenzó a sincerarse.- las mujeres sois problemáticas pero también muy listas… - y acabó confesando.- Si voy es para saldar una deuda.

-¿Deuda? ¿Te refieres con Temari?

-Hai. Esa "loca" me salvó de una muerte segura y, después, me hizo abrir los ojos con algo que me dijo… No puedo seguir con mi vida como si eso nunca hubiera pasado; simplemente no puedo olvidarlo. - terminó concluyendo.

-¿Sólo eso? – preguntó curiosa Haruno mientras miraba a los ojos de Shikamaru fijamente. En ellos averiguaría la verdad.

-Por supuesto.- contestó el jounin alejando todas las dudas de Sakura; le dolería tenerle que contar a su amiga que su novio estaba enamorado de otra. Afortunadamente no era el caso.

-Eres muy noble, Shikamaru.- deliberó la chica sonriendole amistosamente.

-Je.- sonrió Nara.- Y tú, Sakura, para ser mujer no eres demasiado problemática. – ambos estallaron en risas. Pronto llegarían a su destino.

Tardaron exactamente tres días en llegar; justo como había calculado Shikamaru. Nada más alcanzar el portal de entrada, aparecieron un gran número de shinobis. Entre ellos, una cara conocida: la de Temari.

-Justo a tiempo.- saludó la rubia dirigiéndose a los chicos de la Hoja.- Os estábamos esperando. – Shikamaru y ella se miraron fijamente. Sakura tuvo la extraña sensación de que aquel último comentario, a pesar de que habló en plural, tan solo iba dirigido a su compañero. Sin embargo ese no era el momento de sacar conclusiones precipitadas. Ellos dos eran bastante amigos, era lógico que existiera una mayor confianza entre ellos… Por un momento se sintió fuera de lugar y tosiendo, para hacerse notar, añadió.

-Salimos de Konoha inmediatamente después de que descifráramos vuestro mensaje. – consiguió atraer la atención de ambos.

-Al parecer necesitáis ayuda inmediata y el Hokage nos ha enviado a nosotros.- agregó Shikamaru con bastante naturalidad. La jounin de la Arena asintió.

-Nos envía a un "vago llorica" y a una "cría mimada". En fin, mejor esto que nada…- dijo Temari sonriendo y cruzando sus brazos. Nara y Haruno no se tomaron, en absoluto, mal sus palabras; sabían que era su forma de agradecer su pronta asistencia. Ellos se rieron ante el "insulto".- Bien, ya que estáis aquí: pongámonos manos a la obra. – los de la Hoja comenzaron a escuchar atentamente. Ahora que estaban en aquella aldea debían trabajar en equipo con ellos. Cualquier orden de Gaara tenían que cumplirla mientras que no pusiera en entre dicho la política de Konoha, por supuesto.- Sakura, sé que tú eres médico; ¿te importaría pasarte por el hospital, ahora, para atender a los heridos? Acabamos de tener otro ataque y esta vez ha sido en un colegio; hay muchos niños lastimados.

-Claro.- afirmó de inmediato la chica: "qué clase de gente puede atacar a unos niños…" pensaba triste y enfadada.

-Gracias; mis camaradas te acompañarán.- agregó Temari señalando a los demás ninjas que iban con ella.- Mientras iremos explicándole a Shikamaru la situación. Después, os reuniréis con Gaara. ¿De acuerdo?

-Hai. – contestaron los jounins al momento. Acto seguido todos se desperdigaron: tenían mucho por hacer.

Sakura llegó en seguida al hospital y lo que vio la dejó totalmente impactada: niños heridos por toda la sala, enfermeras yendo de un lado a otro sin parar, auxiliares desplazando las camillas para dejar paso a los nuevos enfermos… todo allí era un gran caos. Afortunadamente, ninguno de los infantes corría peligro: tan solo eran leves contusiones. Por lo que la joven aprovechó para centrarse en la recuperación de los más graves.

Le habían comentado que, en alrededor de una semana, habían tenido más de tres atentados a gran escala: comisaría, centros comerciales y un colegio habían sido el blanco escogido por los terroristas. Aún no habían recibido ninguna notificación oficial pero deducían, a través de pintadas en algunas calles de la aldea, que se trataba de varios extremistas que no querían a Gaara como Kage de la villa.

Estimaban que los afectados habían sido setenta personas; sesenta heridos y diez muertos. Todos los fallecidos fueron shinobis y de alto nivel: "no me extraña que hayan pedido refuerzos. Han provocado el pánico y el desorden por toda la ciudad y aún no tienen idea alguna de quien ha podido ser. Como siga esto así, la aldea puede acabar muy mal". Sakura no se lo podía creer; ¿tanto podía molestar que Gaara fuera el Kazekage, ¿ocurriría lo mismo con Naruto en la Hoja?; rezaba para que no fuese así.

Estaba acabando de examinar a un paciente cuando vino a buscarla, para llevarla al despacho del Kage, otro jounin.

-¿Cómo vas? – le preguntó el shinobi.

-Kankurou-san…- dijo Sakura saludándole sonriente.- En seguida termino. Temari-san me mandó a curar a unos enfermos pero nunca imaginé que pudiera haber tantos; es terrible lo que está ocurriendo.

-Hai…- añadió de acuerdo con las palabras de la chica.- Por cierto, ¿nos conocíamos? Me suena tu cara… - Sakura se quedó a cuadros: ¡no la había reconocido!

-Si… Nunca nos presentaron oficialmente pero coincidimos en el examen de chuunin; ¿recuerdas ahora?

-¿Hiciste el examen conmigo? – a la joven comenzaba a caérsele una gota de sudor por la frente.

-Yo era la compañera de Naruto y Sasuke.- la paciencia se le estaba agotando.

-¡Ah, ya! La amiga del Uchiha y del que ahora es Hokage, ¿no? – esto era indignante. ¡Se acordaba de ellos y de ella no! ¡Cómo se atrevía! Se preguntó a cuantos les pasaría lo mismo que a él; Naruto y Sasuke fueron siempre los protagonistas, ella estaba detrás de ellos. La palabra inútil se le comenzaba a cruzar por la mente hasta que el jounin añadió- Cuánto has cambiado, ¿no? Ahora eres médico por lo que veo…- empezó a observar el trabajo que estaba haciendo.

-Sí, comencé a entrenar bajo las órdenes de Tsunade-hime. – explicaba Sakura todavía algo molesta.

-¿La princesa de las babosas? Entonces debes de ser buena… - ella sonrió agradecida por ese gesto; denotaba confianza en sus habilidades.- ¿Qué especialidad? – Sakura abrió sus ojos sorprendida; ¿aquello era interés? ¿Un jounin de la Arena podía ser así de amable?

-Genjutsu. – contestó esperando la respuesta del otro.

-Impresionante… - Sakura le sonrió de nuevo. Habían empezado con mal pie pero la cosa iba mejorando por momentos. Parecía un tipo agradable; la verdad que nunca lo imaginó así de comunicativo.- Hacen falta médicos por aquí: tu ayuda será muy beneficiosa para toda la Aldea. - ella asintió: presentía que se iban a llevar bien. – Bueno… pues si ya has acabado deberíamos marcharnos. A Gaara no le gusta que le hagan esperar… - y comenzando a recoger sus cosas, Sakura contestó.

-Entonces no se llevaría nada bien con Kakashi.- "¿Kakashi?" se quedó pensativo el jounin de la Arena… "¡ah! Kakashi-Sharingan Su maestro…". Juntos se marcharon de la clínica; debían ver al Kazekage.

Mientras hablaban animadamente sobre el entrenamiento que habían recibido estos años, Kankurou y Sakura se encontraron con Shikamaru y Temari: estaban esperándoles para entrar en el despacho. Una vez reunidos, pudieron comenzar la audiencia.

Gaara, sentado en la mesa de los Kages junto a su mujer Lin (NDA; ¡sí! Gaara se casó con una de nuestras lectoras… jeje), esperaba posibles soluciones para los problemas de su aldea. Nara comenzó a hablar…

-Necesitamos más tiempo para saber con exactitud que está pasando. No me gusta deducir sin tener las cosas más claras en mi cabeza. – el jounin se tomó una pausa para seguir con sus reflexiones.- Dependiendo de donde y cuando sea el próximo atentado ya nos iremos acercando a la verdad. De momento, continuaremos con la investigación. – el Kazekage se le quedó mirando sin estar muy conforme con su respuesta pero, la verdad, es que en medio día que llevaban en la aldea no se les podía exigir más. No quería admitirlo pero confiaba en los ninjas de Konoha. En su memoria vino la imagen del joven Uzumaki…

-De acuerdo.- habló el Kage.- Temari; tú irás con el estratega (Shikamaru) y seguid indagando. Si hay un traidor entre nosotros quiero saberlo.

-Hai.- contestaron ambos jounins.

-Kankurou; tú ve con la mujer médico (Sakura). No quiero perder a más gente y no solo estoy hablando de shinobis. – otro "hai" se escuchó en la sala.- A partir de ahora comienza vuestra misión.

Llevaban varios días en la aldea y todavía ni rastro de los amotinadores: no sabían si era a causa de la presencia de los ninjas de la Hoja o simplemente era que habían dejado de actuar: Shikamaru desechó esta última posibilidad de su cabeza. Junto con Temari, estuvo investigando por toda la villa pero nada. El joven Nara no daba crédito a lo que estaba sucediendo; ¿cómo era posible? De la noche a la mañana parecía que cualquier huella hubiera sido borrada: aquello comenzaba a inquietarle. Tanto su mente como sus instintos le estaban dando a gritos una respuesta que no le gustaba nada: un traidor, tal y como se temía Gaara. No quería pensarlo pero las pruebas, o mejor dicho, las "no pruebas" le estaban llevando a tomar aquella deducción. Era casi imposible no tener nada en claro a estas alturas; los equipos jounin llegaron tarde a todos los atentados, no pudieron interceptar ni uno de los ataques por no hablar de la clara desorganización que llevaban entre ellos… Al parecer no solo reinaba la anarquía en los ciudadanos sino también en los shinobis. "Esto no me gusta nada. Si hay un topo tiene que estar infiltrado, por fuerza, en un puesto muy elevado: es alguien que pueda dar ordenes directas… ¿Un capitán jounin? ¿Alguno del Consejo o el Senado?" especulaba Shikamaru en su posición habitual "todavía no lo sé, pero no tardaré en averiguar".

Por otro lado, ocupándose del bienestar social, Kankurou y Sakura vigilaban las calles de la villa esperando a que ocurriera algo anormal… por supuesto, nada sucedió. Pero, aquellas patrullas les sirvieron para conocerse un poco mejor... Mientras charlaban, Sakura sintió como un escalofrío en todo su cuerpo; algo iba a ocurrir, lo percibía.

-Kankurou-san, ¿lo has sentido? – preguntó la mujer mirando a su alrededor. Estaba lista para cualquier posible ataque.

-¿El qué? – el jounin no sabía a que, exactamente, se estaba refiriendo Sakura. De pronto pareció comprender – Hace frío.- un viento helado apareció: los cuerpos de ambos comenzaron a entumecerse. – Hace frío.- repitió- y estamos en verano… ¿cómo es posible?

-Me parece que en seguida tendremos la respuesta…- los dos jounins vieron aparecer ante sus ojos un ciclón enorme. Ante el asombro, Kankurou solo pudo preguntar…

-¿De dónde ha salido eso? – el aire cada vez soplaba con mayor intensidad; los cuerpos de ambos ninjas estaban retrocediendo debido al fuerte huracán.

-¡Es ninjutsu! – exclamó Sakura cubriéndose la cara con sus brazos. A través del viento, la arena de la calle se le estaba metiendo en los ojos: su visibilidad estaba casi mermada. A Kankurou le estaba sucediendo lo mismo también.

-¡Lo sé! – contestó gritando. La corriente de aire ahora era tan espesa que apenas podían escucharse… - Trataré de detenerlo con mis marionetas… - acto seguido usó su técnica: kugutsu no jutsu. Karasu, su marioneta ofensiva, apareció instantáneamente y comenzó a atacar a su adversario: el enemigo esquivaba todos sus ataques pero el jounin seguía insistiendo. Tenía que proteger a Sakura.

Ajena a todo el interés que se estaba tomando Kankurou "protegiéndola", Sakura tomó la iniciativa. Aprovechando que el enemigo estaba entretenido con su compañero, creó tres clones de ella misma - no recopilaciones de sombra- y con su monstruosa fuerza, ella y sus dobles, golpearon varios puntos del suelo, cercanos al adversario, provocando así el hundimiento de éste en la tierra: lo había desestabilizado completamente.

Kankurou retiró su marioneta para ver lo que había pasado…

Sakura estaba de pie mientras observaba al enemigo con total animadversión: sus henges se habían esfumado. Su oponente, vestido completamente de negro y con el rostro cubierto, estaba casi inconsciente; aquel golpe le había hecho perder el control, se encontraba muy mareado. Haruno, aprovechando dicho desconcierto, le agarro de la solapa y comenzó a formularle preguntas sobre todos los asesinatos acontecidos en la aldea; no hubo respuesta. La joven continuaba insistiendo pero nada… ni las amenazas surtían efecto en él. Sakura comenzaba a desesperarse, sentía que aquel ninja se estaba riendo de ella y no pudo más… le asestó un fuerte puñetazo en toda su cara partiéndole algunos dientes de la boca; ahora si que había perdido completamente el conocimiento. Kankurou le miró boquiabierto; aquella chica no necesitaba ningún tipo de protección.

Después de haber noqueado al enemigo, Sakura y Kankurou le llevaron a la sala de interrogatorios: allí se encargarían de él. Mientras la joven Haruno explica a los otros shinobis de la Arena lo que había ocurrido, Kankurou no paraba de observarla admirándola en silencio. Algo de ella le tenía totalmente fascinado y no sabía que era…

Se preguntaba que podría ser; tal vez su belleza o su fuerza…, su determinación o su entereza… o simplemente era que no había conocido nunca a una mujer con la que tuviera algo en común. En un principio, se interesó por su trabajo ya que no había mucha gente que fuera especialista en medicina y, por tanto, experta en determinados tipos de veneno: él lo usaba en sus marionetas y ella en sus senbon (agujas arrojadizas). Sin embargo, después, en vez de verla como una compañera más, comenzó a mirarla como una mujer… No le gustaban los sentimientos que estaba teniendo hacia ella pero tampoco los rechazaba.

-¿Crees que he perdido los papeles, Kankurou? – le preguntó la chica a su compañero cuando sus camaradas se habían marchado con el retenido.

-¿Cómo? – el jounin del desierto estaba pensando en las "musarañas". – Perdona, no te he entendido bien.

-¿Qué si crees que me he pasado? – insistió Sakura. Él, como de costumbre, en vez de contestarle se quedaba en silencio, absorto.- ¿Qué es lo que tienes en la cabeza? Siempre te tengo que repetir las cosas un montón de veces y, encima, no me contestas…

-No exageres… - intentaba calmarla.- Por cierto, buen trabajo. Si no es por ti a estas alturas todavía estaba enfrentándome con él... Gracias. – ella le sonrió.

-Acabamos con él los dos juntos… no te quites mérito, Kankurou-kun.- él abrió sus ojos fuertemente. ¿Acababa de llamarle kun? – Esto es lo que se suele llamar trabajo en equipo… No hay que dar las gracias por esto. Somos compañeros, ¿verdad? – ella colocó su mano sobre el hombro del joven.

-Trabajo en equipo, ¿eh? En la Arena esos términos no existen… En Konoha sois demasiado blandos; preferís el cuidado de los amigos antes que el cumplimiento de la misión. ¿Dónde se ha visto que un shinobi sea así?

-Si… generalmente los ninjas tan sólo somos armas. Armas al servicio de quien más y mejor nos pueda pagar pero, afortunadamente, los tiempos cambian… Cada uno debe de tener sus prioridades.

-¿Por eso queríais que Sasuke regresará a Konoha?

-Verás… si tienes un maestro como el mío es difícil olvidar sus enseñanzas. "Vosotros tres sois uno" nos repetía sin parar… - Sakura se reía recordando el pasado.- Al principio no le hacíamos mucho caso, la verdad, pero luego… tenía razón. Nos hicimos grandes amigos, éramos inseparables… por eso, cuando nos dejó, tanto Naruto como yo, sentimos que nos faltaba algo… por supuesto, ese algo era él. Tal y como quería Kakashi, sin darnos apenas cuenta, nos volvimos la misma persona… Necesitábamos a Sasuke. Por eso quisimos hacernos más fuertes, por él… por todo en lo que creíamos, por nuestro futuro… - acabó concluyendo.-Yo creo que Konoha es una de las aldeas más fuertes por esto mismo; por la convicción de querer proteger a nuestros compañeros… Quizá suene algo idealista, pero es la verdad.

-Suena bien.- añadió conmovido el jounin.

-Si… y ya verás como dentro de nada, esto que te digo, sé hará realidad aquí, en la Arena. Gaara será un gran Kazekage, estoy segura de eso. – este último comentario de la muchacha llegó al corazón de Kankurou: su cuerpo comenzó a estremecerse mientras que la joven se marchaba.

-No los has perdido… - añadió el shinobi del desierto.

-¿Cómo? – preguntó Sakura sin entender.

-Los papeles… - ella sonrió. Kankurou le estaba contestando a la primera pregunta que le realizó.- Yo también hubiera hecho lo mismo.

-Gracias.

-No hay por qué darlas. Para eso somos compañeros, ¿no? – ella asintió sonriéndole. Él se sintió el hombre más afortunado del mundo.

Al día siguiente…

Sakura se asomaba desde la ventana de una de las habitaciones del edificio del Kazekage. Hacía una buena mañana pero ella no estaba de humor. La razón; hechaba de menos a sus amigos y, muy especialmente, a su novio. No era la primera vez que estaban separados, sin embargo ya llevaban una semana sin verse y sin saber absolutamente nada el uno del otro; "¿qué estará haciendo en estos momentos?" pensaba la joven suspirando…

Cerca de la aldea de la Hoja…

A lo lejos se podía divisar la silueta de un hombre… Éste andaba muy lentamente, parecía bastante cansado, y no era de extrañar puesto que traía consigo un "cargamento muy especial": en cada una de sus manos, llevaba a rastras a dos personas respectivamente… esas dos personas parecían ninjas pero de otras aldeas.

Conforme se iba acercando a la villa, la identidad del hombre se iba revelando; era Kakashi Hatake y, como de costumbre, llegaba tarde…

-Nas… Lamento el retraso pero es que…

-¡Ahórrate las excusas, sensei! – le recriminaba un Naruto muy enfadado.- Llevo toda una vida escuchando las mismas; estoy cansado…

-Lo siento mucho.- intentaba disculparse Kakashi.- pero es que la misión se complicó un poco y…

-¿Y a quién le importa la misión?

-¿Nani?

-¡No viniste a mi nombramiento como Kage! ¡Y eso que eras uno de mis maestros! – Kakashi se cayó al suelo estilo anime. Se levantó como pudo y con una gotita en su cabeza le contestó…

-Así que es por eso por lo que estás enfadado… - Naruto comenzó a asentir resentido. El ninja copia suspiró; convencerle de que le perdonara no iba a ser nada fácil. – Tsunade-sama me pidió personalmente que fuera detrás de un ninja de otra aldea: no podía negarme. En aquel momento todavía era la Hokage…

-¿De un ninja? – Uzumaki dejó atrás su enfado y quiso saber más sobre esa misión: al fin y al cabo, él era el nuevo Kage… su trabajo consistía en saber todo lo que ocurría en la aldea.

-Hai. – Kakashi comenzó a notificar.- Hace poco tiempo, se nos informó de que un ninja desconocido estaba cruzando nuestra frontera con relativa frecuencia; Tsunade quiso que echase un vistazo por allí y partí casi de inmediato. Rastreé la zona hasta encontrarle; era un shinobi de la Roca. Como ya sabes, no tenemos ningún tratado con ellos por lo que pasar por nuestro territorio, sin permiso alguno, puede considerarse como un acto hostil hacia nosotros. Por eso me limité a esperar mientras le observaba: para averiguar sus intenciones. Después de dos días llegó otro ninja, sin embargo éste no era del país de la Tierra sino del Viento.

-¿Del Viento? ¿Quieres decir un shinobi de la Arena?

-En efecto. – contestó Kakashi al acto.

-Pero eso no puede ser. De todos es sabido que la Roca y la Arena no se llevan bien; existen demasiados conflictos entre ellos… Los ninjas del país de la Tierra no son de fiar. – concluyó Naruto recordando experiencias pasadas.

-Por eso mismo me quedé más tiempo del debido… Estuve durante todo un día espiándoles y, a pesar de sus conversaciones en clave, pude deducir que tramaban una revuelta en una de las dos aldeas. No pude averiguar nada más porque fui descubierto, no obstante me los he traído hasta aquí para que Ibiki los interrogue. – finalizó Hatake con una sonrisa arqueando su ojo visible. En cambio, el semblante de Naruto no parecía tan feliz; estaba preocupado.

-Un ninja de la Arena y otro de la Roca juntos, conspirando… Esto no puede ser bueno.

Aldea de la Arena…

La joven Haruno continuaba ensimismada en sus pensamientos cuando alguien irrumpió en su cuarto…

-¡Sakura! – gritó el muchacho: se trataba de Shikamaru. Ella dio un respingo asustada por la intrusión: muy molesta se giró hacia su amigo y con cara de mala leche le preguntó.

-¿No sabes llamar a la puerta? – su voz sonó tan tenebrosa que el joven Nara comenzó a disculparse de inmediato; él ya sabía como se comportaban las mujeres enfadadas…

-¡Lo siento! – gesto de reverencia con gotita de sudor en su cabeza.

-No importa…- dijo más calmada.- Solo estaba pensando…

-¿En Kakashi?- preguntó el jounin interrumpiendo a la chica. Ella se sonrojó.-

-Sobre todo en él… ¿Tú no piensas en Ino?

-Imposible no acordarme de ella… - respondió cogiéndose una medalla del cuello que ella, anteriormente, le había regalado.- A veces, incluso puedo escucharla llamándome a gritos en la lejanía…- Haruno se echó a reír; así era su amiga. Shikamaru se quedo quieto por un momento "lo triste es que no es broma". – Me alegra que te haga tanta gracia… - recuperó, más o menos, la compostura.- ahora, si puedes dejar de reírte de mí, me gustaría que me acompañases. Acaban de interrogar al preso. – inmediatamente Sakura dejó de reír tornándose seria. Por fin descubrirían quien estaba detrás de todo esto.

En Konoha… en el despacho del Hokage.

Acababa de recibir el informe del interrogatorio de los presos y su cara parecía palidecer por momentos. "¿Tan malo podía ser aquello?" pensaba el Ninja Copia observando las reacciones de su ex alumno.

Después de regresar a la aldea, Kakashi prefirió quedarse a charlar un rato con Naruto ya que le habían dicho que Sakura no se encontraba en la aldea: una misión de última hora le pareció entender… Mientras hablaban, fue cuando al joven Hokage se le entregó el escrito.

-Esto no puede ser una coincidencia…- Naruto comenzaba a atar cabos.

Ibiki, haciendo alarde de su gran reputación, hizo un esplendido interrogatorio; les sonsacó todo lo que pudo y más. Descubrió que esos ninjas querían provocar una guerra en el mismo país del Viento: en la aldea de la Arena. ¿Por qué? Porque no querían a Gaara como Kazekage. ¿Por qué? Porque, según decían algunos miembros destacados del Senado de esa misma villa, había cambiado… Ya no era aquel sádico y temible shinobi de la Arena al que tan solo le divertía o satisfacía matar… ahora era un Kage que se preocupaba por su aldea y por el estado de sus habitantes; sus instintos asesinos habían quedado casi en el olvido. ¿Y qué tenía que ver con eso la aldea de la Roca? Tan solo intereses comunes.

Existían muchas aldeas de shinobis pero tan solo cinco eran las más importantes: la Roca, la Arena, Konoha, la Nube y la Niebla. Tres de estas – Roca, Arena y Niebla - eran las más conflictivas; las que tan solo querían que hubiera guerras y desconcierto por doquier… Cada una de estas aldeas preparaba a sus Kages para continuar con esta sede de destrucción y masacre… Sin embargo, si Gaara cambiaba la política de la villa quedarían en gran desventaja y, al tener un tratado Arena-Hoja, al menor indicio de beligerancia los aniquilarían al acto; no podían permitirlo. Intentaron conseguir la ayuda de la villa de la Niebla pero estos se negaron; habían escuchado un rumor sobre que "cierto jounin enmascarado", el Ninja Copia, había acabado con uno de sus más destacados shinobis, Zabuza, hace ya algunos años… Así que no querían meterse en más problemas…

-¿Ocurre algo? – se atrevió a preguntar Kakashi al ver que Naruto seguía callado. Hinata y algunos jounins más que estaban allí también comenzaron a preocuparse.

-Esto… esto es muy grave. – el Hokage comenzó a hablar.- Según dice este informe, algunos ninjas de la Arena se han compinchado con la aldea de la Roca; pretenden cambiar la nueva política de la Arena.

-¿Y que pasa con la nueva política? ¿No está bien? ¿No es como la nuestra? – preguntó Hinata acercándose a su marido.

-Se ve que ni la paz y la prosperidad están en los planes de ciertas aldeas…

-Naruto… Has dicho que quieren cambiar la política de la Arena. ¿Cómo pretenden hacerlo? – Kakashi se cruzó de brazos esperando una respuesta.

-Claro… no te has enterado. El mismo día que partiste para tu misión, nos llegó un mensaje de la Arena. En dicho mensaje solicitaban nuestra ayuda inmediata porque estaban sufriendo atentados sin ningún motivo aparente…

-¿Atentados?

-Hai. Ante la situación envié un equipo de jounins; justamente hoy hace una semana de su partida.

-Atentados… - volvió a repetir el Ninja Copia.- Provocando el miedo en la aldea… así es como quieren acabar con Gaara… Por cierto, ¿a quién has enviado? Puede ser muy peligroso… - Uzumaki iba a contestarle cuando…

-¡Hokage-sama, Hokage-sama! – una jounin interrumpió la conversación.- Acabamos de descifrar otro mensaje de la Arena; Takamaru nos lo acaba de entregar. (NDA: Takamaru es el ave más rápido del país del Viento). Se confirman nuestras sospechas; quieren matar a Gaara y sustituirle por otro Kage. Hay un traidor entre los altos cargos de la Arena.

-¡Mierda! – se quejó Naruto. El resto de jounins estaban callados.

-Ayer mismo intentaron otro boicot: afortunadamente, Sakura-sama lo impidió y ya están estudiando un nuevo plan para desenmascarar al infiltrado. Por tanto yo…

-Sakura…- comenzó a decir Kakashi estupefacto. ¿Aquella jounin acababa de nombrar a su chica? - ¿Has dicho Sakura? ¿Sakura Haruno?

-Hai…- contestó la jounin con miedo… ¿había hecho mal en mencionarla? Por la cara del Hokage si, había cometido un error fatal.

-NA-RU-TO… - furia, ira y una rabia muy poco contenida eran los sentimientos que estaba experimentado Kakashi. Naruto chilló con autentico pavor mientras se escondía detrás de su joven esposa… - ¡¿Has enviado a mi Sakura a esa misión!

-Si…

-¿POR QUÉ? – gritó enfadado.- De todos los jounins que hay… ¿por qué a ella?

-¡Gomen nasai!

-No… no te disculpes, Naruto.- habló Hinata.- En la Arena necesitaban un médico y Sakura es la mejor; ella ya es adulta y sabe cuidarse sola, ¡es una chica muy fuerte! Está bien que te preocupes por ella pero lo que no puedo permitirte, Kakashi-san, es que no confíes en ella. Eso si que no está bien. – la joven Hyuuga se explicó tan bien y tan calmadamente que ahora era Hatake el que se sentía mal…

-Sumimasen…

-Gracias cariño… - le susurro Naruto a su esposa. Ella le sonrió. – ¡Pero no te preocupes, Kakashi-sensei!"otra vez llamándome sensei…" se decía el Ninja Copia cansado…- que tengo un plan para ayudar a Shikamaru y a Sakura…

-Bueno… al menos está con Nara; ese chico siempre ha sido un genio… ¡Un momento! ¿Un plan? ¡Qué plan! – mientras Uzumaki reía a carcajadas Kakashi le miraba preocupado; Naruto era el ninja número uno dando sorpresas.

FIN CAPITULO 2.

NDA: Con Gaara como Kazekage las cosas están cambiando en la Arena y, al parecer, estos cambios no gustan a todo el mundo… ¿Qué pasará? Si queréis saberlo… ¡dejad reviews!

Por cierto, sin darme a penas cuenta he vuelto hacer otro triangulo amoroso… bueno, realmente dos; Temari-Shikamaru-Ino y un poco de Kankurou-Sakura-Kakashi… ¡Kankurou! No he visto mucho a este personaje en otros fics… en fin; las personalidades de Kankurou y Temari son un poco inventadas ya que no controlo mucho sobre estos dos… al igual que la de Gaara (más complicado este chico no puede ser) Pero, a mi favor, diré que lo estoy intentado; disculpas por si ofendo a los fans de estos personajes.

¡Ah, otra cosa! Lo de las aldeas conflictivas y todo eso… me lo he inventado… jaja; viendo el relleno de la serie me vino esta idea a la mente. Espero que os guste.

Bueno, ya sabéis; para dar ánimos, hacer preguntas, dar ideas o sugerencias, criticar cosas, corregirme y demás… darle al botoncito de los reviews! Ja ne!