Disclaimer: Estos personajes no son míos sino de J. K. Rowling, Warner Bros
y no sé quien más; no gano dinero con ellos así que no me demanden, por
favor.
Tras el velo
Por Elanor Black
Capítulo 3: El sueño.
Era ya entrada la madrugada cuando se abrió la puerta de la casa situada en Grimaud place, nº 12, y cuatro sombras atravesaron el umbral que conducía a un pequeño recibidor. Subieron las escaleras, y entraron en una de las habitaciones de la primera planta.
-Esta noche dormirán aquí, chicos. No es prudente que estén con sus padres, que podrían estar siendo vigilados. Ellos vendrán aquí mañana y hablarán con ustedes, hasta entonces no deben salir de esta habitación. ¿Entendieron?-Dijo un anciano, con tono serio y ojos pensativos- Bajo ningún concepto.
-¿Y si hay un incendio?- dijo la voz de un chico.
Se trataba de un chaval de unos doce años. Con el pelo castaño claro, alborotado, y unos ojos azules de aire travieso.
-En ese caso tampoco, ya se encargaría alguien de apagar el fuego.-contestó el profesor Dumbledore con cara sorprendida.
-Pero podríamos morir abrasados. ¡En caso de incendio, deberíamos poder salir!-Se quejó el mismo chico.- ¿O acaso no te importa ver a tus bisnietos consumidos por las llamas?
-No habrá ningún incendio, no te preocupes pequeño-Contestó Dumbledore intentando convencer al chaval.
-¿Y cómo sabe que eso...
-¡Para ya, Brian!, no seas pesado, - lo cortó la voz de una chica bruscamente, Claudia era algo mayor que Brian, tenía dieciséis años y su gesto era serio. Los ojos también los tenía azules como los del pequeño, pero su pelo era negro y liso, lo llevaba corto, y atado en una coleta.- No podemos salir y punto.
-Abuelo, si le sigue la corriente, estaremos aquí hasta mañana, este pequeñajo puede llegar a ser bastante pesado- intervino el que parecía el mayor de los tres chicos, aunque en realidad era el gemelo de Claudia. Su pelo y sus ojos eran negros como los de su padre, del que además había heredado el nombre, pero en todo lo demás, Severus Snape, era idéntico a su madre.
-De acuerdo entonces- Dijo Dumbledore sonriendo- es muy importante que no salgan de esta habitación sin antes hablar con sus padres.
-Pero podríamos morir de hambre- se quejó el pequeño Brian.
-Sus padres vendrán temprano, no se preocupen,-contestó el anciano-hasta pronto.
Se inclinó y dio un beso en la frente a cada uno de los chicos, y tras salir de la habitación y cerrar la puerta susurró unas palabras sellando la entrada a la misma.
-No me lo puedo creer, nos ha dejado encerrados en esta habitación, y además sin comida, ni bebida, ni nada de nada- dijo el pequeño Brian con voz incrédula.
-No seas tonto, tengo algunas cosillas para comer en la mochila- Dijo sonriente la chica.
-¡Oh, Claudia!, ¿te he dicho alguna vez que eres mi hermana favorita?- Dijo Brian sonriendo y abrazando a la chica.
-Soy tu única hermana, pelota, y te daré una chocolatina si prometes portarte bien y no intentar saquear mis provisiones mientras duermo-Dijo la chica alegremente revolviendo los alborotados y rubios cabellos de su hermano pequeño.
-hey, que yo también quiero algo de comer. Admitiré que eres mi hermana favorita, si es necesario.- Dijo el mayor de los chicos levantando los brazos en señal de rendición.
-¡Vaya par estáis hechos vosotros dos!, de Brian lo esperaba, pero tú Severus, debes estar muy hambriento para llegar a estos extremos- Dijo la chica sonriendo acercándose a su mochila.
-Es que, en la fiesta, mi comida se llenó de arena, y la carne con ese tipo de aditamentos no es mi especialidad- Contestó Severus.
-Ya, ya, la vieja excusa de la arena, ¿no será más bien, que te fuiste a pasear con cierta chica, y te olvidaste de la comida?-Dijo Claudia sonriendo abiertamente.
-¿¡Una chica!?, ¿Qué chica?, ¿La conozco?, ¡jo nunca me contáis nada! Venga Sev, dime quién es.- Empezó la voz de Brian.
Severus echó a su hermana, una mirada asesina, de esas que quitan el aliento.
-¡Mira lo que has hecho! Ahora no me dejará en paz hasta el día del juicio final.- Dijo Severus con voz enfadada, dirigiéndose a Claudia.-Veamos Brian, no hay ninguna chica, Claudia lo ha dicho para quedarse contigo.- intentó convencer al pequeño.
-De eso nada, tú no me engañas, dime quien es, o le digo a mamá que tienes novia- Dijo el pequeño con voz enfadada.
-No tengo novia, y aquí se acabó la discusión dijo Severus seriamente, y no insistas o te quito tu chocolatina-amenazó Severus.
Ante lo cual el pequeño se metió en la boca toda la tableta de chocolate, y sonriendo dijo:
-no me fuedez quita na, dime quie ez-sonrió el pequeño.
-Esto es una pesadilla, quiero salir de aquí- dijo Severus tapándose la cara con las manos.
Finalmente Claudia se compadeció de su hermano gemelo y dirigiéndose al pequeño Brian le dijo:
-Venga Brian, solo quería reírme de Sev, no tiene novia, de verdad, si la tuviese sabes que te lo diría.
-Já, y yo que me lo creo. ¿Es que pensáis que soy tonto o qué?- dijo Brian enfadado.- Exijo saber quien es.
-Bueno, esto ya es ridículo, yo me voy a dormir- dijo Severus cansado, tumbándose en una cama.
-Venga es hora de dormir Brian, no te preocupes-intentó convencerlo Claudia, y susurrándole al oído le dijo- mañana te lo contaré todo.
Tras lo que Brian se calmó y se acostó en otra cama.
-Hasta mañana.-Dijeron los tres a la vez y apagaron la luz.
......................................................................
Caminaba por una calle atestada de gente, era hora punta, y a lo lejos empezaron a sonar una campanas, no iba sola, alguien la acompañaba. Intentó ver la cara de su acompañante, pero el sol la deslumbraba. Tenían prisa, llegaban tarde a algún sitio. Pasaron una tienda de libros antiguos, y otra de ropa. Había un estrecho callejón, y alguien la llamaba desde él. Le pedía ayuda desesperadamente. Tenía que hacer algo. Fue hacia él, pero no había nada, solo unos cartones tirados en el suelo.
Se despertó. Sólo fue un sueño. Claudia volvió a dormirse.
_______________________________________________
En el próximo capítulo los chicos conocerán a algunos miembros de la orden.
Muchísimas gracias por tu review, Nocrala, me encantó saber que alguien ha leído mi historia.
Y a todo aquel que la lea, como siempre, espero que deje su opinión.
Tras el velo
Por Elanor Black
Capítulo 3: El sueño.
Era ya entrada la madrugada cuando se abrió la puerta de la casa situada en Grimaud place, nº 12, y cuatro sombras atravesaron el umbral que conducía a un pequeño recibidor. Subieron las escaleras, y entraron en una de las habitaciones de la primera planta.
-Esta noche dormirán aquí, chicos. No es prudente que estén con sus padres, que podrían estar siendo vigilados. Ellos vendrán aquí mañana y hablarán con ustedes, hasta entonces no deben salir de esta habitación. ¿Entendieron?-Dijo un anciano, con tono serio y ojos pensativos- Bajo ningún concepto.
-¿Y si hay un incendio?- dijo la voz de un chico.
Se trataba de un chaval de unos doce años. Con el pelo castaño claro, alborotado, y unos ojos azules de aire travieso.
-En ese caso tampoco, ya se encargaría alguien de apagar el fuego.-contestó el profesor Dumbledore con cara sorprendida.
-Pero podríamos morir abrasados. ¡En caso de incendio, deberíamos poder salir!-Se quejó el mismo chico.- ¿O acaso no te importa ver a tus bisnietos consumidos por las llamas?
-No habrá ningún incendio, no te preocupes pequeño-Contestó Dumbledore intentando convencer al chaval.
-¿Y cómo sabe que eso...
-¡Para ya, Brian!, no seas pesado, - lo cortó la voz de una chica bruscamente, Claudia era algo mayor que Brian, tenía dieciséis años y su gesto era serio. Los ojos también los tenía azules como los del pequeño, pero su pelo era negro y liso, lo llevaba corto, y atado en una coleta.- No podemos salir y punto.
-Abuelo, si le sigue la corriente, estaremos aquí hasta mañana, este pequeñajo puede llegar a ser bastante pesado- intervino el que parecía el mayor de los tres chicos, aunque en realidad era el gemelo de Claudia. Su pelo y sus ojos eran negros como los de su padre, del que además había heredado el nombre, pero en todo lo demás, Severus Snape, era idéntico a su madre.
-De acuerdo entonces- Dijo Dumbledore sonriendo- es muy importante que no salgan de esta habitación sin antes hablar con sus padres.
-Pero podríamos morir de hambre- se quejó el pequeño Brian.
-Sus padres vendrán temprano, no se preocupen,-contestó el anciano-hasta pronto.
Se inclinó y dio un beso en la frente a cada uno de los chicos, y tras salir de la habitación y cerrar la puerta susurró unas palabras sellando la entrada a la misma.
-No me lo puedo creer, nos ha dejado encerrados en esta habitación, y además sin comida, ni bebida, ni nada de nada- dijo el pequeño Brian con voz incrédula.
-No seas tonto, tengo algunas cosillas para comer en la mochila- Dijo sonriente la chica.
-¡Oh, Claudia!, ¿te he dicho alguna vez que eres mi hermana favorita?- Dijo Brian sonriendo y abrazando a la chica.
-Soy tu única hermana, pelota, y te daré una chocolatina si prometes portarte bien y no intentar saquear mis provisiones mientras duermo-Dijo la chica alegremente revolviendo los alborotados y rubios cabellos de su hermano pequeño.
-hey, que yo también quiero algo de comer. Admitiré que eres mi hermana favorita, si es necesario.- Dijo el mayor de los chicos levantando los brazos en señal de rendición.
-¡Vaya par estáis hechos vosotros dos!, de Brian lo esperaba, pero tú Severus, debes estar muy hambriento para llegar a estos extremos- Dijo la chica sonriendo acercándose a su mochila.
-Es que, en la fiesta, mi comida se llenó de arena, y la carne con ese tipo de aditamentos no es mi especialidad- Contestó Severus.
-Ya, ya, la vieja excusa de la arena, ¿no será más bien, que te fuiste a pasear con cierta chica, y te olvidaste de la comida?-Dijo Claudia sonriendo abiertamente.
-¿¡Una chica!?, ¿Qué chica?, ¿La conozco?, ¡jo nunca me contáis nada! Venga Sev, dime quién es.- Empezó la voz de Brian.
Severus echó a su hermana, una mirada asesina, de esas que quitan el aliento.
-¡Mira lo que has hecho! Ahora no me dejará en paz hasta el día del juicio final.- Dijo Severus con voz enfadada, dirigiéndose a Claudia.-Veamos Brian, no hay ninguna chica, Claudia lo ha dicho para quedarse contigo.- intentó convencer al pequeño.
-De eso nada, tú no me engañas, dime quien es, o le digo a mamá que tienes novia- Dijo el pequeño con voz enfadada.
-No tengo novia, y aquí se acabó la discusión dijo Severus seriamente, y no insistas o te quito tu chocolatina-amenazó Severus.
Ante lo cual el pequeño se metió en la boca toda la tableta de chocolate, y sonriendo dijo:
-no me fuedez quita na, dime quie ez-sonrió el pequeño.
-Esto es una pesadilla, quiero salir de aquí- dijo Severus tapándose la cara con las manos.
Finalmente Claudia se compadeció de su hermano gemelo y dirigiéndose al pequeño Brian le dijo:
-Venga Brian, solo quería reírme de Sev, no tiene novia, de verdad, si la tuviese sabes que te lo diría.
-Já, y yo que me lo creo. ¿Es que pensáis que soy tonto o qué?- dijo Brian enfadado.- Exijo saber quien es.
-Bueno, esto ya es ridículo, yo me voy a dormir- dijo Severus cansado, tumbándose en una cama.
-Venga es hora de dormir Brian, no te preocupes-intentó convencerlo Claudia, y susurrándole al oído le dijo- mañana te lo contaré todo.
Tras lo que Brian se calmó y se acostó en otra cama.
-Hasta mañana.-Dijeron los tres a la vez y apagaron la luz.
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Caminaba por una calle atestada de gente, era hora punta, y a lo lejos empezaron a sonar una campanas, no iba sola, alguien la acompañaba. Intentó ver la cara de su acompañante, pero el sol la deslumbraba. Tenían prisa, llegaban tarde a algún sitio. Pasaron una tienda de libros antiguos, y otra de ropa. Había un estrecho callejón, y alguien la llamaba desde él. Le pedía ayuda desesperadamente. Tenía que hacer algo. Fue hacia él, pero no había nada, solo unos cartones tirados en el suelo.
Se despertó. Sólo fue un sueño. Claudia volvió a dormirse.
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En el próximo capítulo los chicos conocerán a algunos miembros de la orden.
Muchísimas gracias por tu review, Nocrala, me encantó saber que alguien ha leído mi historia.
Y a todo aquel que la lea, como siempre, espero que deje su opinión.
