Disclaimer: Estos personajes, excepto Andrea y sus hijos, no son míos sino de J. K. Rowling, Warner Bros y no sé quien más; no gano dinero con ellos así que no me demanden, por favor.
Tras el velo
Por Elanor Black
Capítulo 24: Malentendidos.
Todo tenía cada vez menos sentido. Claudia y Brian resultaron ser hermanos. Harry, había descubierto que la chica había sido atacada, aunque no conseguía entender porque quería deshacer un encantamiento que al parecer le servía de protección, y Harry se había propuesto evitarlo a toda costa. Había intentado hablar con ella, pero la chica no parecía querer tener nada que ver con él cosa que podía entender después de lo estúpidamente que se había comportado con ella. Pero no podía rendirse, tenía que arreglar las cosas ahora que se daba cuenta de lo mal que se había comportado. Tenía que evitar que la chica deshiciese el encantamiento tanto si la chica le dejaba como si no.
Harry, corriendo por el pasillo consiguió volver a tener a la chica en su perspectiva visual. Parecía dirigirse hacia su sala común, pero realmente llevaba prisa. Los pasillos se llenaron de alumnos que salían de la clase de la tarde. Harry tuvo que reducir su velocidad para no chocar con los estudiantes, sobre todo teniendo en cuenta que llevaba puesta su capa de invisibilidad, debido a eso, cuando llegó a la entrada de la sala común de Slytherin no pudo oír la contraseña que dio la chica. Tendría que esperar a que algún Slytherin volviese a entrar o salir, si quería saber con quién había quedado la chica. O si en realidad no había quedado con nadie y todo era una excusa para librarse de él.
No tuvo que esperar demasiado, la entrada a la sala de las serpientes se estaba abriendo, y Harry se disponía a entrar en cuanto saliese el alumno, pero no hubo necesidad de entrar porque la persona que acababa de salir, casi rozándole había sido Claudia. Que de pronto, como si hubiese notado su presencia se detuvo y se giró lentamente. Durante unos instantes la chica se quedó inmóvil para terminar sonriendo.
-Tonta, tonta tonta, deja de hacer el idiota de una vez, así no llegarás a ninguna parte-murmuró la joven.
¿¿¿¿…???? ¿Qué demonios significa eso? Se extrañó Harry
Sin perder tiempo siguió a la chica que salio del colegio y se dirigía con paso diligente hacia el lago.
Finalmente Harry pudo descubrir con quién era la cita, a lo lejos pudo ver a Roberto y Hermione. Se había olvidado por completo de toda aquella historia de las runas misteriosas.
-Hey, claudia. ¿Qué tal la clase de adivinación?-preguntó Roberto a modo de saludo.
-Horrible, definitivamente he perdido toda mi intuición. Pero pasemos a asuntos más importantes. Dame una alegría y dime que ha funcionado-pidió la chica ferviente a Hermione.
Pero la cara de la prefecta de Gryffindor no expresaba otra cosa que decepción.-Me temo que no, Los gatos parecen no tener demasiado efecto sobre el libro, al menos no los de mis compañeras- dijo Hermione tendiéndole a Claudia de nuevo su libro que guardó en la mochila.
Harry, conteniendo el aliento y pisando lo más cuidadosamente que pudo, se situó junto a un árbol, ya que estaba allí, no desaprovecharía la oportunidad de saber que se traían entre manos aquellos tres.
-Claudia, hoy, ha pasado algo-interrumpió Roberto muy serio- me pregunto… si llevabas tu medallón aquel día cuando estuviste en la tienda- dijo Roberto pensativo.
-¡Oh! No quiero volver a pensar en ese maldito medallón, el día que ma… mi madre descubra que lo perdí será el último de mi vida- dijo Claudia ofuscada. Al ver la carra interrogativa de Hermione, Claudia no tuvo más remedio que explicarse- Verás yo tenía un medallón, una especie de amuleto familiar, y lo perdí este verano. Creo que entonces, cuando fui a la tienda, sí lo tenía, pero no creo que tenga que ver con el libro, sería algo demasiado específico. Eso significaría que el que ocultó el libro, tuvo el medallón y lo utilizó explícitamente para encantarlo, sería descabellado pensar que mi madre o mi abuela tuvieran algo que ver con este libro.
-Vale, de todos modos, ya he encontrado tu medallón- Dijo Roberto.
-¡¡¡¡Qué!!!!- Grito claudia dando un salto de alegría-¿Cómo es posible? Removí cielo y tierra para encontrarlo. Eres el mejor. ¿Te he dicho alguna vez cuantísimo te quiero?-preguntó abrazando muy contenta a su hermano y haciendo que este perdiese el equilibrio y cayese hacia atrás-Aunque estás flojo, deberías hacer un poco de ejercicio.
Hermione se quedó un poco cohibida ante la efusividad de Claudia por no hablar de un Harry que observaba toda la escena con la boca abierta y un poco enfadado.
-Hey, interesada, ya te vale-contestó el chico entre risas- de todos modos, te he dicho que lo he encontrado, no que yo lo tenga-aclaró el moreno.
Claudia se echo para atrás paralizada.- ¿Cómo que no lo tienes? ¡Ahhhh! me vas a volver loca, ¿pues no decías que lo habías encontrado?
-Yo no lo tengo, pero se quién lo tiene.
Claudia suspiró, temiendo la respuesta de su hermano-¿¿¿¿¿Y????? ¿Quién lo tiene?
-Harry-contestó Roberto.
-¿Harry?-preguntó Hermione sorprendida.
Un sonido entre los arbustos pasó desapercibido para el trío que se hallaba enfrascado en la conversación, mientras un chico a escasos metros caía hacia atrás al oír la declaración del chico.¿¿¿¿YO????
-Pero eso no es posible, ¿Cómo va a tener Harry su medallón?-preguntó Hermione estupefacta.
¡Sí!, ¿cómo demonios lo voy a tener yo?-exclamó mentalmente Harry.
-En realidad era una posibilidad que tenía en mente desde hace tiempo, creía que lo había perdido cuando estuve en el cuartel de la orden y quizás él lo hubiese encontrado. Incluso intenté hablar con Harry para preguntarle. Pero por diversas cosas al final no pude hablar con él y ahora…
-¿Qué pasa ahora…?-preguntó Roberto suspicaz.
-Venga por favor, No hace falta que disimuléis, sé perfectamente que no le caigo bien a Harry. ¿O vais a decirme porque cambió de idea cuando nos iba a ayudar con toda esta historia del libro? Sé perfectamente que fue por mi culpa.
Roberto y Hermione no supieron que contestarle a la chica, y su silencio fue mucho más explícito que cualquier intento de excusa.
Harry, escondido bajo su capa no pudo defenderse, a pesar de saber que la chica tenía más motivos para pensar aquello de él. Aún tenía muy claras sus palabras Está bien chico, siento haberte molestado. No volverá a suceder", y sin poder evitarlo dio un puñetazo a la hierba. Y allí a sus pies vio el medallón que ahora sabía que era de la chica. Debía habérsele caído del bolsillo. Ahora aquel medallón parecía su oportunidad para intentar arreglar un poco las cosas, y no desperdiciaría esa oportunidad. Lo cogió y se marchó. Ya no quería seguir escuchando aquella conversación.
-No puede ser…-dijo Roberto paralizado señalando su mochila que estaba medio abierta sobre la hierba.
-¿Qué te pasa?-preguntó Claudia. Pero su pregunta quedó en el aire al ver que Hermione también la miraba con cara estupefacta.
-¡El libro!, ¡el libro ha cambiado!-dijo Hermione sorprendida.
Pero cuando claudia miró el libro, tenía su aspecto de costumbre, No entendía que era lo que estaba pasando.
-Durante un instante lo he visto. Era negro y tenía runas plateadas, pero ahora ha vuelto a ser normal-Explicó Roberto paralizado.
-¿Estáis seguros?-preguntó Claudia sacando el libro de nuevo de la mochila-Pero ¿cómo? ¿Esto no tiene ninguna lógica? ¿Por qué iba a cambiar? Definitivamente no entiendo nada, esta maldito libro me va ha volver loca-se quejó claudia desesperada.
-Realmente esto no concuerda con nada de lo que hemos encontrado en los libros, es como si el encantamiento que tiene no funcionase bien-comentó Hermione perpleja- Creo que deberíamos volver a la biblioteca esta noche, quizás encontremos algo que explique este extraño comportamiento.
-Bueno, en todo caso tenemos que dejarte, Claudia, nosotros tenemos ahora ampliación de DCAO. Y ahora que me acuerdo, ¿no salían hoy las listas de excluidos de sortilegios mentales?
-Uf, es cierto, yo las miraré, y ya os contaré durante la cena-se ofreció Claudia.
-Muy bien, entonces nos vemos después-Se despidió Hermione.
Claudia se quedó allí observando como se alejaban los chicos. Y tras tomarse un respiro, se levantó animada. Tenía mucho que hacer. Debía ver las listas, recoger los ingredientes para el antídoto de la estúpida de Chang y lo peor de todo recuperar su medallón, aún no tenía nada claro cómo iba a solucionar ese asunto. En realidad no sabía por qué, pero estaba contenta.
Tranquilamente, recogió sus cosas y se encaminó hacia el colegio para cumplir su primer objetivo, ver que pasaría con sortilegios mentales. Aquella era una asignatura extraña, y lo que la hacía más rara era la profesora. No era una persona normal. No tenía el aspecto de una persona normal, no se movía como tal, y su forma de mirar era escalofriante.
Cuando Claudia llegó al pasillo que conducía al aula se quedó un poco parada, allí estaba Harry, parado frente a la lista. Claudia, afirmó su paso y se dirigió decidida hacia allí.
Harry oyó pasos que se acercaban y al girar la vista se encontró con ella que se acercaba hacia donde él estaba. Era extraño que después de todo viesen juntos las listas.
-Hola-lo saludó la chica- ¿Todavía estás aquí?-preguntó bromeando.
-Err, hola-contestó él indeciso-al final me entretuve para venir a mirar las listas-se excusó él.
-Y qué tal, seguirás o no en las clases-preguntó la chica.
-Al final sí, no me he podido librar de esta maldita asignatura-se quejó.
Claudia miró los pergaminos, y su nombre aparecía en la lista de alumnos definitivos admitidos.
-Bueno, parece que yo también la seguiré.
-Es extraño que haya tan pocos alumnos aceptados-comentó Harry.
-Bueno, en realidad, esta asignatura no es muy común a nuestro nivel, por lo general se estudia en cursos más avanzados, o al menos así es en España. Aunque, está bien. Es un poco compleja, pero muy interesante.
-¿Es que la habías estudiado antes?
-Ehm…, sí bueno, es una rama que a mi padre siempre le ha gustado mucho, así, que estoy un poco familiarizada con la legeremancia y la oclumancia.
-Pues yo las odio.
-¿Tú también las habías estudiado antes?-preguntó Claudia interesada.
-Pues sí, pero tenía la esperanza de librarme de ellas.
-En realidad te comprendo, al principio son muy cansadas, pero después es muy divertido.
-¿¡divertido!?-bufó Harry.
-Sí, jugábamos a las tres cajas.
-¿Y eso como era?- se interesó Harry.
-Pues verás, hacíamos apuestas, y cada uno ofrecía algo bueno, algo que fuese valioso para los demás y tenía la opción de guardarlo en una caja. Había dos cajas más que podías hechizar, de forma que si se abría un encantamiento, generalmente divertido, caía sobre el que la abriese. Los demás podían utilizar legeremancia para intentar averiguar que caja abrir, claro que tú podías intentar engañarlos, imaginando que lo habías guardado en otra o bien utilizando la oclumancia. Cada uno tenía una oportunidad, ya que jugábamos por turnos, recuerdo una vez en la que puse un sortilegio de orejas de murciélago y Sev… Sergio, un primo mío, se pasó toda la cena aplaudiendo con unas orejas impresionantes- Comento la chica mientras reía al recordar a su hermano con alas de murciélago en lugar de orejas.
-Bueno, visto así, quizás no sea tan mala, en todo caso yo la estudie sólo… con el profesor, y no tuvo nada de divertida. Quizás con más gente sea diferente.
-En todo caso no somos muchos, ¿no?
-La verdad es que somos pocos, está Susan Bones, Mandy Brocklehurst, Terry Boot, Draco Malfoy, Roberto Aragón, Dean Thomas, Hermione, Ron y nosotros dos.
-Sí…- Claudia no sabía qué decir. No sabía como sacar a la luz el tema del medallón. No sabía que hacer.
Durante unos segundos que a ambos parecieron eternos, ninguno de los dos supo que decir, ni qué hacer. Claudia se debatía entre preguntar a Harry por el medallón o no, y Harry no encontraba un modo de sacar el tema, sin tener que admitir que los había escuchado a escondidas, finalmente fue el chico el que encontró una salida.
-Bueno, y toda aquella investigación de las runas ¿Cómo va?
Claudia se quedó un poco sorprendida y en parte asustada por la pregunta, no podía permitir que el chico se involucrase a aquellas alturas en la investigación, según le había dicho Hermione, cabía la posibilidad de que todo estuviese relacionado con lo de su padrino, y si no era así, el chico lo pasaría muy mal, pensaban que lo mejor para él, era que no supiese nada.
-Ah, todo es muuy aburrido, pero vamos bien, muy bien.
-Si queréis, puedo intentar ayudaros- se ofreció un poco inseguro- ya sé que os dije eso hace tiempo y después os dejé plantados.
-No… no te preocupes Harry, realmente si no sabes nada de runas te aburrirías mucho con nosotros-intentó excusarse la chica.
-No me importa puedo intentar ayudaros, fuisteis a la biblioteca, os puedo ayudar con la capa de invisibilidad, de verdad, me porté fatal con vosotros y me gustaría poder arreglarlo… y tambien fui in idiota contigo. Yo…
-Harry, no te preocupes, no tiene importancia-lo interrumpió Claudia que empezaba a ponerse nerviosa y no entendía el cambio del chico y su súbito interés. Empezaba a no entender nada.
- Claudia, déjame pedirte perdón por lo de los otros días, realmente, la semana pasada me porté fatal contigo, yo…- Harry no sabía como explicar todas sus evasivas con la chica, quería que ella no se lo tuviese en cuenta, quería que ella pudiese confiar en él, pero no sabía como justificarse, no podía decirle todo lo que se le había pasado por la cabeza, la forma en que la había juzgado…
Claudia observaba a aquel chico, de ojos verdes que tantos dolores de cabeza le estaba dando, no entendía su actitud, pero lo veía nervioso, sincero, sabía que había algo más, algo que le ocultaba se notaba en sus gestos, en su forma de rehuir su mirada, Harry era como un libro abierto, quería que ella confiase en él, era completamente distinto al Harry de la semana anterior, era más como aquel chico que conoció una noche en el cuartel de la orden del fénix. Era el chico del tren. Era el chico en el que tanto había pensado, pero no entendía su actitud de la semana anterior. Y de pronto una idea asaltó la mente de la chica, ¿quizás Harry estaba celoso por Draco?, pero a la misma velocidad a la que había surgido aquella idea la deshecho. Celoso ¿por qué? Ella no era nada para Harry, se suponía que él tenía algo que ver con Chang, ¡Chang!, recordó que tenía que deshacer el encantamiento.
-No te preocupes, no tiene importancia, realmente, supongo que me puse algo pesada, pero ya está olvidado-contestó la chica.
-Se que he sido un idiota hasta ahora, pero realmente me gustaría que confiases en mí, quiero que sepas que puedes contar conmigo para lo que necesites.
Claudia se quedó un poco sorprendida por la solemnidad del chico-Eh, sí claro…
-En realidad no estoy en situación de ayudar a nadie, mi ayuda acaba siendo una maldición, para las personas que me rodean-dijo Harry más para sí mismo que a la chica.
Claudia miró con tristeza al chico, al suponer que aquello lo había dicho por lo que le ocurrió a su padrino.
-No te preocupes Harry, seguro que todo puede arreglarse, en todo caso muchas gracias. Pienso tomarte la palabra si alguna vez necesito tu ayuda. Y esta vez no dejaré que te eches atrás- Bromeó la chica sonriendo.
Pero Harry no sonreía.
-yo… Claudia… lo siento, pero lo sé todo.
La sonrisa de Claudia se quedó congelada en su rostro.
-…que… lo… sabes… todo….-afirmó la chica como repitiendo las palabras de Harry.
Harry hizo un gesto afirmativo a pesar de saber que aquello volvería a complicarlo todo, pero era por el bien de la chica. Tenía que disuadirla de deshacer su hechizo protector, y había llegado el momento de enseñar las cartas.
-Sí, y quiero saber si lo has deshecho ya.
Claudia se puso lívida-¿Qué significa que lo sabes todo?- preguntó asustada dando un paso hacia atrás y chocando con la pared que tenía a su espalda sin terminar de creerlo.
-Se lo del encantamiento que quieres deshacer.
Claudia de pronto volvió a respirar, ¡el encantamiento! Por un momento había temido que Harry realmente lo supiese TODO, pero claro era imposible. Sin embargo era lógico que el chico se hubiese acabado dando cuenta de que a la Ravenclaw se le caía el pelo cada vez que hablaba mal de ella realmente no parecía tan difícil atar cabos. Pero, ¡¡¡ ¿Cómo sabía que quería deshacerlo?!!!
-Oh, Harry, yo lo siento, de verdad, siento haberle hecho eso a tú amiga, pero ella se lo había buscado. En todo caso creo que ya es suficiente, quiero deshacerlo, y lo desharé lo antes posible.
-¿A mi amiga?- preguntó Harry perplejo, que era ahora el que no entendía nada.
-Bueno, tu amiga, tu novia, no sé.
Y de pronto Harry se dio cuenta de que Claudia se refería a ¿Cho? ¿Claudia era la culpable de lo que le pasaba a Cho?
-¿Tú eres la que le ha hecho eso a la pobre Cho?-preguntó Harry estupefacto- Pero como se te ha ocurrido hacerle eso a la chica, ¿Te has vuelto loca?, ayer se pasó la noche en la enfermería, y por tu culpa, Snape por poco consigue que me expulsen.-la voz de Harry iba aumentando de volumen a medida que hablaba, cada vez más enfadado, mientras acusaba a la chica.
Claudia estaba asustada por el cambio de él, que unos instantes antes, había sido tan amable, y ahora le recriminaba lo que le había hecho a la engreída de Chang, era obvio que en realidad Harry no sabía nada, y para terminar de arreglarlo todo, vio al fondo del pasillo cómo se acercaba la implicada. La Ravenclaw venía acompañada por dos de sus "fantásticas" amiguitas.
-Harry, como ya te he dicho, tenía mis motivos-intentó explicarse Claudia.
-Sí, claro, ahora me explicarás tus motivos para haber hechizado a Cho Chang- respondió Harry sarcástico.
-Así que fuiste tú, estúpida niñata la culpable de mi situación-Acusó la Ravenclaw, que había oído la última frase de Harry, mientras su cabello recién recuperado volvía a caer al suelo-Te arrepentirás de esto- afirmó con voz venenosa.
-Uhhh, que miedo- dijo Claudia en voz falsa mirando a Cho de arriba abajo.
Las lágrimas llenaron sus ojos, al observar como su hermosa melena yacía en el suelo, y finalmente empezó a gemir impotente.
-No te preocupes, Cho, la señora Pomfrey te dará de nuevo una poción para que recuperes tu pelo-intentó consolarla Harry.
Cho, no desperdició su oportunidad y llorando se abrazó al chico, mientras miraba a Claudia fijamente con ojos sonrientes a la vez que fingía suaves gemidos y se quejaba a Harry de lo mal que lo estaba pasando.
Harry estaba paralizado, no sabía que hacer, y en la situación de Cho, no quería ser brusco con ella, así que intentó consolarla. Estando como estaba de espaldas a Claudia no pudo ver como la chica se iba, aunque sí oyó resonar sus pisadas por el pasillo. No quería que aquello terminase así. Pero sentía que de nuevo le había fallado a aquella chica. Al final, no pudo saber sus motivos, no había conseguido nada de lo que se había propuesto, aunque realmente, y para su consuelo, parecía que no había ningún ataque real sobre la chica, todo había resultado ser algo entre Claudia y Cho. ¿Qué habría pasado en realidad?
Para la hora de la cena ya todo el mundo estaba enterado. Claudia había sido la responsable del espectáculo que había ofrecido Cho un par de días atrás. Al parecer por la tarde la oriental había vuelto a perder el pelo, pero la señora Pomfrey había solucionado el problema, y durante la cena la chica había recuperado su aspecto de siempre y recibía muy digna el apoyo de sus compañeras en contra de la Slytherin que la había dejado en ridículo, pero ahora iba a pagar, el profesor Filtwick le había dicho que Claudia sería castigada, y le pediría excusas públicamente. Cho se regodeaba al pensar en la humillación que esto supondría para Claudia Green.
Casi todos estaban ya sentados, cuando el profesor Snape entró en el comedor precedido por la Slytherin en cuestión que traía un pequeño frasco con una poción.
Claudia, en lugar de sentarse en la mesa de su casa, junto a sus compañeros, siguió su camino hasta situarse frente a la mesa de los profesores.
Roberto y Brian observaban la escena desde la mesa de Gryffindor, muy enfadados, pero Roberto sujetaba al pequeño. Claudia había decidido que ella sería la que cargase con las culpas y era preferible, que ellos no estuviesen directamente relacionados.
Claudia se situó frente a los alumnos, orgullosamente erguida. Miró a sus hermanos, a Hermione y a otras personas que en algún momento le habían mostrado alguna muestra de apoyo. Dudó en si mirar a Harry, temía lo que podría encontrarse en la mirada del chico, especialmente teniendo en cuenta cómo lo había dejado un rato antes abrazando a la patética y falsa de Cho. Tenía que prepararse, y prefirió relajarse dejándo a su mente recordar algunos toques de su guitarra medio abandonada desde que habían empezado las clases.
Y Claudia en su supuesto momento escarnio y humillación pública sonrió tranquila, todo estaba bien, y si Chang creía que había ganado, se iba a llevar una sorpresa. Por supuesto tendría que excusarse, no tenía otra opción, pero lo haría a su manera. Ya vería quién era en realidad Claudia Snape.
En vista de que todos los alumnos seguían conversando animadamente sobre lo que iba a pasar a continuación, el director se levantó para llamar la atención de sus estudiantes.
-Un momento de silencio, por favor- al instante, todo el alumnado y el profesorado detuvo sus conversaciones pendientes a lo que el director tenía que decir- Me temo que hemos encontrado a la responsable de que la señorita Chang amenizase nuestros desayunos de hace unos días con aquel tema musical, que realmente no estuvo muy bien ejecutado- prosiguió el director pensativo- en todo caso, creo que la señorita Green, aquí presente tiene algo que decirles.
Tras la presentación, todas las miradas se dirigieron a aquella chica de sexto curso de la casa de Slytherin, que permanecía de pie, tranquilamente frente a la mesa de los profesores y todo el alumnado del colegio Hogwarts de magia y hechicería.
………………………………………………………………………………………………………….
Bueno, bueno, bueno, creo que este era un lugar perfecto para cortar este capítulo. Lo siento chicos, pero no hay otra, en cualquier caso, no debéis quejaros, hace muy poco que subí el capítulo anterior.
Ya sabéis, como siempre, podéis dejarme un review o mandarme un e-mail y ya veis el resultado, yo muy feliz y animada escribo el capítulo en un rato, en realidad tardo algo más, pero bueno, unos cuantos días.
En todo caso quería agradeceros a todos los que me dejasteis review en el capítulo anterior:
Trixi Black: Hola guapetona, ¿Cómo estás? Espero que bien después de este capítulo, y no te preocupes por Harry respecto a Snape, aunque después de ese saludito público a su niña… Bueno, un besazo.
Gandulfo: Hoola!! Heme aquí de nuevo. Espero que te haya gustado. Saludos. ;)
Ginny: Hola de nuevo, aquí estamos con la nueva entrega. Dejé de subirlo a la orden severusiana, porque pensé que no lo leía nadie, pero si tu me dices eso, pues seguiré subiendolo allí, aunque debo decirte que aquí lo subo antes. Espero que este último capítulo no te haya decepcionado, aunque quizás haya sido algo más corto que los otros pero no podía resistirme a cortarlo ahí. Jijijij, puedes llamarlo espíritu sádico. Bueno, un saludo, y un montón de Besos.
Idril Black: Hola preciosa. Ya sabes la cara de Claudia cuando Harry ha intentado convencerla para no hacer el antídoto, y mejor aún la cara de Harry al descubrir lo erróneo de sus conclusiones, aunque a pesar de todo creo que el chico esta vez se va a portar decentemente y no va a dejar tirada a la chica, a pesar de que esto puede acabar costándole un disgusto con Snape. Bueno, un beso, hasta el próximo, ya hablaremos un día de estos.
Marla: Hola guapetona, cuanto tiempo sin saber de ti, me alegra en todo caso, saber que sigues por aquí. Como puedes ver, Harry esta intentando poner de su parte para intentar aclarar un poco las cosas, aunque no está del todo claro en qué acabará esto. Por Voldemort, no te preocupes, aparecerá pronto, de hecho antes de lo que parece, realmente todo está demasiado en calma, pero esto lo solucionaré muy pronto. En fin chica, nos vemos. Un saludo.
Barbi: Hola cariño. Como puedes ver las cosas se empiezan a aclarar en parte. Ya todos saben donde está el medallón. El libro parece que quiere recuperar protagonismo, y sale a la luz la broma a Cho, en fin, que algo sí que pasa en este capítulo. Espero que te haya gustado. En fin, un besazo. Hasta pronto.
Nocrala: Hola preciosa, me alegra mucho volver a tenerte por aquí. Espero que te haya gustado este capítulo, al final todo se va a aclarando un poco, aunque ya veremos que pasa. Hasta el próximo.
Cerdo Volador: Hola guapetona. Sí, acertaste, la cita era con Roberto, aunque me temo, que el hechizo contra Cho tiene los minutos contados. Lástima. En fin, espero que te haya gustado este capítulo. Un besazo.
Y como ya es costumbre, pero no por ello menos importante, sobre todo, sed felices.
