Título: ¡Mátalo!
Escrito por Hikaru Kyo de Yagami
Basado en el anime / manga de Gundam Wing
Pareja: Heero x Duo (1x2) principalmente...
Géneros: Angustia y Drama
Aclaraciones: Gundam Wing y todos sus personajes no me pertenecen (aunque quisiera), son de sus respectivos autores, pero ésta historia si me pertenece, así que por favor respetar los créditos respectivos en caso de tomarla :)
Parte 5
Duo despertó repentinamente y exhaló una bocanada de aire, como si le acabasen de resucitar tras un intento de estrangulación. Miró alrededor y notó que se encontraba en una pulcra y fría habitación de Hospital, desplazó la vista hacia su muñeca diestra y vio el suero insertado, no dudó en quitarlo y sentarse sobre la incómoda cama, tocó su cabeza con la mano izquierda y cerró los párpados.
—Maldito Quatre, me debe una buena aclaración —gruñó molesto. Ni siquiera con lo que había acaecido podía odiarlo o sacar deducciones, todo eso seguro tenía una bendita explicación, como debería tenerla que Heero ocultara cosas.
Recapituló que antes de perder definitivamente la consciencia vio a Trowa vagar por su habitación, lo inspeccionó de cerca, luego dejándolo ahí, tirado como una basura. Estaba bastante enojado con esos dos, actuando tan extraño, inverso a lo que vivió en el pasado; de Heero no le extrañaba el mutismo, su actitud hermética, aunque le desesperaba no era raro en él, en cambio lo sucedido con Trowa y Quatre carecía de toda lógica.
—Debo salir de aquí —decidió después de meditar un poco, se incorporó sin problema, no sintió debilidad, ni cansancio
Al fondo divisaba un sillón individual, como esos que se ponen para los familiares del paciente, sobre el cual yacía ropa, no le pareció casualidad el color negro, aunque no le pertenecía estaba puesta ahí pensando en él. Duo quitó la molesta bata de Hospital, lo único cubriendo su cuerpo y se colocó la ropa que encontró, a la medida, también halló zapatos en el suelo y los calzó.
Emergió de la habitación, afuera un largo pasillo le esperaba, desierto de izquierda a derecha. Bufó pesado, sintiéndose como parte de una película patética de terror, donde un maniaco le esperaba en algún lugar con su hacha asesina. El ex piloto rio interiormente, amaba hacer ese tipo de comparaciones.
Una de las habitaciones se abrió, poniéndolo en alerta, por ella salieron Wufei y una mujer, sonreía tontamente mientras lo miraba. Suspiró aliviado.
—Oye viejo ¿Qué pasa? —preguntó hacia Wufei, él dirigió una mirada hacia la chica.
—¿Me permites? Es importante —dijo Wufei, limitándose a sonreír se apartó. El trenzado la examinó al retirarse, sonrió y se acercó a su amigo.
—Las traes muertas a todas ¿Eh? —interpretó burlonamente, dándole palmadas en el hombro, recibiendo de Wufei una mirada áspera.
—Deja de tontear Maxwell —protestó, apartando la mano de su hombro—. Mejor explícame lo que te pasó ¿Por qué estabas tirado sobre el piso de tu pieza con una contusión?
—Es lo mismo que quisiera saber —respondió encogiéndose de hombros— Llegaron unos hombres y me atacaron, eran siete y no me pude defender ¿Quiénes crees que eran? —sondeó, observándolo con mirada inquisidora, Wufei aguzó la mirada, quedándose callado unos momentos.
—¿Solo así? ¿Siete hombres te atacaron sin razón?
—Ajá —reconoció. Wufei no le creyó
—No tengo idea —reveló secamente
—Mejor dime tú ¿Desde cuándo estoy aquí? ¿Qué hay de los otros? Iba a reunirme apenas con Heero y Quatre cuando fui atacado —cuestionó intentando ocultar todo lo demás y aunque sospechaba que Wufei no se estaba creyendo ni una palabra, siguió—. Vamos, di algo.
—Duo, esos hombres que te atacaron es probable que trabajen con Trowa —manifestó tranquilamente, poniéndolo en alerta, pero trató de no ser obvio
—¿Con Trowa? ¿Y cómo por qué?
—No lo sabemos aún, he perdido todo contacto con Heero y Quatre, creí que tú sabrías algo —comentó con gesto de incertidumbre.
Por momentos pensó que realmente Chang estaba confundido, pero luego analizó mejor el resto, Heero no era el único ocultándole cosas, Wufei también parecía saber más de lo que decía.
—Yo también actuaré por mi cuenta, dile a la señorita Sally que muchas gracias por la información, pero no pienso reportarle nada a partir de ahora —sonrió descaradamente, le dio la espalda a Wufei y comenzó a avanzar.
—Espera —la voz del otro lo detuvo, luego el sonido indiscutible de un revólver haciendo click, seguramente quitando algún tipo de mecanismo. Palideció por unos instantes, luego volteó ligeramente hacia atrás, Wufei le apuntaba con una semiautomática, acercándose a él
—Tú…
—Idiota —expresó Wufei, interrumpiéndolo, de improviso giró el artefacto con el cañón hacia él, mientras la empuñadura apuntaba hacia Duo— ¿Pensabas irte sin esto?
—¿Idiota yo? Tú deja de asustarme —asestó disgustado, arrebató el arma y la guardó, Wufei no le había quitado ningún mecanismo, lo puso.
—No creí que el temible Dios de la muerte se espantara fácilmente, a menos… —pausó unos segundos, mostrando una extraña y torcida sonrisa— Que ya alguien de su confianza le haya traicionado —finalizó, la vista fija en él, este le mostró una sonrisa e hizo una señal de amor y paz con los dedos.
—Nos vemos pronto Wu amigo —indicó tranquilamente, fingiendo que no estaba tan jodidamente afligido como lo estaba.
A su espalda Wufei se alejó hacia el otro lado del pasillo, en tanto él caminó a la salida, aquel recinto pertenecía a Preventers, pero no era el mismo donde tuvo reunión días atrás con los muchachos, tampoco era un Hospital simplemente, no conocía ese sitio.
Escapó sin inconvenientes, se detuvo cerca de un hangar, vaciló unos segundos y luego sustrajo de la bolsa del pantalón un papel, lo desdobló y leyó "Trodiart1-GL3C, objetivo 2 canalizado".
Giró sobre los talones hacia atrás y un estrepitoso estallido lo sorprendió, frente a él aquel lugar que abandonó, ahora estaba envuelto en llamas, abrió los ojos a más no poder y sus piernas comenzaron a moverse, corrió hacia aquella guarida, el corazón acelerado, pensando en Wufei, pero justo al llegar a la primera puerta otra explosión lo hizo retroceder, la onda expansiva no alcanzó a afectarle, pero le impidió seguir su avance, puesto que el fuego se propagaba a enorme velocidad.
Observando ese terreno arder, percibió una sombra a lo lejos, saliendo por la segunda puerta antes de llegar a la base, afiló la mirada y se puso de pie rápidamente, comenzó a avanzar hacia esa sombra que se percató de su presencia, era alguien vestido de negro.
—¡Hey! —gritó con todas sus fuerzas cuando el otro volteó
Corrió más de prisa para darle alcance a esa persona, entonces recordó que tenía con qué defenderse y lo sacó rápidamente, quitó el candado y sin distraerse de seguir la huida del desconocido, lanzó un disparo certero que dio al objetivo, la pierna derecha del perseguido.
El cuerpo cayó debido al disparo, pero ágilmente se levantó y siguió huyendo a pesar de la herida. Se le heló la sangre, solo existía alguien en el mundo a quien él había visto recibir un disparo y continuar como si nada.
—¡Regresa! —Clamó, desesperado— ¡Heero vuelve! —volvió a gritar, a todo pulmón, entonces el aludido se detuvo, apuntándole con su pistola, Duo dejó de correr súbitamente.
A excepción de los ojos, no podía ver la cara de Heero, el exceso de humo en el ambiente le estaba dañando los sentidos, afinó la mirada sin bajar el arma, apuntaron mutuamente uno al otro, decididos, aunque el corazón del trenzado latía intranquilo.
—¿Por qué? —musitó con voz apagada. El humo en sus pulmones comenzaba a acumularse, a diferencia de quien estaba delante, no poseía un pasamontaña que le ayudara a no absorber aquel tizne.
Comenzó a toser, pero sin soltar el revólver, la persona ante él igual, inesperadamente un sonido de pasos detrás lo confundió, pero no pudo voltear, pensó que tal vez estaba alucinando, pero no fue así, realmente tenía a alguien atrás de él. Se acercó demasiado, con un trapo húmedo de algo lo sometió por la espalda, le tapó la boca y sujetó fuerte el brazo que sostenía la semiautomática, bajándolo, el sujeto frente a él también bajó su pistola, pero sin inmutarse miró la escena, como si supiera quien llegó detrás.
Cerró los párpados poco a poco, no ofreció ninguna clase de resistencia, su cuerpo débil debido a lo respirado cayó sin remedio en los brazos de quien le agarraba por detrás.
Como voces lejanas escuchó hablar al otro tras él, aunque estaba a punto de desmayarse, reconoció la voz seca y áspera de Trowa, no entendió nada del diálogo con el otro, pero el eco de su voz retumbó en sus oídos hasta que se desplomó, inconsciente.
"Duo, es apremiante que no hables de esto con nadie, sobre todo con Quatre"
Las palabras que Heero le refirió ganaron peso entre del mar de dudas que ya estaba atravesando, pero todavía no podía actuar de ninguna manera, estaba a merced de quienes ya había identificado como Heero y Trowa, ese par de malnacidos al igual que Quatre le debían muchas explicaciones, lo suficientemente buenas para que explicaran porqué diablos explotaron una base con Wufei adentro.
Continúa en la parte 6
Confieso que ya no me acordaba de mis fanfics jajaja, tengo este, el de Death Note y otro de GW en borrador que no he publicado nada, intentaré darles un fin, siempre me causó tristeza que mis autoras favoritas abandonaran sus fics, así que haré el mayor de los esfuerzos por terminar mis historias, también he pensado en algo homin, pero no quiero iniciar nada hasta no acabar lo pendiente
Si aún leen esto, mil gracias, dejen sus comentarios nenas :)
