Hola¿Cómo están todos? Bien, mi segundo fic de Orphen. Lo empecé a bocetar una tarde que estaba muy aburrida, y decidí "Bueno, sino lo escribo nunca voy a saber como va a quedar". Espero que les guste. Saludos! Ah…casi me olvido… o dejen reviews!
El Secreto de las Ruinas
Por Akiko-SamaN
Capítulo 1: En la Ciudad
¿No era suficiente acaso con demostrarle una y otra vez que no la quería?
¿No era demasiado tener que verlo coquetear con otras mujeres?
Si, lo era. Pero también era infinito el amor que ella le profesaba, recorriéndole todo el cuerpo como una corriente eléctrica y acalorándosele las mejillas de solo verlo.
Era triste, claro que si, pero a Orphen no le importaba mientras los tres tesoros estuvieran a salvo en sus manos.
Asali se encontraba bien desde hacia dos años, pero ellos seguían viajando. Habían acordado seguir juntos hasta que el tiempo les dijera que se separaran.
En el presente se encontraban en una cuidad no muy conocida, pero era la capital de una de las provincias más ricas en producción agrícola y ganadera del país. Hacías más de tres semanas que se encontraban allí, era extraño pasar tanto tiempo en un mismo, por lo que Cleo como Magic aprovechaban a visitar todos los monumentos más conocidos e increíbles de los alrededores, mientras Orphen dormía en una de las posadas.
-Magic cuanto crees que nos tengamos que quedar aquí?-
-No tengo la menor idea? Ya te estas aburriendo?-
-Algo asi…- dijo sonriendo de manera extraña. Magic comenzaba a notar ciertos cambios en el aspecto de Cleo desde hacia un año, pero conociendo la cauca, lo mejor que ella podía hacer es dejar el agua correr y dedicarse a otras cosas.
-Cleo, me sorprende que ya te aburras de dormir en una cama como la gente, comer cosas ricas y visitar los mejores lugares de esta cuidad- le dijo con un tono dubitativo.
-No es que me aburra, es que tengo ganas de seguir visitando otros lugares-
-Ah…pues en eso te doy toda la razón…Bien, Cleo se han hecho las doce del mediodía, iré a visitar a Chiako ¿Me quieres acompañar?- Chiako era la novia de Magic, se habían conocido hacía unos años y en cuanto él llegó a la cuidad volvieron a re-encontrarse, por lo que tomaron la decisión de permanecer el mayor tiempo posible juntos.
-Oh…No, te lo agradezco, pero quiero ir a visitar unas ruinas que me comento el hombre la tienda de dulces-
-¿Segura? Chiako te ha tomado mucho cariño¿sabes?- le dijo con una sonrisa a su compañera.
-¿Si? Pues mándale saludos de mi parte, pero es que me intriga saber que hay allí-
-¿Y si le pides al Maestro que te acompañe?-
-¿A Orphen dices? Mh…-
Magic la observo indecisa, el solo sonreía, Cleo parecía estar pensando seriamente en la posibilidad de estar a solas con su Maestro…
-No, Magic. Orphen llegó muy tarde anoche, quizás este cansado, no iré a molestarlo-
-Bien, pero no creo que deberías ir sola-
-Bah…no va a pasarme nada-
-Eso espero, bueno Cleo, me voy a lo de Chiako, si quieres pasar por allí no va haber problema-
-Oh, claro. Lo haré en cuanto termine de visitar las ruinas. Además el negocio del padre de Chiako vende los mejores pasteles de queso que he probado o- dijo con una sonrisa soñadora.
Magic comenzó a reírse, hasta que a lo lejos una voz femenina y una muchacha de cabellos largos castaños se acercaba corriendo.
Se colgó del cuello de Magic y le besó muy apasionada. Cleo sonrió al ver semejante escena, más siendo Magic muy tímido y Chiako muy efusiva.
Una vez que ella se le descolgó y le sonrió a Cleo con cariño y le beso la mejilla, abrazándola también a ella.
-Cleo, me alegro mucho de verte, mi padre manda a decirte que tiene un nuevo pastel de queso esperándote en la vitrina del negocio-
-o no me digas eso ahora que no puedo ir-
-T.T ¿porque no?- preguntó apenada
-Es que ahora me voy a visitar las ruinas de aquí cerca-
Como si se hubiese enterado de una noticia terrible, Chiako colocó sus manos en su boca y comenzó a sollozar. Cleo y Magic se asustaron por ese gesto.
-Chiako ¿que sucede?- le pregunto su novio, muy preocupado.
-Es que esas ruinas son muy peligrosas, Cleo, por favor hazme caso y no vayas sola, te lo ruego- a Cleo le extraño que alguien reaccionara así de manera tan sorpresiva, por lo que decidió entrelazar sus manos con las de Chiako y sonreírle cariñosamente.
-Chia-chan, no va a pasarme nada, créeme. He viajado con este par de idiotas por mucho tiempo y hemos estado metidos en cualquier clase de problema. No va a pasarme nada- soltó sus manos con una sonrisa y se la encargo a Magic, mientras ella se daba media vuelta y comenzó a caminar con aspereza por la plaza principal de la cuidad.
La observó alejarse y su rostro se ensombreció.
Como un susurro perdiéndose en la oscuridad de la noche, Chiako dijo…
"Te marchas para ya nunca jamás volver…" mientras que se fue aferrando más a Magic, quien la abrazo sobre protectoramente y le besó la frente con cuidado.
La tomó de la mano y la hizo dar una vuelta enfrente de él, ella se sorprendió y lo miró extrañada.
-¿Y eso porque?-
-Es que hoy te ves hermosa-
Chiako le sonrió y a continuación depositó en los labios de su novio un tierno beso.
Realmente él notaba cualquier cambio en ella, ya sea de actitud como en vestimenta. Este día había escogido una pollera larga y muy pomposa de flores pequeñas azules y una blusa de color celeste haciéndole juego. El cabello lo llevaba suelto y brillante como siempre, con su característico aroma a flores silvestres. Sus ojos destellantes violetas observaban las sonrisas de Magic con un cariño infinito.
Ambos tomados de las manos comenzaron a caminar por la calle principal, donde la jovencita debía comprar unas cuantas cosas.
El camino a las ruinas no podía ser mas tortuoso, a merced de los rayos del sol y con una sola botellita de agua parecía estar cruzando un desierto sin llegar nunca a ver la recta final.
Llevaba el cabello recogido en una cola alta de caballo, algo enmarañado por la rapidez con la que caminaba cuesta arriba hacia las ruinas, escondidas en lo más profundo de una cueva.
La entrada a la cueva parecía cada vez más lejana, dejando a una agitada Cleo descansando a mitad de camino.
Tomó el agua que llevaba dentro de su mochila en una botellita azul brillante y bebió con fervor el contenido, calmando a ese monstruo dentro de ella que pedía agua.
Descanso por unos diez minutos, mientras su respiración volvía a ser normal. Realmente pensaba que en un día de verano esa no tendría que ser una agradable salida.
Aunque prefería eso q tener que recorrer la cuidad sola. O aún peor tener que quedarse en la posada donde se hospedaban a soportar el mal humor del hechicero negro. La vena de la cien comenzó a tomar un considerable tamaño al recordarlo llegando a las cuatro de la madrugada con un aliento a cerveza y las ropas desordenadas.
Flash Back
Cleo despertó de un saltó cuando sintió a alguien entrar en su habitación y apoyarse en la pared.
-¡Quien esta ahí!- pregunto asustada, mientras que la figura aún seguía allí.
-¡Hágase ver o llamo a alguien!- advirtió muy nerviosa.
Pero una voz profunda y muy sexy habló entre las profundidades de la habitación.
-¿Ahora me tienes miedo, niña?- era Orphen, que se encontraba en un estado claramente deplorable, con la ropa puesta de cualquier manera y el rostro rojo de tanto alcohol. La hermosa mirada desafiante que siempre llevaba consigo ahora sólo era estaba perdida y triste.
-Orphen… ¿Qué haces a estas horas aún levantado?- le dijo, levantándose de la cama y no reparando en la poca ropa que tenía puesta. Solo un camisón muy corto de color amarillo con breteles sobre sus hombres desnudos.
Orphen sintió una desagradable sensación de cosquilleo en cuanto las manos de ella le tomaron los brazos y lo obligaron a sentarse a las orillas de la cama.
El la miraba perdido, mientras ella cargaba un vaso con agua en el baño.
Orphen fijó su vista en las largas piernas de la rubia, mientras ella le levantaba el rostro para que se bebiera el líquido. El haciendo dotes de su fuerza la tomó de los brazos, obligándola a acostarse en la cama.
La miraba fijamente, tratando de reorganizar la situación en su cabeza, mientras ella, muerta de miedo, solo mantenía las manos apretando la colcha de la cama.
El se encontraba encima de ella, amenazadoramente comenzó a acercarse a sus breteles, y con sus dientes comenzó a despojarlos de su piel. En cuanto Cleo comenzó a sentir ese arrebato por parte del hechicero y lo quito de encima de ella de un solo golpe seco con el puño. Orphen cayó al suelo por no tener estabilidad sobre sus propios pies. Se toco la quijada donde Cleo había dejado un moretón lo suficientemente importante como para despertarlo su borrachera. Levantó la mirada y lo que vio lo hizo sentirse el hombre más imbécil del universo.
Cleo estaba arrodillada en la cama, con la cabeza agacha y con sus manos sosteniéndose los breteles del vestido.
-Cleo…Yo…- comenzó a hablar, pero ella lo detuvo con su mano.
-No digas nada, Orphen. Ninguna de las excusas que estas pensando cambiara lo que intentaste hacer- le dijo con la mirada perdida.
Fin del Flash Back
Desde esa misma mañana, ninguno de los dos volvió a dirigirse la palabra o siquiera estar en el mismo cuarto juntos. Orphen sabía perfectamente que Cleo no iba a perdonarlo, por lo que no la obligo a soportar su presencia, sino que se quedo en su habitación reflexionando lo estúpido que había sido.
No sólo estaba borracho, lo que significaba que solo deseaba quitarse la ganas acostándose con la primera mujer que viera, sino que esa chica con la intento algo no era otra que Cleo. Orphen no era ningún idiota, sabía que a ella le sucedía algo con él, que rebasaba la simple barrera de compañeros. Por lo que no encontraba manera de disculparse. Era un milagro que ella supiese golpear de esa manera, sino no sabía de lo que era capaz de hacer. Con esos pensamientos comenzó a golpearse con la almohada…Aunque no era solo eso en lo que pensaba, la imagen del cuerpo de Cleo debajo de él le producía un placer insaciable, al respirar sobre su piel, al rozarla con su lengua al intentar quitarle el vestido…No era precisamente un pensamiento que lo mantuviera tranquilo. Quería poder disculparse, pero no podía dejar de pensar en lo agradable que la sola idea de tenerla solo para el le producía.
"Soy un enfermo…Casi la obligo a…¿Y encima me siento orgulloso de haberlo hecho?...bueno casi hecho…¡Dioses! Esa maldita imagen me esta volviendo loco" y nuevamente oculto su cabeza debajo de la almohada con frustración.
Cleo seguía ascendiendo por las rocas, intentando no lastimarse con ninguna roca.
Llevaba un vestido casi igual al suyo amarillo, solo que este era de color violeta oscuro, con unas cintas detrás de su espalda, sujetando la vestimenta al cuerpo de la jovencita. Llevaba las mismas sandalias de siempre y su bolso de color marrón oscuro, donde tenía el mapa de las ruinas y algunas cosas para comer. Más algunos objetos personales que llevaba a todos lados.
Leki iba a su lado con su andar tranquilo, mientras miraba a su dueña refunfuñar por el largo camino hacia la entrada de la cueva.
Cleo estaba cansada, ya no quería caminar más, pero si no seguía tenía que pasar toda la tarde en la cuidad, o en el negocio de Chiako, si bien Cleo la quería mucho a ella y a Magic y estaba feliz porque ellos estuvieran juntos. El verlos sólo le recordaba que ella jamás tendría una oportunidad con el hechicero.
Sacudió su cabeza con ímpetu y miró hacia arriba donde para su sorpresa estaba la ansiada cueva esperándola a que entrase a descubrir alguno que otro secreto.
Se emociono tanto que comenzó a caminar más rápido de que costumbre, sientiendo los rayos del sol azotando su cuerpo con calor y dolores de cabeza. Pero eso ahora no le importaba, había encontrado lo que tanto buscaba.
-----------------------------Fin del Capítulo 1--------------------------------
Nota de la Autora:
Hola a todos! Gracias por leer el fic, espero que dejen reviews, sobre si les gusto o no. Las criticas son bien recibidas ¬¬ los tomates no, así que no tomen tanta confianza…U
Espero que este primer capítulo les haya gustado, no se que rumbo tome la historia en si, pero ya tengo planeados los primeros tres caps. Los iré subiendo a medida que los tenga listo y revisados. Calculo que uno por semana estará bien, espero sus respuesta…Saludos!
