¡Hoooola!

Sí, sigo viva, el que no estaba vivo era mi ordenador, que definitivamente me abandonó, y tuve que cambiarle un par de piezas por lo que ha estado una temporada en el técnico, motivo por el que no he podido actualizar antes. En todo caso, mi hermana me dejó el suyo y pude escribir el capítulo, aunque no subirlo. (Ella no tenía modem)

En fin, que después de esta eternidad, quiero agradecer vuestros reviews, aunque no voy a contestarlos hoy para no tardar más. He intentado cumplir las peticiones, aunque algunas, por motivos del guión no he podido meterlas en este capítulo.

Muchísimas gracias a: Riddles girl, Ginny 84, Tenshi Lain, Alhjena, Trixi Black, Marla, YOBlack, Idril Black, Irene Lucena, Vampiresa, Skuld Potter, Kimita Potter

Sin más, os dejo con el capítulo. Gracias por vuestra paciencia a aquellos que a pesar de mi tardanza aún seguís ahí. Un beso.

……………………………………………………………………………………………

Disclaimer: Estos personajes, excepto Andrea y sus hijos, no son míos sino de J. K. Rowling, Warner Bros y no sé quien más; no gano dinero con ellos así que no me demanden, por favor.

Tras el Velo

Elanor Black

Capítulo 32: Acrobacias.

Tras despedirse de los grifindors, Claudia salió disparada del gran comedor. Consiguió alcanzar al equipo de quidditch de Slytherin, justo cuando estos entraban a vestuario.

Cuando Draco la vio entrar, no puso lo que podríamos llamar cara de felicidad, pero a la chica no pareció importarle en absoluto la reacción del chioo y no dio un solo paso atrás.

-Lo siento Green-la encaró el rubio que a todas luces no lo sentía en absoluto- pero ya te encontramos sustituto, así que puedes largarte.

-Más lo siento yo por haber faltado, pero creo que antes de echarme del equipo, sería lógico que hiciesemos una prueba, Al fin y al cabo, lo más importante es que ganemos el partido. Por otro lado supongo que no pretenderás dejar en el banquillo a la mejor de tus jugadoras¿o es que los de Hufflepuff te han pagado para vender el partido- contestó ella altiva.

-No me hagas reír, a los de Hufflepuff no se les pasaría semejante idea por la cabeza¿y quién dice que tú eres la mejor de las jugadoras-contestó él en tono de burla.

-Lo digo yo-contestó ella muy segura.

¿Qué clase de juicio podemos esperar de una sangre sucia-preguntó Malfoy al resto del equipo en tono de mofa.

¿y tu lo preguntas, hijo de presidiario- la risa de Malfoy se cortó instantáneamente ante la ofensa.

Draco no esperaba que se atreviese a tanto, y sacando su varita apuntó a la chica¡Cómo te atreves!

-Lo mismo podría peguntarte yo-contestó ella indiferente- la diferencia es que lo que tu has dicho es una idiotez y lo mío es cierto. Por cierto¿te escribe mucho papito desde Azkaban-le preguntó la chica en tono compasivo.

-Es lo último que dices, asquerosa sangre sucia- dijo con furia el rubio alzando la varita mientras pensaba en cual podría ser la peor maldición para lanzarle.

-Yo me lo pensaría antes, Malfoy-contestó ella mientras sacaba su varita a una velocidad endiablada y la ponía bajo la barbilla del capitán- deberías ser mas razonable, y un poco más original, lo de asquerosa sangresucia empieza a sonar repetido- dijo la chica en tono cansino- Además tengo un trato que proponerte. Quizás te pueda resultar interesante…

Draco estaba demasiado sorprendido por la actitud agresiva de la chica para reaccionar.

-Haremos una prueba, mi sustituto contra mí. Y un guardián para cada uno de apoyo. Si marco tres goles antes que él, juego yo-dijo quitando la varita de la garganta de Malfoy.

-Si pierdes, estarás fuera del equipo. Para siempre- remarcó el rubio.

-Si gano, admitirás que soy la mejor jugadora de tu equipo públicamente, te disculparás y no volverás a insultarme con el rollo de sangre sucia, ni a mí, ni a ningún otro estudiante de sangre mezclada -añadió la chica.

Todos los presentes supusieron que Malfoy no aceptaría, y comenzaron a murmurar, pero tras unos instantes meditando, Malfoy prosiguió-si pierdes…

-Haré lo que tú quieras, Malfoy. Pero vamos ya, o no nos dará tiempo a preparar la estrategia del partido.

-También tendreis un golpeador en cada equipo-sentenció Malfoy.

-Hecho-aceptó ella.

El resto del equipo había presenciado la discusión expectante, al parecer tendrían un rato de diversión previa. Aunque Nott no parecía tan divertido.

-Bletchey-llamó draco al guardián titular del equipo- tu guardarás los aros para Adams-que así se llamaba el sustituto de Claudia- Goyle, tu también vas con Adams.

-Crabble será entonces mi golpeador y Nott mi guardián- decidió Claudia sin demasiadas opciones.

Draco hizo a Clabble una mirada significativa que no pasó desapercibida para claudia, pero esta no dijo nada. Contaba con que Draco no se conformaría con un partido justo, pero todo aquello lo hacía mucho más interesante.

Aún faltaban casi dos horas para el comienzo del partido oficial, por lo que las gradas estaban prácticamente vacías, y muchos de los alumnos paseaban por los terrenos del castillo, disfrutando un rato del frío sol invernal, cuando el equipo de Slytherin salió en tromba hacia el campo, todos con sus uniformes y volando sobre las escobas.

Muchos pensaron que aún era pronto para el calentamiento, pero algunos observaron con curiosidad los movimientos de los jugadores en el aire.

¿cómo es que Draco permite que la sangresucia de Green siga aún en el equipo-preguntó Pansy indignada a Millicent, que como toda contestación se encogió indiferente de hombros.

No habría arbitro, supuestamente todo estaría permitido.

Los dos equipos, se congregaron junto a sus aros-Goyle, ya sabemos de qué va todo esto, así que ya que no juegas en este equipo, prefiero que te vayas con los otros.

-Pero…-Goyle, había acordado con Draco lo que tendría que hacer una vez comenzase el partido, pero el hecho de que ya lo hubiesen largado con el otro equipo era desconcertante.

¿A qué estas esperando-preguntó Claudia exasperada-largo de aquí.

-El chico orientó su escoba hacia el otro campo, y se reunió con el otro equipo.

-Bueno, Teo, creo que dos contra cuatro no es tan mala proporción ¿no-preguntó divertida Claudia.

-Creo que hoy será tu último día en el equipo- contestó él en tono compasivo- no me imagino lo que te pedirá Draco cuando gane¿Cómo se te ha ocurrido aceptar todo este desvarío?

-Por Dios, Teo, con ese animo no vamos a ninguna parte, espero no tener que echarte a ti también de mi equipo. Ya que no vamos a ganar en número, al menos debemos mantener la moral alta, en todo caso, yo estoy convencida de nuestra victoria, eso será suficiente, aunque si tienes que parar alguna, no nos vendría mal- con un guiño, la chica dejó al perplejo Slytherin junto a los aros del que sería su campo, mientras ella se dirigía alegremente hacia el centro del campo y miró con gesto triunfal a sus contrincantes.

Goyle estaba frente a ella en el centro del campo mirándola perplejo, sin llegar a entender cómo era posible que aquella sangre sucia hubiese acabado en Slytherin, y en cómo se las había arreglado para estar aún en el equipo de quidditch después de lo que le había hecho a Malfoy, eso se solucionaría pronto, pero el hecho de que la chica creyese que tenía alguna posibilidad de ganar era demasiado estúpido. Aunque si ganaba¿se quedaría en el equipo? Aun seguía cavilando cuando oyó el silbato de Malfoy que indicaba que se había marcado el primer gol. Goyle observó el campo y supo que Draco no estaba demasiado contento, sobre todo por la salta de insultos con los que le estaba increpando. Al parecer Green se había hecho con la quaffle y había atravesado todo el campo marcando el primer tanto, mientras él aún estaba pensando. (¿Goyle pensando?)

Tras el gol, claudia se pegó como una sombra al que pretendía ser su sustituto, el guardián tendría que pasarle la quaffle y ella había decidido evitarlo a toda costa. Pudo comprobar que los golpeadores, parecían haber despertado por fin, y pretendían entrar en el juego, Crabble acababa de lanzarle una budggler con bastante fuerza, pero poca puntería, fue demasiado fácil esquivarla y lo mejor fue, que cuando ella se agachó levemente, Adams, que estaba prácticamente tras ella, no se había percatado del lanzamiento de su compañero, consiguió esquivarlo, pero a punto estuvo de caer de la escoba.

Claudia no quiso evitar reír a carcajadas al oír los gritos de Malfoy insultando a sus propios compañeros, cosa que exasperó aún más al rubio.

El guardián no parecía muy decidido a pasarle la quaffle a su cazador, así que claudia optó por dejarle un poco de margen dejándole desmarcarse, finalmente Bletchley lanzó el balón hacía el chico, y claudia salió disparada hacia el chico intentando interceptar la quaffle, pero Goyle se interpuso en su camino, no podría pasar, no con la escoba, y no estaba dispuesta a permitir al chico hacerse con el balón. Con un movimiento felino saltó de su escoba mientras todos los que observaban el supuesto entrenamiento contenían el aliento al ver a la chica en el aire mientras su escoba caía lentamente. El que no podía contener el aire era Goyle que veía estupefacto lo que se le venía encima, y es que aquella loca había saltado hacia su escoba, y lo más increíble es que había caído con un pie sobre el palo y con el otro lo estaba pisoteando, es más ahora le pisoteaba con los dos pies y se alzaba sobre él cazando la quaffle, a pesar de sus movimientos tambaleantes intentando mantener el equilibrio para no caer.

No se oía nada, ni siquiera Malfoy gritaba a Crabble ni Goyle. Todos estaban estupefactos mientras la chica mantenía un precario equilibrio sobre el tambaleante Goyle, sujetando decidida el balón. Crabble golpeó una budgler en dirección a la chica.

-Accio escoba-dijo la chica alzando su mano. Al comprobar que la escoba volaba en dirección a ella, se lanzó evitando la budgler que golpeó a Goyle, mientras la chica alcanzaba el palo de su escoba y agarrándose con fuerza a la misma , con un ágil movimiento se encaramó y voló veloz hacia los aros, marcando el segundo gol. El guardián no hizo demasiado por parar su disparo, de hecho pocos de los que habían presenciado el espectáculo se habían recuperado de la impresión. Y Goyle increpaba a Crabble por el balonazo que acababa de recibir.

El tercer gol, fue el más fácil de marcar, Bletchley le intentó pasar la quaffle a su cazador con tan poca convicción que fue muy fácil para Claudia robar el balón, ante los lastimosos intentos de los golpeadores de intentar lanzar las budggler contra la chica que las esquivaba con suma facilidad. Esta vez el portero estaba preparado para el disparo, o eso creía ya que cuando puso la mano para capturar el balón esta fue lanzada hacia atrás ante la potencia del lanzamiento de modo que la quaffle volvió a atravesar uno de los aros por tercera vez en menos de cinco minutos.

-Creo que no ha sido buena idea eso de intentar parar mi disparo con una sola mano-dijo Claudia mientras se acercaba a Bletchley que se sujetaba la mano haciendo gestos de dolor.

-Espero que te emplees igual en el partido de hoy contra los de Hufflepuff- le contestó el chico de séptimo en tono de asombro y en cierto modo de admiración- creo que nunca había visto nada igual.

-Muchas gracias-contestó la chica muy satisfecha sabiendo que se había ganado el apoyo del guardián del equipo.

Cuando tomaron tierra el resto del equipo estaba aguardándoles en silencio ante el mutismo de Malfoy.

-ejem, creo que alguien ha perdido por aquí- comenzó Claudia, divertida, en tono retador.

-Bletchley ve a la enfermería y que te hagan un vendaje, jugamos en una hora, todos los demás al vestuario-dijo el chico rubio girándose en dirección a los mismos y dando la espalda a la morena.

-sssht, No esperarás que esto se quede así, Malfoy- dijo Claudia sin moverse un solo milímetro de donde estaba.

-Estás en el equipo, es lo que querías¿no- dijo Draco volviéndose y encarando a la chica.

-Por supuesto que no, quiero lo que pedí-exigió la chica- quiero oírlo ahora, o dejo el equipo.

Draco sabía que no podía dejar escapar a la chica, era la mejor jugadora que tendría el equipo en mucho tiempo, era una luchadora, y el había dado su palabra frente a todos, pero admitir públicamente que era la mejor, una sangre sucia, por qué demonios tenía que ser sangre sucia, era altiva, era fuerte, era lista, una auténtica Slytherin, pero como era posible que una sangre sucia… eso estaba en contra de todo lo que siempre había sabido, le había ganado. Quizás debería haber jugado él mismo, pero sabia que eso no hubiese cambiado el resultado, era demasiado buena. Una maldita sangre sucia.

-Muy bien, si eso es lo que quieres, ahí os quedáis, no perderé más mi tiempo- dijo la chica encaminándose al castillo.

Todos los jugadores miraban enfadados a su capitán, viendo como la chica se iba.

-Espera, Green- la llamó Draco.

Claudia se detuvo pero no se giró. Mientras no solo el equipo de Slytherin, sino también, otros alumnos de todas las casas que se había acercado al campo para observar el extraño entrenamiento de los Slytherin, y que habían presenciado el enfrentamiento, miraban curiosos lo que sucedía, sin llegar a entender lo que Draco Malfoy estaba a punto de hacer.

-Eres la mejor jugadora del equipo, y quiero que te quedes.

Claudia se volvió y miró a Draco con gesto muy serio, esperando.

Malfoy tomó aliento, si su padre se enteraba de lo que estaba a punto de hacer, sería hombre muerto, pero había dado su palabra. Nunca imaginó que la chica ganaría.

-Lamento haberte insultado diciéndote sangre sucia-Dijo el chico como si cada palabra le constase una vida.

Todos los que no habían presenciado la apuesta se sentían mareados¿Malfoy disculpándose por llamar sangre sucia a alguien? Sin duda alguna el fin del mundo debía estar muy próximo.

Pansy Parkinson desde las gradas se levantó furiosa¡DRACO, QUÉ DEMONIOS ESTÁS HACIENDO!

Pero Malfoy ignoró a la chica y prosiguió.

-No volverá a suceder.

Claudia sonrió sabiendo que lo que el chico acababa de hacer le había costado bastante. Y se dio por satisfecha. Por el momento sería suficiente, no quería torturarlo más.

-Estupendo Draco, ahora que estamos de acuerdo, supongo que es hora de que me pongas al tanto de la táctica que piensas utilizar en el partido. Después de todo he faltado mucho a los entrenamientos¿no- dijo mientras le alcanzaba y se dirigían hacia los vestuarios.

Cuando la chica le echo el brazo sobre el hombro al rubio, como si fuesen amigos de toda la vida, Draco no fue capaz de reaccionar, era lo último que habría esperado, no recordaba haber hecho eso con nadie, y nadie recordaba nada similar, algunos gryffindors que presenciaron el espectáculo, no sabían que era más sorprendente, si las increíble jugadas que la chica había realizado en el entrenamiento o el echo de tratar así a Draco Malfoy, enemigo número uno de todos aquellos que no certificasen pureza de sangre y más de aquella chica, con la que se había enfrentado abiertamente y frente a todo el colegio poco antes de haber estado convaleciente, aunque otros tantos empezaban a dudar razonablemente de este último punto, mas bien parecía que la chica había tomado clases acrobáticas en lugar de haber estado recluida en San Mungo.

…………………………………………………………………………………………………….

¡No sabéis lo que acaba de pasar-Interrumpió el mayor de los hermanos Creeve a Harry mientras este charlaba tranquilamente con Hermione y Ron en la sala común de Gryffindor.

Harry miró al chico sin demasiado interés imaginando la última hazaña de Peeves.

¿No será otra vez sobre Peeves- Preguntó Ron corroborando los pensamientos de Harry.

¿Peeves- preguntó Colin muy satisfecho sabiendo que esta vez tenía una noticia de lo más impactante- Bah, Peeves es agua pasada, lo que ha ocurrido hoy es mucho más interesante, y hasta cierto punto, podría influir en las posibilidades de conseguir la copa de quidditch de este año, aunque espero que no.

¿de que estás hablando, Colin, venga, suéltalo ya.-le instó el pelirrojo.

-Comprendo tu preocupación, Weasley, al fin y al cabo tuya será la responsabilidad de protegernos-

-Colin…-amenazó Ron empezando a perder la paciencia.

-Vale, vale- se defendió el chico- Se trata del último descubrimiento del quidditch escolar. El nuevo cazador del equipo de, lamentablemente, Slytherin.

, Angelina dijo que no era gran cosa-contestó Ron.

-No es Adams, se trata de Green, la chica que fue en principio elegida, la que después lió todo aquello con Malfoy dejándolo en ridículo frente a todo el mundo, y que después estuvo herida. Al parecer, consiguió que Malfoy no la echase directamente del equipo, y esta mañana, tras el desayuno le hicieron una prueba, ella y Nott, contra su sustituto, los golpeadores y el guardián del equipo de Slytherin. Les ganó, por treinta a cero en menos de cinco minutos, y en el último tiro, lanzó tan fuerte que el guardián ha tenido que ir a la enfermería.

-Creeve, no está mal, pero vencer a Crabble, Goyle y compañía no debería ser tan espectacular-discutió Ron.

-Ya, pero es que en el segundo gol, saltó de su escoba y capturó la quaffle pisoteando a la montaña de Goyle, saltando de nuevo a su escoba y agarrándose con una sola mano, deberíais haberlo visto, fue… escalofriante. Se rumorea que en realidad no ha estado enferma, sino entrenándose con Moran, el cazador del equipo nacional de quidditch de Irlanda, ganador de los mundiales de hace dos años.

-ahí te has pasado, Colin- dijo Ron dando por terminada la charla.

-Ya, ya veréis. Si al final, hasta Malfoy le ha rogado a la chica que no deje el equipo y se ha disculpado por haberla insultado llamándola sangre sucia.

¿Malfoy disculpándose por llamar a alguien sangre sucia- preguntó Hermione incrédula- Será mejor que revises tus fuentes Colin, Draco Malfoy jamás haría algo semejante.

-Lamento contradecirte Hermione, pero no me equivoco porque yo mismo estaba en el campo de quidditch cuando ha pasado y lo he visto con mis propios ojos-Contestó el chico ofendido ante la falta de confianza de sus compañeros de casa, tras lo cual se giró y se marchó en dirección a otro grupo de gente.

Los tres chicos se miraron estupefactos ante lo que acababan de contarles.

-Es imposible, Malfoy jamás se disculparía por decirle a alguien sangre sucia, no en condiciones normales. No Draco Malfoy- Negaba Hermione.

-Quizás alguien le había echado un imperius-sugirió Ron.

-No digas barbaridades, Ron, quién se atrevería a utilizar una maldición imperdonable para semejante tontería.

-Y yo que sé, quizás fue, ejem, "Roberto", después de todo es muy amigo de la chica, y, siendo quién es, seguro que sabe cómo hacerlo-insinuó el pelirrojo, que tras conocer la verdadera identidad del hijo de Snape, había decidido emprender una nueva cruzada en su contra.

Precisamente en aquel mismo instante apareció el chico, que bajaba de los dormitorios y se acercaba hacia donde ellos estaban.

¿Y-preguntó Ron en tono retador¿se te ha perdido algo por aquí?

Roberto miró unos instantes a Ron con gesto serio- Ron, ya os he dicho que lo siento, lamento no haberlo contado antes, pero nunca fue una decisión mía.

-Ya, como robar a Harry ¿verdad- le soltó Ron alzando la voz.

Los ojos curiosos, que no eran pocos en la sala común, empezaron a observar la escena.

-Ron, las cosas no son así-intentó defenderse el chico.

¿Y cómo son según tú, las cosas-preguntó el pelirrojo en tono provocativo.

Roberto consciente de lo mucho que estaba llamando la atención sabía que aquel no era el lugar idóneo para discutir todo el asunto, y a pesar del insulto, y de las miradas que recaían sobre él optó por dejar la discusión ahí.

-Ya hablaremos cuando seas capaz de razonar-se despidió el chico molesto.

…………………………………………………………………………………………………………………………………

Cuando Claudia se quedó un momento sola, Nott se acercó a ella, preocupado.

-Claudia, que demonios fue eso, podrías haberte caído-le reclamó el chico.

-Pero no pasó nada, como ves, salió perfectamente¿es que no piensas felicitarme?

¿Felicitarte por qué¿por hacerte la suicida-contestó el chico enfadado

-No seas aguafiestas Teo, a todos les ha parecido magnifico mi vuelo.

-A todos les daba igual si te partías la cabeza, saltando de una escoba a diez metros de altura, pero a mí no.

¡Qué tierno, entonces te preocupa lo que me pase- contestó ella en tono zalamero.

-Claudia, no me vengas con tonterías, por mí puedes abrirte la cabeza cuando te dé la gana, pero la próxima vez avisa para que me traiga la cámara de fotos- repuso el chico con ironía¡Desde luego que vaya!

-No tienes que preocuparte por mí, estoy entera y de una sola pieza- dijo la chica mirando ensimismada sus manos.

-Pues si quieres seguir así, te recomiendo que no tomes como costumbre eso de saltar de las escobas.

-Tomaré nota de eso, pero no te prometo nada, porque en realidad creo que fue divertido. ¿Qué cara crees que pondrían todos si lo intento de nuevo durante el partido?

-Definitivamente, no deberían haberte dado el alta, te has vuelto completamente loca- dijo él negando con la cabeza.

¿loca-preguntó Claudia deleitándose en la palabra- todo es posible, aunque lamentablemente me temo que no es así. En realidad, nunca me he sentido tan lúcida. Algo no necesariamente bueno. Creo que habría preferido alguna otra opción, pero las cosas son como son.

-Es definitivo, te has vuelto loca- decidió Nott.

-No estaría mal- contestó ella con sonrisa agridulce.

…………………………………………………………………………………………………………………………………

Las voces de las gradas subían gradualmente de volumen a medida que se acercaba la hora del comienzo del partido. En la zona de Gryffindor, la inmensa mayoría animaría a Hufflepuff, todos excepto Brian que portaba una enorme y llamativa bandera verde, para desagrado de la mayoría de los leones, pero los pocos que habían intentado convencer al chico de la tradicional rivalidad entre casas, habían desistido ante las amenazas del chico a lanzarles una buena maldición, y lo dejaron como por imposible. Roberto y Hermione estaban sentados junto al chico y algunos de los compañeros del rubio.

Harry no podía dejar de pensar en la discusión-conversación que habían tenido la noche anterior. Dumbledore, había acabado explicándoles, que Roberto era en realidad el hijo de Snape, pero por motivos de seguridad, esto había sido un secreto y muy pocos eran los que conocían este hecho. Los tres habían acabado prometiendo que no revelarían la identidad del chico. Roberto había intentado justificase por haberle robado el mapa y se había disculpado reiteradamente por ello, pero en aquel momento, Harry se había sentido demasiado enfadado para atender a razones y al final, no pudo recuperar el mapa que fue requisado por Dumbledore como medida preventiva para intentar evitar que los chicos se escapasen de sus dormitorios en unos momentos tan peligrosos.

Lo que había hecho Ron no había estado bien, y en realidad Harry podía comprender al moreno, en cierto modo se había empezado a acostumbrar al chico y lamentaba toda aquella situación, pero saberle hijo de Snape, lo hacía todo más complicado. Y como colofón, Hermione le había echado a Ron una bronca monumental, de nuevo se habían peleado y finalmente se había ido con Roberto, para enredarlo todo aún más. Intentar hacer entrar en razón al pelirrojo era ahora misión poco menos que suicida.

Todos los jugadores de ambos equipos sobrevolaban el terreno de juego, y Bletchney lucía un aparatoso vendaje, cosa que no dejó de recalcarles Creeve.

Y ahí estaba ella, estática en el centro del campo observando algún punto perdido sobre el bosque prohibido. Estaba seria, y durante un instante Harry pensó que parecía triste, pero de pronto, Malfoy se situó junto a ella y se pusieron a hablar como si fuesen tan amigos, algo debió decirle el rubio realmente divertido, porque la chica empezó a reír a carcajadas.

¿Desde cuando confraternizaba Malfoy de un modo tan ostentoso con alguien que se sabía de sangre mixta¿Habría algo de verdad en todo lo que le había contado Colin?

La señora Hootch lanzó verticalmente la Quaffle, y todos los jugadores se pusieron en movimiento. Los cazadores se lanzaron al centro del campo mientras los buscadores comenzaban su vuelo en busca de la ansiada snitch.

Uno de los cazadores de Hufflepuff se hizo son la quaffle, inmediatamente se veía hostigado por los golpeadores de modo que intentó pasarla a su compañero, pero Claudia, se interpuso en la trayectoria capturando el balón y dirigiéndose a toda velocidad hacia el campo contrario, en su camino se interpusieron los golpeadores del equipo contrario, lanzó el balón hacia uno de sus compañeros pero llevaba demasiada fuerza, y se le escapó de las manos saliendo del campo. Slytherin había perdido la posesión de la quaffle.

Harry sonrió al ver la cara de enfado de Claudia, aunque la chica pareció recuperarse rápidamente, al recuperar de nuevo la quaffle, y tras evitar los lanzamientos de los golpeadores, marcar el primer tanto del partido, siendo vitoreada por todos los Slytherin en masa. Poco a poco se fue imponiendo el equipo de las serpientes a los Hufflepuff, claudia recuperaba muchísimos balones y daba instrucciones a sus compañeros, que parecían aceptar su liderazgo sin discusiones. No se vieron las acrobacias de las que le habló Colin, pero los disparos potentísimos de la chica eran frecuentes, y tras un balonazo en la cara al guardián de los Hufflepuff, que lo dejó aturdido durante un par de minutos, este acabó cogiendo miedo a los disparos de la chica y prácticamente huía cuando ella disparaba para desesperación de sus compañeros de equipo. Iban ganando los Slytherin por 160 a 40, cuando Draco Malfoy capturó la Snitch, lo que supuso una victoria aplastante por parte de las serpientes que vitoreaban exultantes a los héroes de partido, Draco Malfoy y Claudia Green.

……………………………………………………………………………………………………………………………………

Cuando Claudia llegó a la sala común, la fiesta ya estaba organizada, todos reían y festejaban, todos querían hablar con ella, parecía muy lejano el tiempo en el que todos la miraban como a la nueva o evaluativamente por ser de sangre mixta, todo eso había quedado atrás. Todos le ofrecían cervezas de mantequilla u otras bebidas que se notaba a leguas que no debían estar permitidas, finalmente aceptó una que le ofreció Bletchley con su mano aún vendada mientras observaba y reía al ver a, Draco Malfoy que cantaba a voz en Grito I feel Prety, subido sobre una de las mesas mientras todos le aplaudían y coreaban sin el más mínimo sentido del ritmo.

Lamentablemente ella tenía otras cosas que hacer antes de poder grabar en su mente aquella divertida estampa. Consiguió escabullirse hacia los dormitorios, y tras recoger su ya conocidísima "Historia de Hogwarts" intentó escabullirse de la sala común.

¿No te gusta la fiesta- le preguntó Nott mientras salía.

-En realidad tenía una cita y ya voy bastante tarde, no contaba con todo esto, incluso es posible que ya no me esperen- contestó la chica sintiéndose un poco culpable por llegar ya más de media hora tarde.

-Te acompañaré por si acaso-se ofreció el- o¿quizás es una cita romántica y te estorbaría?

-No, no, no es nada romántica, aunque no sé si te gustará demasiado la compañía, se que no es del agrado general de los Slytherin porque he quedado con Hermione Granger y Roberto Aragón, de Gryffindor.

-Uff- dijo el chico pensativo- personalmente no tengo nada contra ellos, pero creo que más bien, que sería a los chicos buenos a los que les incomodaría mi presencia.

¡Qué va, por eso no te preocupes, son muy buena gente! Ya verás como en cuanto os conozcáis os lleváis bien- contestó ella muy segura.

-Me pregunto cuantos vasos del líquido morado del que ha bebido Malfoy te has bebido tú- contestó él.

-Entonces qué¿vienes o no?

………………………………………………………………………………………………………………………….

-Ron, quiero ir-decidió Harry.

-que quieres ir a donde- preguntó el pelirrojo en tono cansado.

-A la reunión esa de las runas.

¿Con Hermione la traidora, Claudia la Slytherin y Roberto el ladrón, espía y todo lo demás-preguntó el pelirrojo en tono rencoroso.

¿No crees que estás exagerando un poco- preguntó Harry ofuscado.

¿exagerando! y lo dices tú, el que revolvió todo el dormitorio de arriba abajo en busca del dichoso mapa- le recriminó Ron exasperado.

-Tenía motivos para esconderme el mapa- intentó justificarle Harry por enésima vez.

¡Y tanto que tenía motivos-se quejó el pelirrojo¡si llego a saber quién es…! Supongo que trucaron el sombrero seleccionador para que pudiese espiarnos a gusto.

-Ron, el sombrero no puede trucarse. Y a mí me cae bien a pesar de todo. Quiero hacer las paces.

¡Ya! A ti lo que te pasa es que te gusta ella, y como él es su amigo pues todo te parece bien. Muy bien, allá tú, pero te voy a recordar que es de Slytherin y que el balonazo que le dio al pobre guardián de Hufflepuff… no es lo que yo llamaría jugar limpio.

-Ron, en ningún lugar del reglamento se dice que eso no esté permitido.

¿Pero es que encima piensas justificarla?

-Puedes decir lo que quieras, pero desde ese punto, neutralizó al pobre guardián- la justificó Harry no demasiado convencido.

-Lo escucho y no puedo creerlo, realmente te ha dado fuerte. Tú justificando los métodos de los Slytherin- regañó Ron.

-Mira Ron, a ti lo que pasa es que estás celoso porque Hermione se ha ido con Roberto-contestó Harry ya molesto.

¡Yo¿Celoso¡De ese idiota¡Y por Hermione¡no me hagas reír¡A mí NO ME GUSTA HERMIONE- contestó Ron poniéndose casi tan colorado como su pelo.

-Te gusta, y mucho, y como sigas así un día de estos, se va a enfadar contigo de verdad, y la culpa será tuya.

-Si quieres irte con ellos, vete, yo paso de todos vosotros- dijo Ron definitivamente enfadado, mientras se daba la vuelta y dejaba a Harry allí plantado.

-Haz lo que quieras Ron, pero te estás equivocando, y lo sabes- le gritó Harry, pero el pelirrojo siguió su camino sin detenerse.

Harry miró a su tozudo amigo mientras se alejaba, pero lo había decidido y se encaminó hacia la zona de los terrenos donde sabían que estarían los demás.

Roberto y Hermione parecían discutir sobre el significado de alguna runa de modo que no se dieron cuenta de su presencia hasta que el chico los saludó.

¡Harry-exclamó Hermione.

-En persona-contestó el aludido divertido por el susto que acababa de llevarse su amiga.

-Harry¿qué haces aquí-preguntó Hermione.

¿No es obvio- Preguntó el- he venido porque me gustaría echaros una mano, y antes que todo, Roberto, quiero disculparme por lo que pasó antes, comprendo la situación y entiendo los motivos por los que cogiste el mapa y no nos contaste la verdad. Ron, bueno, es un poco cabezota, pero entrará en razón, no te preocupes por él.

-Gracias Harry, de verdad, me alegro de que no me guardes rencor. Yo pensaba devolvértelo cuando ya no fuese necesario el secreto, pero no debes preocuparte, el director te lo devolverá cuando llegue el momento- le aseguró Roberto contento.

¿amigos- preguntó Harry.

-Por supuesto- contestó Roberto estrechando con fuerza la mano que Harry le ofrecía.

-Pero Harry, no puedes ayudarnos, tú no sabes nada de runas- dijo Hermione tensa.

-No importa, puedo daros apoyo moral- sugirió el chico que no estaba dispuesto a que volviesen a echarlo.

-Pero no es necesario¿verdad Roberto- dijo ella intentando buscar el apoyo el chico.

-Yo, no sé… creo que es injusto Hermione. Quizás Harry si podría…

¡Pero Roberto-exclamó Hermione echándole una mirada más que significativa al hijo de Snape.

-Te debo una Harry y voy a explicarte todo esto- decidió el chico.

-Roberto, no le estás haciendo ningún favor si se lo cuentas- le recriminó la chica.

-Ya, basta, explicadme de que va todo esto- exigió Harry.

-Te toca, Hermione- instó Roberto.

-Gracias, tú la lías y ahora me toca a mí¿no? Eres un tramposo- le regañó la chica, para a continuación explicarle a Harry todo lo que habían estado haciendo, el misterioso libro, los sueños de Claudia y las voces que había oído la chica. Con cierta preocupación Hermione le hizo prometer a Harry que no haría nada, antes de contarle que en realidad creían que todo estaba relacionado en cierto modo con Sirius, ante lo cual el chico se quedó completamente paralizado.

-Sirius¿vivo¿Sería eso posible? Dumbledore dijo que… pero…- las ideas a favor y en contra comenzaron a pugnar en su mente pero finalmente se rindió- Lo siento chicos pero os habéis preocupado sin necesidad. Es imposible que se trate de él. De todos modos me alegro de que me lo hayáis contado- dijo él en cierto modo deprimido- os ayudaré en lo que pueda.

-Se está haciendo un poco tarde, quizás Claudia no venga al final- dijo Hermione cambiando el rumbo de la conversación.

-Supongo que estarán celebrando la victoria en Slytherin- comentó Harry.

-Vendr�- contestó Roberto convencido justo en el momento en el que la chica apareció a lo lejos.

-Pero viene con alguien-dijo Hermione observando con curiosidad al acompañante de la chica.

-Es Nott- dijo Harry.

¿Nott- preguntó Hermione extrañada.

-Es verdad es ese amigo de su casa.

Harry y Hermione se miraban sin saber que hacer. Nunca habían cruzado una sola palabra con Theodore Nott, a pesar de llevar seis años en el mismo colegio y en el mismo curso. En algunas clases habían incluso coincidido, pero nunca se les pasó por la mente entablar conversación con un Slytherin. Menos aún sabiendo como de hecho sabían que su padre era mortífago.

Claudia pareció dar un traspié y acabó agarrándose del brazo de su acompañante mientras reía a carcajadas.

-Parece que no os habéis ido desesperados de esperar- comentó la chica intentando aguantar la risa- en realidad había una gran fiesta organizada y conseguí escaparme, pero me tomé alguna cerveza de mantequilla, aunque me apuesto lo que queráis a que llevaba "aditivos", porque no es normal cómo se me está subiendo, y eso que sólo me he tomado una, si me llego a tomar más creo que hubiese acompañado a Draco-aseguró la chica a su acompañante que permanecía completamente sereno, tenso.

Todos se quedaron en silencio mirándose lo unos a los otros cuando de pronto Claudia Volvió a hablar muy preocupada.

-huy, casi me olvido, no se donde quedó mi educación. No se si conocéis a Teo, Bueno, el señor Theodore Nott- se corrigió la chica en tono solemne- Teo, ella es Hermione Granger. Hermione, él es Theodore Nott, puedes intentar llamarle Teíto, aunque no le gusta nada, pero es muy divertido ver la cara que pone cada vez que lo intento- Claudia se quedó expectante para ver el saludo, aunque los aludidos parecían bastante incómodos- Vamos chicos, no puedo creer que los ingleses seáis tan desagradables, en España, nos damos dos besos cuando somos presentados. En las mejillas, no es necesario que suba tanto la temperatura- aclaró la chica, pero para su decepción, los aludidos parecían indecisos- No puedo creerlo¿acaso no sabéis dar un beso en la mejilla, un momento, que voy a hacer una demostración. Veamos, necesito un voluntario ¿Harry o Roberto? Roberto es español, sin duda alguna sabe como se saluda a alguien al ser presentado. Venga Roberto, te he elegido como voluntario, ven aquí ahora mismo- exigió la chica.

¡Claudia, estás completamente borracha- le regañó el aludido sin moverse un solo centímetro de su sitio.

¿Tanto has necesitado estudiar para darte cuenta? Ya sé que estoy borracha, no es necesario que me digas lo que ya sé, y tampoco necesito que me digas que estoy haciendo el ridículo, eso también lo sé. Pero aquí estos dos no saben cómo saludarse y eso hay que solucionarlo, así que mueve el culo y ven aquí ahorita mismo- dijo ella en tono autoritario.

-Conste que te hago caso porque has estado malita mucho tiempo dijo el chico aunque seguro que estos saben como saludarse.

-Me da igual, ahora quiero darte dos besos. Mira mi queridísimo ex que me concede todos mis caprichitos- contestó la chica más contenta que unas castañuelas al ver que su hermano se acercaba y le daba dos besos.

-Venga, Harry, ahora tú también tendrás que darme dos besos, después de todo hace mucho que no nos veíamos y no vas a ser tú menos que Roberto¿no?

¿yo- preguntó Harry poniéndose instantáneamente colorado.

-No veo por aquí a otro Harry, así que claro que es a ti¿o acaso me vas a hacer el feo?

Harry no esperó a que se lo repitiesen otra vez, y se levantó del suelo, como propulsado por un muelle, lentamente se acercó a la chica y suavemente, le dio un beso en cada mejilla.

-Estupendo, aplaudió la chica, ahora os toca a vosotros- dijo observando fijamente a Hermione y a Teo que ante la insistencia, no tuvieron más remedio que hacer lo que la chica pedía y se saludaron dándose sendos besos en las mejillas.

¡Mal¡Muy mal, No lo habéis dicho.

¿Dicho qué- dijo Hermione asustada ante el grito de Claudia.

¡Encantado de conocerte-dijo Claudia como si fuese lo más obvio del mundo¿es que nunca os han presentado a nadie?

-Encantado de conocerte- dijo Nott en tono cansado ante las exigencias de Claudia.

-Igualmente- le contestó Hermione.

-Regular nada más- los regañó Claudia- Bueno, vamos a seguir, Teo este es Roberto Aragón, mi famoso ex – comentó la chica riendo- Robertito querido, él es Theodore Nott, mi primer amigo de Slytherin.

Roberto, no queriendo dar posibilidades a que Claudia volviese a ponerse pesada, tendió la mano al chico de modo cortés, diciendo muy claramente- Es un placer conocerte, Theodore.

-Igualmente, le contestó el chico.

-Estupendo, se nota que Roberto sí está bien enseñado- comentó la chica satisfecho- Y por último pero no menos importante, te presento al archiconocido Harry Potter, el fantástico buscador de Gryffindor y por lo tanto nuestro rival, así que ándate con ojo cuando juguemos contra él. Harry, te presento a Theodore Nott, no tan archiconocido como tú, pero sí que juega al quidditch, y además esta en la casa de Slytherin, mi casa y por lo tanto la mejor de todas.

Ambos chicos sonrieron ante la presentación y se dieron la mano mientras se saludaban de modo educado.

-Una vez acabadas las presentaciones, os diré, que he puesto a Teo en antecedentes, es decir le he contado de que va todo esto como le he contado mi último sueño, lamento chincharos, pero sabe más que vosotros. Por cierto- dijo Claudia reparando de repente en la presencia de Harry¿Qué demonios hace él aquí- le preguntó a Hermione mientras señalaba a Harry.

-Bueno, insistió en ayudarnos, y Roberto- dijo remarcando el nombre- decidió que Harry debía saber lo que pasaba.

Claudia pareció meditar profundamente en lo que Hermione le había dicho- No me gusta que contéis cosas sobre mí y mis sueños sin consultarme, pero si Roberto fue el que decidió, pues está bien, le perdonaré por esta vez, además creo que realmente Harry debía saber lo que pasaba, si es que no se lo toma demasiado a pecho, claro.

-Harry, no puedo garantizar los resultados, pero intentaremos salvar a quién quiera que esté perdido en la oscuridad, y además tengo una noticia que daros, tenemos fecha límite de rescate, tendrá que ser antes del veintiuno de diciembre o eso decían en mi último sueño. Y estoy empezando a ponerme muy malita- afirmó la chica a media que palidecía- Roberto, rápido, ayúdame a levantarme, creo que no es buena idea que me siente con este colocón que tengo encima-dijo mientras levantaba las manos esperando a que su hermano la ayudara a ponerse en pie cosa que el chico no tardó en hacer, mientras la hacía caminar en círculos en torno a los demás, que la miraban preocupados.

-quizás deberíais ir a la enfermería- sugirió Hermione.

-hay, pillina, tú lo que quieres es que nos quiten puntos por andar borrachos a las cinco de la tarde- le regañó Claudia bromeando, mientras caminaba tranquila y empezaba a recuperar su color normal- No, en serio, creo que ya se me está pasando- aclaró la chica ahora más lúcida-Vale Roberto, creo que ya no es necesario que me ayudes a hacer el ridículo en público. Ya estoy mejor. Siento haberos hecho pasar este mal rato- se disculpó la chica.

- No te preocupes, ha sido divertido- dijo Hermione quitando importancia.

-En todo caso es cierto, en el último sueño, me decían claramente que nuestro límite era el veintiuno de diciembre, así que tendremos que ponernos las pilas, porque todo este lío de las runas debería estar más que listo para entonces. ¿Y bien, que habéis descubierto vosotros en todo este tiempo?

-Tengo buenas y malas noticias. Contestó Hermione feliz.

-Tener noticias es todo un avance- la felicitó Claudia- Primero las malas.

-Vale. Las runas son de origen oscuro, por lo tanto es fácil imaginar que el libro debe contener magia muy poderosa y peligrosa.

¿y las buenas-preguntó claudia esperanzada.

-Sabemos quién es el autor del libro.

¿Lo sabemos-preguntó Claudia.

-Se trata de Gindewald, cuya biografía considero innecesaria de mencionar- Contestó Hermione preocupada.

-Grindewald fue derrotado por el… director, quizás deberíamos hablar de todo esto con él- sugirió Claudia.

-Me parece una buena idea apoyó Roberto, mientras tanto, quizás deberíamos investigar más sobre todo lo relacionado con él.

-En este caso no será difícil encontrar libros sobre él, en la biblioteca hay toda una sección dedicada a su persona- comentó Hermione desmoralizada.

-El problema es que no sabemos qué es lo que buscamos- comentó Roberto.

-Bueno, ahora somos cinco, supongo que entre todos podremos encontrar algo de provecho¿no- sugirió Harry.

-Estupendo. Entonces empezaremos ahora mismo¿te parece bien, verdad Teo- preguntó Claudia.

El aludido dio un pequeño salto, nunca se imaginó envuelto en uno de aquellos famosos líos en los que siempre estaban involucrados los famosos Gryffindors, y sentirse parte de un grupo era una sensación nueva, siempre había sido bastante individualista, pero aquella chica parecía haberlo vuelto todo del revés.

-Sí, claro-fue la contestación del Slytherin.

………………………………………………………………………………………………..

Ya llevaban un buen rato en la biblioteca, cuando Claudia decidió que había llegado la hora de hablar con el director, iría ella sola.

Camino del despacho de su abuelo, cambió de opinión, y se encaminó hacia la enfermería, pero cuando llegó comprobó entristecida que Lupin ya se había marchado sin siquiera despedirse.

Finalmente se encontraba frente a la Gárgola que guardaba la puerta hacia las estancias del director, dijo la contraseña, que averiguó tras probar con unas cuantas golosinas y subió. Tras comprobar que su abuelo estaba solo en el despacho, cerró la puerta tras ella.

-Hola, abu querido- dijo ella mientras abrazaba al director que se había levantado de su asiento y la envolvía en un abrazo protector.

-Me alegra comprobar que todo salió incluso mejor de lo planeado, te encuentro fuerte como un roble y hecha una trapecista de circo según se dice por ahí- le comentó el mientras la miraba con cariño.

-Supongo que son efectos secundarios de la transformación, ni siquiera lo pensé cuando salté de la escoba, sólo me dejé llevar- explicó la chica.

-En cierto modo, deberías agradecerlo a la poción que preparó tu padre con la ayuda del pequeño Brian.

-No intentes liarme abuelo, que te conozco. A punto estuvo todo de fallar, no faltó nada para que no quedasen de mí ni los huesos. Lupín no era suficientemente fuerte para enfrentarse a los demás licántropos, en realidad era el más débil de todos, pero consiguió cogerles desprevenidos, y te advierto que después le dieron una buena por dejarles sin presa, creo que le perdonaron la vida como un regalo a la nueva miembro de la manada, es decir, en cierto modo creo que les pedí que le dejasen, aunque hablábamos sin palabras. Eran innecesarias.

-Gracias a que mantienes tu conciencia, quizás puedas ser de gran ayuda en las investigaciones sobre los licántropos. Podrías abogar en vuestra defensa frente al ministerio.

¿el ministerio-preguntó Claudia.

-Sí, tenemos dos meses para inscribirte en su registro como nueva licántropo. Lamentablemente es un trámite que no podemos eludir, a pesar de que no supones riesgo para los humanos, tendrás que registrarte, en todo caso ya lo saben por San Mungo, será puro papeleo.

-De todos modos, yo no había venido para hablar sobre mi nueva condición. En realidad se trata de una investigación referente a un sueño que tengo, no merece la pena que intente ocultártelo, aunque prefiero que no intervengas por ahora, abu.

-Así que ya estas metida en algún lío, y supongo que no estás sola.

-Abu…

-De acuerdo, no te pregunto nada por ahora. ¿Y qué es lo que quieres saber?

-Se trata de Gindewald-le soltó ella sin rodeos.

-Claudia, no tiene sentido que hurguéis en todo esto. No se como lo habéis averiguado, pero ya se lo dije a Harry, era demasiado tarde para Sirius.

¿Cómo lo sabes abuelo¿cómo sabes que se trata de Sirius?

¿Acaso no ibas a preguntarme sobre la puerta del abismo- le preguntó el anciano mientras miraba a la chica a través de sus lentes de media luna.

-Pues no- repuso ella muy seria-pero ya que estás explícame que es eso de la puerta de los abismos.

-La puerta del abismo-dijo él corrigiéndola- es el portal que atravesó Sirius en el departamento de los misterios del ministerio. Fue un portal creado por Gindewald, en el que se supone que el mago encerraba a otros en una dimensión diferente a la nuestra, en la que carecían de poder y de la que no podían escapar.

¿Podían-preguntó Claudia intentando ahondar en el misterio.

-El portal había sido creado por Grindewald, él era capaz de dominarlo y se supone, que podía invertirlo, es decir, podía liberar a aquellos a los que encerraba, pero nunca supimos como hacerlo, como puedes imaginar, si no pudimos hacerlo hace cincuenta años, es impensable que podamos hacerlo ahora. Sirius está perdido- sentenció el anciano con tristeza.

-Ya…-contestó Claudia pensativa- de todos modos, porqué no me cuentas lo que pasó.

-Es una vieja historia-le advirtió el anciano.

-Pues vale-contestó claudia sin moverse de la silla en la que se había sentado.

-La verdad es que hace mucho que no pensaba en todo aquello, pero lo recuerdo con bastante claridad. Ocurrió casi al final de la segunda guerra mundial. ¿Habéis estudiado las guerras mundiales?

-Sí, son guerras en las que intervienen muchos países- contestó la chica segura.

-Ya, pero no intervienen todos, no se llaman mundiales por el número de países implicados, sino porque en ella luchan ambos mundos, el mágico y el no mágico. Tanto en el mundo mágico como en el otro, siempre se han desarrollado muchas guerras, casi todas sin motivos que merezcan morir por ellos, pero a pesar de todo, no sabemos aprender de nuestros errores, y los cometemos una y otra vez, enzarzándonos en luchas sin sentido por el poder o el dinero de aquellos que rara vez se manchan las manos en la batalla. En aquella ocasión estaban implicados ambos mundos, en bloques más o menos similares. Grindewald era un mago extremadamente poderoso, algunas de sus creaciones no han podido ser desentrañadas aún hoy en día, entre las que se encuentran la puerta del abismo de la que sabemos su funcionamiento por encima, pero no como activarla o dominarla.

En la última batalla contra las fuerzas de Grindewald fuimos muchos los que luchamos en ambos bandos. Habíamos conseguido averiguar dónde se ocultaba y un grupo de los nuestros fuimos en su búsqueda. Logramos entrar en el castillo dispuestos a capturar al Mago y tuvimos que luchar contra muchos de sus seguidores para poder alcanzar la torre en la que el mago permanecía atrincherado. Muchos de los nuestros cayeron en aquella batalla. Muchos de los otros también cayeron. Muchos magos en ambos casos jóvenes, poderosos e inteligentes cuya fuerza debería haber servido para cosas mejores. Algunos consiguieron huir. Finalmente un grupo aceptable conseguimos entrar en la sala que había sido el núcleo de su poder, en la que permanecían la mayoría de los objetos que había creado el mago. Pero él no estaba. Sólo había una persona en aquel lugar. Se trataba de Astrid, su segunda, su mano derecha. Una bruja terriblemente poderosa, que parecía esperarnos. Durante unos instantes, todos parecíamos paralizados, todos menos esa mujer y una de las nuestras Ekaterina Poshlova, una bruja rusa, a la que yo apenas conocía. Parecían conocerse y Astrid le dijo algo, algo en ruso, del que yo sólo sabía cómo decir sí y vodka. Ekaterina se alteró mucho al oír lo que la otra le decía, y corrió hacia ella, pero salió disparada al impactar contra un campo de fuerza. Astrid sacó su varita y frente a todos nosotros la rompió en dos pedazos. A continuación, sacó un puñal y se lo clavó ante los gritos desesperados de Ekaterina, que volvió a correr hacia la bruja sabiendo que esta vez el campo de fuerza no la rechazaría y se abrazó al cuerpo agonizante de Astrid, que ahora le hablaba tranquila, con sus últimas fuerzas, se quitó un colgante y se lo dio Ekaterina. Más tarde nos enteramos de que ambas eran hermanas. Hermanas que lucharon en bandos contrarios.

El ministerio confiscó, estudió y clasificó todos los artefactos que allí había, los que no mostraron actividad mágica maligna o de especial interés fue subastado, tras la guerra había mucho que reconstruir.

¿Y el colgante de Astrid-preguntó Claudia.

-Fue estudiado y al no mostrar actividad mágica, fue devuelto a Ekaterina.

-Pero Grindewald… no aparece en tu historia.

-Grindewald nunca apareció. Hicimos encantamientos en la sala de demostraban que Grindewald había estado allí instantes antes de nuestra llegada, de hecho varios magos y brujas se habían desaparecido justo antes de nuestra llegada, los rastreamos y capturamos a la mayoría, pero no Grindewald, él no se había desaparecido. Lo que pasó con él es un secreto que Astrid y los otros nunca revelaron.

-Quizás atravesó la puerta de los abismos- dedujo Claudia.

-Era una posibilidad, pero si fue así, alguien debía abrir la puerta desde este lado para que pudiese volver a salir, y nadie lo hizo nunca. De todos modos Grindewald era un mago muy poderoso que disponía de muchos recursos.

-Años después, todos los que estuvimos en aquella última batalla fuimos reunidos en Londres, en diversos actos conmemorativos por el final de la guerra. Y encontré por casualidad un colgante extrañamente llamativo, era el colgante de Astrid, así que busqué a Ekaterina y se lo devolví. Durante la guerra a penas habíamos intercambiado unas pocas palabras, pero en aquella fiesta conversamos durante horas, bailamos y el resto es historia.

¿Ekaterina era mi bisabuela- Preguntó Claudia incrédula.

-Sí, aquella hermosa joven accedió a compartir conmigo los años más felices de mi vida- confirmó el anciano en tono nostálgico.

¿Hace mucho que murió, mamá nunca me habló de ella.

-Sí, hace ya muchos años, demasiados. Mi pequeña Irina, tenía diecisiete años cuando su madre murió, y ella le siguió a penas tres años después.

Claudia no quería ahondar en el dolor de su abuelo, pero no podía dejar de preguntar¿por qué¿Por qué murieron abu?

-Fueron atacadas. En realidad siempre fuimos blanco de los últimos seguidores de Grindewald, supongo que por venganza. Pero no sólo nosotros, todos los que tomaron parte en la última batalla nunca tuvieron la completa sensación de seguridad, de vez en cuando conseguían sus fines, y asesinaban a los que formaron parte de aquel grupo, después, sus familiares pasaron también a ser objetivo. Ekaterina siempre tuvo la certeza de que moriría a manos de ellos, pero parecía ser algo que tenía asumido, aunque siempre intentó proteger a Irina, tras su muerte yo no fui capaz de defenderla. Yo no podía vivir sin Ekaterina, y descuidé a Irina, después poco a poco nos fuimos distanciando, ni siquiera supe que era abuelo- dijo en tono amargo el anciano mientras una lágrima se derramaba.

Claudia se acercó a él y le abrazó-Ahora nos tienes a nosotros abu. Nosotros te cuidaremos como lo habría hecho la bisa.

-Gracias pequeña- contestó el anciano, que ahora parecía incluso más viejo.

-Pero abu, entonces, el medallón que me dio mi madre…

-era el colgante de Astrid, tu tía-bisabuela-completó él- Todas las mujeres de la familia han mantenido la superstición de que aquel medallón fue responsable de nuestra unión, tu abuela y tu madre confiaron ciegamente en esa superstición. Yo puedo decirte que muchas veces examiné el medallón y nunca encontré rastro alguno de magia activa. Aunque, como ya te habrá dicho tu madre, si algún día pierdes el medallón, el chico que te lo devuelva será el amor de tu vida.

-Eso no me lo había dicho, mamá me dijo que era muy valioso, un tesoro familiar, y papá insistió mucho en que ni se me ocurriese perderlo si no quería perder mi cabeza también. El decía que yo era demasiado pequeña para tener algo tan valioso.

-Este Severus siempre tan protector- dijo el anciano sonriendo.

¡Y todo era para que no me echase novio- se quejó Claudia indignada.

-No me extrañaría en absoluto-corroboró.

-De todos modos son simples supersticiones yo nunca tendré un amor de mi vida, nunca podría condenar a alguien a unirse a una licántropo. Cómo podría hacerle eso a alguien a quién amase realmente. La tradición terminará conmigo abuelo-dijo Claudia con tristeza.

-Claudia, si esa persona te quiere de verdad, no le importará tu situación.

-Si yo le quiero a él de verdad, no querría condenarlo a eso.

-Quizás para esa persona la condena sería no darle opción a elegir.

-No lo sé abu, no lo sé.

……………………………………………………………………………………………………………………………….

Ahora más que nunca Claudia deseaba recuperar el colgante que le había dado su madre, pero Harry lo había encontrado, si se lo devolvía significaría eso que… Claudia giró bruscamente la cabeza intentando quitarse aquella idea de la mente. No podía hacerle eso, ella era una licántropo. ¿Pero realmente existía el amor de tu vida? El chico perfecto… Y saber quién era sin lugar a dudas. Alguien con quién compartir una vida, reír, discutir, disfrutar, descubrir, envejecer junto a esa persona que te comprende y te apoya. Que siempre estará ahí por ti. Esa persona a la que ofrecer lo mejor de uno mismo. ¿Era Harry esa persona para ella?

Claudia se detuvo frente a la puerta de la biblioteca. ¡Él estaría dentro! Cómo iba a ser capaz de mirarle a la cara. ¿Qué le iba a decir? No podía entrar. Y sin darse cuenta dio un paso hacia atrás tropezando con alguien. Cuando se volvió de modo inconsciente dio un grito y saltó hacia atrás asustada a punto de caer al suelo y cometer el mayor ridículo de su vida.

Harry la miraba sorprendido sin entender del todo la reacción de la chica.

-Perdona, me asustaste, no te esperaba, me sorprendí- intentó justificarse la chica de modo nervioso.

-Debo estar más despeinado que de costumbre- la justificó él sonriendo.

-Sí, será eso- corroboró ella siguiendo la broma- ah, es ese mechón, déjame un momento y lo pongo en su sitio- dijo ella echando mano a un mechón de pelo del chico.

Harry se puso instantáneamente rojo al notar cómo la chica manipulaba su pelo, durante unos instantes sus rostros quedaron a la misma altura, a penas a unos pocos centímetros de distancia. Claudia le sonrió. Harry notó que esa sonrisa encerraba algo más. Era como si algo hubiese terminado antes siquiera de empezar, pero no podía definirlo.

Claudia lo supo, no necesitaba medallones. Su corazón lo gritaba, aquel chico que estaba apenas a unos centímetros, aquel chico de intensos ojos verdes, era el chico de su vida, y por eso lo dejaría libre. Era… el mejor regalo que podía hacerle. Le daría la posibilidad de ser feliz junto a alguien normal. Alguien mejor.

-Listo- declaró Claudia sintiendo como le faltaba el aire y sintiendo un peso que la oprimía- ahora ninguna chica se asustará.

-Gracias. Es un alivio saberlo.

¿Están todos en la biblioteca-preguntó ella eludiendo la mirada del chico.

-En realidad todos están cenando, tardabas mucho y pensamos que irías directamente al gran salón.

-Vaya, me había olvidado por completo de la hora que era-dijo ella confusa al comprobar que la luz del sol parecía haberse ido hacía ya mucho- de todos modos no me apetece comer nada. Después de la fiestecilla, creo que tengo aún el estómago revuelto. Por cierto, quiero disculparme otra vez contigo, antes te hice pasar un mal rato- comentó la chica un poco avergonzada al recordar toda la escena.

-No te preocupes, en realidad fue bastante divertido-comentó el chico sonriendo.

-Hummm¿no te estarás riendo de mí-dijo ella haciéndose la ofendida intentando simular normalidad a pesar de sentir que el mundo se rompía a su alrededor mientras trataba de autoconvencerse de que era lo mejor.

-déjame pensarlo un momeno, sí, definitivamente me estoy riendo de ti- le contestó.

¡Oye¡Te parece bonito¡Estaba bajo los efectos de alguna pócima que le echaron a mi bebida¿y si le hubiesen echado veneno-miró simulando su enfado al chico que bromeaba frente a ella y que la hacía sentirse de aquel modo.

-No creo que los Slytherin estuviesen dispuestos a perder a la mejor cazadora del colegio.

¿Te gustó el partido?

-Nunca me gustó demasiado el estilo de Slytherin, pero ganasteis con claridad, y… tú estuviste estupenda.

-Gracias, y lo siento.

¿por qué?

-Porque os vamos a arrasar cuando nos enfrentemos- le dijo ella riendo.

-Eso está por verse-le contestó Harry en tono retador-Ron es muy bueno.

-Ron es el guardián de tu equipo¿verdad?

-Sí.

-Entonces él será mi adversario.

-De todos modos, antes tendreis que jugar contra Ravenclaw.

Claudia sonrió ampliamente-estoy deseando que llegue ese partido.

¿Es por Cho-le preguntó Harry en cierto modo preocupado.

-Mira Harry, yo sé que es tu amiga y todo eso, pero no voy a engañarte, esa chica me cae como una patada en el estómago, y es mutuo.

-Pero Cho no es mala chica-intentó defenderla Harry.

-Pues lo siento, pero no me gusta, me repele y es algo que no va a cambiar-contestó ella tajante.

-Bueno, tú misma. Cambiando de tema¿has averiguado algo con Dumbledore?

Claudia miró a Harry en cierto modo preocupada, no sabía como se tomaría el chico lo que tenía que decirle.

-Sí, aunque creo que es mejor que os lo cuente cuando estemos todos.

-No es Sirius¿verdad? No tiene nada que ver con él.

-Harry, es mejor que estemos todos-le contestó ella pensando que si estaba Hermione ella sabría como ayudar a Harry para lo que vendría.

-Vale, me rindo-dijo el chico alzando los brazos.

-De todos modos es tarde, creo que es mejor que quedemos para otro día.

¿Qué tal mañana-sugirió el chico de ojos verdes.

-Te ha dado fuerte¿eh?

-Es que me tienes intrigado, y como no has querido contarme nada…

-Está bien-concedió la chica- Yo mañana tengo adivinación por la tarde y salgo a las tres y media, hasta la clase de DCAO tenemos más de tres horas¿qué tal a las cuatro?

-Vale, pero en el lago hace frío ya a esa hora. ¿Conoces la sala de los requerimientos-le preguntó él.

-No.

-Entonces podemos quedar en el pasillo del cuarto piso, desde ahí os llevaremos.

-Pues hasta mañana-se despidió la chica- de todos modos nos veremos en clase.

-Adiós- le dijo él mientras la observaba alejarse.

Al llegar a la sala común, se dio cuenta de que sonreía como un idiota, sin motivo aparente. Ron estaba en una de las mesas, solitario, sentado de espaldas a la sala, de modo que no podía verle, haciendo un trabajo que Snape les había encargado para el día siguiente, y se dio cuenta de que él no lo tenía terminado aún, pero no importaba, nada podría arruinar aquel día maravilloso, y como un tonto se cogía un mechón de su alborotado pelo.

-Ron, pelirrojo¿Cómo va ese trabajillo-le dijo mientras se sentaba en la silla contigua a la de su amigo que al alzar la vista se notaba que aún estaba molesto¿pero todavía estás enfadado? Venga hombre, que no es para tanto. Además, tenías razón.

¿yo-preguntó el pelirrojo sorprendido ante el abrumador cambio de actitud de su hasta entonces triste y taciturno amigo¿En qué tenía razón?

Harry, miró a su alrededor para comprobar que nadie prestaba atención a lo que tenía que decirle a su amigo, y acercándose a él dijo en un susurro- en que me gusta ella.

¿Qué- preguntó Ron que no se había enterado de lo que le había dicho su amigo.

-Que me gusta, Ron, que me gusta- le contestó Harry sin alzar mucho la voz.

-que te gusta ¿qué-preguntó el pelirrojo, en un volumen de voz que a Harry le pareció alarmantemente alto.

Harry miró a su alrededor, imaginándo que todos en la sala común estarían observandole con curiosidad, pero nadie parecía prestarles atención.

¡Ron¿es que quieres que se entere todo el colegio- le regañó.

-Vale, vale, pero habla con claridad que no hay quién te entienda-se defendió el pelirrojo divertido sabiendo ya por donde iban los tiros.

-Que me gusta ella-dijo Harry sonriendo de oreja a oreja.

Ron también sonrió al ver tan contento a su amigo-Muy bonito, tu jugando a Casanova mientras yo tengo que hacer el trabajo de Snape-le recriminó en tono de broma.

-Pero me lo dejarás¿verdad- le preguntó Harry.

-Antes tendrás que contarme qué es lo que ha pasado para que vengas tan feliz- exigió el pelirrojo.

-En realidad no ha pasado nada-intentó evadir Harry la cara interrogante de su amigo-aunque deberías unirte al club de la runa fantasma-dijo bautizando al grupo- si quieres saber cómo Hermione acabó dándo besos a Nott-soltó Harry esperando ver la cara de Ron.

¿QUÉ- gritó Ron.

-Lo sabía, sabía que te pondrías celoso- dijo Harry en tono triunfal.

-No son celos- se defendió Ron en tono molesto- pero no es posible que Hermione…- tu te estás quedando conmigo-concluyó.

-Bueno, más o menos-admitió Harry- Claudia vino a la reunión con él, y cuando fuimos presentados se empeñó en que nos saludásemos como hacían en su país, ya sabes dos besos en la cara. Pero prometo que no pasó nada más. Yo los vigilé con cuidado.

-Gracias-contestó irónico Ron-pero te digo una vez más que a mí no me gusta Hermione.

-Es un alivio saberlo-dijo la prefecta, que sin que los chicos se hubiesen dado cuenta, había llegado y estaba ahora junto a ellos, acompañada por Roberto.

-Hermione… estás aquí-dijo Ron sin saber qué hacer.

-Pues sí, esta es la sala común de Gryffindor y yo pertenezco a Gryffindor, así que no es tan extraño que esté aquí¿o te molesta?

-No, no Hermione, claro que no-negó el pelirrojo.

-De todos modos me voy, tengo cosas mejores que hacer que perder el tiempo aquí. Buenas noches-dijo la chica subiendo las escaleras que conducían a los dormitorios de las chicas.

-Espera, Hermione…-pero Ron no pudo detener a la chica y se sentó de nuevo, enfadado.

-Yo, también me voy. Hasta mañana-se despidió Roberto que veía como el horizonte se llenaba de nubarrones.

Harry, miró a su amigo compadeciéndolo.

-He vuelto a meter la pata ¿verdad-preguntó Ron.

-Hasta el fondo-le confirmó Harry.

El pelirrojo guardó silencio y se puso manos a la obra con los ejercicios para pociones. Harry, no sabía que decir sin provocar el enfado de su amigo, así que tomando ejemplo también se dedicó al ensayo sobre pociones metamórficas.

El tiempo había pasado, y era casi medianoche cuando terminaron por fin. La sala común estaba desierta y tan sólo se oía el suave crepitar de las llamas en la chimenea.

-Harry, no es por aguarte la fiesta, pero lo he estado pensando y no te enfades conmigo, pero no creo que esa chica sea… la mejor elección.

¿Qué quieres decir con la mejor elección- preguntó Harry suspicaz.

-quiero decir, lo que he dicho. Pero piénsalo, Harry. Es una Slytherin, de sobra sabemos cómo son los Slytherin. La mayor parte de los mortífagos pertenecieron a la casa de Slytherin.

-Pettigrew era Gryffindor-dijo Harry con resentimiento al nombrarle.

¿Qué?

-Pettigrew era Gryffindor y uno de los peores mortífagos. Cualquiera puede ser mortífago.

-Sí, pero cualquier Slytherin tiene más papeletas que lo demás para llegar a serlo.

-eso no es algo que me importe, ella no es así. Incluso es de sangre mixta.

-Yo no apostaría por eso. Ningún Slytherin excepto quién tú sabes ha sido de sangre mezclada. Si realmente es mixta, debe tener dotes especiales para haber entrado en esa casa. Roberto apareció con ella, y organizaron todo aquel teatro trayendo a los padres de los nuevos alumnos, si los padres de Roberto eran unos impostores, no me extrañaría que el caso de ella fuese similar. Realmente no sabemos nada de ella.

-Ron, me da igual lo que me digas, yo confío en ella, no me importaría que fuese hija del mismísimo Voldemort, a mí quién me importa es ella, no de quién es hija. Nada podrá hacerme cambiar de idea.

-Pero Harry, cómo podrían salir un Gryffindor y una Slytherin, es antinatural. Todos los de Slytherin pondrían el grito en el cielo, por no hablar de los Gryffindor.

-Ron, a estas alturas poco me importa lo que piense el colegio. Ya una vez pensaron que era el heredero de Slytherin y sobreviví.

Ron se iba quedando sin argumentos con los que convencer a su amigo¿Y Cho?

¿Cho, Ron, con ella nunca funcionó y lo sabes¿a qué viene ahora sacar a Cho? Realmente se te acaban las ideas si tienes que recurrir a Cho.

-Es que no sé como hacerte ver que te estás equivocando- se quejó Ron.

-Es que no me estoy equivocando, nunca estuve tan seguro de algo Ron, Claudia es para mí, lo que Lily debió ser para mi padre.

-No me digas que ya estás pensando en tener pequeños Harry corriendo por el mundo-dijo Ron Llevándose las manos a la cabeza.

¡Ron-se quejó Harry.

-Vale, como quieras, si estás tan seguro, supongo que no me queda otra, tendré que echarte una mano.

¿Echarme una mano-preguntó Harry inseguro sobre el significado de esto último.

-Por supuesto, te brindaré mi sabio consejo para que esa chica caiga a tus pies, porque todavía no ha pasado nada ¿no¿no te has declarado ni nada por el estilo¿verdad?

-No Ron, no, pero no estoy seguro de que tu consejo sea…

¿Sea-preguntó Ron ofendido.

-Ron, no nos engañemos¿con cuantas chicas has salido?

-Eso no es relevante. No lo he hecho, porque no me lo he propuesto.

-Ya.

-No me ha gustado ese tono, Harry. Y para que lo sepas, cuando yo quiera, hago, chas- dijo chasqueando los dedos- y quién yo quiera cae a mis pies rendida.

-Eso me gustaría verlo-dijo Harry sonriendo.

-Lo verás querido amigo, lo verás, pero a su debido tiempo. Además ahora debemos concentrarnos en ti.

-Pues, para ayudarme deberías conocerla algo más y lo único que se me ocurre es que te unas a nosotros y nos ayudes con todo eso de las runas.

Ron pareció meditarlo durante unos instantes- está bien. Lo hare.

-Roberto también viene, así que deberías hacer las paces con él- dijo Harry sabiendo que había pillado a su amigo.

¡Harry, Roberto es …

-Ron necesito tu ayuda- imploró Harry de modo teatral.

-Jo, Harry, tienes un amigo que no te lo mereces de bueno que soy. Está bien, hablaré mañana con él.

-Estupendo, y por último, no sé si antes quedó claro, pero te advierto que Nott también est�, así que no metas la pata, es amigo de Claudia, y si confiamos en ella, también deberemos confiar en él- dijo el moreno aunque esto último de adaptarse a la presencia de Theodore Nott también le resultaba algo casi antinatural. Nott era un auténtico Slytherin, cuyo padre era un mortífago. El chico no era su padre, pero era una situación extraña a pesar de todo.

-Definitivamente el amor te ha trastornado-dijo Ron dando el caso por perdido¡estamos hablando de Theodore Nott¿Cómo demonios esperas que confíe en él?

-No lo sé Ron, pero no quiero meter la pata con ella. Al menos disimula. No sé, intenta conocerle un poco. En realidad nunca hemos hablado con él¿no?

-Tu estás majara. Y todo esto no tiene ni pies ni cabeza. ¿A quién se le ha ocurrido meter a un Slytherin en todo esto? Espera, no me contestes, que lo hago yo solito: a una Slytherin. Es una mezcla antinatural¡Gryffindors con Slytherins-dijo Ron negando con la cabeza.

-Es lo que siempre nos dice el sombrero, debemos unirnos todas las casas-dijo Harry poco convencido.

-Ya, y también dice que Voldemort es malo y las guerras también¿ Y crees que alguien le hace caso al sombrero¡hay cosas imposibles!

-Me da igual, hazlo por mí¿no lo harías por tu mejor amigo?

-Esto es chantaje-se quejó el pelirrojo- ya estás empezando a parecer Slytherin.

¿Pero lo intentarás?

¡Lo que tiene que hacer uno por los amigos!

…………………………………………………………………………………………………………………………….

Listo, hasta aquí este capítulo, largo, esta vez no podeis negarlo.

Un beso, y ya sabeis, cuantos más reviews, más motivación para el próximo capítulo. Así que de vosotros depende.

Sed felices.