Disclaimer: Estos personajes, excepto Andrea y sus hijos, no son míos sino de J. K. Rowling, Warner Bros y no sé quien más; no gano dinero con ellos así que no me demanden, por favor.
Tras el Velo
Elanor Black
Capítulo 25: La rata sale de su cloaca.
Es increíble lo idiota que he sido. No entiendo como puede esperar, imaginar que las cosas podrían se de otro modo.
A penas conozco a Harry, pero en lo poco que lo he tratado no entiendo como he podido caer de esta manera. No tiene sentido imaginar que realmente era cierto todo lo que me estaba diciendo. En el momento en el que aparece esa pajarraca todo se va al traste. En cierto modo era ridículo pensar que tenía alguna oportunidad. Ella lleva siendo alguien especial para él desde hace mucho, o al menos eso dicen. En todo caso es comprensible que él, siendo su novio, su amigo o lo que quiera que sea, la haya apoyado, después de todo yo no soy más que una extraña, una conocida, como mucho una compañera. Y realmente lo que le hice a la arpía esa no estuvo bien del todo, más si no sabe lo que ella me ha estado haciendo. Su reacción era lógica, pero yo ya estoy cansada de hacerme ilusiones con él, no tiene sentido, y nunca seré más que una amiga, no tiene sentido que me haga ilusiones, ni quiero hacérmelas o la próxima vez la caída será peor, porque no tengo dudas de que volverá a jugármela. En todo caso no voy a culparle, y me conformaré con intentar ser su amiga, en todo caso tengo que aclarar todo esto, no voy a permitir de ningún modo que las cosas queden así. Harry no es para mí, pero después de todo lo que nos contó Hermione no puedo dejar de intentar echarle una mano a ese chico, tengo que rescatarlo de las garras de esa lagarta. No es para mí, pero tampoco será para ella.
Mientras pensaba en el modo de librar a Harry de la indeseable de Cho, llegó papá con una cara de enfado, casi tan terrible como la que pone cuando sospecha que algún chico intenta acercarse a mí, pero esta vez era distinto, al parecer, Chang le había ido con el cuento al jefe de su casa, y este a papá para acordar un castigo acorde a mi reprobable comportamiento por haberle aquello a "doña perfecta". Además de perder puntos para mi casa, tendría detenciones durante una semana, y si aquello era poco, tendría que sumarle una disculpa pública frente a todo el colegio, intuyo que esto último habría sido a petición de la Raven, al principio aquello me pateó el estómago, porqué demonios me tenía que disculpar con ella, si no sentía en absoluto lo que había hecho, en realidad estaba empezando a pensar que me había quedado corta.
Intenté convencer a papá de la injusticia que se cometía conmigo, intenté explicarle lo que ella me había hecho, pero ni siquiera me dejó defenderme, estaba demasiado enfadado y en aquellas circunstancias era imposible razonar con él, pero después decidí que aprovecharía mi oportunidad de una nueva venganza que esta vez sería mucho más clara, a la descubierta y en cierto modo creo que peor, ya que sería desenmascararla frente a todos aquellos que la tenían en un pedestal, pero ella se lo había buscado, y como era natural no pensaba en absoluto hacerse la mártir aguantando estoicamente la humillación, si la chica quería disculpas, las tendría.
Y allí me encontraba yo, frente a todo el colegio plantada, no puedo negar que estaba algo nerviosa, pero creo que conseguí disimularlo apropiadamente.
El silencio en el Gran comedor era total, y todos observaban a aquella chica que en poco más de una semana había conseguido ser el centro de los comentarios, tanto positivos como negativos. El motivo por el que estaba ahora frente a todos era que se había descubierto que en realidad era ella la causante de la extraña situación de la buscadora de Ravenclaw, Cho Chang, que a pesar de que siempre había sido una chica bastante popular, había sido blanco de las bromas de la Slytherin, que por medio de una poción había hecho que la Ravenclaw interpretase con dudoso talento, una canción durante el desayuno, un par de días antes, y también súbitamente se quedaba completamente calva, sin explicación aparente.
Supuestamente Claudia debía pedir excusas públicamente a la agraviada, que la miraba con gesto altivo y sonrisa triunfal.
Pero Claudia no parecía afectada, y en vista de que todos la miraban expectantes, decidió que había llegado la hora de hacer su discurso.
-Profesores, compañeros y demás personal del colegio. Ante todo, lamento anunciaros que mi discurso no será tan divertido como el espectáculo que nos ofreció la Señorita Chang hace un par de días- comenzó la chica ácidamente- aunque intentaré no desafinar tanto. En realidad con mi broma sólo quería hacerte un favor, y dejarte sin un pelo de tonta, aunque nunca pensé que eso significaría dejarte sin un solo cabello, supongo que te sobreestimé. Lo siento. En todo caso te recomiendo que seas un poco más original, inventar un rumor liándome con un antiguo profesor, además de estar muy trillado es muy vulgar. Tu imaginación brilla por su ausencia. Por cierto, aquí tienes el antídoto para solucionar tu problema de caída de cabello, es obvio que no tiene sentido saber cuánto tiempo pierdes en difamar a los demás, cuando ese es el sentido de tu vida.
Claudia depositó frente a la chica de Ravenclaw el frasco que había traído, y se dirigió a su mesa, donde se sentó tranquilamente, junto a Nott.
La mayoría del comedor dirigía ahora sus miradas hacia la chica de Ravenclaw, que había sido claramente acusada y humillada. Un suave murmullo empezó a elevarse comentando el discurso de la Slytherin, ya que durante el mismo, todos habían estado demasiado sorprendidos como para articular palabra.
Severus Snape desde la mesa de los profesores, observaba a la Ravenclaw con furia contenida, él ni siquiera se había enterado de todo aquel asunto de rumores sobre su pequeña, aunque por el gesto de su esposa supo que todo era verdad. Aquella descarada, se había atrevido a actuar en contra de su niña, y encima, él la había obligado a disculparse públicamente, claro, que la disculpa de su hija había parecido cualquier cosa menos una disculpa, ciertamente estaba muy satisfecho con ella. El próximo que se atreviese a meterse con ella se lo pensaría dos veces, en realidad, Chang no había salido demasiado bien parada.
-Tu concepto de disculpa es un tanto retorcido- comentó Nott sonriente a Claudia
-Le he dicho que lo siento, debería estar más que satisfecha con que le haya dado el antídoto, realmente estuve tentada de condenarla a la calvicie perpetua, pero el profesor Snape, me dijo que no me quedaba otra elección si no quería ser expulsada-contestó ella mientras se servía la cena bastante animada.
-En todo caso no me queda otra que felicitarte, ha sido un discurso estupendo.
-Gracias-contestó ella muy satisfecha.
Harry estaba bastante sorprendido ante todo lo que había pasado. ¿Realmente era cierto todo lo que había dicho Claudia?, parecía increíble, que alguien como Cho hubiese inventado toda aquella historia de rumores, ¿y que el pelo se le caía cuando insultaba a alguien?, entonces recordó la clase de DCAO, era verdad que cuando se le cayó el pelo aquel día estaba insultando a Claudia, pero todo aquello parecía increíble. Las exclamaciones entusiastas de Brian lo sacaron de sus pensamientos.
-Es estupenda, ¡¿has visto cómo ha dejado en ridículo a la bonita Ravenclaw?! ¡Y la cara de la cucaracha! Eso le pasa por chivata. ¿Verdad, Roberto?- exclamaba muy excitado Brian-Mira, mira, Roberto, la sabandija pelona de nuevo se va corriendo.-celebró el Gryffindor al ver cómo Cho, que había perdido de nuevo su pelo, abandonaba a paso ligero el comedor, con el frasco del antídoto en su mano.
-Pues, sí, tienes razón, Claudia ha estado muy bien-corroboró el aludido.
-Deberíamos brindar por mi queridísima Claudia. Ginny, brinda con nosotros por el éxito de nuestra… amiga.- pidió el pequeño a la pelirroja que se sentaba a su lado.
Los tres alzaron sus copas y las entrechocaron, aunque una cuarta se unió al tintineo.
-¡Harry!
-Yo también quiero brindar con vosotros, si todo lo que ha dicho es cierto, realmente tenía motivos de sobra para hacer lo que ha hecho.
-Por supuesto que es cierto, yo mismo oí a la Ravenclaw jactarse muy orgullosa de su mentira-Dijo Brian- pero esa no sabía que nadie se mete con mi… mi amiga y sale impune. Aunque es una lástima que le haya dado el antídoto- se quejó Brian.
Harry observó a Brian, ahora que lo sabía podía encontrar algunas similitudes con la chica, tenían los ojos iguales, y aquella forma de sonreír… Harry miró hacia donde estaba sentada la chica. Estaba de espaldas a él, pero podía ver que estaba hablando muy tranquila con Nott. Tuvo el impulso de levantarse y tratar de hablar con ella, pero que sentido tenía que hiciese eso. Había vuelto a meter la pata con ella, y no tenía sentido después de haberle dado la espalda, ir ahora en el momento triunfal de la chica. Todo había ocurrido muy rápido, apenas pudo hablar con ella cuando ya tenía a Cho llorando sobre su hombro. Y después ella se fue, sin darle opción a intentar disculparse, ahora era demasiado tarde.
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Todos los alumnos admitidos estaban en el aula de sortilegios mentales que aquella noche estaba más vacía que nunca, tan solo había una gran alfombra que tapaba la mayor parte del suelo. No había sillas ni mesas. No había nada de hecho además de las antorchas que iluminaban la habitación.
Los alumnos estaban de pie en mitad de la clase, cuando entró la profesora con aquel aire extraño que la caracterizaba y cerró la puerta.
-Buenas noches- dijo la profesora con su extraña entonación- ahora que estamos todos los que somos, ha llegado la hora de entrar en materia. Comenzaremos de forma simultánea con los encantamientos básicos de oclumancia y legeremancia.
Para el caso de la lectura mental, el sortilegio que deberéis utilizar se llama Legeremens, y deberéis decirlo con decisión y la certeza de que vais a conseguir vuestro objetivo, de otra forma no tendrá suficiente poder para irrumpir en las ideas de vuestra víctima, lo más importante es la confianza en el poder de uno mismo.
Para evitar que puedan irrumpir en vuestra mente, debéis vaciarla de todo sentimiento, concentrándoos en no dejar nada al alcance de vuestro atacante. Tambien podéis intentar utilizar algún hechizo de escudo o atacar de forma que vuestro contrincante no pueda concentrarse apropiadamente, pero para las prácticas en esta clase, prefiero que no utilicéis estas últimas alternativas, sólo podréis vaciar vuestra mente, no quiero que hoy ataquéis a vuestro enemigo, por ahora, tendríais demasiada ventaja.
Os distribuiréis por parejas, uno intentará leer, y el otro bloqueará.
Harry, quiso ponerse con Claudia, pero al mirar en su dirección era obvio que ésta, ya estaba con Roberto. Hermione preguntó a Harry si él tenía ya pareja, y Harry pensó que ponerse con Hermione era una buena opción, pero tras la chica vio la mirada suplicante de Ron, que le hacía señas para que le dijese que no, así que le dijo a Hermione que el se pondría con Dean. Tras lo cual se acercó al chico que finalmente acepto ser su pareja. Mandy y Terry de Ravenclaw hicieron pareja lo que hizo que Susan Bones, no tuviese otra opción que ponerse con Draco Malfoy.
Ron supo que aquella era la oportunidad que tanto había estado esperando, Hermione, debía ver lo importante que era para él. Ya que no había tenido la posibilidad de poder hablar con ella, intentaría expresar a través de sus pensamientos, lo mucho que ella significaba para él, y lo mucho que la echaba de menos.
-Muy bien, Hermione, tú leerás primero- afirmó Ron.
-¿Y porqué tengo yo que leer primero?- se quejó la chica.
-¿Prefieres que sea yo el que lea?-sugirió el chico a sabiendas de la respuesta de ella.
-No, no empezaré yo-se resignó la chica-Legeremens-dijo intentando imitar la entonación de la profesora mientras apuntaba hacia Ron, pero nada ocurrió-Legeremens-repitió, pero nada sucedía.
-Señorita Granger, debe hacerlo con más convicción, si realmente no quiere saber que piensa su compañero, no conseguirá nada-le explicó la profesora.
Hermione, resignada, intentó hacer lo que le sugirió la profesora, y se concentró en los pensamientos de Ron, qué estaría pensando el chico-¡Legeremens!
Y se vio a sí misma entrando en el vagón del tren aunque su aspecto era algo distinto, aquella imagen era de primer curso. De pronto la imagen cambió, ron estaba frente a una cama en la enfermería del colegio frente a una cama, y en ella estaba ella misma petrificada. Ron le estaba diciendo algo, pero Hermione no lo podía oír, y tampoco lo recordaba, aunque la cara de preocupación del chico era… de nuevo cambió la imagen era la clase en la que habían estudiado los hipogrifos, y vio como casi inconscientemente se habían dado la mano… ahora estaba en el gran comedor, era la noche del baile que se había dado por el torneo de los tres magos, y Ron observaba a alguien embelesado. Hermione nunca antes había visto esa mirada en el chico y se preguntaba que era tan interesante, pero cuando dirigió la vista hacia la persona a la que Ron miraba la imagen desapareció y se encontró frente a frente con el pelirrojo que la miraba muy avergonzado y rojo como un tomate.
-Es hora de que cambien de posición, ahora que sea el resto de la clase la que intente leer. Señor Weasley, se supone que debía oponer resistencia, no se trata de hacer una visita guiada a través de sus recuerdos- lo regañó la profesora.
-Lo siento-se excusó el chico avergonzado imaginando que la profesora también habría visto lo que le había mostrado a Hermione.
-¿A quién mirabas en el último recuerdo?-le susurró Hermione.
-¿Es que acaso no lo sabes ya?-contestó el chico-¡Legeremens!
Y Ron vio a Hermione, pero era una Hermione muy distinta a la que ahora tenía frente a él, y tenía una carta entre sus manos, una carta de Hogwarts, de pronto Ron sintió como si lo empujasen, Hermione lo había expulsado de sus recuerdos.
-¡Oye! ¿Por qué has hecho eso?- Se quejó Ron.
-Se supone que es lo que hay que hacer, se trata de no dejar que entres en mi mente-explicó la chica con un tono que Ron conocía demasiado bien.
-Legeremens!- gritó Ron de nuevo apuntando a la chica cogiéndola desprevenida.
El recuerdo de ahora era mucho más reciente, se trataba del día que habían tenido la discusión. Se vio allí plantado mientras la chica subía las escaleras. Hermione estaba llorando cuando llegó a su habitación. Lloraba por su culpa.
De nuevo Ron se vio expulsado de los pensamientos de Hermione, que lo miraba roja de furia. Realmente la chica no quería que él hubiese visto aquello. Ahora era él el que no se atrevía a volver a intentar penetrar en sus pensamientos, pero la clase aún no había terminado.
-Voy a volver a intentarlo-le avisó Ron.
-Hazlo ya- dijo Hermione enfadada.
-Legeremens-dijo el chico, pero no ocurrió nada. Debía hacerlo con más convicción si no quería que la profesora le llamase de nuevo la atención-Legeremens.
El recuerdo que Ron vio ahora era nuevo para él, Hermione estaba junto a un lago, en bikini, y charlaba tranquilamente con ¡Víktor Krum! Definitivamente a Ron no le gustaba demasiado aquel recuerdo. De nuevo fue expulsado por la chica.
-Muy bien, chicos, la clase ha terminado, espero que practiquen mucho, el próximo día tendrán examen de lo que hemos hecho hasta hoy-afirmó la profesora y se tratará de que opongan verdadera resistencia.
Todos los alumnos estaban muy sorprendidos y hasta enfadados por tener ya un examen, pero ninguno de ellos se atrevió a protestar a la profesora y sólo se quejaron una vez salieron del aula.
En general todos estaban un poco cohibidos o enfadados por haber dejado a sus compañeros penetrar en sus recuerdos, excepto una pareja que reía tranquilamente. Roberto y Claudia parecían muy divertidos con lo que habían visto y Harry no podía dejar de preguntarse que sería aquello tan gracioso. Envidiaba la mutua confianza que ambos parecían tener, a él también le habría gustado poder reír así con la chica. Aún no entendía como llevándose tan bien, habían roto su relación, ¿Qué podía haber ocurrido para que una pareja tan compenetrada se separase?
Durante un instante sus miradas se cruzaron, y Harry temió que la chica, le volviese la cara, pero en lugar de eso, Claudia le hizo un gesto de saludo con la mano, y siguió hablando con Roberto. ¡No estaba enfadada con él! ¡Cómo era posible, si él había vuelto a hacer el idiota! ¡No estaba enfadada con él!
-Harry, toc, toc, ¿hay alguien ahí?- la voz de Hermione le sacó de sus pensamientos.
-Eh, hola chicos-saludó Harry con una sonrisa de oreja a oreja.
-Caramba, Harry, no sabía que algo en los pensamientos de Dean podría hacerte tan feliz-se sorprendió Ron ante la cara de su amigo.
-Eh, oh, no es nada, y que tal os ha ido a vosotros- se interesó el moreno.
Ron y Hermione se miraron mutuamente y simultáneamente ambos miraron en la dirección contraria.
-Parece que no demasiado bien-se aventuró Harry a deducir.
-¿A quién estabas mirando?-le preguntó Hermione a Ron.
-¿Y tú que hablabas tan… tan poco vestida con Krum?-Contestó el pelirrojo de mal humor.
-Hola, chicos, ya estoy aquí- interrumpió muy alegre Roberto, aunque al ver las caras de Ron y Hermione intuyó que una nueva discusión planeaba sobre sus cabezas- ¿Qué tal si nos vamos hacia la sala común antes de que Filch decida darse un paseo en busca de infractores al reglamento?
-Sí, vayámonos ya de una vez- dijo Hermione enganchándose del brazo del chico y tirando de él con fuerza en dirección a la sala común de Gryffindor, y dejando a Harry y Ron atrás muy sorprendidos por el arranque de la chica.
¿Por qué Hermione nunca se ha agarrado así de mi brazo? Se preguntó Ron molesto. Siempre cualquiera antes que yo. Cualquiera es mejor que yo para ella.
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El resto de la semana pasó tranquilo. La investigación con el libro había llegado a un punto muerto, ya que a pesar de todas las visitas a la biblioteca no encontraron nada que pudiese explicar el extraño comportamiento del libro.
Ron y Hermione estaban más distantes que nunca, y Harry no pudo encontrar un momento apropiado ni las palabras adecuadas para hablar con Claudia, simplemente no sabía que hacer. La chica siempre le hacía algún gesto de saludo, pero siempre en la distancia. En realidad no habían vuelto a cruzar una palabra.
Y llegó el sábado, día para el que estaba prevista la primera salida a Hogsmeade. Al ser principios de curso, Hermione no pudo ni quiso encontrar una excusa aceptable para no ir a Hogsmeade, un cambio de aires no estaría mal, con lo que ella no contaba era con que al bajar, se encontró en la sala común esperándola a Harry y Ron.
-Creo que volvemos a ser los tres de siempre. Roberto se ha ido ya, había quedado con alguien para visitar Hogsmeade-explicó Harry de mal humor.
-¿Roberto ha quedado con alguien?-se extrañó Hermione.
-Sí, con Claudia. Me da a mí la impresión de que esos dos están recordando los viejos tiempos. ¿Creéis que vuelvan a salir juntos?-preguntó Ron.
-En realidad se llevan muy bien, parece extraño que rompiesen-comentó Hermione.
-Supongo que… quizás se han reconciliado.-dijo Harry con pesadumbre.
-En marcha pues-dijo Hermione pasando a través del retrato de la dama gorda.
En primer lugar se dirigieron a Honeydukes, y para sorpresa de los chicos justo a la entrada de la tienda estaban Claudia y Roberto que salían con una gran bolsa de Chocolatinas.
-Hola chicos-los saludó Roberto.
-Hola- saludó también Claudia.
Los chicos respondieron al saludo.
-Caramba Roberto, vaya bolsa de chocolate llevas-se sorprendió Ron.
-Bueno, en mi defensa debo alegar que todo es de Claudia.
-Sí, soy una súper fanática del chocolate, y como tardaremos un tiempo en volver a hacer una salida he pensado que era mejor, comprar para una buena temporada. Chica previsora, vale por dos- contestó Claudia de muy buen humor.
-Y vosotros, ¿qué?, ¿también vais a aprovisionaros?-preguntó Roberto.
-Sí, queremos comprar algunas cosas-contestó Harry- ¿Y qué tal os parece Hogsmeade? ¿Habíais estado antes?
-Sí, aunque sólo de pasada. Es muy interesante, aunque hay gente muy rara- comentó Roberto.
-Es cierto, incluso hemos visto a un hombre que tenía una mano plateada-exclamó Claudia.
-¿¡Una mano plateada!? ¿Dónde?- preguntó Harry en un tono de urgencia que no dejaba lugar al silencio.
-Aquí, en la tienda- dijo la chica señalando hacia el interior del comercio.
-Chicos, tenemos que avisar a los profesores, al director, a la orden- dijo Hermione con preocupación, dirigiéndose hacia el lateral del comercio, seguida por todos- esto está lleno de alumnos, ¿es que acaso pretenden atacar Hogsmeade?
-Quizás sólo me busquen a mí- sugirió Harry-Hermione, avisa a la gente, yo esperaré aquí, no pienso dejar que cola gusano vuelva a escapar.
-¡Pero Harry!-se quejó Hermione.
-Corre, no tenemos tiempo que perder-le urgió el ojiverde. Finalmente, la chica emprendió la marcha en la búsqueda de ayuda-Ron, tu deberías ir con Hermione, y vosotros deberíais volver al colegio-dijo dirigiéndose a Roberto y Claudia que habían observado todo con creciente preocupación.
Ron, se lo pensó dos veces, pero finalmente echó a correr tras Hermione, decidido a no dejarla sola.
-Creo, que deberías explicarnos qué es lo que pasa, Harry-pidió Roberto.
-Ese hombre de la mano plateada, es un mortífago, llamado cola gusano, si está aquí es porque va a haber un ataque, de otro modo esa rata de alcantarilla no habría salido a la superficie, pero ese y yo tenemos un asunto pendiente y no permitiré que vuelva a escabullirse de nuevo. En todo caso, deberíais volver al colegio antes de que todo esto empiece.
-Cómo pretendes que nos vayamos y te dejemos aquí solo. Si nos vamos, nos iremos todos juntos. ¿Porqué no vienes tú también?-preguntó Claudia.
-No puedo dejar que la rata escape, además si intento volver al colegio, seguro que nos atacan, todo esto debe estar vigilado. Aunque podríamos volver por el pasadizo de Honeydukes, en todo caso, cola gusano lo conoce, de seguro lo está vigilando. Oh, no, estamos perdidos, esto está lleno de mortifagos, ese hombre que se acerca es uno de ellos-dijo Harry señalando a un mago que se caminaba en dirección a ellos aunque sin haberse percatado de su presencia.
Harry, sacó su varita, preparado para lo peor.
-Espera, Harry, no te muevas. Imagosimmil-dijo Claudia apuntando a Harry.
El aspecto de Harry cambió radicalmente, ahora en lugar del chico de ojos verdes había una chica, de pelo castaño y liso, y ojos marrones. Vestía una túnica de la casa de Gryffindor.
-Muy graciosa, Claudia, muy graciosa-alabó Roberto en tono irónico al ver el nuevo aspecto de Harry.
-Pensé que la echarías de menos-comentó Claudia con sorna.
-¡¿Se puede saber que me habéis hecho?!-preguntó la chica con la voz de Harry, y sin mover un solo músculo.
-Te he camuflado. He creado la imagen de otra persona, en el lugar en el que tú estás, de forma, que sólo se le ve a ella, pero no puedes moverte, porque mi imagen, no es móvil, es sólo una ilusión inmóvil, debería haberme estudiado la versión avanzada del sortilegio pero por ahora, servirá.
-¿Y quién se supone que soy?-preguntó Harry molesto.
-Bueno, en realidad no tuve mucho tiempo para pensar, así que se me ocurrió, que Alex era una buena opción, no quería que fueses el doble de nadie del colegio, porque si os viesen sería demasiado sospechoso.
-¿Y quién es Alex?-preguntó Harry.
-En realidad es Alejandra, pero la llamábamos Alex. Era una compañera del colegio, y una amiga muy especial de nuestro Roberto aquí presente-Siguió Claudia con la broma.
-Estás hoy tú muy simpática- se quejó Roberto irónicamente.
-¿También fue tu novia?-Se atrevió a preguntar Harry.
-Ufff, no, por suerte para ella. Fue inteligente y consiguió escapar de las garras de Roberto.-dijo Claudia riendo.
-Lo dices como si a ti te hubiese ido muy mal conmigo, cuando he sido lo mejor que te ha pasado-contestó Roberto para desquitarse por las bromas que su hermana estaba haciendo a su costa.
-En realidad no sé en que estaba pensando cuando acepté salir contigo, ¿no fue aquel día en el que practicamos los encantamientos de confusión? Supongo que aun no me había recuperado del todo.
Roberto la miró enfadado, pero consiguió controlarse- menos mal que deshice aquel error cuando te dejé-Afirmó muy satisfecho consigo mismo.
-¡Cómo te atreves a decir que me dejaste!-se enfadó Claudia.
-Sí, claro, cuando conocí a Alex-dijo Roberto como si hubiese descubierto un nuevo encantamiento.
-¡de eso nada tú no me dejaste a mí, fui yo la que te mandó a freír espárragos!
Harry observaba toda la discusión como si de un partido de tenis se tratase. Definitivamente aquellos dos no estaban saliendo de nuevo, y en realidad no parecían llevarse taaan bien, pensó Harry extrañamente contento.
-Yo te dejé a ti. Aunque veo que no lo has podido superar- dijo Roberto con tono de autosuficiencia.
-¡Pero serás idiota! ¡Quédate aquí con Alex para recordar los viejos tiempos!, yo me voy a ver si nuestro amigo sigue en la tienda-dijo Claudia enfadada mientras se iba en dirección a la tienda.
-Espera Claudia no puedes irte es peligroso- dijo Harry mientras salía de la imagen de Alex.
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Bueno, hasta aquí llegó este capítulo. Espero que os haya gustado. La disculpa-acusación de Claudia quedará impune, puesto que con el veritaserum podría recurrirse, pero Cho sabe que acabaría perdiendo, por lo que al no quejarse se toma como una aceptación por parte de la Raven.
En fin, y como siempre se agradecen las preguntas, quejas, sugerencias o simples actos de presencia en forma de review. Un beso para todos los que habéis leído la historia hasta ahora.
Y respondiendo a los del capítulo anterior, en primer lugar muchas gracias a todos y ahora sí:
Trixi Black: Bueno, aquí tuviste las disculpas de Claudia, ¿que te parecieron? Espero que satisfactorias jijijij, en fin, si alguien se disculpase así conmigo, lo mataría, pero no es el caso. Y todo se va a complicar un poco con la vuelta a la actividad de mortifagos y demás, ya verás. En fin, espero que te haya gustado el capítulo. Hasta el próximo, un beso.
Barbi: Hola guapetona, me temo que aunque parezca que Claudia no está muy enfadada, es casi peor porque está decepcionada, así que de nuevo Harry tendrá que resarcir su imagen, aunque esta vez de verdad que lo está intentando, y más que nada, fue Cho la que se abalanzó sobre el, y como este chico es taaan lento, pues ni se da cuenta del juego de la Ravenclaw. Pero bueno, la hemos dejado un poco fuera de juego, por ahora. Y definitivamente los mortifagos vuelven a la acción, aunque no con respecto al libro… por ahora. Un besazo.
Marla: Hola!!!! ¡Un dragón sobre Cho! Realmente fue bueno, me temo que no había ninguno rondando, que si no, hago que le caiga un rayo al pobre dragón, y casualmente Cho estuviese en su pista de aterrizaje. Lo tendré en cuenta. Realmente tienes razón en que no fueron muy discretos, pero era lo que había, en todo caso y como ya habrás leído a Claudia tampoco le parecía bien lo de la humillación pública y ya viste como escapó ijijijij, se que no fue tan efectista como lo del dragón pero espero que te haya gustado. Hasta pronto, un beso.
Cerdo volador: Hola, ya estamos aquí de nuevo, jejeje la disculpa de claudia… ¿que te pareció? Sobre Harry, qué te voy a decir, no sale de una cuando ya se ha metido en otra, este chico… Bueno, y llegó de nuevo la acción… aunque tendremos que esperar a ver qué pasa. Un beso.
Gandulfo: Hola, hum, qué puedo contarte, pues que llega un poco de acción, espero que no muera nadie… aún no tengo nada del próximo capítulo, así que no sé cómo acabará esto, pero no quiero pasarme todavía. Bueno, hasta pronto. Un beso.
Ginny: Aquí estamos, no he sido demasiado rápida, pero tampoco ha estado mal, una semanilla. En fin, espero que te haya gustado el capítulo, a partir de ahora, la historia irá un poco más rápida, puesto que estamos en situación y ya conocemos a todos los personajes, espero tu opinión. Un beso.
Tenshi Lain & Neko-chan: Hola dúo. Me alegra saber que habéis vuelto de vuestras estupendas vacaciones, aunque hay que tener cuidado con el sol… Espero que lo que habéis encontrado al volver a casa os haya gustado. En fin, ya me contareis, un montón de besos. Chao.
ANgiE SBM: Hola guapetona. Bueno, respecto a Brian, te aseguro, que aunque Claudia le haya dado a Cho lo que se merecía, el aún no está contento, y querrá aportar su granito de arena a la causa todos contra Chang, ya veremos. Respecto a Harry debo decir que en realidad el chico al principio estaba un poco sorprendido y en parte enfadado por haberse preocupado sin motivo real, y bueno, respecto al abrazo, no sé si no quedó muy claro, pero fue Cho la que se lanzó contra él, y el le siguió la corriente ese si fue fallo suyo, se dejó convencer por cuatro lagrimitas falsas, ¡Qué mala es Chang! En fin, me despido hasta el próximo, un beso.
Skuld Potter: Hola!!! Aquí estamos de nuevo tras la nueva definición de disculpa made in Claudia Snape. Harry intenta resarcirse un poco, al menos es consciente de que se equivocó con la chica… Ya veremos que pasa en el próximo capítulo. Hasta entonces, un beso.
