Disclaimer: Estos personajes, excepto Andrea y sus hijos, no son míos sino de J. K. Rowling, Warner Bros y no sé quien más; no gano dinero con ellos así que no me demanden, por favor.
Tras El velo
Capítulo 22: Me duele la cara de ser tan guapa
Se mantenía oculto entre la muchedumbre que en aquellos momentos circulaba por la terminal de llegadas del aeropuerto internacional de Heatrow y no perdía ojo de la asquerosa sangresucia, que para su mala suerte tenía que vigilar, y más le valía no perderla, Su Señor no tenía paciencia para los fracasos.
La conocía de sobra desde sus tiempos en el colegio. Evans. Fue prefecta, premio anual y lo peor de todo, la novia del imbécil de Potter. Al parecer se sospechaba que formaba parte de cierto grupo de patéticos que creían que podían oponerse al Señor Oscuro. Ilusos.
No había cambiado demasiado desde la última vez que la había visto, en la ceremonia de graduación, hacía ya más de cinco años.
Al parecer la persona a la que Evans esperaba había llegado. Pudo comprobar que se trataba de una joven, rubia, ojos azules, de unos dieciocho o diecinueve años. Debía ser alguna despreciable muggle, ya que había llegado en avión. Ambas chicas se saludaron formalmente, y tomaron dirección a la salida del aeropuerto. Severus Snape las siguió, aunque en el trayecto notó cómo su pie golpeaba algo. Cuando miró hacia el suelo, puedo ver unos metros más adelante un medallón con piedras blancas y rojas, era interesante, tenía un extraño dibujo que llamó su atención y lo guardó en su bolsillo. Cuando alzó de nuevo la vista pudo observar con desesperación como las chicas a lo lejos tomaban un taxi. Intentó acercarse lo más rápido posible y tomar otro para seguirlas, pero no había ninguno libre en la parada. Dio una patada al suelo de desesperación, sabiendo que su señor no estaría contento con él.
-Cariño, espabila, parecías en otro mundo- llamó su atención una voz próxima a él.
Era la chica del aeropuerto.
-¿Decías algo?-preguntó él con la imagen de su esposa la primera vez que la vio aún en la mente.
-Pues sí, te estaba diciendo que me preocupa Claudia.
-¿Claudia?
-Pues sí, ella siempre ha sido muy juiciosa y prudente en cuanto a echar maldiciones y me sorprende mucho el hecho de que acabase así con ese chico…
-Malfoy.
-Sí, Malfoy.
-Bueno, él se lo buscó insultándola así públicamente.
-Sólo eran palabras de un crío y a cuenta de eso se han pasado casi todo el fin de semana en la enfermería.
-Pues me parece bien que nuestra hija se hiciese respetar, aunque no debió dejarse embrujar tan fácilmente y desde luego no debería haber "salido" con él.
-Sí claro, si por ti fuese, le habrías hecho eso al chico desde el día en que le regaló aquel estupendo ramo de flores.
-Por supuesto, cómo se atrevió a cortejar a mi hija así y sin conocerla a penas. En primer lugar, no tienen edad. En segundo, antes de atreverse a decirle nada debería haberle pedido permiso a sus padres,…
-Por Dios Severus, no estamos en la edad media, y que yo sepa tú nunca pediste permiso a nadie para hablar conmigo, además ¿Es que acaso tú se lo hubieses dado?
-Por supuesto que no, jamás. Pero al menos le podría haber quitado de la cabeza la estupidez de intentar nada con mi hija.
-Sí claro, le habrías borrado a nuestra hija de su memoria.
-Estupenda sugerencia, la tendré en cuenta si surge la posibilidad, pero espero que nuestra pequeña haya aprendido ya que con los chicos mientras más lejos mejor.-contestó el muy satisfecho.
-Creo que estás desvariando. Tantos cruciatus deben haberte afectado a la cabeza, hablaré con el abuelo-dijo ella en tono de broma.
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Harry observaba el comedor aburrido mientras desayunaba. Como casi siempre estaba sentado entre Hermione y Ron, que a pesar de los patéticos intentos de Ron, aún no habían hecho las paces. Roberto, que ya era parte del grupo, no había bajado a desayunar, al parecer algo de la cena no le había sentado bien, y no tenía apetito, así que no estaba. Tampoco estaba ella. Ella.
Apenas habían cruzado unas pocas palabras, pero le estaba dando más dolores de cabeza de los que jamás hubiese imaginado. Miró hacia la mesa de las serpientes, que a partir del memorable suceso del sábado sería la mesa del Sapo verrugoso Malfoy, aunque, tambien era su mesa, ella era una Slytherin y aquello sí era indiscutible. Allí estaba el rubio, con aires de suficiencia a pesar de haber sido blanco de una de las transformaciones más desagradables que Harry había presenciado.
Y llegó ella. Entró sola al comedor, y se sentó en su mesa sin mirar a nadie. Parecía muy satisfecha consigo misma. Una ligera sonrisa pareció atravesar su rostro, pero igual que apareció, desapareció.
-¿Qué tenemos hoy?- preguntó Harry a Hermione.
-Deberías haberte aprendido ya el horario Harry, ¿Qué pasaría si yo no fuese algún día a clases?-Respondió la chica con voz cansada.
-Eso es algo que nunca sucederá, Hermione.
La chica iba a quejarse cuando un grito llamó la atención de la mayoría del comedor, y el grito venía de la mesa de Ravenclaw. Cuando Harry miró hacia allá, apenas podía dar crédito de lo que veía, Cho era la que había gritado, aún sujetaba un mechón de su hermoso cabello con sus manos, el resto estaba esparcido por el suelo. En realidad, la chica ¡¡¡calva!!! Era difícil de reconocer.
-Ahh- los gritos histéricos llenaban el salón-¿Qué, Qué me ha pasado?
Harry se había quedado tan sorprendido como la mayoría, aunque algunos alumnos no podían evitar reír a carcajadas.
El efecto del Shock sobre la chica fue remitiendo de modo que empezó a darse cuenta de que era blanco de la mayoría de las miradas y las risas de los alumnos, optó por la salida más rápida.
En su huida, cerca del pasillo que conducía a la sala común de Ravenclaw chocó con un chico que "casualmente" pasaba por allí en aquel momento y no se dio cuenta que en el impacto un líquido había caído sobre ella.
Roberto la ayudó a levantarse.
-¿Te encuentras bien?- le preguntó amablemente.
Pero la chica no contestó. Y volvió a entrar en el comedor, discretamente seguida por el chico que no quería perderse la segunda parte del espectáculo.
Brian consiguió alcanzar a Roberto antes de que este entrase al Gran comedor, venía corriendo desde las cocinas, entusiasmado esperando ver si había salido todo tal como habían esperado.
-¿Que tal, qué tal ha salido?-Preguntó casi sin respiración por la carrera.
-Llegas justo a tiempo, creo que vamos a comprobarlo ahora mismo.
El espectáculo de ver a aquella engreída chica, calva, subida sobre la mesa de Ravenclaw desgañitándose entusiasmada mientras cantaba muy emocionada "Me duele la cara de ser tan guapa" de los "hombres G" era indescriptible, pero si a eso sumamos al polstergeist del colegio haciendo los coros y lanzando cereales a modo de confeti… Aquello podía llamarse un éxito rotundo, la próxima vez deberían cobrar entrada, aunque como todo lo bueno, el espectáculo terminó cuando el profesor Filch consiguió detener el concierto de su alumna, para lo que tuvo que desmayarla.
Harry no pudo resistirse y como todos también rió la broma que no dejaba de tener su gracia, especialmente considerando el aspecto tan formal que Cho solía tener habitualmente. La compadeció, pero era humano, y los berridos de la buscadora de Ravenclaw eran cómicos por no decir desagradables a primera hora de la mañana… Lo que a Harry no le divirtió tanto fue el hecho de que Snape se levantó de la mesa de profesores y se dirigió directamente a él, con una cara de furia y a la vez satisfacción contenida.
-Señor Potter, haga el favor de acompañarme. Esta broma a su compañera va a costarle cara, no lo dude.
Harry miró perplejo al profesor de pociones. ¿Lo estaba acusando a él de lo que le había pasado a Cho?
-Disculpe profesor, pero me temo que se está equivocando. Yo no he tenido nada que ver en eso. ¿De dónde ha sacado semejante conclusión?
-Obviamente ha sido usted, esa era una broma que ya practicaron antes su padre y amigos, debería haberse informado antes de repetirla.
-Yo no sé nada de todo esto-Se defendió Harry, más que perplejo.
-Eso lo comprobaremos pronto, no le quepa duda. Seguro que la famosa Biblia de las bromas de su adorado padrino forma parte de la herencia que le ha dejado tras habernos abandonado- contestó el profesor regodeándose en esto último.
Harry tuvo que recurrir a toda su fuerza de voluntad para no empeorar su situación y tirarle el zumo de calabaza que tenía en su mano al profesor de pociones, aunque el hecho de que aquella broma formase parte del repertorio de los merodeadores lo desconcertaba, ¿una Biblia del merodeador? ¿Quién demonios había sido el autor de la broma a Cho? ¿Quién tenía el libro de su padrino?
Roberto miró preocupado a sus hermanos al ver cómo se llevaba su padre a Harry, y estuvo tentado de confesar, pero esperarían a ver que pasaba, si Harry se libraba, no tendría porqué pagar nadie por la broma a la difamadora, inventora y creída de Chang.
Harry llegó algo tarde al la clase de DCAO, pero su sonrisa decía a las claras que había dejado a Snape con un palmo de narices, cosa que alegro especialmente a dos de sus compañeros de clase que empezaban a temer tener que confesar su broma a la Ravenclaw cosa que su padre no tomaría demasiado bien, pero que finalmente no sería necesaria.
La llegada de Harry también alegró a Hermione y Ron que empezaban a temerse que Snape hubiese conseguido castigarlo, aunque no entendían que era lo que había pasado, ni quién le había hecho aquello a Cho.
A pesar de las ganas que Harry tenía de hablar con sus amigos sobre lo que había podido sacarle a Snape, la clase de DCAO estaba demasiado interesante. Estaban aprendiendo a formar escudos contra ataques basados en los elementos en este caso fuego, agua, hielo, aire y tierra. La profesora hizo una demostración con ataques de rayos elementales. Tenía un aspecto terrorífico. Al parecer en aquellos casos los escudos mágicos habituales no eran demasiado efectivos porque según la profesora, los elementos no podían considerarse en sí como energía literalmente mágica, como eran los rayos que lanzaban las varitas.
Según explicó, su ataque de fuego, tenía un efecto similar al de un lanzallamas muggle, lo que hizo que la mayoría de la clase, en este caso los que apenas sabía de los muggles, se sorprendiesen por los recursos infravalorados de los no mágicos.
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La tarde era apacible, y aunque ya llevaban allí un buen rato estudiado los folios que había traído Claudia con las fotografías a las páginas del libro que habían encontrado la noche anterior en la biblioteca, el resultado no estaba del todo mal, de hecho habían conseguido bastante más que hasta entonces.
-Recapitulando según toda la información sobre este encantamiento, parece que sí es el que aplicaron al libro, y el aspecto que viste en la librería debería ser su forma real, pero los motivos por los que entonces estaba inactivo pueden ser varios: o el libro sólo puede verse tal cual en aquella librería o en un entorno muggle. Pero yo no creo que esta sea la explicación, puesto que los muggles podrían haberlo descubierto.
-Esto de acuerdo con Roberto-admitió Hermione-Tambien cabe la posibilidad de que tuvieses algún tipo de llave u objeto que liberase las barreras del libro.
-Creo que no tenía nada de todo eso. El libro no tenía cerradura ni nada similar, y no tenía ningún objeto extraño que yo recuerde, excepto el chocolate. Pero en el cuartel general tambien tenía chocolate y no se mostró. El chocolate en todo caso no me parece una llave demasiado mágica.
-Entonces debió ser algo que dijiste, alguna palabra-Sugirió Roberto.
-La verdad es que no recuerdo demasiado de lo que dije-Claudia intentó recordar aquella extraña librería-Estaba el viejo, creo que se llamaba Pit, y había gatos en la tienda, pero el pobre parecía un poco loco y hablaba de algo de su padre, pero no sé no recuerdo nada extraño, o extraordinario. ¿Serán los gatos la llave?
-Puedo traer a Crokshanks a ver si ocurre algo- sugirió Hermione.
-Vale, no perdemos nada con intentarlo.
Cuando llegó Hermione, los tres miraron esperanzados al libro, pero nada cambió, seguía siendo historia de Hogwarts.
-Quizás sea porque mi gato es mitad Kneazel-sugirió Hermione poco convencida-Parvati también tiene un gato, pero es normal, si quieres, puedes dejarme el libro, y lo pongo cerca a ver si tenemos un poco de suerte.
Claudia no estaba muy convencida de ceder su libro, pero si no había otra opción. Se encogió de hombros y le dio su versión de historia de Hogwarts.
-Bueno chicos, debo marcharme, ahora tengo la primera clase de ampliación de DCAO y no quiero llegar tarde. Ya me contareis que tal ha ido con el gato de tu amiga-Se despidió claudia.
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Cuando Harry llegó, muchos de los asientos ya estaban ocupados, las mesas eran de parejas, aún quedaban un par de mesas libres al final de la clase. En primera fila había un sitio libre, junto a una chica, que para desconcierto del chico resulto ser Claudia. No sabía que hacer, ¿sentarse con ella? Era un sitio estupendo para una clase en la que estaba interesado. Pero no quería. En realidad sí que quería sentarse junto a ella. Tenía curiosidad por saber cuán buena era. En realidad ella siempre había sido amable con él, incluso cuando le dijo que ya no lo molestaría más había sido culpa suya, había sido más que grosero con la chica, y si en realidad se había equivocado con ella desde el principio y todo habían sido paranoias suya. Pero había salido con Draco. Y había terminado con él, ¡Y de qué manera!
Mientras Harry permanecía en pie indeciso, su motivo de duda se esfumó ya que Roger Davis, capitán del equipo de Ravenclaw ocupó el lugar junto a la chica en la primera fila.
En el momento en el que Harry vio a Davis junto a Claudia supo que debió sentarse junto a la chica, si tenía razón en pensar que ella no era lo que aparentaba era mejo vigilarla de cerca, y si se había equivocado, no perdía nada con conocerla un poco mejor, claro que a aquellas alturas dudaba mucho que Claudia tuviese el más mínimo interés en conocerlo o dirigirle la palabra.
Decepcionado se sentó en una de las mesas de la última fila.
-¿Te importa que me siente contigo?- Le preguntó unos minutos después la nueva diva del colegio.
-Eh…, no claro.- Harry miró a la chica que presentaba de nuevo su aspecto de siempre intentando disimular una sonrisa al pensar en el espectáculo del desayuno.
-Espero que estas clases sean al menos la mitad de buenas que eran las que nos dabas tú en el DA.
-Gracias-musitó Harry un poco cohibido ante el cumplido.
-Al parecer el profesor Shacklebolt es un Auror muy importante en el ministerio. ¿Crees que será muy estricto?
Harry se encogió de hombros, Kingsley siempre había sido bastante agradable con él las veces que se habían visto en la orden, pero realmente no habían hablado demasiado. En todo caso la conversación con Cho se cortó en cuanto oyeron como se cerraba la puerta, al entrar el profesor.
La clase resultó bastante entretenida, repasaron diversos encantamientos tanto de defensa como de ataque en duelos entre los compañeros de las distintas mesas.
Harry ganó repetidas veces a Cho, a pesar de que la chica era bastante buena gracias a las clases con el DA, no era rival para él. Tan sólo consiguió alcanzar a Harry en un momento en el que lo pilló desprevenido mientras el chico observaba con furia creciente lo bien que parecían pasarlo Claudia y Davis. Cho, que se percató claramente del despinte del moreno no desaprovecho su oportunidad y lo atacó derribándolo sobre uno de los montones de cojines que había esparcidos por la clase. La Ravenclaw se acercó a Harry para ayudarlo a levantarse.
-Es obvio que tu amiga no pierde el tiempo-dijo mordaz- primero un Gryffindor, después un Slytherin y ahora un Ravenclaw. Desde luego nadie puede decir que discrimine a alguna casa.
-No creo que eso sea asunto tuyo, Cho…- aunque Harry no pudo continuar la frase por la sorpresa al ver como el cabello de la chica volvía a caer al suelo como había ocurrido durante el desayuno.
La Ravenclaw aun no se había percatado de aquello pero al ver la expresión de sorpresa del chico, y el hecho de que muchos de sus compañeros tambien la miraban ahora, no supo como reaccionar, fue finalmente Marieta Edgecombe la que se acercó a ella con cara de pena e intentó consolarla.
-¡Oh!, Cho, ha vuelto a pasar…
De pronto la chica se dio cuenta de que su pelo estaba de nuevo en el suelo, y en un gesto casi instintivo, se llevó las manos a la cabeza para constatar que realmente era su adorado pelo, ahogó un grito y salió corriendo de la clase. En la que ahora todos murmuraban sobre lo que le ocurría a la chica.
Todos menos Claudia que se mantenía algo aparte, satisfecha del castigo de la morena, pero molesta, porque sabía el motivo por el que el hechizo se había activado de nuevo y no entendía porqué la Ravenclaw tenía como pasatiempo meterse con ella. En todo caso acabaría aprendiendo, por las buenas o por las malas que nadie se metía con ella o con los suyos impunemente.
Al profesor no le costó demasiado que todos los alumnos volviesen a sus quehaceres, y en el último cuarto de hora de la clase organizó una competición de duelo entre los alumnos de la clase.
Harry se enfrentó a un chico de Hufflepuf al que a penas conocía de haberlo visto alguna vez en los pasillos o en la biblioteca. Fue un duelo relativamente difícil, Cauldwell, que así se llamaba era rápido y bastante ágil, esquivando con cierta facilidad sus ataques. Incluso estuvo a punto de vencer cuando uno de los rayos de su varita pasó casi rozando a Harry, pero finalmente consiguió acertarle con un expeliarmus y Harry se hizo con la victoria clasificándose para el siguiente duelo.
Cuando Davis ganó su duelo, Claudia le aplaudió contenta, cosa que de nuevo molestó a Harry.
Claudia se enfrentó a Marieta, y no sin cierta satisfacción comprobó que la Slytherin venció con relativa facilidad a la Ravenclaw. Claudia la lanzó contra una zona en la que no había cojines que amortiguasen la caída. Ésta muy enfadada la acusó de haberlo hecho a propósito, cosa a que a Claudia pareció no importarle demasiado. En realidad parecía muy satisfecha por el resultado de su ataque. Todos los Slytherin de la Clase aplaudieron a su compañera, felicitándola por un combate tan rápido. Y para molestia de Harry, también Davis la felicitó.
Harry con paso decidido se acercó a Claudia, haría honor a su casa y después de haberse comportado como un patán, se atrevería a felicitar a la chica por su espléndido combate, ya estaba harto de hacer el idiota.
-Claudia, un expeliarmus muy bueno.
La chica se giró y lo miró con cara de sorpresa.
-Gracias- fue su escueta respuesta tras lo cual, se dirigió a su pupitre y recogió sus cosas.
Harry observó como la chica se alejaba. No era lo que él esperaba. Había sido seca, fría. No era la chica alegre y sonriente con la que él siempre se había encontrado.
La clase había terminado.
Y todos los alumnos salieron en tropel en dirección al gran comedor.
Harry iba pensativo en el camino, observando a la Slytherin, y cuando llegaron a la entrada del comedor, Harry vio que la chica pasó de largo y se dirigió hacia la salida, hacia los jardines. Sin pensarlo dos veces, la siguió, pero de lejos. No quería que la chica supiese que la estaba siguiendo.
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Y hasta aquí hemos llegado hoy.
No os quejareis, hemos tenido por fin la broma a Cho que como os habréis dado cuenta tiene efectos secundarios, ya me contareis que os ha parecido. Hemos visto un poco de los recuerdos de Snape, ¡hasta sale Lily! Aunque poquito y tambien hemos tenido por fin la clase de ampliación de DCAO. ¿Qué irá a hacer Claudia? ¿Qué descubrirá Harry?,…. Tendreis que esperar al próximo capítulo para saberlo. Ya sabéis, cuantos más reviews dejéis, antes intentaré subir el próximo capítulo, no es chantaje, es sólo un incentivo para mí. jijijiji.
Bueno, y contestando a los reviews del capítulo anterior, que fueron un montón (me pongo a dar saltos por mi habitación)
Trixi Black: Hola guapetona. Muchas gracias por el review, pero mujer, si dije que intentaría meterlo era en serio, mira que no reconocer tu propia aportación jijijij. Espero que te haya gustado el capítulo. Un besazo.
Gandulfo: Muchísimas gracias, aunque sólo sea por decir que lo leíste, me animaste mucho. Hasta pronto.
Barbi: Hola preciosa. Por fin se la hemos hecho a Cho, y desde luego ha sido delante de todo el colegio. Espero que te haya parecido una buena venganza, a mi desde luego no me haría demasiada gracia. Desde luego el pobre Harry no es que esté muy perspicaz pero bueno, algo es algo. En fin chica, espero que te haya gustado el capitulo, ya me cuentas. Un besazo.
ANgiE SBM: Hola, por fin vimos la venganza que eligieron contra Cho, y desde luego la implicación de Brian es indiscutible, aunque no participe demasiado, pero no quería que Snape pudiese sospechar de sus hijos. Lo del libro, bueno, poco a poco lo iremos resolviendo. Y Harry espabilará, o más le vale. En fin, un beso.
Idril Black: Hola preciosa. No puedes quejarte, como te prometí, Snape comienza el capítulo, y si lo dejan, expulsa a Harry incluso el veritaserum le falló. Pobre hombre. Harry me temo que sigue con sus paranoias mentales, pero no puede negar lo evidente ¿no? Jijijiji. En fin chica, Un beso muy, muy grande.
Clau de Snape: Siento mucho que no pudieses poner tus frases, pero como me siento generosa y siempre me dejas review (además muy largos), voy a abrir de nuevo el plazo para ti, te concedo una frase, así que aprovecha y pide tu deseo, ya intentaré encajarla. No tendrás queja ehh. Bueno, Harry, el pobre no da una con la chica y no te voy a negar que el motivo por el que la sigue tiene más que ver con sus sospechas sobre la chica que con otra cosa, pero Claudia, me siento orgullosa de ella, no mordió el polvo cuando el muy … se acercó a felicitarla y como buena Slytherin se mantuvo en su lugar, después de cómo se portó el chico, demasiado tiene con que le dio las gracias. Lo del libro al final no resultó tan sencillo, ahora falta que los chicos se den cuenta de que es lo que falla. En fin, me despido, un beso. Hasta pronto.
Tenshi Lain y Neko Chan: Hola a las dos. Gracias por vuestro review. Desde luego tenéis razón en que no se debe discriminar a nadie por el simple hecho de pertenecer a una casa, y en el caso de Harry es incluso peor, ya que él estuvo a poco de ir a Slytherin, pero bueno, ya se dará cuenta de su error, no lo dudéis, de echo en parte yo creo que se empieza a arrepentir desde ya, en todo caso sigue montándose películas extrañas para justificar su desconfianza. Respecto a lo de la tendencia de los profesores, en realidad no me había dado cuenta, pero chicas, vosotras estáis en todo, y respecto a lo de que el sexto libro se titulará HP and the half blood prince, es cierto, Rowling lo pone en su página oficial, y coincido en que espero que no se retrase mucho con todo eso del hijo, etc., como todos… Como habréis comprobado, vuestra petición está cumplida más o menos, es que esa parte ya la tenía escrita cuando recibí vuestro review, pero en todo caso acertasteis de pleno, aunque por ahora a Harry con todas sus paranoias, no se le ha pasado por la mente que Claudia está en realidad detrás de la broma de Cho. En fin, me despido o va a ocupar más mi respuesta que el capítulo, espero que lo estéis pasando bien en vuestras vacaciones.
Cerdo Volador: Hola de nuevo preciosa, de verdad me halaga que a pesar de que este no sea tu género favorito te guste el fic. Yo más bien estoy a la inversa, y no soy demasiado fanática del slash por no decir que en general no me suele gustar, pero sobre gustos no hay nada escrito ¿no? Bueno, Un beso. Chao.
Skuld Potter: Buenas. Mira que soy buena, hasta Harry le habló a Claudia, aunque esta no pareció muy contenta por el nuevo cambio de actitud, y es que este chico cambia más que el tiempo, o eso piensa claudia. En fin, espero que te haya gustado el capítulo. Un beso.
mErOdEaDoRa Gryffindor: Hola guapetona, aquí estamos de nuevo. A petición del público en general, Cho ha hecho un ridículo de consideración, espero que suficiente. En este Cáp. pasan bastantes cosillas, así que espero que te haya gustado. Como siempre te mando un beso. Hasta pronto.
Y bueno, espero que estéis todos bien, sed felices.
