Capítulo 5: Relación epistolar

"Querida Akane:

Llevo apenas una semana en esta ciudad de locos y no me he podido resistir a escribirte, este es otro mundo, millones de personas raras que nos miran raro porque aquí los raros somos nosotros. Mis padres me inscribieron a una escuela bilingüe donde asisten otros extranjeros, pero la mayoría son occidentales, tengo que hablar inglés forzosamente porque no hay otra manera de comunicarse, me voy a volver loco de no ser por mis padres, es lo más genial de todo, estar con ellos de nuevo. Por cierto, ya he montado un elefante..."

"Querido Seto:

Papá dice que lo voy a dejar pobre si te escribo cartas muy seguido, no sabía que entre más lejos estés más caro es el servicio. Así que trataré de contar lo más que pueda; te fuiste y sí cumplimos tu deseo ¡montamos Romeo y Julieta! fue un éxito total, aunque desgraciadamente para mi no lo fue tanto, como te dije yo quería ser Julieta pero al enseñarle a los compañeros cómo utilizar la espada me eligieron como Romeo, según dijo la maestra porque soy muy buena en esgrima y porque me veía como un chico muy guapo ¡Maldita sea! No quería ser un chico guapo, quería ser Julieta, pero en fin, en esta carta puse algunas fotos de la obra para que te rías de mí un rato. Por otro lado, mi familia y yo te extrañamos, sobre todo ahora que Nabiki ha entrado a secundaria y se va con Kasumi y yo tengo que ir a la escuela sola…"

"Querida Akane:

Estuve en gran peligro de repetir sexto grado, pero hice un esfuerzo sobrehumano para pasar las materias y ahora ya estoy en secundaria, no me iba a quedar detrás de ti. Cada vez me adapto más a este país, estoy enamorandome de toda su cultura, su música, su danza, su comida, sus tradiciones. Y no me vas a creer pero… ahora soy un chico atlético, no como tú aficionada a los deportes de contacto, pero ingresé a un grupo artístico donde me enseñaron algo de danza, de ahí me fui a otro grupo donde me enseñaron algo de acrobacia y ahora estoy en algo llamado "parkour" que me está enseñando un profesor francés. Si me vieras hacer esto creerías que no soy yo. Y dime ¿Qué es lo más loco que has hecho estos meses?..."

"Querido Seto:

Lo más loco que he hecho es dejarme crecer el cabello, ya me roza los hombros… Bueno, eso es lo más alocado que he hecho yo, porque las cosas alocadas generalmente me suceden, no las busco, lo juro; como hace un par de semanas que estaba limpiando el cuarto de deportes de la escuela, era una tarea que nos asignaron a mis nuevas amigas y a mi, se llaman Yuka y Sayuri, son chicas lindas, te caerían muy bien; ellas estaban afuera mientras yo descubría las raquetas de tenis en el fondo del cuarto, durante la clase habíamos utilizado una enorme bolsa de pelotas de tenis y sólo un segundo de descuido bastó para que tres idiotas de mi salón tomaran el saco de pelotas y se las arrojaran a mis amigas; esos torpes no se dieron cuenta que yo estaba dentro y cuando salí reviré una pelota que casi le da en la cara a Sayuri, esos tontos siguieron arrojando pelotas, me hicieron correr tras ellos para darles su merecido, pelota que lanzaban pelota que les dio en la cara y aun así insistían en molestar, golpeaba a uno y otro y otro, perdí la cuenta de todas las pelotas que golpee, hasta que el maestro de deportes nos detuvo y nos mandó a todos a la dirección. Ya te imaginarás el miedo que tuve, jamás me habían mandado con el director y mucho menos acompañada de mi papá, era la primera de sus hijas en tener una falta de conducta en la escuela, estabamos en la sala de espera, veíamos a mis compañeros salir con sus padres regañandolos furiosos, papá estaba completamente serio y yo muriendo de nervios, pero no vas a creer lo que ocurrió: El maestro de deportes no se quejó de mi, al contrario, le suplicó a mi papá que me dejara participar en un torneo de tenis representando a la escuela, y ¡Oh sorpresa! gané, ahora tengo una membresía de diez años a un club deportivo bastante elegante al que voy con mis amigas los fines de semana, espero aun tener la membresía cuando vengas de nuevo a Japón, para que juguemos tenis, te presente a mis amigas y nos enseñes esa cosa del parkour…"

"Querida Akane:

Segundo de secundaria debe ser el mejor año en la existencia de todo ser humano, o quizas no, no lo sé, para mí sí lo es, no me lo creeras pero me he enamorado como un tonto, es la chica más preciosa que he conocido en toda mi vida, tiene los ojos más preciosos del mundo, juro que puede hablar con ellos, es una experta en danza tradicional y a mi me hipnotiza con cada uno de sus movimientos, su nombre es Latika, significa diosa… ¿Crees que soy un tonto por no hablarle todavía?..."

"Querido Seto:

No creo que seas un tonto, en realidad creo que habemos mucha gente que somos bastante tímidos cuando nos enamoramos, digo, no es que me haya enamordado de alguien yo tambien, no, claro que no, pero imagino como debe sentirse, supongo que te pones rojo cuando sus miradas se cruzan, que te cuesta hablar porque piensas como mil veces cada palabra que vas a decir y en la medida de tus posibilidades tratas de mostrar el mejor lado de ti mismo para impresionar. Insisto, todo esto lo he imaginado, NUNCA me ha pasado, ni creo que eso me ocurra con alguien de mi edad, porque todos mis compañeros me parecen unos idiotas ¿Recuerdas al chico que "vencimos" en el torneo de kendo cuando estábamos en cuarto grado? pues lo volví a vencer, participé en un torneo hace un mes, él ganó la categoría varonil y yo la femenil, el muy imbécil me reconoció, quiso "revancha", así en medio del tatami con todo el público viéndonos y se la dí, no sé si lo golpee muy fuerte en la cabeza o qué fue lo que pasó pero el muy desquiciado se levantó, tomó el micrófono y me declaró su amor, desde entonces no ha dejado de acosarme, de repente llegó a buscarme a la escuela, el muy presumido llegó en su uniforme de un elegante colegio de varones, días después llegó a mi casa con un enorme ramo de flores y una caja de chocolates, papá se puso histérico, pensó que su pequeña de catorce años ya tenía un novio, me regañó injustamente hasta que pude comprobar que no era mi novio y no sólo eso, descubrí que Nabiki, mi propia hermana, le dijo a ese tonto donde estudio, donde vivo y hasta le vende fotografías mías, te juro que sólo porque es mi hermana no la ahorco con mis propias manos. Ahora tengo que cuidar mis espaldas todo el tiempo; quisiera contarte más cosas, quizás demasiado personales como para ponerlas por escrito y exponerme a que mi hermana intercepte esta carta y venda aún más información mía, espero con ansias tu cumpleaños para poder tener nuestra llamada a gusto…"

"Querida Akane:

Mil perdones por no poder atender tu llamada, tu cumpleaños quince se acerca y tampoco podré hacer nuestra llamada tradicional, lo siento mucho, creeme que yo también quiero contarte cosas muy personales, pero temo que también pueden vender mi información, debemos suspender nuestra correspondencia hasta nuevo aviso, hasta que resuelva todos mis problemas, hasta que vuelva a ver al amor de mi vida. Por lo pronto no esperes noticias mias en al menos un año, parece maldición de los Izumi esto de meterse en problemas serios. No creas que es tan grave, sólo que debo mantener un perfil muy bajo. Saludos a toda tu familia, espero verlos pronto…"