¿Donde vive ese chico?
Capitulo 8
"la corriente arrastra algo mas que las hojas"
Kagome se creía impotente al no poder contar aquello. No quería explicar por que Kôga le había dejado caerse, aunque en varias ocasiones, estuvo a punto de contarlo, no estaba muy del todo segura de si decirlo o no.
El día de la llegada ya estaba muy cerca, y decidieron , que lo mejor seria, que bajaran a pie unos 5 kilómetros hasta llegar a un albergue, para luego ir a la ciudad. Esto no les hizo mucha gracia, pues decían que el camino estaba cortado por culpa el de un deslizamiento de pierdas que se había producido aquella noche, he impedía el paso por carretera.
Se pusieron en camino por un sendero no muy cerca de allí. El día comenzó soleado pero poco a poco se fue oscureciendo. Decidieron que lo mejor seria comer un rato, antes que nada. Kagome, Inuyasha, Sango y Miroku se sentaron juntos.
Kagome volvía a sentir aquella extraña sensación que le hacia poner los pelos de punta, como si alguien el observara. Notaba una presencia misteriosa dentro de el bosque, necesitaba averiguar que era. Cogió a Sango y le dijo que le acompaña a hacer sus necesidades. Miroku se ofreció encantado, seguido de una bofetada de Sango. Inuyasha se pensaba que algo extraño sucedía, pues ella podía ir perfectamente sola, aunque duda si era aquello, pues las chicas a veces, no van solas al servicio
o:p /o:p
Espero que Sango y Kagome desaparecieran un poco en el bosque, Miroku cogió su mochila llena de comida (Por supuesto) y siguió a Inuyasha, alo mejor el también quería espiarlas(NT: Miroku, nadie es como tu ¬¬). Alguien observada sus pasos detenidamente.
Cuando se dieron cuenta que se estaban adentrando cada vez mas en el bosque, Sango decidió preguntarle algo.
-¿De verdad vas a ir al servicio? Ya hemos andado demasiado...Volvamos ya...- Sango cada vez estaba mas nerviosa.
-Calla, que casi llegamos...-
Cuando se dieron cuenta, habían llegado a un precipicio, por el cual, pasa un rió. Kagome volvía a sentir aquella sensación mas fuerte, y esto hizo que se acercara al borde del precipicio. Sango se asusto bastante, pero ella tenia vértigo, y prefería no acercarse.
Kagome vacilo un momento... Miro al vació y empezó a perder la conciencia...Cuando se dio cuenta, sentía esa sensación dentro de su cabeza...Era alguien que gritaba su nombre, alguien la cogía , pero no supo quien, pues sintió mucho frió en su cuerpo, y estaba mojada.
Kagome se encontraba en la oscuridad, mirando a su alrededor. Veía una luz al fondo. Era muy cálida, y decidió acercarse a ella, pero...Oyó una voz que le llamaba...Una voz que decía "Kagome no te mueras".Volvió a sentir un latido de un corazón..que latía muy fuertemente...Quería saber de quien era, y decidió abrir los ojos.
Pudo ver a Sango, cayéndole lagrimas por las mejillas riendo y diciendo su nombre, mientras alguien la abrazaba.
-Sango...que haces..con mi--tanga?...quítatelo ahora...mismo...es mío...-
Sango se reía al oír aquellas palabras que salían de la boca de Kagome. Pudo abrir mas los ojos y ver que estaba en ropa interior. ¿Que hacia en ropa interior?¿Donde estaba?.
-¿Donde estamos?- Kagome intento incorporarse, pero alguien no le dejaba. Miro hacia arriba y pudo ver el bello rostro de Inuyasha. Se encontraba sentada en su regazo, Entonces aquel corazón que latía..¿Era el de Inuyasha?. Si, era el de Inuyasha. Esto hizo que pusiera la mejor de sus sonrisas. Este hizo que Sango alegrase la cara, y dejara de llorar, aunque fuese de alegría
-¿Que haces..(Miro hacia su cuerpo, y pudo ver que ella también estaba en ropa interior, al igual que todos los que estaban allí)Que hacemos en ropa interior?- Aparto la mira, y observo que había un fuego con la ropa al lado, como si se estuviera secando.
-¿Que ha pasado, donde estamos?- Kagome se quito de encima de Inuyasha, pues el también estaba sin ropa, y era una situación bastante incomoda.- No me acuerdo de nada...-
-Si te acordaras de algo seria un milagro...-
-Tu calla Miroku, que todo esto es por culpa tuya!- Sango repicaba a Miroku por aquel comentario.
-Ven Sanguito, que te voy a ayudar a devolverle el Tanga a Kagome...-Al decir esto, se llevo una pedrada de Sango...
-Perdiste el conocimiento y te caíste al precipicio, pero te cogí a tiempo, pero...-Sango se corto un momento.-Apareció Inuyasha y te intento cojer de la nada, hasta que llego Miroku, y nos empujo a los tres ¬¬, gracias !-
Miroku se hacia el sueco, haciendo como si pintara las pareces de ,¿ que era?
-¿Donde estamos?-
-Estamos en una cueva. Nos arrastro a la corriente, y rió abajo la vimos y decidimos entrar, pues estaba empezado llover. Entramos en esta cuevas, te saco Inuyasha de el agua temblando, el cual te ayudo a que no te ahogaras-
Inuyasha la había ayudado. Kagome miro a Inuyasha, y al percatarse de esto, el se giro mirando el fuego.
-Te entramos en la cueva...-Miroku seguid explicando mientras comía algo que había en la mochila, he Inuyasha le pegaba, pues no quería que comiera.- Inuyasha eres malo!- .-Bueno eso, te entramos en la cueva, pero dejastes de respirar, gritábamos tu nombre pero nada-
La que gritaba era Sango? Pensaba Kagome, que suerte tenia por tenerla como amiga.
-Pero esto no acaba aquí, pues aun seguías sin respirar así que...Inuyasha...pues...- Sango se puso muy roja, y no pudo terminar la frase. Kagome no entendía nada.
-Hasta que Inuyasha te hizo el boca boca y te salvo O- Miroku hablo otra vez. Inuyasha se puso muy rojo, y no paraba de echar leños de madera al fuego. Inuyasha la había salvado, otra vez. Kagome puso la mejor de sus sonrisas dirigida a Inuyasha...
-Muchas gracias Inuyasha...No se que aria sin ti- Al oír esto, Inuyasha seguía echando leña al fuego, ya parecía eso un torre.
-Inuyasha ...esto..¿Que haces?- Miroku pregunto mientras miraba la torre de fuego de Inuyasha.
-Es-es-estoy ha-ha-ciendo esto para que ka-ka-gome no tenga frió...-Inuyasha tartamudeaba de una forma muy cómica, mientras seguía echando mas leña.
Sango cogió una manta y se taparon las dos.
-Mas vale que nos tapemos...- Se acerco a Kagome, y le dijo a la oreja- Inuyasha no se ha cortado un pelo en nada. Te ha empezado a quitar la ropa, por que decía que estabas tiritando. Poco mas y te deja sin nada . - Kagome se puso muy roja y miro a Inuyasha. Este se giro, y volvió a echar leños al fuego.
Sango no había terminado- Mas vale que nos tapemos...Miroku cada vez me pone mas cara de pervertido...Y encima va y me pongo tanga TT. -
Sango acerco la cabeza a Kagome, ella hizo lo mismo. Poco a poco se fue quedando dormida...
Ya era otro día, Kagome abrió los ojos y pudo ver que estaba sola. El fuego seguía encendido y su ropa estaba doblada. Decidió ponérsela y salir al exterior.
No era muy difícil salir, pues solo tenia una apertura. Vio los primeros rayos de luz, y allí estaba un pequeño riachuelo. Seria por el cual, aquella noche, les haría llegar hasta allí. Pero se percato de algo. Inuyasha estaba dentro de el cazando peces. Estaba sin camiseta, con un pantalón bastante cortito, que tapaba lo justo y necesario. Esto hizo subirle los colores muy rápidamente a Kagome.
Aquella madurez que se observaba en su cara, le encantaba. Su seriedad a y su concentración hicieron soltar una carcajada a Kagome, pues Inuyasha no era de ese tipo.
Se percato que estaba mirándola, y decidió salir del agua a darles los buenos días.
-Buenos días Kagome, tienes hambre?-
Inuyasha se acerco con intención de darle un beso en la mejilla, pero esta giro la cara y se dieron un beso. Inuyasha se quedó allí plantado mientras ella lo abrazaba, y le susurraba.
-Muchas gracias por salvarme Inu. Como dije ayer, no se que aria sin ti..-
Empezaron a subírsele los colores a Inuyasha, y el también la abrazo.
-Tranquila Kagome, cuando necesites ayuda, estaré allí para lo que quieras pedirme.
Inuyasha volvió a besar a Kagome. Este beso, mas intenso que el otro, se prolongo bastante, pues estaban felices de estar el uno con el otro. Por fin se despegaron, cojiendose de la mano, se sentaron en otro fuego que había al lado de el rió. Había muchos peces cocinándose al lado de el fuego. Esto impresiono bastante a Kagome, pues los había cazado Inuyasha.
-Come lo que quieras...Sango y Miroku han ido a buscar alguna viva inteligente cerca de aquí, ellos tiene muy buen sentido de la orientación.-Inuyasha volvió a sonreír, y siguió comiendo.
Después de la comida, se sentaron a pensar un rato sobre lo que había pasado. Inuyasha empezó a hablar con Kagome.
-Tienes mas mala suerte...Ya se! te voy a regalar algo.-
Inuyasha corrió hacia la cueva. Kagome se quedo pensativa,¿Que le podría regalar? Cuando salió de la cueva, observo que llevaba algo redondo en la mano.
-Es mi amuleto de la suerte. Me la regalo mi madre, antes de morir. Dice que se llama Shikon no Tama. Es toda tuya, para que te de mucha suerte en la vida.-
Era una piedra preciosa. Brillaba por si misma con un color rosado, que hacia que Kagome se sintiera muy feliz al poder recibir ese regalo. ¿Que mas podía pedir de Inuyasha?
-Muchas gracias Inuyasha-
-No hay de que, sobretodo, no la pierdas vale? Llévala siempre contigo, así estaremos siempre juntos...-
Esas palabras hicieron que Kagome soltara algunas lagrimas. Inuyasha la miraba con cara de decepción. Kagome se hecho encima de Inuyasha y empezó a sonreír como nunca lo había hecho.
-!Va Kagome! No es para tanto, es un regalo tonto...- Inuyasha, aun tirado en el suelo, agarro a Kagome por la cintura.
-Nunca se lo he dicho a un chico, y parecerá un poco extraño si sale de mi boca pero...Inu..te quiero... - Un leve sonrojo y una sonrisa hicieron que Inuyasha la mirara y se riera.
-Yo también te quiero, y mucho. -
Kagome se acerco lentamente a Inuyasha besándole tiernamente en los labios. La calidez de su cuerpo y el latido de su corazón era muy relajante.
Cuando se dieron cuenta, alguien gritaba cerca de allí.
-vamos, hagámoslo nosotros también Sango!-
-No seas pervertido Miroku! No somos nada nosotros!-
-Pero no me contestaste a mi pregunta!Contéstame!-
Sango y Miroku venían riñendo por el camino. Kagome se aparto enseguida de encima de Inuyasha.
-Buenos días Kagome ¿Como estas?- Sango se agacho y le dio un beso en la frente a Kagome. Seguidamente de Miroku que quería imitarla, pero este quería besarla en la boca. Seguido de un puñetazo de Inuyasha, al querer besar a su novia.
-Hemos encontrado una casa cerca de aquí, dice que nos llevaran a la ciudad, pongámonos en marcha!-
Cogieron sus cosas, y apagaron todos los fuegos, dirigiéndose hacia su destino de viaje. Pero, no volvían a estar solos, pues alguien volvía a vigilarlos.
