Título: ¡Mátalo!
Escrito por Hikaru Kyo de Yagami
Basado en el anime / manga de Gundam Wing
Pareja: Heero x Duo (1x2) principalmente...
Géneros: Angustia y Drama
Aclaraciones: Gundam Wing y todos sus personajes no me pertenecen (aunque quisiera), son de sus respectivos autores, pero ésta historia si me pertenece, así que por favor respetar los créditos respectivos en caso de tomarla :)
Parte 8
Después de tan extraño encuentro con Quatre y pese a tener respuesta a algunas de sus dudas, Duo quedó aún más confundido que antes, ¿en quién podía o debía confiar? ¿Era realmente su perturbado amigo de quien debía cuidarse? ¿O acaso lo eran Trowa y Heero? ¿Qué papel jugaba en todo eso Wufei? O quizás su amigo simplemente era una marioneta más dentro de aquel juego, al igual que él.
—Debe ser así —analizó, mientras esperaba dentro de su departamento, al cual volvía después de horas fuera—. Parece ser que Wufei está tan perdido como yo.
Duo pensó en los acontecimientos alrededor del antes mencionado, además fue él quien lo ayudó la primera vez, e incluso le dio su arma, cuando pudo quizás darle un golpe por la espalda. En cambio, si recordaba a los otros dos, solo encontraba más recelo y desconfianza, sin duda lo que sea que tramaran, lo estaban maquinando juntos.
—Heero, si tan solo te sinceraras conmigo, pero ni siquiera fuiste capaz de mirarme —recordó a su ex en el último encuentro, éste lo trató como si no existiese, además amenazó con disparar a Wufei incluso si él estaba enfrente.
Aturdido por sus pensamientos, Duo se llevó ambas manos al cabello y lo alborotó, ahogando un grito de desesperación. Odiaba no entender, detestaba sentirse tonto e inseguro, él era un soldado, uno tan bueno como el 01 o el 03, pero toda esa situación lo estaba dejando sin defensas morales, además, sus sentimientos por Heero lo estaban traicionando.
—¿Y si él está con los malos? ¿Si se vendió? Después de todo Heero solo se es leal a sí mismo —pensó con inquietud— No, él tiene sus propios ideales de justicia, sería incapaz —continuó analizando.
Como medida para aliviar su estrés, decidió tomar un baño, por lo que fue hacia la regadera y se metió bajo el chorro de agua, sintiendo pronto que se relajaba.
—Además ¿Quiénes son los malos? Nada tiene sentido —cerró los ojos y sintió la tibia agua recorrerle el cuerpo, pero su cabeza era un nido de telarañas. —Heero, si estuvieses del lado contrario ¿sería yo capaz de aniquilarte?
Un escalofrío recorrió su cuerpo, la sola posibilidad de que aquello sucediera le hizo sentir malestar, amaba a ese hombre, nunca dejó de amarlo, no obstante, ya no era su debilidad, lo sabía, pero el sentimiento de amor era más fuerte que nunca, aunque entre ellos no hubo intimidad, quizás al no superar esa expectativa volvió su relación más intensa en cuanto a sus sentimientos por él.
Pero la inminente separación sucedió y todo quedó en suposiciones. Lo que no era una, es el hecho de que tarde o temprano, los dos debían enfrentarse como dos enemigos.
En medio de la madrugada, un ruido proveniente del interior del departamento despertó a Duo, sin embargo, no se movió de su cama, fingió estar dormido mientras lentamente, su mano se coló por debajo de la almohada, sujetando su arma. Esperó al próximo movimiento de su posible enemigo para actuar, pero esto no sucedió.
—Maldita sea —musitó entre dientes, no teniendo más remedio que levantarse y confiar en su buena vista nocturna.
Con el arma firmemente sujetada en su mano izquierda y la derecha tanteando el terreno, caminó hacia la dirección desde donde provino el primer ruido, sin embargo, no encontró nada. Harto de caminar a ciegas debido a la oscuridad, encendió finalmente la luz del departamento, encontrándose por completo solo.
—¿Acaso estoy paranoico? —cuestionó para sus adentros, bajando lentamente la mano con el arma.
Una respiración en su nuca lo puso en alerta, apenas pudo reaccionar cuando sintió una mano rodearla la cintura y otra taparle la boca. Su primer instinto fue mover con rapidez el arma, apuntándola hacia atrás, justo al costado de su agresor.
—Bájala —ordenó la conocida voz. Se trataba de Heero.
Obedeció a la brusca indicación, muy por encima de sentirse en verdadero peligro, una parte de él, aunque fuese mínima, siempre confiaba en su estúpida ex pareja. Tras la anterior acción, el 01 quitó su mano de la boca de Duo, pero aún lo asió por la cintura.
—¿No vas a soltarme? ¿O piensas aprovecharte de mí? —preguntó nervioso, aquella cercanía era por demás peligrosa.
—Te dije que te alejaras de él ¿Y qué hiciste? Buscaste a Quatre, eres un idiota —regañó como si de su pequeño hijo se tratase.
—Solo quiero respuestas y tú ni siquiera tienes confianza en mí ¿Por qué debo confiar yo en ti?
—Simplemente mantente al margen —respondió sin más, soltándolo lentamente, pero no se alejó, fue el 02 quien se retiró enseguida, visiblemente avergonzado. Luego se giró hacia él
—Estoy cansado de ti y tus misterios, no vuelvas a buscarme si no es para aclarar las cosas —reclamó molesto.
Heero no supo si Duo hablaba de la misión o de su situación personal, pero no cuestionó, se limitó a observarlo en silencio.
—Me voy —dijo con tono seco, avanzando hacia la puerta.
—¿Sabes? No solo te amaba, también sentía respeto por ti, pero tú no haces más que verme como si fuese un tonto —espetó casi a punto de tirarle un golpe, la mirada recelosa.
Heero lo miró de nuevo, directo a los ojos, después avanzó hacia él, no de forma amenazante, sino todo lo contrario, a Duo se le heló todo.
—¿Me amabas? ¿Pasado? —cuestionó tras estar a pocos centímetros de él.
La mirada fría y penetrante de Heero hizo sentir a Duo más de una sensación a la vez, automáticamente movió la cabeza en negación, porque lo seguía amando, pero no se lo diría.
—Fuiste tú quien me alejó —habló en tono bajo, reduciendo la poca distancia entre los dos.
—Ya no importa quién dejó a quién, solo… —intentó apartarlo, pero no fue lo suficientemente rápido para lograrlo.
Heero sujetó la nuca de Duo con su mano izquierda y antes que éste pudiera reprimir sus emociones, aceptó el arrebatado beso que le ofrecían, porque Heero podía ser frío, pero no sus besos, en ellos siempre había fuego.
Experimentó aquello muchas veces en el pasado, aunque nunca llegaron más allá de los roces físicos, pero sus labios se conocían a la perfección. Duo no quiso siquiera resistirse, abrazó el cuello del otro con ambos brazos, con la necesidad de quien se ha reprimido por tanto tiempo y por primera vez sintió un intenso deseo sexual hacia él.
Sin embargo, no pudo continuar, empujó al ex soldado al mismo tiempo que bajaba sus brazos, pero éste no le soltó, apretando más la mano sobre su nuca, renuente a dejarlo ir otra vez.
—Basta —exigió asustado, agitado y bastante excitado también.
—¿A qué le tienes miedo? —preguntó confundido, no era la primera vez que Duo reprimía sus deseos, porque él no era asexual, simplemente algo en él le impedía seguir.
—Vete —contestó apartando la mirada, el rostro sonrojado y el cuerpo aun temblando.
—No te acerques a Quatre —expresó con seriedad y como si el tema anterior no hubiese existido en absoluto.
—¡Que te vayas! —gritó, esta vez mirándolo a la cara.
Heero observó unos segundos en silencio, la imagen de Maxwell ante él se le antojó patética, incluso así, lo anheló más que nunca, y él podía ser un cabrón en muchos sentidos, pero jamás lo tomaría por la fuerza, Duo lo sabía, no era eso a lo que temía, sino de sí mismo, de flaquear ante él.
La figura serena se apartó hacia la puerta, deteniéndose antes de abrirla.
—No eres ningún tonto, por eso es mejor entre menos sepas —declaró en un burdo intento por no menospreciarlo.
Las pupilas de Duo se dilataron al oírlo, Heero no era un hombre de halagos, y aquel de alguna forma lo era, pero eso no calmaba sus angustias, estaba dentro de aquel juego perverso y ni siquiera sabía cuál con exactitud era su papel.
La puerta se cerró con tal sigilo como seguramente se abrió y no volvió a ver aquella campante figura alejarse de él, desapareció y quizás su próximo encuentro sería el último, Duo tuvo un terrible presentimiento entonces.
Continúa en la parte 9
Gracias por esperarme y seguir este fic, ya tengo dos capítulos más, pero subiré otro en unos días :) cuídense y manténganse sanos
