¿Dónde vive ese chico?

Capitulo 13

"Secretos compartidos"

Inuyasha se quedo en la puerta de la habitación de Kagome y Sango, apoyado. ¿Como podía haber sido capaz Kagome de provocarlo así, de aquella manera? No era capaz de hacerlo, y menos forzándola. Estaba muy borracha, y luego ella podría arrepentirse, era mas prudente dejar fluir aquella situación. "Si hubiera pasado, y hubiera sido un error, luego podrían haber graves consecuencias". Los pensamientos de Inuyasha re repetían una y otra vez por su cabeza…No se arrepentía de haber salido de la habitación en aquel preciso instante.

Inuyasha sintió un escalofrió. Algo malo se acercaba, y efectivamente allí estaba quien el no podía imaginarse.

- Inuyasha... ¿Como pudiste traicionarme...? Vuelve conmigo...-

-¿Por que vuelves suplicándome que vuelva? Terminamos Kikyô, recuérdalo.-

Inuyasha estaba frente a frente con la persona que menos hubiera imaginado. Eran las 4 de la mañana, sin embargo, Kikyô estaba por los pasillos del hotel.

- Siento haberte dicho esas cosas Inuyasha...- Kikyô se acercaba mas a Inuyasha. Iba vestida de una forma muy rara. Tenía una especie de camisón que se le transparentaba hasta las ideas. Llevaba el pelo recogido en una coleta y iba toda maquillada. Sin duda, parecía más mayor así vestida y arreglada. Inuyasha estaba muy nervioso. La mirada de Kikyô no era desafiante, mas bien de pena.

-Ya te lo dije una vez, terminamos! no vuelvas mas suplicándome que vuelva pues yo ya...- Inuyasha termino la frase, ¿Yo ya que?

- Ya lo se...- Kikyô pillo desprevenido a Inuyasha y lo abrazo...-Ya lo se, estas saliendo con Higurashi...- Kikyô se acercaba a Inuyasha cada vez mas a su cara..

-Pero eso no me importa...-

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Sango volvía con Miroku. Estaba borracho, pues cantaba las canciones de los Backstreetboys, y eso no era buena señal xD. Sango iba también un poco bebida.

-Venga Miroku, que ya llegamos...-

- Tengdo guanas de baular un ruato...amos Sangu...-

- Mira que eres zopenco ¬¬...-

Sango iba a girar la esquina, pero vio a Inuyasha abrazando a alguien, y esto hizo pensar que seria Kagome, pero se fijó mejor, y era otra chica. Sango soltó a Miroku tirándolo al suelo seguido de un grito de "AHU".

-Inuyasha... ¿Que...Haces?- Sango se quedo mirándolo con cara de pocos amigos. Ella deducía que estaría saliendo con Kagome, pues se querían aunque no se lo hubiera dicho.

- Sango...Miroku yo...- !QUITA KIKYÔ!- Empujo a Kikyô hacia el suelo. Enseguida se levanto y se fue corriendo por el pasillo.

-Pero...Yo creía que tu estabas saliendo con...Kagome.- Sango Miraba a Inuyasha, mientras Miroku roncaba en el suelo.

- No me queda otro remedio...- Inuyasha cojio a Sango y Miroku y los entro a la habitación de Kagome.

Kagome estaba roncando así como la había dejado Inuyasha, sin camisa y tumbada en la cama. Sango pensó lo peor.

-¿Te parecerá bonito...No solo has hecho...ESO con Kagome si no, que encima estabas abrazándote con otra chica en el pasillo...Pensaba que tu eras diferente Inuyasha...- Sango lo miraba con cara de asco.

-No, no es eso, estas equivocada. Esa chica era Kikyô, mi antigua novia, pero durante el campamento corte con ella para salir con...Ka..go..me...- Inuyasha agacho la cabeza mientras Sango lo miraba.

-¿Y?- Sango esperaba una respuesta más ocurrente que esa respuesta - ¿Y lo de esta noche? ¿Que era eso? Un abrazo de buenas noches?-

-Quería que saliéramos otra vez juntos, y se me tiro al cuello, pero escuche un silbido, y no me dejaba moverme ni hablar...-

- No me lo creo...-

-Por favor Sango! Yo quiero mucho a Kagome y nunca le haría eso, por favor entiéndelo!-

Inuyasha casi estaba apunto de llorar. Sango no le creía, y seguramente acabaría contándoselo a Kagome, y ella...Seguramente le rompería el corazón...-

-Esta bien, te creo- Sango se lo pensó mejor, y decidió no contárselo, pues eso destrozaría a Kagome.

-¿No se lo contaras no? por favor, la quiero tanto...-

-Tranquilo...Pero...¿Que hace Kagome en Ropa interior ¬¬?-

-º\\\\\º Esto...Pues...Kagome se me tiro al cuello...Y bueno, ella..Pues ya sabes...Pero yo...Estaba muy borracha y ...Yo no podía...Y me fui...- Inuyasha empezó a ponerse rojo de los nervios de aquella situación.

-¬¬ solo eso?- Sango le miraba...

- xD Solo eso!- Inuyasha se fue hacia otro lado mirando a Kagome. Pero alguien estaba también encima de la cama.

- Mura que buen! Nous muntamous un Trio, Inuyashia?- Miroku se estaba quitando la ropa dándole palmaditas al colchón haciéndole como que se sentara a su lado. Kagome se levanto, y al ver aquello y Miroku sin ropa pego un grito.

-Calla Kagome, que vaha venir todo el hotel!-

- Es un...Es un..un..-

- Pervertido!- Inuyasha cojio a Miroku de la coleta.

- ¬¬ Hasta mañana chicas, Di buenas noches Miroku. - Pero Miroku se había dormido.

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Otro día iluminaba el hotel New Otani. Todos se disponían a levantarse y arreglarse para hacer una visita guiada por la ciudad.

Los primeros rayos de luz iluminaban una habitación situada en el 6 piso.

Una mujer de pelo negro, se disponía a levantarse y a vestirse, pero unas poderosas manos la empujaron contra la cama.

- No has tenido suficiente esta noche, Naraku-sama.-

El hombre empezó a besar el cuello de aquella joven y acariciar su cuerpo. Ella ya estaba acostumbrada a aquel trato que ese hombre le hacia, pues ya se habían levantado juntos mas de una vez.

- Tengo otra misión para ti.-

El hombre de pelo negro, llamado Naraku que acariciaba a la joven le quito la única prenda que llevaba puesta. Un camisón que transparentaba todas las partes del cuerpo de la joven.

-Naraku-sama, mira que le gusta dirigirme. Mientras esta ocupado, háblame de eso tan importante. Le escucho.-

El hombre seguía acariciando el cuerpo de la chica, (por decirlo de algún modo U U).

-Quiero que te ocupes de Inuyasha una vez más. Pero esta vez, no solo intentaras seducirlo, esta vez herirás su punto débil. Kagome.-

-Y mientras usted -Dijo la chica incorporándose mientras Naraku abrazaba con sus brazos el cuerpo desnudo de la joven- ¿Qué va hacer mientras tanto?

-Yo tengo que hacer unas cuantas llamadas, y ahora -El hombre fue y cerro las cortinas de la ventana donde entraba la luz del exterior, dejando la habitación en plena oscuridad.- te explicare lo que tienes que hacer en las próximas semanas…-

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- Sango….Sango….¡¡Que ha venido Bratt Pitt!

-¡! Donde, Donde ¡!

De un salto, sango se levanto de la cama y abrió los ojos todo lo que pudo y contemplo la cara de su amiga enfrente de la suya.

-Kyaaaaaaaaaaaaa, Kagome! Mira que eres mala! Mira que mentirme de que estaba aquí Bratt Pitt..No tienes corazón! T T.-

Kagome se reía de la cara de desilusión que había puesto su amiga al ver que no estaba su amor platónico en la habitación.

Las chicas se levantaron y se dispusieron a bañarse y a vestirse para reunirse con los chicos. Pero, algo reconcomida a una de ellas por dentro. Tal vez, el sentimiento de culpa, era más poderoso que cualquier otro. La chica de pelo castaño se cepillaba delante del espejo de color grisáceo. La otra se lavaba la cara haciendo muecas de no gustarle el agua helada bien temprano. Una opto por entablar la conversación, después de ese largo silencio roto por unas leves palabras.

-¿Y tú que tal con Miroku?- Un leve sonrojo se perfilo en las mejillas de la chica de ojos castillos, mientras cepillaba y recogía su pelo en una coleta. Aparto un meno del flequillo mal colocado y volvió a mirarse en el espejo. El sonrojo aun era persistente.

-Y... ¿Que te hace pensar que yo y Miroku estamos juntos?-Dichas estas palabras, salio de aquella habitación.

-Sango; no lo pienso, lo afirmo.- Kagome se quitaba el pijama a la misma vez que su amiga Sango. Las dos optaron por ponerse el uniforme de la escuela. La chica de pelo oscuro se paro en el cuello de la joven de la coleta.- Porque, si no me equivoco, eso del cuello es un chupetón.-

-¿Pero que dices?

-Un chu-pe-ton. Tienes un chupeton en el cuello.-la chica de pelo oscuro corrió hacia el baño para mirarse en el espejo de marco grisáceo. Una leve marca roja se situaba a la derecha del cuello de la joven.

-KYAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA! Le dije a Miroku que no hiciera eso!- Sango se tapo la boca. Había revelado su secreto, que ahora lo sabría medio hotel después de semejante grito.

-Je je je… ¿Qué con es verdad eso? Tú pasaste la noche con Miroku… Pillina...-

-Kya… ¿y ahora que hago? Kagome…Onegai…TTTT….- La chica con coleta se sentó en el suelo tocándose el cuello después de descubrir la señal de aquella noche. La chica de pelo negro pensó durante unos instantes. Decidió ir a su maleta y sacar una pequeña prenda de color verdoso a juego con el uniforme de del instituto. Se acerco a su amiga, que tantas calamidades habían pasado juntas, y se lo puso en el cuello.

-Con esto, no se te notara tanto, pero seguro que te preguntaran a que se debe el pañuelo.-

-Arigatô, Kagome, tu si que eres una buena amiga.- Se acerco a ella y le dio un fuerte abrazo. Después, salio hacia afuera y arreglo la maleta.

-Pero…- Continuo Kagome acercándose lentamente ha Sango.- ¿Paso algo con el o no?- Sango se giro y empezó a ponerse cada vez mas y mas roja hasta que una risita tonta se escapo de sus labios.

-Miroku y yo somos… buenos amigos…-

-A no Sango, eso no te lo tragas ni tu!- Las dos empezaron a reírse.- ¿Ahora me dirás la verdad? Las hermanas no tienen secretos.-

-La verdad es, que unos tíos me intentaron bailar conmigo…Pero yo no quería, y apareció Miroku, diciendo que era mi novio. – Estas últimas palabras sonaron lo más bajitas que pudieron. Las palabras sin sentidos, no acaba de entenderlas bien del todo aparte de que el tono de voz era casi no se escuchaba.

-¿Eso es todo? Valla rollo ¬¬…- Kagome dio media vuelta. Nunca esperaría que solo fuera a pasar nada más entre ellos…

-Pero…- Sango continúo la historia, haciendo que Kagome se volteo y viera como su amiga tenía la cabeza agachada y estaba muy colorada. Los ojos de Kagome se abrieron como platos al ver que iba a continuar aquella historia de un susodicho amor.-…nos pusimos a bailar juntos, por que aquellos hombres no paraban de mirarnos, y alguien...Pues…bueno…veras…- La joven tartamudeaba y no paraba de jugar con sus dedos y a encogerse como una niña que no podía declarar sus sentimientos al chico que siempre había sido su primer amor.

-Si tengo que colgarte boca abajo para que cantes, te lo estas ganando!- Kagome se desesperaba y no paraba de mover el pie hacia arriba y hacia abajo.- Suelta ya de una vez!.-

-Pues…alguien nos empujo, y le beso, bueno el me beso, no fue un beso, fue mas un…¡No se!- Sango cada vez mas roja, no podía explicar exactamente aquella situación. Era muy embarazosa.

-Por no menos, has podido estar con el toda la noche, y por lo que veo.-Kagome, mira directamente el cuello de Sango- No solo se paro en tus labios.- una risa picarona se escapo de sus labio. Sango agacho al cabeza también riéndose de aquel comentario, aunque no fuera muy gracioso.

Pero, a la chica de la coleta había algo que aun no lo tenia muy convencida del todo. Recordaba aquel beso que, Kikyô y Inuyasha se habían dado en el pasillo, o lo que fuera. No encontraba el momento de cómo decirle la verdad a kagome, aunque hubiera prometido que no se lo diría. Pero, ella era demasiado sincera como para quedárselo para si misma. No se podía quedárselo para si misma, pero, si lo decía, seguramente el corazón de kagome se destrozaría. Si no hacia pronto algo, la conciencia acabaría por explotar dentro de su cabeza. De momento, no seria bueno decir la verdad. Opto por cambiar de tema, y proponerle bajar a desayunar con sus susodichos novios. Kagome no tuvo ningún impedimento en ello.

Continuara…