Hooola, después de tanto tiempo! Cómo las extrañé, en serio. Esta actualización se tardó muchísimo, más de lo que hubiera querido. Por líos en la universidad, se extendió la fecha de exámenes hasta el 29 de diciembre! (Uno bien, uno mal, uno que se me pasó de fecha y otro bien :P. Lo demás queda para febrero.) Después de eso armé mi bolso (llevó más tiempo del que imaginan) y me fui quince días de vacaciones con mi familia. Recién llego. Preparé todo para llevar "la tarea" conmigo y poder actualizar desde un cyber, pero por un error de cálculos el mail llegó cortado… un fic entero y este, Alicia y el Lobo, sólo hasta el capítulo 3 :P. Extrañaba actualizar… Los dejo de mis cosas, lean n n!
Capítulo 7: "El novio de Sirius Black".Sirius despertó abrazado a Remus; un brazo estaba entumecido y acalambrado bajo el peso del cuerpo de su amigo, no le importó. Su propia respiración hacía que su pelo se moviera suavemente haciéndole cosquillas en el pecho. Tibio y resplandeciente en las sombras azules de la mañana, Sirius sintió que no había nada más que pudiera desear.
Al abrir los ojos estaba solo en su cama. La habitación estaba mucho más luminosa; habían pasado unas cuantas horas en un abrir y cerrar de ojos, literalmente.
Se duchó, se vistió y bajó a la cocina. Un delicioso olor llegaba hasta la escalera.
- Mmmmm, ¿qué huele tan bien?- se acercó por detrás a su cocinero y lo tomó por la cintura.
Remus de inmediato, y como acto reflejo, le quitó las manos.
- …Pensé que habíamos quedado en algo…- dijo Sirius sorprendido y herido.
- Perdona. –murmuró Remus.- Pero no quiero que hagas eso. Me gusta demasiado… -confesó en un susurro.
Remus se volvió al desayuno que preparaba y Sirius un poco confundido meditaba lo que acababa de escuchar.
- ¿Qué quiere decir que "te gusta demasiado"? –preguntó con voz traviesa, encerrándolo en un abrazo más estrecho.- ¿Podrías explicarte?
Pasó sus manos por debajo del delantal, buscando en su cintura lugar para entrar bajo su ropa y tocar su piel.
A Sirius ya no le importaban sus regaños, que estuviera luchando entre sus brazos por zafarse, que le pidiera con gritos y amenazas que lo suelte, si sabía que en realidad eso le estaba gustando.
Remus se lo sacó de encima con brusquedad. Sirius lo vio molestarse, con la espátula en alto como si pretendiera hacer magia con ella. Su mirada severa decía "quieto perro que no soy una bolsa de Eukanuba".
- No quiero comer. –dijo Sirius dando media vuelta y sacudiendo su largo pelo detrás.
- ¿Qué? ¿Ya no tienes hambre? Pero, hice tu desayuno preferido…
- No dije que no tuviera hambre: dije que no quiero comer. No puedo comer la comida de alguien que no me quiere; me puede caer mal.
- ¡Sirius!...- Remus estaba cansado de esas peleas. No quería ir detrás de él a pedirle disculpas ni explicarle nada. Simplemente lo dejó irse.
Se sentía miserable solo en la cocina, comiendo un desayuno demasiado abundante para él, y que había preparado con tanto cariño.
Sirius volvió a entrar a la cocina ignorándolo completamente. Él bajó la mirada a su plato fingiendo que no pasaba nada. Miró de reojo a Sirius intentando prepararse algo; volvió la vista a su plato.
En cuestión de minutos la cocina se empezó a llenar de un espeso humo negro. Remus vio a Sirius ponerse cada vez más nervioso mientras cocinaba; sabía que estaría dispuesto a tirarle con algo si se acercaba a corregirle, así que lo dejó.
Un momento después, Sirius tiraba con un gruñido el desayuno quemado.
Remus se levantó, lo tomó de un brazo y lo llevó a la mesa.
- ¡No quiero tu desayuno!
- No es mi desayuno, es tuyo. Lo hice especialmente para ti. …Aún no pude decirte ni buenos días…
Remus hablaba apaciguadoramente. Sirius aún estaba molesto y dolido, pero lentamente se calmaba.
- Escucha, no es que no te quiero, es solo que… n.ñU
- ¿Es que eres muy tímido?
Remus asintió débilmente.
- ¡Waaa, qué tierno!- exclamó frotando su mejilla a la suya -¡No sabes cómo me gustas así!
- -,-Uuuuu
Esa noche se quedó a ver una película con Sirius.
- Buenas noches. –le dijo besándole la frente y dejando la cama.
- ¿No te quedas?
- Mejor me voy a mi cama. Estoy muy cansado y así tú puedes quedarte viendo…
-Ooooow, ya deja eso, quieres? ¿Cuántas excusas has puesto y al final siempre gano yo? No podrías por una vez acostarte sin decir nada?
Remus se ofendió por esa forma de pedírselo, pero igual se acostó. Sirius se acercó y se acurrucó en su pecho y el ofendido sintió cómo su enojo se disolvía como una barra de chocolate en leche caliente.
- Estoy en mi derecho de dormir junto a mi novio o no?
Remus sintió como si le hubieran tirado una piedra en la cabeza. ¿Novio?
Eso sonaba raro. Probó en su cabeza cómo sonaba "yo soy el novio de Sirius Black", o "Sirius es mi novio". Parecía un hechizo mal deletreado…
- Sirius……. Sabes que te quiero mucho… pero me parece demasiado catalogar nuestra relación como noviazgo.
- ¿Y eso por qué?
- No sé… la palabra novio me queda muy grande…XP.
- Ah, qué pena, porque tengo algo para mi novio aquí abajo.
Pese al susto que se llevó Remus por malpensado, por "aquí abajo" Sirius se refería a la cocina. Sacó su varita y conjuró una pequeña bandeja entre los dos.
- ¿Frutillas con crema?- exclamó babeando.
- Las preparé yo mismo. Lo aprendí en la tele.
- ¿En el Gourmet?
- Nnnnno, no precisamente… -Sirius pensó en la película que tenía el desenlace que él buscaba para esa noche.
Le acercó la primera frutilla con la boca. Remus titubeó un poco, pero se acercó nerviosamente y con un rápido mordisco comió y se alejó antes que Sirius pudiera siquiera rozar sus labios.
- ¡Mmmmm, delicioso!- exclamó extasiado.
Sirius masticó amargo su mitad de la fruta. Se la estaba haciendo difícil, pero no se iba a detener.
Wow, qué final. Qué es lo que hará Sirius…? Esperen la próxima actualización, espero poder subirla tan pronto como pueda. Feliz 2006!
