Hola a todos. Al fin de vuelta. ¡Viva!
En primer lugar, contestaré a los reviews, muchas gracias a todos los que los dejáis, ciertamente lo decimos todos, o casi todos los que escribimos fics, pero realmente anima mucho, saber que hay alguien ahí que lee tus historias o delirios mentales.
Vampiresa: Espero que ya hayas leído el capi, porque la verdad es que he tardado un poco en actualizar, en todo caso espero que te haya gustado. Admito que el capitulo anterior fue muuuy largo, pero seguro que tardáis menos en leerlo, que yo en escribirlo. En fin, un Besazo.
Ginny84: No ha sido muy pronto, pero aquí está la actualización. Y bueno, en este capi, Harry sigue en sus trece de conquistar a la chica, ya verás las sugerencias de Ron… En todo caso, no tienes más que leer. Un beso.
Kimita-potter: ¡Hola, creo que nunca antes había "hablado" contigo, así que un saludo. Espero que este capi también te guste, y aunque tardé un poquito, aquí está recién salido del word. Un besazo.
Tenshi Lain: ¡Hola dúo! Sí, el capítulo anterior, además de hiperlargo tenía mucho de donde coger, me temo que este no es tan largo, pero no quería tardar más. Al menos, pasa algo que a mi maquiavélica mente le divierte relacionado con Severus, que el pobre no hacía mucho últimamente, pero en este capi al menos, se enfada, pa no variar, jajajajaj. Respecto a lo de Shojo, pues no lo había pensado así, pero realmente en casi todos los fics podemos encontrar estudiantes y romanticismo, no puedo negar la influencia, últimamente leo mucho, y a veces hasta imagino como sería mi fic en formato manga, sería guay, pero que le vamos a hacer, no soy taaan buena dibujando, que más quisiera… En fin que me enrollo. Un besazo para cada una. Chao.
Idril Black: ¡Hola guapetona¿Qué tal esas vacaciones? Por fin consigo subir el capítulo, cuando no es el ordenador, no tengo tiempo, o al revés. Este capi no es taaan largo, pero que le vamos a hacer, o eso o tardo más en subirlo y ante la elección, pues me decidí por subirlo de una vez. Las cosas entre Harry y Clau van a ser algo más que hasta ahora, aunque no te hagas ilusiones, la chica no quiere cargar a Harry con una licántropo, ya veremos que ocurre, aunque en este capítulo algo va a pasar que Severus va a presenciar en primera fila, jajajaja. No te digo más, sólo tienes que leer. Un besazo.
Ahora sí, os dejo con el capítulo.
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Disclaimer: Estos personajes, excepto Andrea y sus hijos, no son míos sino de J. K. Rowling, Warner Bros y no sé quien más; no gano dinero con ellos así que no me demanden, por favor.
Tras el Velo
Elanor Black
Capítulo 33. La devolución del medallón.
La mañana había sido larga.
Frente al espejo al levantarse, el primero del dormitorio, no sabía si debía intentar domar su pelo especialmente o dejarlo a su aire con la esperanza de que ella intentase volver a peinarle. Tras una hora y ante la insistencia de sus compañeros para que dejase libre el baño no fue capaz de decidirse y acabó dejándolo como siempre.
No la vio durante el desayuno, ni en la clase de pociones, a pesar de que Harry consiguió llegar de los primeros para contrariedad de Ron y sorpresa de Hermione, ella no había llegado aún. De hecho fue la última alumna en entrar, justo delante de Snape, que aquel día parecía extrañamente deprimido, cosa que a Harry alivió ya que pareció olvidar quitarles puntos o criticarle como siempre hacía a cada oportunidad.
Claudia se había sentado junto a Nott que le había guardado el sitio. Harry miraba frecuentemente en su dirección, pero la chica parecía siempre muy concentrada en su poción o en los apuntes que tomaba. Era como si el día anterior no hubiese existido, excepto porque al salir de clases, se cruzaron y consiguió saludarla, ella contestó de modo amistoso, pero algo no encajaba, parecía tensa. Nott también le saludó, y aunque para Harry era una situación rara, también contestó al saludo de modo amistoso.
El resto de la mañana fue interminable. Por más que lo intentó, no consiguió concentrarse en las clases de encantamientos y Herbología, y Ron lo miraba en tono compasivo.
No parece que te haga mucho caso, compañero.
gracias por tu apoyo. ¿Esa era toda la ayuda que me ibas a dar?
Tienes que hacer algo para llamar su atención.
¡Ron, esperas acaso que le cante algo.
Sería divertido, aunque quizás si haces eso lo más probable es que la pierdas para siempre. Yo más bien me refería a que le regalases algo, Fred siempre dice que a una chica hay que tenerla contenta y que a todas les gustan los regalos.
¡Cómo esperas que le regale algo¿con qué excusa?
Pues, porque se acaba de curar, por ejemplo.
No se…
Dile que pensabas que era su cumpleaños.
Pero si no tengo ni idea de cuando es.
Mejor, así, si te dice que no lo es, le dices que no lo sabías.
Ron. Eso suena fatal. Nadie se creería algo tan tonto.
Podrías hacerle un regalo anónimo.
¿Y cómo va a saber que es mío?
Es fácil, si se pone contenta le dices que es tuyo, y si no pues a callar y no haces el ridículo.
Esa idea es aún peor.
Escríbele un poema.
¿yo¿Desde cuando me he vuelto poeta?
Pues lo copias de algún libro.
La mirada de Harry fue suficientemente explícita como para que Ron captase que no era una buena idea.
¿Porque no quedas con ella?
…-
¿Qué?
Es que no sé como pedirle una cita.
Le dices que si le apetece dar una vuelta…
Ya, Ron lo capto, pero no es tan fácil.
Sólo tienes que decírselo.
si es tan fácil, porque nunca invitas a salir a Herm-dijo Harry mirando a la chica que parecía muy interesada en la explicación de Flitwick.
¡Harry!
No entiendo porque no lo aceptas. Te gusta.
No me gusta.
Sí.
No.
Sí.
NO ME GUSTA-Dijo Ron alzado la voz.
¿Señor Weasley?-preguntó Flitwick.
Disculpe profesor- dijo Ron sintiendo las miradas de todos sus compañeros.
Te gusta -le susurró Harry intentando contener la risa.
Ron no volvió a abrir la boca en toda la clase.
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Durante el almuerzo, Claudia se había sentado de espaldas a la mesa de Gryffindor, por lo que Harry solo pudo captar flashes de la chica que hablaba con Nott, que hablaba con Malfoy, reía y bromeaba, pero en ningún momento hizo el intento de mirarle, ya Harry se estaba volviendo loco. ¿Porqué no ir a la mesa de Slytherin? Se preguntaba mientras removía con aburrimiento la sopa. Sí, le preguntaré por la cita para después. ¡Tengo que hacer algo!
¿Harry¿estás ahí?-le preguntó Ron haciendo que Harry saliese de sus pensamientos.
Sí, lo haré- Dijo el moreno decidido levantándose de su sitio.
¿Qué harás qué?-le preguntó el pelirrojo.
Pero cuando el chico se volvió, el lugar donde ella había estado sentada hacía justo un momento estaba vacío.
¿Harry, qué es lo que vas a hacer?-le preguntó Ron.
¿Qué?-preguntó Harry confuso al pelirrojo.
No me has escuchado, ni una sola palabra- se quejó.
perdona, es que estaba pensando.
ya…
Te pasa algo ¿Harry?- le preguntó Roberto que estaba sentado junto a Ron, con el que ya había hecho las paces.
Mejor no le preguntes- intervino el pelirrojo- ha caído en las redes del enemigo, es un caso perdido.
¿enemigo?-preguntó Roberto extrañado.
Las chicas- contestó Ron en tono confidencial.
¡Ron!- se quejó Harry.
Buf, Harry, te compadezco, son un enemigo cruel. El peor de todos- dijo el chico negando.
Gracias por vuestro ánimo-contestó Harry.
Sois patéticos, los tres-aclaró Hermione que había presenciado la conversación.
¡Herm, tu formas parte del enemigo, por qué no nos explicas qué es lo que debe hacer Harry para conquistar a una chica- pidió Ron sintiendo que había descubierto la pólvora.
¿Estás buscando novia, Harry?-preguntaron a la vez Lavender y Parvati, que estaban sentadas frente a ellos-si quieres nosotras podemos aconsejarte. ¿De quién se trata?
Harry, incrédulo, no sabía que contestar al mayor par de cotillas de todo Gryffindor. En menos de quince minutos se imaginaba en boca de todo el colegio.
Podemos conseguirte una lista de chicas que podrían estar interesadas en salir contigo¿qué te parece, incluso podríamos organizarte unas cuantas citas.
No, gracias, es solo una broma de Ron¿verdad, Ron?-preguntó Harry lanzando al pelirrojo una de esas miradas que matan.
Sí, claro, era una broma-contestó el aludido intentando sonreír mientras notaba el pellizco que Harry estaba retorciendo en su pierna.
como quieras, Harry-contestó Lavender decepcionada.
De todos modos estaremos atentas ante posibles candidatas-dijo Parvati.
Y la semana pasada vimos en adivinación cómo descubrir tu media naranja, podemos preguntarle a la profesora Trelawney como hacerlo para descubrírsela a alguien más.
Déjalo en nuestras manos, seguro que la profesora Trelawney nos ayuda. Es muy amable y estará encantada de explicárnoslo.
De veras, que no es necesario- dijo Harry aterrorizado intentando evitar lo inevitable.
Las chicas se levantaron muy ufanas, sin hacer caso de lo que decía el moreno.
ahora vamos a adivinación, esta misma noche en la sala común te daremos una respuesta-se despidieron las chicas.Mientras Harry se llevaba las manos a la cabeza.
Harry…-le llamó Ron.
¡Qué, Ron¡qué!.
¿No va a adivinación quién tú sabes?-preguntó Ron esperando que Harry no se enfadase aún más.
Tú, me odias ¿verdad?-preguntó Harry.
Lo siento.
En realidad no es para tanto ¿no?-preguntó Roberto.
Diez, nueve, ocho…-comenzó a contar Hermione.
¿Qué es lo que pasa?-preguntó Roberto aún más extrañado.
cinco, cuatro…
Esto es un desastre-confirmó Ron.
dos, uno, cero.
Colin Creevey llegó frente a Harry y le hizo una foto.
¿Es verdad que estás buscando novia?-preguntó Colin excitado, mientras sacaba un pergamino y se preparaba para anotar las declaraciones del buscador de Gryffindor.
No, Colin, no es verdad. Y ahora tengo que irme, hasta luego-dijo Harry saliendo del comedor.
Vosotros como las personas más cercanas a él, qué podéis decirnos de las candidatas, hay alguna chica en concreto o…
Hermione sacó su varita y apuntó con ella al chico.
Sin comentarios, Colin-dijo en tono amenazador.
vale, vale, sólo era una pregunta- dijo el chico defendiéndose-Desde luego que no colaboráis para nada. ¡Esto es ocultación a la prensa!-se quejó.
Colin…-dijo la prefecta.
El chico se fue decepcionado. Mientras Roberto presenciaba la escena estupefacto.
¿De qué va todo esto?-preguntó Roberto.
Va de que hemos hablado de más frente a las personas menos indicadas-dijo Hermione compadeciendo a su amigo.
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Muy bien, Harry, tienes dos opciones-dijo el chico mirando su reflejo en el espejo del baño, que previamente había cerrado con llave- Te puedes esconder y esperar que pase el chaparrón, o das la cara y te la juegas.
-¿Puedo opinar?-preguntó su reflejo.
esto es un monólogo- aclaró el- y no voy a conformarme con verla de lejos como hoy, todos los días. No puedo conformarme con eso, y no voy a esperar a que cualquiera se fije en ella. Tengo que hacer algo.
-¿Qué vas a hacer¿vas a darle una serenata?
Estoy intentando conquistarla no espantarla-contestó el exasperado- ¿Por qué a todos os ha dado por que le cante algo? seguro que Sirius podría haberme ayudado. Se supone que en el colegio todas las chicas andaban detrás de él- dijo en tono nostálgico.
Un momento¿ella no quería…¡Sí!- dijo el chico feliz saliendo del baño como un huracán. Se acercó a su baúl y comenzó a rebuscar en el fondo. Hasta que finalmente encontró lo que buscaba.
Lentamente alzó la mano, sujetando la cadena plateada de la que colgaba aquel extraño medallón en el que brillaban piedras rojas y transparentes que formaban un intrincado dibujo en torno a un cristal oscuro situado en el centro. Al acercarlo a la ventana las piedras brillaban reflejando los rayos del sol.
Hoy volverás con tu dueña-le dijo sonriendo al colgante como si éste pudiese oírlo.
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Claudia estaba sentada en una de las mesas, observando la bola de cristal que había en ella mientras esperaba la llegada del resto de sus compañeros y el comienzo de la clase. Había sido una mañana difícil, siempre intentando evitar al moreno de ojos verdes, sin que fuese evidente. Tenía que quitárselo de la mente, pero mientras mas lo intentaba, más pensaba en él, parecía conseguir lo contrario. Intentar aparentar normalidad frente a todos mientras se sentía tan hundida había sido un ejercicio de voluntad, una gran actuación. Ni siquiera Nott se había dado cuenta, y reír a Draco sus estúpidos chistes… Pero tenía que parecer que estaba de un humor estupendo, después de todo se suponía que todo era perfecto, sus compañeros de casa la habían convertido en la nueva sensación gracias al quidditch, parecía que eso era lo único que importante. Finalmente tuvo que levantarse sin tomar el postre, ya no podía aguantar un minuto más.
Había llegado la primera al aula, y estar sola allí, en cierto modo era muy acorde a como se sentía. Se sentía sola. Necesitaba estar sola. Siempre sería así. Era una licántropo.
Diez minutos más tarde todos los alumnos entraron en tromba siguiendo a Lavender y Parvati.
Muy bien, chicas, podéis poneros en fila para que vayamos apuntado vuestros nombres y mejores virtudes, haremos lo posible, para conseguiros una cita, aunque no garantizamos resultados. Además, la competencia será dura, Chang de séptimo ya se ha apuntado.
Claudia miró con curiosidad por saber qué era lo que estaba pasando.
¡Esto es patético!-se quejó Pansy a la chica refiriéndose al grupo de chicas que rodeaban a las Gryffindors.
¿qué es lo que ocurre?-le preguntó Claudia.
¿Te puedes creer que el inútil de Potter les a encargado a esas dos que le busquen una novia?-dijo Pansy en tono despectivo.
Estás bromeando- afirmó Claudia que no creía posible lo que la chica acababa de decir.
Ni chispa. Y fíjate como esa panda de desesperadas esperan para apuntarse en la "lista". Ni que fuesen a casarse con un príncipe. Son todas unas desesperadas. Pero Potter es aún peor. ¿Quién se ha creído que es para organizar semejante ridiculez?
Claudia no podía contestar. ¿Qué clase de persona era tan creída como para organizar semejante circo¿Cómo era posible que Harry…¿En realidad lo conocía¿Qué era lo que realmente sabía de él? La respuesta era sencilla. No sabía nada de él. No se conoce a una persona por hablar cuatro veces o por lo que dice la gente. Realmente no llegaba a entender cómo había acabado creyendo, bueno, para no engañarse, no podía negar que estaba colgada por él, pero no tenía bases en las que fundamentar lo que sentía. Era irracional. Era encantador. Era un chico especial, o eso pensaba ella, pero quizás estuviese equivocada. ¿No había pasado de ella de aquella forma tan extraña al comenzar el colegio? Ahora, que estaba volviendo a congeniar con él… ¿porqué hacía eso? En realidad, no era algo que debiese importarle, después de todo ella no pensaba salir con nadie. Quizás con otro chico con su problema. Un licántropo sería lo lógico, y formarían una salvaje pero hermosa familia de hombres lobo, con pequeños lobitos corriendo por la casa. Quizás Lupin conociese algún chico amable e inteligente con su mismo problema, que le pudiese presentar…
Profesora¿cómo podemos adivinar cual es la media naranja de otra persona?-preguntó Parvati.
Arghh, ahora tendría que escuchar el proceso de selección que llevarían a cabo para elegir a las candidatas, qué porquería de clases de adivinación daban en este colegio, pensaba Claudia ofuscada.
Cuando salió de las clases, Claudia estaba tan enfadada que a penas miraba por donde caminaba. No entendía porqué estaba tan enfada, pero no podía evitarlo. En realidad, el hecho de saber el motivo de su enfado la molestaba aún más. Mientras caminaba hacía la mazmorra murmurando su enfado no oyó cómo la llamaban. Hasta que finalmente se detuvo al sentir como alguien la agarraba del brazo. Cuando se giró la sorpresa fue mayúscula al ver que quién la sujetaba era Harry en persona.
¿Vas hacia las mazmorras?-le preguntó con urgencia.
La chica movió la cabeza afirmativamente aún sorprendida.
Pues vamos, pero corriendo-dijo mientras tiraba de ella.
Cuando llegaron a la entrada de las mazmorras, se detuvieron para tomar aire.
¿Qué es lo que pasa?-preguntó Claudia.
Pasa que Parvati y Lavender se han vuelto locas y me están buscando novia-dijo el chico un poco avergonzado-no quería encontrarmelas. Seguro que ya me han concertado alguna cita.
Pero¿no se lo has pedido tú?
¿Yo¿Estas loca? esas tías están chifladas, Ron me gastó una broma y esas dos necesitaban algo con lo que entretenerse y ahora… todo esto es un desastre-se quejó el chico.
Claudia se sintió feliz al saber la verdad, después de todo Harry no era tan estúpido, ni todo eso que ella había imaginado.
¿Y para qué me buscabas?-preguntó ella- Habíamos quedado a las cuatro ¿no?
Sí, pero verás, yo… quería darte algo que creo que es tuyo- dijo el chico en tono dudoso sacando del bolsillo el colgante de Claudia, y ofreciéndoselo a la chica sin saber todo lo que significaba para ella.
Claudia al ver el colgante que el chico le ofrecía, dio un paso atrás, era su colgante, el que había pertenecido a su madre, su abuela… Astrid… según lo que le había contado su bisabuelo, la tradición familiar decía que aquel que lo devolviese era el amor de su vida. Claudia dio un paso atrás, confusa, intentando resistirse a lo que significaba que ella aceptase el colgante.
Yo… Harry…-dijo Claudia dudando. ¿Podía aceptar que Harry se lo devolviese? Harry no merecía aquello, no podía…
POTTER¿Qué…- Severus Snape apareció por el pasillo, y al ver lo que el chico tenía en las manos, palideció y se acercó hacia ellos a toda velocidad.
Claudia vio a su padre, había visto el medallón y parecía dispuesto a quitárselo a Harry, pero antes de que llegase, la chica fue más rápida y cogió el colgante de la mano de Harry.
Dame ahora mismo ese medallón-exigió Snape a su hija en tono iracundo.
Es demasiado tarde profesor, ya lo he aceptado-dijo la chicaretando al profesor.
Claudia, dame el medallón ahora mismo-dijo el enfadado.
La chica, muy satisfecha, puso el colgante en las manos del profesor.
De todos modos, ya no puedes hacer nada. Harry me lo ha devuelto y yo lo he aceptado-dijo la chica sabiendo que aquello enfurecía en sobremanera a su padre.
Ya veremos si puedo o no hacer algo-contestó el más enfadado de lo que Harry lo había visto nunca- estará usted bajo detención esta tarde, y en todo momento en el que no esté en clase. Ahora, acompáñeme-dijo Snape furioso.
Me temo que no podré ir a nuestra cita de hoy, Harry-dijo la chica en tono meloso y lo suficientemente alto como para que su padre la oyese- nos vemos después-se despidió ella muy feliz, siguiendo al profesor y dejando a Harry más que perplejo.
En cuanto claudia entró en la mazmorra, su padre cerró la puerta de un portazo.
¡Quién demonios te crees que eres, mientras seas mi hija harás lo que yo diga!
Pero¿no se suponía que mientras estuviese aquí debíaactuar como si no fuese tu hija¿No era eso lo que dijiste cuando llegamos aquí? "Por vuestra seguridad, mientras estéis aquí será como si no nos conociésemos, yo no actuaré como vuestro padre, y vosotros no actuareis como mis hijos"-dijo la chica parafraseando a su padre.
Snape cerró los puños intentando contener su enfado.
Además, no entiendo por que te molestas tanto, sólo había perdido mi medallón, y Harry muy amablemente me lo ha devuelto.
No intentes engañarme, sé que sabes lo que significa. Tu madre ya te habrá metido esas estúpidas tonterías románticas en la cabeza.
No, no ha sido mamá. Ha tenido que venir el bisabuelo a contarme lo que pasa con el colgante. ¿Por qué no me lo explicasteis vosotros?
Porque eso son estupideces sin fundamento, pura superstición.
Pues tres generaciones consecutivas de nuestra familia no opinan lo mismo que tú, papá.
Es una superstición y solo tiene el valor que le quieras dar.
Pues tú has parecido tomártelo muy en serio cuando has visto que Harry me lo daba.
Snape no pudo contestar.
Además no se porqué te lo tomas tan mal, Harry parece un buen chico.
Potter, entre todas las personas que te rodean, Potter es el peor. Además, tú eres demasiado joven. No consentiré que tengas novio. Mucho menos Potter.
¿Por qué papÿPor qué Potter es el peor?
Porque Voldemort le persigue, por eso-dijo Snape evitando la mirada de su hija.
Pero él me ha devuelto el medallón. Según la tradición familiar...
Ya te lo he dicho, mientras sigas con esa tontería te quedarás aquí estudiando, tienes mucho que recuperar, así que siéntate, comenzaremos por todas las clases que has perdido, y cuando terminemos con pociones seguiremos con el resto de asignaturas, tenemos mucho trabajo.
Pero¡papá
Profesor. Green, profesor Snape-puntualizó él finalizando la discusión.
Pero es injusto¡tengo otras cosas que hacer!
Las harás aquí.
Sí, para que me vigiles-contestó ella exasperada.
Veo que lo has entendido-replicó él satisfecho.
Esto no quedará así-murmuró ella entre dientes.
¿Has dicho algo?
Nada profesor- contestó mientras abría el libro que su padre había puesto frente a ella.
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Cuando llegó al aula de DCAO, casi todo el mundo se había sentado ya, y comprobó con disgusto que Chang estaba hablando con Harry, que se volvió y al verla junto a la puerta, le hizo una señal para que se acercase, cosa que obviamente molestó a la Ravenclaw.
¿Quieres sentarte aquí conmigo?-le preguntó el chico- le estaba diciendo a Cho que este sitio estaba ocupado- dijo señalando al pupitre que estaba junto al suyo.
Claudia se sentó muy contenta sonriendo con descaro a la asiática.
Hasta luego Harry- se despidió sin mirar a Claudia.
No parecía muy contenta por que me sentase contigo- dijo Claudia.
¿Tu crees?-contestó él tan perceptivo como siempre.
Gracias por guardarme el sitio.
No tiene importancia-contestó el tímido.
al final¿que pasó con la reunión para lo del libro, con Hermione y los demás?
Se ha suspendido, después de todo lo que queríamos saber era lo que te había contado Dumbledore, sin ti, no tenía sentido quedar.
Lo siento, pero ya has visto cómo se puso Snape.
Ya, pero ¿porque se enfadó tanto al ver que te daba el medallón¿Y qué era todo eso de que era demasiado tarde y de qué lo habías aceptado?...
Pues…-Claudia no sabía que contestar, ¿Cómo demonios iba a decirle que era el amor de su vida, y que su padre estaba rabioso porque no quería que ella saliese con ningún chico? Era ridículo, no podía decirle la verdad, iba a pensar que estaba loca, además de que seguro que se espantaba si sabía que Snape era su padre. No podía decirle la verdad. Imposible.-yo, lo siento mucho, Harry, pero no puedo explicártelo, son cosas de la casa de Slytherin y no puedo contártelo.
Harry pareció chafado con la respuesta, pero no dijo nada, Kingsley y la profesora Snape llegaron a la clase.
bueno, chicos que hacéis todos ahí sentados, los Lunes son días de duelos con los hechizos de la semana anterior o de vuestra propia cosecha, así que fuera pupitres.
Evanesco-dijo Harry señalando hacia los pupitres.
No sabía eso de que hoy había duelos-le dijo claudia a Harry.
Pues, sí, así que en guardia, muchachita, intentaré no ser demasiado duro contigo, después de todo has estado convaleciente- dijo el en tono condescendiente.
No es necesario que te reserves Harry, estoy en forma, yo no lo haré-le advirtió ella.
Stupefy- gritó Harry mientras un rallo de luz roja salía de su varita en dirección a la chica.
Ella ni siquiera se molestó en alzar un escudo, no lo esquivó, con un manotazo, desvió el rayo como si se tratase de una mosca. Harry se quedó muy sorprendido.
Tendrás que lanzarme algo más potente si quieres asustarme- dijo la chica divertida.
Pero Harry miró hacia Davis, que estaba junto a claudia y había recibido el impacto del rayo que la chica había "apartado". Había caído al suelo desmayado.
¿Cómo…
Claudia miró a Davis que estaba tumbado en el suelo cerca de ella- pero si era muy débil…
No era débil en absoluto-dijo Andrea que había presenciado la escena-¿Estabas concentrado Harry?
Sí, profesora.
Enervate-dijo la profesora apuntando a Davis, que despertó un poco confuso.
claudia, enséñame tu brazo- pidió la profesora.
La chica alzó el brazo, la túnica estaba un poco desgarrada en el lugar del impacto, Claudia se alzó la manga pero su piel no mostraba ningún signo de haber sido dañada.
¿Por qué no alzaste un escudo?
No lo sé profesora, pensé que el sortilegio de Harry era muy débil. Lo hice sin pensar.
¿Lo habías hecho antes¿Habías bloqueado algún sortilegio así?-preguntó Andrea que ya sabía la respuesta.
No…
¿Porqué no intentáis repetirlo?-sugirió la profesora con curiosidad.
Ambos chicos se pusieron uno frente al otro mientras los otros estudiantes observaban con curiosidad qué era lo que estaba pasando.
Stupefy-gritó Harry esta vez más concentrado. Un rayo de luz roja salió de su varita, era algo mayor que el anterior.
Claudia puso su mano frente a ella, y atrapó el rayo, cerrando levemente sus dedos en torno a la luz. Observó con curiosidad la energía que tenía en su mano, y abrió la palma. Inmediatamente, la luz salió disparada en dirección al techo del aula.
Todos los alumnosmiraban estupefactos a Claudia, que observaba sorprendida la palma de su mano. Harry se acercó a ella preocupado.
¿Estás bien, te has hecho daño?
Claudia le mostró su mano, y Harry la examinó. Parecía completamente normal, nada le había ocurrido.
Estoy fuerte como un roble-sentenció ella muy ufana.
Chicos, seguid practicando- ordenó Andrea mientras se acercaba para examinar también ella la mano de su hija.
¿Qué le parece profesora?- le preguntó Claudia contenta.
No es algo muy usual, ya veremos-le contestó en tono neutral.
Cuando Andrea se alejó de ellos, Claudia miró aburrida en dirección a su madre.
Parece que hoy todos los profesores quieren tenerme controlada-se quejó.
¿Qué tal con Snape?
Está decidido a no dejarme respirar-confirmó ella.
¿Pero realmente pretende ponerte detención todos los días?
Eso parece, creo que deberíamos seguir, ahora me toca atacar a mí¿no?
Harry se alejó de la chica, y se pusieron en posición uno frente al otro.
Estupefy-gritó ella.
Pero en lugar de alzar un escudo, Harry puso su mano frente al él, cuando el rayo le alcanzó, salió disparado un par de metros hacia atrás, tras lo cual cayó inconsciente al suelo. Claudia corrió junto a él, preocupada a pesar del montón de cojines que inundaban la clase y que el hecho de que hubiese impactado a Harry no resultaba algo excepcional, varios de sus compañeros se recuperaban de los impactos que los otros les habían dado.
¿qué demonios crees que hacías, Harry?-le regañaba preocupada a un Harry incapaz de oírla-Enervate- dijo apuntándole con la varita, tras lo que el chico pareció recuperar la conciencia aunque algo atolondrado.
claudia¿eres tú¿Qué ha pasado¿por qué estás llorando?
Yo no estoy llorando, no seas tonto- dijo la chica frotándose el rostro con la manga de la túnica- ¿a qué demonios estabas jugando¿por qué no has bloqueado mi ataque?
Bueno, yo quería probar.
¿Probar qué, idiota?
Quería hacer lo mismo que tú hiciste.
Pero tú no puedes hacerlo, y no deberías probar. Podrías haberte hecho daño-La chica estaba muy enfadada con Harry, y no se molestaba en disimularlo.
Te he asustado- afirmó Harry intentando no sonreír a pesar de lo feliz que se sentía al ver lo mucho que la chica se había preocupado por él. Al menos era una buena señal.
Claudia no contestó. Harry no era bueno disimulando y ella ciertamente se había excedido.
Levanta ya- Contestó la chica de modo brusco, volviendo a su sitio y dejando a Harry aún sentado en el suelo-si quieres asustarme tendrás que lanzarme un buen ataque.
Harry se levantó y se sacudió la túnica-¿Eso es lo que quieres?
Por supuesto, la finalidad de esta asignatura es el perfeccionamiento de la defensa, tendrás que atacarme a conciencia si pretendo mejorar.
Muy bien- aceptó Harry-Expeliarmus. Desmaius. Petrificus totalus. Desmaius.
Claudia esquivó algunas de las maldiciones y otras simplemente las apartó sin dificultad aparente.
Harry siguió lanzando maldiciones una tras otra cada vez con más fuerza, hasta que la última, un desmaius, fue interceptado por la chica que en lugar de apartarlo como había echo hasta entonces, lo devolvió como si se tratase de un partido de tenis. Harry consiguió esquivarlo por poco. Pero la chica tras devolver la maldición lanzó una de modo casi simultáneo, un tarantallegra que dio al chico de lleno, con lo que sus piernas comenzaron a moverse fuera de control.
Vaya, vaya, Harry. No conocía esta faceta tuya de bailarín de claque- dijo Claudia sonriendo.
Expeliarmus- consiguió lanzar el chico aprovechando que Claudia había bajado la guardia.
La varita de Claudia salió volando, aunque no así la chica que tan sólo dio un paso hacia atrás para mantener el equilibrio.
Cuando miró hacia Harry sorprendida, sus piernas ya no se movían incontroladamente.
tu encantamiento ha sido muy débil- le advirtió el chico.
Intentaré que el próximo sea mejor-dijo la chica mientras encontraba su varita que se había colado entre dos cojines excepcionalmente grandes.
Yo también intentaré lanzar sortilegios más fuertes, apenas he conseguido nada. El próximo día haré que tengas que defenderte en condiciones.
La clase había terminado y los estudiantes iban saliendo.
¿Vamos juntos hacia el comedor?-sugirió Harry.
En realidad tengo que hablar con la profesora Snape. Nos vemos allí.
Vale- aceptó el chico decepcionado mientras salía de la clase.
Claudia aún alcanzó a ver que Cho Chang esperaba al chico en la puerta del aula y se iba muy contenta junto a Harry, cosa que no hizo que la Slytherin se pusiese de muy buen humor.
Profesora, podría hablar un momento con usted- le preguntó en tono formal, sabiendo que aún había estudiantes cerca.
Sí, claro-contestó sonriendo su madre.
Cuando el último estudiante hubo salido, Andrea cerró la puerta y lanzó un conjuro para evitar posibles interrupciones no deseadas.
¿Cómo estás mi niña¿Cómo te encuentras?- dijo Andrea abrazando a su hija- No sabes cuánto te hemos echado de menos. Ni lo preocupados que estuvimos.
Ante la efusividad de su madre, el enfado de Claudia y todo el rencor que había sentido por lo que le hicieron se fueron deshaciendo poco a poco.
¡Mamá-la regañó al ver cómo su madre empezaba a llorar. Muy pocas veces había visto claudia a su madre llorando, y el hecho de verla tan vulnerable acabó con las últimas resistencias de la chica que se abrazó a su madre.
………………………………………………………………………………………………………………………….
¡Severus Snape!-Entró Andrea como un huracán en el despacho de su esposo-Devuélvele a tu hija su medallón inmediatamente. No puedo creer que se lo hayas quitado y que además la hayas castigado durante todo el curso. Acepté no contarle a claudia el significado que tenía el medallón, a pesar de que debía haberlo hecho, y lo hice por ti. Pero si ella lo ha averiguado, no es motivo para que te comportes de un modo tan infantil.
Es una niña-consiguió intervenir el profesor de pociones que no esperaba que su esposa reaccionase de aquel modo y esperaba que se hubiese puesto de su parte, pero su hija se le había adelantado.
Tiene dieciséis años.
Exactamente, dieciséis años, es una niña.
Yo tuve mi primer novio con quince.
Ves, ese novio fue innecesario, al final acabaste conmigo.
A veces me pregunto si ese medallón no se equivocó al señalarte a ti- contestó ella con desdén.
Ya ves, lo que diga esa estúpida baratija no tiene por qué ser tomado al pie de la letra.
Entonces, porqué te altera tanto que Claudia tenga su medallón.
Porque lo tenía el estúpido de Harry Potter.
¿y…? según tú eso no significaría nada.
No intentes liarme. El que para mí no signifique nada no quiere decir que para tu hija sea lo mismo, ahora se lanzará a los brazos de ese niñato.
Severus…
Además, tu hija se atrevió a desafiarme, y no es la primera vez que los veo juntos.
Nuestra hija- dijo Andrea remarcando la palabra nuestra- ya es mayorcita como para que estés controlando cada paso que da. Deberías tener algo más de confianza en ella. Y si Harry es el chico de su vida, yo me alegraré por ella. Parece un buen chico, y eso es mucho más de lo que podría haber dicho de ti cuando te conocí.
Eso ha sido un golpe bajo.
Pero es cierto. Cuando nos conocimos eras un mortifago.
Y aún sigo siéndolo. Este tatuaje es muy difícil de borrar.
Sev. Tienes que dejar que tu hija crezca. No puedes encerrarla. No puedes controlarla. Debes confiar en ella.
Pero ya no es sólo el hecho de que Potter sea un cretino. Sabes que ese chico atrae el peligro y es objetivo del Señor Oscuro. Si ella en algún momento llega a ser importante para él, también será objetivo.
Claudia sería objetivo de Voldemort por el simple hecho de ser quién es. Por ser mi hija y por ser tu hija. En el momento en el que eso se sepa, tanto Claudia como los chicos serán objetivo de Voldemort. Y presiento que no será un secreto para siempre.
Me niego. No puedes convencerme. No permitiré que…
Severus, a veces pareces un auténtico cascarrabias. Le he levantado el castigo a Claudia, así que no la esperes mañana. No podrás evitar lo que tiene que ser.
No puedes quitarle mi castigo, estás minando mi autoridad- se quejó él.
Pues ya ves-contestó ella sin importarle el enfado de su marido- y mientras sigas con esa actitud, dormirás en el sofàasí que te recomiendo que empieces a ponerte en el lugar de tu hija, las cosas son suficientemente complicadas para ella como para que además tú, con tu actitud retrógrada, intentes amargarla, en lugar de apoyarla, que es lo que realmente necesita- tras lo cual, entró en el dormitorio y dio un portazo tras ella.
-Todo esto es culpa de Potter, siempre Potter, rumiaba Snape su enfado.
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Por fin terminé este capítulo. Ya me contareís qué os ha parecido.
Un anticipo para el próximo capítulo. Por fin sabremos cómo Andrea conoce a Snape.
Un beso para todos.
Sed felices.