Capítulo 4:
Tanto por contar y tan poco tiempo para poder hacerlo. Pensándolo friamente, 3 días se pasaban volando, y aún no sabía como iba a afrontar la situación. Solo esperaba que al menos su familia le entendiese, pero tampoco las tenía todas consigo.
El día antes de la fecha prefijada por Dumbledore, Lance decidió dar el paso y hablarles del asunto. Cuándo Lance comentó a su mujer que quería hablar con su familia de forma inmediat, su mirada lo dijo todo, no era alguien a quien le gustase que cambiasen sus planes ni que permitiese noticias inexperadas, y mucho menos los secretitos.
Cómo Lance y su mujer habían llegado a ser lo que eran, nadie lo comprendía, ya que eran dos personas completeamente diferentres en todo, desde su forma de dar clase hasta sus hábitos y forma de vivir. Pero aún así, estaba claro que se querían el uno al otro y que pasase lo que pasase iban a seguir así; o al menos eso es lo que la gente pensaba.
La reunión familiar se realizó en el salón. El nerviosimo que tenía Lance y que estaba contagiando a los otros miembros de la familia se hacía patente en un silencio atronador que recargaba aún más el ambiente con miradas frías por parte de todos y lleno de suspiros esperando a que Lance empezase su discurso.
Por alguna parte tengo que empezar. No es un asunto fácil ni espero que lo entendais, pero es imposible continuar de esta forma, sin que sepais quien soy en realidad
Si me estás engañando con otra, ya te puedes ahorrar todas las explicaciones que no me interesan
No es eso, aunque creedme que resultaría más fácil de decirlo, ya que al menos lo podríais creer. Ahora sólo os pido que mientras hablo no hagais ningún comentario hasta que finalice.
Así, Lance empezño a explicar sin interrupción alguna quien era, de que mundo venía y el porqué de que no se lo hubiese dicho antes a nadie. Nada más terminar, su esposa se fue y volvió unos minutos después con una maleta enorme y pesada.
Ahí tienes todas tus pertenencias, ahora vete, no quiero a freakys que se creen lo que no son en mi casa; ya te llegaran los papeles del divorcio
Anonadado, Lance no se movió, intentó guardarse el aspecto externo de nuevo, guardandose todo en sus adentros, pero no se contuvo. Cogió su varita y se apuntó a si mismo, en un obstante, su pelo negro y corto se olvió plateado y largo, su camisa se convirtió en una túnica azul oscura y su traje en una capa negra.
Los hijos del ahora infeliz matrimonio habían contemplado toda la escena con incredulidad, pero al contrario que su madre, no parecían tener miedo ni querer echar a su padre de sus vidas, sino que mostraban interés, y cuando vieron a su padre hacer magia; su cara fue igual que cuando un niño pequeño ve un caramelo. Fue entonces cuando Lance se dirigió a ellos.
Chicos, vosotros también sois magos, podeis hacer magia, aunque necesitareis que se os enseñe. No os voy a obligar a ir, haced lo que vosotros deseeis
A pesar de los gritos de su madre, los hijos no necesitaron pensárselo dos veces y contestaron al unísono un sonoro sí. Mientras la mujer estaba gritandole a su exmarido que le iba a denunciar, éste no tuvo otro remedio que desmemoriarla, para evitar males mayores. A partir de ese momento, ella no recordaría nada, ni quien era él ni sus hijos, cómo si todos estos años no hubiesen pasado y solamente hubiese un vacío en la memoria.
Lance, con otro movimiento de varita, hizo las maletas de sus hijos y les dijo que se agarrasen fuerte a el, que se iban a aparecer. Los niños tuvieron miedo puesto que no sabían que ocurriría, pero cuando apenas se habían dado cuenta ya estaban en otro lugar.
La sala adónde habían llegado era grande y circular. Retratos de personas ya muertas colgaban en las paredes, con la diferencia que estos se movían y cuchicheaban entre ellos. También pudieron observar un extraño pájaro dorado que emitía un precioso canto. Lance reconoció enseguida a Fawkes, el phoenix del director, mientras suspiraba recordando las veces que había estado allí, en interminables reuniones con su colega, y de cómo había llegado a ser el único aparte del propio director que podía entrar libremente allí.
Dumbledore no se hallaba ahí en ese momento, pero alguien estaba entrando por la puerta...
