Capítulo 8: De Bombay llega un extraño

Un muchacho caminaba dudoso por las calles de Nerima; viéndolas más chicas de como las recordaba, aún cuando las casas no han cambiado mucho en los últimos siete años, se sintió un poco ubicado después de que una anciana lo mojó. Recuerdos nostálgicos lo empaparon como el agua que acaba de recibir en plena cara, siguiendo una extraña corazonada continuó por la calle acelerando el paso al mismo tiempo que leía ese letrero que decía "Dojo Tendo Escuela de Artes Marciales Estilo Libre" y otro letrero que decía "Para derrotar al dueño en combate salvaje utilice la puerta trasera". Sólo era cuestión de tiempo para tomar el suficiente aire y valor para tocar aquella enorme puerta.

Akane se encontraba en un extraño lugar, todo estaba oscuro alrededor y una luz cenital estaba sobre ella, no podía ver de dónde provenía, la seguía a donde se moviera, se dio cuenta de que no podía avanzar hacia adelante, comenzó a caminar hacia atrás y mientras lo hacía notaba muchas diferencias, su cuerpo se empezaba a sentir más suave, como antes de entrenar con Ranma, su ropa cambiaba, traía puesto el uniforme de verano, después el de invierno, otra vez el de verano y de repente su cabello creció amarrado en su listón amarillo. Justo aquí comprendió que retrocedía en el tiempo, cerró los ojos y fue como abrirlos; pudo ver su casa en una calma total, vio a Kasumi en la cocina, su padre en la mesa, Nabiki haciendo tarea, vio su mundo justo como era antes de que él llegara.

Quiso ir más atrás para ver a su mamá. abrió los ojos y siguió caminando de espaldas, se vio con su uniforme de secundaria, su cabello se encogía y todo su cuerpo volvía a ser el de una niña, se vio con su uniforme de primaria, se alegró, estaba cerca, tropieza con algo que la hace caer de espaldas y de la impresión cerró los ojos, vio un rostro que hace tiempo no recordaba, un niño bastante lindo que le sonreía y le ofrecía la mano, lo recordaba bien, hizo un esfuerzo mental para dejar de verlo, abrir sus ojos y seguir su camino, cuando los abrió, en lugar de encontrarse nuevamente en la penumbra que le permitía retroceder el tiempo, despertó en su habitación.

La extrañeza permanecía sobre ella, ver a ese niño en sus sueños sólo trajo recuerdos olvidados, acostada en su cama, su cabeza y su corazón estaban hechos una amalgama de nostalgia, descontento e incógnita ¿Qué diría la Akane de diez años, de doce y de quince de la Akane de casi dieciocho? ¿Qué diría la Akane de dieciséis años recién cumplidos que acababa de ser comprometida sin su consentimiento al ver en lo que se convertiría y saber por todo lo que pasaría? Pero la más intrigante de sus preguntas es ¿Qué pensará ese niño de ella si la vuelve a ver? Pensaba en todo esto mientras se disponía a levantarse y darse un baño; los fines de semana como este, en los que no hay planes ni con las amigas ni con la familia le resultan bastante relajantes. En el baño dejó todos aquellos pensamientos sobre ese niño, sus deseos de verlo y el recuerdo de la sensación de estar relacionada con alguien tan distinto, tranquilo, amable y frágil.

Ver en el espejo su torneada figura la animó, las marcas de la pelea que tuvo con las otras chicas habían desaparecido desde hace algunos días y sus entrenamientos estaban dando unos resultados muy buenos, su trasero estaba firme, sus piernas y brazos más torneados y su abdomen empezaba a marcarse, incluso su busto lucía mucho mejor; todo a raíz de su entrenamiento, pensaba que este era un bono extra de todo lo que ha ganado en los últimos meses, y a pesar de que sigan existiendo fastidiosas complicaciones, sabe que de no ser así, la vida no sería interesante.

Bajó a la cocina feliz de la vida y antes de entrar resbaló hacia atrás y cayó, sin saber porqué ni cómo, sólo fue consciente de su cuerpo tendido en el piso y los mismos ojos castaños que había soñado la estaban mirando ahora, igual que en el sueño le sonrió y le extendió la mano para ayudarla. Dentro de su embelesamiento sólo alcanzó pronunciar:

-¿Seto?- casi en un susurro.

-Hola Akane- dijo tranquilo sin borrar la sonrisa.

Más tarde Ranma, Soun y Genma regresaban de un viaje de entrenamiento, llegaron justo a la hora de la cena así que fueron directo a la mesa, Ranma estaba bastante ocupado comiendo para preguntar por Akane quien no estaba sentada, pero no fue necesario preguntar pues Soun prácticamente habló por él.

-¿Dónde está Akane?- preguntó a las mujeres presentes.

-Está en su habitación con un muchacho- respondió Nabiki en tono indiferente pero con toda intención de ver reacciones.

-¡Qué dices!- gritó fuertemente Soun, Genma siguió comiendo sin notar cómo su hijo se estaba atragantando de la impresión -¿Con quién demonios está? ¡No voy a permitir tal cosa! Voy a matar a ese tipo si le hace algo a mi Akane- nuevamente Soun dijo todo lo que Ranma estaba pensando hasta que fue interrumpido por Kasumi.

-Está con Seto, papá- dijo con bastante calma, tanta que logró transmitirle gran cantidad a su padre.

-Ah bueno, por qué no lo dijiste antes, es un milagro volver a ver a ese muchacho, han pasado tantos años ¿Por qué no le avisas que llegamos y que bajen a cenar? Yo también tengo ganas de verlo- los miembros de la familia Saotome lo observaron intrigados y el más joven se notaba intrigado y molesto. No fue necesario llamarlos a bajar porque los dos aparecieron en el mismo minuto.

-Hola papá, perdón por no bajar antes- habló Akane un tanto apenada.

-Buenas noches a todos- habló el muchacho con mucho respeto.

-Seto, pero que grande estás ¿Qué has hecho en todos estos años, muchacho?-

-He hecho tantas cosas que ya no me acuerdo, tío- dijo con una sonrisa un tanto nerviosa.

-No has dejado de ser tan bromista, ven, déjame te presento con mis amigos- tomó a Seto de los hombros y dándole algunas palmadas en la espalda dijo -Les presento a Seto Izumi, amigo de la infancia de Akane y casi mi hijo adoptivo; hijo, ellos son la familia Saotome, él es mi amigo y condiscípulo de mis años de juventud Genma, su esposa Nodoka y su hijo, el prometido de Akane, Ranma-

-Mucho gusto- saludó a la familia con bastante cortesía, después se dirigió a Akane -No me habías dicho que estabas comprometida- esto le cayó como balde de agua fría a Ranma, el resto de la familia quedó intrigada. Akane respondió después de un suspiro:

-No te había dicho porque llegaste haciendo demasiadas preguntas sobre hace siete años-

-¿Casi hijo adoptivo? O sea que ¿Casi lo adoptaste, Soun?- preguntó Nodoka.

-Así es, los padres de Seto tuvieron unos problemas que los obligó a dejar la ciudad por un tiempo, así que él vivió con nosotros por casi tres años-

-Si, viví aquí desde antes de empezar el tercer grado hasta justo antes de terminar quinto, pero Akane y yo hemos sido amigos desde el jardín de niños-

-Yo diría que pasaste toda tu infancia con nosotros, según recuerdo, desde el jardín de niños te pasabas aquí todas las tardes hasta que tu madre venía por ti- dijo Nabiki nuevamente en tono indiferente pero con toda intención de ver reacciones.

-Aaah, el jardín de niños, cuando la vida era mucho más fácil ¿Recuerdas cómo nos conocimos, Akane?-

-¡Cómo olvidarlo! Fue la única vez que te he visto pelear… y perdiste- Akane dio su respuesta adornada con una de sus sonrisas, de "esas" sonrisas. A Ranma lo estaban consumiendo unos celos muy extraños, verla sonreír así le gusta mucho, pero que le sonría a este nuevo sujeto, nuevo para él, lo pone muy incómodo.

-Esa no fue la única vez que peleé- dijo Seto irguiéndose, como tratando de adoptar una postura imponente.

-El torneo de kendo no cuenta- respondió Akane en tono de burla y sacando su lengua.

-Yo levanté el trofeo- respondió el aludido indignado.

-Un trofeo que yo gané- de inmediato Akane se arrepintió de lo que acababa de decir. Seto le hizo una seña para que ya no siguiera hablando, pero fue demasiado tarde, la mayoría de los presentes estaban intrigados.

-Bueno, han pasado casi nueve años de eso, no es necesario guardar el secreto- dijo Soun bastante relajado y soltando una carcajada.

-¿Cuál secreto?- preguntó Kasumi intrigada.

-Si hermana, explícanos cuál secreto- insistió Nabiki con un extraño peso en su mirada.

-Bien, pues verán…- dijo Akane interrumpiéndose a sí misma, mirando hacia su hermana mayor, de la cuál le preocupa su reacción.

-Yo no gané ningún torneo de kendo, Akane sola ganó ambas categorías- respondió nervioso Seto ante las miradas atentas.

-¡Qué hicieron qué!- exclamó Nabiki exaltada, tanto como Kasumi que lanzó al aire su tazón y sus palillos de la impresión.

-¿Te hiciste pasar por chico en un torneo de kendo?- preguntó Kasumi asombrada de que su hermana siendo tan pequeña armara una trampa tan sucia y arriesgada.

-Kasumi, calma, no fue idea mía, yo sólo seguí las órdenes de papá- respondió Akane sabiendo interpretar a la perfección la preocupación de su hermana.

-Oh vaya, y volviste a hacerte pasar por un chico en un torneo el año pasado- exclamó Nabiki volteando a ver a Seto, como invitándolo a que le hiciera preguntas a su hermana.

-Cállate- dijo Akane claramente abochornada y Nabiki sintió que dio en el clavo.

-E hiciste que Ranma dijera que te ama en ese combate de animadoras-

-¡Cállate!- la súplica de Akane salió como un grito.

-¿Cómo, ya le haz dicho a tu prometida que la amas, hijo? ¿Entonces por qué singuen sin estar casados? A ver, cuenten, yo quiero saber qué pasó esa vez- dijo Nodoka dispuesta a escuchar cualquier explicación.

-A ver, no entiendo ¿era torneo de kendo o de animación?- preguntó un confundido Seto.

-Él estaba teniendo un combate de animadoras que animaban a los chicos de kendo y ella se infiltró en ese torneo- respondió Nabiki sabiendo que podía rodar la cabeza de su casi cuñado.

-¡Cállate!- exclamó Ranma quien ya se imaginaba el filo de la katana de su madre sobre su cuello.

-¿Un chico animadora? ¿De esos que sólo entran al equipo para cargar a las chicas y ver bajo sus faldas?- preguntó Seto y esto contrarió a Ranma, lo estaban pintando como un pervertido, pero eso podría salvar su pellejo de la ira de su madre. Nabiki rió macabramente.

-Oh no Seto, es algo mucho mejor, prepárate para sorprenderte- y arrojó un vaso de agua a Ranma logrando convertirlo en chica.

-¡Wow, qué incómodo!- dijo el chico al notar la extraña transformación.

-¡Tu cara es incómoda!- respondió Ranma bastante molesto.

-¡Ranma!…- Akane lo regañó por su tono grosero.

-¡Yo no he hecho nada!- gritó alterado el aludido.

-Deberían hacer un cómic de esto- dijo Seto para después partirse de risa ante la escena que acaba de ver.

-¡Seto, cállate tú también! Hemos estado hablando de todo menos de lo más importante, contéstame ya esa maldita pregunta que te hice desde que llegaste, dime ¿Qué diablos te pasó? Tu última carta era bastante alarmante- dijo Akane regañando a su amigo y tensando el ambiente.

-No recuerdo haberte escrito ninguna carta- respondió su amigo sorprendido.

-Que no recuer… Espera aquí- dijo y salió corriendo a su habitación.

-¿A dónde va?- preguntaron varios de los presentes, y en unos cuantos segundos ella regresó.

-Mira esto- saca una caja de cartón con varios sobres de cartas adentro -¿En serio no recuerdas haber escrito cada una de estas?-

-Oh por dios, si es mi letra… pero en verdad no tengo idea de haberlo hecho- Seto permanecía sorprendido, igual que los presentes.

-Entonces dime ¿Qué es lo último que recuerdas?- la preocupación se notaba en la voz de Akane.

-Pues… cuando me fui de Nerima, a partir de ahí no recuerdo nada ¡Pero qué importa! Tengo muy buenos recuerdos todavía, como cuando propuse que nuestro grupo montara Romeo y Julieta, dime ¿Quiénes se quedaron con los protagónicos?- seguía el despreocupado Seto haciendo preguntas, como si su extraña amnesia no importara.

-No… quiero hablar de eso- una extraña punzada se sintió en el corazón de Akane ante tal recuerdo, cosa que no pasó desapercibido para su prometido aún molesto, vio la oportunidad y atacó.

-Akane ¿Por qué no le quieres decir que fuiste tú quien hizo a Romeo en esa obra?- dijo en un tono cínico que sonaba aún peor en su voz de chica.

-¡Qué! Pero si tú querías ser Julieta ¿Por qué te hicieron eso?- dijo Seto en tono molesto, pues ver la cara de su amiga logró cambiarle el semblante.

-Te dije que no quería hablar de eso- la expresión de Akane era bastante extraña, sobre todo para Ranma, estaba acostumbrado a verla enojada, sonriendo, tranquila o con temor, pero esa mirada tenía un significado desconocido, como si dijera "No quiero recordar algo que me dolió pero pude superar"; fue justo en ese momento en el que supo que aún le faltaba mucho por conocer de su Akane. Ranma hacía todas esas reflexiones en su mente cuando alguien llamó a la puerta, que rápidamente fue atendida por Kasumi. De repente vieron a una bellísima chica morena de largos cabellos oscuros que miraba preocupada a Seto.

-¿Por qué correr de mi tu?- todos se quedaron callados, creyeron que nadie podía hablar peor que Shampoo.

-¡Porque yo no te conozco!- Seto respondió exaltado.

-Don't talk to me like that! You know speak english fluently- todos quedaron atónitos escuchando a la ahora furiosa chica hablando inglés.

-¿Qué dijo?- dijeron la mayoría de los presentes, mientras tanto Kasumi corría hacia el teléfono.

-Tu eres… ¿Latika?- preguntó Akane leyendo el nombre de la chica de una de las cartas de Seto.

-¿Akane?- la extraña chica preguntó al observar fijamente la carta y el resto de ellas sobre la mesa, distinguiendo la caligrafía.

-Si, entonces, tu eres la novia de Seto-

-Si, y tu niña amiga de Seto, por favor ayuda, ayuda- dijo la morena mientras juntaba sus manos suplicante ante Akane.

-¿Ella es mi novia? se ve bastante vieja para mi- dijo Seto en un tono bastante infantil.

-Acaso eres imbécil- dijo Ranma después de haberle propinado un leve golpe en la cabeza a Seto.

-Yo querer explicar, pero… pero…- unos segundos sosteniendo su mirada con Akane bastaron para que Latika se diera a entender.

-Tranquila, vamos a pedir ayuda a alguien que pueda traducir del inglés, sólo cálmate, todo estará bien- decía Akane dulcemente a la recién llegada mientras sostenía su mano en signo fraternal -Seto tenía razón, puedes hablar con tus ojos-

-Amber querida ¿Quieres venir un momento? Necesitamos tu ayuda- decía Kasumi al teléfono.

Media hora después, seguían todos en la mesa, resulta que él sufrió un terrible accidente al rescatar a Latika y olvidó todo de ella, tanto su historia como su amor. Algunos presentes tenían los ojos llorosos ante la desgarradora escena, la misma Amber se escuchaba entrecortada traduciendo las palabras de Latika.

Seto, como persona despreocupada evita preocupaciones y por esa razón es que al ver la situación tan tensa huyó, corrió tan rápido que se notó su ausencia cuando ya estaba a varios metros de la casa.

-¡A dónde ir!- gritó Latika corriendo tras él, enseguida corrieron tras ellos Ranma y Akane, los demás se quedaron en la puerta en calidad de espectadores. Seto y su novia eran muy rápidos, Akane se sorprendió de la velocidad de su amigo que lo creía totalmente renuente a la actividad física, Ranma se sorprendió de la velocidad de Latika aun con esa larga falda puesta.

De repente la extranjera tropezó, Akane le dijo a Ranma que alcanzara a su amigo, ella la ayudó a levantarse pero ésta prefirió quedarse sentada en el suelo, se veía devastada.

-No ser justo- dijo antes de romper en llanto. Akane no supo que hacer mas que abrazarla y dejarla llorar en su hombro, para su suerte y susto, un mustang negro frenó muy cerca de sus narices, venían Amber y Kasumi y les ayudaron a subir al auto.

Mientras tanto, a Ranma le llevó algo de tiempo alcanzar a Seto, pues se movía bastante bien entre los techos de las casas, saltaba de puentes al techo de camiones en movimiento y más locuras parecidas. Desesperado logró acorralarlo y aplicarle un suplex, algo poco diplomático pero efectivo.

Las chicas en el auto no tardaron mucho en encontrar al fugitivo y al chico/chica que lo perseguía, Akane puso cara de espanto al ver a Seto maltrecho y semiinconsciente siendo cargado como costal por Ranma. De inmediato se dirigieron al consultorio de Tofu.

-Es increíblemente oportuno que hayan venido justo después de que leyera esto- dijo Tofu sosteniendo su periódico, Kasumi lo tomó de sus manos y se dispuso a leer en voz alta mientras su novio revisaba al paciente

-Terrible accidente entristece a Bombay. Seto Izumi, quien fue nombrado novato del año en Parkour y una joven promesa de Bollywood sufre terrible atropello al lanzarse a una avenida para evitar que su novia fuera impactada por un tráiler que se estaba volcando. Afortunadamente ninguno de los dos resultaron con heridas graves, sin embargo el joven Izumi presenta un cuadro amnésico en el que ha olvidado los últimos siete años de su vida. Una pena que olvidase las razones por las que se ganó el cariño de la ciudad, tanto por sus triunfos en el medio del espectáculo como por su activismo por los derechos humanos al hacer frente a un grupo delictivo dedicado a la trata de personas, logrando salvar a más de treinta adolescentes incluyendo a su actual novia. Esperemos que el joven Izumi pueda recuperar su memoria algún día.

-¿No recuerdas algo con esto, Seto? ¿Seto? ¿Ranma? ¡Ay por Dios, escapó de nuevo!- gritó Akane y todos salieron del consultorio para divisar al escapista y a su perseguidor. El susodicho jamás salió a la calle, el chico no tenía idea de lo que era el parkour pero su habilidad para ello seguía ahí, se escondió en un cuarto vacío de la casa del doctor, pero para su suerte, él no estaba solo.

-¿Escapando otra vez?- Ranma estaba justo detrás de Seto y lo miraba furioso. Seto dio un pequeño grito agudo, aunque Ranma estuviera en su forma femenina le daba miedo el tono de voz tan serio en que le hablaba y no se atrevía a voltear, pensó en correr hacia la ventana que tenía justo en frente y saltar.

-Ah no, eso ni lo sueñes- y volvió a hacerle un suplex a Seto, éste una vez en el suelo logró decir entre alucines "Wow, estoy montando un elefante, esto es genial" -¿Que fue lo que dijiste?- dijo sujetando de la camisa al maltrecho chico de mirada perdida.

-Creo que empiezo a recordar cosas, mi madre y yo nos fuimos a Bombay hace siete años para reencontrarnos con mi padre y…- se vio enmudecido por la maliciosa mirada de la chica que le acababa de tirar al suelo.

-Así que… estas empezando a recordar, eh- Ranma lo miraba con una sonrisa cínica y cruzando los brazos muy orgulloso.

-Si, creo que regresaron recuerdos después de que me tiraras hacia atrás y cayera sobre mi espalda… ¿Cómo se llama ese movimiento?- pregunta Seto como si supiera el nombre y no se acordara.

-Se llama suplex…¿Quieres que continúe con la terapia?- dijo Ranma en tono de burla y contrario a lo que esperaba, Seto se tranquilizó, se puso de pie y respiró profundo.

-Se bueno conmigo- dijo tímidamente y se preparó para el siguiente suplex que le aplicaría.

El ruido provocado por la extraña terapia de golpes atrajo a los demás a dicho cuarto. Akane intervino y antes de que Ranma sujetara de nuevo a Seto, ella le aplicó a Ranma un ya tan popular suplex. Latika preocupada corrió a revisar a su novio que estaba semiinconsciente. Seto abrió los ojos y quedó atónito, ella lo miraba dudosa, él la veía detenidamente y dijo:

-Hola, soy Seto Izumi, un gusto conocerte- el corazón de Latika casi se rompe, él seguía sin recordarla, pero la forma en que la veía era la misma de la primera vez que le habló. El resto de los espectadores miraba atónito aquella escena, hasta que Akane golpeó a cierta chica de trenza en la cabeza.

-¿Se puede saber qué le hiciste a Seto?- decía mientras jalaba la trenza del aludido.

-Suéltame, solo estaba siendo considerado con el idiota de tu amigo- dijo en voz alta esperando llamar la atención de Seto y verlo hacer algo más que sólo ver a su novia embobado.

-¿Akane?- Seto volteó a verla, como si no la hubiera visto desde hace mucho tiempo -Akane, cuanto tiempo sin verte, estás igualita a como estabas hace años ¿Qué no te habías dejado crecer el cabello? Eso dijiste en tu última carta- Se detuvo para ver a los presentes, se volvió a presentar con los que no conocía y volvió a saludar a Tofu y a Kasumi como si recién los hubiera visto.

Tofu preguntó a Ranma qué fue lo que hizo con Seto, cuando obtuvo su respuesta hizo pasar a Seto al consultorio y unos minutos después éste salió apresurado a buscar a Latika y la abrazó tan efusivamente que logró conmover a todos los presentes, al parecer ya estaba recuperado, Tofu ubicó los puntos de presión activados con cada suplex y los presionó de modo más directo y menos agresivo.

Seto y Latika regresaron a casa de los padres de éste, había sido una tarde muy agitada y el dolorido cuerpo del muchacho pedía a gritos descansar. Se retiraron una vez que acordaron pasar una velada más tranquila la siguiente semana, ahora en compañía del resto de la familia Izumi.