Disclaimer: Estos personajes, excepto Andrea y sus hijos, no son míos sino de J. K. Rowling, Warner Bros y no sé quien más; no gano dinero con ellos así que no me demanden, por favor.

Nota: los pensamientos van en cursiva.

Tras El velo

Capítulo 23: ¿Hermanos?

El tiempo aún era agradable, y la tarde había sido espléndida, aunque ya estaba anocheciendo. En su salida hacia los terrenos Harry se cruzó con algunos compañeros que se dirigían al comedor para la cena, pero él tenía un objetivo concreto, No parecía demasiado normal, que Claudia en lugar de ir a comer como todos los estudiantes, hubiese salido del edificio del colegio, y Harry quería saber que se proponía aquella chica.

Sus motivos para seguirla eran obvios, sospechaba de ella, y aunque no tenía motivos de peso, admitir que se había equivocado y que la había juzgado injustamente por ser una Slytherin o salir con Malfoy no resultaba fácil, pero mientras más lo pensaba, más descabellada le parecía la actitud que había tenido con ella.

Su intuición no había sido demasiado buena últimamente, no tenía más que recordar lo que había pasado con Sirius. Quizás Hermione volviese a tener razón.

Hermione parecía llevarse bien con ella y la estaba ayudando con no se qué historia de unas runas extrañas. Y Roberto se había mantenido del lado de la chica en todo momento y por encima de todo.

Roberto parecía un chico bastante legal, inteligente y la conocía mejor que nadie, había salido con ella y a pesar de todo parecían seguir siendo amigos.

Harry seguía a la chica de lejos. Claudia llevaba un paso tranquilo, y parecía dirigirse hacia el campo de quidditch, pero a la vista del terreno cambió de dirección bruscamente y se acercó al lago. Harry soltó un suspiro, si la chica llega a darse la vuelta, seguro que lo hubiera visto. Debería andar con más cuidado.

Claudia se tumbó sobre el césped lo que hizo que se perdiese de la vista de Harry ya que había muchos arbustos.

¿Acercarse más o no?

Harry no sabía que hacer, quería saber que hacía la chica, pero no quería ser descubierto. Ah, la próxima vez debía traer la capa, de hecho aún estaba a tiempo de cogerla, y buscar el mapa del merodeador por si la chica se iba, pero definitivamente optó por acercarse, protegido por la cobertura de los arbustos que había en la zona.

Consiguió acercarse lo suficiente, ya tenía a la chica a la vista aunque debía ser cuidadoso, si hacía el más mínimo ruido, lo descubriría, estaba demasiado cerca. Casi podía oír su respiración.

Claudia estaba tumbada sobre la hierba, con la mirada perdida en el cielo en el que ya se veían algunas estrellas.

Harry observaba a la chica fijamente, grabando en su mente cada detalle. Sus ojos almendrados, tenían un color celeste muy similar a los del director, eran unos ojos expresivos, y parecían algo tristes.

Vista así, Harry no entendía como había podido pensar que era una mortífaga.

Ambos chicos pasaron así un buen rato, hasta que un ruido hizo que Harry se encogiese en su escondite, y que Claudia se levantase.

-¡Clau!, por fin te encuentro. Nos enteramos de lo que le ha pasado a la estúpida esa. ¿No te habrá hecho nada? -El chico estaba nervioso, pero su voz notaba el alivio por encontrar a la chica.

Aquella voz era familiar a Harry, aunque no estaba seguro de quién se trataba.

-No, debe ser por algo que ha dicho. Se ve que no puede mantener su estúpida bocota cerrada- se quejó la chica con amargura.

-Por qué no has venido a cenar. Te recuerdo que te pasaste el fin de semana en la enfermería, no deberías saltarte las comidas.-Le regañó el chico.

¿Enfermería? ¿Qué le habría pasado a la chica?

-En realidad no tenía demasiada hambre, el que tú seas un glotón no hace que los demás seamos incapaces de sobrevivir sin una comida-Se burló Claudia

-Hermanita, el que yo valore los beneficios de una buena alimentación no hacen que ésta sea perjudicial y no me vengas con tonterías, a ti te pasa algo.

Ante esta frase Harry se quedó completamente descolocado, ¡¡¡¿¿¿¿Hermanita????!!!! qué demonios significaba aquello. No sabía que Claudia tuviese un hermano en el colegio.

Harry no podía resistir la curiosidad, y se movió un poco para descubrir la identidad del supuesto hermano de Claudia. Con sumo cuidado en no hacer ruido, Harry consiguió mejorar su perspectiva, el chico estaba de espaldas, por lo que no podía verle la cara, pero vestía uniforme de Gryffindor. ¿Cómo es que Claudia tenía un hermano en Gryffindor? ¿Y por qué el no lo sabía ?No recordaba que hubiese ningún Green en su casa, de hecho, estaba seguro de que no había ninguno. ¿Acaso fuesen hermanastros y así se explicaría que tuviesen apellidos distintos? Harry estaba cada vez más liado.

-He dicho que no me pasa nada, sólo que no me apetecía ir a cenar.

-Está bien, no voy a insistir más. Si no confías en mi…-Dijo el chico en tono dolido.

-Brian, no me valen los chantajes sentimentales, no seas cotilla y respeta a tu hermana mayor.

¡¡¡Brian!!! Harry no salía de su asombro. Y por la forma en que le había hablado la chica, era obvio que eran hermanos, pero durante el fin de semana pasado, habían visitado el colegio sus respectivos padres. Aquello era más que sospechoso. ¿Quién diablos eran aquellos chicos y porqué ocultaban que eran hermanos?

Harry no lo pudo ver pero durante un instante los dos estuvieron callados. Claudia parecía dudar y el tono de su voz no era demasiado firme, pero finalmente cedió a los deseos de su hermano.

-Está bien, lo que pasa es que creo que no quiero seguir con el encantamiento. Voy a deshacerlo.

¿Qué encantamiento?

-¡¿Cómo que vas a deshacerlo?! No puedes hacer eso, no tendemos forma de saber si vuelven a atacarte.

¿Qué ataque? ¿Quién quería atacar a la chica? ¿Y por qué la chica no quería defenderse? Harry estaba cada vez más alarmado.

-Brian, eres un exagerado, acaso crees que podría hacerme algo. No te preocupes, prefiero dejarlo correr. Pero no quiero que todo esto se nos escape de las manos. El hechizo que hemos hecho me parece excesivo, y voy a terminar con todo esto. ¿Nunca has oído eso de ojo por ojo y el mundo acabará ciego?

-Claudia, no te reconozco, te estas volviendo una pacifista. Teníamos motivos más que suficientes para tomar medidas-se quejó el chico decepcionado.

Harry estaba empezando a preocuparse. Por la conversación, Harry dedujo que alguien había atacado a la chica, y esta en lugar defenderse quería deshacer no se qué hechizo protector alegando algún tipo de rollo pacifista. Definitivamente todo aquello no entraba en su esquema de mortífaga camuflada.

-No voy a discutirlo, es algo que ya he decidido, en todo caso hemos podido probar una buena poción. No te voy a negar que hicieras una buena elección.

-Está bien, como quieras. Pero verás que tengo razón e intentará volver a atacarte y entonces nadie detendrá mi furia y pondremos en marcha la otra poción.

¡¡¡ ¿Nada más?!!! la chica iba a retirar las defensas y su hermano lo iba a permitir así de fácilmente. Harry estaba indignado.

-Desde luego que tengo un hermano que está medio loco. Bueno pequeñajo, intentaré hacer esta noche el antídoto.

Intolerable. No podía permitirlo. Tenía que evitar que la chica eliminase sus defensas y más cuando al parecer habían mostrado su eficacia. Quizás había sido aquel el motivo por el que se habían marchado tan bruscamente del cuartel general. Obviamente estaban en peligro si los llevaron allí. Quizás eran un objetivo de Voldemort y por eso aquellos chicos tenían que ocultar su verdadera identidad. Había hecho el ridículo de la manera más espantosa. Y ahora la situación entre él y la chica no era precisamente buena. Tenía que hablar con ella. Tenía que convencerla para que no bajasen sus defensas, nadie mejor que él sabía que cualquier paso en falso podía tener gravísimas consecuencias. ¿Pero como hablaba con ella?, no podía decirle que había estado espiándola.

Mientras pensaba se dio cuenta de que ya no oía las voces, se levantó un poco y vio como los chicos se dirigían hacia el colegio. Harry echo a correr tras ellos para intentar alcanzarlos.

Cuando llegó a la entrada del colegio pudo ver como Brian desaparecía por el pasillo que llevaba a la torre de Gryffindor, miró en dirección al pasillo que conducía hacia las mazmorras, pero Claudia no estaba allí.

No podía ser que hubiese corrido tanto. Desesperado no sabía que hacer, debería intentar entrar en la sala común de Slytherin, para ello definitivamente debía ir a por su capa, la encontraría con el mapa…

Rápidamente subió las escaleras y cuando fue a girar para encaminarse hacia su sala común, vio un movimiento al final del otro pasillo. Lentamente se volvió. Sí, era ella, no había ido a su sala común. Harry respiró aliviado, entrar en la mazmorra de las serpientes no era algo que estuviese deseando, mejor, tenía que intentar hablar con ella. Y aquel era el momento, La chica caminaba sola, tenía que detenerla. Pero no sabía como, se sentía ridículo después de lo borde que había sido con ella. Ella no iba a querer hablar con él.

-Oculis insectum-murmuró Harry, dirigiendo su varita a la chica.

Claudia tropezó en medio del pasillo y a punto estuvo de caer al suelo. Definitivamente se detuvo, llevándose las manos a la cara.

Harry se acercó disimuladamente, como si el encuentro fuese casual, al llegar a la altura de la chica, se detuvo mirándola. Definitivamente había conseguido su objetivo. Claudia se frotaba desesperada un ojo, que tenía ya el característico color debido a la irritación, más por culpa de la chica que por el propio hechizo.

La chica al ver a Harry dio un paso atrás como intentando despejar el pasillo para que el chico continuase su camino, pero él no tenía ninguna intención de moverse de donde estaba.

-¿puedo ayudarte?-se ofreció el chico.

Pero, ella testaruda, dio otro paso hacia atrás.

-No es nada, creo que me ha caído algo en el ojo, pero no es nada, gracias-negó ella dando por terminada la conversación.

-Déjame ver, deja que te quite lo que sea, si sigues así te vas a arrancar el ojo-insistió el chico.

La chica parecía indecisa, obviamente no quería que la ayudase, pero el ojo la molestaba bastante. Finalmente la balanza se decantó a favor de Harry, ya que la chica hizo un gesto afirmativo.

-Acércate aquí, que hay más luz- indicó el chico que se situó junto a una antorcha.

La chica se acercó muy reticente hasta una distancia prudencial, se había prometido olvidar al chico y a ese paso no iba a conseguir nada.

- ¡Tienes que acercarte más! - exclamó el ojiverde, exasperado - Si no lo haces, difícilmente podré hacerlo... bien. La Slytherin lo miró unos instantes, tras los cuales terminó ruborizándose al extremo. Y aunque se odió por ello, terminó siguiendo el consejo del muchacho.

Estaban a escasos centímetros uno del otro, Harry era un poco más alto que la chica, de modo que se inclinó un poco para observar el enrojecido ojo de la chica que derramaba numerosas lágrimas. Cuando el chico acercó sus manos, el ojo se cerró con fuerza.

-Vamos Claudia, abre los ojos, si no los abres no voy a poder ayudarte. Te prometo que no voy a hacerte daño.

La chica se ruborizó más si eso era posible, pero abrió sus ojos y miró directamente al chico que a su vez la miraba. Harry avergonzado notó como su cara ardía y empezaba a ruborizarse sin poder evitarlo.

Acercó un poco más sus dedos y con un suave gesto consiguió que el insecto que antes estaba en el ojo de la chica saliese, pero ninguno de los dos se movió.

Olvidó lo que estaba haciendo, estaba paralizado frente a la chica y ella a pesar de que ya no notaba la molestia en su ojo, tampoco se movió de donde estaba.

Lentamente, casi sin darse cuenta se fue acercando más a ella, casi se rozaban.

-¡¡¡¡POTTER!!!!¡¡¡¡CLAUDIA!!!!¿QUÉ DEMONIOS CREEIS QUE ESTÁIS HACIENDO?-La voz furiosa y fuera de control del profesor Snape hizo que ambos alumnos saltasen hacia atrás separándose bruscamente.

Harry estaba espantado, Snape estaba mucho más pálido que de costumbre y parecía más furioso que nunca.

Claudia recuperó rápidamente la compostura, y dando dos pasos hacia delante se enfrentó al profesor que se acercaba rápidamente.

-No ocurre nada profesor, es sólo que un insecto me había caído en el ojo, y Potter me lo ha sacado- Lo siento Harry, pero en estos momentos no creo que sea bueno que esté en el punto de mira de papá.

El aplomo y la seguridad con que la chica había contestado hicieron al profesor dudar. Se acercó algo más a su hija. El chico no pudo negar que en cierto modo estaba algo decepcionado por el frío tono con el que la chica se había referido a él.

-¿En qué ojo te cayó?- gruñó el profesor.

Claudia se acercó al profesor mostrándole el ojo enrojecido.

Harry estaba paralizado, nunca había visto a ningún alumno mostrar una actitud tan firme y tranquila frente al profesor de pociones, menos aún cuando Snape había entrado hecho una furia. Pero lo que aún desconcertó más al chico fue que el profesor, aunque obviamente seguía enojado, observaba muy de cerca el ojo de la chica. Por su valentía aquella chica podría haber estado en Gryffindor.

-Hum…, está bien, en todo caso no es hora de deambular por los pasillos, id ahora mismo a vuestros dormitorios- Obviamente el profesor no tenía intenciones de que los chicos se quedasen fuera, así que se quedó allí plantado esperando a que cada uno tomase su camino.

Harry miró hacia donde estaba la chica con intenciones de despedirse, pero esta ya se había girado en dirección a las mazmorras, así que él hizo lo propio en dirección a la torre de Gryffindor, con dos cosas en la cabeza: por un lado no podía creer que el profesor no le hubiese bajado puntos, y por otro que al menos la chica no podría hacer el antídoto aquella noche, pero tenía que conseguir hablar con ella para que no lo hiciese.

Había estado a punto de besarla… y ella no se había apartado. En cierto modo no entendía que era lo que le había pasado, pero tenía una extraña sensación, algo que no podía describir, pero se sentía muy bien.

Cuando llegó a la sala común, se encontró con una escena pintoresca, por un lado, Roberto y Hermione parecían muy entretenidos haciendo sus ejercicios, y frente a ellos Ron, con cara de pocos amigos, con su tarea sobre la mesa que al parecer ni siquiera la había comenzado.

-¡Harry!, por fin apareces, ¿que te pasó?, ¿por qué no viniste a cenar?- empezó Hermione que fue la primera en verlo.

-Espera, déjame adivinar, ¿acaso estuviste en la enfermería?-preguntó Ron.

-¿En la enfermería?-preguntó Harry extrañado-¿por qué?

-Bueno, ya nos enteramos de lo que le pasó a Cho- repuso Ron.

Harry parecía no entender lo que quería decir su pelirrojo amigo, aunque súbitamente conectó ideas.

-No, yo no estuve en la enfermería, sólo fui a dar un paseo-se defendió Harry.

-Pues por tu sonrisa diría que fue un paseo estupendo-alegó Ron-tendrás que darme la receta.

Ron, no se dio cuenta, pero Hermione lo miró con furia, aunque sólo fue durante un segundo.

-No se a qué te refieres-alegó Harry intentando ponerse serio sin éxito-Bueno, ¿y vosotros qué estáis haciendo?-intentó desviar la conversación.

-El trabajo de pociones.-contestó Roberto.

-¿pociones?, pero si mañana no toca pociones-Se extrañó Harry, Gracias a Merlín.

-Ya, pero es para el miércoles y como nosotros tenemos mañana lo de ampliación de DCAO y no sabemos si sortilegios mentales, era mejor hacerlo hoy-Le explicó a Harry.

-Es cierto, con un poco de suerte, mañana me libraré de esa horrenda asignatura-dijo el chico esperanzado.

-¡Harry!-le regañó Hermione-no deberías decir eso.

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-Tonta, tonta, tonta- Iba murmurando una chica por los pasillos a la vez que se golpeaba con el puño en la frente.

¡Que clase de niña tonta eres! ¡Vaya voluntad! El chaval se comporta como un estúpido contigo, y después dos palabritas y listo ¿no? ¡¡Tonta!!, si no llega a se por papá hasta te hubiese besado y tú… ni siquiera te moviste del sitio. ¡¡Idiota!!. Ese chico está jugando contigo. Ahora me caes bien. Ahora paso de ti. Y ahora vuelve a tocar portarse simpático, pero lo único que está haciendo es jugar contigo. No seas más tonta. ¿Qué demonios te pasa?

Claudia paseaba indignada consigo misma camino de las mazmorras.

Ese chico lo ha pasado muy mal, pero eso no significa que pueda jugar contigo, y mucho menos que tú dejes que jueguen contigo. Tienes que ser fuerte. Tienes que ser fuerte. Harry no puede ser más que un compañero. Él sólo está jugando contigo. Y cuanto antes asimiles este hecho, mejor.

Al entrar en la sala común, Claudia pudo constatar que muchos permanecían aún levantados, estudiando en algunas de las mesas.

Al fondo vio a Nott sólo, sentado en una de ellas. Se sentó junto a él.

-No pareces muy contenta- comentó el chico a los cinco minutos al ver que la chica lo miraba fijamente y no pensaba moverse de allí.

-Pues mira, ahora que lo dices, no, no estoy nada contenta. Los tíos sois todos unos idiotas-afirmó ella muy segura.

-Gracias por la parte que me toca- contestó el chico irónicamente.

-Bueno, hay algunas excepciones, pero aún no podría decir si tú eres una de ellas- tras aquella frase se levantó y se fue hacia su dormitorio dejando al chico allí plantado frente a sus apuntes.

Después de lo ocurrido con Malfoy, Claudia se había temido ser condenada al ostracismo por sus propios compañeros, pero finalmente no había resultado ser así. Al principio sintió que todos sus compañeros la miraban mal, pero entre las caras de indiferencia o rechazo, había descubierto que en realidad, Malfoy ya no tenía tanta influencia como se le suponía y el hecho de haberle despreciado e incluso hechizado públicamente había despertado algunas simpatías entre sus compañeros, fundamentalmente del último curso. De entre los de su misma edad, Theodore Nott incluso la había alabado entre bromas calificándola como "la nueva enemiga de Malfoy", igualando el desprecio que el chico sentía por Potter. Claudia no consideraba que igualar a alguien en cuanto a ser detestado por Malfoy fuese un mérito, pero no pudo dejar de agradecer su apoyo, en contra de la mayoría de sus compañeros.

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A la mañana siguiente, Harry además de con muy buen humor, se levantó con el firme propósito de arreglar las cosas con claudia, si es que hubo alguna vez algo que arreglar o en todo caso, quería conocerla, dejaría atrás todas aquellas ideas locas e intentaría ser… ¿ser qué? ¿Qué demonios le estaba pasando?

-Chico, más vale que te eches agua fría a la cara, todavía estás dormido-le aconsejó el espejo que tenía frente a él.

Harry miró sonriente su reflejo. Aquel tenía que ser un buen día. Y más valía empezarlo con buen pie. Se acercó a su baúl. ¿Lo cojo o no? No tenía muy claro que espiar a la chica fuese buena idea, de hecho tenía serias dudas al respecto, pero si no conseguía convencerla para no preparar el dichoso antídoto… tendría que tomar medidas. Abrió el baúl en busca del mapa del merodeador y de su capa de invisibilidad. Nada. Ni rastro. Harry muy preocupado acabó volcando el baúl para intentar encontrarlo pero entonces lo recordó. Hermione tenía la capa y el mapa, pero se los había devuelto. ¿Dónde los había puesto? Ah, el armario. Se dirigió al armario. Allí estaba su adorada capa. Respiró tranquilo, no quería perderla de ningún modo. Aquella capa había sido de su padre. Pero, ¿y el mapa?, ¡demonios!, debía estar allí, él los guardo allí, las dos cosas juntas. ¿Dónde estaba el mapa? Desesperado empezó a sacar todas sus cosas del armario, pero el mapa no aparecía.

Roberto y Ron al ver el campo de batalla en que se había convertido el dormitorio miraron a Harry con preocupación. Y menos mal que los demás chicos ya se habían ido, habrían pensado que Harry se había vuelto loco.

-Harry, ¿que te pasa?-preguntó Ron mientras se acarcaba a él seguido por Roberto observando la cara desencajada del chico.

-¡El mapa!, Ron, ¡el mapa de mi padre! No está.-Harry estaba hundido, aquel mapa tenía un gran valor para él. No podía haberlo perdido.

Ron se habría ofrecido para ayudar a su amigo a sacar todas las cosas del armario, pero a aquellas alturas el armario estaba ya más que vacío al igual que el baúl, todas las cosas de Harry estaban desperdigadas por el suelo.

Roberto miraba con pesar a Harry. Lamentaba mucho tener que haberle quitado el mapa al chico, pero la noche en que lo utilizó junto a Hermione, cuando fueron a la biblioteca para investigar sobre las runas, se dio cuenta del terrible peligro que aquel mapa representaba tanto para sus hermanos como para él. Hermione, muy ufana le había explicado el funcionamiento del mismo y cuando vio sus nombres allí pintados estuvo a punto de hacer una tontería, no pudo evitar quitarle a la chica el mapa de un manotazo, recurriendo a todo su aplomo, consiguió disimular un poco de entusiasmo y había convencido a Hermione de ser él, el que vigilase el mapa, al parecer Hermione no había llegado a ver dibujado sobre la superficie del pergamino y muy claramente su nombre: Severus Snape. En cuanto la chica se lo devolvió a Harry y este lo había guardado, Roberto no tuvo más remedio que volver a cogerlo, esta vez sin el consentimiento de su dueño. Llegado el momento, se lo devolvería al chico, pero no mientras aquel mapa revelase sus verdaderas identidades a cualquiera que lo tuviese. Aquel mapa en malas manos podría significar el desastre.

Había aplicado al mapa diversos encantamientos para que no pudiese ser convocado o rastreado, después de todo las investigaciones para encontrar el medallón de su hermana y descifrar el libro, aunque no habían conseguido su objetivo, sí que le habían enseñado a ocultar eficazmente cualquier objeto.

-Harry, ya aparecerá, seguro que lo guardaste en otro sitio y cuando menos lo esperes te lo encontrarás- intentó consolarlo. Pero de pronto, un destello captó su atención. No podía ser. Roberto se agachó al ver aquel destello rojizo y cuando lo tuvo entre sus manos no daba crédito a lo que veía.

-Ah, este medallón, me había olvidado de él por completo-dijo Harry tomándolo de las manos de un Roberto completamente sorprendido y mirándolo indeciso. Finalmente observó como el chico lo guardaba en su bolsillo.

Harry no estaba nada satisfecho ni conforme ante la pérdida de su mapa, y en cuanto vio a Hermione le preguntó por él, pero la chica lo único que pudo decirle era lo ya sabía: que se lo había devuelto junto con la capa.

A pesar de que no le apetecía para nada comer, no había cenado la noche anterior, así que no pudo resistirse demasiado a sus tripas. Cabizbajo se dirigió hacia el gran comedor. Se sentó pesadamente junto a Ron, y una voz llamó su atención. Allí estaba ella, charlando animadamente con Nott. La realidad volvió a darle una bofetada. Era lógico, ella era una Slytherin y obviamente se relacionaba con los Slytherin en este caso nada más y nada menos que Nott, ¡otro hijo de mortífago! Era cierto que este último no resultaba tan molesto como Malfoy, de hecho a Nott sólo lo conocía por el equipo de Quidditch. Nunca habían intercambiado una sola palabra.

Aquello no tenía lógica. Se supone que la chica corría algún tipo de peligro, sobre eso no cabía duda posible, no por nada la habrían llevado al cuartel de la orden y toda esa historia de los nombres y las falsas identidades. Pero ¿por qué demonios esa chica se empeñaba en relacionarse con todos los hijos de mortifagos? Y ahora venía la idea más descabellada de todas, quizá la chica era una espía para la orden e investigaba a los hijos de los mortifagos. Eso parecía tener algo de sentido. ¿No?

-¡Harry! Se supone que tienes que desayunar, no dedicarte a marear tu trozo de pastel.

La voz de Hermione le sacó de sus confusos pensamientos.

Durante toda la mañana Harry intentó captar la atención de Claudia, pero ésta parecía dedicarse por completo al deporte de evitarlo. Si coincidían en alguna clase ella conseguía sentarse en la esquina contraria a la que él estuviese, y al terminar, cuando Harry se disponía a salir, ella ya había desaparecido.

Tras el almuerzo sería el momento de intentar volver a interceptarla, pero la chica resulto que tenía clase y nada más y nada menos que de adivinación con Trelawney. Resulto que Lavender y Parvati estaban con ella, y como tras el encantamiento a Malfoy, la popularidad de la chica había subido varios puntos entre las otras casas, comentaban muy satisfechas lo bien que la chica había interpretado las cartas de Tarot la semana pasada en las que al parecer le había salido una increíble progresión ascendente que no podía referirse a otra cosa que al hecho de haberse librado de Malfoy como novio.

Harry, resignado, decidió esperarla a la salida de la clase.

Ron se había quedado con Roberto y Hermione. Si bien las cosas no habían progresado sustancialmente entre los chicos, al menos parecía haber un cese en las hostilidades.

Para que todo pareciese una simple coincidencia, se situó en uno de los pasillos que teóricamente la chica debería tomar si después de la clase se dirigía hacia las mazmorras.

Ya era la hora, debería aparecer en cualquier momento. Harry se acercó hacia la esquina del pasillo. Sí, allí venía. Y además debía ser un milagro, porque venía sola. Perfecto. Harry se alejó un poco por el pasillo, contó hasta tres y se dio la vuelta, empezando a caminar en la dirección en la que debía aparecer la chica. Bingo, en aquel momento Claudia apareció doblando por la esquina. Harry la miró, parecía muy atareada ordenando algunos pergaminos, pero levantó la mirada y lo vio.

-Hola, Claudia, ¿no sabrás si salieron ya las listas de los aceptados en sortilegios mentales?-preguntó el chico en tono casi casual.

-Ah, hola Harry. No, no lo sé.-contestó ella sin detenerse.

-Yo precisamente iba a verlo. ¿Vienes?

La chica pareció dudar, pero finalmente negó con la cabeza- no, lo siento, es que había quedado, y ya llego tarde. En todo caso nos vemos después. Y…, gracias por lo de ayer.- tras lo cual siguió su camino aligerando el paso.

-De nada-contestó el chico decepcionado quedando allí plantado.

Muy bien, situaciones extremas requerían medidas extremas, tras lo cual, sacó su capa de la mochila, y vigilando que nadie lo viese, se la pasó por encima haciéndose invisible.

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Bueno, y hasta aquí hemos llegado con este capítulo.

¿Con quién tiene Claudia una cita ?... ¿Qué descubrirá Harry?... ¿Y ahora que Roberto sabe que Harry tiene el medallón de Claudia, que hará…? Para saberlo, no tenéis más remedio que esperar al próximo capítulo. Ja, je, ji, jo, jú. (Risa maquiavélica)

Como siempre, Espero que os haya gustado, y, ya sabéis, para quejas, peticiones, o simplemente hacer acto de presencia, me dejáis un review, que yo os agradeceré muy feliz. .

Y contestando a los que me dejasteis uno en el capítulo anterior…

Gandulfo: Hola, Bueno, ya tienes aquí la actualización, ¿qué tal?, en fin, un beso, y hasta pronto.

Trixi Black: Hola guapetona. Bueno, muchas gracias por el review. Definitivamente Cho es un poco estúpida, pero parece que Claudia se cansó de la broma así que no estoy segura de que la Ravenclaw se llegue a enterar de qué es lo que realmente le pasa. En fin, espero que te haya gustado este capítulo. Bueno, un beso. Hasta pronto.

Barbi: Bueno, bueno, el pobre de Harry parece que está espabilando un poco, si no llega a ser por Snape… quién sabe lo que hubiese pasado, pero llego justo a tiempo para salvar a su pequeña. Por fin el medallón salió a la luz, y lo descubrió nada menos que Roberto, adivina a quién se lo va a contar… aunque esto es bastante obvio. Bueno, me despido por hoy, hasta pronto. Un beso.

Skuld Potter: Hola!! Ya estamos aquí, ahora parece que Harry está más decidido a hablar con ella, desde luego! Y hasta ha descubierto que Brian y ella son hermanos, aunque en otras cosas esta un poco confundido, ¿no? Bueno, espero que estés bien, un beso.

Idril Black: Hola preciosa. Bueno finalmente Harry descubrió a Brian, y después sí que los pilló Snape y justo a tiempo que si no, lo descuartiza, pero Claudia consiguió que no se lo tomase demasiado en serio. Al final hasta claudia no quiere pasarse demasiado con Cho, ya veremos si Harry la deja hacer el antídoto. Bueno, hasta pronto. Un besazo.

Clau de Snape: Hola guapetona, vamos por partes, Ahh la frase, conseguí meterla y creo que quedó mas o menos coherente aunque no creas que fue tan fácil, no quería forzar las cosas demasiado entre los chicos, uff, pero finalmente creo que no quedó demasiado mal ¿no?, Respecto a la broma, siiií Snape la padeció, de hecho la mayoría de las bromas del libro las probaron en los Slytherin, y desde luego, él no se salvó de demasiadas, jijij. Bueno, respecto a Andrea y Lily, no, no eran amigas al menos hasta aquel momento, ahí fue cuando se conocieron, y el medallón, es el mismo que el de claudia que como ya sabemos ahora tiene Harry. Respecto a lo del libro, te anticipo que en el próximo capítulo va a pasar algo al respecto. Y ahora, si que me despido, hasta el próximo, un beso.

Ginny: Hola preciosa. Me pongo colorada, en serio te gusta tanto, eso es que no has leído los suficientes, por ahí hay muchos fics estupendos, en todo caso, yo intento hacerlo lo mejor posible. Muchas gracias. Y en fin, aquí esta la actualización, hasta pronto. Espero que te haya gustado. Un beso.

Cerdo volador: Vale, lo admito, lo has adivinado, de todos modos, va a salir en el próximo capítulo, Sí, premio, el medallón es la llave. Aunque no puedo decirte que Harry lo vaya a descubrir. Ya verás que mala soy. Bueno, hasta pronto, un beso.

ANgiE SBM: Hola!! Como habrás comprobado, Brian tiene un poco de protagonismo en este capítulo, aunque fue un poco bocazas, porque ahora Harry sabe que son hermanos, y menos mal que no mencionaron al resto de la familia!!! Respecto a la parte de Snape, lo del pasado puede resultar relevante para explicar algunas cosas, e incluso necesario para poder sacar a Sirius a flote, aunque no es imprescindible, en todo caso, no creo que me vaya a extender demasiado en esa parte, al menos en este fic.

Y como siempre, sed felices.