Disclaimer: Ranma y todos sus personajes son propiedad de Rumiko Takahashi.

Los álbumes de fotos robados,

Un misterio de Nabiki

Por

Dr Facer

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Kuno Tatewaki estaba furioso. Una de sus posesiones más preciadas estaba perdida, ¡y probablemente robada! Entre los cientos de álbumes llenos de fotos de ambas su amada diosa de la trenza y de la dulce Akane, este álbum en particular que había perdido era el que más apreciaba, pues dentro de ese álbum estaba la única fotografía de Akane Tendo sin sostén. El álbum también tenía muchas fotos de la chica de la trenza, pero era mucho más fácil obtener fotografías de la diosa de cabello de fuego mostrando sus encantos. La fotografía de Akane mostrando algo de piel era el tesoro más raro en su colección y por lo tanto, ¡tenía que recuperarlo!

Normalmente Kuno podría comprar la foto de nuevo llamando a Nabiki Tendo, pero no esta vez. La foto de Akane semidesnuda era el logro de Gosunkugi Hikaru, ¡y ese maldito Ranma Saotome destruyó los negativos! Esa era la razón por la que esa fotografía era tan importante, ¡era la única en existencia!

Kuno cerró los ojos y trató de pensar en una solución. ¿Quién cometió este robo en su contra? ¿Su malvada hermana? ¿Su demente padre? ¿El tramposo de Saotome? El ladrón era obviamente uno de ellos, ¿pero QUIÉN? Tatewaki decidió que era mejor dejar de pensar y hacer algo; el era, después de todo, ¡un hombre de acción! En silencio, Kuno salió de su cuarto y se dirigió al de su hermana.

—¡Hermano!

Kuno se detuvo y se giró para ver a su hermana. Extrañamente, en lugar de estar muy molesta con él, como imaginó en un principio, se veía triste.

—¿Qué sucede hermana?

—El álbum, ¡se perdió!— Exclamó Kodachi.

—Ya lo sé, me di cuenta esta mañana— respondió Kuno.

Kodachi miró a su hermano con curiosidad—. Un momento, yo no te dije que había encontrado un viejo álbum de fotos familiares ayer, ¿verdad?

Ahora había llegado el turno de Kuno de mirar a su hermana con curiosidad—. No querida hermana, ciertamente no lo hiciste. ¿Dónde encontraste ese álbum?

—En el desván— contestó Kodachi—. Pero si tú no sabías que lo tenía, entonces eso quiere decir que tú no me lo quitaste.

Kuno suspiró—. Pues no, no lo tengo— respondió él—. ¿Ya buscaste bien en tu recámara?

—¡Claro que sí! ¿Por quién me tomas?

—Cálmate hermana, quizás estabas tan preocupada que pasaste por alto el álbum.

Kodachi entró en su habitación—. Puede que tengas razón, pero estoy segura de que lo guardé en mi escritorio.

—Déjame ayudarte— ofreció Kuno; esta era una gran oportunidad de revisar en el cuarto de su hermana y ver si ella tenía su álbum.

Dos horas después, los hermanos Kuno estaban de pie, en silencio en el centro de la habitación de Kodachi. No habían encontrado nada. El album familiar de Kodachi no estaba en el cuarto, y no estaba en ninguna otra parte de la casa, pues los hermanos habían buscado su respectivo álbum en todas las partes concebibles de la mansión. Bien, para Tatewaki eso dejaba sólo dos sospechosos: Su padre y Ranma Saotome. Kuno decidió que una visita al dojo Tendo sería necesaria.

No mucho después, Kuno corrió dentro de la casa de los Tendo, forzando su camino hasta que entró al dojo, en donde finalmente encontró a Ranma. No siendo la persona más lista en el mundo, Kuno atacó primero, con la intención de interrogar a Ranma una vez que lo hubiera castigado. Después del resultado usual de sus peleas con el joven Saotome, Kuno se sentó en silencio dentro del dojo mientras Kasumi y Nabiki curaban sus heridas.

Nabiki examinó las paredes y sacudió el cabeza—. En serio Kuno, sera mejor que nos pagues por los muros que Ranma rompió con tu cabezota.

Kuno suspiró y sacó su cartera—. Asumo que con esto bastará.

Nabiki tomó el dinero y lo contó velozmente—. Sí, esto debe ser suficiente para pagar los daños.

—¿Qué te ha traído a nuestra casa Kuno?— Preguntó Kasumi.

—Es un asunto personal— respondió él.

—¿Qué tipo de asunto?— Insistió Nabiki—. Como destruiste nuestro dojo, también es un asunto personal para nosotras ahora.

—Me robaron— dijo Kuno, como esperaba, Kasumi se impresionó, no así Nabiki.

—Y culpaste a Ranma— declaró Nabiki—. Eres muy predecible.

—Me gustaría ver que lo hicieras mejor— se burló Tatewaki.

—Podría— respondió Nabiki—, estoy segura de que puedo encontrar lo que estás buscando tan rápido que ni siquiera te darías cuenta de que lo perdiste.

—Mientes.

—Claro que Nabiki no miente— interrumpió Kasumi—. Ella siempre encuentra las cosas que se pierden en la casa.

—¿Lo ves? Mi hermana no te mentiría.

Kuno cerró los ojos y meditó en eso por un momento—. Bien, digamos que quiero que encuentres esta cosa que perdí, ¿crees poder hacerlo?

Nabiki parpadeó un par de veces, ¿acaso Kuno le estaba pidiendo que jugara al detective? La muchacha se rascó el codo y miró a Tatewaki—. Sí. Pero eso depende de cuánto me pagarás por hacer el trabajo.

Kuno miró a Kasumi, que estaba guardando el alcohol y banditas en la caja de primeros auxilios, y luego volvió su mirada a Nabiki—. ¿Podemos discutir esto en privado?

—Claro. Kasumi, hermana, ¿podrías dejarnos a Kuno y a mi a solas? Tenemos que hablar de negocios.

—Por supuesto— aceptó Kasumi y entonces salió del dojo.

—Bien, ya estamos solos— anunció Nabiki—. ¿Qué fue lo que perdiste?

—Dije que probablemente lo robaron.

—Lo que sea, necesito saber qué es.

Kuno aclaró su garganta—. Fue uno de mis álbumes de fotos.

—¿Quieres que busque eso?— Dijo Nabiki algo molesta—. Pero Kuno, puedo volver a venderte todas las fotos que perdiste otra vez

—Sólo quiero una de las fotos, las demás no me importan.

—¿Ah sí? ¿Por qué?

—No te lo puedo decir.

—¿Es una de mis fotos? Tengo todos los negativos y puedo remplazarlas por un precio bastante módico.

—¡No es una de tus fotos, esta foto es verdaderamente única en el mundo, la debo tener de nuevo!— Gritó Kuno—. Eso es todo lo que voy a decirte, ahora, ¿encontrarás mi álbum o no?

Nabiki juntó sus manos y enlazó sus dedos, entonces movió su rostro un poco hacia la izquierda y se mantuvo en silencio unos minutos. Justo cuando Kuno estaba por gritarle, la joven Tendo habló—, esta foto que quieres tanto, ¿no será la infame: 'Akane sin sostén'?

Tatewaki palideció—. ¿Cómo lo supiste, la tienes tú?

—No, ¡pero es muy obvio!

—¿Como diablos es obvio?

Nabiki sonrió—. Primero: Admitiste que no es una de mis fotos.

—¿Y?

—Segundo: Recordé que en ocasiones haces que Gosunkugi le tome fotos a mi hermana— dijo Nabiki levantándose—, y tercero: Dijiste que era una foto única, lo que significa que no existen negativos para esa misma fotografía. Eso me recordó que el buen Gosunkugi reveló una foto que mostraba a mi hermanita mientras tenía sus senos expuestos. ¿Cómo es que no hay negativos? Bien, como sabes, Ranma escuchó sobre la foto y destrulló el rollo en donde estaba ese negativo.

—¿Cómo supiste que Gosunkugi me dio esa fotografía?

—Le exprimí la información hace un poco— dijo Nabiki—. Kuno, ¿por qué habría de ayudarte? Akane aún no sabe de la existencia de esa fotografía. Si te la devuelvo, estaría traicionando a mi hermana menor.

Tatewaki sacó otra vez su cartera—. ¿Cuánto?

—Hmmm, si en verdad quieres que haga esto, lo haré por sesenta mil yen.

—¿QUÉ?— Gritó Kuno—. ¡Es demasiado!

Nabiki mantuvo la calma—. Quieres la foto, ¿no?

Kuno estampó su mano en el suelo—. ¡Claro que la quiero!

—Entonces págame.

Tatewaki consideró sus opciones por un momento—. Muy bien. Te pagaré, pero no hasta que me regreses el álbum completo.

—Es justo— dijo Nabiki—. Vamos, tendré que revisar tu casa.

Continuará

Notas:

Continuando con mi idea de traducir mis fanfics del inglés al español, aquí tenemos este que trata sobre una corta aventura de Nabiki, originalmente un one shot en inglés, para la traducción pensé que sería mejor partirla en episodios cortos y éste es el primero. Ojala y les guste.