Todos los personajes y la historia original pertenecen a Rumiko Takahashi, esto lo hago sin fines de lucro…

Aviso: este fic es mas bien de descanso… un pequeño interludio entre tantas batalla… en fin, un día de paz…

HERMANOS

NIEVE… DE FRESA

El calor es cada vez mas intenso, el verano ha llegado en todo su esplendor, y a Kagome se le ocurre una genial idea para compartir con sus amigos…

-Abuelo… aun tenemos ese pequeño aparato para hacer nieve? - hace tres días que regresó a su época, para poder presentar unos trabajos importantes, y ya es viernes

-Si hija! Se encuentra en uno de los estantes de la cocina… pero tienes que lavarlo bien! – el abuelo se siente feliz de ser escuchado con atención

- Ohh! Genial, hoy traje del supermercado unos sobres de sabores para preparar nieve… voy a buscar ese aparato!

Ella se lanza con determinación sacerdotal a la búsqueda de la mencionada garrafa… un artilugio de madera gruesa y oscura, con un pote en su interior al cual se le gira con hielo dentro… produce una nieve muy suave y sabrosa… quiere compartir eso con sus amigos…

-Lo encontré! – grita triunfal – Mamá! Me voy!

-Si querida! Cuídate mucho! – Su madre ya le tiene preparado un paquete con comida…

-Gracias mamá… regreso el lunes!

Al fin, toma la pesada mochila cargada de tesoros futuristas (al menos para hace doscientos años) y el aparato de nieve, y se arroja por el pozo…

Al otro lado, Inuyasha se encuentra frenético de la desesperación. Ha estado intentando negar que ansía ver a Ahome, pero sus amigos no dejan de molestarlo con eso… ahora esta muy molesto… en eso, un olor tanto tiempo anhelado llega a provocarle…

Ella ha llegado

Tiene que ir a recriminarle la tardanza… y salta en dirección al pozo, feliz por primera vez en tres días…

-Kagome! Eres una irresponsable! – el saludo irrita a la aludida, que llegaba llena de felicidad por ver a su querido hanyou -Que tal si Naraku nos hubiera atacado?

-No dices siempre que no debo intervenir? Que estorbo? –Ahome exagera un poco, sabe que él se preocupa por ella, pero esta muy enojada –

-No…Yo… -Inuyasha se apena por eso…

-Señorita Ahome - Miroku esta contento de verla…

-Ahome – Sango se lanza hacia ella para abrazarla…

-Ahomeee! –Shippou no puede ocultar su alegría… - te tardaste! Te extrañamos mucho… sobre todo Inuyasha!

-Si, señorita Ahome, no dejaba de rondar el pozo… -Miroku pone cara de catedrático – lo que no comprendemos es por que no fue a verla…

-Sí Ahome… andaba como loco… - Sango observa divertida, la reacción del porbre hanyou que esta siendo acribillado emocionalmente – hasta durmió al lado del pozo en una ocasión! Y eso que solo fueron tres días!

-Bastaaa! Eso no es verdad! - Inuyasha está realmente enojado ahora

Pero Kagome ha olvidado su ira, y voltea a buscar sus ojos… le dice tanto con la mirada, que Inuyasha solo acierta a sonreír bobamente…

-Feh! Venga, dame eso –dice tomando la pesada mochila de la chica – ¿que demonios traes aquí¿piedras?

-Nop! Es una sorpresa! -Ahome recuerda su aparato para la nieve –y necesito ver a Kaede!

El contento grupo se dirige a la casa de la anciana, mientras las chicas conversan animadamente respecto a trivialidades femeninas…ropa, pelo… chicos… Miroku interviene de vez en cuando, esperando poder captar la atención de su bella exterminadora

Inuyasha se conforma, feliz, con observar a Kagome…

-Ah! Bienvenida Ahome –Kaede sale de su choza –necesitas algo?

-Sí, anciana Kaede, necesito algo de hielo, grueso… recuerdo que tenías una caja mágica que lo aparecía?

-Sí, claro! Lo usamos cuando hace demasiado calor… es una suerte que el demonio del hielo nos la regalara cuando curamos a su hijo!

-Que bien! Inuyasha… Miroku… podrían ir por favor a buscar algo de leche?

-Leche? –Ambos muchachos la miran extrañados –leche?

-No, si quieren traiganme pelo de mandril… ¡Claro que lecheee!

-UUUUppppss! Bueno…

Al final los ingredientes están reunidos… y Ahome comienza un extraño, raro, y temible rito ancestral…ja!... bueno, saca todo lo necesario, y se dispone a preparar el helado…

Rin llega corriendo…

Rin otra vez…

Inuyasha tensa cada músculo de su cuerpo, en espera de recibir el olor de su medio hermano… ahora que quiere?

Rin llega sola, sonriente ... Jaken prefiere vigilarla a lo lejos… buscando a sus amigas Ahome y Sango…

Ellas la reciben con un fuerte abrazo… ambas estan sorprendidas, pero cada vez se acostumbran más a esas repentinas apariciones de la niña. Saben que Sesshoumaru jamás les atacaría si ella esta allí…

El amo bonito se encuentra cerca…

-Que vas a hacer? -Rin mira intrigada el compicado artilugio que la chica ha traído…

-Helado de sabores…

Mutis total…

Que clase de hechizo era ese?

Al fin, Ahome vacía sobre la leche un sobre de sabor chocolate…tapa el aparato, y le da vueltas con determinación… el hielo que la caja dá es muy bueno…

-Inuyasha… pásame la mochila, por favor – le extienden su mochila, y saca de ella una gran caja de barquillos crujientes… -ojalá que sean suficientes…

La nieve está lista, la sacerdotisa reencarnada llena un barquillo para cada uno de los participantes…

-Rin

-Si? - Rin mira embobada el objeto que la chica le tiende

-Dale éste a Jaken, debe estarse muriendo de calor allá -señala la verde figurilla acampada en el claro, a pleno sol – dile que se lo puede comer con confianza…

-Hai! Gracias! Se lo llevaré ya mismo! . Rin sale corriendo hacia su cuidador, y le entrega el barquillo, que escurre un poco… - Jaken-sama, cómelo, está deliciosooo! – obviamente ella ya se acabó el suyo…

Jaken toma con suma desconfianza el artefacto comestible que la niña le ha llevado… lo toca, lo huele… viéndolo bien… no huele mal… lo prueba…

Sus ojos se salen de sus órbitas… el sabor es maravilloso… engulle el helado con fruición, y se acerca unos metros hacia el grupo del hanyou, para solicitar otro igual…

Inuyasha lo observa seriamente… luego, de pronto, le dedica una sonrisa de complicidad…

-Esta bueno verdad? – Inuyasha se dirige a Jaken, que solo asiente – quieres otro?

-Si, por favor…

-Toma -ésta vez, Ahome en persona le lleva el barquillo, Jaken se encuentra al borde del llanto..

-Arigato…

-De nada… que lo disfrutes!

La nieve se agota, así que Miroku e Inuyasha salen disparados por más leche, antes de que se los pidan…

Ponen tanto empeño en su tarea que casi exprimen a todas las vacas del pueblo… ahora tienen demasiada leche… y las vacas están tan débiles que no aciertan ni a mugir…

Ahome prepara los demás sabores, dejando su favorito para el final… fresa … todos comen llenos de felicidad, mientras la pequeña Rin y Shippou se recuestan en el suelo con las barriguitas llenas, y casi sin poder respirar… Jaken incluso ha intercambiado amigables comentarios…

La noche se acerca, y Rin y Jaken se despiden agradecidos…

-Rin… -Kagome llama a la chiquilla

-Si? Que pasa Ahome - la niña vuelve sobre sus pasos..

-Toma, dale esto a Sesshoumaru… - le ofrece un barquillo repleto de nieve suave y rosada… - dile que es de mi parte… que lo coma con confianza…

-Hai! Arigato! – la idea de que le osequien algo a su querido "padre" la llena de felicidad…

El resto del grupo se despide de los visitantes y los ven alejarse… no demasiado, en los linderos de la aldea, en el bosque, esta el terrible Sesshoumaru, sentado en la copa de un árbos, que se encuentra contra el viento…

Eso explica por que jamás lo pudo oler Inuyasha…

-Amo Sesshoumaru… -Jaken se le acerca – perdone la tardanza

-Sesshoumaru-sama! Mire lo que le traigo! - la nena le tiende el helado, un poco derretido por el contacto de su tibia manita - tómelo por favor! Se lo manda la señorita Ahome! Puede comerlo!

-Es delicioso Amo Sesshoumaru! -Jaken lo mira con felicidad

Sesshoumaru baja del árbol, quedando a la vista del ahora demasiado repleto grupo, que apenas si se puede mover …

Toma el barquillo y lo observa detenidamente… lo gira, lo huele… fria, rosada y suave… el color no le agrada mucho… pero al fin de cuentas…

Lo lleva a su boca…

Una sonrisa asoma a sus labios, e ilumina su ya de por si bello rostro…

Se voltea y se interna en el bosque , seguido de cerca por su pesado séquito que camina con mucho esfuerzo… mientras prueba suavemente la nieve de fresa…

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